MARTE
Un enfoque psicológico de la astrología puede valorar
tendencias futuras, tanto personales como colectivas, pero no puede dirigirse a
la predicción precisa de acontecimientos y hace hincapié en que la posibilidad
de elegir conscientemente, tanto por parte del individuo como del colectivo,
pueda alterar si no evitar la concreta expresión de cualquier configuración
astrológica.
Las conjunciones y oposiciones de Saturno poseen una
reputación previa de perturbación colectiva y de depresión económica; y a
muchos astrólogos, durante mucho tiempo, les preocupó la reputación de esa
pareja planetaria en relación a las guerras –especialmente cuando Marte estaba
involucrado con la configuración–.
Liz Greene
Marte en el
horóscopo
Cuatro seminarios
astrológicos
La astrología psicológica apoya siempre la posibilidad, si
no la garantía, de que exista el libre albedrío y el poder de transformar los
impulsos destructivos siempre que existan disposición a ello y se realice el
correspondiente esfuerzo.
Liz Greene
ENTRE EL CONFLICTO Y EL DESEO
POR LYNN BELL
Marte es a menudo pasado por alto porque parece muy obvio y
directo. Marte es descaradamente masculino, muy macho, muy cavernícola. Es
ruidoso, rudo, bruto y no muy británico. Incluso el símbolo del signo es
inequívocamente fálico, así que la mezcla es un poco embarazosa. Y sin embargo,
vivir sin Marte puede resultar increíblemente aburrido, por no decir peligroso.
Sin él no sabríamos defendernos en una situación en que nuestra vida estuviera
amenazada. No es un planeta con el que resulte fácil vivir; y muchos de
nosotros lo embutimos en un traje de comportamiento socialmente correcto o bien
estallamos ante la saturación física y emocional.
Marte se expresa tanto en el conflicto como en el deseo. Sin
él, seríamos unas criaturas bastante aburridas.
VIVIR CON MARTE
No obstante, no es difícil encontrarse con Marte. Todo lo
que tenemos que hacer es rastrear las guerras de la conciencia, esos diálogos
sin fin susurrados en el interior de nuestras cabezas. «¿Puedo hacerlo?
¿Debería hacerlo? ¿Puedo evitar las consecuencias de hacerlo?». O quizá queráis
echar una mirada a batallas incluso más obvias entre voluntades con las
personas que nos rodean: hijos y amantes, padres y colegas. Marte funciona como
un mecanismo de interacción entre el individuo y lo que está ahí fuera. Es un
planeta interior, pero también está más lejos del Sol que la Tierra; y, desde
un punto de vista puramente visual y geocéntrico, es capaz de cubrir la distancia
celeste de una forma que Venus y Mercurio no pueden. Marte se mueve en el
territorio intermedio entre el hombre y el resto del mundo. Nos empuja a la
acción más allá de nuestras imágenes internas del mundo. Nos lleva hasta los
confines de la vida, donde hacemos cosas y rompemos cosas, chocamos con los
demás y sus deseos, encontrando resistencia y forzándola para abrirnos paso.
Marte está relacionado con la supervivencia, con la defensa activa y pasiva;
pero también simboliza nuestra capacidad de desear algo e ir a por ello. Esto
siempre implica algún tipo de competición con los demás. Marte siempre choca
con los demás o con los deseos de éstos. De una forma extraña, es un planeta
que toca las relaciones, dado que se pelea ~ 2 ~ con quienes le rodean si se
cruzan en su camino. Y entonces ya no hay un acuerdo posible con los demás.
¿Significa eso que si conseguimos lo que queremos mantendremos a distancia a
los demás? Dado que Marte tiene que ver con el mundo de ahí fuera, se define
culturalmente, al menos en parte.
A Marte se le ha concedido un lugar más importante en unas
culturas más que en otras,
MARTE EN EL COLECTIVO
Una de las cosas más llamativas de Marte es cómo ha
impregnado tan intensamente la fantasía colectiva, con todas esas persecuciones
de coches, armas, explosivos, héroes musculados corriendo hacia el peligro, por
no mencionar las muertes grabadas en vídeo o la obsesión cinematográfica por
los asesinos en serie. Luego hay sexo y, especialmente, conquista. Fuera del
mundo cinematográfico y del vídeo, las estrellas del deporte se convierten en
dioses menores y se hallan entre los mejor pagados de nuestra sociedad. Incluso
en el mundo musical, en que se suele dar voz a los valores de la contracultura,
ha entrado con fuerza en las artes escénicas el «gangstarap», con sus armas y
sus amenazas, asesinatos incluidos. Si las películas y la música pop son una
expresión del colectivo, de forma parecida a los sueños individuales, podríamos
preguntarnos entonces por qué Marte posee tal potencia en esa esfera. ¿Acaso es
una compensación ante la carencia de una expresión sana de Marte en nuestra
propia vida?
A Marte no se le puede tener atado por mucho tiempo. Le
sienta como una patada arrastrarse y tampoco lleva muy bien lo de ser
reprimido. Después de un tiempo empezará a desarrollar un lado peligroso, así
que no podremos fingir una sorpresa total al observar que están de rabiosa
actualidad los videojuegos violentos y que los niños empiezan a llevar pistolas
al colegio o instituto. Marte nos da en toda la cara y capta nuestra atención
de todas las formas posibles. Y nunca suelta la presa de verdad.
La energía de Marte no desaparece, sino que se vuelve hacia
adentro.
Si la voluntad ha sido bloqueada demasiado pronto y con
demasiada frecuencia, Marte puede tener serios problemas para expresarse.
DIOSES Y BATALLAS FUEGO Y AGUA
Una forma interesante de abordar el tema es echar una mirada
a las regencias tradicionales de Marte, Aries y Escorpio. Marte en Fuego
muestra gran cantidad de fuerza y voluntad. Se mueve generalmente deprisa ante
los bloqueos, recorriendo a toda velocidad el camino que le lleva a sus deseos,
mientras que un Marte acuático no se plantea un ataque directo y por eso parece
que abandonará su objetivo; pero esto es completamente falso con Marte en
Escorpio. Una manera de ver a Marte en Escorpio es analizar su reacción ante
una situación que momentánea-mente no domina: parecerá retirarse, pero volverá
de otra forma, probando suerte hasta que encuentre la manera de entrar, por
pequeña que sea. Marte en Escorpio usa con frecuencia los deseos de los demás
para lograr sus propios fines. Mucha de esta actividad ocurre bajo el umbral de
la conciencia, puesto que Marte es un planeta instintivo y se identifica en
gran medida con el cuerpo y nuestro carácter animal. Vale la pena notar que en
la astrología antigua Marte regía la triplicidad de Agua, sugiriendo aquí un
impacto particularmente fuerte. Marte es una fuerza absolutamente instintiva y
primigenia. Cuando irrumpe al completo es imposible mandarla de vuelta a casa.
Si cruzáis una cierta línea con Marte, éste se apodera de vosotros hasta que se
produzca la necesaria liberación de energía. Por eso la ira puede asustar
tanto. Creo que fue Spinoza el que dijo que un hombre iracundo se parecía mucho
a un loco. Hay locura en el lado destructivo de este planeta, así como un gran
poder. Un deseo sexual apremiante posee una urgencia similar: puede resultar
muy incómodo mantenerlo a raya una vez ha alcanzado un cierto grado de
excitación. Marte en Fuego sea probablemente más visible; y Marte en Aries, el
que más brillantemente quema y mayor fuerza y coraje posee, ganando con
frecuencia únicamente porque su deseo es más fuerte que el de los demás.
TIERRA Y AIRE
Ambos elementos marcan una distancia y poseen mayor
objetividad. Marte en Tierra tiene una sensación particular de utilidad, una
satisfacción en dar forma al mundo y una fuerte conexión con el cuerpo. Un
Marte terrenal se siente en casa en el mundo físico y obtiene fortaleza y poder
del cumplimiento mensurable. Marte en Tierra, particularmente en Capricornio,
organiza el mundo de forma muy parecida a como lo hicieron los romanos: todos
los individuos juntos formaban una disciplinada y formidable máquina de guerra.
Marte estaba subordinado a un sistema tan eficiente que conquistó el mundo,
mostrando su solidez en la construcción de caminos y edificaciones que aún hoy,
miles de años después, se pueden ver. Marte en Aire es probablemente el más
difícil, porque está muy desconectado del mundo instintivo. Cuando funciona
bien posee una perspectiva amplia e idealista. Se mueve por ideas e imágenes de
lo que el mundo debería ser. Su interés está centrado en la mente y lucha por
unir la acción al significado. Por encima de todo le interesan los demás, cómo
reaccionar a lo que hacen o no hacen y motivarles a actuar.
Parece que Marte debe reducir su escala para poder encajar
en el signo en que está emplazado, lo cual puede comportar una gran
frustración.
La reflexiva inteligencia de un emplazamiento en Virgo le
añade sutileza y habilidad. Lo he visto funcionar en ambas direcciones: tanto
en aquellas personas que invierten una cantidad desproporcionada de energía en
los asuntos más mínimos como aquellos que llegan a ser artesanos con maestría.
A veces encontramos ambos extremos en la misma persona. Virgo es el sexto signo
y representa el primer quincuncio para Aries; y puedo oír la tensión del
quincuncio Aries-Virgo en lo que estás diciendo. Estos signos no tienen casi
nada en común, si bien Aries tiene mucho que aprender de Virgo. De muchas
maneras, Marte en Virgo trae a la memoria a Atenea, que disfruta de la guerra
tanto como Ares, pero sabe mantener la cabeza fría. Otro vínculo con Virgo es
su patrocinio de los oficios, particularmente del textil. En cierto sentido,
ella es la fuerza estratégica impulsora de la guerra de Troya. Para daros una
idea del poder de este Marte cuando es capaz de unir acción y estrategia,
pensad en Napoleón, que tenía Marte conjunto a Neptuno en Virgo en la casa XI
Yo no creo que ni Ares ni Atenea, por sí solos, contengan el
espectro completo de todos los significados que atribuimos al Marte
astrológico. El Marte romano se acerca más a los valores que asignamos al
planeta. Atenea fue grandemente admirada por los griegos y parece que
consideraban a Atenea como un antídoto para el lado más destructivo de Marte.
Me pregunto si Atenea no es un arquetipo marciano más presente cuando Marte se
halla en un signo de Aire –Géminis, Libra o Acuario– o en Virgo. Después de todo,
estos signos tienden a enfocar las cosas desde la cabeza, de la mente. A menudo
se describen como bastante asexuales en los recetarios astrológicos, aunque no
estoy segura de que ése sea necesariamente el caso. Significa que marcan la
distancia de la expresión puramente instintiva de Marte –lo que no es
necesariamente malo, aunque el pensar demasiado en la cama puede no ser nada
divertido–. En contraste, Marte cae bajo el hechizo de Afrodita en los signos
regidos por Venus y se distrae con el placer, es seducido por la belleza e
impulsado al amor en vez de a la guerra. Momentáneamente, al menos –como Paris
en la Ilíada, que abandona el campo de batalla para perder el tiempo con
Afrodita, por lo cual los demás guerreros se burlaban de él.
MARTE Y LA AUTORIDAD
Para hacer frente al Marte de alguien, es absolutamente
esencial saber qué es lo que le motiva, por qué hace lo que hace.
No todo Marte necesita estar en lo más alto, pero algunos
deben tener una zona en la que ejercer un dominio, un área de control. Intentad
robar eso y veréis cómo se despierta la faz destructiva de este planeta. Po
supuesto, hay que matizar esta afirmación dependiendo del emplazamiento por
casa del planeta y especialmente de sus aspectos.
Marte siempre nos exige que tomemos partido; nos muestra
dónde estamos dispuestos a pelear, dónde a retroceder o dónde a renunciar a
nuestros deseos. Si cedemos demasiado a menudo, podemos acabar haciéndonos
daño.
Las personas con Marte en Leo necesitan poner el corazón en
todo lo que hacen, actuar desde lo más profundo de su ser.
Marte es el gran defensor de la vida; y sin él somos
literalmente incapaces de sobrevivir, tanto física como psicológicamente. Si
cualquiera de vosotros ha experimentado una rabia verdaderamente explosiva, se
habrá formado una idea bastante exacta de lo ligado que está marte a la energía
vital. La paradoja es que Marte a menudo destruye mientras está defendiendo y
que estar atascado en un estado de ánimo marciano es una experiencia muy
desagradable para todos los afectados.
Las personas con Marte en Leo necesitan poner el corazón en
todo lo que hacen, actuar desde lo más profundo de su ser. Marte está siempre
vinculado al Sol en la carta natal, pero ese vínculo es mucho más estrecho con
planetas en Leo. Todos los planetas en Leo buscan un reconocimiento de algún
tipo. Sin Marte, resulta difícil expresar el impulso solar, desarrollarse
psicológicamente. La combinación del Sol y de Marte es fundamental en el
desarrollo de la voluntad. Por supuesto, si quien tenga a Marte en Leo no es
consciente de ello, defenderá las distorsiones solares, la soberbia y la
prepotencia, la dignidad envanecida y el resentimiento. Necesita ser de alguna
manera el centro, pero en este signo aspira a la nobleza.
Marte nos empuja al peligro, a tomar partido, o a
replegarnos para defendernos. En los casos más extremos, nos pregunta por qué
cosa estamos dispuestos a morir. Pero si no estamos dispuestos a actuar en esa
línea o experimentamos algún tipo de durísima derrota muy pronto en la vida,
mucha de la energía de Marte no estará a nuestro alcance. Esto es posible,
incluso, por más que Marte aparezca como poderoso en la carta por signo y casa.
Estar desconectados de nuestra voluntad es como vivir en el inframundo, en la
tierra de los vivos a medias. En el mito, Plutón no mata a la gente; Marte, sí.
Plutón recibe a los muertos y gobierna sobre ellos. Marte nos lanza a la
necesaria confrontación con la vida, con el peligro y a veces con la muerte.
¿Queremos algo lo bastante como para arriesgar nuestra vida o para quitarle la
vida a otra persona?
Yo creo que Plutón da un paso al frente una vez se ha
destruido algo, o hace necesaria la destrucción de ese algo. Marte se orienta
desde un punto de vista más inmediato. El momento lo es todo; y cualquier
acción que corresponda a ese momento debe ser llevada a cabo hasta el final.
Las consecuencias vienen después; y ahí es donde aparece Plutón. No obstante,
ya se han producido consecuencias de acciones anteriores; ha habido pérdidas,
heridas y se han quemado relaciones, hay mundos arruinados y despedidas no
lloradas, todo lo cual nos motiva desde abajo, seamos conscientes de Marte o
no.
Marte todavía rige a Escorpio, aunque muchos de nosotros
establezcamos la primera conexión con Plutón. Perderemos mucha sutileza
astrológica si dejamos de lado las viejas regencias astrológicas; y en el
transcurso del tiempo he acabado concediéndoles un mayor peso en mi
interpretación.
Marte es más poderoso cuando ignora o no teme a la muerte.
Entonces nada le va a desviar de su objetivo.
Marte está vinculado, en parte, a nuestra reacción ante la
muerte. Si no podemos reaccionar ante un evento trágico o abrumador, algo
dentro de nosotros muere. La energía de Marte, la energía activa en nuestra
vida, nos ha sido arrebatada y ya no tenemos fuerza suficiente para reaccionar.
Todos conocemos a gente que tiene problemas para hacer las cosas por sí mismos,
aunque sean cosas que ellos quieren hacer. Su coraje y su voluntad están
contaminadas por la desesperación.
OBTENER LO QUE UNO QUIERE
La mayoría de nosotros no se enfrenta a situaciones de vida
o muerte todos los días; pero Marte está presente siempre que vamos tras algo
que deseamos. ¿A quién vamos a pisotear para conseguirlo? ¿Podemos obtener lo
que queremos arrebatándoselo a otro?
Culpar a los demás, proyectar el poder y la responsabilidad
fuera de uno mismo es también Marte, pero disfrazado tras una posición
defensiva. Nos permite justificar nuestras decisiones sin admitir nuestro
error: «¡Me forzó a hacerlo»!
Marte funciona honorablemente cuando lo hace por y para el
principio solar.
AL SERVICIO DEL SOL
Sin límites, Marte es destructivo. Quizá por eso está
exaltado en Capricornio, donde se proporcionan límites y leyes a Marte. El
poder instintivo de Marte significa que puede ser bastante difícil mantenerlo
vinculado a nuestro propósito consciente. Una de las razones por las que el Sol
está exaltado en Aries es el vínculo existente entre energía, vitalidad ~ 21 ~
y conciencia. Cualquier planeta en Aries posee algo de esa misma fuerza. Es una
increíble afirmación de la vida, la energía, la vitalidad y la voluntad. Marte
actúa para afirmar el yo, pero a menudo nos empuja al conflicto. Posee una
fuerza que pasa por encima de la intención consciente de un individuo. Marte es
un gran revelador de conflictos: nos muestra qué es lo que realmente nos
impulsa. Bajo el manto de la civilización y la sofisticación, los pequeños y
cotidianos estallidos de ira apuntan probablemente a emociones que preferimos
no admitir que sentimos. Me imagino que la mayoría de los presentes es capaz de
enfadarse por pequeñas tonterías, pues así es la naturaleza humana. Existe un
cliché en las columnas periodísticas de consultorio: «Mi marido siempre se deja
abierto el tubo de pasta de dientes», que luego pasa a palabras mayores». Es
completamente absurdo y, aun así, la gran mayoría de peleas destructivas
comienzan con estos pequeños intercambios. ¿Qué es lo que pasa? ¿Alguno de
vosotros ha llegado a enfadarse por esta clase de cosas? Oyente: Una persona
está tratando de controlar a la otra. Lynn: Otra vez el control. Algo tan
simple, pero que puede revelar un inmenso sentimiento de impotencia. Recordad:
Marte nos obliga a adoptar una posición, tarde o temprano; y algunas decisiones
deben tomarse con un margen muy estrecho.
Si Marte es poderoso, puede escindirse del impulso solar y
ser proyectado.
Marte os pide que vayáis al encuentro del mundo, porque si
no lo hacéis, el mundo os encontrará a vosotros de cualquiera de las formas
posibles. Marte es un planeta cercano a nosotros, pero fuera de la órbita de la
Tierra, de camino a Júpiter y a Saturno. Pero nuevamente, la acción por la
acción, el movimiento por sí mismo, pueden ser el producto de un Marte
distorsionado, incapaz de apagarse y desconectado del centro.
¿Cómo podemos establecer un vínculo sano con Marte? Una
forma de hacerlo es fijarnos en el regente de Marte, a menudo una clave para
descubrir una motivación más profunda.
Marte en signos mutables presenta dificultades para mantener
una sola dirección. Su energía tiende a dispersarse, a ser impulsada por deseos
muy diferentes entre sí.
Para Piscis en particular a menudo ha habido algún tipo de
sacrificio de deseos personales y el verdadero problema es la desconexión con
algo muy profundo en su interior. El arquetipo de Piscis contiene el sacrificio
último («moriré por tus pecados»). Las combinaciones Marte-Neptuno son
engañosas porque con frecuencia un individuo afirma su identidad dejándola ir o
perdiéndolo todo en apariencia.
Bailar, tocar el tambor, cualquier cosa relacionada con el
ritmo, tiene una conexión directa con Marte. El baile es una actividad ideal
para Marte. Proporciona placer, éxtasis y liberación sin hacer daño a nadie.
Ciertos signos (y Piscis es uno de ellos) presentan grandes
dificultades para expresar la ira de forma directa. Marte en Piscis es muy
consciente de la posibilidad de hacer daño y generalmente intenta ajustarse a
un ideal. Depende en gran medida de la visión que le guíe, el sueño que motive
a Marte. A menudo se sacrificará y abandonará un ideal si significa herir a
alguien. Pero también es experto en ocultar sus verdaderos sentimientos. Éste
puede ser uno de los emplazamientos clásicos del pasivo-agresivo, el buen chico
que se ve atrapado en un atasco, olvida la dirección, simplemente no se las
arregla para ser puntual o rompe el cristal que se había ofrecido amablemente a
limpiarte.
MARTE EN CÁNCER
Marte en Cáncer. En términos tradicionales Marte está en
caída aquí y se dice que es débil, aunque yo no me he encontrado casos en que
sea así. Es una de las más poderosas posiciones defensivas; pero este Marte
puede ver el peligro en todas partes, especialmente si la Luna recibe aspectos
difíciles. En Cáncer, Marte se alimenta de la Luna, lo que provoca unas
emociones poderosas que no siempre actúan favoreciendo los intereses de uno.
Tanto la Luna como Marte son planetas instintivos, ambos son reactivos y se
despiertan con facilidad, y su combinación puede interpretar cualquier
acontecimiento en términos de conflicto del pasado, viendo motivos e
intenciones que son más propios de hechos anteriores que de la situación
presente. Marte en Cáncer se ve raramente como autor de un delito, aunque los
transeúntes podrían no opinar igual. Cáncer y la Luna simbolizan a la madre; y
a un hombre le queda mucho trabajo por delante para tomar el control consciente
de su vida, pues la madre u otra mujer importante en su vida pueden influir
poderosamente en lo que ocurra. ~ 28 ~ Si queréis entender bien a Marte en
Cáncer, tomaos la molestia de observar a un cangrejo. Hace algunos años estuve
fijándome en uno, al que saqué de su escondite engatusándolo con un cebo. Al
principio avanzó cautelosamente hacia adelante, luego rápidamente volvió hacia
atrás. Al cabo de un rato, se deslizó hacia adelante desde otro ángulo y
nuevamente volvió deprisa tras sus pasos. Cuando finalmente atrapó el cebo, se
movió con pasmosa velocidad, cerrando y abriendo las pinzas y desapareció para
siempre en un remolino de agua. Pensad que ese cangrejo que cada año pierde su
caparazón y pasa un tiempo breve sin protección. Marte en Cáncer hace que nos
remontemos a una época en que éramos completamente vulnerables e incapaces de
sobrevivir sin los cuidados de nuestra madre. De alguna manera, este
emplazamiento de Marte nunca pierde ese sentimiento de vulnerabilidad. A menudo
lleva a un trabajo interior, porque exige la integración del sentimiento y la acción,
con la promesa de un diálogo verdadero entre los lados masculino y femenino del
yo. ¡He notado que hay muchos hombres con Marte en Cáncer en mis seminarios de
Astrología! ¿Habéis notado que muchos de nosotros nos sentimos heridos de algún
modo? Nuestras heridas y quejas tienden a estar en el centro de nuestra
interpretación del mundo, lo cual «justifica» determinadas reacciones. Para
quienes lo ven desde fuera, puede parecer y sentirse como una irritabilidad sin
provocación previa, o incluso como una agresión flagrante. Quienes tienen a
Marte en Cáncer no suelen tener intención de hacer daño a los demás, pero su
actitud tan a la defensiva puede dar la impresión de ser malhumor o maldad. Lo
que intento decir es que nuestra experiencia interna de algo puede ser muy
distinta del efecto que causamos en la gente a nuestro alrededor. Dado que los
signos de Agua conectan tan profundamente con este nivel de sentimiento
interior, esta conexión puede ser más potente cuando Marte está en un signo de
Agua.
MARTE EN ESCORPIO
Hemos hablado mucho sobre el conflicto, pero Marte realmente
está relacionado con el deseo. Cuando vamos en busca de nuestro deseo y
encontramos resistencia, surge el conflicto. La resistencia puede ser interior,
pues algunos deseos pueden hacer trizas nuestras vidas: deben ser combatidos,
uno debe luchar cuerpo a cuerpo contra ellos y vencerlos. Algunos son tan
peligrosos y tan contrarios a la idea que tenemos de nosotros mismos, que ni
siquiera pueden ser reconocidos. Puede que sean los agentes secretos de una
transformación futura y, con el tiempo, nos llevarán sin querer a una nueva
vida. Las fricciones con los demás son algo prácticamente inevitable cuando
éstos no quieren lo que queremos nosotros. ¿Qué deseos prevalecerán? La misma
cuestión se podría plantear en situaciones de competición en que más de una
persona quiere ganar, o más de un hombre quiere la misma mujer o el mismo
premio. Con Marte en Aries, la acción es un fin en sí mismo, de manera que, si
hay conflicto, mejor que mejor (al menos uno se siente vivo). Pero si Marte en
Escorpio desea algo, raramente renuncia a él. Puede estar oculto durante mucho
tiempo y aparecer de nuevo disfrazado de otra cosa; pero su energía permanece.
Marte en Escorpio busca una total concentración y dirección hacia el objetivo,
sin olvidar nada.
Marte en Escorpio pregunta sin qué cosas puede uno vivir.
Una vez tiene una respuesta, caminará todo lo necesario, cualquiera que sea la
distancia, para obtener eso. Viaja siempre al límite y no puede soportar la
impotencia ni una vida sin pasión. Sin embargo, es mucho más problemático un
Marte al que no se ha proporcionado un canal para ese torrente de emociones.
Cuando es retenido, se estanca en grietas y charcos, pudiendo pudrirse y
llenarse de bichos; se vuelve oscuro y pesado. No hay nada más nocivo y venenoso
que un planeta reprimido en Escorpio. Si este Marte es sofocado, puede llenarse
de resentimiento y todas las toxinas de la frustración pueden envenenar la
relación con los demás. A veces se desatan los demonios de la envidia y los
celos. Un Marte en Escorpio nocivo puede redirigir su energía a despojar a los
demás de su alegría, saboteando la satisfacción y el éxito que otros podrían
sentir. En el peor de los casos se convierte en un asesino desalmado de almas y
espíritus. Admitamos que éste es un grado extremo y que la mayoría de nosotros
apenas tiene pistas de un poder tan destructivo; pero puede estar mucho más
familiarizada con la naturaleza arrolladora del deseo de Escorpio. Escorpio
dobla la voluntad de los demás de la misma manera que un agujero negro curva la
luz: penetrando en vuestra psique, vuestra alma. A Marte en Aries le importa
muy poco lo que los demás hagan o dejen de hacer. Pero cuando el deseo de Marte
en Escorpio incluye a otras personas, como ocurre en el deseo sexual, se vuelve
necesariamente mucho más persistente, más manipulador, más comprometido.
Si Marte en Escorpio está desconectado de aquello que
verdaderamente desea, puede reorientar su considerable energía a manipular a
los demás, usando la voluntad para apabullarles. Sin una satisfacción real,
este hábito se vuelve cada vez más compulsivo.
Marte no es un planeta totalmente consciente. Recordad:
defiende el cuerpo, la parte animal y la integridad psicológica del individuo.
Al retirar la mano de una superficie caliente o al dar un volantazo rápido para
evitar un accidente estamos usando a Marte sin pensarlo. Marte en Aire, aunque
es más capaz de tomar distancia respecto de la ira, puede ser realmente mucho
más inconsciente a largo plazo. Marte en Agua puede estar mucho más cerca de la
fuente de la emoción y del deseo.
MARTE EN LA CASA XII
En la XII, Marte apunta con frecuencia a algo que está fuera
de su alcance. Queréis algo que no es fácil de obtener, o que creéis que no
puedes tener. A los demás les puede parecer que vais derechos al fracaso; pero
la casa XII funciona con otra lógica. Aquí Marte puede entusiasmarse con algo
que para quienes le rodean no tiene valor. Cualquier planeta en la XII aspira a
algo que está más allá de su comprensión. La casa XII está finalmente más allá
de la comprensión y de la lógica, por lo que los planetas personales nos
empujan aquí a penetrar en territorio desconocido.
Sí, hay algo que se refleja en la historia familiar. Con
Marte en la XII hay problemas en relación a ser marginado o excluido. A veces
algo debe ser abandonado.
Con Marte en la XII hay algo que debe deshacerse; y, para
deshacerlo, el individuo toma un camino que a todas luces parece equivocado.
La casa XII tiene que ver con los asuntos pendientes, ya
sean personales, familiares o colectivos. A menudo describe energías que no se
han vivido, traumas no digeridos que, si bien han sido parcialmente olvidados,
siguen provocando oleaje en el inconsciente. Los planetas en esta casa
responden a corrientes y presiones misteriosas que permanecen invisibles
Otro aspecto de Marte en la XII: el sentimiento de estar
atrapado por algo más grande que uno mismo y más allá de la voluntad personal.
La casa XII tiene que ver con los asuntos pendientes, ya
sean personales, familiares o colectivos. A menudo describe energías que no se
han vivido, traumas no digeridos que, si bien han sido parcialmente olvidados,
siguen provocando oleaje en el inconsciente. Los planetas en esta casa
responden a corrientes y presiones misteriosas que permanecen invisibles para
los demás y que tal vez nunca sean completamente comprendidas.
La cuestión es si es Marte o Venus quien habla del deseo.
Marte, por naturaleza, nunca está realmente satisfecho.
Aunque hemos hablado de Marte y de su vínculo con el Sol,
probablemente tengamos que admitir la poderosa conexión que tiene igualmente
con Venus. Podríamos decir que la naturaleza del deseo será particularmente
fuerte cuando en una carta se formen aspectos entre Marte y Venus, o cuando
Marte esté en Tauro o Libra. La principal razón por la que estos signos son
emplazamientos difíciles para Marte es que el deseo puede dirigir la vida de
uno, no importa lo que uno haya decidido conscientemente. Marte parece estar
motivado en primer lugar por el placer en los dos signos regidos por Venus.
Debe disfrutar con lo que hace. No obstante, aunque esto parece inofensivo, el
deseo compulsivo puede volverse tan destructivo y problemático como la ira.
Marte nos muestra también en qué área tomamos partido, donde
decimos «No, no haré eso». Marte nos habla de cómo decimos «No» tanto como
«Sí».
Marte es absolutamente necesario para tener una existencia
independiente y un sentido de la identidad personal, si bien nos arriesgamos a
que las personas cercanas a nosotros lo desaprueben.
MARTE EN SAGITARIO
En este signo, Marte se convierte en el cruzado de una
determinada filosofía de vida, o al menos se ve a sí mismo bajo esa luz.
Cuando Marte está en aspecto con Venus o está en un signo
regido por Venus, el principio del placer puede ser extremadamente poderoso.
Una de las cosas importantes que hay que entender de Marte
es que no parece tener un botón de apagado. Como un incendio que extiende a
toda velocidad sus llamas, se alimenta de sí mismo. El deseo lleva a un deseo
mayor, la ira proporciona combustible a la ira. Marte busca sentirse vivo; y
cuanto mayor es el peligro, más vivo se siente. Corre hacia el peligro en vez
de huir de él. Actúa donde puede y usa la energía planetaria con la que
contacta como alimento, como combustible para seguir ardiendo. Marte en aspecto
a Venus arderá por el placer, en aspecto con Saturno lo hará por el control.
Marte y el Sol actuarán para el yo, pero que esto sea de forma egoísta o
desinteresada dependerá de otros factores de la carta.
Estoy bastante segura de que Marte en Cáncer arderá para
preservar un lugar seguro.
Aún no hemos hablado del lado dador de vida de Marte, su
poder creativo y fecundador. Exagera incluso en esta área: dispara millones de
espermatozoides, una sobrecarga de potencial respecto de la aspiración de crear
vida. Los vocablos «pene» y «penetración» provienen del latín penitus, que
significa «interior» en una de sus acepciones. Una mujer, para llevar vida en
su seno, debe permitir que la penetren –algo debe entrar desde fuera–. Marte
rompe el himen y abre el camino a una nueva vida; y quizá es por eso por lo
que, en los antiguos himnos órficos, se le denomina «el que derriba los muros».
El principio de Marte se abre paso a través de la integridad de la mujer y la
llena de un vasto potencial, un potencial que puede ser utilizado
biológicamente pero que también revela la existencia psicológica y emocional de
una mujer. Marte derrota y mata toda virginidad; pero en ese mismo instante la
virgen da paso a la mujer. Tiene sentimientos nuevos, sensaciones nuevas,
deseos nuevos. Cuando Marte se encuentra con Venus se libera el verdadero poder
creativo de aquél.
Marte busca la manera de penetrar, de abrirse paso.
Marte también nos trae al mundo, empujando la cabeza del
bebé desde el canal uterino de la madre, a través de una estrecha abertura,
aparentemente imposible de traspasar, creando una presión y un dolor casi
insoportables, pero trayendo consigo «el inmenso poder y misterio de la vida»,
en palabras de un amigo que fue testigo del nacimiento de su hijo. Puede estar
acompañado de miedo y dolor, pero no hay resistencia posible al poder de Marte.
Marte actúa al principio en el nacimiento para echarnos al mundo, después, a
través del acto sexual, para volver al útero.
Marte en Aries trata esencialmente de salir, mientras que
Marte en Escorpio tiene relación con entrar.
Para entender cómo funciona Marte en signos extrovertidos e
introvertidos. Marte puede ser creativo en ambos; pero si lo retenemos con
demasiada fuerza puede volverse destructivo. Marte es, además, el que nos quita
la vida. Especialmente en Escorpio, llena de agujeros la totalidad del cuerpo,
ya sea por la espada, las balas o un accidente, o desde dentro, cuando se rompe
un vaso sanguíneo. Ya no estamos intactos, nuestra energía vital se nos escapa
y Marte nos lanza a otra vida, a la vida después de la muerte. Quizá deberíamos
decir «lo desconocido tras la muerte». Ya sé que nos hemos acostumbrado a
hablar de estas cosas como propias de Plutón; pero la acción de Plutón es más
profunda, más lenta y, al mismo tiempo de mucha mayor magnitud que la de Marte.
Marte se puede usar para la defensa, para abrir un camino. Con él, emergemos a
la vida, encontramos resistencia y nos movemos más allá de ella. Reaccionamos
al deseo o a la agresión de los demás e imponemos nuestra voluntad al mundo.
Creamos y destruimos, luchamos y hacemos el amor. Marte es ambos,
potencialmente. No le subestiméis.
DESCONEXIÓN DE MARTE
Marte puede ser auténticamente espeluznante; y enfrentarse a
la ira de otra persona no es algo de lo que la mayoría de la gente disfrute.
Marte en Aries disfruta a menudo de una buena confrontación, porque la bronca
le mantiene vivo. «Además», como me dijo un amigo con Marte en Aries, «el sexo
después de una pelea es fantástico». Otros signos son por naturaleza más
gentiles y se asustan fácilmente por aquello que parece violento en los demás,
si bien ésa no es función únicamente de Marte. Aunque a veces parece que se ha
negado la posibilidad de una reacción instintiva y que ésta no será posible
nunca más. ¿Cómo es esto posible? Recordaréis las imágenes de los orfanatos en
Rumania, donde se abandona-ban los bebés en cunas como pedazos de carne. Se les
alimentaba, pero nunca se les cogía en brazos o se jugaba con ellos. Estos
bebés acabaron sufriendo un retraso intelectual. No fueron capaces de
desarrollarse ni intelectual ni físicamente: había demasiada desesperación.
Antes de Marte es la Luna la que debe entrar en juego. Son un mínimo de
alimento, protección y cuidado para adquirir una sensación de seguridad. Sin
eso, nunca podremos acceder a Marte. Es extremadamente raro que un niño esté
dañado hasta ese grado. Los problemas con la Luna son, con mucha frecuencia, la
cuestión subyacente cuando Marte parece no estar al alcance. Con esto no quiero
decir que ambos planetas deben estar en aspecto necesariamente. Me refiero a
las etapas de desarrollo. Un trauma que afecta a un niño a edad muy temprana
puede provocar que casi toda la energía disponible se redirija a alimentar la
necesidad de protección. Si no se ha recibido la función lunar, uno debe
desarrollarla desde dentro. Es como si el niño tuviera que construir su propio
nido o reparando el techo o la puerta de su casa una y otra vez. Esto es tan
fundamental que absorbe la disponibilidad de otras funciones psicológicas, que
permanecen sin desarrollar. Cuando no hay protección ni seguridad, la
asertividad aparece en otro terreno. He visto que ocurre esto en cartas en las
que Marte es aparentemente muy fuerte. Muchos de vosotros sois lo bastante
refinados en vuestras interpretaciones como para saber que una parte no
reclamada como propia de la carta puede vivirse a través de la proyección. Los
recursos no explotados atraerán a vuestra vida personas que misteriosa-mente
simbolizarán planetas que no parece que trabajen para vosotros. No obstante, en
realidad os pertenecen. Una parte significativa del trabajo de Marte es
reclamar como propia la voluntad, la energía y el deseo que se han desconectado
de uno y se han cedido a otros, o a los que nunca hemos estado conectados del
todo.
MARTE PROYECTADO
Incluso cuando Marte parece desconectado, nunca desaparece
del todo. A menudo, siempre habrá un área en la vida, por pequeña que sea, en
que esté funcionando muy bien.
MARTE EN LA CASA VIII
Cuando Marte se encuentra en la casa VIII a menudo hay una
experiencia de verse superado por los acontecimientos. El destino puede
intervenir pronto en la vida de una persona,
Los planetas en la VIII se experimentan generalmente de
forma psicológica. Hemos hablado antes del carácter penetrador de Marte, de
cómo Marte irrumpe y esto puede vivirse como si otra persona fuera capaz de
entrar en vuestra intimidad y tomar lo que quisiera o hacer lo que le diera la
gana. Se pide que Marte reaccione, que repela esa violación de fronteras., que
luche por su propia totalidad psicológica. Marte en la VIII exige una respuesta
activa, luchar para tener el valor de decir «no». Es igualmente común en las
cartas de personas que suelen apabullar a los demás, que les imponen su
voluntad, así como en las de aquellos que se sienten superados por los
acontecimientos y de alguna manera son dependientes. Marte en la VIII nos
obliga a luchar con los demás para poner a prueba nuestra fortaleza, pero a
menudo es una lucha silenciosa. Si no damos esta batalla seremos más fácilmente
manipulables y quedaremos bajo el poder de otro. Esto se puede manifestar de
manera sutil, pero a menudo tiene lugar en relación a cuestiones como el dinero
y el sexo. En la casa VIII nuestra voluntad puede ser captada por otro
individuo, especialmente si no hemos luchado por ser libres.
Si queremos seguir el ejemplo de Freud, Marte en la VIII
podría indicar un complejo de Edipo particularmente poderoso, con potentes
corrientes sexuales fluyendo en el inconsciente familiar. Este emplazamiento
puede significar que un niño es plenamente consciente del poder del padre y
siente la necesidad de competir, aun sin poseer los medios necesarios para
ello. Dado que mucho de este material se halla por debajo de la conciencia,
Marte en la VIII puede ser muy engañoso para todos los implicados. A menudo los
planetas en la VIII quieren lo que los demás tienen; y aunque no sea necesario
eliminar la competición, la envidia y los celos pueden ser temas importantes.
Por encima de todo, Marte en la VIII se enfrenta a la
muerte, aunque es raramente consciente de ello.
Lo fascinante es que Marte en Aries encuentra la forma de
salir adelante.
Si un niño encuentra demasiada resistencia, especialmente
cuando se mezcla con violencia, el niño no puede desarrollar libremente su
Marte- Vuelve hacia adentro sus deseos y reprime sus emociones difíciles, sólo
para descubrir más tarde en la vida que esas emociones se expresan de forma
deformada.
Marte nos pide que aceptemos un reto. Se nos pide que
actuemos con coraje, que nos arriesguemos, que luchemos por algo que importe:
por encima de todo, que nos defendamos por nosotros mismos. Si aceptamos de
buena gana el desafío, Marte se volverá potente y con frecuencia otorgará un
gran magnetismo personal, particularmente visible en la casa que Marte ocupe.
O, como dice Howard en Los planetas interiores, ésa será el área en la que
«tratamos de impresionar a los demás con lo sexys, machos o poderosos que somos».
Cuando un individuo reclama a Marte en la VIII para sí, ese magnetismo atrae a
otros hacia él y despierta sus propios deseos.
MARTE Y URANO
Los aspectos Marte-Urano, especialmente los difíciles, a
menudo indican algún tipo de shock en edad temprana.
Marte-Urano exige que os liberéis.
Los choques generados por Urano pueden impulsar a Marte
hasta el límite, añadiendo una cualidad nerviosa y accidentada a la energía del
individuo. Lo he visto muchas veces, siempre que hay un progenitor violento o
un comienzo impredecible de la vida, con muchas mudanzas y perturbaciones.
Puede ser salvajemente impredecible, errático y poco cooperativo. A menudo
parece como si el deseo del individuo haya sido perturbado desde el exterior,
creando un hipo en el circuito de la voluntad. Marte rige nuestra capacidad
motora, nuestros ritmos y esta combinación añade una irregularidad al deseo de
uno. Las interrupciones y las corrientes cruzadas son comunes en el movimiento
a través de la vida: así, cambios súbitos de dirección o de intención.
Tanto Marte como Urano están relacionados con el abrirse
paso y podéis ver cómo hay casi una necesidad de que los temas prometeicos
estén presentes. La combinación provoca un impulso apenas refrenable hacia los
excesos, desafiando las convenciones y las normas ordinarias de conducta. Esto
puede ser extremadamente perturbador o extremadamente inspirado. Está en contra
o al margen de la voluntad de los demás, en vez de ir a su encuentro; y debe
encontrar un canal de expresión claro y directo en algún área de la vida. De
otro modo irrumpe de forma totalmente inesperada en el peor momento. No es
particularmente equilibrado, sino que aparece de esas formas excesivamente
poderosas y tiende a perturbar un montón el entorno, aun sin pretenderlo. No
obstante, la energía de Marte-Urano se dirige siempre a cambiar algo, a abrir
caminos, a facilitar que se haga algo que debe hacerse.
Aun en el caso de los trígonos y sextiles. Marte-Urano
aspira a algo único, nunca intentado o absolutamente espectacular. Esta
combinación halla la forma de ir a contracorriente, contra la energía de
cualquier grupo en el que se encuentre. A veces esto genera una reacción muy
violenta, pero otras veces opera el cambio con éxito. Siempre que Marte está en
aspecto con los planetas exteriores, es arrastrado y empujado por energías que
no son puramente individuales. De alguna forma actúa para el colectivo.
Marte en la XII es a menudo arrastrado por la vida, como si
la voluntad no estuviera enteramente bajo nuestro control. La casa XII nos da
acceso a algo que está más allá de nuestro yo, pero esto significa que los
planetas que generalmente sirven al ego, como el Sol o Marte, pueden
debilitarse de alguna manera, pues la meta de la casa XII es la conexión total
con la vida, con un todo mayor. Aquí los planetas invocan la ansiedad porque
existe la implícita sensación de que cualquier acción que se realice provoca
muchos ecos y tiene muchas consecuencias. Mientras Marte en la VIII debe luchar
con el poder de otro y estar dispuesto a encontrarse con él, Marte en la XII
debe aprender a dejar ir el deseo. Marte puede ser aquí bastante poderoso si ha
aprendido a reaccionar a lo que fluye hacia él, si puede abrazar el Tao y
moverse con él. Esos deseos que provienen únicamente del ego se frustran a
menudo de alguna manera. Muchas veces, quienes tienen a Marte en la XII están
asustados de su propia rabia, de su propio poder destructivo. Es como si Marte
hubiera hecho voto de no hacer daño a nadie. Cuando dejan salir esa rabia y ese
poder, a menudo se vuelve contra ellos como un boomerang. Por otro lado, los
resultados de la investigación de Gauquelin indicarían que Marte en la XII es
un emplazamiento importante para atletas y deportistas. Quizá eso es así porque
la energía de Marte se consagra a través de la perfección de la velocidad o la
fuerza, pues los atletas dotados son impulsados por el flujo de energía y la
destreza en su propio cuerpo. Los antiguos griegos crearon los Juegos
Olímpicos, un himno a la energía en movimiento de Marte.
MARTE Y PLUTÓN
Las combinaciones entre Marte y Plutón retienen la energía.
Se retiran para castigar.
Cuando Marte se vuelve hacia dentro, puede volverse contra
el yo y eso es ciertamente aterrador.
Nadie dice «¡No!» de forma tan enfática y definitiva como
Escorpio.
Marte en los signos de Agua puede ser completamente
arrastrado por las emociones con frecuencia. Marte en Escorpio, o en aspecto a
Plutón, tiene una conciencia instintiva de su propio poder destructivo, y a
menudo se contiene. Pero tened cuidado una vez se desate ese poder.
Creo que es difícil experimentar a Marte sólo un poco.
Cuando la energía de Marte se manifiesta como ira, no se puede detener
fácilmente; y cuando se la mantiene a raya, puede acumularse y pudrirse dentro,
Para Marte-Plutón, a menudo el objetivo consiste en
controlar la ira, fortalecer la voluntad de mantener a raya sentimientos
demasiado poderosos. Pero si se restringe demasiado el resultado puede ser una
pérdida de afectividad, una frialdad o indiferencia al sentimiento.
Cuanto más claramente sepas quién eres y qué deseas, más
difícil será que tu Marte se vuelva violento. Negar el deseo, suprimirlo,
vuelve a Marte muy peligroso. Hay ocasiones en que no podemos conseguir algo, o
cuando sabemos que seguir un impulso puede traernos serios problemas; pero no
son la misma cosa.
Pueden existir muchas razones para desistir de un
determinado curso de acción, pero tendrás problemas si crees que para ello es
necesario algún tipo de castración. Así es como la gente se vuelve
desagradable. Si reconocéis vuestro deseo, si os esforzáis de algún modo en
conseguirlo en vez de permanecer desconectados de él, entonces es menos
probable que el inconsciente irrumpa y se os lleve por delante en su sendero de
destrucción. En cualquier caso, las combinaciones Marte-Plutón deben manejarse
con sumo cuidado.
Marte-Plutón a menudo es impulsado por el rechazo a aceptar
la pérdida. Intenta destruir lo que ya está muerto y continúa sacrificando la
vida a aquello que irremediablemente ya ha acabado.
Esas continuas vueltas en círculo recuerdan la energía
obsesiva de Marte-Plutón, que pueden actuar de forma muy concentrada y absorta,
pero que para ello utilizan demasiada energía para el asunto en cuestión. La
acción se dirige a lograr algo que ya no se puede cambiar. Cuando aparece este
comportamiento compulsivo en los aspectos Marte-Plutón, puede ser de ayuda
volver hacia atrás y encontrar un acontecimiento no llorado, una muerte o
pérdida que provocó la destrucción del mundo del individuo.
Puede que sea la ansiedad plutoniana por no poder cambiar
nuestro destino lo que impulse nuestras acciones.
La cuadratura Marte-Plutón a menudo posee una cualidad
obsesiva.
Con Marte-Plutón la posibilidad de morir está a la vuelta de
la esquina.
MARTE EN LA CASA III
Marte en la III generalmente significa que hay una
determinada cantidad de rabia en la relación con los hermanos. «¡Cómo te
atreves a entrar en mi territorio!».
El Sol, la Luna y Marte en Aire sugieren un deseo poderoso
de conectar con los demás.
EL PODER DE TRANSFORMACIÓN
Debemos soltar aquello que ya no nos sirva, aceptar la
pérdida y, por encima de todo, hacer las paces con nuestra incapacidad de
cambiar el pasado. Plutón ejerce su influencia sobre nosotros por debajo del
nivel de conciencia; pero Marte revelará la suya si observamos nuestras
acciones con el suficiente detenimiento. Entonces veremos si estamos poseídos
por los fantasmas del pasado. Una cosa es pensar acerca del pasado y otra muy
distinta estar bajo su influencia. Estos aspectos dan a veces la impresión de que
hay algo que deja sentir fuertemente su aliento en nuestra nuca, una sombra
invisible que nos pisa los talones. ¿Estamos atrapados en una compulsiva huida
hacia adelante? ¿O verdaderamente aspiramos a cambiar nuestra relación con el
pasado?
Marte-Plutón busca la manera de hacerlo y afila su voluntad
con una intensidad casi inquebrantable. Este aspecto otorga una considerable
capacidad para cambiar las cosas, de resurgir tras una derrota sorprendente,
como alguien que es capaz de construir una casa sobre las ruinas de un
bombardeo. Pero si esa energía permanece inconsciente, bien puede seguir
ejecutando los patrones del pasado y destruir en vez de crear.
MARTE EN LIBRA
Marte en Libra es poderoso cuando su enfoque proviene de la
acción justa. A menudo hablo con nativos de Libra acerca de la imagen del
arcángel San Miguel en el Mont-Sant-Michel, que sostiene una balanza en una
mano y una espada en la otra. No obstante, para Libra la espada llega una vez
las cosas han sido sopesadas y medidas, y decide que eso es lo que quiere. La
ira por el placer de la ira sólo hace que el mundo sea más feo y sórdido, algo
que Libra no puede soportar.
Marte en Libra posee una extraordinaria capacidad de
conseguir que los demás hagan lo que él quiere; y ésa es otra de las
habilidades de Marte en Libra. Las personas con Marte en Libra están entre los
verdaderos motivadores del zodíaco; sus propios deseos incluyen de algún modo a
los demás. Esto puede abrir un espectro muy amplio de posibilidades: desde la
persona delicada que consigue, sin apenas decir palabra, que unos completos
extraños le lleven las maletas, hasta el ducho negociador, abogado o
diplomático. Eso es porque la flecha de Marte está apuntada hacia los demás
cuando se halla en Libra. Traslada su propio deseo hacia los demás, que acaban
haciendo lo que la persona con Marte en Libra quería hacer desde el principio.
Para ser justos, Marte en Libra es particularmente bueno en encontrar cosas que
produzcan un beneficio mutuo.
MARTE Y NEPTUNO
Los nativos con este aspecto son astrólogos y terapeutas
compasivos, con un sentido de la estética altamente desarrollado. En conjunto,
yo diría que este aspecto encaja mejor con las mujeres que con los hombres,
pero todos parecen tener la necesidad de mejorar el mundo o a los demás de
algún modo.
Existe una contradicción aparente entre Marte, con su misión
de defender al individuo, y Neptuno, que nos pide que abandonemos una noción
limitada del yo. Esto puede crear mucha confusión. Me gusta la idea de que
Marte ayuda a afirmar lo que somos en cada momento y, no obstante, trabajar con
Neptuno para mantenerse abierto a la vastedad del universo, para que el cosmos
penetre en nuestro cuerpo y nuestras células al igual que tantas estrellas
trazan sus órbitas alrededor de las galaxias.
Muchas tradiciones espirituales hablan de despojarse del
cuerpo y del mundo de los sentidos. En el pensamiento budista e hindú, el deseo
es lo que nos mantiene encadenados a la rueda de la reencarnación y el
renacimiento, el sufrimiento y el dolor. Ningún deseo no tiene sentido dado que
no hay ego de todos modos –es totalmente una ilusión–. La acción conduce al
error. Si imaginamos a Marte de esta manera, no puede haber otra cosa que
guerra entre éste y el principio neptuniano de liberación espiritual. Nuestra
mentalidad occidental orientada a la acción tiene dificultades con este
enfoque.
Quienes posean un aspecto fuerte Marte-Neptuno en su carta
deben la forma de crear un puente entre ambos, de abrirse a lo que no tiene
fronteras, de actuar sin límites, pero sin perder el rumbo. Todos los planetas
poseen una dimensión extática que puede ser fácilmente despertada por Neptuno;
y Marte no es una excepción. Me vienen a la mente las drogas y el alcohol; pero
también la danza y la actuación se favorecen a través de esta combinación, así
como las carreras automovilísticas y de motos, el buceo y los exploradores de
los fondos marinos. Pero la exaltación del campo de batalla es territorio
reconocido de Marte-Neptuno.
La guerra es uno de los grandes enigmas de la humanidad; y
hay muchas teorías acerca de por qué parece ser una parte importante de la vida
humana. Se han barajado a economía, la selección natural y el instinto de
agresión como sus causas principales. Es el escenario final de Marte, que
muestra al dios en el punto máximo de su poder; pues el acto de matar, de
arrebatar la vida al otro, tiene una finalidad que va más allá de lo meramente
humano.
Cualquier gran acontecimiento colectivo que cambia de forma
irrevocable nuestras vidas tiene relación con Plutón y ningún otro más que la
guerra. Me gustaría diferenciar entre el estado extático del berserker,
vinculado a Neptuno, y los efectos emocionales, físicos y psicológicos de la
guerra, que son mayoritariamente plutonianos. Al efecto de liberarnos de las
imágenes de la muerte y de su poder de generar pesadillas y devastación para la
psique, se precisa algún tipo de purificación. Es menos probable que aquellos
que han combatido en una guerra santa, que han creído en la pureza de su causa,
que creen que la matanza tiene un sentido, sean acosados posteriormente por el
terror. Neptuno nos pide que vinculemos nuestro Marte a la fe.
Las personas con contactos Marte-Neptuno tienen dificultades
para manifestar la ira. He notado que a menudo se meten en problemas por no
prestar atención a lo que hacen en realidad. Son arrastrados por el momento y
no piensan en absoluto en las consecuencias.
Marte-Neptuno. Son expertos en el autosabotaje y, a pesar de
ello, nunca sienten que hayan hecho nada malo. Su castigo a menudo parece el
propio de un chivo expiatorio, porque mantienen una inocencia problemática, si
no enteramente legítima. Marte-Neptuno es una combinación verdaderamente
extraña de exaltación y debilidad; y aunque algunos libros de astrología
pretenden que eso es equiparable a una especie de castración divina, a una
renuncia del deseo, yo me he encontrado más bien con que lo cierto es lo contrario.
La sexualidad se convierte en un lugar donde obtener la gracia y la liberación,
un lugar de gran sensibilidad y belleza. Pero como ése suele ser el caso de
Neptuno, el deseo es infinito; y en la cama una mujer sucede a otra, como si
fueran los peldaños de una escalera hacia la trascendencia posible. La cara de
la persona amada permanece en la oscuridad, desconocida, como una de las muchas
y cambiantes imágenes del amor, sin posibilidad de tener un lugar verdadero en
el mundo cotidiano.
Marte-Neptuno. Son expertos en el autosabotaje y, a pesar de
ello, nunca sienten que hayan hecho nada malo. Su castigo a menudo parece el
propio de un chivo expiatorio, porque mantienen una inocencia problemática, si
no enteramente legítima. Marte-Neptuno es una combinación verdaderamente
extraña de exaltación y debilidad; y aunque algunos libros de astrología
pretenden que eso es equiparable a una especie de castración divina, a una
renuncia del deseo, yo me he encontrado más bien con que lo cierto es lo contrario.
La sexualidad se convierte en un lugar donde obtener la gracia y la liberación,
un lugar de gran sensibilidad y belleza. Pero como ése suele ser el caso de
Neptuno, el deseo es infinito; y en la cama una mujer sucede a otra, como si
fueran los peldaños de una escalera hacia la trascendencia posible. La cara de
la persona amada permanece en la oscuridad, desconocida, como una de las muchas
y cambiantes imágenes del amor, sin posibilidad de tener un lugar verdadero en
el mundo cotidiano.
Los hombres Marte-Neptuno son capaces de suscitar la locura
y dejan un rastro de parejas heridas y abandonadas al mismo tiempo que claman
por su inocencia y su afinidad espiritual. Aunque un amante pueda, por un
momento, colocarse la máscara de un dios o diosa, la humanidad ordinaria vuelve
rápidamente por sus fueros. Una vez se ha levantado el velo, Marte-Neptuno ha
desaparecido buscando a otra víctima, pues desea encontrar aquello que no se
puede encontrar. Se dice que los hombres con este aspecto tienen dudas acerca
de su virilidad y que se sienten empujados a demostrarla una y otra vez; pero
el verdadero motor es impersonal. El dios raramente está presente en un
matrimonio de veinte años de duración, pero seguramente sí lo está la primera
noche en que uno hace el amor con una nueva pareja.
El peligro de la identificación con lo divino siempre es una
tentación para quienes tienen a Neptuno en aspecto con los planetas personales.
A veces, la combinación Marte-Neptuno posee una cualidad inspirada.
Vuela exaltada por todo el mundo.
Aquellos a quienes los dioses favorecen no deben imaginar
que son uno de ellos. Un camino como ése sólo lleva a la locura y al
sufrimiento.
Marte-Neptuno es un aspecto de seducción, pero la tentación
es descender por el acantilado e internarse en territorio desconocido, donde no
rigen las reglas comunes. No siempre es tan amable como uno creería, pues suele
aparecer en las cartas de asesinos en serie y de timadores, así como de poetas,
bailarines y santos.
Es fácil perderse con Neptuno, no importa lo maravilloso que
parezca; pero una vez más, precisamente ésa es la atracción, la fuente de su
fascinación.
Marte en aspecto con los planetas transpersonales se
enfrenta a algo que está más allá de su alcance. Pero el sentido del yo
personal se vuelve poroso con Neptuno: le falta solidez. Existe una capacidad
de identificarse con el sufrimiento del mundo, así como con el de los demás:
sentir lo que ellos sienten, anticipar su dolor. Pero todo esto no comporta
esperanza alguna, una batalla contra algo demasiado grande e imposible de
ganar. ¿Por qué molestarse siquiera en intentarlo? Salir corriendo, dar esquinazo
a la realidad, puede llevar a un sentimiento creciente de impotencia, una
deriva hacia el escapismo, a las drogas o al alcohol. Marte-Neptuno puede
acabar simplemente barrido como una hoja en el agua.
Rendirse es probablemente más difícil para Marte que para
ningún otro planeta. Va contra la naturaleza de Marte. Crea una escisión, una
inestabilidad, y puede llevar a ser destruido o a perderse en uno u otro nivel.
La inseguridad es algo muy debilitante cuando se trata de
Marte-Neptuno. ¿Deberíais tener un ego? ¿Deberíais soltar vuestro ego? ¿Estoy
yo equivocada o lo están todos los demás? Y luego se siente todo demasiado: no
hay diferencia respecto de lo que una persona sola puede hacer. ¿Para qué
llenar un vaso de agua y derramarlo en el océano? ¿Para qué molestarse? Uno
puede tener la sensación de que alguien le ha «desenchufado» de su energía.
Un aspecto Marte-Neptuno se siente abrumador. El sufrimiento
del mundo es inevitable y yo no puedo cambiar eso. Es difícil de soportar, pues
cualquier elección que se me presente significará tomar partido y probablemente
empeorar las cosas. Parece imposible de resolver.
A Marte-Neptuno le motiva el deseo de salvar al mundo.
Marte-Neptuno debe descubrir una respuesta al sufrimiento; y
no es tarea fácil.
La parte más difícil de Marte-Neptuno es una sensación de
futilidad, de abandonar antes de haber iniciado algo.
«¿Qué se supone que debo hacer con esta energía para que no
se vuelva en mi contra y me socave por dentro?»
Con Marte-Neptuno o
Marte en Piscis, puede que tengas que soltarla, dejar de hacer lo que has hecho
siempre. Neptuno nunca otorga una claridad absoluta, por lo que eso se puede
convertir en una tarea complicada. Pero a veces los síntomas difíciles pueden
significar que estás regalando demasiado de ti mismo.
Marte-Neptuno nos pide que actuemos con fe en el mundo, que
penetremos en territorio desconocido y que de algún modo encontremos el camino.
Quizá perderse sea la única manera de encontrar el camino: y en ocasiones, sólo
cuando dejamos de intentarlo encontramos la solución. En el mejor delos casos
estos casos nos llevan a escuchar la invisible música del mundo y, de algún
modo, acabar exactamente donde necesitábamos ir.
MARTE Y SATURNO
Siempre me fascina el hecho de que Marte esté exaltado en el
signo de Saturno, aunque los libros antiguos no dicen más que cosas malas
acerca de los aspectos Marte-Saturno. Capricornio ofrece concentración, enfoque
y propósito a Marte, casi un alivio después de toda esa difusa divagación
filosófica. ¿Por qué tienen los aspectos Marte-Saturno tan mala reputación?
Si Marte-Neptuno tuene muy pocos límites, Marte-Saturno
tiene demasiados. ¡Sí! Incluso a un nivel físico, Marte-Saturno a menudo otorga
una armadura, una especie de rigidez, allí donde Marte-Neptuno es blando,
fluido y demasiado maleable.
Con aspectos difíciles entre Marte y Saturno, el individuo
ha pasado casi siempre por una experiencia de bloqueo en su infancia. Quieres
algo y no puedes tenerlo, o alguien no te permitirá tenerlo a no ser que actúes
de una determinada manera.
Recuerdo una película protagonizada por John Turturro, en la
que el padre decía: «Sólo hay dos maneras de hacer las cosas: la mía y la
correcta. Y ambas son lo mismo». La figura del padre asoma a menudo a través
del aspecto Marte-Saturno.
Estoy segura de que todos recordáis la historia de
Cronos-Saturno tragándose a sus hijos. Este aspecto puede indicar una vida
demasiado reglamentada o limitada desde su mismo inicio. Retener y frenarse se
convierte en una segunda naturaleza. Mucha gente ni siquiera se da cuenta del
poder inconsciente de un condicionamiento temprano como éste, o de lo agotador
que es estar siempre sometido a examen. La presión de estar obligado a hacer
bien las cosas puede llegar a ser tan grande que a menudo este aspecto lleva al
exceso, el de los súper-triunfadores que trabajan veinte horas al día. También
he visto este aspecto en cartas de personas que no pueden levantarse de la cama
ni hacer por sí mismos una llamada de teléfono o limpiar su mesa de trabajo.
¿Cómo se pueden explicar estas diferencias? Oyente: ¿No se ha quebrado la
voluntad de alguna manera? No eres tú quien decide, sino otra persona. Lynn:
Parece variar mucho de una carta a otra. Sospecho que depende mucho de que el
individuo con aspectos Marte-Saturno haya encontrado el coraje para pelear o
sigue atascado, obediente y reprimido.
La cuadratura Marte-Saturno puede provocar a veces enormes
estallidos de rabia, porque parece como si el mundo exterior estuviera
constantemente colocando obstáculos en el camino de uno.
Es fascinante que un aspecto se manifieste tan literalmente
en nuestra vida cotidiana. Podéis ver como la frustración repetida, el
sentimiento de sobrecarga, la llave equivocada, la puerta equivocada… Todas
ellas circunstancias que encienden la rabia de la cuadratura Marte-Saturno.
Marte en cuadratura a Saturno es fascinante, porque pueden
haberse aceptado toda clase de límites durante años. Al cabo de un tiempo, eso
te desgasta y entonces, un día, cuando alguien rechaza algo sin razón alguna en
absoluto, o alguien te pide que se vaya sin obtener algo que debería haber
obtenido, esa rabia increíble hace acto de presencia. Destrozarás lo que sea,
romperás lo que sea a cualquier precio. Nunca subestiméis a Marte en aspecto
difícil con Saturno, porque un día habrán tenido bastante. «¡Nadie va a hacerme
eso nunca más!».
Llega un momento en que la frustración constante es
insoportable y Marte no puede seguir encadenado.
La rabia puede manifestarse a un grado verdaderamente
impresionante. Después de años de paciencia, Marte-Saturno llega al límite.
«¡No aceptaré eso ni un minuto más!». Imaginad a Martín Lutero clavando sus
tesis en la puerta de la catedral y sabiendo demasiado bien lo brutales que
solían ser las autoridades eclesiásticas. Tenía a Marte conjunto a Saturno en
Escorpio en la casa III y llegó un momento en que ya no podía obedecer más. Fue
forzado a decir «¡No!» y partió el mundo en dos cuando clavó sus tesis en la
puerta de la iglesia.
La obediencia y la desobediencia son temas capitales para
Marte-Saturno; y el aspecto se suele encontrar en familias donde la dura
disciplina doblega la voluntad del niño pequeño y la convierte en hosco
cumplimiento del deber, donde la autoridad se usa para controlar y condenar. Se
quebranta la voluntad y se asfixia el espíritu.
Para quienes tengáis hijos con este aspecto y os empezáis a
sentir incómodos, esto no significa que estéis condenados a doblegar la
voluntad de vuestros hijos. Significa más bien que la autoridad se pondrá en
tela de juicio, ya sea dentro o fuera de casa. Ese niño debe enfrentarse a las
reglas y encontrar un camino para pasar por encima de ellas o quedará limitado
para siempre de algún modo.
A menudo se levanta una barrera invisible, implícita en la
manera en que vuestros padres ven el mundo. Si tenéis este aspecto, lo
sentiréis como una restricción y en algún momento os vais a sentir impulsados a
abriros paso. Pueden aparecer un miedo profundo y una gran resistencia, pero si
os detenéis y nunca lo volvéis a intentar, eso significa que por debajo existe
una pauta vital de fracaso y frustración. Marte suele tener buenas razones para
temer a Saturno. Estos aspectos pueden comportar una larga batalla contra
aquellos que abusan de su autoridad, o contra el sistema como un todo.
Anteriormente he asociado la frase «el que derriba los
muros» con Marte. Esos muros pueden ser identificados con Saturno, mientras
Marte trata de derribarlos para romper las rígidas estructuras de la sociedad.
Marte-Saturno posee una sólida reputación de meterse en
problemas él solo, por rebelarse contra la oposición más brutal, o estar
atrapado por la ley, como ese prisionero que intenta fugarse, es capturado y
esa fuga añade años a su condena. Los sentimientos de incapacidad o de
limitación a veces llevan a tener una sensación de completa inutilidad y de
pautas repetidas de fracaso. Esas pesadillas terribles en que todo lo que
tocamos se rompe, o en las que vamos por el mundo desnudos y sucios, incapaces
de llevar a cabo la tarea que tenemos entre manos, son ecos del miedo a no
poder hacer bien las cosas. Todo niño que ha sido corregido con dureza, o peor
aún, golpeado y pateado, sabe de la rabia acumulada y de la vergüenza, la
impotencia y la humillación que son la peor expresión de Marte-Saturno. Pero un
individuo con contactos Marte-Saturno puede tener miedo del poder de Marte, la
posibilidad de ser destruido que anida dentro de uno.
EL TIRANO
Para defenderse, Marte puede incluso identificarse con
Saturno, el opresor, y encontrar una quebradiza satisfacción en poder bloquear
a los demás, y controlar sus movimientos y acciones.
La frustración sexual y la castración del deseo son espinas
cruelmente clavadas en la psique de un individuo y constituye una de las
posibles restricciones de Saturno a Marte.
Si las estructuras que mantienen unido al ego son atacadas,
Marte-Saturno puede ser increíblemente represivo si un individuo se identifica
con Saturno en vez de con Marte.
La crueldad y el carácter destructivo de este aspecto pueden
ir en aumento, sobrepasando con mucho la necesidad de preservar la estructura a
la que sirve.
Es fácil establecer la conexión con el fascismo. Pero muchas
otras veces este aspecto se experimenta en parte en el exterior y en parte en
el interior del propio individuo.
La energía de Marte sirve para poner los límites a prueba o
para conseguir que los demás le dejen a uno en paz, incluso en la infancia.
Con aspectos Marte-Saturno, recibirás un tortazo o las
figuras de autoridad presentes en tu vida te inspirarán temor. A menudo, Marte
es frenado en seco casi en mitad de la acción.
Alguien os dijo: «Deja de hacer eso ahora mismo»,
básicamente haciendo retroceder vuestra energía marciana y poniéndole un límite
abrupto instantáneamente. Ahora recordad que la energía de Marte sirve para
poner los límites a prueba o para conseguir que los demás le dejen a uno en
paz, incluso en la infancia. «Cómete esa manzana». «¡No! ¡No voy a hacer lo que
tú quieras!». Con aspectos Marte-Saturno, recibirás un tortazo o las figuras de
autoridad presentes en tu vida te inspirarán temor. A menudo, Marte es frenado
en seco casi en mitad de la acción. Eso se siente como si la hoz arquetípica
pendiera amenazadora del inconsciente de todos, de forma que el deseo está
ligado al miedo, miedo a la destrucción, a la transgresión y a la culpa. No me
gusta demasiado mencionar la palabra «castración» a la ligera, pero con estos
aspectos debe ser mencionada. Imaginad el efecto que esto tendrá en un niño,
sumergido de lleno en el conflicto edípico, sobre su identidad y sobre la
expresión natural de la sexualidad y el deseo. Siempre hay reglas, reglas más
estrictas, más razones para ser castigado en una familia de este tipo; y Marte
se encuentra limitado y privado de su libertad de movimiento.
Marte-Saturno no describe necesariamente a un padre brutal;
pero un niño puede sentir que es frenado en seco a mitad de camino y que no se
le permite seguir su impulso natural hacia la velocidad, o el placer o el
deseo.
Al mismo tiempo, Marte necesita de contención. Los niños
necesitan que se les impida correr delante de los coches o de chillar golpear
la mesa con los cubiertos durante toda la cena. Parte de la relación natural
entre el adulto y el niño reside en imponer límites y definir reglas. Saturno
puede contener suficientemente a Marte, creando reservas de energía, ayudándole
a concentrarse y a mantener el impulso, disponible a la voluntad y canalizarlo
hacia la actividad productiva. Todas esas virtudes cardinales de la paciencia y
la contención, o la prudencia y el autocontrol, están presentes cuando Marte y
Saturno funcionan bien juntos. Y eso es cierto no sólo con los trígonos y los
sextiles, pues con aspectos difíciles también se puede luchar por encontrar una
manera de llegar a ser disciplinado y competente. Marte-Saturno aparecen
frecuentemente en ese territorio que antes hemos mencionado: cuando dejamos de
culpar a los demás por lo que hacemos o dejamos de hacer y empezamos a
responsabilizarnos de nuestros actos –mientras no sea demasiada
responsabilidad–.
¿Os habéis fijado en que aquellos con aspectos Marte-Saturno
están obsesionados con el tiempo? Nunca tienen suficiente tiempo, o necesitan
arañarlo para una increíble cantidad de cosas en un período determinado de
tiempo. La energía no debe desperdiciarse y Marte debe ser dirigido hacia el
logro de algo valioso a largo plazo. Marte en Capricornio es probablemente la
quintaesencia de todas esas cualidades, con una capacidad innata para
administrar el tiempo y los recursos.
La extraordinaria determinación y resistencia de este
aspecto Marte-Saturno. Usado con una intención y un propósito definidos nada le
podrá detener; pero uno debe saber lo que quiere y estar dispuesto a trabajar
duro para conseguirlo.
La oposición es un tanto engañosa, debido a la tendencia a
proyectar la dificultad al exterior. Mientras uno sienta que algo o alguien le
impiden hacer lo que quiere hacer, la energía básica estará dividida. Marte
debe descubrirse a través de la batalla y las barreras, que con frecuencia
encontrará en el mundo exterior.
Los aspectos Marte-Saturno siempre enfrentan a uno cara a
cara con el miedo al fracaso, ya sea que eso le detenga o le haga seguir
adelante. Saber lo que uno puede o no puede hacer es el don de Saturno,
especialmente donde la frustración y la dificultad aumentan con el tiempo,
tic-tac, tic-tac, hasta que Marte está listo para actuar. Saturno es un duro
oponente y la gestión del tiempo es crucial con estos aspectos. Tenéis que ser
pacientes y escoger el momento adecuado. Con aspectos Marte-Saturno uno no puede
obtener lo que quiere simplemente chasqueando los dedos. Toda la frustración
encerrada puede servir para alimentar la energía de Marte si las demoras se
gestionan de la manera adecuada. Si trabajáis con el planeta que aspecta a
Marte y os movéis en su dirección, incrementaréis vuestra energía y coraje. En
ese momento puede aparecer vuestra valentía. Los aspectos difíciles siempre
alimentarán la fuerza planetaria si se acepta el desafío que plantean.
Los aspectos Marte-Saturno indican la existencia ya a
temprana edad de obstáculos formidables, así como miedo al fracaso, miedo a no
ser capaz de desarrollarse y prosperar, pueden ser miedos muy poderosos.
MARTE Y EL CUERPO FÍSICO
Sin un canal de expresión adecuado, Marte empezará
finalmente a manifestarse en forma de problemas en el cuerpo físico.
Saturno señala límites, pero yo creo que es evidente que
Marte debe reclamar su energía a Saturno. El miedo, la represión y la
resistencia de algún tipo pueden arrebatarnos una gran cantidad de energía y a
menudo estará teniendo lugar una batalla interior de algún tipo. Uno estará
com-batiendo contra la duda, contra el miedo de no ser lo bastante bueno, con
la culpa por las acciones pasadas… Esos conflictos internos suelen estar con
mucha frecuencia en el corazón de nuestra relación con Marte; y deben ser desatados
para que la energía física pueda ser liberada. Con el tiempo, tales tensiones
conllevan una restricción permanente, con problemas de articulaciones y rigidez
o estrechamiento de arterias, particularmente señalados por esta combinación.
Pero los mismos síntomas pueden presentarse por el exceso de trabajo y por no
saber cuándo parar, de manera que el cuerpo literalmente se derrumba y pone un
alto.
Trabajar con el lenguaje de los síntomas, con los tránsitos
y aspectos a la carta natal en el momento en que se forman, puede ser
increíblemente enriquecedor; pero es absolutamente necesario acercarse al tema
respetuosamente. No hemos hablado mucho acerca de Marte y la voluntad, aunque
es claro que están íntimamente relacionados. En cuestiones de salud a menudo la
voluntad consciente se desconecta de otros deseos inconscientes. Los síntomas,
como los sueños, son parte del lenguaje del inconsciente. Pueden señalar
momentos en que necesitamos cambiar la manera en que debemos las cosas; y esos
tiempos corresponden a menudo con tránsitos o progresiones importantes.
Saturno puede otorgar un increíble agotamiento, como si
todos los miembros del cuerpo llevaran un peso encima y les costara moverse. Es
como tropezarse con una enorme piedra en mitad del camino y empujarla os
desgastara aún más. Marte puede disminuir su fuerza debido al exceso de
esfuerzo mantenido durante mucho tiempo.
Los sufís enseñan que hay tres ritmos básicos en la vida. El
primero, Sattwa, es lento y calmado, tranquilo y sabio, algo parecido al
desarrollo del ciclo del Sol y la Luna. El segundo, Rajas, es regular y activo.
Es el ritmo de la realización, de la creación, de la acción. Rajas significa
«re-gio» y da forma al mundo con la voluntad y la espada. Es fácilmente
identificable como Marte. El tercer ritmo, Tamas, es irregular, desigual y
caótico. Aporta cambio y excitación; pero si uno permanece en él mucho tiempo,
el mundo y el cuerpo empiezan a quebrarse. Si alguna vez habéis escuchado
música india, una raga, sabréis que al principio es muy suave, casi meditativa
y luego se acelera y se vuelve más rítmica. Este es el movimiento de Sattwa a
Rajas. La música se intensifica, coge impulso, las tablas se golpean cada vez
más rápido, moviéndose adelante y atrás en un diálogo exaltado entre el sitar y
la percusión. Este paroxismo musical es asombroso y excitante, pero no se puede
mantener durante mucho tiempo. ¡Es agotador!
Los tránsitos a Marte conllevan un cambio en estos ritmos.
Urano entra en un modo agitado y agotador y todos conocemos la asociación de
los tránsitos de Urano con los accidentes, con súbitas explosiones emocionales
o con colapsos físicos y emocionales. Plutón, por su parte, puede incrementar
la presión y la concentración hasta un punto en que se sientan insoportables;
pero es menos probable que se bloquee completamente el flujo de la forma en que
lo hace Saturno. Plutón se mueve bajo tierra y pone a prueba las raíces del
deseo, la fuente de la voluntad. Marte está asociado al sistema de defensa del
cuerpo físico, las reacciones a la intrusión. Rige los glóbulos rojos, pero
también las inflamaciones, hinchazones y las fiebres, las cuales son rodas
respuestas corporales a la enfermedad. Las erupciones cutáneas, los eczemas,
las reacciones a los mordiscos y picaduras, todos son fenómenos ligados a Marte
–cualquier cosa que os ponga rojos–. Todos ellos son señales de que Marte no se
está expresando de una manera sana.
A menudo la carencia de energía tiene su raíz en un
desmorona-miento espiritual o en una desesperación profunda; y eso puede estar
ligado al Sol o a Marte, o incluso a la Luna. Es importante recordar, para
empezar, que algunas personas poseen menos energía que otras. Los jupiterianos
suelen poseerla en abundancia; pero eso es debido en parte a su fe en la vida y
en la confianza de que todo irá bien. En aspecto con Marte, Júpiter suele ser
atrevido y muy activo, pues hay una creencia innata de que puede manejar
cualquier cosa, aunque esas personas tengan su cuota de accidentes y
dificultades causadas por excesos en la bebida, en la carretera, en el
ejercicio físico o en el tabaco.
Casi cualquier aspecto puede manifestarse en el cuerpo y
todos sabéis cómo conectar los signos y los planetas a las partes del cuerpo
que cada uno rige.
La combinación de la Luna y Marte puede comportar problemas
de estómago; y Marte-Mercurio puede describir un temperamento mordaz, con
propensión a padecer problemas digestivos.
Hay que prestar atención al diálogo entre el planeta y el
síntoma, y lo que puede revelar acerca de cómo usamos esa energía. No se trata
de redactar una lista de síntomas, sino de prestar atención al diálogo entre el
planeta y el síntoma, y lo que puede revelar acerca de cómo usamos esa energía.
O de cómo no la usamos.
Tanto la Luna como Mercurio están relacionados con la mente,
los sentimientos y las impresiones que deja el mundo; y sus aspectos con Marte
en la carta natal comportan reacciones vibrantes a éstas. Pueden indicar un
alto grado de movilidad, impulsividad incluso, tanto en el estado mental como
de ánimo. Ya hemos hablado de Marte en Cáncer; y los aspectos Marte-Luna
subrayan varias de esas preocupaciones: «¿Estoy en lugar seguro?». Dado que la
Luna gobierna los primeros años de vida de la persona, los aspectos difíciles
pueden significar que hubo una perturbación, un ataque, real o imaginario, que
amenaza la seguridad del nido. O quizá la madre padece estrés o está en estado
de alerta y es incapaz de transmitir calma y seguridad a su hijo.
Literalmente, el aspecto significa que uno es impulsado por
emociones poderosas cuyas raíces se hunden en el pasado. La Luna guarda memoria
de toda violencia o agresión que pueda haberse experimentado; y se manifiesta
tanto en las emociones como en el cuerpo a través de una reacción automática.
Quizá sea necesario recuperar esos recuerdos y llevar a cabo
un trabajo profundo de integración. De lo contrario, un cierto número de
reacciones emocionales misteriosas nunca descansarán. Sin embargo, seguirá
existiendo una capacidad de reacción emocional rápida, pues el peligro en los
primeros años de vida parece encender el instinto de supervivencia
profundamente inculcado en el ser humano. Esto puede explicar una cierta
hipersensibilidad ligada a menudo a estos aspectos,
Las personas con aspectos Marte-Luna a veces sienten que una
emoción les desgarra de arriba abajo con una urgencia insoportable, como si al
contenerla corrieran peligro de desmoronarse. La emoción debe ser expulsada del
yo, uno debe librarse de ella. Ésa puede ser una razón por la cual estas
personas se hallan en movimiento constante, corriendo de un lado para otro y
soltando vapor todo el tiempo.
Allí donde se use la energía de este aspecto, comportará una
intensidad apasionada, una feroz defensa de las personas vulnerables y si uno
puede manejar la abrasadora sensación de inseguridad, una gran sensación de
vitalidad.
La gran cruz a menudo plantea una elección casi imposible.
Uno siente que no hay una respuesta correcta, no hay una manera correcta de
ser, particularmente con los signos mutables.
Marte en Géminis, como otros planetas en este signo, puede
dividirse en dos. Presenta facetas distintas según las circunstancias. Puede
ser un Marte engañoso y que actúe con doblez, pero al mismo tiempo eso puede
dar ventaja en orden a la supervivencia.
EL LADO BUENO DE MARTE
En muchos sistemas de edades planetarias, Marte rige el
período que va desde los treinta y cuatro a los cuarenta y cinco. Deberíamos
estar en el punto culminante de nuestro poder y ser capaces de dejar huella en
el mundo. No obstante, creo que uno debería ser consciente de lo fácil que es
mandar a Marte a la sombra, especialmente para los signos regidos por Venus o
Júpiter. Es extremadamente difícil ver cómo dominamos sutilmente a los demás,
les presionamos para hacer lo que nosotros queremos que hagan al tiempo que nos
imaginamos que es por su propio bien o al servicio de un bien más elevado.
Los romanos construyeron toda una cultura alrededor del dios
de la guerra y Marte se presenta casi en forma pura encarnado en el personaje
principal de la película. Un hombre valiente y honorable, harto de las intrigas
de los políticos, sin ambición de poder, se encuentra con que el imperio al que
ha servido lealmente ha destrozado a los suyos. Desesperado, convertido en
esclavo, ha perdido su deseo de vivir. Y a pesar de ello surge el guerrero que
hay en él y Marte, aun encadenado, renace. Desde ese momento surge en él una
terrible resolución, una indiferencia al dolor, una determinación absoluta de
hacer justicia de algún modo. Su improbable victoria sirve únicamente para
proporcionarle una muerte dulce. A Marte no le importan en absoluto el dinero o
la fama. Está hecho para el combate, para la victoria. Inquebrantable ante el
peligro, desprecia las consecuencias; y Marte puede otorgar grandeza de alma
sin pensar en uno mismo si uno ha dejado de pelear en su interior. Se dice que
los espartanos adoraban a Ares encadenado, porque no confiaban en que él se
mantuviera a su lado cuando iban a la guerra. ¿Qué nos dice esta imagen acerca
de mantener integrado a Marte? Ligar la acción a sus consecuencias exige una
verdadera vigilancia. Aunque nos concierne a todos, es una tarea específica de
las personas con aspectos Sol-Marte el perfeccionar la voluntad, integrar la
conciencia y la fortaleza. Es como llegar al conocimiento de uno mismo a través
del conflicto, de la acción y de la lucha. A las mujeres con estos aspectos no
les asusta la confrontación, la discordia o el correr riesgos. Aunque los
aspectos Sol-Marte pueden ser proyectados sobre un hombre, esto casi
inevitablemente conllevará grandes conflictos en las relaciones. Una mujer con
aspectos Sol-Marte necesita un hombre que le permita seguir su propio camino,
caerse y levantarse por sí sola. Los individuos con aspectos Sol-Marte iluminan
el arquetipo marciano para bien o para mal. Son arrastrados a la senda heroica,
a desarrollar su identidad a través de la disposición a enfrentar la
adversidad. Puede que no sean conscientes de su fortaleza y a menudo suscitan
La ira y la resistencia en los demás; pero también pueden
abrir la marcha para quienes tienen más dificultades para encontrar su coraje.
MARTE Y EL AMOR
Es cierto que los aspectos Marte-Venus evocan imágenes
tórridas, especialmente la de los dos amantes atrapados en la red de Hefaistos.
La conjunción tiene fama de quemar lo que uno ama por exceso de calor, de
pasión que consume hasta los cimientos y de deseo. Siempre es un indicativo de
preferencias y antipatías sin matices, por lo que puede haber un riesgo de
polarización excesiva, sin demasiados matices. Sin embargo, no es necesario que
esa pasión se exprese a través del sexo.
Una forma de pensar en la conjunción Venus-Marte es que
Venus ama a Marte: ama el peligro, la guerra y la pelea.
El ejército es la sociedad de Marte: integra al individuo en
una comunidad, pone a prueba, inicia y canaliza a Marte, mejorando sus reflejos
en la batalla y sus instintos guerreros.
Siempre me han fascinado los viejos textos acerca de los
gozos planetarios y me resulta llamativo que el gozo de Marte esté en la casa
VI, la casa vinculada tanto con la policía como con el ejército en una carta
astrológica nacional. Quizá esto significa que Marte da lo mejor de sí mismo
cuando sirve al cuerpo físico o social.
Un Marte poderoso, como este Marte en Aries, necesita saber
de qué es capaz en realidad.
La casa VII es la casa de la guerra, del encuentro con los
demás cara a cara, ya sea el amante o el enemigo.
Con Marte y Venus en la VII, el deseo y la rabia, el amor y
la pasión, la destrucción y la belleza van de la mano. Y todo eso está opuesto
a Plutón. Se retuerce de incomodidad ante la idea de alguien tenga demasiado
poder sobre sus emociones.
Marte es duro e indiferente a la incomodidad.
Con Marte en Aries tengo la impresión de que la persona
busca el peligro, una confrontación directa con el enemigo.
En algún momento de nuestra vida debemos salir fuera para
encontrarnos con Marte. La vida exige coraje de muchas maneras. Puede ser el
coraje para enfrentar la enfermedad, o de moverse entre emociones negativas sin
hacer daño. Para algunos será necesario parar a Marte y ponerlo a descansar.
Otros necesitan ser amablemente sacados de una vida tranquila. Cualquiera que
sea vuestra necesidad, conocer su naturaleza, a qué aspira y lo que exige de
vosotros puede ayudar a que no se vuelva corrosivo, apático o peligroso.
Recordad: Marte corta aquello que os ata, lo que os impide
ser vosotros mismos. Usado con cuidado y conciencia, puede alejaros del
conflicto entre un verdadero propósito y la verdadera vida y llevaros a un
punto feliz y de afirmación de la vida.
ARDOR, DESEO Y EXCELENCIA
POR DARBY COSTELLO
Todas las formas de trabajo manual caen bajo el dominio de Marte,
como la construcción de edificios y la albañilería, la cirugía, la conducción
de automóviles y el atletismo. Dice que los nativos marcianos tienden a
trabajar el hierro, el acero, o con herramientas afiladas, armas de guerra, en
el ejército, mataderos, vertederos y depósitos de cadáveres.
Las personas que trabajen en todos esos sitios tengan un
Marte prominente, pero no necesariamente todo aquel con un Marte prominente
encaja en esa descripción.
EL PAISAJE INTERIOR DE MARTE
Observando nuestros paisajes interiores, donde nuestras
psiques se impregnan de los sentimientos y acciones de nuestros padres, se
puede decir que el Sol y Marte describen las imágenes interiores que
corresponden al lado masculino de nuestra naturaleza. Podríamos decir que el
Sol nos dice qué clase de rey esperamos que sea nuestro padre y que Marte
describe a ese mismo rey en acción, saliendo al encuentro del mundo, tomando
aquello que necesita para su propia supervivencia y/o de su familia. Describe
también cómo defiende y protege su territorio. El emplazamiento del Sol y los
aspectos que éste recibe nos hablarán de la clase de circunstancias ayudarán o
entorpecerán la capacidad de nuestro padre de estar a la altura de nuestras
expectativas. La posición y estado de Marte nos proporciona información acerca
de cómo vivimos su capacidad de pelear y de usar las circunstancias para
acceder a un lugar desde el cual pueda brillar y mantenernos seguros en los
límites de su reino. De estas nociones se pueden elaborar toda clase de ideas.
El Sol y Marte describen nuestras expectativas personales, conscientes o
inconscientes, acerca de los hombres en general. También nos ofrecen imágenes
poderosas acerca de nuestra capacidad de lograr los objetivos a los que
aspiramos, ya sean ganar un concurso, comprar una compañía, escribir un libro o
dar a luz a un hijo. Marte puede representar también nuestra experiencia de los
hermanos –especialmente si son mayores que nosotros–. Pero esto generalmente
ocurre cuando no hay una vivencia del padre.
La energía que llamamos «Marte» es generalmente más profunda
que la que se obtiene a través de la experiencia y la observación. He llegado a
la conclusión de que debe llevarla el esperma del padre y que para que funcione
no necesita de mucho estímulo externo. Tal vez de ninguno. Si vuestro padre ha
fallecido o abandonó a vuestra madre antes de vuestro nacimiento, es posible
que hayáis recogido impresiones de él a partir de vuestra madre o de otros
adultos y, dado que está en vuestro cuerpo, ése es todo el estímulo que
necesitabais para acceder a su energía marciana. A medida que crecéis y pasáis
de la infancia a la juventud podríais decir que la energía de Marte busca a los
hombres, como realidad o como fantasía, que pueden ofrecer el tipo de
experiencias que éste puede usar para desarrollar su naturaleza más allá del
simple instinto de supervivencia. Éstas son las experiencias que despiertan a
vuestro propio Marte.
Marte representa el lado físico de la vida de un individuo y
es el índice de su energía, resistencia, etc. Representa nuestra capacidad de
llevar adelante nuestros proyectos e indica el lado activo de nuestro
temperamento. Está directamente relacionado, por supuesto, con nuestro impulso
sexual (juntamente con Venus, que representa el «lado pasivo»). Otorga coraje,
iniciativa, confianza y orgullo a quienes tienen un Marte poderoso en sus
cartas. Es el planeta a través del cual construimos y también destruimos. Dice
también que con frecuencia describe una carencia general de refinamiento en la
manifestación del signo en el que está emplazado.
METAS Y OBSTÁCULOS
Ha llegado el momento de decir algo acerca de Marte y los
obstáculos. Aunque es cierto que podéis observar la posición de Marte y sus
aspectos operando en la infancia, cuando empiezan realmente a mostrarse es en
el momento que el instinto de supervivencia se vuelve el deseo de todo aquello
que esté al alcance del niño. Un niño con Marte en cuadratura a Saturno
experimentará el enfrentamiento con un obstáculo de forma distinta a un niño
con Marte en trígono a Júpiter.
A medida que el impulso se desarrolla, cada uno descubrirá
diferentes tipos de obstáculos inherentes a la posición y estado de su Marte.
Marte y los obstáculos van de la mano. El ardor de Marte exige algo a lo cual
enfrentarse. Deseo y obstáculo son como la cerilla y el pedernal, el fuego y la
madera: van juntos.
Si observáis vuestro propio campo de Marte, empezaréis a ver
que emerge cierta dinámica. Vuestro Marte, su signo, posición y aspectos poseen
una particular pauta de respuesta ante los obstáculos. Una vez se enciende el
fuego sobre una meta en particular, surge una pauta de obstáculos igualmente
particular. Puede que haya muchas personas corriendo en la misma carrera, pero
los obstáculos que encuentren en esa carrera serán sumamente individuales. Para
decirlo con sencillez, una persona debe luchar con su imaginación, otra contra
su cuerpo, otra contra la pista, otra contra su idea de lo que está ocurriendo
y otra contra las emociones que le provoca el evento. Esos obstáculos son lo
que os caracteriza y también las vallas que tenéis que reconocer finalmente.
Cada vez que Marte se activa, en algún momento aparecerá la pauta de obstáculos
que le es propia. Marte se mueve hacia una meta y los obstáculos son las
vallas, las montañas, los ríos que hay en el camino y por una razón: nos dicen
qué clase y cantidad de energía necesitamos en cada fase del juego.
Oyente: Alice Bailey atribuyó la regencia esotérica
de Aries a Mercurio.
Darby: Sí, es correcto. No llegué a entender eso
hasta que leí la Ilíada por primera vez. Atenea hablando con Héctor es la
cabeza fría en la batalla. ¿Sabíais que había una tradición según la cual
Atenea es la regente de Aries? En sus comentarios a El Banquete, de Platón,
Marsilio Ficino da como regente de Aries a Atenea. No obstante, en la época de
Aristóteles ya se empezaba a interiorizar la «razón». Los dioses se morían y el
hombre excelente era el hombre racional. Parece que volvemos a estar en la
misma situación, al menos en la Europa septentrional. Los dioses han muerto en
el mundo de nuestra imaginación y premiamos más bien a aquellos cuya
inteligencia y frío razonamiento en situaciones de crisis se conjugan con su
Marte, su instinto de victoria. Una cabeza fría en la batalla es
definitivamente un don y, en el reino del espíritu, una necesidad absoluta.
Es difícil llegar a un acuerdo con Marte en nuestra
sociedad. Es el tipo de problema en que maldito si lo hacemos y maldito si no
lo hacemos. Por eso me fascina la noción de Marte como portador de las semillas
de la excelencia. El Sol lleva consigo el potencial de nuestro destino, pero es
Marte el que ofrece la información de aquello que hay que trabajar para que se
convierta de impulso puro y en bruto en una acción centrada y decidida que
llega a una meta adecuada al efecto de cumplir ese destino. Es Marte el que nos
proporciona información acerca de nuestro instinto de supervivencia, la
naturaleza de nuestros deseos y finalmente sobre el camino a recorrer para una
vida cumplida.
ARES COMO INDIVIDUACIÓN
Jung consideraba a Marte el mismo principio de
individuación. Consideraba a Marte el mismo principio de individuación. Pudo
haber tomado esa noción de Paracelso, el célebre e infame médico y alquimista
suizo del siglo XVI, que tenía a Marte en Capricornio en la casa I. Jung nos
explica en el Volumen 137 que Paracelso se refería a Ares como «el configurador
individual, el que amplía la naturaleza peculiar de cada especie y le da una
forma individual». Dice:
«Por tanto, [Ares] debe ser considerado como el principio de
individuación en sentido estricto». Y allí donde diga Ares, vosotros entended
Marte.
El Marte puro es energía espermática en los seres humanos:
el Marte puro que, una vez conectado con el óvulo muere y que, al morir,
fertiliza el óvulo con sus cromosomas procedentes de la memoria ancestral del
padre. Ésta es la esencia del heroísmo: «el principio formativo que está en
condiciones de dar vida a criaturas individuales». Está centrado en una sola
cosa, el óvulo, pues ésa es su meta, a través de la cual logra su propósito.
Una vez estamos vivos y separados del cuerpo origen de la madre, esta energía
marciana se ha transformado y está ahora al servicio de todo el organismo. Su
impulso, su areté incial es manteneros con vida. Y este impulso llega a adoptar
la forma de las imágenes contenidas en vuestro Marte; imágenes heredadas del
don de la vida de vuestro padre. Podéis interpretarlas a partir del signo y
posición de vuestro Marte natal.
El Sol lleva nuestra imagen de destino. Hay doce signos
solares y podríamos decir que hay doce tribus, doce órganos, doce funciones
mayores en el conjunto de la humanidad. Cada uno de nosotros cae en una u otra
de esas doce funciones. Cada uno de nosotros posee una única pieza de esa
función: el regente de nuestro signo, su dispositor, los aspectos y, al final,
el resto de la carta, proporcionan los miles de detalles de la historia. Marte
es una de las piezas de este relato. Su naturaleza innata, su «virtud», es
lanzarse a la búsqueda de aquello que el Sol necesita para irradiar su luz,
alcanzar su Destino, hacer su trabajo. Parte de la virtud de Marte es lanzarse
a la búsqueda de cualquier cosa que nos ayude a sobrevivir, de manera que el
Sol pueda irradiar su luz, cumplir su propósito. Parte de la virtud implícita
en Marte está en defender y proteger nuestra vida. Puede hacerlo a través del
puro instinto o puede ser entrenado para hacerlo con inteligencia, razonamiento
y buen juicio. Marte es tu atleta. Entrénalo bien: te mantendrá vivo y mejorará
tu vida. Es como el canto del ruiseñor. Así como una cría de ruiseñor debe
practicar antes de emocionarte con su canto, así nosotros debemos practicar
aquello que constituye nuestra virtud esencial. Al llevarla a cabo, tenemos la
capacidad de hacer que nuestro Sol brille como corresponde. El signo de Marte,
su posición por casa y sus aspectos, la posición y estado de su dispositor, nos
hablarán acerca de ese rasgo vital. Si la excelencia no es la meta de la práctica,
entonces permanece inconsciente y o bien trabaja a nuestro favor o en nuestra
contra, dependiendo de los caprichos de los hados y de las circunstancias. Para
quienes buscan lo que Jung denomina individuación, esto es inaceptable porque a
menudo es demasiado doloroso. Cuando uno echa a andar por la senda de la
individuación, comienza la obra alquímica y la materia prima es Marte.
Empezamos nuestro trabajo capeando los impulsos y energías asociados a Marte;
y, a través de ello, desarrollamos la capacidad de decidir de qué manera vamos
a actuar en situaciones de entusiasmo, acaloramiento, deseo o ira. Intentamos
alcanzar la libertad. Al desarrollar esa capacidad para el libre albedrío, para
la individuación, debemos desearlo con toda la vehemencia de nuestro ser. De
hecho, tenemos que conocernos muy bien, aprender a reconocer la fortaleza y la
debilidad en nuestras acciones. Tenemos que empezar por decidir a qué impulsos
vamos a sucumbir, que luego vamos a esforzarnos en canalizar de otra manera, y
en cuya transformación vamos a invertir enormes cantidades de energía. Como
astrólogos, eso significa conocer nuestro Marte –su posición por signo, casa y
aspectos– y familiarizarnos de tal forma con sus acciones que seamos capaces de
reconocer su energía primitiva, su comportamiento grosero y las
correspondientes consecuencias de su comportamiento. Bajo la rudeza de su
energía y comportamiento descubriremos un impulso hacia la virtud, la
excelencia, al que sólo podemos acceder a través de la clase de esfuerzo descrita
por el propio signo, casa y aspectos de este Marte. Sólo aquellos que han
sufrido lo suficiente las consecuencias de correr tras aquello que su deseo
hace destellar delante de ellos tienen la energía suficiente como para iniciar
el proceso alquímico que nos convierte en verdaderos seres humanos. Para
iniciar este trabajo usamos nuestra voluntad para encontrar la imagen de la
excelencia que está implícita en nuestro interior. Si conseguimos dominar
nuestro Marte, nuestro Sol brillará más.
DOMICILIO, EXALTACIÓN, EXILIO Y CAÍDA
Marte
regente de Aries
corregente de Escorpio
exilio en Libra y Tauro
exaltación en Capricornio
caída en Cáncer
Aries
exaltación del Sol
exilio de Venus
caída de Saturno
regente esotérico de Aries: Mercurio
Marte rige tanto a Aries como a Escorpio debido a que su
energía pura está relacionada con la supervivencia y la procreación, lo que a
su vez está también relacionado con la supervivencia de la especie. Tiene que
ver con la conquista y la defensa. Está en exilio en Libra y Tauro porque, una
vez se vuelve elegante y pacífico, la energía de Marte debe ser evitada; y aun
así, la energía marciana es necesaria para el mantenimiento y la protección de
éstas. Es difícil canalizar estos dos emplazamientos de Marte al efecto de que
protejan y mantengan la paz en vez de destruirla.
Marte está exaltado en Capricornio porque aquí la tarea está
en reconocer los obstáculos como entrenamiento y la obediencia ante lo que es
necesario como camino hacia el dominio. Está en caída en Cáncer porque, cuando
las emociones se mezclan con el impulso marciano, la claridad de la meta se ve
empañada –hay más consideraciones que son útiles. Y un Marte puro desatado en
el hogar o dirigido contra la madre o los hijos es la peor violencia que
nuestra sociedad conoce; detener esa violencia es lo más difícil de todo. El
que uno sea cruel o amable, las decisiones éticas que tome durante su vida es
algo que no se ve en las posiciones planetarias. Son secretos profundamente
enterrados en el alma de la persona. Lo que eso nos dice es que es más fácil
disciplinar a Marte cuando está en Capricornio hasta llevarlo al más alto nivel
de competencia que hacerlo cuando está en Cáncer. Eso es debido a que los
nativos con Marte en Capricornio están instintivamente alerta para habérselas
con los obstáculos de una manera que les da confianza en su capacidad de actuar
y se inclinan más a aceptar desafíos a su Marte, lo que a su vez los mantiene
siempre en el entrenamiento y en forma. Los nativos con Marte en Cáncer son más
sensibles al intercambio emocional en los primeros años de vida; así, los
obstáculos son emocionales y por tanto más difíciles de ver y reconocer como
obstáculos que deben ser vencidos. Marte en Cáncer puede quedarse empantanado
ahí donde Marte en Capricornio no lo haría. Pero eso no nos dice nada de la persona
que habita en la carta.
MARTE EN EL ELEMENTO FUEGO
Al contemplar a Marte en los signos de Fuego, vemos a Marte
inflamado por imágenes que iluminan el camino a su meta. Las imágenes aparecen
perfectas, «excelentes» y son una inspiración a la acción. Si surge una
verdadera posibilidad de alcanzar esa meta, el hecho de que aparezcan
obstáculos externos no apagará en absoluto el entusiasmo de un Marte en Fuego.
Ningún obstáculo externo impedirá el avance este Marte, a menos que eche raíces
interiormente en la imaginación. Los aspectos a Marte os hablarán de las
maneras en que la imaginación puede verse oscurecida por las sombras. En este
contexto, los fracasos del coraje son los fracasos de la imaginación.
MARTE EN ARIES
En Aries Marte está totalmente en casa y por eso no hay
diferencia entre el territorio –aquí diríamos más bien fuegitorio– del signo y
la velocidad con la que se mueve en ese campo. Las imágenes destellan como
brillantes señuelos y Marte salta a la acción inmediatamente. Vencerá todos los
obstáculos mientras el fuego esté encendido y el premio siga centelleando en su
panorama interior, aunque eso dependerá de la resistencia que muestren otros
factores de la carta. El destello de la inspiración es muy rápido y la imagen
muy breve, incluso parcial, de manera que Marte debe lanzarse inmediatamente a
la acción o la imagen se perderá – aunque la mayoría de las personas con Marte
en Aries se las apañan para encontrar lugares donde guardar esas imágenes para
poder sacarlas de nuevo cuando sea el momento–.
Marte en Aries parece más inclinado a conquistar que a
defender; sin embargo, defenderá su derecho a ir donde los demás no se han
atrevido a ir. Es simple, honesto y directo. Sucede muy a menudo porque, cuando
se enciende por el deseo, no puede siquiera concebir la idea de fracasar.
Cuando otros planetas se cruzan en su camino, o es acosado por tránsitos que
dificultan su éxito instantáneo, busca inmediatamente una ruta alternativa a la
meta. La imagen y la acción están tan unidas que son virtualmente indistinguibles.
No importa lo tranquila o introvertida que parezca una persona; con Marte en
Aries en su carta, aparecerá un ramalazo salvaje e impulsivo cada vez que las
cosas se vuelvan demasiado rutinarias. Puede parecer simplemente un gusto por
la excitación, la acción, el movimiento; pero en realidad es la energía vital
en estado de alerta ante la amenaza de su extinción. Este Marte se mueve más
rápido cuando siente que su llama se va a apagar. Los nativos con Marte en
Aries mantienen su vitalidad teniendo siempre algo por lo que esperar ansioso.
Los niños con Marte en Aries copian las reacciones rápidas
de su padre, sus reacciones instantáneas de lucha o huida cada vez que aparecen
obstáculos en su camino. Adoptarán la manera en que él consigue inmediatamente
lo que quiere o se enfurece rápidamente cuando no lo consigue. Reconocerán su
modo de escaparse de las trampas y experimentarán imaginando toda clase de
maneras de ser libres. Tomarán la parte juvenil, entusiasta y que olvida
fácilmente los intereses de los demás en su persecución de las metas deseadas.
Para estos niños, la excelencia se asociará con el riesgo ante el peligro, o el
coraje frente a aquello que obstaculice el logro de sus deseos. Y, por
supuesto, con la rapidez de reacción.
Cuando una persona con Marte en Aries pasa demasiado tiempo
sin ningún tipo de excitación cae en la depresión. Los desafíos excitantes
encienden la chispa de su vitalidad. En su expresión menos refinada se vuelve
infantil y exigente. Pero eso también forma parte de su vitalidad.
La posición por casa y aspectos pueden disfrazarlo un poco;
pero siempre está ahí, esperando saltar a la acción desde la imagen
potencialmente vivificante percibida en el brillo de un destello.
Con Marte en Aries, ¿qué clase de obstáculos creéis que van
a jalonar el camino cuando su deseo se encienda?
Oyente: Otra gente que te diga que no puedes hacer
esto o lo otro porque es egoísta, o pensar tú mismo que no puedes hacer algo
por la misma razón. También las demoras pueden apartarlo completamente del
camino. Entonces pierdes impulso y para volver al camino tienes que enfadarte.
¡Y luego te acusan de egoísta!
Con Marte en Aries, la casa es muy importante, porque
funciona de forma muy clara y casi sin complicaciones en esa casa. Los aspectos
son siempre importantes para determinar el tipo de circunstancias que Marte
genera cuando entra en acción. Pero es la casa lo que realmente destaca con
este Marte. Ahí es donde has conocido el lado innovador y valeroso de tu padre,
su impaciencia o su lado infantil y exigente. O, si no estuvo presente, ahí es
donde se muestra la herencia de tu padre en cuanto a ese ramalazo impulsivo,
que es para ti una fuente de vitalidad. Pero si se convierte en algo más que
ese ramalazo, habrá que tomar determinadas decisiones. La decisión de luchar
por convertirse en la mejor versión de uno mismo se abre en un momento pequeño,
que se presenta en el momento que surge el impulso de Marte en Aries. En ese
nanosegundo empiezas a tomar decisiones que modifican el nivel al que Marte
opera. Sólo puedes hacer esto cuando los impulsos incontrolados te han metido
en suficientes problemas. Una vez puedes tomar verdaderamente la decisión de
lanzarte en vez de simplemente ser dominado por el impulso, te enfrentarás
mejor a las consecuencias de tus actos. Eso hará que tu energía siga creciendo
para poder enfrentar los desafíos derivados de cada consecuencia.
La esencia de Marte en Aries –valor en estado puro frente al
desafío–.
Cuando Marte en Aries se alía a la necesidad del Sol de
brillar, ningún obstáculo es lo suficientemente poderoso para impedirle lograr
su destino. Pero el Sol debe ser su guía. El Sol está exaltado en Aries, por lo
que quizá este Marte mira mucho más al Sol que cualquier otra posición de
Marte.
MARTE EN LEO
Marte en Leo también busca en el Sol su imagen central.
¿Cuál es el lado menos cultivado de este Marte? ¿Con qué
tipo de obstáculos debe enfrentarse por naturaleza y dónde reside su capacidad
para la excelencia? Oyente: Los obstáculos tendrán relación con el orgullo y la
posibilidad de la humillación, Siendo un signo de Fuego, se puede podrían
imaginar a sí mismo como bastante espléndidos; pero luego, si otros no les ven
de la misma manera, se sienten humillados. Necesitan a los demás para creer en
sí mismos. Oyente: Necesitan creer en sí mismos. Imagino que necesitan sentirse
amados por aquellos a los que admiran.
Marte en Leo es un buscador de luz nato, y es inflamado por
imágenes de sí mismo como creador o ejecutante. Aquellos de vosotros que
tengáis a Marte en Leo sabéis siempre cuándo vale la pena ir tras una meta,
pues os podéis visualizar triunfando.
Con Marte en Leo, el que tu padre no te sonriera cuando eras
niño, representó tu primer obstáculo. En cualquiera de sus versiones, ésta será
siempre tu propia carrera de obstáculos. El joven con Marte en Leo está
sintonizado con la necesidad de admiración y respeto de su propio padre y con
las maneras en que lo gana o lo pierde. Estos niños llevan la impronta del
sentido de la dignidad de su padre, la imagen interna que tiene éste de sí
mismo y la forma en que su comportamiento atrae o repele el amor y la admiración.
Se hacen cargo de su necesidad de admiración, y crecen imaginando encarnar
diferentes personajes con los que pueden conquistar el mundo.
Cuando surge una meta en el fuego de su panorama
imaginativo, la persona con Marte en Leo debe ser capaz de verse en las llamas.
Marte siempre funciona codo con codo con el Sol, no importa
el aspecto que formen. Y siempre busca pulir sus habilidades naturales para
llegar a la perfección.
El nativo con Marte en Leo tiene que visualizarse de algún
modo en las candilejas. Tiene que ser aplaudido por sus talentos, por su
valentía imaginativa, su creatividad. Desde una edad temprana, este Marte se
consume por una vida dramática y excitante; y cuando la persona descubre un don
natural que atrae el elogio, desarrollarlo se convierte en una urgencia. Cuando
descubre un don que puede ser usado por el Sol, ese don se convierte en una
vocación. Mientras puedan verse en un espejo brillante perseguirán la
excelencia.
Marte en Leo es un jugador, en el sentido de que tiene que
apostar su dignidad y orgullo para hacerse más fuerte. A Marte en Leo le cuesta
obviamente menos conectarse al Sol. Su problema es que puede creer que es el
Sol mismo. Pero una vez que alguien con este Marte redirige el ardor de su
deseo hacia la excelencia, debe vigilar no tasar la propia imagen ni por encima
ni por debajo de su valor. Es la forma en que se ven a sí mismos y en que
quieren ser vistos en acción lo que cae bajo el escrutinio de la fría razón de
Atenea. Es el orgullo de su propia imagen –aun en el caso de que sea negativa–
lo que debe ser redirigido al dorado punto medio para llegar a la excelencia
una y otra vez. El viaje alquímico comienza cuando el mismo amor, o la creación
misma, se convierten en la meta.
MARTE EN SAGITARIO
Marte en Sagitario es capaz de encender una chispa de
entusiasmo en la carta más introvertida y melancólica. Es una posición extraña
para una personalidad melancólica, pues su sentido del humor le mantiene
alejado del fango.
Marte en Sagitario es un guerrero visionario, un portador de
imaginación, extravagante y siempre esperanzado contra todo pronóstico. Marte
en Sagitario se dirige hacia la libertad tan pronto ha nacido, primero a través
de su inquietud física y después con la imaginación. Presiente que hay algo
allá lejos y arriba y se debate entre imaginarlo o ir a buscarlo.
En su forma más primitiva, está tan lleno de su propia
visión que la atracción hacia abajo del reino emocional es simplemente algo que
le impulsa a ir aún más arriba, de forma que pierde contacto con la gente a
medida que arde en su visión. Cuando las personas con Marte en Sagitario van a
toda marcha hacia alguna parte, ven ese lugar en colores tan brillantes que
todo lo que no esté a la altura parece vulgar. Sus obstáculos naturales están
relacionados con la fertilidad de su exagerada visión de sus posibilidades. No
es un problema de imaginación, sino un problema de lo que ocurre cuando dan el
primer paso hacia la materialización de su visión. La distancia desde esas
alturas y la realización de su visión es muy grande. Mientras la visión
permanezca en el reino de la imaginación, nadie podrá contaminarla. Marte en
Sagitario enciende el fuego de aquellos que simplemente no van a ver. La manera
en que se las ven con esos «obstáculos» determinará cómo se manejarán con los
extremos de su propia naturaleza. Incluso en medio de los problemas son capaces
de imaginar una salida, solucionando la cuestión a la velocidad del rayo.
Cuando eran niños imaginaron a sus padres como aventureros,
conocedores del mundo, sabios o necios; y se quedaron con la idea de que para
triunfar uno debe aventurarse. Después, siendo más críticos, vieron también su
tendencia escapista.
Desde una edad muy temprana, estos niños o bien viajan
debido al trabajo de su padre, o bien se aventuran y exploran su mundo
interior. Cuando se enciende, las personas con Marte en Sagitario inspiran a
los demás a tener valor y a expandirse. Cuando no se entusiasman, se vuelven
dogmáticos e impacientes.
Una carta con una fuerte influencia del Fuego suele indicar
recuerdos de una infancia externamente desoladora que da a la imaginación una
oportunidad de desarrollarse.
Cualquier planeta en Sagitario lleva algo parecido a la
«suerte» adherido a él; y cuando se trata de Marte, la Dama Fortuna te atiende
cuando sales al mundo en busca de la aventura. Pero esa otra tarea, la de
alcanzar la excelencia personal, requiere algo más.
Marte en Sagitario es una flecha apuntada temerariamente
hacia la sabiduría. Pienso que el secreto está en mantener la fe en el mejor y
más elevado sueño de uno, sin que importe lo lejos que esté o lo mucho que se
tarde en alcanzarlo. Y, como en los otros emplazamientos de Fuego, la clave
está en atreverse a imaginar.
MARTE EN EL ELEMENTO TIERRA
Para Marte en Tauro, Virgo o Capricornio, el desafío
consiste en usar sus habilidades para modificar lo que la mayoría de la gente
llama «realidad». En su juventud están sintonizados con los rituales con los
que sus padres se defendían y protegían a sí mismos y a sus familias. Toma-ron
conciencia bien pronto en la vida de cuándo y cómo aproximarse físicamente a su
padre y son particularmente sensibles a su tacto y su olor. Le usan (a Marte)
para definir sus fronteras físicas. Su fortaleza y su debilidad al ir tras
aquello que parece deseable comporta el desarrollo de la conciencia de esas
mismas fortalezas y debilidades. Exigen la existencia de obstáculos físicos
para desarrollar sus aspiraciones y su capacidad de alcanzar la excelencia.
Para algunos, los obstáculos se presentan en el mundo exterior; pero para
muchos otros, su propio cuerpo es su obstáculo y su don.
Los niños con Marte en signos de Tierra ven a su padre
luchar con la materia y ejercitan sus propias habilidades marcianas con sus
sentidos alerta ante el peligro y la oportunidad. Marte en Tierra toma su
energía de la presencia física del padre. Posteriormente suscitarán la atención
con su propia presencia física. Sus dones más naturales y su capacidad para la
excelencia se originan en su relación con el mundo.
Fijaos siempre en el dispositor de Marte para profundizar en
los matices: ¿qué Venus está danzando tras las bambalinas de un Marte en Tauro?
¿Qué Mercurio está susurrando información a Marte en Virgo? ¿Qué Saturno está
exigiendo disciplina tras un Marte en Capricornio?
Cuando Marte se halla en un signo de Tierra, los obstáculos
pueden tener una base física. Los problemas con el dinero, las herramientas y
la tradición pueden detenerlos en su camino y enfrentarse a esos problemas con
«sensatez» puede desarrollar su fortaleza inherente. Una vez Marte en Tierra
inicia su camino hacia la meta, los obstáculos se presentarán para poner a
prueba la resistencia y la habilidad de lidiar con problemas materiales.
MARTE EN TAURO
Marte en Tauro es atraído a la acción por la belleza. La
promesa del placer hace que Marte se ponga en marcha; y una vez que lo hace, no
es probable que se detenga hasta que haya logrado el objeto de su deseo o se
hunda en el barro. La trampa es que uno puede quedar atrapado en algo muy
personal. Puede motivarle la gratificación y puede suponer que aquello que le
parece hermoso o encantador marca el camino hacia la excelencia. Puede parecer
perezoso y que pierde energía cuando no hay un placer que le provoque a la
acción. Y entonces algo, una promesa de placer, le guiña el ojo, y Marte en
Tauro vuelve a ponerse en marcha.
Naturalmente, es Venus la que se alza tras este Marte que
merodea en sus praderas verdes y agradables. Necesita mantenerle ocupado, no
sea que se ponga nervioso y acabe causando problemas. Por eso siempre lanza
señuelos que inciten a este Marte a la acción. Fijaos en la posición por signo
y casa de Venus, así como en sus aspectos, para determinar la clase de cosas
que Venus usa para motivarle. Éstos os dirán también qué clase de belleza
inflama la energía de esta persona y también qué es lo que activa su ardor,
inflama su ira y despierta su voluntad hacia el logro de la excelencia.
El impulso a lograr la seguridad financiera casi siempre va
implícito en Marte en Tauro, pero raramente constituye la verdadera atracción
para él.
Creo que todos aquellos que tenéis a Marte en Tauro debéis
poner los cinco sentidos en no almacenar ningún tipo de resentimiento cuando ~
166 ~ sintáis que el éxito no os llega –el peso del resentimiento acumulado
agobia a este Marte–. Si no perdéis de vista vuestra búsqueda de la belleza,
Venus os ofrecerá sus placeres perfectamente apropiados como compensación.
En Tauro, Marte puede quedarse empantanado por la inercia.
Pero cuando se pone en movimiento, nada le detiene a menos que se encuentre con
una pared demasiado alta.
Las personas con un Marte inconsciente almacenan todos los
desaires, insultos y trastadas que los demás les hacen. Cuando explotan, se lo
llevan todo por delante. A veces el resultado de esta explosión rompe barreras
y se abre paso hacia una dimensión en la que es posible forjar una verdadera
voluntad por aquello que constituye la mejor parte de su ser.
Marte en Tauro aporta elegancia a su aspiración a la
excelencia.
MARTE EN VIRGO
La excelencia de Marte en Virgo está en su capacidad de ser
útil desde un punto de vista práctico, al efecto de servir a la tarea, misión y
destino del Sol. En el peor de los casos es criticón, quisquilloso y
agresivamente «virtuoso».
Cuando Marte se halla en el mismo signo que el Sol, aun en
el caso de que no se hallen en conjunción y reciban aspectos distintos de otros
planetas, existe un esplendor, una sensación de vitalidad y, cuando no tienen
una meta claramente fi-jada, la consiguiente inquietud. Estas personas llegan
hasta el fin del mundo por conseguir lo que quieren. Cuando se marcan un
objetivo, Marte va hacia él con el total apoyo del Sol. Existe la sensación de
que alcanzar la meta es algo absolutamente necesario, no sólo por la
supervivencia, sino también por la vida misma. Pero la tosquedad de Marte forma
parte del esplendor solar. Así, exhiben abiertamente un deseo y una codicia por
las cosas que forma parte de lo que son y no algo que surge de repente. Siempre
están a la búsqueda de aquello que los entusiasme. La vida ordinaria es
demasiado gris. Puede que le arrastren los impulsos inconscientes a satisfacer
un deseo tras otro; o puede aprovechar ese impulso para cumplir el deseo de
lograr el más elevado destino posible. Todo depende de los ocupantes de la
carta.
Como recordatorio: el Sol lleva en su corazón la imagen de
algo que debe ser cumplido, conforme a su signo, casa y aspectos. Y Marte lleva
en sí mismo el impulso y la energía para ir tras aquello que le inflama. Cuando
el Sol es llevado a una situación en la que es posible que brille, y Marte se
halla en el mismo signo, se inflama por el mismo potencial. Es una forma de
decirlo. Dado que Marte es obviamente el más activo de los dos, va tras su
objetivo con empeño y energía. En su juventud entra en acción con una voluntad
errática; pero el tiempo y la experiencia le van frenando y los obstáculos que
va encontrando en el camino le curten y le proporcionan una especie de
claridad. Lo lejos que llegue una persona en su camino hacia la excelencia
descrita por Aristóteles dependerá de otros factores. Pero para alcanzar
cualquier tipo de satisfacción posterior, la conjunción Sol-Marte debe ir al
principio tras cualquier objetivo que se le presente, pues en uno de ellos
estará escrito su destino. Ésta es una combinación impetuosa y torpe.
El don de las conjunciones Marte-Venus es la pasión y el
conocimiento íntimo de que uno está dispuesto a luchar por aquello que uno
verdaderamente valora e incluso ama.
MARTE EN CAPRICORNIO
El maestro guerrero, Marte en Capricornio.
La meta es superar toda clase de obstáculos que te
encuentres en el camino para lograr lo que quieres. No sé cuál es la meta
específica de Marte en Capricornio; pero una vez está a la vista, ni el cielo
ni el infierno le detendrán en su camino. Si la meta se niega a ser alcanzada,
el resentimiento y la ira llegarán a ser implacables.
Como cualquier planeta en Capricornio, tiene su lado
plúmbeo; y así, cuando se ve frustrado puede deprimirse muchísimo. Pero
generalmente eso no le detiene durante mucho tiempo. En sí mismo, está hecho
para ser completamente práctico y para superar cualquier obstáculo que se
interponga en su camino. Una vez considera que es imposible alcanzar la meta,
sabe, más que cualquier otro Marte, apartarse del camino y redirigir su energía
a otra cosa. Recordad que Marte está exaltado en Capricornio. Se desayuna con obstáculos.
Desde muy pronto en la vida, la persona con este Marte pondrá la mira en
objetivos que se hallen justo encima de su nivel actual y, una vez vencidos los
obstáculos, pasará al siguiente nivel. Es muy metódico. Los aspectos a Marte en
Capricornio, ya sean fluidos o difíciles, describirán la clase de área que se
activa cuando Marte entra en acción. Cuando veo a Marte en Capricornio en una
carta, mis ojos se van a éste una y otra vez. La casa que ocupa nos muestra
dónde se considera necesario iniciar un camino hacia el dominio y dónde esa
necesidad exige acción concentrada.
De eso precisamente trata Marte en Capricornio: el dominio
de la voluntad. Corren tras grandes obstáculos; y si no nacen con ellos o no
los encuentran, se los fabrican. Se enfrentan al mundo tanto como les es
posible: y aquellos que eligen perseguir conscientemente el dominio buscan
desafíos que cambien el mundo o, al menos, su mundo y todas sus implicaciones
sociales. Marte está exaltado en Capricornio y encuentra su más perfecta
expresión en el domicilio de Saturno. Los nativos con esta posición parecen ir
tras metas que exigen una ejecución perfecta en el tiempo.
De eso precisamente trata Marte en Capricornio: el dominio
de la voluntad. Corren tras grandes obstáculos; y si no nacen con ellos o no
los encuentran, se los fabrican. Se enfrentan al mundo tanto como les es
posible: y aquellos que eligen perseguir conscientemente el dominio buscan
desafíos que cambien el mundo o, al menos, su mundo y todas sus implicaciones
sociales. Marte está exaltado en Capricornio y encuentra su más perfecta
expresión en el domicilio de Saturno. Los nativos con esta posición parecen ir
tras metas que exigen una ejecución perfecta en el tiempo.
A veces, con Marte en Capricornio, debes esperar, esperar y
luego seguir esperando. Esto es más fácil de decir que de soportar. Pero la
llamada al dominio de uno mismo está implícita en Marte en Capricornio y está
más allá de sus aspectos. Los aspectos te hablarán de los obstáculos eventuales
que vas a encontrar en tu búsqueda de la satisfacción. Pero los verdaderos
obstáculos que debes enfrentar son las rocas y las paredes de los precipicios
de tu propia voluntad. Marte es muy poderoso en Capricornio y si tu voluntad no
está sujeta a algo situado más allá de tus deseos personales, te parecerá estar
sometido a una rutina sin fin. El dominio de uno mismo significa a veces
caminar sin descanso y a oscuras, hasta que llegas al pie de una montaña, que
te está esperando para que practiques en ella tus habilidades de esca-lada.
Marte en Capricornio da lo mejor de sí mismo cuando el
obstáculo es grande. Los obstáculos pequeños y ordinarios le ponen nervioso.
Son los grandes los que le llaman a actuar.
El don de quienes tienen a Marte en Capricornio es que,
cuando pone la mira en un objetivo, se activa un tipo particular de
concentración.
El camino hacia la meta se divide en segmentos que se pueden
manejar y forman una secuencia: y una vez comienzan a andar, dominan cada etapa
y pasan a la siguiente hasta llegar a la meta. Se arrastran si es necesario y
saltan cuando se les exige. A veces se aburren y otras veces se hacen daño
porque han saltado en un momento inoportuno. El camino al dominio incluye
fracasos, por supuesto; pero una vez la meta se ha definido con claridad, los
fracasos se convierten en experiencia para alguien con Marte en Capricornio. No
estoy diciendo que no se desanimen profundamente cuando tienen conciencia de su
fracaso. Pero una vez salen del hoyo y si el objetivo es lo bastante verdadero,
simplemente seguirán el camino hasta llegar donde quieren ir. Al decir
«bastante verdadero» quiero decir que la meta posee una «virtud» en sí misma.
Ésta es la cuestión que debéis formularos cuando los obstáculos os parezcan
apabullantes: ¿Me he marcado un objetivo verdadero? ¿Es ese objetivo algo que,
a través de su logro, va a fortalecer la ciudad, pueblo, aldea o comunidad?
Saturno siempre está detrás de este Marte y exige que uno se
esfuerce de tal manera que no sólo uno mismo, sino también la comunidad se
fortalezcan. Además, os podéis preguntar: ¿Es este objetivo algo que aumentará
la capacidad de brillar de mi Sol?
Una de las dificultades que este Marte presenta es su
fuerza.
Cuando quiere algo, no importa lo mal equipado por
naturaleza para lograrlo: lo quiere con todas sus fuerzas. Por eso, cuando
Marte está en Capricornio en vuestra carta y no obtenéis lo que queréis, o no
sabéis lo que queréis, vuestra capacidad para el autosabotaje es formidable. Y
luego, a veces es simplemente una cuestión de tiempo: os habéis fijado una meta
adecuada, pero el camino hacia ella es más largo y más duro de lo que habíais
imaginado. Para alcanzarla debéis desarrollar habilidades y rasgos de carácter
que el tiempo y sus desafíos forjarán en vosotros.
Quizá lo propio de Marte en Capricornio es que seguirá
caminando, aunque pierda de vista el objetivo. Debéis fijaros en el Sol para
saber cuál es la llamada del destino y, con Marte en Capricornio, sólo tendréis
que pulir vuestra espada a diario para convertiros en el perfecto guerrero para
vuestro Sol. El tiempo es vuestro obstáculo y a la vez vuestro maestro.
Con Marte en el domicilio de Saturno, sólo vais a respetar a
aquellos que al final han vencido. En última instancia, vuestro empeño es por
lograr el dominio de vosotros mismos. Todas las demás clases de dominio son
montañas más pequeñas.
MARTE EN EL ELEMENTO AIRE
La meditación puede ser buena para las personas con Marte en
el elemento Aire.
Cuando Marte se halla en un signo de Aire –Géminis, Libra o
Acuario– sabemos que su mejor y peor comportamiento proviene de las ideas que
le excitan. Sus armas son las ideas y le entusiasma la gente que tiene ideas
que mantienen su mente en movimiento. Cuando son jóvenes, están particularmente
conectados a la manera en que sus padres usan las palabras o ideas para
defenderse y ganar batallas. Que los vean ganar o perder dependerá de otros
factores. A medida que crecen, ellos practican su propia destreza marciana.
Admiran o desprecian a la gente de acuerdo con las ideas que sostiene.
Conquistarán, protegerán y defenderán con alegatos, palabras y conceptos. Se
pelean con la gente por lo que dice, o por la idea que subyace tras aquello que
dice. Y luchan por las ideas. No es sólo que usen las palabras para defenderse
o vencer a otros. Entran en acción, se frustran o se enfadan cuando las
palabras se usan mal conforme a su idea de lo que es un correcto.
Aquellos que consiguen la suficiente autonomía para
reconocer que los demás son también universos en sí mismos reconocerán también
el lado no refinado de su naturaleza marciana. Se darán cuenta de cuándo su
Marte se activa y empiezan a ver su efecto sobre los demás. Serán conscientes
de su capacidad de usar las ideas para atacar, apabullar y debilitar a sus
«adversarios». Y empezarán a afilar su espada y tratarán de usarla de una forma
más experta.
MARTE EN GÉMINIS
Se podría decir que Marte en Géminis «llegará al fin del
mundo» por una idea.
Marte en Géminis, regido por Mercurio, no trae consigo la
moderación propia de la reticencia moral que sí es el caso de Marte en Libra o
Acuario. Las palabras son piedras, puñales, espadas. La posición de Mercurio os
revelará qué es lo más probable que defienda.
Los hombres con Marte en Géminis no necesariamente pedirán a
sus mujeres que se comuniquen con ellos. Ésa es la habilidad que tienen que
desarrollar, su espada, y cuanto mejor lo hagan, más vivos se van a sentir.
Cuando sean capaces de comunicar su verdadera esencia y sean escuchados y
entendidos, estarán haciendo aquello que más les «encaja» y por tanto, más les
satisface.
Siempre es complicado interpretar los planetas en la casa
XII y encontrar las palabras para expresar su mundo.
Marte siempre se activa a través de los obstáculos que le
cuadran. Suelen mostrarse de inmediato, pero nosotros sólo los reconocemos como
tales cuando empezamos a conocernos nosotros mismos.
Cuanto más inconscientes somos o soportamos una gran
tensión, sale el lado grosero de Marte.
Quienes tenéis a Marte en Géminis conquistáis, lográis,
protegéis y defendéis a través de las palabras y el ingenio, las ideas y los
hechos. En ese campo es donde sois más competitivos y donde podéis ser más
efectivos. Los aspectos os dirán qué energías acompañan a Marte cuando estáis
motivados para ganar, conquistar o defender. La posición por casa os dirá dónde
Marte hará acto de presencia cuando se le convoque. No subestiméis nunca el
poder de las palabras: su poder para herir y sanar es tan grande como cualquier
otra magia en el mundo.
MARTE EN LIBRA
Se dice que Marte en Libra es el signo de los buenos
generales y estrategas.
El reino de Venus depura a Marte para que sean las ideas, la
noción de belleza y la elegancia –especialmente la elegancia mental– las que lo
lancen a la acción. Del mismo modo que una buena ecuación matemática es
elegante, un buen estratega cuida la elegancia.
No obstante, incluso este Marte tiene sus contradicciones.
Las personas con Marte en Libra luchan cuando les mueve la idea de la justicia
o de la injusticia. Dado que hay mucha injusticia en el mundo, resulta que
siempre están irritados, aun cuando el mismo hecho de estar irritados les
resulta irritante. Tan grande es el deseo de belleza que luego se transforma en
un deseo de paz, de elegancia y de armonía. Sin embargo, un exceso de paz pone
nervioso a este Marte.
En cualquier signo, Marte necesita mostrar su energía en
nombre de algo, para mantener el flujo de su energía vital.
Este Marte ciertamente está más satisfecho cuando tiene un
campo en el que luchar por la verdad, la belleza y la justicia y contra la
fealdad, la mentira y la injusticia.
En su juventud, las ideas de los demás son muy reales y
pueden ser perturbadoras. Luego, este niño descubre el poder de sus propias
ideas. Ahora ya dispone de un arma. Yo creo que los obstáculos surgen en su
propia conversación interna: por un lado, esto y por el otro lado, esto otro
–ya conocéis la proverbial indecisión de Libra–.
La persona con Marte en Libra trata de sopesar detenidamente
las cosas; y como cualquier Marte en Aire, tiende a pensar demasiado. Aunque se
siente atacado por aquellas personas cuyas ideas y nociones sobre la belleza y
el comportamiento correcto son distintas, puede esperar demasiado para
defenderse; y cuando por fin se defiende, lo hace con exagerada vehemencia.
Puede que pase por alto las grandes injusticias y que descargue el látigo sobre
algo aparentemente trivial.
Ellos no se enfadan. Son los demás los que se enfadan con
ellos; y tienes que pasar todo el tiempo peleando en aquellas batallas que
ellos no quieren dar. Pueden ser muy pasivos-agresivos. Por otro lado, ellos
luchan mejor cuando lo hacen por otras personas.
Marte en Libra tiene que hacer algo más que soñar con ello.
Tiene que luchar por ello y así lo hace, para bien o para mal. El sendero hacia
la excelencia, hacia el logro de la libre determinación, pasa por entrenarse
para detectar el ideal que se esconde tras la percepción de la injusticia y
abordarlo directamente. Y luego, descubrir la idea verdadera que motiva a la
otra persona. Una vez pueden ver cuál es la idea que anima las acciones de esa
otra persona, pueden decidir comprometerse o no. Cualquier acción posterior
dependerá entonces, en última instancia, de su noción de verdad y belleza, y de
lo lejos que puedan llegar por defender esas nociones.
Las personas con Marte en Libra usan a sus enemigos para
ponerse en marcha. Darby: Eso puede ser un poco fuerte, porque no todo el mundo
con Marte en Libra se crea enemigos. Pero todos podemos aparecer como enemigos
de los demás cuando no actuamos desde el amor desinteresado. Un «enemigo» puede
ser simplemente alguien que activa en nuestro Marte el modo defensivo. A
menudo, al principio, las personas con este Marte descubren su propia pasión
luchando contra las suposiciones que los demás hacen sobre ellos. Odian ser las
víctimas de las ideas de los demás. Siempre es un shock, especialmente cuando
aquellos a los que aman tienen una idea de ellos «injusta» o equivocada. Es
difícil de soportar el hecho de que esas personas cercanas a ellos no tengan
ideas y valores conformes a su estándar librano de verdad o belleza. Aquí es
donde volvéis la mirada a Venus en la carta para ver de dónde proviene ese
estándar.
La conjunción Marte-Júpiter es a menudo extraordinariamente
carismática, como he dicho antes. Las personas que yo conozco con esa
combinación parecen casi entrar en trance cuando están inspiradas.
Marte en Libra parece estar siempre a la defensiva.
Cuando Venus está también en Libra el problema se
intensifica, especialmente para un hombre. No sólo se trata de que Marte se
halla en el dulce y agradable reino de Venus, sino de que ella está en casa
mientras Marte pasa por ahí. Ama la belleza, la elegancia y la gracia por
encima de todas las cosas, pero Marte no puede evitar violentar sus valores más
elevados de tiempo en tiempo. A veces simplemente está inquieto –estirando los
brazos y rompe algo que ella aprecia. A Venus en Libra y especialmente en la casa
I, le encanta que la admiren y que disfruten con ella; pero entonces Marte se
levanta de un salto torpemente y súbitamente sale en defensa de algo o en pos
de algo que brilla.
El peligro para Marte en Libra es que resulta difícil
aceptar la responsabilidad por provocar la guerra, porque nunca es él quien la
inicia – o eso es lo que parece–. Otra persona es la que ha hecho algo contra
lo que hay que reaccionar. Este el obstáculo significativo y el que provoca ese
nanosegundo de libre elección: ¿es ésta una pelea que valga la pena?
La excelencia de Marte en Libra tiene que ver con dar vida a
ideas que traigan el orden y el equilibrio –elegancia– a su esfera.
La conjunción Marte-Neptuno en Libra es un aspecto doloroso
en cualquier signo que se dé –cualquier meta a la que aspire se convierte en
algo que no es lo que parecía desde lejos–. Eso genera algo parecido a la culpa
juntamente con la decepción y así muchas veces tienen que justificarse de
aquello que buscan y anhelan. Son atacados por sus deseos y con frecuencia no
son capaces en realidad de explicar qué era o es aquello que les atrae.
MARTE EN ACUARIO
Son muy dogmáticos y fieles a sí mismos. Cualesquiera que
sean sus ideales, tratan de vivir a la altura de ellos. Supongo que su carrera
de obstáculos está jalonada de personas que no pueden ver la verdad que ellos
ven o que, aun viéndola, no quieren vivir de acuerdo con ella.
Marte en Acuario es todavía inconsciente y sin refinar, se
enfrenta a todo el mundo –todos aquellos cuya visión es mentalmente estrecha,
retrógrada o simplemente inexistente–. Estalla de indignación virtuosa cuando
se topa con sistemas o personas que no operan con su propia moral. En el peor
de los casos, en su afán de imponer su perspectiva a los demás, puede
ignorarlos por completo. Y tienen que hacer algo al respecto. Con este Marte
uno tiene que vivir de acuerdo a sus ideales y hacerlo de forma manifiesta.
Cuando analicéis a Marte en Acuario, fijaos en Urano para
saber de dónde provienen esos ideales; y luego a Saturno, para saber en qué
área hay que trabajar directamente con esos ideales para transformarlos en algo
real y tangible.
Sus obstáculos naturales son las personas y sistemas que se
oponen o se resisten a sus ideas, que se convierten entonces en sus ideales.
Se trata más bien de que alguien que no actúa de acuerdo a
su moral personal es peligrosa o incomprensible. Él va por la vida dando por
supuesto que los demás tienen principios y luchan por ellos como él lo hace; y
cuando se topan con la indiferencia, la ignorancia y la resistencia, es un
shock para ellos. Pero es un shock que señala que hay algo por lo que vale la
pena luchar. Reconocen que existe un principio del que los demás no son aún
conscientes y que debe ser despertado en ellos. No está aún suficiente presente
en el mundo y eso es lo que les da fuerzas.
Tiendo a pensar que las personas con Marte en Acuario son
muy inteligentes,
Cualquier persona con Marte en Acuario debe romper con su
idealismo para ser capaz de soportar y amar a la humanidad.
Generalmente Marte se expresa más fácilmente a través de los
hombres. No sólo sus cuerpos, sino también su estructura psíquica tiende a ser
la de Marte. Cuando Marte se activa en una mujer, ésta debe tener cuenta tanto
su cuerpo físico como sus emociones. Probablemente por esa razón hemos tendido
a ceder nuestro Marte al hombre –a encontrar un hombre que personifique nuestro
Marte y a quedarnos detrás de él, incitándole, empujándole o animándole–.
Aquellas de nosotras que estamos en la senda de la individuación tenemos que
recuperar esas proyecciones en alguna medida; y es un trabajo duro. A veces
somos como niños cuando Marte se pone en marcha. Pero nos convertimos en
personas espléndidas una vez consideramos nuestros obstáculos naturales como un
campo de entrenamiento para nuestro propio guerrero. Es ese nanosegundo de
decisión: ¿estoy luchando por mí misma o por aquello que quiero transmitir? Ese
momento de elección nos abre el camino hacia la excelencia.
La paradoja Saturno-Urano y en su expresión menos
«refinada»: ignoran a las personas en su defensa de ideales que favorecen un
mundo mejor. Les resulta difícil creer que otros no vean la verdad que ellos
perciben tan claramente.
MARTE EN EL ELEMENTO AGUA
Marte en los signos de Agua me hace pensar en guerreros y
terroristas submarinos o conductores de delfines.
Marte en Agua me hace pensar en un hervidor de agua
eléctrico: tarda un tiempo en calentar el agua; pero cuando hierve, lo hace de
verdad.
Una imagen muy práctica y apropiada.
En los signos de Agua Marte se encuentra en Exilio en
Cáncer, en domicilio en Escorpio y… en un desastre en Piscis.
Marte en Escorpio está en su casa, mientras que Marte en
Piscis es un emplazamiento bastante exótico.
MARTE EN CÁNCER
Ésta es una energía guerrera compleja; y las personas que la
poseen a menudo han sido criadas por su madre de una forma que eclipsa al
padre, a veces por muy buenas razones y otras veces por no tan buenas razones.
Conozco unas cuantas personas con Marte en Cáncer con todo
tipo de aspectos difíciles sobre él, que han llevado a cabo acciones
extraordinariamente heroicas en varios momentos de sus vidas.
Para las personas con Marte en Cáncer la motivación está en
proteger o defender a aquellos que son débiles, ya sea debido a la enfermedad,
la juventud o a que son convertidos en víctimas por otros.
Una persona con Marte en Fuego puede escalar una montaña por
el gusto por la aventura; pero una persona con Marte en Cáncer debe tener otra
razón para hacerlo.
A veces este Marte es atraído a la acción por la necesidad
de superar su propio sentimiento de desamparo o de enredo emocional con otra
persona.
Cada vez que veo un planeta en Cáncer, mis ojos buscan
inmediatamente a la Luna. Con Marte en Cáncer, la Luna nos dice qué arquetipo
es protegido o defendido. No quiero decir que todos los presentes con Marte en
Cáncer os lanzáis a la acción en nombre de vuestra madre o que simplemente os
motivan cosas que os alejarán de ella. Hoy en día raramente somos tan
literales, pero vale la pena revisar una y otra vez. La Luna, no obstante, nos
dirá a qué reina está sirviendo Marte: las imágenes, el territorio, los principios
o los sueños que hay tras el afán de lanzarse a la acción.
Como sabemos, se dice que Marte que está en situación
cósmica de caída, como signo opuesto a Capricornio, el signo de su exaltación.
El lado basto, inconsciente y sin pulimento de Marte expresará su agresividad e
irritación tras las puertas cerradas del hogar en las relaciones personales y
se protege a sí mismo con gran tenacidad. Aquí Marte puede quedar atrapado en
riñas que dejan a los involucrados con una sensación desagradable e
inquietante. Hay un juego de acusaciones y réplicas, heridas y repliegues, cuando
realmente sería preferible salir fuera y pelearse por el hogar o en nombre de
él. En este territorio lunar a veces resulta difícil reconocer qué formas son
obstáculos a superar y cuáles son fuentes nutricias que abrazar. Que esté en
detrimento no le impide ser heroico.
Los verdaderos obstáculos a menudo son muy personales y
ocultos a la vista pública.
Con Marte en Cáncer, la Luna es un factor que influye
poderosamente en la manera en que entras en acción. Nos dice cuál es el
sentimiento subyacente que nos hace ponernos en marcha.
Con la Luna en Escorpio, el apego a la madre es profundo
y ferozmente protector, aun cuando en ocasiones vaya en contra de uno mismo.
La gente con la Luna en Escorpio que sienten una profunda
aversión hacia su madre.
Cuando la Luna está en Cáncer, el instinto infantil de
proteger a la madre va de la mano al impulso de protegeros a vosotros mismos,
pero esos dos impulsos no siempre van en la misma dirección.
La Luna y Marte están en recepción mutua a través del
domicilio clásico de Escorpio.
A menudo Marte en Cáncer no sabe lo que quiere ni tampoco
cómo llegar a ello. El deseo se enreda en las telarañas de los recuerdos de las
primeras batallas relativas a la necesidad de proteger a vuestra madre, o de
protegeros a vosotros mismos de sus necesidades. Cuando esto ocurre, podéis ser
expulsados literalmente al mar, en medio de un torbellino de emociones, y
abandonados, tras ser emocionalmente vaciados, el algún lugar de una solitaria
playa interior. Como ocurre con cualquier planeta en Cáncer, vuestra energía se
repliega sobre sí misma y debe ser tentada a salir con el anzuelo de una
promesa de alimento.
Cuando aquellos de vosotros con este emplazamiento
establecéis claramente una meta, podéis alcanzarla en un abrir y cerrar de
ojos.
MARTE EN ESCORPIO
Marte está perfectamente en casa en Escorpio. Puede operar
con total eficacia en las profundidades, donde las experiencias, los
sentimientos y los impulsos pueden ocultarse por motivos nobles o no tan
nobles. Os lo podéis encontrar en cartas de personas que demuestran lo que son
aceptando desafíos que suponen un entrenamiento en el espionaje. Bueno, quizá
no literalmente; pero sí que entran en acción con una gran sensibilidad a
cualquier matiz de peligro. Parece como si el peligro les excitara y les despertara.
Les alerta de la posibilidad de que exista algo deseable. Y que aquello que es
deseable es siempre algo que exigirá enormes cantidades de energía. El desgaste
de esa energía, el compromiso apasionado, transforman siempre sus vidas y las
vidas de aquellos con los que entran en contacto durante el trabajo, cualquiera
que éste sea.
Las personas con Marte en Escorpio no enseñan sus dientes y
tú crees que son mansos y dóciles. Y de pronto, un día, ¡zas! Se dan la vuelta
y pueden arrancarte la pierna de un mordisco por algo que dijiste o hiciste y
no tenías ni idea. De pez tropical a tiburón blanco en menos de sesenta
segundos.
En esas aguas profundas y complejas Marte sigue oculto, a
veces durante largos períodos de tiempo; y de pronto salta a la superficie,
todo él fuego y hielo oscuro. Los demás a menudo se quedan sorprendidos y sí,
una vez en marcha, es difícil de olvidarle.
Cualquier planeta en Escorpio detecta los fallos de un
sistema y, dependiendo del planeta, es arrastrado a lidiar con esos fallos de
un modo u otro.
Lo importante de las profundidades escorpianas es que no
obtendrás el tesoro si no llegas hasta él.
Marte en Escorpio se queda bajo la superficie hasta que
aparece algo que enciende su energía a toda potencia. No importa lo fría que
sea el resto de la carta: este planeta busca el contacto íntimo que transforme
tanto a su «objetivo» como a sí mismo. Una vez está en marcha, es todo o nada.
Quien esté emocionalmente comprometido tendrá a la vista sus fortalezas y
debilidades, lo que es el caso de Marte en Escorpio. Una vez se pone en marcha,
no se detiene hasta que todo ha sido transformado.
En el mejor de los casos es inmensamente eficaz. Los viejos
y trasnocha-dos hábitos son eliminados, se queman ingentes cantidades de basura
y se hace espacio para que entre y crezca nueva vida. Cuando las cosas deben
ser llevadas a su final, limpiadas y resueltas, este Marte cobra todo su valor.
¡Qué gran guerrero es cuando se trata de realizar un verdadero trabajo por
alguien que tiene las ideas claras y que aspira a un bien mayor que el suyo
propio! No obstante, esa clase de trabajo no siempre es una oferta. Mientras no
haya nada que hacer que encienda dicha energía, se deslizará bajo el agua
esperando. Si no hay ningún desafío importante a la vista o la persona se
abstiene de hacer su trabajo transformador porque otras partes de su
personalidad le niegan esa libertad, dará vueltas en círculo y puede parecer
vacío de deseo y pasión.
A Marte en escorpio le veo como un guerrero hecho para
reconocer sistemas y personas que de alguna manera se les impide expresar
plenamente su energía vital. Ésa es su «virtud».
La posibilidad de la transformación inflama sus sentimientos
profundos. Consciente o inconscientemente,
Marte en Escorpio percibe las debilidades y dispara al
blanco. Este instinto puede ser noble o innoble. Las personas con este Marte
poseen el extraordinario poder de penetrar bajo la superficie de aquello que
los atrae y transformarlo por completo. Se deshacen de aquello que está
marchito o es inútil y podan el árbol hasta que su naturaleza esencial es libre
para volver a alimentarse de nuevo. Debido a su poder, éste es un Marte que
realmente exige haber recorrido el camino de la individuación. Si está sin refinar
o es torpe, puede provocar un desastre.
Marte en Escorpio percibe las debilidades y dispara al
blanco. Este instinto puede ser noble o innoble. Las personas con este Marte
poseen el extraordinario poder de penetrar bajo la superficie de aquello que
los atrae y transformarlo por completo. Se deshacen de aquello que está
marchito o es inútil y podan el árbol hasta que su naturaleza esencial es libre
para volver a alimentarse de nuevo. Debido a su poder, éste es un Marte que
realmente exige haber recorrido el camino de la individuación. Si está sin refinar
o es torpe, puede provocar un desastre.
Las personas con Marte en Escorpio pueden trabajar muy duro
durante una increíble cantidad de tiempo. Si otros factores indican una
personalidad sensible y delicada, los desafíos que acepten les empujarán a
diversos extremos en su vida. Pero siempre hay un mundo nuevo al otro lado.
Tienen grandes poderes de regeneración y renovación.
Cualquiera que se halle en la senda de la individuación, el
asunto es dominar a Marte y transformarlo.
Quienes tengan a Marte en Escorpio deberán volver su vista a
Plutón y a sus dispositores para ver cuál es el camino, Si Marte se halla en
otro signo, fijos en el dispositor para ver qué es lo que está siendo empujado
a alcanzar un estado de conciencia menos salvaje. Marte asociado a Plutón
indica una vida en que la única posibilidad de vivir es hacerlo desde la verdad
absoluta. Trabajar ese instinto rudo y primario de supervivencia es la máxima
prioridad. Toda la comprensión, sabiduría y claridad en el mundo no
significarán nada si tu voluntad no se dirige a lograr desarrollar lo mejor y
más elevado de nuestro ser. Para los nativos con Marte en Escorpio o Marte en
un ángulo difícil con Plutón, es una regla infalible que la vida les irá
poniendo obstáculos que exigirán de ellos la confrontación al nivel más
profundo –en última instancia, con uno mismo, pero con los demás para empezar–.
Estos aspectos exigen que uno verdaderamente elija cómo va a expresar sus
deseos, su ira, su pasión. Plutón en aspecto con Marte puede hacerte pensar que
una observación hecha de pasada es una declaración de guerra; y eso mismo puede
iniciar la guerra. Tener a Marte en Escorpio o en un ángulo difícil a Plutón en
una carta está diciendo: «Esta vida trata de la transformación de la voluntad
individual en una Voluntad mayor». Sea lo que sea lo que ocurra, ése es el
tema.
Formamos todos parte de algo mayor –y Marte, como cualquier
guerrero, se siente más satisfecho cuando combate por un premio que está más
allá de su alcance y en nombre de la imagen, territorio, ideal o recuerdo más
preciado. Nos descubrimos a nosotros mismos cuando sabemos a quién servimos.
Cuando nuestro objetivo está claro, estamos en el camino de llegar a ser
nosotros mismos.
MARTE EN PISCIS
A Marte en Piscis le resulta difícil localizar su propia
pasión. Las burbujas de aire deben primero llegar a la superficie.
El deseo y la gratificación son complejos para Marte en
Piscis.
Los nativos con este Marte no necesariamente quedan
satisfechos al obtener lo que quieren. Cuando son niños, están sintonizados con
la tristeza o la decepción de su padre, o se sienten decepcionados por su
causa. Pero a menudo no se trata sólo de decepción. Este Marte tiene muchas
capas; y cuando entre padre y el hijo hay amor y pérdida, deseo, emoción y
decepción, está todo mezclado. He conocido a mucha gente con Marte en Piscis
cuyos padres han sido poderosos en el mundo. Pero el hecho de que encontréis a
Marte en Piscis en sus cartas os dice que ellos sintieron un anhelo distinto
por debajo de la búsqueda del éxito por parte de su padre. Mucha de la gente
que conozco con este emplazamiento siente una gran simpatía por los oprimidos y
los marginados.
Creo que de algún modo ambas cosas están conectadas. Se
trata de un guerrero cuyo padre y abuelo podrían provenir de culturas
diferentes. Ha heredado de ellos más de una manera de conquistar, proteger y
defender su reino. A veces usa una de ellas, y a veces otra, por lo que es
complicado determinar la posición de este Marte. Muchos hilos ancestrales
penden de ese arsenal, de forma que cuando es eficaz, lo es de una forma
maravillosa; pero cuando pierde entusiasmo, nada sin rumbo en círculos y se
enreda en las gruesas cañas del lado sombrío del estanque.
Parece que, a menos que Marte en Piscis actúe en nombre de
otra cosa que no sea su propia gratificación, queda vacío.
Los nativos de cierta edad con Marte en Piscis me dirán:
«No, yo no tengo pasión. ¿Qué es eso del deseo y del afán? Cuando era joven eso
hizo que me metiera en problemas cuando era joven. Lo de la excelencia está muy
bien, quizá. ¿Pero y qué?». Yo trataba de darles una noción de su afán y su
excelencia. Pero ellos no hacían otra cosa que mantenerlos en secreto, ¿verdad?
No es algo que deba verse a plena luz del día, sino que se agotará de
inmediato. Sus colores, como el agua, pueden aparecer y desaparecer. Parece
que, a menos que Marte en Piscis actúe en nombre de otra cosa que no sea su
propia gratificación, queda vacío. Pueden dar vueltas en círculo en el fondo de
la pecera, activando el caso, secreta-mente resentidos y compadeciéndose de sí
mismos. Pero cuando actúan por cuenta de los pobres, los desposeídos o los
débiles, parecen sentir mucha más alegría de esas acciones. Si la oportunidad
de cumplir un sueño sirve también a un deseo secreto de algo distinto, pueden
llegar hasta el final.
Los nativos con este Marte parecen sufrir algún tipo de
pérdida antes de poder abrirse a las dimensiones más amplias de la vida. No
quiero decir que ellos sufran la pérdida más que los demás; pero sí que la
sienten muy profundamente en su alma. Su afán los envía a viajes que prometen
una cosa pero de los que obtienen una cosa distinta. Ese dolor tan agudo amplía
su conciencia al dolor que hay en su alrededor. Pero primero deben perderse en
sus propios sueños rotos y sus desilusiones. Eso puede durar un minuto, una
hora, un mes, pero puede parecer una eternidad. Y entonces algo destella en la
superficie y, antes de que se den cuenta, ya están en movimiento otra vez. En
algún punto hay un momento de claridad; y desde ese momento ellos empiezan a
tener posibilidades de elegir. No todo el mundo acepta ese momento de elección.
Algunos lo toman y otros lo dejan de nuevo. El por qué unos lo hacen y otros no
es un misterio. Pero eso es cierto para cualquier Marte.
Marte en Piscis posee una cualidad impersonal.
Marte en Piscis posee una cualidad impersonal. Honrar
sentimientos que no tienen un orden «racional» os mantiene a salvo del
ahogamiento. Entrar en acción os suscita recuerdos más allá de la memoria y, a medida
que avanzáis, a menudo resolvéis y elimináis problemas del pasado de formas que
ni siquiera entendéis.
A veces Marte en Piscis tiene miedo de actuar, por ser
demasiado consciente de la onda expansiva que sus acciones pueden provocar. En
el agua es posible ver las ondas.
Las personas con Marte en Piscis os perdéis en la
contemplación de las posibles repercusiones. Pero muchos nativos con Marte en
Piscis siguen su hambre de sensaciones, de sentimientos y de éxtasis durante
algún tiempo antes de ser conscientes de los efectos en sí mismos y en los
demás. Cuando se dan cuenta, puede empezar a actuar el impulso hacia la
excelencia. Pero hay algo más con Marte en Piscis. En última instancia, lo que
le excita y carga de energía es traer la libertad a sí mismo y a los demás. Vemos
ahí a Júpiter tras ese anhelo. Si no hay perspectiva de libertad, para este
Marte no vale la pena ganar. Bajo la regencia de Neptuno, nos sentimos libres
de la densidad del tiempo en que todos estamos atrapados. La libertad es la
llamada de las profundidades. Pero esta libertad tendrá muchas caras y adoptará
muchas formas, tantas como nativos de Marte en Piscis hay. Marte en Piscis
tiene algo de jugador. ¿Es debido también a la regencia de Júpiter? Es distinto
a Marte en Sagitario, al que no le importa aceptar riesgos. En su caso, se
trata de lidiar con algo más oscuro. A veces lo apuesta todo por algo tan
oscuro que nadie es capaz
Para progresar hacia el reino de la excelencia con Marte en
Piscis, tenéis que capear las olas de vuestro anhelo de intimidad, de
totalidad, de unión. Ciertas personas y cosas pueden suscitar ese anhelo
derramándose en vosotros, pero sólo cuando hayáis pasado por las suficientes
desilusiones encontraréis el camino que lleva a la libertad. No importa con qué
meta esté soñando vuestro Marte: sólo podréis alcanzarlo dejándolo ir en un
punto determinado, dándole la libertada. Tan pronto deis rienda suelta a vuestro
entusiasmo para seguir las oleadas de energía entre vosotros y vuestro
objetivo, es más probable que seáis llevados hacia éste. Pero debéis estar
dispuestos a sacrificar vuestro anhelo con tanta frecuencia como aparezca, para
llegar a alcanzar vuestro propio potencial para el éxito y para el
cumplimiento.
Me pregunto cuántos de vosotros habéis llegado al punto en
que podéis dominar vuestros deseos en vez de ser dominados por ellos. ¿Cuántos
de vosotros sabéis qué deseos os llevarán actuar de forma que estéis más
preparados para la vida, y cuáles de ellos os alejan de vuestro verdadero ser?
Son preguntas que deberíamos hacernos a nosotros mismos para que, cuando Marte
sea estimulado –ya sea para conquistar, ganar, sacar provecho, proteger o
defender–, seamos capaces de elegir aquello que nos proporcionará dirección y
control sobre nuestra vida. Que digamos sí o no a Marte no es la cuestión. Se
refiere más a reconocer el momento en que uno elige y ser consciente de a dónde
llevan las decisiones que tomamos. Esta capacidad de elegir evoluciona al
reconocimiento de que determinadas opciones abren puertas a caminos que
conducen a una mayor satisfacción que otros. Cuanto más ejercitemos la
capacidad de elección al inflamarse Marte, mayor será nuestra capacidad de
elegir aquellas dimensiones en que nosotros llevaremos las riendas de nuestra
vida. Esto nos conducirá a lugares en que seremos capaces de seguir el impulso
interior que es mayor que la mera satisfacción de nuestra voluntad personal.
Paradójicamente, esto acaba siendo mucho más satisfactorio que la sola gratificación
personal. No estoy segura de que ese impulso hacia la virtud, hacia el
desarrollo de uno mismo hasta lo máximo, más elevado y más excelente que uno
pueda llegar a ser es algo innato en algunas personas y no en otras, o si es un
potencial que existe en toda persona. Mi propio bagaje cultural y educación me
inclinan a creer que es un potencial en todo el mundo. No todo el mundo quiere
eso. Mucha gente simplemente quiere lo que quiere y no se plantea esforzarse en
el proceso de individuación ni buscar la excelencia. Pero para quienes están
dispuestos a hacer el esfuerzo, conocer el propio Marte y sus formas de
expresión ruda o pulida es la mejor manera de empezar.
MATONES Y GUERREROS
POR LIZ GREENE
Cuando nos fijamos en Marte, contemplamos un principio
arquetípico de cuyo lado oscuro tenemos un miedo muy comprensible. Por otro
lado, sin este principio arquetípico carecemos de la capacidad de funcionar en
el mundo, así como de crear una mejor realidad tanto individual como
colectivamente. El problema de Marte es urgente e intensamente importante para
todo astrólogo. Cada cliente con que nos encontramos tiene algún problema con
Marte, así como podemos tenerlo nosotros mismos, porque hay un problema colectivo
no resuelto con Marte que nos afecta a todos.
Cuando a este planeta se le niega una expresión consciente,
irrumpe de forma compulsiva, así que podemos observar algunas de sus
manifestaciones características como la violencia gratuita, tanto perpetrada
como sufrida–, así como muchos tipos de síntomas y trastornos psicosomáticos. Y
a menudo, el estado psicológico oculta a un Marte furioso acechando bajo la
superficie.
Algunos de los mitos acerca de los dioses guerreros nos
pueden decir mucho sobre la naturaleza de Marte.
En la astrología, cada planeta simboliza un patrón
arquetípico en la vida –lo que los antiguos denominaban dioses–.
Se encuentre donde se encuentre Marte en nuestra carta, nos
acaloramos con aquellas cuestiones mundanas que suscitan nuestra propia
vulnerabilidad individual y nuestro deseo de desatar la agresión.
MITOS Y PSICOLOGÍA MARCIANA
LA LUCHA POR NACER: MARDUK
Marduk es un dios babilonio del fuego tanto con cualidades
solares como marcianas. Hoy me concentraré en éstas últimas3. Marduk y sus
hermanos y hermanas divinos estaban encerrados en el útero de Tiamat, la gran
madre-agua. Cuando esos dioses menores fueron amenazados de extinción, Marduk
fue el único que tiene la iniciativa de luchar por su supervivencia.
Planta cara a Tiamat y se las arregla para destruirla antes
de que lo haga ella. De su cuerpo inerte Marduk crea el cielo y la tierra. Por
tanto, este ardiente dios guerrero es el creador del mundo manifiesto.
Los babilonios imaginaron el principio de la creación como
una terrible batalla que exigía heroísmo y coraje. La imaginería de este mito
de la creación describe una dinámica psicológica relevante en cualquier
situación en que es necesario sobrevivir mediante la lucha y la separación. La
imagen de Marduk destruyendo a su madre y construyendo el mundo a partir de su
cuerpo no es sólo un retrato simbólico del nacimiento físico. También es un
retrato del surgimiento del individuo –el nacimiento de la conciencia
individual–. Se trata tanto de un nacimiento psicológico como biológico.
Sabemos que el nacimiento físico es una lucha a vida o muerte.
En la carta asociamos el nacimiento con Aries y la casa I y,
más específicamente, con el Ascendente. No obstante, puede que no nos demos
cuenta de que el nacimiento psicológico requiera también una batalla. Queremos
que nuestro desarrollo individual discurra de forma plácida, armónica y sin
preocupaciones. A pesar de nuestros deseos, emerger como individuos separados
supone una especie de guerra, ya sea que ese nacimiento implique una toma de
postura como individuos frente a la familia o contra el colectivo. Es difícil y
doloroso aceptar el hecho de que debemos luchar y matar –esperemos que no en
sentido literal, sino simbólico–. Sólo la victoria asegura nuestra
supervivencia.
GUERRAS INFANTILES
La batalla forma necesariamente parte del desarrollo de
nuestro ego en la infancia, que es la razón de que el mito de Marduk siga
teniendo eco y relevancia en la actualidad. Tenemos que luchar primero para
nacer. Luego tenemos que luchar para lograr nuestra autonomía psicológica.
Hemos de pelear con nuestra madre por cada centímetro del camino. Gritamos
cuando tenemos hambre. Pataleamos y nos retorcemos cuando somos tomados en
brazos contra nuestros deseos. Luchamos contra la limitación no sólo de los brazos
de nuestra madre, sino de nuestra torpeza y falta de coordinación de
movimientos. Nos enfurecemos cuando nuestros brazos y piernas no hacen lo que
nosotros queremos que hagan. Llegamos así a una etapa que se denomina la de los
«terribles dos años» en que, no importa lo bien enseñados que estemos, debemos
pelear por romper los límites que se nos han impuesto. Cogeremos rabietas,
patearemos el suelo, berrearemos, escupiremos el puré de patatas y aguantaremos
la respiración hasta volvernos azules. Nos afirmamos como seres separados
frente a nuestra madre y exigimos el reconocimiento de nuestra voluntad
separada. Si no podemos hacer esto, no llegaremos a convertirnos en verdaderos
individuos. Si no consideramos esta clase de comportamiento como una amenaza es
sólo porque los bebés son de pequeño tamaño. Si una persona ya crecida, alta,
melenuda y de musculatura imponente, coge una rabieta, seguro que saldremos
corriendo en dirección contraria. Como espero que todos hayáis reconocido, los
«terribles dos años» coinciden con el primer retorno de Marte, porque Marte
tarda dos años en dar la vuelta completa al zodíaco.
Cuando vuelve a su lugar natal por primera vez, nos ponemos
en modo de pelea. Nuestro espíritu combativo se despierta e intenta afirmar su
identidad. Toleramos esto en nuestros propios hijos. Lo toleramos incluso –o lo
intentamos tolerar, al menos– cuando oímos chillar al niño de alguien en un
restaurante o supermercado, porque sabemos que es sólo un niño pequeño y que no
puede hacernos daño. Sin embargo, la rabia del niño es una rabia asesina. Hemos
olvidado ya la cantidad de rabia que se necesita para afirmarnos como seres
separados. Cuando sentimos esta rabia de adultos, nos aterroriza.
Durante el primer retorno de Marte intentamos solucionar el
problema de cómo manejar nuestra ira. Pero es posible que lleguemos a la edad
adulta sin saber si poseemos la capacidad de contener esa ira. ¿Qué ocurre con
esa ira si crecemos sin saber cómo manejarla? La mayor parte del tiempo la
reprimimos.
¿Cuántos de vosotros tenéis problemas para decir «¡No!»?
Desde luego, hay mucha gente que intenta ejercitar el arte
de la intimidación con independencia de lo auténtico que sea nuestro rechazo.
Entonces, nuestro rechazo debe ser reiterado más de una vez y quizá de una
forma más imperiosa: «¿Qué parte de «no» no entiendes?» o, si el acosador es
especialmente insistente, «¡Vete a tomar por culo, cabrón!». Afortunadamente,
la mayoría de la gente no es tan obsesiva en cuanto a su deseo de hacer lo que
le dé la gana, ni desprecia tanto el derecho de los demás a tomar sus propias
decisiones. Desgraciadamente, solemos encontrarnos con este tipo de personas en
la infancia y suelen ser nuestros padres. Ésta es la razón por la que Marte
puede suponer un problema enorme en la edad adulta. Aun siendo adultos hechos y
derechos, podemos sentirnos como niños ante padres-dioses apabullantes y
entonces perdemos la confianza en nuestras propias fuerzas. Nuestro «¡No!»
suena como un balido de oveja y no se toma en serio. Para que un «¡No!» suene
auténtico, exige un uso consciente de Marte. Cuando la afirmación de nuestra
voluntad enmascara una poderosa ambivalencia interior, los demás no nos creen y
usarán su propio Marte para arrebatarnos lo que quieran. Si esperamos que los
demás respeten nuestra autonomía, es necesario que nos respetemos profundamente
a nosotros mismos. Entonces nuestro «¡No!» significará realmente «¡No!» y no
habrá lugar a equivocación alguna, aun cuando se exprese de forma suave y
delicada.
No debería sorprendernos que estas personas un día
explotaran y se liaran a puñetazos. No pocas veces descargan su ira sobre su
pareja o a sus o, en circunstancias muy extremas, se vuelven violentos contra
cualquiera que se interponga en su camino.
La parte complicada de trabajar creativamente con Marte es
que la existencia de aquello a lo que todos parecéis temer es inevitable.
Expresar a Marte, incluso de maneras positivas y como afirmación de la vida, a
veces nos alejarán de los demás. Si no estamos de acuerdo con otra persona y
deseamos afirmar nuestros propios deseos, corremos el riesgo de no gustar a los
demás –particularmente a aquellos que necesitan controlar el mundo a su
alrededor–. Podemos perder el amor de los demás, si es que la palabra «amor» es
la adecuada, y nos sentiremos rechazados. Podemos ser acusados de malas
personas; incluso podríamos estar de acuerdo con esa acusación.
Cualquier estructura social establece ciertos límites a
Marte.
En orden a la convivencia, Marte debe ser educado y
canalizado constructivamente. Pero cada uno de nosotros necesita afirmar su
voluntad individual, así como sus deseos y metas individuales. El experimento a
gran escala del comunismo soviético se colapsó en gran medida porque exigía la
eliminación absoluta de la voluntad individual. En Inglaterra no vivimos en una
sociedad tan opresiva, si bien sufrimos una forma más sutil de opresión. Es
algo más profundo y antiguo que la ideología, de motivación religiosa más que
política e impuesto a millones de personas de forma inconsciente más que
consciente. Se ha incorporado a la cultura occidental durante dos mil años. Si
aceptamos el concepto de «era astrológica», durante los últimos dos mil años la
psique colectiva ha sintonizado con los valores de Piscis/Neptuno. Marte es
enemigo natural de Neptuno. Allí donde domina el anhelo neptuniano de fusión,
Marte resulta castrado. Si creamos y vivimos en un mundo en el cual los valores
neptunianos se consideran el máximo bien, inevitablemente Marte se convertirá
en el «malo de la película». Ése es el papel que se asignará a la
autoafirmación y al impulso competitivo. No puede ser de otra manera. Un
individuo podría integrar ambos principios de muchas maneras. Pero arquetípicamente
son enemigos mutuos.
La lucha por afirmar la individualidad está encapsulada en
el mito babilónico de Marduk. Pero Marduk no es una imagen que nos resulte
simpática, debido a nuestras proclividades neptunianas. No debemos enfadarnos.
No debemos afirmar nuestros deseos egoístas. No debemos mostrar instintos
competitivos. Debido a este patrón profundamente insertado en la psique
colectiva, tenemos muchos problemas con Marte, que comienza con una pequeñez
como no ser capaces de decir «¡No!». Dado que no estamos en contacto con Marte,
tenemos miedo de nuestra propia ira. No conocemos sus límites y tampoco tenemos
idea de si podremos mantenernos en equilibrio y canalizarlo constructivamente.
Nuestra ira es un monstruo que nos aterrorizaría si rompiera los barrotes de su
celda; y si hiciera tal cosa, estamos convencidos de que lo destruiría todo en
su rabia destructiva, sin que nosotros pudiéramos hacer nada al respecto.
Naturalmente esto se convierte en una profecía autocumplida, pues la erupción
de un Marte furioso es precisamente lo que ocurre en nuestras ciudades del
mundo occidental.
Mucha de la violencia colectiva que vemos, sobre la que
leemos o sufrimos es la expresión patológica de Marte. Esto crea su propio
círculo vicioso. Estamos aterrorizados de expresar el planeta porque creemos
que su habitual expresión negativa en el mundo es su verdadera naturaleza. Y el
miedo a expresar este planeta a lo largo de los siglos ha contribuido sin duda
a la forma en que se expresa en nuestros días. Por esta razón es necesario que
miremos más de cerca las raíces y la naturaleza de la crueldad. La crueldad
gratuita no es un atributo inherente al dios de la guerra.
ARES, EL DIOS SIN PADRE
Vamos a movernos hacia el dios griego de la guerra, Ares.
Nos encontramos con él por vez primera en la Ilíada de Homero, en que su nombre
es sinónimo de guerra.
En el poema se dice que otorga un valor salvaje a los
hombres y diversos héroes se comparan con él al prepararse para enfrentarse a
sus enemigos. No debe sorprendernos, pues, que luche en el mismo lado que
Apolo, y que cumpla los deseos del dios Sol. También hace algo que ningún otro
dios hace en este gran poema épico: lucha en verdad contra los griegos como si
fuera un guerrero humano ordinario. En otras palabras, se manifiesta en el
plano terrenal, en el nivel corporal, mientras que los otros dioses influyen en
la batalla de forma invisible, desde arriba. Esto es relevante para nuestra
comprensión del Marte astrológico, no sólo de su naturaleza física e
instintiva, sino de las formas en que un Marte bloqueado tiende a somatizarse a
través de la enfermedad física.
El principal enemigo de Marte entre los dioses, como lo
cuenta Homero, es Atenea. Es también una diosa de la batalla, pero sus
posiciones son rigurosamente antitéticas. Ares, el guerrero masculino, es
concebido por Hera sin ayuda del semen masculino. Por su parte Atenea, la
guerrera femenina, es concebida por Zeus sin ayuda de un útero femenino. La
mitología acredita que Marte violó y embarazó a muchas mujeres. Su nombre
romano, «Marte», deriva de la raíz mar o mas, que describe la fuerza
generadora. En contraste, Atenea es la suprema diosa virgen. Está dotada de una
gran sabiduría, de la que Ares lamentablemente carece, hasta el punto de que en
el fragor de la batalla no es capaz de distinguir entre amigos y enemigos.
Atenea es una diosa querida por todos los dioses, mientras que Marte es odiado
y a veces temido por ellos. En la Ilíada, un enfurecido Zeus apostrofa así a
esta criatura pendenciera del reino ctónico: Tu placer siempre ha sido la riña,
la guerra y la lucha. De tu madre heredaste ese ánimo inicuo y soberbio, de
Hera, a quien con palabras no puedo meter en cintura4.
Hera da a luz a Ares como represalia por el insulto de Zeus
a su naturaleza instintiva. Esto nos dice algo muy importante sobre el Marte
astrológico. Aunque la imagen mítica es indiscutiblemente y exageradamente
masculina, este dios sin padre no tiene parentesco alguno con el reino
celestial de Zeus. ¿Qué nos dice eso de la naturaleza de la energía de Marte y
de su expresión?
Que está en el cuerpo.
Marte pertenece al reino de los instintos y del cuerpo. No
es un principio espiritual y no tiene nada que ver con el intelecto, la visión
o la aspiración. Marte es la sangre roja que nos mantiene vivos, la adrenalina
que nos permite movilizarnos para el ataque o la defensa. La guerra es una
dimensión inevitable de esta deidad porque todo ser vivo debe luchar para
preservar su territorio. La naturaleza no es un lugar pacífico. Nos gusta
imaginarla como llena de verdor, con grandes árboles, florecitas y mariposas
revoloteando alrededor. Pero si observamos más de cerca, deberemos forzosamente
reconocer que, en efecto, es violenta. Siempre hay una batalla en marcha.
Luchar para preservar el territorio, para ganarlo, para
emparejarse, para procrear, para liderar la manada: todas ellas son funciones
marcianas. Plutón está más relacionado con la evolución general y la
supervivencia de las especies; pero la supervivencia no implica necesariamente
una lucha; y en cuanto a la supervivencia de la especie, puede exigir una
capacidad de adaptación o la extinción de una forma particular de vida o
especie.
Marte es un planeta personal y simboliza el principio de la
lucha en cada organismo individual. Muchas especies animales construyen su vida
alrededor de ese principio de lucha. El líder de la manada debe luchar para
mantener su dominio sobre los otros.
Este principio también funciona en el nivel humano. Tiene
sus propias leyes, que hunden sus raíces más en el instinto que en el
intelecto.
Marte puede ser reprimido, herido o aprovechado
creativamente; pero no se puede modificar su naturaleza fundamental, ni a
través de concepciones uranianas de igualdad y progreso social, ni por sueños
neptunianos de unidad cósmica. Es un principio extremadamente personal que se
moviliza por una criatura, rebaño, manada o tribu específicos.
Marte es sensible a las obligaciones del parentesco y a la
inspiración de una causa – esta faceta de la naturaleza del dios de la guerra
es evidente en muchos mitos– pero no podemos hacer que Marte se mueva por
principios ideológicos abstractos. Si luchamos en nombre de un grupo, debe
existir algún tipo de vínculo personal, algún tipo de inversión que es tanto
emocional como instintiva por naturaleza y que sirve al individuo. El êthos
comunista es un êthos que intenta negar la realidad de Marte. Esto no ha funcionado
jamás. No podemos erradicar a ningún planeta; y es una idea particularmente
pésima intentar erradicar a Marte.
Ciertas posiciones por signo y casa y aspectos añaden un
elemento cerebral a la expresión de Marte. Pero esto tiene más que ver con la
coloración y la canalización de la energía marciana que con la alteración de su
naturaleza.
Marte en Acuario o Libra, o en aspecto a Urano, pueden
insistir en la ética o la responsabilidad social hasta el punto de limitar
aquellas facetas más brutales de Marte y el individuo prefiere perseguir sus
metas en un contexto de cooperación más que de competición. Pero en sí mismo el
principio de Marte no cambia: únicamente luchará «por mí y por lo que es mío».
En el mito, Ares es una criatura tribal. No le interesa lo
más mínimo el funcionamiento general del cosmos. Lucha porque para él tiene
sentido y porque le gusta la lucha por sí misma. A diferencia de Atenea, no se
plantea que exista un todo mayor. Por esa razón en la Ilíada parece muy
estúpido. No obstante, no es en absoluto estúpido cuando se mueve en su propia
esfera. Pero simplemente no ve el panorama general.
Somos criaturas centradas en nosotras mismas, criaturas
tribales; y todos tenemos a Marte en la carta. Claro que también tenemos otros
factores; pero sería más sabio aceptar la dimensión marciana de la naturaleza
humana y trabajar constructivamente con ella, en vez de fingir que podemos
erradicarla o trascenderla.
El componente tribal de nuestra naturaleza es la razón
última de muchas guerras, aunque nos guste pensar que entramos en guerra para
defender unos ideales elevados. Eso es una verdad a medias en ciertos casos. No
obstante, Marte tiene siempre una motivación egoísta. De otro modo, la gente no
lucharía ni arriesgaría su vida.
Cuando se nos pide que ignoremos nuestros deseos personales
y que luchemos en nombre una abstracción, Marte se molesta mucho. Entonces
tanto puede que rechacemos luchar –lo que ocurrió durante la guerra de Vietnam–
o que utilicemos esa abstracción como excusa para desatar luchas y venganzas al
abrigo de una ideología, como ocurrió en Irlanda del Norte o en la Europa
oriental. Contemplamos con condescendencia y desprecio las guerras tribales,
como las que tienen lugar en África. Pero nuestra hipocresía disfrazada de
nobleza no favorece en absoluto el uso más creativo de la energía de Marte.
FUNDACIÓN Y CONQUISTA: EL MARTE ROMANO
Dios de la guerra es también un dios protector; y la
civilización que más poderosamente se identificó con esta cualidad fue el
Imperio Romano. Marte fue una deidad venerada y honrada en la Roma antigua.
Los romanos creían que Marte fue su dios fundador. Conforme
al mito, Marte sedujo y embarazo a la virgen Rea Silvia, hija de uno de los
reyes itálicos. Dio a luz a dos gemelos, los cuales fue obligada a abandonar
porque su padre no la creyó cuando dijo que había sido seducida por un dios. Al
igual que Moisés, fueron colocados en una canastilla y dejados a la deriva en
el río, siendo encontrados por una loba que el dios había enviado. La loba los
amamantó y así pudieron sobrevivir. Fueron criados por un amable pastor hasta
que llegaron a la edad adulta y se convirtieron en Rómulo y Remo. En el proceso
de sentar las bases de la ciudad de Roma se desató una feroz competición entre
los hermanos. Remo trató de asesinar a Rómulo, que a su vez mató a Remo en defensa
propia. Este mito, en el corazón de la idiosincrasia romana, se nos muestra
acompañado de varios temas característicos de Marte: supervivencia ante un gran
peligro, una relación positiva con el reino de lo instintivo, un instinto
competitivo que estalla en un feroz combate y una urgencia a construir algo
concreto y duradero en el mundo material.
El poder y la invencibilidad de la máquina de guerra romana
refleja, tanto en sus tácticas como en sus símbolos, el mucho valor que se
atribuía a Marte. En la antigua Roma, más que en Grecia, Marte fue asociado al
honor. Él también exigía honor, lealtad y heroísmo de sus devotos. No intento
idealizar el espíritu de conquista brutal y despiadado que impulsó al Imperio
Romano. Ni tampoco estoy insinuando que el honor, la lealtad y el heroísmo
estén ausentes en nuestros ejércitos actuales. Pero si lo que buscamos es
entender mejor a Marte, hemos de considerar de qué forma tan diferente vemos la
guerra hoy en día. En este siglo XXI «iluminado», queremos hacer la guerra sin
Marte.
Sea lo que sea esta energía (marciana), cuanto más
civilizados y espirituales nos volvemos, más perdemos el contacto con ella y
por tanto, más inadvertidamente enviamos al inconsciente pautas de
comportamiento que son cualquier cosa menos honorables.
La violencia psicológica, que no nos hace sangrar, está todo
el tiempo tanto en nuestro interior como en lo que nos rodea. Si no podemos
soportar la idea de la violencia, especialmente de la necesaria, no podremos
lidiar más con ella en el nivel invisible que en el físico. Y si no podemos
hacerlo de puertas adentro, nos colocamos en una posición de increíble
vulnerabilidad y quizá seamos propensos tanto a atraerlo desde el exterior como
a expresarlo inconscientemente. Como todos los demás planetas, un Marte
problemático es una circunstancia heredable. Puede transmitirse de generación
en generación y puede ser absorbido por el colectivo. Si hemos nacido o hemos
pasado nuestra infancia en tiempo de guerra, podemos tener una reacción
particularmente poderosa cuando observemos la violencia colectiva en la edad
adulta. Si hemos nacido a una familia en la que nuestros padres vi-vieron la
guerra o fueron sometidos a algún tipo de violencia colectiva, o si nosotros
mismos lo fuimos por un padre incontrolado o un vecino peligroso, entonces,
obviamente, ver cómo se muestra la violencia en el cine puede molestarnos
profundamente. Y todos somos distintos en cuanto a la fuerza de Marte en
nuestra carta. Algunas personas son simplemente más «marcianas» que otras. Pero
no creo que la solución sea evitar el problema. Necesitamos llevar a cabo algún
tipo de trabajo interior al efecto de poder enfrentarnos a estas cosas sin
salir corriendo. Salir huyendo de las expresiones colectivas de Marte no ayuda
a fomentar una relación positiva con el propio Marte.
MARTE EL DEPORTISTA
Aparte del cine y de algunos videojuegos, el deporte es la
única esfera en que aprobamos la expresión de Marte.
Quizá porque muchas otras esferas están vedadas al planeta,
se dan gran cantidad de comportamientos destructivos en el deporte. La histeria
que se desata en los partidos de fútbol y la violencia que estalla después de
ellos sugieren que hay un montón de rabia y frustración reprimidas que se
absorben por un canal demasiado estrecho. Hay demasiada energía marciana en un
partido de fútbol para contenerla.
Enfrentarse al hecho de que estas cosas están tanto fuera
como dentro de uno –y que forman parte intrínseca de la existencia y de la
naturaleza humana– parece ser muy importante para establecer una relación
positiva con Marte. No podemos enfrentarnos creativamente a Marte si rehusamos
reconocer la realidad del mundo que nos rodea y en nuestro interior.
Si hay violencia en la historia de la familia, es mucho más
difícil trabajar constructivamente con Marte, porque todos sabemos que es un
ejemplo negativo o patológico. Pero en tal caso es incluso más urgente que no
salgamos huyendo y que reconozcamos los usos positivos de la ira y de la
agresión y el apoyo vital que puede proporcionar cuando hemos de luchar por
nuestra vida.
Cuando se utiliza para preservar la vida frente a un gran
peligro, sí. La violencia puede llevar muchas máscaras. Puede ser de valor
analizar cuidadosamente a qué propósito positivo podría servir antes de
condenarla totalmente. Si no sirviera a propósito alguno, entonces no habría
lugar a Marte. Al dios nunca se le habría rendido culto. Tenemos que descubrir
cuál es el bien que puede hacer no sólo por los demás sino también por
nosotros.
El instinto de fuga está también conectado con Marte. Es una
forma de lucha –uno escapa corriendo para protegerse–. Todo el mecanismo de
lucha o fuga, tal y como lo vemos en la naturaleza, es un reflejo del instinto
marciano de preservar la vida. Es un acto positivo y decisivo.
En el nivel práctico puede ser prudente. También, en
determinadas situaciones, el diálogo puede ser una solución incluso más
inteligente. Ésa es una estrategia más conectada con Atenea que con Ares.
Pueden darse varias opciones. Pero a veces pelear es la única opción.
EL ENTRENAMIENTO DEL GUERRERO
Nuestra idiosincrasia occidental está imbuida de un êthos
neptuniano que denigra a Marte. Hemos heredado una perspectiva astrológica que
clasifica a Marte y a Saturno como planetas «maléficos». En tiempos recientes
Saturno ha sido un poco rehabilitado porque la astrología se ha vuelto
psicológicamente más sofisticada. Pero Marte sigue siendo el bruto del sistema
solar y es percibido a menudo de una forma exageradamente simplista. Admiramos
en Occidente los atributos marcianos cuando se exhiben en los deportes y las
proezas sexuales. La iniciativa y el valor son aceptables en la medida en que
se demuestra que están al servicio de la comunidad. El coraje en la guerra fue
objeto de admiración hasta tiempos bastante recientes, pero hoy se considera al
héroe de guerra individual un sociópata y los ataques vandálicos a los
memoriales y cementerios militares es ya un lugar común. En nuestro entorno
específico –y por tal entiendo al conjunto de astrólogos, psicoterapeutas,
estudiantes de filosofía o esoterismo, o transitan por un camino espiritual–,
Marte es especialmente inaceptable. Se supone que hemos de «trascender» nuestra
«naturaleza inferior».
Marte sigue siendo «maléfico» para nosotros; y, en nuestros
esfuerzos por ser «buenos» y personas socialmente conscientes, es posible que
fracasemos en entablar una relación positiva con este planeta.
Podemos aprender mucho de Marte relacionándonos con los
animales. Siempre creí interesante y llamativo el hecho de que las enseñan-zas
cristianas no reconozcan que los animales tienen almas. El entrenamiento de un
animal como un perro o un caballo es muy similar a la manera en que nosotros
«entrenamos» a Marte en vez de suprimirlo. No es una cuestión de pegar un palo
en la cabeza a nuestro perro cuando ladre en el momento equivocado. Debemos
honrar y respetar a nuestro animal y al mismo tiempo, ganarnos también su
respeto. En vez de intentar quebrar su voluntad, podemos establecer una
relación con él que implique cariño, paciencia, disciplina repetitiva y
firmeza. En esa relación no puede haber crueldad o humillación, porque de esa
manera el animal nunca volverá a confiar en nosotros y se volverá apático y
depresivo, o salvaje y vengativo. Tratar con Marte en un niño requiere la misma
clase de amor, paciencia, respeto, disciplina repetitiva y firmeza. Pero
triste, aunque comprensiblemente, muchas madres no pueden enfrentarse a la ira
del niño porque están muy cansadas o ellas mismas tienen un problema no
resuelto de ira. No saben qué hacer con el niño chillón. Entonces, o bien le
sueltan un tortazo, le aplacan con caramelos u otro tipo de regalos o simplemente
le ignoran y dejan que siga chillando. La energía marciana necesita contención
sin ser suprimida.
Un bebé Marte necesita un Marte mayor al que admirar. Los
padres que son fácilmente amedrentados por su hijo criarán a un niño que no
respetará los límites de los demás. Pero no podemos simplemente fingir que
poseemos la asertividad marciana, porque el niño percibirá nuestra ansiedad
subyacente. La expresión de la ira en el medio familiar es muy importante: no
sólo el hecho de que se exprese, sino la forma en que se expresa. Una discusión
feroz que limpia el aire, deja que salgan los verdaderos pensamientos y
sentimientos y permite que haya espacio para posteriores disculpas es
preferible a una atmósfera de rencor y veneno encubiertos. Un niño necesita ver
que la ira se expresa de una forma limpia y honesta. Todo el mundo se grita, se
chilla y se dice cosas desagradables mutuamente; pero eso no importa porque hay
amor y respeto bajo la tormenta. De esta manea podemos aprender a enfrentarnos
a la ira sin ser aterrorizados por ella.
Los problemas con Marte acaban a menudo en el diván del
terapeuta, porque la ira de los dos años debe ser dirigida a alguien que pueda
contenerla. Las personas que tienen graves problemas con Marte pueden necesitar
a alguien a quien sientan lo bastante seguro para odiarle y enfadarse con él,
alguien que no huirá aterrorizado o tome represalias violentas contra ellos.
Muchos niños son reprimidos violentamente cuando exhiben su ira. Esa ira
dispara a su vez la ira del progenitor, y el niño recibe una bofetada o es
sometido a algún tipo de crueldad o se intenta quebrar su voluntad. O es
apaciguado con recompensas, lo que transmite el mensaje de que la intimidación
funciona. El niño de dos años puede seguir acechando en el interior del adulto,
buscando todavía un padre contra el cual ellos puedan lanzar su ira, al efecto
de aprender un respeto por los límites y los valores que ellos puedan luego
interiorizar.
CÓMO SE PUEDE CASTRAR A MARTE
Hay muchas maneras de castrar a Marte.
No siempre hemos de dar por sentado que hubo un padre
violento que decía: «Si te enfadas conmigo te voy a moler a palos». Un padre
puede también castrar a Marte diciendo: «Me hace mucho daño tu comportamiento
egoísta. Si te enfadas conmigo me pondré muy triste y voy a enfermar. Estás
siendo desagradable y cruel. Y después de todo lo que he sacrificado por ti…».
Ésa no es una manera constructiva de manejar los deseos marcianos de otra
persona. Es un arma arrojadiza que se usa no sólo en las relaciones entre padres
e hijos, sino también en las relaciones adultas. Por más desagradable que sea
una confrontación abierta, está ahí y uno puede elegir cómo tratar con ella.
Pero las conclusiones encubiertas son anatema para Marte.
Cuando a una persona se le hace sentir culpable por mostrar
enfado, especialmente cuando éste está totalmente justificado, la rabia cambia
de sentido y se acumula dentro de uno. Entonces, un día explota –ya sea contra
uno mismo o contra los demás–. Marte no puede con la manipulación emocional.
Incluso en los signos de Agua, más inclinados a la sutileza que a la
autoafirmación directa, esta clase de ambiente puede herir a Marte. Las cosas
pueden empeorar, porque Marte en signos de Agua tiende de todos modos a evitar
la confrontación y la atribución de la culpa alrededor de cualquier
manifestación de agresividad refuerza la tendencia a reprimir las exhibiciones
abiertas de sentimientos marcianos.
Ubicado en la casa la XII, Marte habita en un mundo
submarino que es ajeno a su naturaleza. Ésta es la casa del inconsciente
familiar. Marte en la XII sugiere un daimon familiar marciano que probablemente
ha sido suprimido o expresado de mala manera durante muchas generaciones.
Por naturaleza, Marte necesita claridad. Prefiere que
todo esté a la vista, en el escaparate. En la casa XII, la necesidad de Marte
de expresar su voluntad y sus deseos personales puede ser erosionada por las
invisibles corrientes emocionales subterráneas provenientes de la psique
familiar.
Estas no nacen exclusivamente de los padres, sino de
pautas que descienden de varias generaciones –pautas de las cuales los propios
padres son víctimas–. Esto puede crear un montón de confusión acerca de los
límites, debido a la receptividad y sensibilidad a las atmósferas colectivas. A
menudo hay una ira acumulada en la psique familiar y el niño con Marte en la
casa XII puede percibirla, pero no diferenciar de dónde viene. Puede ser
abrumador y aterrador porque es la ira de los antepasados.
¿Sientes que la relación con tu marido es sincera? Eso es
esencial para un niño con Marte en la casa XII. La historia de la familia es
importante también. Pueden existir problemas que sientas que tú y tu marido
sintáis que habéis resuelto entre vosotros, pero que siguen afectando a la
psique familiar a partir de generaciones anteriores. Los niños no tienen a
Marte en la casa XII porque hayáis hecho algo «malo». El emplazamiento no es
maléfico en sí. Es una afirmación acerca de la sensibilidad a ciertas atmósferas
emocionales y refleja una profunda conexión con problemas ancestrales con
Marte, que en sí misma es enormemente creativa. El coraje y el espíritu
aventurero o de cruzado forman parte de ese daimon familiar. Si estas
cualidades no se expresaron durante varias generaciones o lo han sido en una
forma destructiva, puede dar la sensación de que la ira y la frustración se han
infiltrado en la atmósfera familiar y los niños pueden sentir que no es seguro
tratar con la energía marciana. Pueden sentirse perturbados por toda esa
energía marciana no expresada que se respira en la atmósfera, por lo que es
especialmente importante para ti y para tu marido ser muy sinceros entre
vosotros y con los niños. Es necesario que seáis claros acerca de la ira y de
los límites. Animad a los niños a expresar abiertamente lo que quieren y sed
directos al afirmar lo que vosotros queréis. No os permitáis ser inducidos a un
comportamiento manipulador, porque los niños sienten eso profundamente.
MARTE EN ACUARIO: EL GUERRERO ÉTICO
Marte en Acuario. ¿Cómo entendéis vosotros la posición de
Marte por signo? ¿Qué es lo que describe?
Es el emplazamiento por casa lo que indica dónde está la
acción. Los signos no describen esferas de la vida externa. El signo en que se
halla Marte es el estilo, la indumentaria que lleva Marte. Este Marte se
expresaría de una forma acuariana. ¿Qué forma es ésa? Una forma espiritual.
En Acuario, Marte es ciertamente más consciente de la
dinámica social y más limitado por los ideales sociales y los códigos éticos
que cuando se emplaza en otros signos. Conceptos como imparcialidad y respecto
por los derechos de los demás mantienen a raya la tendencia de Marte a la
agresividad y a mirarse el ombligo. El Aire aporta a Marte una cualidad
cerebral. Es menos asertivo y más civilizado en los signos de Aire.
No estoy tan segura de que Marte actúe en beneficio del
grupo. Yo diría que actúa con la conciencia de que existe un grupo. La
indumentaria acuariana mantiene bajo control la inclinación marciana a la
autogratificación. Pero en última instancia, Marte necesita servir al propósito
del desarrollo individual, simbolizado por el Sol.
Marte sirve al Sol y a sus metas.
Emplazado aquí, Marte en Acuario es extremadamente sensible
a las exigencias de los demás. Opera con una constante sensación de vivir
dentro de un sistema, de una comunidad. No puede ignorar del todo la entidad
mayor de la cual el individuo forma parte. Éste es un Marte con principios,
pero la característica «civilizada» le roba parte de su fuego.
La necesidad de una justificación racional para el instinto
de autoafirmación es típica de Marte en todos los signos de Aire. Eso, en sí
mismo, no es una característica destructiva. Depende mucho de si eres capaz de
apreciar el principio de Marte en sí mismo, antes de someterlo al proceso de
elaboración de las ideas. Cuando Marte está en Aire, es necesario que los
impulsos marcianos sean validados intelectualmente.
La clave en todos los signos de Aire está en la facultad de
razonamiento. Debe existir una razón por la cual luchar.
La represión de Marte en Acuario tiene que ver con el miedo
a ser separado de la comunidad. Es el miedo a ser un proscrito.
Marte puede provocar consecuencias destructivas si se le
embotella.
Un Marte en Aire produce la tendencia a somatizar la ira y
la agresividad debido a la diferencia entre lo que uno cree que debería sentir
y lo que uno siente realmente. Marte en Aire necesita ser capaz de mantener una
confrontación con el grupo. Eso es distinto al miedo a la soledad de Marte en
Agua. A Marte en Acuario le disgusta ser un proscrito. Acuario obtiene su
fuerza de la aprobación del grupo, incluso en el caso de que sea grupo
excéntrico y «marginal». Marte en Acuario emplea muy a menudo el pronombre
«nosotros». «Lo que necesitamos es... Lo que deberíamos hacer es…». Esta
identificación con el grupo produce una sensación de solidaridad.
Saturno y sus signos tienen un sentido de la ley y
necesitan vivir dentro de ésta. En el caso de Capricornio estas leyes son
concretas y prácticas. En el caso de Acuario se trata de leyes intelectuales:
ideales, principios, ética.
CONJUNCIÓN MARTE-SATURNO: EL GUERRERO CON CORSÉ
Las cualidades descritas por el signo en que se halla
Saturno son siempre enormemente importantes para nosotros. El signo en que se
halla Saturno señala aquello que percibimos como la ley fundamental de nuestro
ser. Eso es lo que nos proporciona un sentimiento de estabilidad y de
estructura. El signo en que se halla Saturno es tan importante como el signo
solar para nuestro sentido de la realidad personal, aunque de una forma
diferente; y ansiamos la certidumbre y la seguridad de vivir y expresar los
atributos de ese signo. Esos atributos son lo que creemos que debemos
manifestar en términos concretos en nuestra vida.
Saturno en Acuario mira a sus padres primero y dice:
«Quiero una familia en la que todo el mundo sea justo y en que la ética y la
razón importen más que los sentimientos y las necesidades emocionales». El niño
con Saturno en Acuario no se siente seguro a menos que existan reglas claras
acerca de cómo debe interactuar la familia.
Marte necesita reconocimiento y respeto; y eso incluye el
respeto por sus instintos competitivos y agresivos.
CUADRATURA MARTE-NEPTUNO: EL POETA GUERRERO
Neptuno representa los sueños de redención de toda una generación
y describe nuestro anhelo más profundo de liberarnos del dolor de la
encarnación. «Si tan sólo pudiera perderme a mí mismo y fusionarme con algo
mayor que yo», suspira Neptuno, «sería redimido. Me liberaría del sufrimiento.
Sería uno con el Universo. Nunca más estaría solo».
Neptuno quiere fusionarse en cualquier signo que ser
halle. A través de Neptuno nos perdemos a nosotros mismos y olvidamos nuestra
condición de ser aparte.
El sueño redentor de Neptuno en Escorpio es perderse a sí
mismo a través de la pasión. Es la búsqueda del olvido a través de la sensación
de ser abrumado por la intensidad de las propias emociones, lo que incluye las
emociones destructivas. A Escorpio no le hace falta decir: «Como éste es un
sentimiento bonito, me permito sentirlo; y éste, como es malo, lo evito». A
Escorpio no le asusta la oscuridad. Cualquier experiencia que le hace vibrar y
que está llena de pasión sangrienta es aceptable. Este puede ser un Neptuno
bastante ambiguo y oscuro; y la persecución del éxtasis le puede llevar por
algunos caminos extraños. Obviamente esto no va a ser aceptado en el mundo de
Acuario.
La manera que tiene Escorpio de olvidar su condición de ser
aparte es sumergirse completamente en los sentimientos; y cuanto más intensos
sean éstos, mucho mejor.
ARTES MARCIALES
Con Marte-Neptuno, el arte puede proporcionar un medio para
que estos planetas, enemigos por naturaleza, sean capaces de establecer una
relación. Un medio artístico puede permitir que se combinen la agresividad y la
imaginación en un mundo «virtual» en que las emociones violentas se pudieran
expresar sin hacer daño a nadie y de una forma que transforma al artista y a
quien ve, lee o escucha.
Algunas disciplinas, como el yoga o las artes marciales,
funcionan como una síntesis de Marte y Neptuno. Generalmente se conocen como
«disciplinas espirituales», aunque a menudo están relacionadas con la armonía
del cuerpo y la expresión de la energía marciana en el plano físico como lo
están con el reino neptuniano del otro lado. Estas disciplinas incluyen también
la disciplina de Saturno. La visión de las cosas incorporada a estas
disciplinas puede integrar de forma inmensamente creativa la polaridad de Marte
y Neptuno.
CONJUNCIÓN MARTE-SOL: EL CRUZADO
Los aspectos Sol-Marte son por naturaleza agresivos y
competitivos, aunque no necesariamente abiertamente –esto depende del signo–.
Quiere ganar, ser el primero y el mejor. Pero si el modelo marciano de la
infancia es violento o pasivo –o una combinación de ambos, en la medida en que
están conectados–, entonces el nivel de confianza en uno mismo puede ser
bastante bajo, por motivos obvios. Este es especialmente el caso de la
conjunción, la cuadratura o la oposición entre ambos. Con esos aspectos
difíciles existe la posibilidad de que el principio de Marte tenga mucha fuerza
en la línea paterna, pero no se ha tratado con él de una forma constructiva.
Es posible que haya toda una historia de grave supresión en
la familia, o la clase de violencia que surge de un sentimiento de impotencia.
La impotencia y la violencia son compañeros de cama
inextricablemente unidos. Allí donde existan sentimientos de desamparo, a
menudo coexistirán con sentimientos violentos, aunque éstos puedan ser
inconscientes.
Los sentimientos de impotencia pueden llevar a la
autodestrucción: la violencia se vuelve hacia adentro contra uno mismo; pero
igualmente puede llevar a un comportamiento destructivo hacia los demás. El
violador siempre arrastra un sentimiento de impotencia, pues de otro modo no
tendría la energía suficiente para violar. A los que pegan a su mujer o a sus
hijos les atormentan sentimientos de castración. De otra manera no podrían
amedrentar, humillar o exhibir violencia ante aquellos que son más pequeños o más
débiles que ellos. Cuando Marte se siente impotente puede estallar
violentamente, ya sea contra sí mismo o contra los demás.
Por eso quienes abusan generalmente han sufrido abusos en su
niñez. Heredar un Marte reprimido o humillado durante generaciones no es nada
bonito.
Con aspectos Sol-Marte en la carta, es muy importante ver
cómo el padre se ha manejado con Marte. Esto puede afectar a cómo el individuo
trata con él.
Un Marte frustrado está ligado a menudo a propensiones
alcohólicas.
Para los nativos de Acuario, el sistema de creencias
domina todos los aspectos de la vida,
MARTE Y MASCULINIDAD
Jung definió la masculinidad como saber lo que uno quiere
y hacer lo que uno tiene que hacer para conseguirlo. Es una maravillosa
definición del principio marciano, válida tanto para el hombre como para la
mujer. No está limitada a un sexo o a otro.
Aunque el dios de la guerra es esencialmente heroico, Marte
en Acuario no es heroico en sentido estricto. Las películas son un maravilloso
recurso para ampliar los símbolos astrológicos. ¿Recordáis la película Defensa,
protagonizada por Burt Reynolds? Bueno, Marte en Acuario no es esa clase de
Marte. No es propenso a lanzarse a aventuras de tipo físico a menos que exista
una poderosa idea tras la acción. Algunos emplazamientos de Marte sí poseen
esta masculinidad enfocada a lo físico. Intenta pensar no sólo en las
películas, sino también en los mitos y trata de hacerte una idea de qué deidad
personificaría de forma más exacta las cualidades del signo en que se halla tu
Marte. Por supuesto, esto se aplica también a la carta de una mujer. Marte en
Acuario es prometeico, pero su heroísmo está fundamentado en una idea y por eso
es un portador de cultura. Su función es transmitir conocimiento a los seres
humanos. Despierta su conciencia con el don del fuego divino. Luego enseña
astrología, arquitectura y navegación. Ilumina a la humanidad acerca de cómo
funciona el sistema cósmico.
Marte en Tauro se nos presenta con una clase de heroísmo
totalmente distinta. Es más física y motivada por intereses prácticos y
sensuales más que por ideas. Los estereotipos colectivos acerca de la
masculinidad y la feminidad son totalmente inútiles para nosotros, los
astrólogos. Sólo podemos hacernos una idea de Marte empezando con nuestro
propio Marte.
Cualquier estereotipo social o sexual, provenga del campo
que provenga, no tiene valor alguno cuando se trata de trabajar con Marte.
Marte en Acuario no es sólo un cuidador en el actual sentido
políticamente correcto. Su energía no chispea por los sentimientos. Si
intentáis guiaros por el precepto de que deberíais comportaros como si
tuvierais a Marte en Cáncer al efecto de cumplir algún tipo de expectativa
colectiva, naturalmente no va a funcionar.
MARTE Y LOS ESTEREOTIPOS CULTURALES
No podemos dedicarnos al trabajo astrológico sin considerar
una carta y una psique individuales como válidas en sí mismas. Hemos de ser
capaces de distinguir entre las presiones culturales y las cualidades y
necesidades innatas del individuo. Claro que habrá ocasiones en que tendremos
que decir: «Es mejor que tenga un poco de cuidado al moverme aquí. No puedo
actuar como Napoleón en esta situación específica. Mediré mis palabras y seré
diplomático»; pero, aun así, es necesario que sepamos lo que queremos, creamos
en ello y actuemos en consecuencia cuando haga falta. Si cada vez que alguien
te dice: «¡Eres un macho egoísta!» te deshaces en lágrimas, ¿por qué
molestarse? Las polémicas políticas no forman parte del trabajo al que nos
dedicamos. Trabajamos con individuos. Si no podemos rendir homenaje al
individuo no deberíamos dedicarnos a la astrología. Las polémicas políticas no
significan nada a los efectos de un horóscopo individual.
LA NATURALEZA DE LA CRUELDAD
Cuando somos incapaces de expresar a Marte, nos podemos
sentir impotentes. La impotencia tiende a generar rabia, seamos o no
conscientes de ello. Cuando somos impotentes, sentimos el enfado. Cuando nos
humillan, sentimos deseos de venganza. Esto no tiene nada de patológico. Si
encadenamos a un animal de naturaleza vivaz y agresiva, sentirá rabia.
Todo lo viviente necesita la libertad de moverse y
desarrollarse a su propia manera; y si capturamos una criatura cuyas reacciones
son esencialmente marcianas –por ejemplo, un lobo, el animal asociado con el
dios romano de la guerra– se va a enfadar mucho, efectivamente. Si la
impotencia es permanente porque no hay nada que hacer –o porque así lo
creemos–, la rabia se irá acumulando, aunque la incapacidad de expresarla esté
provocada por factores internos más que externos. Si alguien presenta un
complejo inconsciente que le hace sentir pequeño, inútil, indefenso y víctima,
por más que no haya nadie que le haya convertido en tal cosa, acumulará una
ingente cantidad de rabia. Esta rabia adoptará generalmente dos formas: la
explosión o la implosión. Si explota, puede aparecer como agresividad ciega sin
ninguna proporción en relación al acontecimiento que la ha desencadenado. Tras
esta clase de explosión hay generalmente una profunda y enconada sensación de
impotencia.
MARTE E IMPOTENCIA
La ira marciana «implosiona», uno vuelve la agresividad
contra uno mismo e inconscientemente puede crear situaciones en las cuales uno
es la víctima. En otras palabras, Marte parece manifestarse externamente y nos
ataca «desde fuera». La naturaleza física de Marte se hace evidente en la
propensión a somatizar conflictos internos. También se demuestra en la
tendencia de un Marte proyectado a materializarse en una forma física, a través
de individuos marcianos que nos agreden o bien a través de hechos como accidentes
o incendios. No estoy sugiriendo que seamos nosotros quienes «provocamos» esos
hechos. Éstos más bien se sincronizan con algo que hay en nuestro interior. Y
no todos los acontecimientos externos están siempre ligados a nuestros
problemas psicológicos personales. Algunos de ellos son el reflejo de
corrientes y erupciones colectivas, es habitual una misteriosa coincidencia en
el tiempo entre el individuo «propenso a los accidentes» y un Marte furioso
pero inconsciente.
La implosión de Marte se puede reflejar también en un
comportamiento autodestructivo como la adicción a las drogas o al alcohol. No
obstante, la forma más común de implosión de Marte es la depresión.
Hay muchos tipos diferentes de depresión, algunos crónicos y
algunos cíclicos, algunos desencadenados por una pérdida real y otros
«endémicos» o aparentemente sin un catalizador externo. Estas formas ligadas a
Marte hunden sus raíces generalmente en la impotencia y la indefensión.
La rabia no se dirige contra el mundo exterior, sino contra
la propia persona, que entonces cree que su vida no vale la pena y que su
existencia no tiene sentido. Es una forma de depresión inconsciente dirigida
contra la misma integridad de la persona. Estos sentimientos no se limitan
naturalmente a las personas que tienen problemas con Marte. Todos nosotros
hemos pasado por períodos así cada vez que los tránsitos sobre nuestra carta
han involucrado a Marte. Los planetas «pesados» –Saturno, Quirón y los tres
exteriores– frecuentemente forman una conjunción o aspecto difícil por tránsito
con Marte en esas coyunturas. La ruptura de una relación es un desencadenante
habitual de esta clase de experiencia. La impotencia es una experiencia
fundamental para la vida humana. No nos debe preocupar que ocurra, sino que se
repita como pauta.
El alcoholismo es una muestra tanto de explosión como de
implosión de Marte. Es tanto un estado en que uno se siente víctima y un método
extremadamente agresivo de destruir el tejido familiar. Hay una enorme ira en el
alcoholismo. Esto es obvio en el borracho violento, pero también está presente
en el bebedor pasivo que exige de los demás que cuiden de él tanto física como
emocional y económicamente. Cuando Marte se siente completamente incapaz de
ejercer la función de servicio a un principio solar central, puede en efecto
volverse «maléfico». Todos necesitamos sentir que tenemos poder y que podemos
hacer algo con nuestra vida. Todos necesitamos sentir que podemos cambiar las
cosas.
Si perdemos este sentido de la potencia individual
–especialmente si Marte y sus signos son poderosos en la carta–, podemos
volvernos extremadamente agresivos. Quedad atrapados en un atasco en la hora
punta de un caluroso día de verano y tendréis una experiencia de primera mano
de lo que ocurre cuando Marte se siente impotente. Esperad a coger un tren que
llega tres horas tarde y escuchad por megafonía uno de esos anuncios que dicen:
«Señores pasajeros, rogamos nos disculpen por el retraso, pero debido al tipo
erróneo de nieve…», y observad cómo Marte empieza a bullir y a hervir. ¿A quién
podemos culpar? ¿Qué podemos hacer? En todas las ciudades de todos los países
del mundo, ese tipo de frustración es inevitable de cuando en cuando. Pero si
arrastramos un sentimiento permanente de impotencia en nuestro interior, la
irritación que nos provocan los acontecimientos externos puede ser la chispa
que a su vez provoque una gran explosión.
MARTE Y LA DEPRESIÓN
Si la gente vive en una sociedad en que la expresión
individual está sofocada y la capacidad de hacer que las cosas ocurran está
gravemente restringida, la rabia se fortalecerá y puede explotar a nivel
colectivo. Esto puede significar un brote violento como unos disturbios a gran
escala o una revolución. También puede significar un brote manifestado a través
de determinados individuos que arrastran problemas con Marte y son susceptibles
de convertirse en símbolos de la violencia colectiva. Pero la rabia colectiva
no siempre tiene una manifestación externa. Todo un colectivo puede sufrir una
depresión vinculada a Marte y un gran número de individuos acaba
automedicándose. Algo así está ocurriendo en los Estados Unidos, en que un
elevado tanto por ciento de gente recurre al Prozac o a la comida para calmar
su rabia.
La depresión es ira sin entusiasmo. La depresión puede
reflejar la rabia impotente que se enrosca en sí misma. «No puedo cambiar nada.
No puedo hacer nada para cambiar mi situación. ¿Por qué debería molestarme en
intentarlo?». Aún no se han investigado adecuadamente las formas el vínculo entre
esta clase de depresión y enfermedades físicas que impliquen un fallo del
sistema inmunológico, como por ejemplo el síndrome de fatiga crónica o
determinadas formas de cáncer. A menudo el trabajo terapéutico con la depresión
implica atravesar un período de profunda rabia. Si el reconocimiento ni la
expresión de esa rabia, la depresión no emergerá a la superficie. La de la
rabia es una etapa fundamental en muchas terapias. Puede que necesitemos volver
a la edad de dos años y ese rito de pasaje en el que descubrir nuestra potencia
y alcanzar la condición de seres aparte depende del derecho a enfadarse.
La ira puede ser el principio de la curación para muchos
problemas ligados a Marte, incluyendo síntomas somáticos como dolores de cabeza
y erupciones cutáneas recurrentes. Sin embargo, reconocer esa rabia puede
sentirse como aterrador y peligroso; y por eso cabe que sea necesario
explorarla en algún tipo de proceso terapéutico. No podemos empezar volcando
nuestra ira de los dos años de edad sobre los amigos, dado que no queremos
quedarnos sin ellos –aunque algunas personas hacen precisamente eso de forma inconsciente
y luego se preguntan por qué están tan solos–. De igual modo, no ayuda mucho
volcar esa ira en nuestra pareja a menos que esa pareja sea el origen real de
ésta, si no queremos perder a nuestra pareja –aunque alguna gente hace
precisamente eso de forma inconsciente y luego culpan a su pareja por ser
desagradable–. Pero si la rabia puede ser elaborada a través de alguien que
pueda contenerla sin asustarse ni condenarla, puede que seamos capaces de
reclamar de vuelta a un Marte herido o perdido.
La crueldad es otra de las facetas de la rabia impotente,
que refleja un Marte castrado. La esencia de la crueldad es el deseo de afirmar
la potencia personal humillando a los demás. Infligir un trato cruel es una
manera de hacer que uno se sienta poderoso, ya sea que se trate de crueldad
física o psicológica. ¿Por qué un individuo cualquiera necesita humillar a otro
individuo, salvo que se él mismo sienta perpetuamente humillado e impotente?
Los ejemplos de crueldad no se limitan a Hannibal el Caníbal o a una banda de
niños que prenden fuego a un mendigo en el banco de un parque o a torturar a un
gato con un rifle de aire comprimido.
Ocurre todos los días en muchas familias presuntamente
«normales» y se puede infligir de maneras muy sutiles. La crueldad puede
hacerse patente en la negación del elogio en el momento crítico, o en la
crítica «bienintencionada» a la persona justo en el momento en que más
vulnerable se siente y más apoyo necesita. La crueldad se puede evidenciar
cuando dejamos «distraídamente» encima de la mesa la cuenta de la habitación
del ~ 284 ~ hotel en la que hemos pasado la noche con nuestra amante para que
la vea nuestra esposa. Una madre puede ser cruel con su hija al decirle: «Por
Dios, parece que has engordado, ¿no?». Hay muchas maneras de ser cruel. Pero
esa clase de crueldad no es propia la naturaleza del dios de la guerra. Es la
que se manifiesta cuando Marte ha sido castrado y la persona cree
profundamente, aunque inconscientemente, que la única manera de calmar el dolor
por la humillación es hacer sentir a alguien incluso peor de lo que nos
sentimos nosotros.
Cada vez que nos sentimos impotentes nos enfurecemos; y
cuando nos enfurecemos podemos ser muy crueles, ya sea con los demás o con
nosotros mismos. La impotencia, la depresión y la crueldad forman la trinidad
maldita que refleja el rostro enfurecido de un Marte castrado.
MARTE Y PLUTÓN: SUPERVIVENCIA PERSONAL Y COLECTIVA
Plutón está conectado con la lucha a vida o muerte de
todos los organismos vivos. Las cosas surgen por necesidad y son eliminadas
cuando desaparece la necesidad. Plutón es el «destino», en el sentido de que, a
toda forma de vida, ya sea física o psicológica, se le ha asignado una
determinada amplitud de vida y una existencia finita. Todo es prescindible,
salvo la vida misma. Estamos ante la fuerza ciega pero inteligente de la
Naturaleza, que genera y borra especies de la faz de la Tierra conforme a sus
propias necesidades evolutivas. Plutón rige la supervivencia colectiva. El
instinto de supervivencia de Plutón es impersonal, implacable y se moviliza
cuando nos sentimos amenazados como especie. Dado que es tan arcaico y
«no-humano», con frecuencia nos aterroriza experimentarlo en nosotros o sufrir
un encontronazo con él en el mundo exterior.
Sus dictados también pueden oponerse violentamente a lo
que deseamos o visualizamos personalmente como nuestros derechos individuales y
destino; y nos sentimos como si algo abrumador desde el exterior estuviera
tratando de acabar con nosotros –aunque «desde fuera» es en realidad «desde
dentro» y refleja la ley natural que es el fundamento de toda vida.
Con Plutón poco tenemos que decir como individuos, porque Plutón
se relaciona con una vasta energía vital de la cual nosotros somos componentes
pequeños y prescindibles.
Marte también está relacionado con la supervivencia, pero
lucha por la existencia individual. El instinto de supervivencia de Marte se
pone en movimiento a partir de la experiencia personal. Luchamos por nosotros,
por nuestra integridad física y psíquica y la identidad personal que nos
proporciona la sensación de ser únicos y un significado para nuestra
existencia.
Cuando nos encontramos con Plutón podemos sentirnos
indefensos, aun cuando tanto Marte como Plutón tengan relación con la
supervivencia. Por esta razón los aspectos difíciles entre Marte y Plutón a
menudo son tan perturbadores. El instinto personal de supervivencia puede
enfrentarse a o identificarse con la inevitabilidad de los movimientos de
supervivencia del colectivo.
Si Marte y Plutón están en trígono o sextil, lo que hacemos
nosotros para sobrevivir está en armonía con lo que hace el colectivo para lo
mismo.
Sabemos cómo convertir los grandes ciclos colectivos en
situaciones que apoyen nuestro crecimiento personal e incluso podemos poner
nuestra energía individual e iniciativa al servicio de los cambios necesarios
en el nivel colectivo. Pero si Marte y Plutón forman un aspecto difícil,
sentimos que estamos luchando contra algo tan enorme que no tenemos ninguna
oportunidad.
La ira intensa puede ser uno de los inevitables
acompañamientos de los aspectos Marte-Plutón. Esta ira debe ser reconocida,
contenida y elaborada. Esto puede ser inmensamente creativo y puede generar un
gran coraje al enfrentarse al peligro y a la muerte. Pero esto a menudo resulta
muy difícil para una persona joven, debido al sentimiento de ser apabullado por
sentimientos que uno no puede controlar.
Con aspectos natales Marte-Plutón, puede que Marte tenga que
ser aplastado durante algún tiempo. Esto ocurre cíclicamente a lo largo de toda
la vida. Puede que tengamos que experimentar la impotencia y la ineficacia de
nuestra voluntad y nuestros deseos personales. Esto es un alambique alquímico,
una tierra caliente en nuestro interior, de la que puede emerger algo
inmensamente creativo. Es como forjar una espada al fuego. Se nos fuerza a
reconocer la sutil conexión entre la aceptación de la necesidad y el combate
cuando debemos hacerlo. Esta tierra caliente puede producir la capacidad de
comprender al nivel más profundo cuándo es necesario dejar ir y aceptar que la
voluntad personal deba quedar en suspenso y cuándo es necesario presentar
batalla e ir a por todas.
Los aspectos Marte-Plutón aguzan el instinto de
supervivencia. Y Plutón puede efectivamente transformar a Marte y crear una
profundidad de percepción que nos permite reconocer instintivamente cuándo el
cambio y los finales son necesarios. El reto es permitir que esto ocurra sin
que nos corroa el resentimiento. Pero primero hemos de rendir culto a Mate.
Si tenemos un problema con Marte y no soportamos que nos
vean como a alguien agresivo, entonces la pasividad a la que Plutón forzará a
Marte puede ser particularmente seductora. Podemos experimentar emociones
violentas de forma indirecta, sin tener que hacernos responsables de ellas o
manifestarlas por nosotros mismos. Si creemos que no deberíamos tener una
voluntad personal porque es «demasiado egoísta», entonces deberemos dar la
bienvenida a nuestra condición de víctimas –o de instrumentos– del destino. Éste
es un tipo oscuro y retorcido de pasividad que genera profundos sentimientos de
humillación y por debajo pueden aletear una enorme rabia y resentimiento.
Entonces, el nativo con aspectos Marte-Plutón puede volverse cruel.
Las conjunciones Marte-Plutón de tipo ordinario ocurren cada
dos años más o menos porque Plutón tiende a permanecer dos años en unos pocos
grados y Marte retorna cada dos años a su posición.
Cuando Marte activa una configuración que forma un punto
crítico en uno de los grandes ciclos de los planetas exteriores, el colectivo
entero puede sentirse impotente y arrastrado por fuerzas que están más allá del
control de nadie.
Cuando Urano forme cuadratura con Plutón en Capricornio y
Marte se una a ellos, se plasmará indudable-mente en acontecimientos de un tipo
apremiante. Pero es un error pensar que estas cosas vienen «de fuera». Tanto
los planetas exteriores como los interiores están en nosotros. No están «ahí
fuera» sin más haciéndoles esas cosas a la gente. Son como las personas:
describen el estado de la psique colectiva en cada momento.
Las personas con aspectos Marte-Plutón que tienen miedo de
volverse increíblemente destructivas. Uno percibe en su interior esta fuerza de
la naturaleza; y la ira y la agresividad personales pueden servir de canal a
algo mucho más grande. Las personas con aspectos Marte-Plutón saben que esta
fuerza de la naturaleza está ahí, muy por debajo de la superficie. Generalmente
se encuentran con ella por primera vez en la infancia, ya fuera en su interior
o ahí fuera. Saben que son organismos pequeños y perfectamente prescindibles
que viven en el interior de una cosa gigante que no tiene en cuenta ni sus
deseos personales ni mucho menos su existencia. Tienen miedo de que les
sobrepase una fuerza sobre la que no tienen ningún control. Esto puede ocurrir;
y hay personas con aspectos Marte-Plutón que, en efecto, son destructivas, ya
sea consigo mismas o con los demás. Si se percibe el enemigo como global, y si
la lesión se siente como una humillación, la venganza de la persona
Marte-Plutón se materializará en la humillación del causante de la herida. Pero
esto sólo es probable que ocurra si Plutón se apodera completamente de Marte.
La ira marciana es la ira de un solo ser humano. Si la
conciencia solar está firmemente arraigada en el individuo y Marte sirve a los
valores solares, Plutón podrá ser mantenido a raya –aunque es posible que
necesiten servir como portavoces o mediadores de la ira acumulada durante
muchas generaciones–. Ésta es una razón por la cual es tan importante para
nosotros ser conscientes de nuestro propio Marte. Si uno está desconectado de
él y además en su carta tiene un aspecto Marte-Plutón, puede identificarse inconscientemente
con el poder impersonal de Plutón. Así nos convertimos en el terrorista o el
anarquista, el que lleva la bomba.
Somos el poder destructivo global y nunca debemos expresar
nuestra ira porque podríamos hacer saltar en pedazos todo aquello que valoramos
en la vida. Distinguir los sentimientos marcianos de los plutonianos es muy
importante para cualquiera que tenga aspectos entre estos dos planetas.
Los sentimientos marcianos son míos o tuyos. Los
sentimientos plutonianos, en cambio, pertenecen a la psique de la masa. Son
aterradores cuando los experimentamos a nivel colectivo, porque engullen los
valores individuales. Representan la lucha colectiva por la supervivencia.
MARTE EN AGUA: EL DIOS DE LA GUERRA SUTIL MARTE EN
PISCIS: EL DIOS PROTEICO
En cualquier signo, Marte quiere servir a algo a lo que
pueda admirar y rendir culto. El heroísmo siempre implica un ideal heroico.
Todos los héroes de la mitología griega apuntan a un dios que les pone delante
una tarea o un viaje que simboliza un ideal para ese héroe en particular. El
Marte de cada persona necesita igualmente una deidad, psicológicamente
hablando, cuya visión pueda seguir. Ésta es la función del Sol. El signo de
Marte es la forma en la que el héroe usa su instinto luchador para hacer que se
manifieste la visión.
Marte en Piscis es llevado adelante por los vastos e
ilimitados confines de la imaginación. Se mueve conforme a las corrientes y
vientos predominantes, justamente como un guerrero marino.
Marte en Piscis no se mueve en una línea recta
predeterminada como un tren, ni tampoco avanza trabajosamente, pero con
determinación por el camino, haga sol o llueva. No usa esos inventos de la vida
moderna que ahorran tiempo como los aviones, porque no tiene prisa por llegar.
Y está preparado para que los demás le frenen o para dejarse inspirar por su
presencia y ser impulsado por la energía que éstos generan. Su capacidad de
luchar dependerá de que sea capaz de fluir con las mareas, de conocer el tiempo,
de navegar guiándose por las estrellas. Este Marte está en contacto con el
flujo emocional de lo que ocurre en cada momento, en el interior y en el
exterior. Por eso parece cambiar de forma todo el tiempo.
Si el signo en que Marte se halla es un reflejo del «hacer
lo que uno tiene que hacer para conseguirlo», ¿cómo «lo consigue» Marte en
Piscis?
Usando los sentimientos y la imaginación, conectándose a los
sentimientos de los demás, moviéndose con la corriente colectiva, permitiendo a
las corrientes colectivas decidir cuándo avanzar y cuando dejarlo estar.
Esto puede generar verdadera magia en una profesión
artística, debido a la capacidad de Piscis de tocar las necesidades emocionales
y anhelos del colectivo.
Para este Marte, toda la verdadera acción tiene lugar en la
imaginación. No es un Marte mundano. Este emplazamiento puede ser tremendamente
valioso en la carta de un artista. Prefiere obtener lo que quiere de una forma
que no corte la conexión emocional con el colectivo, por lo que no es
abiertamente perturbador.
MARTE EN LA CASA II: EL GUERRERO CONSTRUCTOR
Las casas denotan esferas de experiencia.
La casa II es una casa de Tierra, relativa al inventario
y perfeccionamiento de los recursos individuales y la construcción de una base
permanente de valores y talentos.
El dinero es un símbolo de valor y una afirmación externa
de talento. Pero ése no es el significado fundamental de la casa II, sino una
consecuencia de éste.
Lo que busca Marte en la II es una manifestación física. Quiere
ser expresado a través del uso de los talentos que produce resultados
concretos.
CONJUNCIÓN MARTE-QUIRÓN: EL GUERRERO HERIDO
La conjunción Marte-Quirón es un aspecto complejo y puede
estar relacionada con la cuestión de por qué no sabes cuándo dejarlo y por
tanto acabas exhausta.
La dificultad que presenta Quirón es que realmente no
podemos «arreglarlo». Hay alguna herida o limitación, interna o externa, que no
puede ser «curada», ya sea que provenga de un accidente en el parto, de una
herencia genética, posición social o de una erupción colectiva, como la guerra.
Quirón se presenta ante nosotros como una faceta de la vida que nos hiere o
limita, pero de la que no podemos hacer responsable a ninguna persona en
concreto.
Moviéndose entre Saturno y Urano, Quirón actúa como puente
entre el individuo y el colectivo, señalando el punto en que los movimientos
colectivos inciden sobre el individuo e inevitable le hieren. Esas heridas nos
muestran la naturaleza imperfecta de la vida.
Marte-Quirón experimenta una sensación delimitación; pero
esa sensación es distinta de la que provocan los límites saturninos, que son
más personales y exigen un esfuerzo activo.
Con un aspecto Marte-Quirón hay algo que hiere a Marte.
Aunque uno puede llegar a un compromiso con ello y elaborarlo creativamente,
esa herida es permanente.
Es una limitación insoportable de cierto alcance de la
manera en que Marte quiere expresarse. Esto puede variar de un individuo con
aspectos Marte-Quirón a otro. Quizá no ocurra a nivel físico en absoluto, pero
sí a nivel psicológico.
Con los aspectos «fluidos» hay una mayor disposición a
aceptar las limitaciones.
Con la conjunción y los aspectos difíciles, es la ira de
verse limitado la que produce la característica reacción «cortante» de
Marte-Quirón: una especie de resentimiento permanente que puede proporcionar
combustible para el éxito, pero que también genera una gran cantidad de estrés
interior y a veces un temperamento extremadamente explosivo.
Una de las maneras posibles es luchar por la causa de los
heridos y de aquellos que son perseguidos como cabezas de turco. El espíritu
guerrero de Marte se pone al servicio de la curación de heridas en los demás
porque uno siente compasión y se identifica con su sufrimiento.
Una de las maneras posibles de usar la energía de Marte para
trabajar constructivamente con Quirón es luchar por la causa de los heridos y
de aquellos que son perseguidos como cabezas de turco. El espíritu guerrero de
Marte se pone al servicio de la curación de heridas en los demás porque uno
siente compasión y se identifica con su sufrimiento.
Con el trígono Marte-Neptuno la ambición material o
profesional no es tan importante como la voluntad de ser parte de los demás.
Marte-Neptuno no disfruta trabajando en solitario. Quiere lo
que quiere, pero quiere que los demás quieran lo mismo y lo compartan en el
contexto de una experiencia emocional.
Con los aspectos Marte-Quirón suele existir una sensación de
estar herido en alguna parte y la urgencia de sobrecompensar esa sensación
puede ser muy poderosa.
Las personas con aspectos Marte-Quirón pueden enfadarse
fácilmente debido a los límites que se les imponen. Deben demostrar al mundo y
a sí mismos que no tienen límites. De ninguna manera quieren sentirse mortales
defectuosos. O bien se rinden y pasan un montón de tiempo compadeciéndose de sí
mismos y sintiéndose víctimas –lo que ocurre cuando se identifican con Quirón y
rechazan a Marte– o presionan una y otra vez hasta el punto de agotamiento –lo
que ocurre cuando se identifican con Marte y rechazan a Quirón–.
Por supuesto que se puede lograr mucho con esta clase de
tenacidad. Ése es el lado «positivo». Las personas con aspectos Marte-Quirón
pueden mostrar una determinación obsesiva y una enorme capacidad para trabajar
duro. Es como si alguien gritara: «¡No estoy herido! ¡No me digas que tengo una
herida! ¡A mí no me pasa nada!». A menudo es el cuerpo el que paga esta
Estas personas pueden ser triunfadores a gran escala, pero
al altísimo precio de padecer de una mala salud, ansiedad o estrés. Este
aspecto puede generar una enorme tensión porque la persona no respeta sus
propios límites.
La herida de Quirón, que se experimenta como algo «injusto»
porque no hay nadie concreto a quien culpar de ella, hace que Marte se sienta
impotente y furioso.
Las raíces de esa herida pueden hundirse en la sociedad, en
la naturaleza humana, incluso en pautas genéticas. Simplemente, así es la vida.
Renunciar al trabajo creativo no es una solución porque eso alimenta el papel
de víctima, que Quirón adopta gustosamente.
Rehusar reconocer las necesidades del cuerpo no es una
solución porque crea mucho estrés y perjuicios potenciales para la salud. Hay
que encontrar la manera de llegar a un compromiso, así como a una aceptación
auténtica de la situación.
La lentitud de los demás me desconcierta es esa clase de
pensamiento que es típica de Marte en Aries.
Hay un componente de fanatismo en los aspectos Marte-Quirón.
Surge de la sensación de haber sido herido o sentirse
defectuoso en algo fundamental.
Uno es más consciente de que convive en el mundo con otras
personas. Con aspectos Marte-Quirón, una vez se aceptan los propios límites, es
posible hacer sitio a una enorme compasión, especialmente hacia uno mismo. Pero
en la primera mitad de la vida este aspecto a menudo muestra una cierta
insensibilidad. Puede ser un poco como un Panzer debido a esa necesidad de sobre
compensar. El ciclo de cincuenta años de Quirón afectará obviamente a la
expresión del aspecto Marte-Quirón: cada fase del ciclo describirá los
diferentes retos y los compromisos a los que uno llega tanto con los dones como
con las limitaciones del aspecto.
Una de las dimensiones «positivas» de los aspectos difíciles
de Marte con los planetas «pesados» –Saturno, Plutón, Quirón, Neptuno– es que,
al menos potencialmente, embotan un poco la faceta cortante de Marte. Esos
planetas impiden que el dios de la guerra se exprese con total libertad y esto,
naturalmente, duele; pero al mismo tiempo la voluntad se atempera.
MARTE EN CÁNCER: EL GUERRERO AMABLE
Cáncer es un signo de Agua, por lo que mucho de lo que hemos
dicho de Marte en Piscis es aplicable aquí. En la astrología tradicional se
considera a Cáncer el signo de la caída de Marte, de la misma forma que
Capricornio es el de su exaltación. Bueno, ¿por qué esto es así? ¿Por qué se
piensa que Marte ha de ser débil en el signo de la Luna?
No estoy segura de si usaría la palabra «débil» en relación
a cualquier emplazamiento de Marte.
En Cáncer, la sensibilidad a las atmósferas emocionales
puede obstaculizar la cualidad marciana de «ir a por ello»; y, al igual que
Marte en Piscis, Marte no disfruta yendo él solo a conseguir sus metas. Marte
en Cáncer retrocede ante la ira de otras personas e intentará evitar el
conflicto y la agresividad a través de la sutileza y el tacto. Puede perder un
tanto la confianza en sí mismo cuando se emplaza en Cáncer. Marte en Cáncer no
va por ahí chocando con todo el mundo y gritando: «¡Quiero eso y sé que es
justo que me lo des!». No obstante, sobresale en cuanto a la sensibilidad
emocional y en la capacidad de comprender y empatizar con los sentimientos de
otras personas.
Marte en Cáncer puede tener un verdadero don para la
asesoría y la diplomacia y a menudo funciona muy bien en grupos o equipos.
Las capacidades de este emplazamiento residen en sus
talentos imaginativos y emocionales como mediador. Sin embargo, Marte en Cáncer
puede tener problemas para ceñirse a una meta si hay gente a la que eso no le
hace feliz, porque le asusta la confrontación directa.
Cuando está en Capricornio, el signo de su exaltación, a
Marte le importa realmente un bledo que los demás aprueben o no sus acciones
mientras la meta sea asequible. La autosuficiencia y realismo de Capricornio
permiten a Marte seguir su camino a pesar del aislamiento emocional. A Marte en
Aries también le importa un bledo. La visión del cruzado es lo bastante potente
como para vencer cualquier preocupación acerca de si ofende a otros o no. Marte
en Aries o en Capricornio se siente cómodo en solitario. Claro que esos signos
pueden ser acusados de insensibilidad y falta de compasión, pero ése es el lado
«negativo».
En contraste, Marte en Cáncer sobresale allí donde es
necesaria la acción, pero ésta debe ser ejecutada de una forma diplomática y
delicada. Marte en Cáncer puede acumular muchísima frustración si se da
demasiada importancia a la aprobación por parte de los demás de lo que uno
hace. Por esta razón, este emplazamiento se relaciona con síntomas físicos,
como indigestión, erupciones cutáneas y jaquecas. El estrés del conflicto entre
la cardinalidad orientada a objetivos y la dependencia propia del Agua a menudo
se materializa a través del cuerpo. Puede que el individuo necesite endurecerse
un poco y ser más capaz de aguantar la confrontación o el período sin apoyo
emocional ocasionales.
Marte no es nunca indeciso. La indecisión no es una palabra
que yo asociaría con este planeta, independientemente de su emplazamiento. El
miedo a ofender a los demás puede entrar en conflicto con la capacidad de tomar
decisiones y hacerle tropezar a uno. Pero eso no es lo mismo que no saber lo
que uno quiere. La indecisión proviene de la desconexión con Marte, sea cual
sea el emplazamiento de éste. Marte sabe siempre lo que quiere, aun estando en
Cáncer o Libra. El signo en que se halla Marte describe las diversas formas en
que Marte persigue ~ 305 ~ sus objetivos; y en el caso de Cáncer puede hacerlo
de forma indirecta o sutil, pero no es indeciso. No obstante, cuando Marte es
inconsciente son características la indecisión y las vacilaciones.
Las metas de Marte se indican por el emplazamiento por casa
y los aspectos a otros planetas. Cuando está en Cáncer, un signo cardinal,
puede perseguir esas metas con tanta persistencia y tenacidad como Marte en
Capricornio, pero de una manera sensible y amable que buscará ofender lo menos
posible a los demás. Para conseguirlo se necesita una gran sutileza y la
capacidad de «leer» la atmósfera emocional. Las evasivas –así como la falta
absoluta de sinceridad– pueden ser necesarias para mantener la armonía del
entorno más cercano.
Marte en Cáncer no es débil ni indeciso y en las condiciones
adecuadas puede ser tan valeroso y duro como cualquier otro Marte. Pero intenta
conseguir lo que quiere sin crear polémica. Hace falta maniobrar con alguna
elegancia, que puede desconcertar o irritar a temperamentos más impacientes.
MARTE EN TIERRA: EL DIOS DE LA GUERRA PRAGMÁTICO
MARTE EN VIRGO: EL GUERRERO ARTESANO
Marte en Virgo. ¿Qué clase de indumentaria llevaría?
El artesano es una imagen adecuada. Hefaistos es ciertamente
otro tema mítico relevante. Es el creador de objetos de belleza y de precisión.
Marte en Virgo puede dirigir su energía tanto a la ciencia
como al arte.
Puede disfrazarse de investigador cuidadoso, de técnico de
laboratorio, de cirujano, de psiquiatra forense o de relojero. O puede ser un
escritor de fina pluma, un músico experto, un calígrafo.
Marte necesita siempre una causa a la cual servir. ¿De qué
manera sirve en Virgo?
Con eficiencia, con conciencia, con pragmatismo. Es un Marte
realista, efectivo, terrenal.
Por alguna razón los astrólogos descartan a Marte por ser,
de algún modo, estrecho o débil. No sé de dónde sacan esa idea porque, según mi
experiencia, Marte es bastante feliz en Virgo. Le aporta un elemento mercurial
y adaptable. Marte en Virgo no tiende al autoengrandecimiento como en los
signos de Fuego, ni a la obsesión emocional como en los de Agua, ni a la
ingenuidad como en los de Aire. Marte en Virgo es feliz de intentar diferentes
cosas y de adaptarse al mundo tal y como es, siempre que pueda ser eficiente y
que la energía se pueda expresar de maneras que produzcan resultados visibles.
Marte en Virgo expresa su energía de forma eficiente y
rítmica.
No existe un mecanismo poderoso de señalamiento de objetivos
que le impulse hacia adelante, como Marte en Capricornio. Las exigencias de la
vida y el trabajo cotidianos son lo que le estimulan a la acción. Marte en
Virgo quiere que le dejen en paz para seguir adelante con sus tareas.
Podríamos decir lo mismo de los demás signos mutables. Marte
en estos signos necesita una cruzada tanto como los demás emplazamientos de
Marte; pero un Marte mutable no quiere verse arrastrado al pantano por una
horda de cruzados andrajosos que van tras él. Prefiere ser libre para moverse
en su propia dirección, adaptándose constantemente a las circunstancias
cambiantes. Éste no es un Marte que chilla: «¡Hazlo a mi manera!». Es un Marte
ordenado, autosuficiente y con autodominio.
Cualquiera que sea el disfraz que lleve –artesano, técnico,
científico, sanador–, será inmaculado, cortado a medida y sin perifollos ni
adornos superfluos.
MARTE EN LA CASA IV: EL GUERRERO LIGADO A LA FAMILIA
¿Qué necesita Marte en la casa IV? ¿Cuál es su campo de
batalla?
El hogar. La casa IV es el mundo de las raíces, tanto
internas como externas.
También es la casa de la familia de origen y la del padre.
Este Marte hace una afirmación inmediata acerca de la
importancia de la imagen del padre en la vida de la persona.
Cuando Marte está en la casa IV existe con frecuencia una
lucha de voluntades con el padre, aunque no sea abiertamente agresiva.
Pero Marte emplazado aquí dice algo más. El padre ejerció
mucho control sobre la persona.
El cambio de continente a menudo es adecuado para un Sol
en la casa IV, en tanto en cuanto este emplazamiento solar necesita alejarse de
su lugar de origen. Uno debe crear sus propias raíces individuales en vez de
vivir la vida como una rama más del árbol familiar.
MARTE EN FUEGO: EL DIOS DE LA GUERRA VISIONARIO
En el Elemento Fuego es donde Marte se siente más cómodo. El
único problema es que los demás no siempre se sienten tan cómodos con él,
especialmente si tienen problemas con su propio Marte.
Éste es el dilema de Marte en Fuego: es feliz porque el
camino y la meta son la misma cosa. Es un Marte muy claro, directo e
inequívoco. Con él puede uno olvidarse de las tonterías de preocuparse por los
sentimientos de los demás, de pagar el peaje de las convenciones sociales o de
tener que adaptar los objetivos a la realidad mundana.
Es la esencia de Marte en Fuego. En otros Elementos Marte
debe llevar un traje que no le sienta del todo bien. Es un planeta de Fuego y
en un signo de Fuego se siente en casa, por lo que el atuendo que le prestan
esos signos siempre le encaja como un guante.
Pero la colisión entre los signos de Fuego y el mundo que
les rodea es un interminable drama arquetípico.
MARTE EN ARIES: EL GUERRERO HONESTO
A Marte en Aries le impulsa la visión pura y ardiente. «Así
es como debería ser el mundo y por supuesto, tengo razón».
Diplomacia. Es el don natural de Marte en Libra, pero en
general a Marte en Aries le resulta difícil practicarlo.
Marte en Aries es un Marte seguro de sí mismo, pero no
amenaza a nadie. Puede ser temerario e insensible a veces, pero no trae consigo
una atmósfera peligrosa.
Los aspectos difíciles Venus-Saturno conllevan un
profundo miedo al rechazo y una corrosiva sensación de que uno es
fundamentalmente indigno de amor.
Los aspectos Venus-Saturno construyen su propio sabotaje.
Dado que hay un sentimiento profundamente enraizado de que uno sólo se merece
las migajas, uno ya no pide aquello que realmente quiere y merece. Existe una
tendencia a tomar sólo aquello que uno siente que puede obtener. Esto provoca
una lenta acumulación de resentimiento durante mucho tiempo. Venus-Saturno se
puede adaptar demasiado a otras personas al efecto de que éstas le proporcionen
una seguridad.
Cuando Venus se halla en la casa X de la carta de una
mujer, a menudo hay una competición entre la madre y la hija porque ambas
cargan con el arquetipo de Venus10. Es un poco como Blancanieves: «Espejito
espejito, dime una cosa, ¿quién en este reino es la más hermosa?», Con
frecuencia hay mucho amor y admiración entre madre e hija, pero también mucha
envidia. Depende en buena parte de lo que la madre haya hecho para integrar los
atributos venusianos. Si los ha suprimido en favor del lado maternal, los celos
pueden ser inconscientes y, por tanto, mucho más destructivos. Si los atributos
venusianos forman parte consciente de su vida, puede compartir con su hija la
alegría de poseerlos y es probable que los celos sean mucho menos dañinos
porque no son encubiertos.
Aries es un signo competitivo por naturaleza.
Aries empieza a andar en la vida exhibiendo su tendencia a
intentar ganarse a uno de los padres excluyendo al otro. Ésta es una pauta de
comportamiento típica de Aries y no es patológica, sino muy natural. Aries
empieza pronto a ejercitar su músculo competitivo, así que los triángulos
familiares forman parte muchas veces de la pauta de desarrollo de Aries.
El emplazamiento por casa de Neptuno denota con
frecuencia a aquellas personas o situaciones sobre las cuales proyectamos
nuestra imagen ideal de paraíso o de redención. Cuando está en la casa IV, la
percepción del padre puede estar muy coloreada por la idealización, y le vemos
a través de la niebla.
MARTE EN SINASTRÍA
Con frecuencia tenemos nuestro primer atisbo real de las
necesidades de nuestro Marte cuando es activado por los planetas de otra
persona.
Cuando el Marte de una persona forma aspecto con un planeta
de la carta de otra persona, los efectos son sorprendentes.
Tradicionalmente, se supone que los aspectos entre la Venus
de una persona y el Marte de otra indican una relación amorosa en el séptimo
cielo; de igual modo, los aspectos entre el Marte de una persona y el Saturno
de otra tienen una reputación terrible. En la práctica, no obstante, no siempre
es ése el caso; y es necesario que entendamos la dinámica de las interacciones
desde una perspectiva más profunda.
Una de las maneras de descubrir que tenemos un Marte es a
través del planeta de cualquier otra persona ubicado encima de él. Si uno tiene
problemas con su propio Marte, puede mostrar una pauta de atraer a personas
cuyos planetas aterrizan sobre ese Marte natal porque hay algo que uno está
tratando de resolver. Es un lugar común el hecho de que atraigamos a personas
que activan los asuntos con los cuales estamos lidiando nosotros en nuestro
interior.
A través de las relaciones somos más conscientes de estos
conflictos y necesidades internos. El espíritu combativo es particularmente
susceptible de ser empujado a escena, porque las relaciones requieren
compromiso y ajuste. Las relaciones nos desafían constantemente a descubrir y a
exigir lo que queremos como entidades independientes al tiempo que preservamos
los lazos que nos importan.
A menudo aprenderemos más acerca de nuestro Marte a través
de los aspectos que forme en sinastría que a través de otras esferas de la
vida.
Si Marte es inconsciente o no se expresa muy bien y los
planetas de otra persona caen encima de él, Marte puede ser proyectado. La otra
persona puede ser percibida como marciana. Esa persona es la que nos hostiga,
controla, presiona, ordena, limita nuestra voluntad.
Aun cuando se trate de la Venus o el Sol sobre nuestro Marte
–aspectos que sugieren una fuerte atracción física o emocional– uno puede
sentir que su libertad y su voluntad se recortan. Éste es el caso especialmente
cuando uno sabe que tiene un Marte. Descubrimos que tenemos uno al descubrir
que acabamos de perderlo. O imaginamos que lo hemos perdido porque nos vemos
obligados a pelear por nuestra autonomía.
Las relaciones con aspectos cruzados que involucran a Marte
pueden plantear problemas de dependencia, libertad, rivalidad y la expresión de
la ira. Si estamos demasiado cerca a alguien y nos volvemos demasiado
dependientes de ese alguien, sentimos que hemos perdido nuestra autonomía y la
ira marciana puede empezar a aparecer en el horizonte. Esto no es patológico.
Es inevitable.
Todo depende de cómo manejemos esta ira natural. Si la
dinámica es inconsciente, pueden darse unas cuantas interacciones violentas y
muy dolorosas entre las personas.
Los aspectos cruzados con Marte son importantes entre padres
e hijos. Si el Marte de un niño forma un aspecto difícil con el Saturno, el
Plutón, el Quirón o incluso el Sol y o la Luna del padre o la madre, éste no va
a acoger alegremente la energía marciana del niño. Amenazará a ese progenitor,
que puede reaccionar sofocando el Marte del niño. También funciona de manera
inversa. El Marte del progenitor puede caer encima del Saturno o el Quirón del
niño, por lo que hay algo en la expresión por el progenitor de la energía
marciana que el niño siente amenazador. Puede sentirse invadido o atacado, lo
cual hace que exhiba una obstinación agresiva que, a su vez, provoca más
agresión.
Ciertos tipos de dinámica familiar son típicos con aspectos
cruzados en los que interviene Marte. Aunque no dispongáis de la hora de
nacimiento de vuestros padres, todavía podéis fijaros en los signos que ocupan
los planetas y en sus aspectos de acuerdo con el día en que nacieron. Vale
mucho la pena examinar cualquier contacto de Marte entre vuestra carta y las
suyas.
PASIÓN Y AUTONOMÍA
Las relaciones que involucran a Marte le hacen a uno muy
consciente de la amenaza que suponen a su autonomía. Plantean las cuestiones de
la independencia, de aserción y del derecho a hacer lo que uno quiera.
Marte quiere desafío y novedad, pero le gusta que los
objetivos que persigue sean reales y al alcance de sus posibilidades.
La atracción de Marte no está relacionada con el amor o la
empatía.
El deseo marciano se alimenta de aquello que no puede tener.
Otros planetas poseen sus propias formas de deseo. Venus, la
Luna, Neptuno, Plutón e incluso Saturno tienen deseos. Pero en el caso de
Marte, es el reto lo que hace saltar la chispa del deseo, que se sacia sólo con
la victoria.
A muchos estudiantes de astrología les sorprende la
frecuencia con que aparecen aspectos cruzados entre Marte y Saturno o Quirón en
las relaciones importantes. Pero nada enciende tanto a Marte como un desafío.
Saturno le dice a Marte: «En realidad no estoy seguro de quererte. Necesito
tiempo. Tienes que esperar». Eso excita a mucho Marte.
Quirón le dice a Marte: «No gracias. Ya me han hecho
bastante daño. Déjame en paz». Esto también excita a Marte.
Finalmente, desde luego, la posición a la defensiva y las
vacilaciones de estos planetas provocarán en Marte enfado y frustración. Pero
en los estadios iniciales de la relación tales aspectos pueden generar un
montón de pasión.
El problema es que esta clase de pasión no tiene que ver con
la relación, sino con la autoafirmación. Cuando existe un patrón de búsqueda
compulsiva de la conquista sexual o romántica, generalmente acecha por debajo
algún sentimiento de insuficiencia en relación a Marte. Uno tiene que mantener
a raya la ansiedad. Si alrededor de Marte hay mucha inseguridad, la persona
puede intentar una y otra vez reafirmar el hecho de que es potente. El ejemplo
más destructivo y extremo de este comportamiento es la crueldad física o
psicológica. Uno intenta demostrar su fuerza humillando a alguien más débil.
Sin embargo, Marte puede demostrar su potencia realizando continuamente
conquistas exentas de crueldad deliberada. El adorable pero inasequible Don
Juan de ambos sexos a menudo presenta en su carta aspectos difíciles entre
Marte y Saturno, Neptuno o Quirón.
ASPECTOS CRUZADOS ENTRE MARTE Y QUIRÓN
Con aspectos cruzados entre Marte y Quirón, Quirón puede
sufrir un daño terrible. Somos muy vulnerables conforme al emplazamiento de
Quirón en nuestra carta natal y poseemos una buena cantidad de capas defensivas
para protegernos de esa vulnerabilidad. Marte se entusiasma y grita: «¡Ajá!
Esta persona me resulta realmente atractiva porque tengo que superar una
barrera para llegar a ella. ¡Qué desafío tan estupendo!».
A Marte nada le atrae más que aquello que no puede tener.
Sin embargo, no es en absoluto consciente del dolor que esta clase de
autoafirmación desconsiderada puede causar.
Quirón sigue diciendo: «Ya me han herido antes. Por eso he
levantado una barrera. Trata de acercarte más suavemente». No obstante, puede
que Marte no lo capte. Eso no tiene sentido para el dios de la guerra. Ésta es
una combinación difícil en sinastría, aunque tener a Marte en un signo de Agua
puede ayudar.
Para que Marte opere con éxito en una relación íntima,
probablemente lo mejor sea fijar al menos algunos objetivos marcianos fuera de
la relación. Marte no es un planeta de relaciones. Inicialmente puede dar vida
a una relación, en la medida en que están operativos un deseo insatisfecho y el
elemento de la caza. Esto no significa que muchos aspectos cruzados de Marte
impliquen una mala relación. El hecho de que los aspectos de Marte estén
involucrados no es un mal augurio. Pero Marte no quiere tener que llegar a un
acuerdo con otra persona o estar pendiente de los sentimientos de esta o cubrir
las necesidades emocionales de los demás. Ni siquiera un Marte en Agua quiere
ser atado de esa manera.
La capacidad de manejar a Marte en una relación depende de
la conciencia individual que uno tenga de Marte, ya sea que esté cómodo con él
o que tenga algo que demostrarse a sí mismo o a los demás.
Muchos problemas en las relaciones que parecen tener su raíz
en conflictos emocionales, la tienen en realidad en problemas de potencia e
impotencia, luchas de poder y la necesidad de uno de los individuos o de ambos
de afirmar su control. Éste es verdaderamente un conflicto interno del
individuo y no tiene que ver en absoluto con la pareja, excepto como medio de
elaborar algo por su mediación.
Si cualquiera de vosotros ha pasado por relaciones en las
que hubo muchísimo dolor, echad un vistazo a los aspectos de Marte.
La dificultad puede no estar donde vosotros creéis que está.
El hecho de que hayáis sido rechazados por otra persona puede no ser en
realidad un rechazo a vuestra persona: puede tratarse de que alguien os está
utilizando para trabajar un problema propio de autonomía marciana. Marte no
establece relaciones. Conquista y se lo pasa en grande en
Si cualquiera de vosotros ha pasado por relaciones en las
que hubo muchísimo dolor, echad un vistazo a los aspectos de Marte. La
dificultad puede no estar donde vosotros creéis que está. El hecho de que
hayáis sido rechazados por otra persona puede no ser en realidad un rechazo a
vuestra persona: puede tratarse de que alguien os está utilizando para trabajar
un problema propio de autonomía marciana.
Marte no establece relaciones. Conquista y se lo pasa en
grande en el proceso. Pero ésa es una experiencia de victoria, no de relación.
Es una subida de testosterona para ambos sexos y luego se acabó.
Cuando Marte interviene en la dinámica de las relaciones,
sobreviene el problema de la lucha entre la autonomía y la pasividad. El
conflicto surge debido a que necesitamos sentirnos libres para ser lo que
queremos ser dentro de la relación cuando esas dos ideas son mutuamente
excluyentes. Muchas relaciones fracasan debido al problema de que uno de los
dos miembros o ambos sienten que no se les permite ser ellos mismos. Si este
conflicto se trata abierta y honestamente, pueden ser muy creativo y puede hacer
avanzar y cambiar la relación. Sofocar el conflicto puede generar una ira
enorme a partir del sentimiento de que Marte está siendo aprisionado, recortado
o castrado de alguna manera.
ASPECTOS CRUZADOS ENTRE MARTE Y LA LUNA
La conjunción Luna-Marte en sinastría tiende a generar una
enorme tensión entre ambos miembros de la pareja. No siempre es una energía
cómoda, si bien sí existe una poderosa atracción física –al menos, al inicio–.
Con aspectos difíciles por sinastría, la atracción puede acabar degenerando
rápidamente en guerra abierta. La Luna reacciona poderosamente ante Marte al
principio porque le encanta ser cazada. Se siente necesitada y despierta y por
ello puede ser muy apasionada y estar muy receptiva. Esto hace que Marte se sienta
potente y fuerte. Pero Marte no es un planeta amoroso. Sirve al yo. Finalmente,
la Luna empieza a sentir que no se atienden sus necesidades emocionales y
comienza a lamentarse. Esto irrita a Marte, porque constituye una exigencia
respecto de ser consciente de otra persona –una tarea que Marte no disfruta–. A
Venus y a la Luna les gusta ser cortejadas; y por eso, cuando estos dos
planetas forman ángulos difíciles con Marte en sinastría, pueden ser muy
intensos al inicio de una relación, o al menos en una relación que siempre está
cambiando y no se ha asentado aún en una rutina doméstica. Los trígonos y los
sextiles tienden a ser menos intensos, pero con ellos la atracción se va
manteniendo lejos de las peleas. Los aspectos tensos tienden a significar problemas
si la relación se convierte en algo estable más allá de una apasionada aventura
amorosa.
La mítica carencia del padre por parte de Marte sugiere que
este planeta funciona más a través del instinto que del intelecto, a través del
cuerpo más que del espíritu. Marte se expresa mejor al servicio del Sol y
haciendo que los valores solares se manifiesten en el mundo; y en este sentido
es un planeta más de vocación que de relación.
No es feliz teniendo que llegar a acuerdos y realizar los
ajustes que toda relación exige. Si opera en nuestro interior una pauta en la
que nuestro Marte es continuamente atacado por aspectos difíciles en sinastría
en una serie de relaciones, quizá tengamos que preguntarnos qué es necesario
que hagamos con nuestra vida independientemente de nuestras relaciones.
En los viejos tiempos se decía que Marte y el Sol en la
carta de una mujer describen el tipo de hombre que quiere. Esto ya no funciona
del todo en nuestra sociedad occidental del siglo XXI. Esta manera de
interpretar los planetas «masculinos» reflejaba una estructura social en la que
los roles sexuales se asignaban rígidamente. Hoy no son tan rígidos. Pero no
somos tan libres como nos creemos; y a pesar de lo mucho que queremos creer que
esos roles son cosa del pasado y que todos somos libres para ser lo que
queramos, no obstante, no es tan simple para una mujer expresar su Sol y su
Marte.
Si una mujer quiere cumplir con su rol de madre, ¿cómo podrá
expresar por completo su Marte? Desde el momento en que nace el niño, ya no es
libre. Su voluntad se reduce y debe realizar muchos sacrificios en beneficio
del niño. Marte debe ser amordazado o uno debe llegar a un acuerdo con él, y
puede que no haya respiro durante muchos años. Para muchas mujeres que desean
tener hijos, pero también necesitan expresar un Marte natal poderoso sin
resentimiento ni sentimientos de martirio, puede ser necesario vivir primero a
Marte en plenitud y desarrollar la potencia personal y la eficacia antes de
crear una familia. Es mucho más fácil llegar a un acuerdo o abandonar una
actividad si de antemano hemos podido probarla. De otro modo, ese Marte puede
ser vivido a través de los hombres presentes en la vida de una, o a través de
mujeres que interpretan un rol marciano. Tarde o temprano eso conducirá a una
acumulación de ira.
Marte necesita estar libre de las obligaciones inherentes a
una relación –al menos, la mayor parte del tiempo–. No es un planeta que se
relaciones. Intentamos convertirlo en un planeta así porque tenemos miedo de
expresarlo de cualquier otra forma y acabamos metidos en batallas de relaciones
en las que peleamos por nuestra autonomía. Podemos volvernos unos resentidos
amargados y culpar a la otra persona por frustrar nuestros deseos o bloquear
nuestra libertad de actuar decididamente. Podemos incluso provocar su rabia
porque nosotros no podemos manifestar rabia en nuestro interior.
Si un planeta de alguien cae encima de nuestro Marte, nos
está dando la oportunidad de descubrir algo acerca de nosotros mismos que
necesita ser expresado más allá de la relación.
Eso despertará a nuestro Marte y nos hará más conscientes de
que tenemos deseos y objetivos que necesitamos satisfacer con independencia de
que estemos en una relación o no.
Cuanto más furiosos nos sintamos, más fuerte será la indicación
de que no estamos expresando a Marte con plenitud. Puede que una relación no
sea el lugar adecuado para trabajar estas cuestiones de Marte. Quizá por esta
razón, en el mito el dios de la guerra Ares no se casó. Tiene muchas aventuras
amorosas y engendra muchos hijos, pero el estar casado no entra en su
naturaleza. Dado que todos tenemos a Marte en nuestra carta natal, hay una
parte de nosotros que busca su destino fuera de la relación. Cuando esta
necesidad no se manifiesta, puede explotar dentro de nuestras relaciones. En
ese caso puede crear problemas enormes, especialmente para los niños, que
pueden convertirse en víctimas de la rabia de un progenitor al ser «castrados»
por las obligaciones de la relación. El niño puede ser castigado por la pérdida
de autonomía del progenitor. Por tanto, la ira y la afirmación que es natural
que un niño exprese alrededor del primer retorno de Marte pueden provocar rabia
y violencia en el progenitor, que bulle como una olla hirviendo debido a su
propio Marte no vivido.
Es fascinante observar cómo funciona Marte en sinastría.
Hemos de recordar que Marte no es un «planeta del amor».
Está centrado en sí mismo, en el mejor y el peor de los sentidos de la
expresión. Para Marte, la otra persona es un medio a través del cual uno
experimenta su propia potencia, la autoafirmación y la eficacia. La activación
de Marte a través de una relación nos hace sentir que somos realmente
«mejores». Eso es natural y apropiado, en la medida en que sabemos que es eso
lo que está ocurriendo.
Cuando nuestro Marte es activado por el Saturno o el Quirón
de otra persona, o por un aspecto difícil de un planeta importante en la carta
de otra persona, la otra persona actúa como despertador de nuestra conciencia
al hecho de que no estamos suficientemente conectados con Marte en nuestro
interior. Descubrimos que no tenemos libertad para expresar la agresividad, la
iniciativa, el deseo de ganar y la necesidad de afirmar la propia
individualidad. El objeto de nuestra pasión puede ser, de hecho, un instrumento
a través del cual algo se despierta en nosotros. Podemos confundirlo con la
«realidad». Es «real», pero no en el sentido que imaginamos.
«¡ES LA GUERRA!»: LA EXPLOSIÓN DE MARTE EN EL COLECTIVO
Marte puede explotar y apoderarse del nivel colectivo.
Cuando Marte arrasa en el colectivo, puede aniquilar el ego
individual y liberar elementos inconscientes destructivos en la personalidad.
Generalmente esto ocurre cuando Marte en tránsito trabaja en connivencia con
configuraciones importantes de planetas exteriores que reflejan giros profundos
y perturbadores o cambios en los valores y pautas colectivos.
Este tipo de explosiones parecen tener lugar cuando un gran
número de individuos de un colectivo están desconectados de su propio Marte,
quizá en parte debido a motivos religiosos o culturales. Puede activarse
también cuando un colectivo está sufriendo problemas marcianos relacionados con
la impotencia y la rabia debidas a condiciones sociales, políticas o
económicas.
Es mucho más fácil que una persona que ha reprimido la
agresividad y la iniciativa explote cuando se siente apoyada por o puede
mezclarse en el conjunto de una multitud rabiosa.
Es fascinante observar los tránsitos de Marte en el momento
en que estallan las guerras. Esto nos proporciona una percepción astrológica de
esos momentos en que el dios de la guerra irrumpe en el colectivo. Para tener
un cuadro más completo de lo que ocurre, es también necesario que tomemos la
carta del evento y la pongamos en relación, si es posible, con cualquiera de
las cartas nacionales involucradas en el estallido.
Los tránsitos de Marte sobre cartas nacionales pueden ser
muy sugestivos si los acompañan otras configuraciones poderosas. Si las
circunstancias externas son las «correctas» en el sentido de que un colectivo
nacional está preparado para una explosión marciana, el tapón puede saltar de
la botella. Es necesario que exista una buena cantidad de identificación
colectiva con el dios de la guerra para verse abrumado por su espíritu. Pero
una vez un colectivo se mueve en esta dirección, puede que otros colectivos no
tengan más opción que luchar por su propia supervivencia.
Jung creía que el único antídoto frente a la inundación de
la locura colectiva es la formación de un sólido centro individual. Eso incluye
el establecimiento de una relación con Marte, cuyo rostro más creativo surge
del servicio al principio solar. Si existe la suficiente cantidad de individuos
viviendo desde su centro, no sería posible tal inundación. No seremos testigos
de una transformación de ese calibre durante nuestra vida, o en un futuro
próximo. Sin embargo, es una visión por la cual vale la pena esforzarse.
El conflicto, ya sea intelectual, emocional o físico, es un
componente arquetípico de la vida. Somos nosotros, los humanos, los que
transformamos los necesarios conflictos en crueles, innecesarias y sangrientas
masacres debido a nuestras patologías marcianas.
LO MEJOR Y LO PEOR DE MARTE, POR MELANIE REINHART
En una carta individual, el planeta que actúa como «dispositor
general» puede ser muy dominante y puede exigir ser expresado en la vida de la
persona. Obviamente, el «dispositor general» será un planeta que se halle
domiciliado en su propio signo. Si hay más de un planeta que esté domiciliado
en su propio signo no habrá un dispositor general.
El término «dispositor» es sinónimo de «regente».
ASTRONOMÍA GENERAL
El período orbital de Marte es de 697 días, un poco menos
del doble que el de la Tierra, si pensamos en términos heliocéntricos. A diferencia
de los planetas de Júpiter en adelante, Marte no siempre forma una conjunción u
oposición anual al Sol. El ciclo entre conjunciones con el Sol es regular y
dura un promedio de 780 días, que son dos años y dos meses, que es lo que se
denomina período sinódico. Como todos los planetas exteriores, Marte puede
estar retrógrado cuando se opone al Sol, pero sólo pasa el 9% del ciclo
retrógrado. Venus es el planeta que pasa menos tiempo en movimiento retrógrado
y luego le sigue Marte.
Vamos a ver la posición de Marte en el sistema solar, pues
comporta un simbolismo hermoso. El Sol es el centro de nuestro sistema solar y
Mercurio es el planeta más cercano al Sol, seguido por Venus, nuestro vecino
interior. Estos tres son nuestros verdaderos planetas internos, la tríada de
nuestra identidad personal interior, que nos revela nuestros valores subjetivos
(Venus), percepciones (Mercurio) y el sentido del ser (Sol). Luego tenemos el
sistema Tierra-Luna, nuestro hogar. Yendo más allá, nuestro vecino inmediato es
Marte. ¿No es precioso? La Tierra está flanqueada por Venus y por Marte, como
si estuviera diciendo: «¡Es el amor lo que mueve el mundo!». Somos literalmente
escoltados, hasta nuestra encarnación en la Tierra, por la unión de Venus y Marte,
las consecuencias de la pasión física. Físicamente somos el fruto de las ansias
de procreación de la especie humana.
Siguiendo hacia adelante, nos encontramos con Júpiter y
Saturno, llamados a veces los planetas sociales, que nos conectan con el ámbito
más amplio de la sociedad y sus estructuras, su ética, los viajes, las leyes y
las limitaciones. Pero fijaos en Marte. Va un poco a su aire, algo así como si
estuviera en medio de todo. Esta característica tiene su importancia cuando
intentáis sumergiros en las profundidades marcianas de una carta individual.
Marte es el primer planeta exterior a la órbita terrestre, entre el sistema
terráqueo-lunar y Júpiter; y por tanto, también se halla entre dos dimensiones
de la vida: el mundo físico íntimo, interior y personal y las preocupaciones
más generales de tipo social, ideológico y ético relativas a las creencias, a
la religión y la urgencia a expandirse.
Con Marte nos movemos más allá de nuestro territorio básico,
nuestro hogar, nuestra seguridad, nuestros hábitos y nuestras estructuras
personales en orden a conectar con este ámbito social más amplio. Buscamos
dejar nuestra huella, expresarnos, relacionarnos, competir, aceptar desafíos,
obtener reconocimiento, satisfacer algunos impulsos innatos y ganar aquello que
nos es más querido.
Necesitamos a Marte para poner al día lo que hay en nuestro
interior, con el fin de cumplir las funciones de los tres planetas interiores
en la sociedad y para llevar a cabo lo siguiente:
1. Expresar nuestro sentimiento básico de vitalidad e
identidad (el Sol).
2. Transmitir y comunicar nuestras actitudes y creencias
(Mercurio).
3. Reconocer nuestros valores, las personas y las cosas que
atraemos, así como actuar conforme a aquello que es realmente importante en
nuestra vida.
4. Actuar como protectores de la vida en el sistema
terráqueo-lunar en el que vivimos.
Yo creo que tanto Marte como Venus están relacionados con el
deseo, pero de una forma distinta, así que espero poder definir en el
transcurso del día las diferencias entre el deseo de Venus y el de Marte. El
símbolo de Marte nos habla de tomar algo de la Tierra, de la sustancia de lo
que somos, y de lanzarla al mundo., dándole propósito y dirección. Al llevar a
cabo este proceso de «salir afuera», llevamos con nosotros todos los problemas
y cuestiones relativas a los planetas interiores contenidos en la órbita de la
Tierra. Esto puede tanto ayudar como entorpecer nuestro Marte.
Sabemos que Marte es el pionero o guerrero.
Marte tiende a salirse de lo establecido, a alejarse del
pasado, buscando nuevos horizontes, nuevos retos y aventuras, y al hacer esto,
se coloca en una posición delicada, vulnerable y precaria en relación a la base
de la cual parte: el riesgo de afirmarse. Eso es Marte observado desde la
perspectiva de nuestro hogar planetario.
Es cómo sacamos afuera aquello que somos y lo mostramos,
expresamos, hacemos algo con ello y lo traemos al mundo, lo defendemos si es
necesario. Pensar en Marte como un factor que se mueve entre los planos
personal y social influye en la manera en que gestionamos nuestros impulsos
marcianos con la finalidad de dejarnos listos para la integración social o no,
como puede ser el caso. Definitivamente trata del conflicto y de la gestión del
conflicto, tanto interno como externo, así como de la capacidad de luchar, de
oponerse, de reconciliarse y de hacer las paces tanto como de hacer la guerra.
La posición de Marte nos muestra lo capaces que somos de tener satisfacciones
sociales, de gozar y de disfrutar de una posición social; lo capaces que somos
de dirigir nuestra pasión por la vida, lo capaces que somos de ejercitar un
control positivo sobre nosotros mismos, de disciplinarnos y de estar dispuestos
para luchar por lo que necesitamos, amamos y apreciamos.
CONFLICTO
Todos sabemos que Marte está asociado con el conflicto y con
provocación del mismo. Al igual que es el que inicia las batallas, quizá sea
también el que las termina. La resolución de conflictos requiere tanto coraje e
intención como ganar o perder una batalla. Quizá ésa es la verdadera función de
Marte.
Elegir seguir la línea heroica que discurre entre lo
personal y lo ideológico –entre la Tierra y Júpiter– presupone también un
combate. Si retenéis esta metáfora en la cabeza –la posición de Marte en el
sistema solar–, ésta os revelará los problemas que subyacen en un conflicto. En
otras palabras, muchos conflictos pueden ser reducidos a la predominancia bien
de motivos territoriales, bien ideológicos –es decir, relacionados con la
Tierra o Júpiter–.
Aun cuando analicéis problemas personales emocionales, a
veces podéis ver una o ambas fuerzas en acción. Intentadlo. Si queréis
experimentar con ello, tomad la posición de la Tierra en vuestra carta, que
será la opuesta a la de vuestro Sol desde el punto de vista heliocéntrico y que
os servirá para evaluar también el estado de vuestro elemento Tierra. Quizá
queráis señalar posibles áreas de conflicto e incongruencia entre la Tierra,
Marte y Júpiter para haceros una idea de en qué área se localiza el campo de
batalla de vuestro propio Marte. Esto es muy útil para evitar peleas con
fantasmas y desperdiciar energía proyectando lo que básicamente es un conflicto
interior.
Metaconflicto en el que está involucrado Marte se da entre
dos fuerzas:
1) el tirón del instinto, del hábito y la inercia de lo que
ya está establecido (Tierra-Luna) y 2) el potencial para la expansión o para
dar una especie de salto cuántico por el bien del propio desarrollo en el área
de las aspiraciones, ideologías, ética o potencial personal (Júpiter).
O, dicho de forma más simple, los conflictos básicos de
Marte se pueden ver de esta manera, entre la tierra y el cielo, territorio o
ideología. Recordad que Zeus era el gran dios celeste. La cuestión es qué es lo
que nos motiva; y aquí es donde el factor potencialmente modificador de Venus,
en cuanto representación de nuestros valores, se vuelve importante. Obviamente,
en cualquier horóscopo Marte tenderá a ponerse del lado de uno de los impulsos
en vez del otro. Por tanto, el otro será siempre una fuente de conflictos.
Marte en Tauro es condenadamente lento.
Cuando os fijéis en Marte en una carta, intentad preguntaos:
«¿A quién sirve Marte?», en relación a la Tierra o Júpiter. Se supone que una
cuestión como ésta es de tipo retórico y exploratorio, que no tiene por qué
proporcionar necesariamente respuestas rígidamente falsas.
Recuerdo vívidamente a Howard Sasportas describiendo a Marte
como «guardaespaldas del Sol»5, queriendo decir que se supone que la vitalidad,
la energía y la intención puras de Marte sirven al propósito solar del
individuo. En otras palabras, nos ayuda a ponernos del lado de esa misteriosa
luz interior que nos conecta con la dimensión sagrada de toda vida. El estado
de conflicto que caracteriza a Marte puede ser visto, entonces, como la lucha
interior para «volver al camino».
La energía de Marte puede ser «aprovechada» por otros
planetas. Por ejemplo, si Marte está al servicio de Saturno, puede estimular el
deseo de conformarse como el de luchar contra ese deseo. Si está al servicio de
Júpiter, puede incrementar nuestro celo religioso, así como causar conflictos o
controversias en asuntos de fe y cuando tratamos de convencer a los otros de
que tenemos razón. Ésa es una manera útil de considerar los aspectos.
Marte puede energetizar todo lo que toca y a veces
sobrecargarlo, pero también puede ser eclipsado por el pero también puede ser
eclipsado por el otro planeta. El conflicto entre ambos puede generar mucha
ira.
Marte puede energetizar todo lo que toca y a veces
sobrecargarlo, pero también puede ser eclipsado por el otro planeta. El
conflicto entre ambos puede generar mucha ira.
MARTE Y EL PLEXO SOLAR
En relación a los cuerpos sutiles, Marte está asociado con
el tercero o chakra del plexo solar, que se refiere a la fase de desarrollo
entre los 9 y los 13 años de edad, o pubertad. Su denominación, plexo «solar»,
indica que este chakra estimula el desarrollo y expresión de las cualidades de
nuestro signo solar, nuestra vitalidad y energía primarias. Está relacionado
también con el desarrollo del discernimiento racional, así como de la capacidad
de mantenerse en su posición. Es ese lugar en nuestro centro en el que
intentamos buscar el equilibrio, pero en el que también debemos adaptarnos a
las circunstancias y ser creativos. Las glándulas suprarrenales, ligadas al
mecanismo de «lucha o huida» y, por tanto, con Marte, se localizan al lado de
los riñones y se encuentran también en esa zona media. En la anatomía del
cuerpo sutil, las personas cuyo plexo solar o Marte astrológico es débil pueden
tener miedo del conflicto y pueden ser fácilmente invadidas por la energía de
otras personas, especialmente por su agresividad, y pueden padecer problemas
estomacales, lumbago o problemas renales.
LA BATALLA PERDIDA
Se da por sentado que Marte nos ayuda a florecer y usar
nuestra vitalidad en orden a crecer y participar en la vida, desarrollar
nuestra creatividad y actuar con eficacia frente a la oposición y los
obstáculos, conflictos y dificultades. Este es un proceso muy personal, y
podemos ver claramente a Marte como servidor del Sol, el medio por el que
nuestro yo interior es honrado mediante su expresión. Marte trata además de la
voluntad, la aplicación y uso de la intención y la energía.
Hay una gran lucha, no obstante, que todo Marte finalmente
pierde y es la lucha contra la muerte física. Por mucho que ganemos o perdamos,
finalmente debemos rendirnos a este hecho inevitable. Algunos tipos de Marte
son muy conscientes de ello y algunos lo niegan, lo que condiciona la calidad
de su confianza en uno mismo y el sentimiento de poder personal.
El estado de Marte nos muestra, además, si aceptamos las
derrotas con deportividad, aceptando la dureza de la vida con suavidad y si
somos capaces tanto de perder con elegancia cómo comportarnos magnánimamente en
la victoria; o si, por el contrario, si nos llenamos de odio, si nos culpamos a
nosotros mismos o nos hundimos en un sentimiento de derrota cuando nos
enfrentamos al fracaso y a la pérdida.
Plutón fue descubierto en 1930 y a veces se le llama «la
octava alta de Marte», aunque yo creo más bien que la expresión «octava baja»
es más adecuada. Yo entendería esto como que la manera en que integramos a
Marte en nuestras vidas está en proceso de transformación, tanto a nivel
individual como colectivo, desde 1930.
EL CULTO A MARTE
Hay una enorme cantidad de violencia en los medios, al igual
que en la vida real; y esto se puede considerar como una especie de adoración
colectiva del principio de Marte. Si Marte es el guerrero, el guerrero necesita
una causa noble por la cual luchar. Entonces establecemos la conexión con
Júpiter. La alternativa es simplemente luchar por sobrevivir, por el
territorio, el dominio, la gratificación… Es decir: la energía terráqueo-lunar
en su forma más negativa. No obstante, la ideología y las creencias religiosas
caen bajo el dominio de Júpiter; y ambas han provocado increíbles episodios de
crueldad y de derramamiento de sangre en la historia de nuestro planeta.
Nada tiene de extraño que Marte esté rodeado de tanta
ansiedad y preocupación, pues se halla en una situación de «malo si lo haces y
peor si no lo haces» entre la Tierra y Júpiter, cuyos valores pueden ser
distorsionados con resultados desastrosos.
Cuando Marte no está conectado positivamente con cuestiones
que le conectan con la Tierra, entonces su energía puede volverse «canalla». Un
elefante canalla puede ser un elefante que, debido a una herida u otra razón,
abandona la manada, se vuelve destructivo y ataca. Del mismo modo, si sofocan
la iniciativa y la creatividad debido a preocupaciones mundanas que se vuelven
demasiado densas, Marte puede frustrarse y no ser feliz, y por lo tanto, está
enfadado y fuera de madre. Creo que el verdadero campo de batalla de Marte es,
en primer lugar, el de sus propios conflictos internos; y enfrentarlos le ayuda
a manejar un conflicto externo entre ideología y territorio.
Pienso en el significado arquetípico de los Juegos Olímpicos
en el sentido de que todos los habitantes de la Tierra rinden culto a Marte de
una forma inspirada y legítima, dejando aparte pequeñas preocupaciones tribales
y nacionales y mostrando su capacidad para la resistencia, la vitalidad, la
excelencia, las proezas físicas y la competitividad saludable en un espíritu de
cooperación entre hermanos y hermanas: la Humanidad mostrando lo mejor de sí
misma.
El zodíaco tropical, el que usamos mayoritariamente en
Occidente, se calcula a partir del Punto Vernal, 0º de Aries, punto en que el
Sol cruza el ecuador celeste. Todo el zodíaco tropical se construye a través
del impulso marciano y se desarrolla en un ritmo de doce divisiones.
El doce es a veces considerado como el número del Sol, que
está exaltado en Aries, el signo de Marte. Toda la carta es como una apertura a
la acción y a la manifestación (Marte) del impulso solar de nuestro sentido
nuclear del ser (Sol). El núcleo del Ser Solar que es nuestro signo solar se
viste con las ropas de Marte al efecto de ser expresado.
Creo que el horóscopo describe qué aprendemos y cómo
aprendemos de las consecuencias de nuestras acciones y elecciones (Marte); lo
cual, si lo ampliamos, muestra nuestro karma o la trama continuada en el tiempo
de las consecuencias, que incluye nuestras propias vidas pero que no se limita
únicamente a éstas.
MARTE Y LOS CUATRO PUNTOS CARDINALES
Marte es el principio de la acción, incluyendo lo que los
budistas llaman «no-acción», que también elegimos conscientemente. Mercurio
representa la energía con la que reflexionamos, generamos ideas o quizá
planeamos actuar. Pero Marte es la acción por sí misma. Quizá Mercurio es el
«eslabón perdido», en el sentido de que el mero impulso puede necesitar ser
atemperado por el pensamiento.
La energía de Marte es necesaria para honrar nuestra propia
y más profunda virtud, es decir, aquello que es intrínseco a nuestra
naturaleza, y que por tanto exige expresarse.
Marte tiene relación, además, con la defensa de nuestro
territorio, con el desarrollo de nuestra excelencia.
EL DIOS GRIEGO ARES
En cierto sentido, es más fácil identificar al Marte romano
con el poder, la vitalidad y el compromiso que dan apoyo a nuestras intenciones
positivas en la vida, tanto para la expresión de nuestra individualidad como
para el bienestar, la protección y el honor de la tribu. Es fácil identificar
la mirada hacia Júpiter y también se puede ver cómo eso puede llevar al exceso
y al abuso. La imagen se vuelve más compleja respecto de Ares. Ares es descrito
como realmente sediento de sangre. Era sanguinario como dios de la guerra y de
la discordia y tendía además a perder la calma, metiéndose en toda clase de
problemas. Ni siquiera era un guerrero particularmente bueno, sino más bien un
personaje bastante patético que perdía batallas a menudo; y por encima de todo,
era verdaderamente un mal perdedor que tenía tendencia a enrabietarse, a
desplomarse o estar malhumorado cuando era derrotado. Al perder no tenía ningún
sentido de la dignidad y era incapaz de tomar distancia y reconocer que en la
vida «a veces se gana y a veces se pierde». Además, Ares era físicamente muy
corpulento, increíblemente competitivo y montaba un enorme escándalo cuando le
hacían daño o le herían. Al mismo tiempo, Ares era enormemente vulnerable:
debió ser un verdadero dolor de cabeza por su tendencia a ser agresivo, a
provocar peleas o a meterse en ellas. Ares no era lo que se dice sociable y
bastante diferente a su contraparte romana, Marte.
Uno sólo se puede preguntar qué influencia puede haber
tenido una figura como ésta en las opiniones colectivas acerca de cómo deben
ser o no deben ser los hombres y acerca de cómo pensaban las mujeres que los
hombres debían ser o no. Habría que pensar un poco en ello. Como imagen del
guerrero masculino es bastante humillante, y el retrato que se ha hecho se
acerca más a la figura del matón19. Esto quizá refleja el énfasis que se hacía
en la cultura griega clásica acerca del desarrollo de la razón (Mercurio),
contraponiéndola de forma inevitable al principio de Marte.
Al explorar a Marte en la carta, vais a encontrar un
espectro de diferentes cualidades conforme al sexo y a la edad de la persona
cuya carta estáis viendo; pero también puede variar en el tiempo.
Al estudiar vuestro propio Marte, podríais preguntaros si
aceptáis de buen grado las derrotas ¡o si sois tan malos perdedores como Ares!
PARENTESCO Y NACIMIENTO DE ARES
Hay dos versiones distintas de la paternidad de Ares que
debemos tener en cuenta. La primera es que fue concebido partenogenéticamente y
dado a luz por Hera sin recurrir a Zeus, como represalia por haber él dado a
luz a Atenea sin recurrir a ella –una especie de toma y daca o de «¡te vas a
enterar!»–. En esta genealogía, Ares nace del conflicto, de la rivalidad entre
sus padres. No tiene padre. Por lo tanto, su bravuconería, beligerancia y
debilidad quizá puedan equipararse a la de un hijo sin padre, que siente miedo
y está mal equipado para la vida. Esto tiene interés en nuestra época, si
pensáis en cuántas familias monoparentales hay en que tanto niños como niñas
tienen un contacto mínimo con sus padres.
Ares fue adorado por las Amazonas, que estaban asociadas con
Artemis, la cazadora, pero su verdadera pasión fue por Afrodita, de quien se
decía que era la única capaz de calmar su sed de sangre.
En términos psicológicos, puede que nuestras dificultades
con Marte deban ser complementadas y abordadas desde la dimensión de Venus. En
otras palabras, la energía pura, vital, agresiva de Marte pide ser equilibrada
por Venus a través de la conexión con aquello que nos es más precioso, los
propios principios, lo que uno valora en los demás, en los dominios de lo
ideal, lo estético y lo interpersonal. Como breve comentario de género, esto me
resulta interesante en cuanto que enfatiza ciertamente la importancia del
principio de Venus en el proceso de enfocar la energía de Marte. En la medida
en que un hombre no tenga contacto con su lado interior venusino, buscará a
mujeres que manifiesten ese principio por él y consiguientemente se resentirá
de su dependencia hacia ellas. Lo mismo vale para las mujeres y su relación con
la energía marciana, si permiten que un hombre se la arrebate. Para cada sexo,
cada vez que el otro es señalado para que se haga cargo de la «otra mitad»
interior de uno, surge un amargo conflicto entre ambos.
La otra versión afirma que Ares fue la descendencia tanto de
Zeus como de Hera. En esa genealogía Ares se convierte en hermano de Hefaistos,
el herrero lisiado.
Hefaistos es el dios terrenal que trabaja con el fuego en la
fragua, derritiendo metal, la esencia de la Tierra. Aries es el guerrero. La
rivalidad entre Hefaistos y Ares es un detalle de su historia que aún no he
visto desarrollar, por lo que yo lo voy a hacer ahora. Es una historia
significativa en particular para Marte en los signos de Tierra y en aspecto con
Saturno, como en la carta que hemos levantado para el día de hoy. Hemos visto
también el vínculo genérico que hemos descubierto en los signos cardinales y
los cuatro ángulos del horóscopo. Hefaistos nació prematuramente y fue
concebido aparentemente en un momento en que se supo-nía aún que la relación
entre Zeus y Hera debía ser secreta. Nació deforme, con los pies cabos y
apuntando hacia atrás. Hera se horrorizó al verlo y, agarrándolo de un pie, lo
arrojó al mar, intentando de deshacerse de él. Fue rescatado y cuidado por la
diosa marina Tetis y sus hermanas. Hefaistos estuvo siempre resentido por ese
rechazo de Hera. Encontramos así en el personaje de Hefaistos un infinito deseo
de venganza y resentimiento. Éste es el lado de Marte que no pasará por alto el
insulto, la injuria y el conflicto, que ha de tener la última palabra, que
conspirará y trazará un plan para recuperar lo suyo. Oyente:
Hefaistos forjó los atributos de los dioses: sus emblemas,
insignias y la parafernalia a través de la cual eran conocidos y que indicaba
su identidad individual. Por ejemplo, fabricó el casco y las sandalias de
Hermes, así como el escudo de Atenea. Es el lado de Hefaistos de nuestro Marte
astrológico que nos permite dotarnos de los atributos a través de los cuales
nuestra personalidad puede ser moldeada y nos permite también darle una forma
reconocible a través de la expresión de nuestros dones únicos. Ésa es nuestra
cualidad solar y, como toda luz, se acompaña de una contraparte oscura.
Hefaistos forjó un hermoso trono dorado para Hera, su madre, y se lo regaló con
el honor que correspondía a su posición. No obstante, en el momento en que
sentó en él quedó aprisionada por cadenas invisibles y no se podía mover.
Naturalmente, era impropio de la esposa del gran rey del Olimpo quedar
encadenada y por tanto ser humillada de tal manera; así que, para salvar la
cara, hizo un trato con Hefaistos, que acabó exigiendo a Afrodita en matrimonio
como condición. En tales circunstancias ésa era una oferta que no se podía
rechazar y así fue como Afrodita se convirtió en la reacia esposa del herrero
cojo.
Marte trata también de lo que creemos que debemos ser o no
ser en orden a sentirnos poderosos. Aunque ahora voy a adelantar un poco los
acontecimientos, quiero mencionar que Marte nos muestra dónde y cómo tenemos
que aprender que este punto de vista no tiene sentido sin renunciar a la fuerza
y a la manifestación de nuestra voluntad, defender nuestro territorio y lograr
lo que queremos –dónde seremos derrotados al efecto de aprender que hemos sido
arrastrados por la clase equivocada de poder o dónde la lección puede ser que
simplemente lo que necesitamos es levantarnos y volverlo a intentar–.
Otra anécdota sobre Hefaistos describe cómo, en su incurable
resentimiento e ira, se las arregló para volver al Olimpo. Cometió el error de
ponerse del lado de Hera en contra de Zeus en medio de una disputa entre ellos
dos, con lo que provocó la cólera de su padre. ¡Pobrecillo! Primero provoca el
rechazo de su madre porque no es perfecto. Después, se pone de parte de su
madre, presumiblemente porque aún trata, sin éxito, de restablecer el vínculo
con su madre tras el primer rechazo. Cae, pues, la ira de su padre sobre él y
es arrojado del Olimpo otra vez. No una, sino dos veces es arrojado del Olimpo.
Cae con gran estruendo en la isla de Lemnos y sus habitantes le cuidan hasta
que recupera las fuerzas. Es como un Marte incapaz de abandonar una batalla
inútil. Es como si pensara: «Mi madre piensa que soy feo y me ha rechazado,
pero voy a conseguir que me acepte».
Desde el punto de vista positivo, no obstante, esto puede
significar una lealtad inquebrantable, devoción y dedicación –exactamente el
tipo de persistencia necesaria para soportar las dificultades y llevar a cabo
las cosas de todos modos–.
Marte es también cómo reaccionamos ante la herida. En este
caso tenemos a Hefaistos y su madre que le rechaza. Existe un extraño parecido
con la historia de Quirón, que también fue rechazado por su madre debido a su
deformidad física.
Hefaistos es la clase de Marte que no abandona, que no
acepta un no por respuesta y que no sabe cómo dejarlo. Desde el punto de vista
positivo, no obstante, esto puede significar una lealtad inquebrantable,
devoción y dedicación –exactamente el tipo de persistencia necesaria para
soportar las dificultades y llevar a cabo las cosas de todos modos–.
Hefaistos ideó un plan de venganza y, de alguna manera,
consiguió recuperar lo suyo. Pero al mismo tiempo que ob-tenía a Afrodita como
esposa, constantemente tuvo que hacer frente a las infidelidades de ésta. No
hubo una solución fácil. Viendo a Marte desde este punto de vista, no es
difícil ver en este relato una parábola sobre la insensatez de la venganza. Si
leéis con cuidado las historias mitológicas, podéis ver que Hefaistos
representa la rabia que sentimos cuando los demás no se comportan de la manera
que nosotros queremos, cuando no podemos controlarlos. En una versión del mito,
Hefaistos tiene las piernas débiles. Fabricó dos robots, uno de oro y otro de
plata, para que le ayudaran debido a la corpulencia y gran tamaño de su cuerpo.
Oro y plata, padre y madre, Sol y Luna. Hay algo muy emotivo acerca del valor,
el coraje y la determinación de esta cualidad de Marte que nos permite seguir
adelante y mostrar quiénes somos, a pesar de las dificultades que encontremos.
Nos fabricamos nuestras propias piernas, aun en el caso de
haber empezado sin tener un territorio propio. En términos psicológicos, esto
significa empezar de cero, sin el apoyo del padre o la madre y, aun así,
arreglárselas para cruzar el umbral hacia nuestro propio viaje independiente.
Debemos descubrir por nosotros mismos los padres
arquetípicos interiores que nos apoyan, con independencia de cuán buenos o
malos fueran nuestros propios padres; y esto significa renunciar a nuestra ira
hacia nuestros padres de carne y hueso que, después de todo, son eso, humanos.
En cuanto se presente una oportunidad, nuestro Marte nos
ayudará a encontrar nuestro propio territorio, a pesar de no haberlo tenido
cuando empezamos a vivir.
Marte nos indica cómo encontramos nuestro propio territorio
y nos mantenemos en él, en contraste con el sentimiento de «no tener dónde
apoyarse».
LAS ETAPAS DE DESARROLLO DE MARTE
Si nos fijamos en Marte desde una perspectiva biológica, es
la energía que nos capacita para prosperar en nuestra vida individual y en la
sociedad.
Marte completa una vuelta al zodíaco en poco menos de dos
años y medio; y ésos son años críticos en términos de nuestra relación con esta
energía. Si hemos tenido suficiente de lo que necesitamos durante esos años, se
crea un fundamento profundo y sólido desde el cual nos sentimos seguros para
salir al más amplio mundo, para expandirnos hacia el reino jupiteriano del
contacto social, del aprendizaje y, en general, del engrandecimiento y
extensión de nuestro ser.
El primer retorno de Marte anuncia «los terribles dos
años», en que se incrementan nuestra movilidad y nuestra agilidad mental, en
que conectamos y desmontamos cosas, nos alejamos más de nuestra madre y
sentimos que la necesitamos menos.
También nos afirmamos y ponemos a prueba los límites. En
esos primeros años nuestras necesidades son muy primarias: sentirnos seguros,
contenidos, cuidados, aceptados, reafirmados y apreciados. Queremos ser el
centro del universo. Nuestro Marte nos dice cómo nos va intentando ser el
centro del universo, ¡y cómo reaccionamos cuando descubrimos que en realidad no
lo somos!
Astrológicamente, se supone que es el Sol el que ha de
ocupar ese lugar, y Marte puede ayudarle o entorpecerle en ello.
Almacenado en nuestra memoria marciana existe el residuo de
todas las luchas primarias para conseguir lo que necesitamos, cómo lo hicimos y
qué ocurrió cuando fracasamos. Algunos bebés son muy exigentes desde el primer
día, de una forma muy evidente. Cuando tienen hambre, gritan; cuando quieren
algo, lloran. Hacen saber a su madre de viva voz o con gestos que no todo está
bien. Hay bebés más pasivos que no hacen eso, que requieren otro tipo de
sintonización o empatía de la madre.
Nuestro Marte guarda memoria de lo que ocurrió entre
nosotros y nuestra madre en esos años críticos en que necesitábamos ser el
centro de nuestro propio y pequeño universo. Éste es el reino terráqueo-lunar.
Si nunca nos hemos permitido sentirnos como «ganadores»,
puede que sigamos intentando convertirnos en el centro del universo. No seremos
nosotros quienes llevamos las riendas. Nos convertimos en adictos al triunfo,
en personas incapaces de relajarse y en muy malos perdedores. Puede que veamos
el mundo como un lugar en que hay que pelear con todo el mundo para conseguir
lo que uno necesita. Y aun así, tenemos que fracasar. El inevitable fracaso y
cómo reaccionamos ante él es también territorio de Marte.
Si tenemos hermanos nacidos antes de nuestro primer retorno
de Marte se creará un poderoso elemento de rivalidad entre hermanos, que sería
el caso de Ares y Hefaistos.
Grabada en Marte llevamos la huella del «éxito» que tuvimos
en satisfacer nuestras primeras necesidades. Justo ahí se plantea la cuestión
de la dependencia y la independencia, al igual que Marte está en Cáncer, signo
de su Caída. Esto suena parecido a la «caída» de Hefaistos desde el Olimpo.
Si nuestras primeras relaciones nos han dejado un
sentimiento de acoso, entonces es posible que llevemos esto más allá y nos
sintamos constantemente que nos falta algo, vacíos y teniendo que luchar. Tanto
da que tengamos que luchar o manipular a los demás para obtener lo que
queremos.
En cualquier caso, no es seguro ser directo porque o no va a
funcionar o porque vamos a ser castigados, o no es seguro para nosotros porque
esperamos no satisfacerlas.
Marte guarda memoria de esta muy temprana exposición al
nivel físico, biológico, de supervivencia y de lo bien o mal que nos las hemos
arreglado para afirmarnos.
Marte describe tanto el desarrollo físico en esos primeros
años tanto como la expresión de la necesidad y lo que ocurre si nos sentimos
derrotados. Fijaos en los aspectos entre Marte y los otros planetas y si son
aplicativos o separativos.
Si tenéis en cuenta las direcciones de arco solar y las
progresiones obtendréis una imagen precisa de las influencias en el desarrollo
que afectaron a Marte.
DEFENSA Y ATAQUE
Más tarde en la vida podemos alternar con los demás bastante
bien y aprender a tener bajo control los elementos más salvajes de Marte. A
partir de ahí sólo nos encontraremos con la crudeza de esa energía cuando
nuestra supervivencia esté amenazada, como si estuviéramos expuestos a una
situación extrema o peligrosa.
Cada animal mantiene una supuesta «distancia crítica»; y
que, si traspasáis esa distancia acercándoos al animal, el animal atacaría
simplemente por eso, porque habéis traspasado esa distancia y habéis penetrado
en su territorio. Podríais decir que vuestra «distancia crítica» es el límite
exterior de vuestros mecanismos de defensa. Si tenemos unas expectativas muy
elevadas de ser atacados, de que se burlen o mofen de nosotros, de ser
menospreciados, limitados –y si eso ha ocurrido continuamente, especialmente en
nuestra infancia, tanto física como psicológicamente–, entonces nuestra
distancia crítica será muy grande, ¡y ay de aquel que traspase ese límite,
porque entonces pasaremos de la defensa al ataque! Ésta es una cuestión muy
física y si aprendéis a sintonizaros con vuestra propia energía corporal es más
fácil no transgredir los límites inadvertidamente o permitir que os pase lo
mismo a vosotros. Una de las cosas que yo os invitaría a empezar a pensar es:
¿de qué manera vuestro signo de Marte se identifica con la defensa y el ataque?
¿Qué significado tienen para vosotros las palabras «cerca» y «lejos» en
términos de distancia crítica?
Cuando vuestra distancia crítica ha sido violada, ése es el
punto en que empezáis a sentir el miedo y la amenaza, o enfadados y agresivos.
¿Sois del tipo de personas que percibe el peligro mucho
antes de que ocurra y entonces creéis que hacéis todo lo que podéis para que
deje de ocurrir? ¿O, por el contrario, os encontráis de pronto en medio de una
situación de conflicto de la que no teníais ni idea? Naturalmente, podemos
experimentar ambas situaciones. Cada persona tiene un radar distinto en cada
caso. Algunas personas están siempre imaginando conflictos y desastres y hacen
horas extras en su cabeza para imaginarse maneras de detenerlo. Esto nos lleva
a Marte como factor de control.
Otra cuestión en relación a Marte es: «¿Cuánto control
ejercemos sobre nosotros mismos hasta dónde llegamos al intentar controlar a
los demás para sentirnos seguros? Y cuando hacemos eso, ¿cómo lo hacemos?».
A nivel biológico, Marte va referido al territorio, la
seguridad, la defensa y a obtener lo que se necesita para sobrevivir. Cuando
añadimos la dimensión de Júpiter, añadimos los ideales. Este conflicto primario
de Marte puede referirse al instinto y al ideal, y a cómo se sincronizan o no
lo hacen. Lo que nos han enseñado las actitudes y las creencias puede incluir
en nuestra relación con Marte. Creencias como «Las niñas pequeñas deben
portarse bien y no tener rabietas» pueden calar profundamente en nosotros. O,
si vemos ejemplos negativos de Marte en nuestro entorno, como esos padres que
se pelean y hacen añicos los muebles, nuestro Marte puede adquirir la
convicción de «Nunca voy a ser como ellos»; y con ello podemos suprimir también
las funciones más saludables de nuestro Marte. Quizá descubramos entonces que
somos hipersensibles a la amenaza inminente de cualquier cosa que tenga un
parecido, por remoto que sea, con un conflicto entre personas, y nos
convertimos en un manojo de nervios tratando de evitar que ocurra. Es como
apagar fuegos psíquicos, lo cual resulta agotador.
La competición y la rivalidad pueden formar parte de un
compromiso creativo con vuestra propia excelencia. No obstante, si ese impulso
está demasiado contaminado con las primeras necesidades insatisfechas del lado
terráqueo-lunar, lleva a remolque una rabia muy primaria. En ese caso ya no es
suficiente tener a alguien a quien admirar o con quien competer, alguien que os
desafía a afilar vuestro ingenio o perfeccionar vuestra excelencia. Fijaos en
las palabras: «fragua», «piedra de afilar», «afilar». Todas ellas nos remiten a
Hefaistos. Pero cuando el Marte infantil nos lleva de la mano, eso no es
suficiente y tenemos que ganar, cueste lo que cueste. Reconocer y sanar esa
compulsión es extremadamente importante. Quizá ahí es donde entra en juego el
vínculo entre Ares y Afrodita, dado que hemos de ser capaces de amar a ese niño
rabioso y desamparado que está cogiendo una rabieta al efecto de liberar la
dimensión jupiteriana o idealista de nuestra propia voluntad, nuestro propio
Marte. Si, como Hefaistos, empezasteis sin territorio, seréis uno más entre los
millones de personas a las que aún les queda algún residuo del sufrimiento
respecto de Marte. Habrá ocasiones en vuestra vida en que la autoafirmación se
sentirá muy peligrosa debido a la rabia y la vulnerabilidad que amenaza con
acumularse. No obstante, si sois un poco conscientes de lo que está ocurriendo,
y con persistencia y delicadeza, es posible dispersar la energía. Cualquier
situación de rivalidad puede sacar a la luz este material temprano; y si existe
un grado de conciencia suficiente puede ser un camino muy valioso hacia el
autoconocimiento. En cierto sentido, toda relación entre maestro y alumno debe
contener este elemento de purificación. Debemos alcanzar una etapa, en
cualquier tipo de aprendizaje, en que nos sintamos lo bastante seguros como
para hacer frente a nuestro reverenciado maestro; y la manera en que manejemos
esta situación determinará el gusto que nos dejará en los labios: dulce, amargo
o una saludable mezcla de ambos.
LA BATALLA INTERIOR
El tema de la batalla en relación a Marte se refiere también
a la batalla interior, enfrentando conflictos internos entre los elementos del
«bien» y del «mal» existentes en nuestro interior y las elecciones que hacemos
conforme a nuestras creencias y compulsiones. Éste es también el campo de
batalla entre el instinto y la ideología, la pareja Tierra-Júpiter.
Creo que la tarea de nuestro Marte es aprender del
territorio entre ambos, que se abre con la espada de la conciencia. Esto no
significa que el conflicto externo sea malo, o no ocurrirá, o debe ser evitado,
sino que debemos involucrarnos de una manera distinta.
A medida que desarrollamos nuestro sentido de la
individualidad, al igual que el Sol lanzamos una sombra y es el proceso de
Marte el que nos empuja a ese lugar, obligándonos a que le prestemos atención.
No es posible, no obstante, percibir e incorporar los rasgos menos nobles de
nuestra personalidad sin un grado suficiente de amorosa consideración por
nosotros mismos o autoestima en el sentido solar o quizá también en el
venusino.
Este proceso es la base de muchos conflictos
interpersonales; y cuando vemos en otra persona aquello que nos da pavor o
tememos en nosotros mismos, tentemos a querer atacarlo, librarnos de ello y
romper el contacto.
Por otro lado, la línea entre introspección rigurosa y
honestidad meticulosa y autoflagelación es muy fina. Cuanto más valiosos nos
sintamos, más preparados estaremos para ver nuestros defectos, autoengaños y
nuestra hostilidad bajo una luz más amable, que es lo que mueve la energía y
nos permite dejar atrás la visión negativa que tenemos de nosotros mismos y de
los demás.
De igual manera, cuanto menos merecedores de culpa nos
sintamos, menos sentiremos que tenemos que demostrar algo, tomar represalias o
condenar y menos quisquilloso será nuestro ego.
Ahora, una mención sobre el miedo y el coraje. Marte tiene
dos lunas llamadas Fobos y Deimos que, juntamente con Harmonia, fueron la
descendencia de Afrodita y Ares. Deimos y Fobos significan, respectivamente,
terror y miedo. De Fobos se deriva la palabra o raíz fobia, que podemos
considerar como nuestro propio «material» marciano proyectado en algo «ahí
fuera» para asustarnos. Personifica los sentimientos agresivos o competitivos
con los que no nos sentimos cómodos. Quizá estemos más asustados de nuestra propia
hostilidad o agresividad que de la que viene de «ahí fuera».
Yo antes habría asociado siempre el miedo con Saturno, pero
parece que no deja de aparecer esa conexión entre Marte y Saturno; y este tema
del miedo es quizá un área en la que más se superponen ambos. El potencial
positivo de nuestra energía marciana está rodeado del miedo que hemos de
enfrentar. Se dice a veces que el amor es lo opuesto del miedo. Miedo y coraje
están también íntimamente ligados, de manera que quien dice no tener miedo no
puede tampoco tener coraje. Puede tener «cojones», bravura, éxito y conseguir
toda clase de cosas maravillosas, pero no necesariamente coraje. El coraje
incluye el miedo. La palabra francesa coeur significa «corazón». El coraje
tiene corazón y el corazón puede albergar cosas distintas y opuestas. El coraje
de Marte es nuestra capacidad de afirmarnos, de salir adelante, de dar lo mejor
de uno mismo, incluyendo también lo que se esconde tras el miedo.
Éste puede ser uno de los escenarios primarios a los que me
he estado refiriendo. Puede tratarse también de nuestras fantasías de herida,
humillación, derrota y muerte.
MARTE EN EL MITO NÓRDICO: SIGFRIDO
Sigfrido es un héroe que, al principio, no conoce el miedo.
Como en el caso de muchos otros héroes, su misión es matar a un dragón que
duerme en una cueva. Se puede identificar a ese dragón con las energías
negativas terráqueo-lunares, en cuyo contexto la inercia, los miedos no
resueltos y el hábito nos mantienen encadenados al pasado y a aquello que hace
mucho que está muerto pero que todavía consideramos fiable. Los caminos
trillados, los edificios construidos por el hábito forman ambos la cueva en la
que el dragón duerme. Sigfrido posee una espada heredada de su padre, Sigmund,
pero la espada está rota. He aquí una imagen de la herida heredada por la línea
masculina. Sigfrido tenía un camarada, un enano llamado Mime, que era herrero.
De hecho, tenemos aquí la pareja formada por Ares y Hefaistos,
Mime es además un verdadero embaucador, pues se hace pasar
por el padre de Sigfrido. No obstante, no lo es, aunque le acoja en su casa. La
relación entre los dos es tensa y difícil. Mime forja la espada una y otra vez
para que Sigfrido pueda matar al dragón; pero tantas veces como es forjada,
tantas la rompen Sigfrido, pues Mime no puede forjarla con la suficiente
fuerza. Finalmente, un oráculo le dice a Mime que sólo podrá forjar la espada
el que no tenga miedo. Por supuesto, ése es Sigfrido. Aunque Sigfrido no es
herrero, empieza a intentar forjar la espada desde cero. Por tanto, aparta a
Mime de la fragua, la genuina personificación del miedo.
Al hacerse cargo de la fragua, Sigfrido incorpora algunas de
las cualidades de Mime y las transforma. Embebe el lado de Hefaistos del
arquetipo en su expresión más noble. No intenta reparar la espada, sino que
funde todos los pedazos, los une, los sumerge en agua fría una vez unidos y
finalmente empuña como un triunfo la nueva espada, brillante y hermosa. Con
ella va hasta la guarida del dragón, que es debidamente derrotado y muerto.
No obstante, Sigfrido no ha cumplido aún su destino como
héroe, porque todavía no tiene miedo. Mime ha tratado incansablemente de
asustarle, sin conseguirlo. El oráculo también advirtió a Mime que al final
sería decapitado por «aquel que no tiene miedo». Forjada la espada, Mime
redobla sus esfuerzos por aterrorizar a Sigfrido, pues está en juego su propia
cabeza.
Pensad en Marte y en Deimos y Fobos. Hasta que no hayáis
sentido miedo, no llegaréis al núcleo de la energía de Marte, sino que os
quedaréis atascados en sus diversas distorsiones negativas: bravuconería, gusto
por la sangre, agresividad, territorialidad, violencia…
No obstante, durante su combate con el dragón, Sigfrido se
ha llevado a la boca una mano cubierta con la sangre del dragón. En ese
instante es capaz de entender el canto de los pájaros. Ha descubierto una
conexión chamánica con las energías terráqueo-lunares. Al matar al dragón se ha
enfrentado a las energías terráqueo-lunares, las ha vencido y las ha
transformado, liberando el veneno, los recelos y el peligro. Como resultado, él
mismo es bendecido con ese don.
En el momento adecuado es llevado ante Brunilda, una
doncella valquiria, que duerme profundamente sobre una roca. Su padre, Wotan,
la hechizó por haberla desobedecido, y la colocó en una roca rodeada por un
círculo de fuego que sólo el más puro héroe podría atravesar. Entra en escena
Sigfrido, aún un héroe puro que no conoce el miedo pero que acaba de matar al
dragón. Atraviesa el círculo de fuego y ve a Brunilda en la roca, durmiendo.
Por vez primera en su vida se llena de terror a la vista de esa mujer durmiente,
bella y vulnerable. En una representación a la que asistí, Brunilda estaba
revestida de una armadura con una enorme coraza de hierro. Sigfrido, aunque
aterrado, toma su espada mágica y hace suavemente palanca y la levanta. Ella
empieza a despertar. Se ha roto el hechizo del Padre Tirano. Sigfrido y
Brunilda se unen extática-mente: cada uno ha encontrado en el otro su alma
gemela. Fijaos en la cantidad de imágenes marcianas presentes: la espada, el
hierro, la armadura, el fuego, la conquista, el miedo, la pasión y el éxito.
Sigfrido atraviesa el anillo de fuego –como las lunas Fobos y Deimos, que
forman el «anillo» de Marte– para aceptar el proceso de maduración de su
virilidad, anteriormente bulliciosa e inocente.
Encuentro este momento interesante debido nuevamente a la
conexión con Venus. Al igual que Afrodita «regía» a Ares y a Hefaistos,
Brunilda «rige» a Sigfrido. Ella provoca en él una reacción que hace posible un
rito de pasaje en su propio desarrollo posterior como verdadero héroe.
Además, aquí hablamos igualmente de miedo y coraje. Todos
los terrores del dragón y otros peligros físicos no consiguen que Sigfrido se
asuste. Pero la belleza y la vulnerabilidad de una mujer dormida –el reino de
Venus– le llena de terror. Pasa por la experiencia del terror y la libera tanto
a ella como a sí mismo.
Creo que tiene una profunda conexión con Marte. Marte tiene
miedo de rendirse a la ternura, la belleza, el amor, el placer –el reino de
Afrodita–, porque podría perderse en el otro. Y a pesar de ello, es a través de
esa rendición que nos transformamos y nos fortalecemos. Cuando podemos aceptar
tanto nuestra propia belleza y vulnerabilidad como la de los demás y nos
«enamoramos» con ellas, accede-remos más fácilmente al noble héroe interior,
nuestra energía marciana positiva y su vitalidad. Inversamente, si recibimos la
ternura con hostilidad y rechazo, no nos sentiremos valiosos.
No es que Marte deba crecer para ser más como Venus; antes,
al contrario, debe crecer para ofrecer la expresión más madura del principio de
Marte. Desde un punto de vista colectivo estamos en el proceso de descubrir lo
que eso significa, pero ciertamente tiene algo que ver con el correcto uso de
la Voluntad. Quizá este equívoco haya emasculado a generaciones enteras de
hombres. No obstante, no llegaréis a traspasar ese umbral hasta que no os
hayáis enfrentado a vuestra propia capacidad para la violencia, la rivalidad,
el resentimiento, la manipulación, el maltrato psíquico, la competitividad
negativa, el impulso de ser el mejor y el único en el Universo.
Tenemos que aceptar e integrar todos esos potenciales
negativos antes de que sea posible esa transición sea en verdad posible. Esto
es parecido a «matar al dragón»; y mientras no se emprenda esa tarea interior,
siempre habrá alguien «ahí fuera» a quien se pueda colgar la proyección del
dragón.
El «estar dispuesto» se convierte en una cuestión de cómo
participar y alinearse con las energías cósmicas, al efecto de que lo que está
tratando de ocurrir lo sea por un bien mayor, aunque eso no siempre sea obvio.
No somos los arquitectos del universo y no entendemos gran cosa de lo que
vemos, ¡con o sin conocimiento astrológico! Tenemos nuestras propias teorías
acerca de «lo que está pasando», pero en realidad no sabemos. No obstante, al
igual que Sigfrido, también podemos oír y seguir el canto del pájaro si nos
tomamos la molestia de escuchar.
ACTUAR Y NO ACTUAR
Si lo único que motiva a Marte es el instinto, la
competición, el dominio y el control, estamos ante su versión infantil,
inconscientemente ligada a las energías terráqueo-lunares. Una vez hemos
absorbido suficientemente la función Tierra-Luna, como Sigfrido al probar la
sangre del dragón, se abre otra posibilidad: la no-acción adecuada. La
no-acción no significa quedarse sentados en el suelo con cara de pocos amigos,
ni tampoco rehusar ir más allá. En vez de eso, la no-acción es la capacidad de
desligarse de la manipulación de una situación o de otras personas a fin de
dejar que las cosas se desarrollen a su manera. Podéis regar una planta y
arrancar las malas hierbas, pero se debe permitir a la planta crecer por sí
misma. Respetar nuestro propio crecimiento orgánico, el de los demás o de las
situaciones, significa haber aprendido a quedarnos atrás.
Desistimos de intervenir, de acelerar las cosas, de hacerlas
a nuestra manera, de forzarlas. La no-acción es dejar de resistirse a confiar
en que un proceso más profundo está en marcha, en vez de tomar partido por la
conveniencia social y racional. Es activamente receptiva o receptiva-mente
activa.
Al igual que un Marte bien asentado tanto en el principio
Tierra-Luna como de Júpiter, está presente la fe y también la capacidad de
actuar cuando se requiere verdaderamente la acción, no sólo por calmar nuestra
ansiedad.
MARTE Y LA PROYECCIÓN
Cómo proyectamos el deseo –en términos astrológicos
hablaríamos de la energía de Marte– lejos de nuestro centro, como el símbolo de
Marte, una flecha o proyectil. Proyectamos nuestras esperanzas de cumplimiento,
de satisfacción, paz u otros deseos sobre objetos, personas, lugares, ideas,
instituciones… cualquier cosa en el entorno exterior, incluso dioses y
creencias espirituales. Y puede que lo hagamos una y otra vez, yendo de una
decepción a otra, hasta que recibimos el mensaje de que ése no es el camino.
Nuestros deseos nos persiguen hasta que empezamos a entender que, en el nivel
más profundo, la proyección consiste en realidad en un anhelo de conexión con
nuestro yo más profundo; y que traicionamos este anhelo buscando aquello que
inevitablemente resulta ser un espejismo. Finalmente, nos damos cuenta de que,
al luchar por ser seres aparte e individuos por derecho propio mediante nuestra
energía marciana, finalmente buscamos superar la separación y recuperar un
sentido de lo sagrado. La energía cambia su dirección y, en vez de ir de dentro
afuera, va de fuera adentro.
Quizá es también por eso que Marte está en exaltación en
Capricornio, donde el elemento saturnino de la restricción le purifica.
Marte se puede ver también como dónde y cómo perdemos y
proyectamos en el mundo exterior lo que es, en esencia, nuestra dirección
espiritual; y entonces es algo que queremos «ganar» o «obtener». En esto se
basan la codicia y el materialismo, así como el lado de explotación de la
sexualidad tanto en los hombres como en las mujeres. No se trata solamente de
la necesidad, en la que dominan los instintos. También es una pérdida de lo que
es fundamentalmente nuestro sentido de dirección espiritual.
Más ropa de marca, más fiestas, más sexo. Pero «más» no
necesariamente os va a proporcionar lo que vuestra alma necesita.
Hay un vacío en todos nosotros que no puede ser colmado,
ni por la parafernalia del mundo ni por la parafernalia religiosa colectiva. Se
exige mucha más gnosis personal al respecto.
MARTE, VENUS Y EL DESEO
Si pensáis en Venus como en una fuerza magnética y en Marte
como el hierro, un metal que puede ser imantado, esto puede clarificar la
diferencia.
El hierro es un metal corriente, pero se puede imantar, por
lo que definitivamente posee un polo positivo y negativo. Atrae a otros objetos
de hierro y se orienta hacia el flujo de energía. Se nos ha dicho que el núcleo
interior de la tierra consiste en un magma compuesto mayormente de hierro que
circunda un núcleo interno más sólido.
Lo que creemos es tierra firme flota en realidad en este mar
de «Marte líquido», hierro líquido, que es la razón de que existan placas
tectónicas y volcanes. Volviendo al tema del deseo y de Venus, la fuerza
atractiva de esta contiene el anhelo, la fantasía, la sensación física y el
deseo de satisfacción; pero por sí mismo no produce necesariamente acción. La
acción, el «ir a por ello» es el extremo marciano del espectro. Ahora bien, si
Marte no está inspirado por algún tipo de deseo o valor puede ser una especie
de sirviente o mascota de lo que sea o de quien sea: un mercenario, un matón,
un oportunista. Volvemos así a la cuestión de a quién sirve Marte. Si Marte es
el guerrero, ¿quién es su señor? Si Marte es un soldado, ¿quién es el capitán
del regimiento? ¿Es Marte un guerrillero sin un general visible que lucha por
un ideal o un soldado en un ejército bien organizado? ¿Quién es realmente el
líder? ¿Lo es de forma notoria o no?
El extremo venusiano del espectro se refiere a aquello que
valoramos, lo que a su vez está basado en un sentimiento interior de
autoestima. Aquí el deseo sirve a la autorrealización en una variedad de
niveles. ¿Qué es lo que traigo a mi vida o atraigo a través de mi deseo? ¿Qué
es lo que me satisface? Si lo que queréis es atraer el uso poético y lírico del
lenguaje, quizá podríais matricularos en un curso de lengua o de escritura
creativa al efecto de satisfacer ese anhelo. Con la Venus apropiada, sabéis que
os encanta la literatura y con Marte, os matriculáis en un curso u os
comprometéis con algo, hacéis algo al respecto.
El deseo se halla en Venus y la forma activa de satisfacerlo
proviene de Marte. Recordad que el hierro es el metal de Marte, pero la energía
de Venus le convierte en un imán.
Hay algo en el equilibrio entre Marte y Venus que nos ayuda
a orientarnos en la vida.
Uno de los hijos de Ares y Afrodita fue Harmonia, y la
armonía necesita de un equilibrio entre ambos lados de Marte y Venus. Ésa es
una forma útil de ver los conflictos en la carta.
Marte rige los dientes y los mordiscos, por lo que indica
cómo le dais un bocado a la vida: si el bocado es más grande de lo que podéis
masticar, si enseñáis los dientes a los demás, si rechináis los dientes
mientras dormís o si os mordéis las uñas.
Enfrentarse y resolver conflictos saca a la luz esa energía
marciana pura y verdadera, Entonces es posible la acción o la no-acción, si eso
es lo más apropiado. Esa alineación permite que el poder fluya a través de
nosotros. Si seguimos evitando el conflicto tanto en nuestro interior como con
los demás, nos iremos debilitando progresivamente, porque el enemigo aparecerá
en el exterior como el adversario y estaremos en combate perpetuo con nuestra
propia sombra.
No podéis clasificar a alguien como «chico bueno» o
«chico malo» de acuerdo a su carta. Podemos entender los patrones, pero no
sabemos qué es lo que hará cada persona con ellos, cómo lo va a expresar, qué
acciones va a llevar a cabo y las decisiones que tomará con aquello que se le
ha dado para trabajar.
La energía de Marte puede ser una energía curativa –la
energía creciente, vital, regeneradora del Universo–, aun cuando eso signifique
avanzar hacia la muerte.
Con frecuencia las personas con Marte en Virgo tienen
hábitos muy saludables y son elegantes y conscientes de su cuerpo. La
perfección puede convertirse en una tiranía.
Marte en Virgo es una posición que normalmente acompaña a
personas que plantan su tienda en el gimnasio y se dedican a moldear su cuerpo,
aplicando la fragua de Hefaistos a la transformación.
Cuando Marte actúa desde un sentimiento no reconocido de
debilidad, en que se menosprecia o no se tiene en cuenta la vulnerabilidad,
tiende a sacar lo peor, como le ocurrió a Sigfrido, que finalmente sintió miedo
al ver a Brunilda dormida. Nuestra receptividad, nuestra exquisita
sensibilidad, de las que mujer dormida y vulnerable es un símbolo, deben ser
incluidas. Si tratamos siempre de soslayarla, nos conduciremos de forma
tiránica tanto con nosotros mismos como con los demás.
Considerad a Marte como el campo de batalla en el que hemos
de entrar, donde hemos podido heredar una espada rota o perder la que teníamos,
pero que tenemos que aprender a forjar desde cero.
Ser consciente de las cualidades en uno mismo no es un
seguro contra el mundo exterior, ¡y no todos los eventos son el resultado de
material psicológico no resuelto!
Tarzán es un intento de pulir al salvaje y convertirlo en
algo bonito, aceptable y seguro para nosotros. Me parece una interesante forma
de «culto a Marte».
MARTE RETRÓGRADO
Al analizar a Marte retrógrado en una carta, es útil
comprobar si la oposición con el Sol ha de producirse o se ha producido ya.
Para ello basta simplemente con revisar las efemérides, encontrar la más
próxima oposición del Sol a Marte y ver si la fecha de la oposición es pasado o
futuro en relación a la carta que estáis analizando. Durante los meses de
movimiento retrógrado se extiende entre 15º y 18º grados incluyendo la
oposición al Sol, lo que constituye una pequeña fracción del zodíaco.
Por ese motivo es un espectáculo hermoso contemplar a Marte
en esos momentos, pues el Sol, al estar en oposición a Marte, parece colocarse
«debajo» de la Tierra. Inversamente, cuando el Sol forma conjunción con Marte,
eso siempre significa que se va a volver directo y que no será visible, debido
a su excesiva proximidad al Sol.
Si alguno ha nacido cuando el Sol se movía hacia la
conjunción con Marte, un aspecto «aplicativo», uno de los temas fundamentales
de la vida será la finalización de algo, de una «tarea» interior o parecido,
por lo que a menudo la energía de esta persona mostrará una cierta cualidad de
repliegue. O quizá puede explotar violentamente si la ocasión es propicia.
La energía vital de Marte puede estar ligada a conflictos
familiares, o puede estar librando una batalla contra la pobreza o dificultades
físicas o psíquicas.
Puede enredarse en librar las batallas de los demás, o
sentirse intimidado por la agresividad que flote en su entorno.
Quizá no lo sepáis nunca, debido a la capacidad de las
personas con Marte retrógrado de no soltar prenda al jugar sus cartas.
Pueden tener tendencia a implosionar más que a explotar, a
estar más impresionado de lo que externamente expresa.
En un sentido positivo, estas personas pueden hacer mucho
por apoyar a otros, estimulándoles a sacar lo mejor de sí mismos y
fortaleciéndoles, funcionando como su protector, esbirro, devoto, sirviente,
camarada fiel o guardaespaldas.
Además, si Marte está retrógrado en una carta y aún no ha
formado la oposición con el Sol, esto significará que la persona ha nacido al
principio de la fase retrógrada y que esa energía va a colorear toda su vida.
La fase retrógrada de Marte dura entre 60 y 80 días, si bien
la duración de esta fase parece aumentar o decrecer de forma regular y cíclica.
Aprender sobre el uso y el abuso del poder puede ser un tema
importante con Marte retrógrado, por cuanto el sentimiento inicial puede ser de
impotencia, de manera que es necesario crear la conexión con las cualidades de
la voluntad y la iniciativa a través del tiempo, la experiencia y la
introspección. Esa energía no es inmediatamente accesible, pero con el tiempo
se puede lograr una conexión precisa y una energía disciplinada y poderosa.
Por otro lado, si la persona ha nacido después de la
oposición Sol-Marte, parece que la energía está más disponible en tanto en
cuanto está menos inmovilizada por la interiorización. Puede existir un
sentimiento positivo de moderación más que de frustración, así como la
capacidad de servir gustosamente a los demás, en vez de sentirse su esclavo.
Comprobad también si Marte se vuelve directo por progresión.
Algunas personas tienen a Marte retrógrado durante toda su
vida, mientras que en el caso de otras personas se volverá directo.
Generalmente éste es un gran punto de inflexión en la vida
de alguien, pues dejan de lado las armas con las que han entablado las batallas
de los demás o sus propias luchas inútiles, o desentenderse de problemas
colectivos o ancestrales que han aprisionado su voluntad.
Éste es un momento en que las personas de pronto empiezan a
aprender cómo no ser arrastrados por las energías de otras personas, cómo decir
no, cómo buscar soluciones creativas cuando surgen conflictos.
Éste es un momento en que las personas de pronto empiezan a
aprender cómo no ser arrastrados por las energías de otras personas, cómo decir
no, cómo buscar soluciones creativas cuando surgen conflictos.
El año o los dos años anteriores a que el Marte progresado
se ponga directo pueden ser difíciles, pues la energía tantos años acumulada
puede salir en tromba y estallar los conflictos.
Esto se parece a un Marte lleno de sentimientos de furia,
pero que aún no sabe quién es el enemigo o donde está el campo de batalla. Sin
darnos cuenta podemos estar buscando pelea, pero sin meta, propósito ni un
contenedor adecuado para esa energía. Por lo que he visto, tras un período de
cambio y turbulencia, generalmente todo vuelve a su cauce y se sientan los
fundamentos para una nueva y más productiva relación con la energía de Marte.
Se emprenden nuevos proyectos, se buscan nuevos trabajos,
comienzan nuevas relaciones a medida que crece la confianza en uno mismo, y se
prescinde de las viejas. Esto puede ocurrir cuando Marte, después de volverse
directo, pasa por el grado y minuto exactos de su posición natal. Marte se
activa así poderosamente y da la oportunidad de reclamar aquello que tuvimos
que dejar atrás.
Si el Marte natal es directo y se vuelve retrógrado por
progresión he notado, a veces, que en la vida de la persona se produce una
secuencia de acontecimientos que no es capaz de procesar y que ha dado como
resultado una acumulación de energía, a menudo ira o dolor que no han sido
liberados. Entonces, el movimiento retrógrado de Marte implicará un tiempo de
implosión previo al aprendizaje de nuevas formas de manejar esa energía. A
menudo es también un momento de depresión, en que la energía se ha vuelto sobre
sí misma y puede tardar algún tiempo en encontrar vías de salida.
El tema de la depresión puede estar relacionado con
Marte.
Si nuestros impulsos naturales son reprimidos –ése es el
nivel Tierra-Luna– se pueden acumular, lo cual llevará a la depresión. Si
vuestra necesidad de seguridad y contención, o de libertad de movimiento y
expresión está bloqueada, puede que os deprimáis.
Cuando somos niños, dependemos de otros para satisfacer
nuestras necesidades; y cuando aparecen en la superficie pautas de privación,
eso da como resultado la tendencia a culpar a los demás. Es como si la flecha
del símbolo marciano se volviese hacia dentro y no pudiera volver a salir. Y
alguien debe tener la culpa –¡generalmente la madre! –. Un Marte que se ve
oprimido puede ser el reflejo de alguien propenso a la depresión.
No es cierto, no obstante, que la depresión se origine
únicamente por la supresión de la ira. La depresión puede tener muchas facetas
de experiencia y posibilidades de solución, por lo que no podemos
simplificarla.
Es nuestra rigidez en la forma de entender las cosas
nuestro adversario, no el mismo Marte.
ASPECTOS A LOS PLANETAS INTERIORES
Un aspecto entre Marte y cualquiera de los planetas
interiores revitaliza y añade fuerza a ese planeta, así como a veces saca a la
luz un elemento competitivo, duro y luchador de Marte, que puede eclipsar en
ocasiones al planeta interior, dependiendo de la naturaleza de ese aspecto.
SOL-MARTE
Las personas con aspectos Sol-Marte necesitan sentir que se
enfrentan a algo. Esta combinación necesita retos, sentirse forzado por las
circunstancias y le gusta ganar. Si este impulso está bloqueado, estaremos en
presencia de un Marte agresivo que ha tomado el mando de la persona.
En un sentido positivo, también puede representar a Marte
dedicado a expresar la excelencia. Si tomamos al Sol como significador del
padre, la conjunción puede indicar un conflicto con éste, cuyo espectro de
posibilidades van desde las heridas infligidas por un padre violento hasta la
rivalidad positiva y la camaradería entre padre e hijo en una relación
cariñosa.
El padre es una fuerza a tener en cuenta, ya sea que esté
presente o no. Si alguien con esta conjunción ha perdido a su padre o éste es
un padre ausente por alguna razón, será muy difícil canalizar constructivamente
la energía y puede llevar a una fase de «rebelión adolescente» extendida, que a
su vez puede ocultar un montón de ira y aflicción.
Marte en contacto con cualquier planeta interior puede
mostrar ciertamente una cualidad egoísta. Añade siempre la voluntad de
expresarse, de conquistar, de luchar contra algo. Marte se asocia a la reacción
«lucha o huida» y la opción por la «lucha» es más notoria cuando Marte aspecta
a los planetas interiores. Como siempre que se trata de Marte, la cuestión no
es tanto contra qué se lucha, sino en favor de qué. Imaginad Marte como
ejecutor, el agente del Sí mismo representado por el Sol.
Con los aspectos Sol-Marte puede que nos encontremos a Marte
intentando ser el centro del universo y teniendo que aprender que en realidad
el centro del Universo no es él, sino el Sol.
Marte en contacto con cualquier planeta interior puede
mostrar ciertamente una cualidad egoísta. Añade siempre la voluntad de
expresarse, de conquistar, de luchar contra algo. Marte se asocia a la reacción
«lucha o huida» y la opción por la «lucha» es más notoria cuando Marte aspecta
a los planetas interiores. Como siempre que se trata de Marte, la cuestión no
es tanto contra qué se lucha, sino en favor de qué. Imaginad Marte como
ejecutor, el agente del Sí mismo representado por el Sol.
LUNA-MARTE
Los aspectos Luna-Marte pueden indicar que las reacciones
emocionales se intensifican. Si funciona de esa manera, la persona puede verse
sojuzgada por el poder de sus propias emociones y por su subjetividad
militante. Recordad que la Luna tiene que ver con problemas de lazos, cuidados
y seguridad. Si a nuestras necesidades insatisfechas se alía Marte, esa energía
se desplazará y nos encontraremos tratando de intimidar a los demás pare que
acepten nuestro propio sentido de lo que es real o «correcto».
Cierta vez escuché a un terapeuta describir lo que él llamó
«fundamentalismo emocional», no en sentido religioso, que de por sí ya es muy
emocional, sino una aproximación literal a las emociones del estilo de «Lo que
siento es verdad. Por lo tanto, tengo razón y debo convencerte de que mi
realidad emocional es la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad. Y si
no estás de acuerdo conmigo, no pararé hasta que lo estés». Ésta es una de las
posibles versiones de Luna-Marte.
La otra versión se expresa a través de un deseo positivo y
la capacidad de hacerse valer en nombre de los sentimientos de uno mismo y de
sus necesidades básicas. No esperamos aquí reaccionar en base a la agresión y
el menosprecio, sino que más bien reconocemos la importancia de la dimensión
terráqueo-lunar de la existencia. Este aspecto está conectado con el ritmo de
la vida orgánica; y una conexión positiva entre Luna y Marte busca honrarla y
protegerla.
Las personas con aspectos Luna-Marte muestran a menudo un
potente instinto maternal y paternal, y son muy activos a la hora de proteger y
cuidar.
Un aspecto difícil Luna-Marte puede ser en efecto bastante
difícil de manejar. Esto puede indicar a una persona que siente ansiedad debido
a que está proyectando a Marte en el exterior y, por lo tanto, se siente
vulnerable e impotente.
Esta pauta puede estar basada en experiencias del pasado
relativas a una ira no resuelta por necesidades no satisfechas, una madre
hostil o un entorno sentido como amenazador. El residuo de las primeras
experiencias con la madre puede llevar a un esfuerzo continuo por «hacer las
cosas bien» y así aplacar a una madre furiosa. O puede tratarse de un problema
de proyección de la propia ira.
Si la Luna es proyectada puede que entonces nosotros (Marte)
tratemos de proteger a los demás, que serán los que cargarán con la proyección
de nuestra propia vulnerabilidad y necesidades de seguridad. Si es una mujer
quien tiene el aspecto, su hijo puede sentirse completamente invisible porque
la madre está reaccionando a su propio mundo intrapsíquico (Luna), el cual es
proyectado, por lo que ella no ve lo que está ocurriendo ahí fuera.
Si la Luna es proyectada, entonces el mundo se convierte en
el útero que no te deja salir, o en una «madre» que te limita.
Las personas con aspectos Luna-Marte sienten como si
hubieran tenido que luchar para poder salir del útero.
En su forma más madura, los aspectos Luna-Marte pueden
mostrar su faceta más dinámica, actuando y tomando medidas para proteger la
vulnerabilidad. Se encuentra con frecuencia en los horóscopos de personas que
se ocupan de asuntos públicos, como el bienestar, los derechos humanos y dan
sus batallas en público.
MERCURIO-MARTE
Un contacto Mercurio-Marte puede comportar muchas batallas
mentales y espirituales. Esta persona puede discutir interiormente consigo
misma o puede repetir en su interior pensamientos que no expresa exteriormente
como un disco rayado y que pueden resultar una tortura.
No son capaces de olvidar lo que dice la gente. Pueden idear
un plan para vengarse de alguien por lo que les ha dicho, o pasarse
interminables horas pensando en la reacción cortante que debieron mostrar ante
alguien y no lo hicieron. Todo va dando vueltas en la cabeza una y otra vez. No
hay mucha sustancia en ello, pero tiene el efecto negativo de sobrecargar
incómodamente el sistema nervioso.
Este aspecto también hace hincapié en la comunicación. Una
persona con aspectos Mercurio-Marte puede ser hiper comunicativa como forma de
pelea: discute, argumenta, vuelve una y otra vez sobre el punto discutido, es
el que dice siempre «Sí, pero ¿qué pasa sí…?».
A Mercurio-Marte le encanta encontrar el punto flaco de un
argumento y a menudo busca la pelea verbal. Con frecuencia afirman que les
gusta «debatir», pero suele ser incómodo entrar en discusión con ellos, ¡porque
por narices tienen que ganar la discusión!
De forma alternativa, los nativos Mercurio-Marte pueden
verbalizar o emprender una extenuante actividad mental como mecanismo de fuga.
Mercurio-Marte puede mostrar una voraz codicia por la
información o bien no es capaz de dejar de hablar, o puede ser un consumidor de
información.
Los nativos con aspectos Mercurio-Marte tienen un ingenio
rápido y un sentido del humor peculiar y penetrante, y son observadores agudos
y precisos de los hechos y de las personas.
Aprender a «poner la mente en blanco» y descansar no es
tarea fácil, en la medida en que tienden a desafiarse mentalmente a sí mismos.
En ellos la relajación es sinónimo de completar un buen crucigrama –cuanto más
complicado, mejor– o de dominar un programa, ¡no de dormitar junto a la
chimenea!
VENUS-MARTE
La conjunción Venus-Marte pondrá el acento en el área de la
carta indicada por la casa y el signo en que se ubique. Esta persona mostrará
poderosas cualidades de expresión y de acción, porque su sentimiento de
autoestima y valores personales se traducen inmediatamente en acciones –a menos
que de alguna manera se hayan sofocado, como puede hacerse evidente a través de
un aspecto difícil de Saturno–. Entonces seréis testigos de cómo se intentan
compensar la falta de autoestima a través de una actividad frenética y el
imperioso deseo de triunfa; y puede que tengan que luchar los obstáculos
señalados por Saturno en su carta. Esta conjunción muestra tendencias bastante
compulsivas, que pueden intensificarse al luchar para superar las dificultades.
En sentido positivo otorga energía y un enfoque unificado que puede mantener a
la persona centrada en su camino. Podemos tomar prestado un vocablo de la
alquimia y hablar de esta conjunción como de una coniunctio, lo cual es
interesante porque se trata de una polaridad que no tiene nada que ver con los
padres y que representa una energía inmensamente creativa.
Cualquier indicador masculino o femenino en la carta
puede ser influido por nuestra experiencia con los padres, siendo la pareja
Sol-Luna los más obvios.
Se relaciona poderosamente con la pubertad, con «abandonar
el hogar», con crecer para ser seres creativos y reproductivos por derecho
propio.
En el ciclo por tránsito de Marte y Venus, esta conjunción
indica momentos de cruce del umbral en relaciones, de nuevos comienzos, de
correr riesgos en nombre del amor y de la creatividad.
El ciclo de aspectos entre Marte y Venus, de una conjunción
a otra, se puede considerar como una danza de cortejo, lo que nos dice cuán
armonioso es el contacto entre estas dos energías y cuál de ellos lleva al otro
en esa danza.
MARTE Y LOS PLANETAS SOCIALES
Podemos pensar en Júpiter y en Saturno como los planetas
cuyos principios se vuelven particularmente importantes al relacionarnos con el
ámbito más amplio de la sociedad y sus estructuras, y las creencias, moral y
ética en que ésta se apoya.
A veces pienso en estos planetas en términos de voltaje; y
aunque a veces hace falta un planeta más rápido para provocar un proceso, su
significado e impacto generales se describe generalmente por los planetas de
movimiento más lento implicados.
El principio general en astrología es que cuanto mayor es
la órbita del planeta, más lentamente se mueve a través del zodíaco y mayor
duración y profundidad tiene su proceso.
Los temas colectivos y transpersonales se entretejen con la
historia personal, que a su vez parecen estar pintándose en un lienzo más
amplio.
MARTE-JÚPITER
Con Marte y Júpiter en aspecto, a veces es difícil
determinar quién está al mando, en la medida en que ambos pugnan por la
supremacía.
Esto puede indicar una enorme visión, compromiso con la
acción y una disposición a pelear en favor de los principios propios o
intereses o aspiraciones elevados. Sin embargo, cuando Marte estimula el
carácter expansivo de Marte, eso puede traducirse en ansia de poder, de lujuria
o, en efecto, de conocimiento. Entonces, la cuestión que se plantea es:
«¿Cuáles son exactamente los ideales y principios jupiterianos a los que sirve
Marte?». Esta es una combinación que puede arrastrar a la persona a perder el
control sin la influencia recentradora del Sol o el enfoque moderador de los
valores venusianos.
Marte y Júpiter es una energía verdaderamente difícil de
manejar a veces, porque estamos muy convencidos de «tener razón» y tendemos a
lanzarnos a la acción con entusiasmo sin encomendarnos a nadie. Por ello, a
veces vivimos para lamentar nuestra impulsividad y somos víctimas de nuestra
propia prisa.
Este contacto puede dar también al Marte fanático o cruzado
en favor de «la fe». Entonces la pasión por la victoria de Marte se vincula a
las creencias; y la capacidad de Júpiter para la expansión se vuelve adecuada
para el dogma y las creencias establecidas.
Por otro lado, a veces las creencias y visiones de Júpiter
pueden coartar nuestra capacidad para la acción (Marte). Por ejemplo, con
Júpiter en Capricornio y Marte en Aries, la natural impulsividad, la franqueza
y la inmediatez de Marte pueden ser atemperadas por las ambiciones y el deseo
de Júpiter en Capricornio de someterlo todo a una estrategia con objetivos de
largo alcance. Si esto va demasiado lejos, Marte puede sentirse atado demasiado
corto, con lo que empezará a acumular rabia o incluso depresión.
MARTE-SATURNO
Marte está exaltado en Capricornio, signo de Saturno; este
aspecto tiene una faceta vinculada con Hefaistos, que indica una capacidad para
la lealtad a toda prueba y la resistencia, el desarrollo de habilidades y la
capacidad de manejarse con las dificultades. Desde el punto de vista negativo
hay cabezonería, resentimiento, un deseo de venganza y la incapacidad de no
aceptar un no por respuesta. Los aspectos difíciles entre Marte y Saturno
pueden dar lugar a cierta violencia porque hay un montón de energía reprimida o
bloqueada dentro de uno. Como ocurre con la imagen de Hefaistos, hay una fragua
alimentada con fuego que derrite el metal. Es un vehículo de transformación,
como en la alquimia, en que el proceso ocurre a veces a una temperatura muy
elevada y a una presión enorme.
Los aspectos Marte-Saturno a menudo significan que hay áreas
en la vida de la persona que ésta las siente como una fragua. Esto puede tener
alguna semejanza con la historia de Sigfrido, pues pueden intentar volver a
forjar la espada rota por una herencia paterna difícil de manejar o, por citar
a Shakespeare, por «las arremetidas y los dardos de la adversa fortuna».
Las personas con aspectos Marte-Saturno se sienten a menudo
fácilmente juzgadas y tienden a ser duras tanto consigo mismas como con los
demás.
Con frecuencia existe un sentimiento de impotencia con estos
aspectos, especialmente con los difíciles.
Este sentimiento puede provocar una acumulación de
frustración, y a veces esa ira acumulada puede explotar violentamente y con
mucha rabia. Aun en el caso de que no explote, siempre está presente la
sensación de funcionar bajo presión y de enfrentarse a grandes obstáculos.
Marte-Saturno forja las cosas lentamente, a lo largo del
tiempo y con montones de sangre, sudor y, a veces, lágrimas.
Escoger (Marte) ir despacio, deliberada y concienzudamente,
puede ayudar. Si la carta muestra mucha energía tendente a la rapidez, como la
predominancia del elemento Aire o de Urano, los propósitos mentales implicados
también cuentan. Saturno es frecuentemente llamado el «Padre Tiempo» y con
Marte en aspecto difícil, esta noción de velocidad es útil para aprender cómo
trabajar mejor con estas energías.
MARTE Y LOS PLANETAS EXTERIORES
Cuando Marte está aspectado por los planetas exteriores
–Urano, Neptuno o Plutón–, Marte puede ser conducido o arrastrado por impulsos
provenientes del ámbito transpersonal o colectivo. Esto puede dejar a veces
bastante indefenso el nivel personal de Marte o bien podemos observarlo
operando de una forma peligrosamente compulsiva y a una escala fuera de lo
común. Nuestra voluntad es forzada bien a someterse, bien a rendirse a las
necesidades del destino colectivo y a nuestras experiencias transpersonales, a
entregarse y a servir a algo mayor que nosotros mismos. Algunos tipos de Marte
están más dispuestos que otros a pasar por la experiencia.
Los aspectos a Marte por tránsito de los planetas exteriores
son muy interesantes porque exigen una transformación del nivel al cual opera
nuestra energía de Marte. Esto puede movilizar los residuos de la energía
terráqueo-lunar.
Nos enfrentamos a nuestros patrones de comportamiento de la
niñez y cabe que regresemos a un nivel de funcionamiento de Marte más
primitivo. Pueden volver a aparecer el niño rabioso de dos años o el
adolescente resentido mientras tomamos lo que parecen y de hecho son buenas
decisiones en nuestra vida. Estas energías pueden ser inestables y desafiantes,
tanto por tránsito y también cuando nos las encontramos en la carta natal.
En contacto con los planetas exteriores, Marte debe aceptar
ser una especie de sirviente o de lugarteniente. Si todavía os esforzáis en ser
el centro del universo, cuando un planeta exterior incrementa el voltaje de
Marte, os convertiréis en «superniños».
Cuando la energía de los tránsitos fluye hacia vosotros,
reactiva la fase de desarrollo en que exista cualquier bloqueo. Si vuestro
Marte básicamente desapareció a los dos años de edad y nunca dejasteis de estar
resentidos por el hecho de que vuestro hermano o hermana apareciera en vuestra
vida, cuando un planeta exterior transite sobre Marte pasaréis por una versión
corregida y aumentada de esa época, con toda la rivalidad entre hermanos,
rebelión y odio que la acompañaron.
Pero es también una oportunidad para crecer y madurar
dejando ir y pasando página.
URANO-MARTE
En aspecto con Urano, Marte puede sentir que le «exigen» ser
agente del cambio para el colectivo.
Las ideas y creencias colectivas son importantes y puede
existir una fuerte conciencia política.
Este puede ser un Marte revolucionario y necesitará dar
salida a una energía como ésa.
La reactividad puede ser un problema con este aspecto y
muchas visiones del cambio han fracasado porque este aspecto empuja a la acción
repentina y aquí y ahora, en vez de esperar o planificar.
Si hay una regla, ahí está la persona Marte-Urano lista para
romperla.
Esto puede extenderse a los mayores y nobles ideales de
cambio social; pero también puede verse en esa persona congénitamente incapaz
de llegar a tiempo, mantener una cita o atenerse a una agenda.
¡Incluso una conversación con esta clase de persona puede
crispar los nervios, pues van saltando de una cosa a otra e interrumpen todo el
tiempo!
Los límites están ahí para romperlos y esta persona puede
parecer el proverbial intruso, pero sin mala intención.
Las personas con contacto Urano-Marte no están pensando:
«Voy a poner nerviosa a esta persona apareciendo media hora tarde para cenar».
Simplemente, van a su aire y esperan que los demás se ajusten a eso.
De la misma manera, con una mayor madurez, la dimensión
uraniana de percepción e iluminación hace acto de presencia, y éste es un Marte
muy poderoso en cuanto a intuición penetrante, propósito y poder de la mente.
Finalmente, Urano exigirá de Marte que eleve su nivel de
operación se centre en el propósito y la voluntad, más que en la reacción.
Marte-Urano se parece entonces al Mago, es decir, a alguien
que tiene ideas brillantes y, además, la capacidad de ver a través de ellas
para hacer que las cosas ocurran.
Marte-Urano tiende a hacer que las cosas ocurran, pero
también puede funcionar de una manera inconsciente y compulsiva, como esa
persona a cuyo alrededor las cosas parecen romperse, las luces fundirse y los
equipos electrónicos estropearse.
La grabadora que uso normalmente funciona bastante bien,
pero los fallos extraños que puedo recordar están relacionados de algún modo
con Marte-Urano, ya sea en el cielo por tránsito o en la persona cuya carta
estoy viendo, o bien en la mía propia.
Si veis a un cliente que está pasando por un tránsito de
Urano a su Marte, observaréis que parece llena de cables y que probablemente
sufra de insomnio o tiene espasmos musculares o tics nerviosos. Puede estar
sintiendo que por su interior fluye demasiada energía, como esos cables que no
están diseñados para que pase la energía eléctrica a través de ellos.
La energía puede ser difícil de canalizar de forma
constructiva y las personas pueden volverse discutidoras, irritables o sufrir
accidentes menores. Si la ira está almacenada, este tránsito puede liberarla.
Desde un punto de vista positivo, es una época en que las
personas logran aquello que en circunstancias normales les parecería imposible.
Los acontecimientos se suceden rápidamente, el cambio se da
a toda velocidad; y aunque puede ser necesario un tiempo para encajar todas las
piezas, en conjunto es estimulante. Puede ser útil alguna actividad para
refinar esa energía, como el yoga o la meditación, en que la energía se va
liberando más gradualmente y se favorece la intuición.
MARTE-NEPTUNO
Marte-Neptuno es el devoto que necesita un objeto de
adoración o una causa noble.
Si esa energía se dirige de forma inadecuada, puede ser muy
adictiva e indicar la tendencia de una persona a ser mártir de los demás o por
una causa.
Marte-Neptuno funciona bien cuando tiene una causa a la que
entregarse, pero aquí el desafío es el discernimiento, en la medida en que
Marte-Neptuno puede significar que nos engañamos respecto de nuestras propias
intenciones, creyendo que las nuestras son las mejores y las de los demás las
peores. El engaño puede ir en dirección contraria, con lo que puede ser
perniciosamente autodenigratorio.
Las personas con aspectos Marte-Neptuno pueden tener
dificultades con ser directos, defender su territorio y afirmarse de una manera
personal. Pueden ser el clásico felpudo o pusilánime, que puede provocar un
montón de ira, que a su vez se expresará de forma indirecta.
Obtener lo que uno quiere sin manipular a los demás suele
ser un reto para estas personas, pues este Marte no muestra generalmente valor
ni confianza en sí mismo.
Las mejores cualidades de estos aspectos se pueden
encontrarse en aquellos que se esfuerzan por aliviar el dolor, o se comprometen
con algún tipo de disciplina espiritual o con una causa.
Pueden trabajar con los desfavorecidos de la sociedad, en
hospitales, prisiones, hospicios, haciendo cualquier cosa (Marte) en nombre de
las personas neptunianas.
También puede reflejarse en el horóscopo de quienes se
dedican en cuerpo y alma al teatro, las artes, cualquier actividad de
naturaleza acuática, neptuniana, elusiva y misteriosa.
Algunas personas con estos aspectos son muy carismáticas y
con mucho estilo, capaces de sacar provecho (Marte) de las modas y tendencias
del momento (Neptuno).
MARTE-PLUTÓN
Aquí se exige a Marte que se arrodille ante Plutón y sea un
agente de transformación de una forma estruendosa, esté dispuesto o no a ello y
tanto si el proceso se juzga de forma positiva o negativa.
No podemos explicar al completo la diferencia entre dos
expresiones del mismo aspecto, lo que convierte a la astrología en un arte
vivo, no en una fórmula trillada.
Castigo y juicio son dos temas que yo asociaría con este
aspecto.
En la Cábala, Marte está asociado al sefirot llamado
Gevurah, que significa «juicio». Yo entendería esta asociación de modo positivo
como la energía que nos ayuda a defender nuestro territorio y a decir no a
cosas que nos hacen daño o son contrarias a nuestro «buen juicio».
De modo negativo, puede convertirse en condenación o en daño
hacia otras personas debido a nuestra enorme necesidad de estar completamente
seguros de nuestras percepciones.
Aunque podamos evitar los estados agresivos más obvios, esta
energía se puede traducir en creencias y actitudes que luego se expresan como
juicios. O uno puede callarse y comunicarlas de forma tácita. ¿Recordáis a los
hombres de Marte que se mofaban y burlaban? Aquí hacemos de las diferencias que
percibimos un motivo para despreciar a alguien, para hacerle de menos. Esto
puede ser muy sutil, dado que encontramos a Marte allí donde debemos rendir
homenaje a la separación y la diferencia. Pero un Marte negativo puede
convertir esto en motivo de pelea o bien para menospreciar a los demás o
sentirse menospreciado.
Marte-Plutón puede tener miedo de ser aniquilado, o puede
ser sutilmente amenazador para compensar ese mismo miedo.
No sólo se trata de que la gente esté con vosotros o contra
vosotros, sino que va más allá: a menos que alguien sea «lo mismo» que
vosotros, está contra vosotros.
Puede desarrollarse un estado crónico de guerra contra todo.
Las personas con aspectos Marte-Plutón sobresalen a menudo
en cuanto a instinto de supervivencia y son los primeros en percibir la
generación de problemas.
Quizá tengan que aprender a dejar de intentar «hacer algo al
respecto» y aceptar que las adversidades siempre están ahí y que los ciclos
terminan con la destrucción o desintegración de las formas creadas durante ese
ciclo.
Enfrentar batallas que no se pueden ganar es algo corriente
en la vida de las personas con aspectos Marte-Plutón; y sus reacciones a este
hecho varían de la rabia ardiente a la sabia y profunda aceptación.
Las personas con aspectos Marte-Plutón pueden mostrar una
cualidad obsesiva y una tendencia a atraer o gravitar hacia situaciones
complicadas o hacia personas con secretos, conexiones poderosas o de gran
riqueza.
A menudo muestran una fuerza inmensa ante la adversidad y
puede que necesiten aprender ser un poco menos heroicos a menos que la
situación verdaderamente lo justifique. Tienden a ver la vida como un conflicto
épico y pueden desperdiciar mucha energía intentando resolver lo que es
insoluble.
Personalmente creo que Plutón y su proceso representan la
puerta de entrada a la vida espiritual, vamos más allá de los ideales, las
ideas, las ilusiones y los sueños en busca de algo mucho más profundo. En este
sentido, las dificultades asociadas con los aspectos Marte-Plutón pueden verse
como lo que ocurre cuando estamos llamados a un desarrollo espiritual y
rechazamos la llamada o nos atascamos en el camino.
La expresión de esta energía se endurece y la voluntad
personal se apropia de ella, con lo que se vuelve destructiva, o nos quedamos
atrapados en una visión del mundo completamente oscura y sin esperanza.
Los aspectos Marte-Plutón exigirán una purificación de
nuestra voluntad, nuestra intención y nuestra orientación; y aportarán a
nuestra vida experiencias que nos darán la oportunidad de hacer eso
exactamente.
Los aspectos Marte-Plutón revelarán pruebas e intentos que
pueden ser invisibles para los demás, pero que consumen un montón de tiempo y
energía, en la medida en que nuestra alma lo exija. En el mito griego Hades es
el equivalente a Plutón, y siempre lleva un casco que le hace invisible cuando
sale a la superficie.
De la misma manera, las personas con aspectos Marte-Plutón
son propensas a registrar la agresión no expresada en el entorno, las «batallas
invisibles» que se producen entre la gente todo el tiempo.
Este aspecto verdaderamente nos reta a ser guerreros de una
forma u otra; y esa dimensión «invisible» puede exigir ser reconocida por
nosotros. Encontrar el propio camino en esta «jungla invisible» de energías
potencialmente destructivas sin quedar atrapado por sentirse responsable de
ellas o de que, de algún modo, «es culpa nuestra», o de que «debemos
arreglarlo», es un reto que enfrentan muchas personas con estos aspectos.
La diferencia entre los aspectos «fluidos» y «difíciles» es
muy marcada con estos dos planetas.
Los aspectos fluidos otorgan la habilidad de fluir
poderosamente hacia la acción porque hay menos obstáculos, menos tensión
acumulada que provoquen ira o frustración. La energía fluye bien canalizada.
Los aspectos difíciles, en cambio, tienden a que la
persona se sienta impotente y a que tenga que vencer un sentimiento de
oscuridad interior, impotencia, y futilidad en orden a salir al encuentro del
mundo. Puede existir una gran presión a hacerlo así, como compensación por el
miedo provocado por esos estados.
MARTE A TRAVÉS DE LOS
SIGNOS
MARTE EN ARIES
«¡Lo queremos ahora!» Todo. Pero tiene que ser ahora –¡no
importa mucho el qué! –.
Aries es energía primaria, puro impulso: es el primer signo,
el equinoccio de primavera.
Marte en Aries puede sentir la ira y la descarga con
facilidad, a menos que haya factores en la carta que atempere ese rasgo; olvida
rápidamente y no acumula rencores. Irritarse y enfadarse simplemente es parte
de su vida.
¿Cuál es el peor miedo de Marte en Aries?
Que se nos impida afirmarnos a nosotros mismos.
Daniel Giamario dice de él en su artículo: «El correoso
individualista, de juego agresivo, espontáneo, decidido, centrado en sí mismo,
el niño con el juguete, el guerrero en estado de competición».
MARTE EN TAURO
Con Marte en Tauro hay cierta inercia o resistencia a
superar antes de que empiece a funcionar el lado activo de Marte. Luego pueden
ponerse en modo automático y volverse compulsivos. Pensemos en el toro: es un
animal voluminoso. Cuando está en reposo, el toro representa la esencia de la
estabilidad, de la tranquilidad y del poder bajo control. Cuando se enfurece y
carga, es formidable y destructivo.
Las personas con Marte en Tauro tardan un poco en registrar
la ira. Puede ser bastante plácido, sereno y nada molesto. Si la ira se
acumula, suele hacerlo despacio y puede tomar la forma de resentimiento o
rencores diversos. En este sentido es muy hefestiano; y este Marte regido por
Venus a menudo es feliz ocupándose de los asuntos de los demás, siempre que sus
esfuerzos sean reconocidos.
Con Marte en Tauro parece bastante importante poseer unos
valores y una capacidad de elección tan conscientes como sea posible. De otro
modo, uno puede pasarse la vida haciendo cosas por los demás, y acumular de
paso resentimiento sin darse cuenta. La cierta placidez externa traiciona la
intensidad de lo que pueda estar ocurriendo bajo la superficie.
Existe un elemento de demora en Marte en Tauro. Lento para
la ira, pero volcánico una vez se enciende.
A veces Marte en Tauro es perezoso en el sentido de «Todo
por una vida tranquila». Se queda estancado en la búsqueda de la armonía o en
el mantenimiento de la paz y la estabilidad. Pero Marte tiene otra faceta
cuando está regido por Venus.
La autoafirmación para obtener aquello que es placentero,
fácil, armonioso y bello. En este sentido puede ser una influencia atenuante.
¿Cuál es el mayor miedo de Marte en Tauro? ¿Es el miedo a
perder el control
Algo de eso hay. Además, también hay miedo a ser visto como
agresivo.
Quieres ser valorado como persona armoniosa
Daniel Giamario dice que Marte en Tauro encontramos «al
amante, el experto en intimidades, el amante del placer, al bailarín, al
artista, modelo o músico».
MARTE EN GÉMINIS
A Marte en Géminis le gusta estimular la conversación y el
debate.
Marte en Géminis se afirma a sí mismo a través del poder del
análisis, ejercitando la mente de una forma creativa y desafiante.
Daniel: «El mago embaucador, el trovador, el bufón de la
corte, el contrabandista, el astuto, el que cambia de forma, el correveidile».
MARTE EN CÁNCER
Somos lentos y generalmente necesitamos un poco de estímulo
antes de arrancar. No nos afirmamos rápida o directamente. Ante un problema,
primero retrocedemos o nos hacemos a un lado, meditando. Expresamos nuestra
agresividad más tarde. Los procesos internos son importantes, así como también
lo es experimentar toda la gama de sentimientos.
Marte en Cáncer es muy tierno y ésta es una característica
protectora y paternal. Negativamente, puede significar que os resulta difícil
afirmaros a vosotros mismos, porque permitís que los sentimientos y las
necesidades de seguridad lo dominen todo.
MARTE EN LEO
Marte en Leo es aquí descrito como el «arquetipo del Rey, el
líder nato, el que va al frente. Zeus y Apolo.
Marte en Leo es muy sensible a la crítica.
Si Marte recibe un aspecto de Saturno, uno tiene que
pedir permiso para brillar, para ser el Rey o la Reina y posee un plus de
hipersensibilidad respecto de ser menospreciado o colocado en un lugar
inferior.
Marte en aspecto a Saturno, hace que el ego sea mucho más
vulnerable.
El miedo de Marte en Leo: Miedo a no ser reconocidos.
Marte en Leo es capaz de una gran lealtad y de promover la
creatividad en los demás.
MARTE EN VIRGO
¡Marte en Virgo hace a los buenos editores!
Marte en Virgo está hecho para buscar las imperfecciones.
Marte en Virgo, con el deseo y la capacidad de actuar en
favor de lo que es útil y sirve a los demás: simple, práctico, incluso modesto,
se ocupa de las pequeñeces cotidianas.
Las personas con Marte en Virgo tenéis miedo de la falta de
orden. Este Marte se autoafirma a través de la gestión creativa de los recursos
y la estructuración del tiempo, el dinero, la energía, con el fin de que algo
funcione de verdad correctamente.
Éste es Virgo en su elemento, como el Mago, expresando la
conexión mercuriana con la comprensión de cómo ordenar la vida material de
forma que refleje lo sagrado: «servidor de la Diosa». También tiene rasgos de
Hefesto: «Dedicación a su arte». Todo Marte terrestre tiene la característica
de la dedicación, pero Virgo además le añade el oficio, la destreza, la
vocación.
Daniel dice: «El sacerdote dedicado al trabajo sagrado».
MARTE EN LIBRA
Prefieren la armonía al conflicto. A menudo les cuelgan la
etiqueta de «demasiado buenos». Interiorizan de tal manera esa etiqueta que
puede afectar a su salud. Cuando son relegados ocurre exactamente lo contrario:
resultan demasiado directos y peleones.
¿Cuál es la tarea heroica de un Marte en Libra?: Ser un
árbitro, un mediador, un equilibrador.
¡Libra el diplomático! Tradicionalmente se dice que Marte
está en exilio en Libra. Esa característica de sopesar, medir y deliberar es
fuerte porque hablamos de un signo de Aire.
Este Marte puede sentir que ser tan respetuoso le
incapacita.
MARTE EN ESCORPIO
Marte en Escorpio, leemos: «Brujo, mago, el Dios Astado (un
dios de la fertilidad), también Pan, el Hombre Verde y el dios del inframundo
Plutón/Hades».
Cualquier planeta conectado con Plutón sabe que la pérdida
es parte de la vida y que no somos los «masters del Universo» de la manera que
a un Marte ligado al ego le gustaría ser.
Marte en Escorpio incorpora la vulnerabilidad en su sistema,
lo cual puede funcionar de dos maneras: puede hacer que las personas sean duras
y castigadoras debido a su miedo o puede convertir a las personas en valientes.
El coraje de Marte en Escorpio no es mera bravuconería, sino
un valor bien informado, como el coraje del policía que conoce demasiado bien
los peligros a los que debe enfrentarse, pero que sale a la calle de todos
modos.
Marte en Escorpio. Miden su sensación de fortaleza a través
de la reacción que son capaces de provocar en los demás: es decir, cómo pueden
influir en el estado emocional de los demás.
Todo Marte en Agua tiene la capacidad de ser manipulador
debido a su necesidad de ser indirecto. El lado positivo de esta capacidad es
la autoafirmación con la debida sutileza.
La energía de Marte en Escorpio puede traer la curación convirtiéndose
en un catalizador. Ésa es la conexión con el inframundo.
Marte rige a Aries y a Escorpio o, usando la terminología
tradicional, está «en domicilio» en esos dos signos.
Si Marte habla de motivación, impulso y energía vital en
movimiento, ¿cuál es la diferencia entre Marte en Aries y en Escorpio?
Marte en Aries está más ligado a la expresión y la
liberación del impulso. Es un signo de Fuego, por lo que hablamos de velocidad,
espontaneidad e inmediación. El problema es la impulsividad, la prisa y la
habilidad de buscarse oponentes.
Escorpio es un signo fijo, por lo que la energía se
manifiesta de una forma más contenida y controlada, cuyo efecto es así más
penetrante, efectivo y útil en la gestión de las crisis.
MARTE EN SAGITARIO
Marte en Sagitario es un explorador de la conciencia.
Marte en Sagitario siente una pasión por el conocimiento que
amplía su perspectiva y trae a colación la dimensión religiosa y filosófica de
la vida. También una pasión por la educación.
Marte en Sagitario es un aventurero o explorador.
Daniel Giamario dice: «La aventura del héroe». Marte en
Sagitario necesita una aventura, una visión, una sensación de propósito de que
está luchando por algo mayor que él mismo. De otro modo, se enreda en la
grandiosidad y en la codicia. Más es mejor –consumismo–. «El filósofo, el
pionero».
MARTE EN CAPRICORNIO
Las personas con Marte en Capricornio suelen delegar la
autoridad en los demás, a menos que se sientan en un terreno muy firme.
Definitivamente, Marte en Capricornio no quiere ir al frente del desfile. Ambos
hemos llegado a la conclusión de que Marte en Capricornio quiere trabajar de
forma muy organizada, con los pies firmemente asentados en tierra. Ninguno de
los dos ha reconocido como propio a su Marte hasta bastante tarde en la vida.
Saturno hace que las cosas cuesten un tiempo antes de
lograrlas.
El territorio es importante para cualquier Marte en
Tierra, de diferentes maneras.
Para Marte en Virgo el territorio se refiere al arte u
oficio, la destreza, la excelencia y el campo en que uno desempeña su servicio.
Para Marte en Tauro puede ser el dinero, la estética, la
sensualidad y la comodidad.
Para Marte en Capricornio pueden ser los ideales, los
sistemas de valores y el territorio físico (como su propia casa)
Marte en Capricornio se siente fortalecido al asumir la
responsabilidad adecuada. Por la misma regla de tres, lo que le debilita es
asumir una responsabilidad inadecuada o demasiada responsabilidad.
Las personas con Marte en Capricornio tienen miedo a perder
la estructura. A no poder enfrentarse a ello.
Uno de los riesgos de este emplazamiento es la dificultad de
dejarlo estar. A Marte en Capricornio a menudo le resulta difícil relajarse o
abandonar la lucha, la dedicación al trabajo, al efecto de experimentar el lado
venusino de la vida, el goce y disfrute estéticos.
Podemos trabajar muy duro desde el principio. Sin prisa y
sin pausa.
El elemento tiempo es muy saturnino. Quizá sea por eso que
Marte en Capricornio sea tan efectivo: sabe administrar bien su tiempo.
Daniel: «El anciano, el Primer Ministro, el legislador,
el buen proveedor, el empresario práctico o el chivo expiatorio exiliado».
MARTE EN ACUARIO
Las personas con Marte en Acuario luchan por el derecho a
ser diferentes.
En todos los signos fijos, Marte es muy leal.
Una cosa que he notado acerca de los que tienen a Marte en
Acuario es que a menudo son vehementes respecto de sus amistades.
Se afirman en su nombre. Aquí tenemos al «visionario
cósmico, al científico idealista, al espíritu libre universal, al
revolucionario de vanguardia, al meditativo tratando de ascender».
Al ser Acuario el último signo de Aire, el idealismo es muy
pronunciado. Mientras tanto, volver a la tierra puede ser frustrante. Nada va
demasiado rápido para Marte en Acuario, ya que se siente fortalecido al tener
una visión de conjunto, cuando ve el cuadro completo. Vuestro campo visual
abarca unos cuantos kilómetros. No es un don de profecía –eso es más propio de
Sagitario–. Con Marte en Acuario podéis ver lo obvio, porque os halláis en la
cima de la montaña.
Las personas con Marte en Acuario son capaces de ver el
potencial en vosotros mismos, cómo podríais ser vosotros mismos, cómo podría
desarrollarse una relación, u otras personas. Luego trabajáis duro para
intentar que algo de lo que habéis visto se adecúe a la realidad. Claro que
lentitud y la densidad del plano material no va pareja a la velocidad de la
visión de ese potencial que existe en el plano mental: de aquí la frustración y
también la fuerte autocrítica.
Pensad en la figura de Prometeo, conectada con Acuario.
Prometeo fue el paladín de la raza humana. Fue encadenado por Zeus a una roca,
como castigo por robar el fuego del Olimpo después de que Zeus lo negara a los
hombres. Un águila, enviada por Zeus, le comía el hígado por las mañanas,
órgano que le crecía de nuevo. Es un ejemplo espantosamente gráfico de algo que
«nos reconcome». Cuando Marte se vuelve sobre sí mismo, es como Prometeo cuando
le comen el hígado. Nada está bien, yo no estoy bien, el mundo no está bien.
Una receta perfecta para la desesperación.
Marte en Acuario se fortalece a través de las ideas y, a
veces, de compromisos grupales.
El esfuerzo por encontrar un sistema adecuado de que refleje
con precisión la propia experiencia es uno de los retos de Marte en Acuario.
Las cosas pueden volverse muy oscuras cuando ese brillante
nivel visionario de Acuario se apaga. La lucha para volver a tener ese sentido
de visión es muy importante.
La visión de conjunto que proporciona la astrología puede
ser muy estimulante porque aporta un marco para comprender los hechos.
MARTE EN PISCIS
Marte en Piscis es manipulador. Se siente impotente.
Histérico. Frustrado.
Es un Marte disolvente y disuelto. Es difícil tener una idea
de hacia dónde va uno. Es manipulador y consigue que el Marte de los demás
actúe por él haciéndose la víctima.
Marte en Piscis también le encanta estar al servicio de los
demás, sirviendo o entregándose a un ideal.
En el Tai-Chi se habla sobre el Yang del Yin. En el símbolo
del Tao una mitad es negra salvo un pequeño punto blanco y la otra mitad es el
reverso de esta imagen. Eso refleja el eterno proceso de cambio, el desarrollo
del Universo a medida que las fuerzas del Yin y el Yang interactúan. Tanto el
Yin como el Yang tienen poder, si bien el Yang funciona de una forma directa y
extrovertida, mientras que el Yin lo hace de forma receptiva e introvertida, se
refiere más a entregarse, a replegarse. Marte en Piscis necesita comprender el
poder del Yin, o de otro modo siempre se sentirá impotente o constantemente
enfadado. Si no se reconoce el poder del Yin, puede transformarse en
manipulación y en conciencia de ser víctima.
Marte en Piscis es la senda del servicio.
Se relaciona con la visión profundamente mística, al éxtasis
de la unión trascendental, y también con el dios Dionisos, que está ligado al
éxtasis y el caos.
La maduración de Marte sobreviene a través del
reconocimiento del miedo y el proceso de entregarse a la gran Fuente. Es un
gran cruce de umbral, que a algunos emplazamientos de Marte les resulta más
fácil que a otros. Marte en Piscis puede generar una fuerza tremenda a través
de la receptividad a la voz interior de una llamada espiritual o de una
sensación de conexión con el Sí mismo más profundo.
Howard Sasportas solía decir: «Si quieres generar energía
marciana, fíjate en dónde está Marte en tu carta natal y busca algo que hacer
que exprese esa energía». Si Marte está en Libra, busca algo estético e
intelectual. Si está en Piscis, vete a ver el mar. En teoría eso debería
aumentar la energía.
De todos los emplazamientos de Marte, Marte en Piscis es
el que posee mayor capacidad de entregarse al gran flujo –uno gana cuando se
rinde–. Pensad en el contraste que ofrece un Marte en Tierra, con el que ganas
cuando no dejas de intentarlo. Con Marte en Piscis, el proceso de entrega
interior te ayuda a ganar.
Una de mis imágenes favoritas de Marte es la imagen que
muestra a un guerrero muy hermoso arrodillado ante la estatua del Buda. El Buda
llora lágrimas de rubí y el guerrero, con la cabeza inclinada, las recoge en su
mano. En la tradición védica el planeta que nosotros llamamos Mercurio se llama
«Buddhi»; y quizá esta imagen puede verse como el encuentro entre Marte y el
principio de Mercurio, tan llamativamente ausente en el contexto de lo que
hemos analizado hoy. También se puede ver el símbolo de Saturno en la espada
del guerrero y los pasos que llevan al Buda, ante el que el guerrero se
inclina, muestran el símbolo de Capricornio. La Tierra es el reino en el que
hemos de habérnoslas con la dualidad. No podéis fingir que no existe, porque
entonces debilitáis a vuestro propio Marte. No obstante, la dualidad y el
conflicto pueden considerarse aquí como el campo de pruebas del guerrero
espiritual, en el que el campo de batalla es primero el propio interior de uno
y el objetivo final es la compasión, que a su vez proporciona la motivación y
la senda para la acción correcta. El rubí es una de las gemas asociadas con
Marte y con Aries, porque es rojo. La leyenda dice también que los rubíes
detenían el manar de la sangre en las heridas de batalla.
APÉNDICES POR LIZ GREENE
El retrato astrológico de un acontecimiento siempre se nos
presenta con muchas capas de significado y describe una situación mucho más
compleja de lo que aparenta en la superficie.
El conocimiento astrológico puede a veces ayudar al
individuo a encontrar una perspectiva más equilibrada.
Muchas cartas de inicios de guerra contienen un
engañosamente aspecto benigno
En la carta de un individuo, los trígonos reflejan dones y
aptitudes innatas. Pero también pueden implicar la ingenua suposición de que
todo en el mundo está bien.
Son los aspectos difíciles los que nos fuerzan a ser más
conscientes, a esforzarnos en mantener a raya nuestros conflictos y a
desarrollar nuestros potenciales.
No creo que sea posible levantar la carta de un
acontecimiento o los tránsitos de una carta nacional y extrapolar lo que
“ocurrirá” en términos concretos.
A veces la imagen de un tránsito sobre una carta nacional es
altamente ilustrativa cuando se conecta con determinados sucesos políticos,
como fue el caso de la Unión Soviética en 1989. Pero las configuraciones
presentes no son tan obvias. Amenazadoras y turbadoras, sí; claras y simples,
no. Mucha gente proclama orgullosamente, a toro pasado, lo fácil que era prever
los acontecimientos del 11 de septiembre en esta carta y en los tránsitos que
recorrían la carta de los USA, a los que más abajo nos referimos. Así es fácil
pronosticar acontecimientos. Es bueno recordar las “predicciones del fin del
mundo”, que se han hecho desde que el mundo es mundo. Exigir una especie de
previsión puede ofrecer un sentimiento de poder personal e importancia; pero
sería mucho más constructivo —y veraz— admitir no sólo nuestra ignorancia sino
también nuestra necesidad de mirar objetivamente a muchos niveles diferentes y
desde perspectivas diferentes para hacerse una idea real de la catástrofe que
acaba de ocurrir y dirigirnos hacia un futuro que sea más constructivo que
destructivo. Si admitimos la existencia del libre albedrío y de la capacidad de
trabajar bajo circunstancias difíciles para generar más resultados positivos
que negativos, hemos de admitir que el ataque terrorista a los USA no “estaba
escrito”.
Sea la carta de un individuo, una nación o un
acontecimiento, es muy significativo el contraste entre una configuración
benigna que refleja ideales nobles, elevados y humanitarios y otra
configuración tensa que refleja la búsqueda de cabezas de turco3, la agresión,
el fanatismo obsesivo y la potencial violencia que nace de la rabia impotente.
Las configuraciones benignas en una carta suelen esconder
muchos aspectos oscuros.
Psicológicamente, tendemos a esconder estos aspectos oscuros
tras nuestros dones o habilidades para evitar el dolor de enfrentarnos con
nuestras limitaciones y conflictos.
Las “cazas de brujas” están especialmente vinculadas al
ciclo Quirón-Plutón, que tiene lugar más o menos cada 60 años.
En relación a las oposiciones planetarias, es extremadamente
importante no polarizar. La polarización (“nosotros contra ellos” o la “caza de
brujas”) es la manera más cómoda de enfrentarse a las oposiciones y a veces es
inevitable al principio, pero desde luego, a largo plazo no es la forma más
práctica de encararlo. Permanecer tan objetivo como sea posible y esperar a que
la razón pueda contener y dirigir el impulso nos permitirá hacer lo que sea
necesario sin justificar a los que asaltan tiendas ni a los que meten en el
mismo saco a todas las personas de una misma raza, religión o nacionalidad.
Los aspectos Saturno-Plutón, Saturno-Quirón y
Quirón-Plutón son indicadores particularmente buenos de esta clase de odio de
grupo y de la caza de brujas.
Los tránsitos de Neptuno se acompañan a menudo de pérdidas
que deben ser aceptadas como necesarias; y a veces es aconsejable, cuando este
planeta está en acción, dejar fluir y confiar en que el conflicto se
solucionará de una u otra manera, en vez de dar palos de ciego para tener una
falsa sensación de seguridad que ya no se sostiene.
Una carta progresada describe el significado profundo del
tiempo, dejando de lado las experiencias externas que inciden en la vida del
individuo o de una nación.
La carta progresada es muy sensible a los tránsitos,
especialmente a los que ocurren sobre los ángulos.
Los tránsitos y las progresiones pueden proporcionar una
oportunidad para expresar a Marte de una forma más consciente y para ser más
responsables de él.
La Luna describe «el pueblo» en una carta nacional
La oposición Saturno-Plutón es un aspecto difícil y doloroso
y cada persona lo vive a uno u otro nivel: algunos, en su vida íntima, otros en
la salud, otros a través de dificultades financieras, otros quedando atrapados
en crisis colectivas. La oposición enfrenta a dos principios arquetípicos:
razón y caos, civilización y anarquía, estructuras anquilosadas y la inevitable
necesidad de cambio, control racional y las oscuras fuerzas de la psique, el
hombre frente a lo que llamamos «destino». Ninguno de ellos es «bueno» o «malo».
Se requieren equilibrio y resistencia, para no caer en la polarización. El
resultado final de este tránsito puede ser una mayor comprensión interna, unas
estructuras económicas y sociales más comprensivas y flexibles, mayor realismo,
una disminución apreciable de la hipocresía y aumento de la sinceridad y una
verdadera madurez y tolerancia de espíritu. Pero también las personas tendrán
que atravesar por esta fase de dolorosa iniciación como tales personas. Éste
es, finalmente, el mensaje de la astrología; no si podemos «predecir el futuro»
o si podemos pillar al culpable y usar nuestra intuición para atacar a aquellos
que no nos gustan por motivos personales o ideológicos. La crueldad, el odio y
la intolerancia son grandes males allí donde se encuentren. La oposición
Saturno-Plutón nos ofrece una manera de ahuyentarlos y de mostrarlos en su
totalidad. A pesar de todo, existen en cada ser humano, y en cada nación:
fanáticos, prepotentes y terroristas de una clase sutil pueden seguir vivos y
coleando en la familia, los líderes religiosos, los amigos e incluso los
colegas de Internet. Saber esto no debería impedirnos actuar para hacer
justicia y condenar a los criminales; pero puede ayudarnos a impedir el
justificar el mismo fanatismo y ceguera que desencadenó los trágicos
acontecimientos del 11 de septiembre.
MARTE EN LO SIGNOS POR DARBY COSTELLO
Marte se activa de forma natural en cada uno ante una
amenaza colectiva (cada persona se convierte en un guerrero de una forma u otra
cuando la tribu está amenazada), podemos usar este tiempo para ser conscientes
de nuestra propia energía marciana.
Marte en Fuego debe tratar con el miedo y la ansiedad
en la imaginación y en su expresión más primitiva incita al miedo y al odio en
los demás. Marte en Fuego puede saltar salvajemente ante la más mínima
provocación y reaccionar demasiado deprisa y con demasiada violencia ante cada
nueva imagen que capta su atención. Hemos hablado del valor como fuego de la
imaginación que necesita ser atizado para proporcionar inspiración y valor a
los demás. Marte en Fuego debe sobreponerse a las oscuras imágenes que surgen
con cada nueva amenaza potencial.
Marte en Tierra debe mantenerse consciente de lo que
es necesario hacer para mantener el orden en sus propias vidas y en las que los
que le rodean. Hablamos de cómo la diaria atención al placer, a la ecología
personal y a la responsabilidad social pueden mantener a raya el miedo y la
desesperación.
Marte en Aire se levanta ante la amenaza con palabras
como espadas y puñales. En su forma más tosca puede fustigar salvajemente a
quienes muestren ideas contrarias, soltando ideas que pueden destruir la
necesaria confianza de la gente en un debate fructífero y un análisis sensato.
En su forma más elevada, Marte en Aire perfecciona y afila el pensamiento y las
palabras con atención cuidadosa y considerada.
Marte en Agua y de cómo las personas con esos
emplazamientos deben sentir su miedo y su pérdida antes de que puedan salir al
mundo y ser de utilidad a sí mismos y a los demás. Para ellos, tener coraje
significa enfrentar sentimientos personales de violación, asesinato y
aniquilación.
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