Características generales de MARTE de LIZ GREENE, LYNN BELL, DARBY COSTELLO y MELANIE REINHART

 
MARTE
 
 
Un enfoque psicológico de la astrología puede valorar tendencias futuras, tanto personales como colectivas, pero no puede dirigirse a la predicción precisa de acontecimientos y hace hincapié en que la posibilidad de elegir conscientemente, tanto por parte del individuo como del colectivo, pueda alterar si no evitar la concreta expresión de cualquier configuración astrológica.
 
 
Las conjunciones y oposiciones de Saturno poseen una reputación previa de perturbación colectiva y de depresión económica; y a muchos astrólogos, durante mucho tiempo, les preocupó la reputación de esa pareja planetaria en relación a las guerras –especialmente cuando Marte estaba involucrado con la configuración–.
 
Liz Greene
Marte en el horóscopo
Cuatro seminarios astrológicos
 
 
La astrología psicológica apoya siempre la posibilidad, si no la garantía, de que exista el libre albedrío y el poder de transformar los impulsos destructivos siempre que existan disposición a ello y se realice el correspondiente esfuerzo.
 
Liz Greene
 
 
 
ENTRE EL CONFLICTO Y EL DESEO
POR LYNN BELL
 
 
Marte es a menudo pasado por alto porque parece muy obvio y directo. Marte es descaradamente masculino, muy macho, muy cavernícola. Es ruidoso, rudo, bruto y no muy británico. Incluso el símbolo del signo es inequívocamente fálico, así que la mezcla es un poco embarazosa. Y sin embargo, vivir sin Marte puede resultar increíblemente aburrido, por no decir peligroso. Sin él no sabríamos defendernos en una situación en que nuestra vida estuviera amenazada. No es un planeta con el que resulte fácil vivir; y muchos de nosotros lo embutimos en un traje de comportamiento socialmente correcto o bien estallamos ante la saturación física y emocional.
 
Marte se expresa tanto en el conflicto como en el deseo. Sin él, seríamos unas criaturas bastante aburridas.
 
 
VIVIR CON MARTE
 
 
No obstante, no es difícil encontrarse con Marte. Todo lo que tenemos que hacer es rastrear las guerras de la conciencia, esos diálogos sin fin susurrados en el interior de nuestras cabezas. «¿Puedo hacerlo? ¿Debería hacerlo? ¿Puedo evitar las consecuencias de hacerlo?». O quizá queráis echar una mirada a batallas incluso más obvias entre voluntades con las personas que nos rodean: hijos y amantes, padres y colegas. Marte funciona como un mecanismo de interacción entre el individuo y lo que está ahí fuera. Es un planeta interior, pero también está más lejos del Sol que la Tierra; y, desde un punto de vista puramente visual y geocéntrico, es capaz de cubrir la distancia celeste de una forma que Venus y Mercurio no pueden. Marte se mueve en el territorio intermedio entre el hombre y el resto del mundo. Nos empuja a la acción más allá de nuestras imágenes internas del mundo. Nos lleva hasta los confines de la vida, donde hacemos cosas y rompemos cosas, chocamos con los demás y sus deseos, encontrando resistencia y forzándola para abrirnos paso. Marte está relacionado con la supervivencia, con la defensa activa y pasiva; pero también simboliza nuestra capacidad de desear algo e ir a por ello. Esto siempre implica algún tipo de competición con los demás. Marte siempre choca con los demás o con los deseos de éstos. De una forma extraña, es un planeta que toca las relaciones, dado que se pelea ~ 2 ~ con quienes le rodean si se cruzan en su camino. Y entonces ya no hay un acuerdo posible con los demás. ¿Significa eso que si conseguimos lo que queremos mantendremos a distancia a los demás? Dado que Marte tiene que ver con el mundo de ahí fuera, se define culturalmente, al menos en parte.
 
A Marte se le ha concedido un lugar más importante en unas culturas más que en otras,
 
 
MARTE EN EL COLECTIVO
 
 
Una de las cosas más llamativas de Marte es cómo ha impregnado tan intensamente la fantasía colectiva, con todas esas persecuciones de coches, armas, explosivos, héroes musculados corriendo hacia el peligro, por no mencionar las muertes grabadas en vídeo o la obsesión cinematográfica por los asesinos en serie. Luego hay sexo y, especialmente, conquista. Fuera del mundo cinematográfico y del vídeo, las estrellas del deporte se convierten en dioses menores y se hallan entre los mejor pagados de nuestra sociedad. Incluso en el mundo musical, en que se suele dar voz a los valores de la contracultura, ha entrado con fuerza en las artes escénicas el «gangstarap», con sus armas y sus amenazas, asesinatos incluidos. Si las películas y la música pop son una expresión del colectivo, de forma parecida a los sueños individuales, podríamos preguntarnos entonces por qué Marte posee tal potencia en esa esfera. ¿Acaso es una compensación ante la carencia de una expresión sana de Marte en nuestra propia vida?
 
A Marte no se le puede tener atado por mucho tiempo. Le sienta como una patada arrastrarse y tampoco lleva muy bien lo de ser reprimido. Después de un tiempo empezará a desarrollar un lado peligroso, así que no podremos fingir una sorpresa total al observar que están de rabiosa actualidad los videojuegos violentos y que los niños empiezan a llevar pistolas al colegio o instituto. Marte nos da en toda la cara y capta nuestra atención de todas las formas posibles. Y nunca suelta la presa de verdad.
 
La energía de Marte no desaparece, sino que se vuelve hacia adentro.
 
Si la voluntad ha sido bloqueada demasiado pronto y con demasiada frecuencia, Marte puede tener serios problemas para expresarse.
 
 
DIOSES Y BATALLAS FUEGO Y AGUA
 
 
Una forma interesante de abordar el tema es echar una mirada a las regencias tradicionales de Marte, Aries y Escorpio. Marte en Fuego muestra gran cantidad de fuerza y voluntad. Se mueve generalmente deprisa ante los bloqueos, recorriendo a toda velocidad el camino que le lleva a sus deseos, mientras que un Marte acuático no se plantea un ataque directo y por eso parece que abandonará su objetivo; pero esto es completamente falso con Marte en Escorpio. Una manera de ver a Marte en Escorpio es analizar su reacción ante una situación que momentánea-mente no domina: parecerá retirarse, pero volverá de otra forma, probando suerte hasta que encuentre la manera de entrar, por pequeña que sea. Marte en Escorpio usa con frecuencia los deseos de los demás para lograr sus propios fines. Mucha de esta actividad ocurre bajo el umbral de la conciencia, puesto que Marte es un planeta instintivo y se identifica en gran medida con el cuerpo y nuestro carácter animal. Vale la pena notar que en la astrología antigua Marte regía la triplicidad de Agua, sugiriendo aquí un impacto particularmente fuerte. Marte es una fuerza absolutamente instintiva y primigenia. Cuando irrumpe al completo es imposible mandarla de vuelta a casa. Si cruzáis una cierta línea con Marte, éste se apodera de vosotros hasta que se produzca la necesaria liberación de energía. Por eso la ira puede asustar tanto. Creo que fue Spinoza el que dijo que un hombre iracundo se parecía mucho a un loco. Hay locura en el lado destructivo de este planeta, así como un gran poder. Un deseo sexual apremiante posee una urgencia similar: puede resultar muy incómodo mantenerlo a raya una vez ha alcanzado un cierto grado de excitación. Marte en Fuego sea probablemente más visible; y Marte en Aries, el que más brillantemente quema y mayor fuerza y coraje posee, ganando con frecuencia únicamente porque su deseo es más fuerte que el de los demás.
 
 
TIERRA Y AIRE
 
 
Ambos elementos marcan una distancia y poseen mayor objetividad. Marte en Tierra tiene una sensación particular de utilidad, una satisfacción en dar forma al mundo y una fuerte conexión con el cuerpo. Un Marte terrenal se siente en casa en el mundo físico y obtiene fortaleza y poder del cumplimiento mensurable. Marte en Tierra, particularmente en Capricornio, organiza el mundo de forma muy parecida a como lo hicieron los romanos: todos los individuos juntos formaban una disciplinada y formidable máquina de guerra. Marte estaba subordinado a un sistema tan eficiente que conquistó el mundo, mostrando su solidez en la construcción de caminos y edificaciones que aún hoy, miles de años después, se pueden ver. Marte en Aire es probablemente el más difícil, porque está muy desconectado del mundo instintivo. Cuando funciona bien posee una perspectiva amplia e idealista. Se mueve por ideas e imágenes de lo que el mundo debería ser. Su interés está centrado en la mente y lucha por unir la acción al significado. Por encima de todo le interesan los demás, cómo reaccionar a lo que hacen o no hacen y motivarles a actuar.
 
Parece que Marte debe reducir su escala para poder encajar en el signo en que está emplazado, lo cual puede comportar una gran frustración.
 
 
La reflexiva inteligencia de un emplazamiento en Virgo le añade sutileza y habilidad. Lo he visto funcionar en ambas direcciones: tanto en aquellas personas que invierten una cantidad desproporcionada de energía en los asuntos más mínimos como aquellos que llegan a ser artesanos con maestría. A veces encontramos ambos extremos en la misma persona. Virgo es el sexto signo y representa el primer quincuncio para Aries; y puedo oír la tensión del quincuncio Aries-Virgo en lo que estás diciendo. Estos signos no tienen casi nada en común, si bien Aries tiene mucho que aprender de Virgo. De muchas maneras, Marte en Virgo trae a la memoria a Atenea, que disfruta de la guerra tanto como Ares, pero sabe mantener la cabeza fría. Otro vínculo con Virgo es su patrocinio de los oficios, particularmente del textil. En cierto sentido, ella es la fuerza estratégica impulsora de la guerra de Troya. Para daros una idea del poder de este Marte cuando es capaz de unir acción y estrategia, pensad en Napoleón, que tenía Marte conjunto a Neptuno en Virgo en la casa XI
 
Yo no creo que ni Ares ni Atenea, por sí solos, contengan el espectro completo de todos los significados que atribuimos al Marte astrológico. El Marte romano se acerca más a los valores que asignamos al planeta. Atenea fue grandemente admirada por los griegos y parece que consideraban a Atenea como un antídoto para el lado más destructivo de Marte. Me pregunto si Atenea no es un arquetipo marciano más presente cuando Marte se halla en un signo de Aire –Géminis, Libra o Acuario– o en Virgo. Después de todo, estos signos tienden a enfocar las cosas desde la cabeza, de la mente. A menudo se describen como bastante asexuales en los recetarios astrológicos, aunque no estoy segura de que ése sea necesariamente el caso. Significa que marcan la distancia de la expresión puramente instintiva de Marte –lo que no es necesariamente malo, aunque el pensar demasiado en la cama puede no ser nada divertido–. En contraste, Marte cae bajo el hechizo de Afrodita en los signos regidos por Venus y se distrae con el placer, es seducido por la belleza e impulsado al amor en vez de a la guerra. Momentáneamente, al menos –como Paris en la Ilíada, que abandona el campo de batalla para perder el tiempo con Afrodita, por lo cual los demás guerreros se burlaban de él.
 
 
MARTE Y LA AUTORIDAD
 
 
Para hacer frente al Marte de alguien, es absolutamente esencial saber qué es lo que le motiva, por qué hace lo que hace.
 
No todo Marte necesita estar en lo más alto, pero algunos deben tener una zona en la que ejercer un dominio, un área de control. Intentad robar eso y veréis cómo se despierta la faz destructiva de este planeta. Po supuesto, hay que matizar esta afirmación dependiendo del emplazamiento por casa del planeta y especialmente de sus aspectos.
 
Marte siempre nos exige que tomemos partido; nos muestra dónde estamos dispuestos a pelear, dónde a retroceder o dónde a renunciar a nuestros deseos. Si cedemos demasiado a menudo, podemos acabar haciéndonos daño.
 
Las personas con Marte en Leo necesitan poner el corazón en todo lo que hacen, actuar desde lo más profundo de su ser.
 
Marte es el gran defensor de la vida; y sin él somos literalmente incapaces de sobrevivir, tanto física como psicológicamente. Si cualquiera de vosotros ha experimentado una rabia verdaderamente explosiva, se habrá formado una idea bastante exacta de lo ligado que está marte a la energía vital. La paradoja es que Marte a menudo destruye mientras está defendiendo y que estar atascado en un estado de ánimo marciano es una experiencia muy desagradable para todos los afectados.
 
Las personas con Marte en Leo necesitan poner el corazón en todo lo que hacen, actuar desde lo más profundo de su ser. Marte está siempre vinculado al Sol en la carta natal, pero ese vínculo es mucho más estrecho con planetas en Leo. Todos los planetas en Leo buscan un reconocimiento de algún tipo. Sin Marte, resulta difícil expresar el impulso solar, desarrollarse psicológicamente. La combinación del Sol y de Marte es fundamental en el desarrollo de la voluntad. Por supuesto, si quien tenga a Marte en Leo no es consciente de ello, defenderá las distorsiones solares, la soberbia y la prepotencia, la dignidad envanecida y el resentimiento. Necesita ser de alguna manera el centro, pero en este signo aspira a la nobleza.
 
Marte nos empuja al peligro, a tomar partido, o a replegarnos para defendernos. En los casos más extremos, nos pregunta por qué cosa estamos dispuestos a morir. Pero si no estamos dispuestos a actuar en esa línea o experimentamos algún tipo de durísima derrota muy pronto en la vida, mucha de la energía de Marte no estará a nuestro alcance. Esto es posible, incluso, por más que Marte aparezca como poderoso en la carta por signo y casa. Estar desconectados de nuestra voluntad es como vivir en el inframundo, en la tierra de los vivos a medias. En el mito, Plutón no mata a la gente; Marte, sí. Plutón recibe a los muertos y gobierna sobre ellos. Marte nos lanza a la necesaria confrontación con la vida, con el peligro y a veces con la muerte. ¿Queremos algo lo bastante como para arriesgar nuestra vida o para quitarle la vida a otra persona?
 
Yo creo que Plutón da un paso al frente una vez se ha destruido algo, o hace necesaria la destrucción de ese algo. Marte se orienta desde un punto de vista más inmediato. El momento lo es todo; y cualquier acción que corresponda a ese momento debe ser llevada a cabo hasta el final. Las consecuencias vienen después; y ahí es donde aparece Plutón. No obstante, ya se han producido consecuencias de acciones anteriores; ha habido pérdidas, heridas y se han quemado relaciones, hay mundos arruinados y despedidas no lloradas, todo lo cual nos motiva desde abajo, seamos conscientes de Marte o no.
 
Marte todavía rige a Escorpio, aunque muchos de nosotros establezcamos la primera conexión con Plutón. Perderemos mucha sutileza astrológica si dejamos de lado las viejas regencias astrológicas; y en el transcurso del tiempo he acabado concediéndoles un mayor peso en mi interpretación.
 
Marte es más poderoso cuando ignora o no teme a la muerte. Entonces nada le va a desviar de su objetivo.
 
Marte está vinculado, en parte, a nuestra reacción ante la muerte. Si no podemos reaccionar ante un evento trágico o abrumador, algo dentro de nosotros muere. La energía de Marte, la energía activa en nuestra vida, nos ha sido arrebatada y ya no tenemos fuerza suficiente para reaccionar. Todos conocemos a gente que tiene problemas para hacer las cosas por sí mismos, aunque sean cosas que ellos quieren hacer. Su coraje y su voluntad están contaminadas por la desesperación.
 
 
OBTENER LO QUE UNO QUIERE
 
 
La mayoría de nosotros no se enfrenta a situaciones de vida o muerte todos los días; pero Marte está presente siempre que vamos tras algo que deseamos. ¿A quién vamos a pisotear para conseguirlo? ¿Podemos obtener lo que queremos arrebatándoselo a otro?
 
Culpar a los demás, proyectar el poder y la responsabilidad fuera de uno mismo es también Marte, pero disfrazado tras una posición defensiva. Nos permite justificar nuestras decisiones sin admitir nuestro error: «¡Me forzó a hacerlo»!
 
Marte funciona honorablemente cuando lo hace por y para el principio solar.
 
 
AL SERVICIO DEL SOL
 
Sin límites, Marte es destructivo. Quizá por eso está exaltado en Capricornio, donde se proporcionan límites y leyes a Marte. El poder instintivo de Marte significa que puede ser bastante difícil mantenerlo vinculado a nuestro propósito consciente. Una de las razones por las que el Sol está exaltado en Aries es el vínculo existente entre energía, vitalidad ~ 21 ~ y conciencia. Cualquier planeta en Aries posee algo de esa misma fuerza. Es una increíble afirmación de la vida, la energía, la vitalidad y la voluntad. Marte actúa para afirmar el yo, pero a menudo nos empuja al conflicto. Posee una fuerza que pasa por encima de la intención consciente de un individuo. Marte es un gran revelador de conflictos: nos muestra qué es lo que realmente nos impulsa. Bajo el manto de la civilización y la sofisticación, los pequeños y cotidianos estallidos de ira apuntan probablemente a emociones que preferimos no admitir que sentimos. Me imagino que la mayoría de los presentes es capaz de enfadarse por pequeñas tonterías, pues así es la naturaleza humana. Existe un cliché en las columnas periodísticas de consultorio: «Mi marido siempre se deja abierto el tubo de pasta de dientes», que luego pasa a palabras mayores». Es completamente absurdo y, aun así, la gran mayoría de peleas destructivas comienzan con estos pequeños intercambios. ¿Qué es lo que pasa? ¿Alguno de vosotros ha llegado a enfadarse por esta clase de cosas? Oyente: Una persona está tratando de controlar a la otra. Lynn: Otra vez el control. Algo tan simple, pero que puede revelar un inmenso sentimiento de impotencia. Recordad: Marte nos obliga a adoptar una posición, tarde o temprano; y algunas decisiones deben tomarse con un margen muy estrecho.
 
Si Marte es poderoso, puede escindirse del impulso solar y ser proyectado.
 
Marte os pide que vayáis al encuentro del mundo, porque si no lo hacéis, el mundo os encontrará a vosotros de cualquiera de las formas posibles. Marte es un planeta cercano a nosotros, pero fuera de la órbita de la Tierra, de camino a Júpiter y a Saturno. Pero nuevamente, la acción por la acción, el movimiento por sí mismo, pueden ser el producto de un Marte distorsionado, incapaz de apagarse y desconectado del centro.
 
¿Cómo podemos establecer un vínculo sano con Marte? Una forma de hacerlo es fijarnos en el regente de Marte, a menudo una clave para descubrir una motivación más profunda.
 
Marte en signos mutables presenta dificultades para mantener una sola dirección. Su energía tiende a dispersarse, a ser impulsada por deseos muy diferentes entre sí.
 
Para Piscis en particular a menudo ha habido algún tipo de sacrificio de deseos personales y el verdadero problema es la desconexión con algo muy profundo en su interior. El arquetipo de Piscis contiene el sacrificio último («moriré por tus pecados»). Las combinaciones Marte-Neptuno son engañosas porque con frecuencia un individuo afirma su identidad dejándola ir o perdiéndolo todo en apariencia.
 
Bailar, tocar el tambor, cualquier cosa relacionada con el ritmo, tiene una conexión directa con Marte. El baile es una actividad ideal para Marte. Proporciona placer, éxtasis y liberación sin hacer daño a nadie.
 
Ciertos signos (y Piscis es uno de ellos) presentan grandes dificultades para expresar la ira de forma directa. Marte en Piscis es muy consciente de la posibilidad de hacer daño y generalmente intenta ajustarse a un ideal. Depende en gran medida de la visión que le guíe, el sueño que motive a Marte. A menudo se sacrificará y abandonará un ideal si significa herir a alguien. Pero también es experto en ocultar sus verdaderos sentimientos. Éste puede ser uno de los emplazamientos clásicos del pasivo-agresivo, el buen chico que se ve atrapado en un atasco, olvida la dirección, simplemente no se las arregla para ser puntual o rompe el cristal que se había ofrecido amablemente a limpiarte.
 
 
MARTE EN CÁNCER
 
 
Marte en Cáncer. En términos tradicionales Marte está en caída aquí y se dice que es débil, aunque yo no me he encontrado casos en que sea así. Es una de las más poderosas posiciones defensivas; pero este Marte puede ver el peligro en todas partes, especialmente si la Luna recibe aspectos difíciles. En Cáncer, Marte se alimenta de la Luna, lo que provoca unas emociones poderosas que no siempre actúan favoreciendo los intereses de uno. Tanto la Luna como Marte son planetas instintivos, ambos son reactivos y se despiertan con facilidad, y su combinación puede interpretar cualquier acontecimiento en términos de conflicto del pasado, viendo motivos e intenciones que son más propios de hechos anteriores que de la situación presente. Marte en Cáncer se ve raramente como autor de un delito, aunque los transeúntes podrían no opinar igual. Cáncer y la Luna simbolizan a la madre; y a un hombre le queda mucho trabajo por delante para tomar el control consciente de su vida, pues la madre u otra mujer importante en su vida pueden influir poderosamente en lo que ocurra. ~ 28 ~ Si queréis entender bien a Marte en Cáncer, tomaos la molestia de observar a un cangrejo. Hace algunos años estuve fijándome en uno, al que saqué de su escondite engatusándolo con un cebo. Al principio avanzó cautelosamente hacia adelante, luego rápidamente volvió hacia atrás. Al cabo de un rato, se deslizó hacia adelante desde otro ángulo y nuevamente volvió deprisa tras sus pasos. Cuando finalmente atrapó el cebo, se movió con pasmosa velocidad, cerrando y abriendo las pinzas y desapareció para siempre en un remolino de agua. Pensad que ese cangrejo que cada año pierde su caparazón y pasa un tiempo breve sin protección. Marte en Cáncer hace que nos remontemos a una época en que éramos completamente vulnerables e incapaces de sobrevivir sin los cuidados de nuestra madre. De alguna manera, este emplazamiento de Marte nunca pierde ese sentimiento de vulnerabilidad. A menudo lleva a un trabajo interior, porque exige la integración del sentimiento y la acción, con la promesa de un diálogo verdadero entre los lados masculino y femenino del yo. ¡He notado que hay muchos hombres con Marte en Cáncer en mis seminarios de Astrología! ¿Habéis notado que muchos de nosotros nos sentimos heridos de algún modo? Nuestras heridas y quejas tienden a estar en el centro de nuestra interpretación del mundo, lo cual «justifica» determinadas reacciones. Para quienes lo ven desde fuera, puede parecer y sentirse como una irritabilidad sin provocación previa, o incluso como una agresión flagrante. Quienes tienen a Marte en Cáncer no suelen tener intención de hacer daño a los demás, pero su actitud tan a la defensiva puede dar la impresión de ser malhumor o maldad. Lo que intento decir es que nuestra experiencia interna de algo puede ser muy distinta del efecto que causamos en la gente a nuestro alrededor. Dado que los signos de Agua conectan tan profundamente con este nivel de sentimiento interior, esta conexión puede ser más potente cuando Marte está en un signo de Agua.
 
 
MARTE EN ESCORPIO
 
Hemos hablado mucho sobre el conflicto, pero Marte realmente está relacionado con el deseo. Cuando vamos en busca de nuestro deseo y encontramos resistencia, surge el conflicto. La resistencia puede ser interior, pues algunos deseos pueden hacer trizas nuestras vidas: deben ser combatidos, uno debe luchar cuerpo a cuerpo contra ellos y vencerlos. Algunos son tan peligrosos y tan contrarios a la idea que tenemos de nosotros mismos, que ni siquiera pueden ser reconocidos. Puede que sean los agentes secretos de una transformación futura y, con el tiempo, nos llevarán sin querer a una nueva vida. Las fricciones con los demás son algo prácticamente inevitable cuando éstos no quieren lo que queremos nosotros. ¿Qué deseos prevalecerán? La misma cuestión se podría plantear en situaciones de competición en que más de una persona quiere ganar, o más de un hombre quiere la misma mujer o el mismo premio. Con Marte en Aries, la acción es un fin en sí mismo, de manera que, si hay conflicto, mejor que mejor (al menos uno se siente vivo). Pero si Marte en Escorpio desea algo, raramente renuncia a él. Puede estar oculto durante mucho tiempo y aparecer de nuevo disfrazado de otra cosa; pero su energía permanece. Marte en Escorpio busca una total concentración y dirección hacia el objetivo, sin olvidar nada.
 
Marte en Escorpio pregunta sin qué cosas puede uno vivir. Una vez tiene una respuesta, caminará todo lo necesario, cualquiera que sea la distancia, para obtener eso. Viaja siempre al límite y no puede soportar la impotencia ni una vida sin pasión. Sin embargo, es mucho más problemático un Marte al que no se ha proporcionado un canal para ese torrente de emociones. Cuando es retenido, se estanca en grietas y charcos, pudiendo pudrirse y llenarse de bichos; se vuelve oscuro y pesado. No hay nada más nocivo y venenoso que un planeta reprimido en Escorpio. Si este Marte es sofocado, puede llenarse de resentimiento y todas las toxinas de la frustración pueden envenenar la relación con los demás. A veces se desatan los demonios de la envidia y los celos. Un Marte en Escorpio nocivo puede redirigir su energía a despojar a los demás de su alegría, saboteando la satisfacción y el éxito que otros podrían sentir. En el peor de los casos se convierte en un asesino desalmado de almas y espíritus. Admitamos que éste es un grado extremo y que la mayoría de nosotros apenas tiene pistas de un poder tan destructivo; pero puede estar mucho más familiarizada con la naturaleza arrolladora del deseo de Escorpio. Escorpio dobla la voluntad de los demás de la misma manera que un agujero negro curva la luz: penetrando en vuestra psique, vuestra alma. A Marte en Aries le importa muy poco lo que los demás hagan o dejen de hacer. Pero cuando el deseo de Marte en Escorpio incluye a otras personas, como ocurre en el deseo sexual, se vuelve necesariamente mucho más persistente, más manipulador, más comprometido.
 
Si Marte en Escorpio está desconectado de aquello que verdaderamente desea, puede reorientar su considerable energía a manipular a los demás, usando la voluntad para apabullarles. Sin una satisfacción real, este hábito se vuelve cada vez más compulsivo.
 
Marte no es un planeta totalmente consciente. Recordad: defiende el cuerpo, la parte animal y la integridad psicológica del individuo. Al retirar la mano de una superficie caliente o al dar un volantazo rápido para evitar un accidente estamos usando a Marte sin pensarlo. Marte en Aire, aunque es más capaz de tomar distancia respecto de la ira, puede ser realmente mucho más inconsciente a largo plazo. Marte en Agua puede estar mucho más cerca de la fuente de la emoción y del deseo.
 
 
MARTE EN LA CASA XII
 
 
En la XII, Marte apunta con frecuencia a algo que está fuera de su alcance. Queréis algo que no es fácil de obtener, o que creéis que no puedes tener. A los demás les puede parecer que vais derechos al fracaso; pero la casa XII funciona con otra lógica. Aquí Marte puede entusiasmarse con algo que para quienes le rodean no tiene valor. Cualquier planeta en la XII aspira a algo que está más allá de su comprensión. La casa XII está finalmente más allá de la comprensión y de la lógica, por lo que los planetas personales nos empujan aquí a penetrar en territorio desconocido.
 
Sí, hay algo que se refleja en la historia familiar. Con Marte en la XII hay problemas en relación a ser marginado o excluido. A veces algo debe ser abandonado.
 
Con Marte en la XII hay algo que debe deshacerse; y, para deshacerlo, el individuo toma un camino que a todas luces parece equivocado.
 
La casa XII tiene que ver con los asuntos pendientes, ya sean personales, familiares o colectivos. A menudo describe energías que no se han vivido, traumas no digeridos que, si bien han sido parcialmente olvidados, siguen provocando oleaje en el inconsciente. Los planetas en esta casa responden a corrientes y presiones misteriosas que permanecen invisibles
 
Otro aspecto de Marte en la XII: el sentimiento de estar atrapado por algo más grande que uno mismo y más allá de la voluntad personal.
 
La casa XII tiene que ver con los asuntos pendientes, ya sean personales, familiares o colectivos. A menudo describe energías que no se han vivido, traumas no digeridos que, si bien han sido parcialmente olvidados, siguen provocando oleaje en el inconsciente. Los planetas en esta casa responden a corrientes y presiones misteriosas que permanecen invisibles para los demás y que tal vez nunca sean completamente comprendidas.
 
La cuestión es si es Marte o Venus quien habla del deseo.
 
Marte, por naturaleza, nunca está realmente satisfecho.
 
Aunque hemos hablado de Marte y de su vínculo con el Sol, probablemente tengamos que admitir la poderosa conexión que tiene igualmente con Venus. Podríamos decir que la naturaleza del deseo será particularmente fuerte cuando en una carta se formen aspectos entre Marte y Venus, o cuando Marte esté en Tauro o Libra. La principal razón por la que estos signos son emplazamientos difíciles para Marte es que el deseo puede dirigir la vida de uno, no importa lo que uno haya decidido conscientemente. Marte parece estar motivado en primer lugar por el placer en los dos signos regidos por Venus. Debe disfrutar con lo que hace. No obstante, aunque esto parece inofensivo, el deseo compulsivo puede volverse tan destructivo y problemático como la ira.
 
Marte nos muestra también en qué área tomamos partido, donde decimos «No, no haré eso». Marte nos habla de cómo decimos «No» tanto como «Sí».
 
Marte es absolutamente necesario para tener una existencia independiente y un sentido de la identidad personal, si bien nos arriesgamos a que las personas cercanas a nosotros lo desaprueben.
 
 
 
MARTE EN SAGITARIO
 
 
En este signo, Marte se convierte en el cruzado de una determinada filosofía de vida, o al menos se ve a sí mismo bajo esa luz.
 
Cuando Marte está en aspecto con Venus o está en un signo regido por Venus, el principio del placer puede ser extremadamente poderoso.
 
Una de las cosas importantes que hay que entender de Marte es que no parece tener un botón de apagado. Como un incendio que extiende a toda velocidad sus llamas, se alimenta de sí mismo. El deseo lleva a un deseo mayor, la ira proporciona combustible a la ira. Marte busca sentirse vivo; y cuanto mayor es el peligro, más vivo se siente. Corre hacia el peligro en vez de huir de él. Actúa donde puede y usa la energía planetaria con la que contacta como alimento, como combustible para seguir ardiendo. Marte en aspecto a Venus arderá por el placer, en aspecto con Saturno lo hará por el control. Marte y el Sol actuarán para el yo, pero que esto sea de forma egoísta o desinteresada dependerá de otros factores de la carta.
 
Estoy bastante segura de que Marte en Cáncer arderá para preservar un lugar seguro.
 
Aún no hemos hablado del lado dador de vida de Marte, su poder creativo y fecundador. Exagera incluso en esta área: dispara millones de espermatozoides, una sobrecarga de potencial respecto de la aspiración de crear vida. Los vocablos «pene» y «penetración» provienen del latín penitus, que significa «interior» en una de sus acepciones. Una mujer, para llevar vida en su seno, debe permitir que la penetren –algo debe entrar desde fuera–. Marte rompe el himen y abre el camino a una nueva vida; y quizá es por eso por lo que, en los antiguos himnos órficos, se le denomina «el que derriba los muros». El principio de Marte se abre paso a través de la integridad de la mujer y la llena de un vasto potencial, un potencial que puede ser utilizado biológicamente pero que también revela la existencia psicológica y emocional de una mujer. Marte derrota y mata toda virginidad; pero en ese mismo instante la virgen da paso a la mujer. Tiene sentimientos nuevos, sensaciones nuevas, deseos nuevos. Cuando Marte se encuentra con Venus se libera el verdadero poder creativo de aquél.
 
Marte busca la manera de penetrar, de abrirse paso.
 
Marte también nos trae al mundo, empujando la cabeza del bebé desde el canal uterino de la madre, a través de una estrecha abertura, aparentemente imposible de traspasar, creando una presión y un dolor casi insoportables, pero trayendo consigo «el inmenso poder y misterio de la vida», en palabras de un amigo que fue testigo del nacimiento de su hijo. Puede estar acompañado de miedo y dolor, pero no hay resistencia posible al poder de Marte. Marte actúa al principio en el nacimiento para echarnos al mundo, después, a través del acto sexual, para volver al útero.
 
Marte en Aries trata esencialmente de salir, mientras que Marte en Escorpio tiene relación con entrar.
 
Para entender cómo funciona Marte en signos extrovertidos e introvertidos. Marte puede ser creativo en ambos; pero si lo retenemos con demasiada fuerza puede volverse destructivo. Marte es, además, el que nos quita la vida. Especialmente en Escorpio, llena de agujeros la totalidad del cuerpo, ya sea por la espada, las balas o un accidente, o desde dentro, cuando se rompe un vaso sanguíneo. Ya no estamos intactos, nuestra energía vital se nos escapa y Marte nos lanza a otra vida, a la vida después de la muerte. Quizá deberíamos decir «lo desconocido tras la muerte». Ya sé que nos hemos acostumbrado a hablar de estas cosas como propias de Plutón; pero la acción de Plutón es más profunda, más lenta y, al mismo tiempo de mucha mayor magnitud que la de Marte. Marte se puede usar para la defensa, para abrir un camino. Con él, emergemos a la vida, encontramos resistencia y nos movemos más allá de ella. Reaccionamos al deseo o a la agresión de los demás e imponemos nuestra voluntad al mundo. Creamos y destruimos, luchamos y hacemos el amor. Marte es ambos, potencialmente. No le subestiméis.
 
 
DESCONEXIÓN DE MARTE
 
 
Marte puede ser auténticamente espeluznante; y enfrentarse a la ira de otra persona no es algo de lo que la mayoría de la gente disfrute. Marte en Aries disfruta a menudo de una buena confrontación, porque la bronca le mantiene vivo. «Además», como me dijo un amigo con Marte en Aries, «el sexo después de una pelea es fantástico». Otros signos son por naturaleza más gentiles y se asustan fácilmente por aquello que parece violento en los demás, si bien ésa no es función únicamente de Marte. Aunque a veces parece que se ha negado la posibilidad de una reacción instintiva y que ésta no será posible nunca más. ¿Cómo es esto posible? Recordaréis las imágenes de los orfanatos en Rumania, donde se abandona-ban los bebés en cunas como pedazos de carne. Se les alimentaba, pero nunca se les cogía en brazos o se jugaba con ellos. Estos bebés acabaron sufriendo un retraso intelectual. No fueron capaces de desarrollarse ni intelectual ni físicamente: había demasiada desesperación. Antes de Marte es la Luna la que debe entrar en juego. Son un mínimo de alimento, protección y cuidado para adquirir una sensación de seguridad. Sin eso, nunca podremos acceder a Marte. Es extremadamente raro que un niño esté dañado hasta ese grado. Los problemas con la Luna son, con mucha frecuencia, la cuestión subyacente cuando Marte parece no estar al alcance. Con esto no quiero decir que ambos planetas deben estar en aspecto necesariamente. Me refiero a las etapas de desarrollo. Un trauma que afecta a un niño a edad muy temprana puede provocar que casi toda la energía disponible se redirija a alimentar la necesidad de protección. Si no se ha recibido la función lunar, uno debe desarrollarla desde dentro. Es como si el niño tuviera que construir su propio nido o reparando el techo o la puerta de su casa una y otra vez. Esto es tan fundamental que absorbe la disponibilidad de otras funciones psicológicas, que permanecen sin desarrollar. Cuando no hay protección ni seguridad, la asertividad aparece en otro terreno. He visto que ocurre esto en cartas en las que Marte es aparentemente muy fuerte. Muchos de vosotros sois lo bastante refinados en vuestras interpretaciones como para saber que una parte no reclamada como propia de la carta puede vivirse a través de la proyección. Los recursos no explotados atraerán a vuestra vida personas que misteriosa-mente simbolizarán planetas que no parece que trabajen para vosotros. No obstante, en realidad os pertenecen. Una parte significativa del trabajo de Marte es reclamar como propia la voluntad, la energía y el deseo que se han desconectado de uno y se han cedido a otros, o a los que nunca hemos estado conectados del todo.
 
 
 
MARTE PROYECTADO
 
 
Incluso cuando Marte parece desconectado, nunca desaparece del todo. A menudo, siempre habrá un área en la vida, por pequeña que sea, en que esté funcionando muy bien.
 
 
MARTE EN LA CASA VIII
 
 
Cuando Marte se encuentra en la casa VIII a menudo hay una experiencia de verse superado por los acontecimientos. El destino puede intervenir pronto en la vida de una persona,
 
Los planetas en la VIII se experimentan generalmente de forma psicológica. Hemos hablado antes del carácter penetrador de Marte, de cómo Marte irrumpe y esto puede vivirse como si otra persona fuera capaz de entrar en vuestra intimidad y tomar lo que quisiera o hacer lo que le diera la gana. Se pide que Marte reaccione, que repela esa violación de fronteras., que luche por su propia totalidad psicológica. Marte en la VIII exige una respuesta activa, luchar para tener el valor de decir «no». Es igualmente común en las cartas de personas que suelen apabullar a los demás, que les imponen su voluntad, así como en las de aquellos que se sienten superados por los acontecimientos y de alguna manera son dependientes. Marte en la VIII nos obliga a luchar con los demás para poner a prueba nuestra fortaleza, pero a menudo es una lucha silenciosa. Si no damos esta batalla seremos más fácilmente manipulables y quedaremos bajo el poder de otro. Esto se puede manifestar de manera sutil, pero a menudo tiene lugar en relación a cuestiones como el dinero y el sexo. En la casa VIII nuestra voluntad puede ser captada por otro individuo, especialmente si no hemos luchado por ser libres.
 
Si queremos seguir el ejemplo de Freud, Marte en la VIII podría indicar un complejo de Edipo particularmente poderoso, con potentes corrientes sexuales fluyendo en el inconsciente familiar. Este emplazamiento puede significar que un niño es plenamente consciente del poder del padre y siente la necesidad de competir, aun sin poseer los medios necesarios para ello. Dado que mucho de este material se halla por debajo de la conciencia, Marte en la VIII puede ser muy engañoso para todos los implicados. A menudo los planetas en la VIII quieren lo que los demás tienen; y aunque no sea necesario eliminar la competición, la envidia y los celos pueden ser temas importantes.
 
Por encima de todo, Marte en la VIII se enfrenta a la muerte, aunque es raramente consciente de ello.
 
Lo fascinante es que Marte en Aries encuentra la forma de salir adelante.
 
Si un niño encuentra demasiada resistencia, especialmente cuando se mezcla con violencia, el niño no puede desarrollar libremente su Marte- Vuelve hacia adentro sus deseos y reprime sus emociones difíciles, sólo para descubrir más tarde en la vida que esas emociones se expresan de forma deformada.
 
Marte nos pide que aceptemos un reto. Se nos pide que actuemos con coraje, que nos arriesguemos, que luchemos por algo que importe: por encima de todo, que nos defendamos por nosotros mismos. Si aceptamos de buena gana el desafío, Marte se volverá potente y con frecuencia otorgará un gran magnetismo personal, particularmente visible en la casa que Marte ocupe. O, como dice Howard en Los planetas interiores, ésa será el área en la que «tratamos de impresionar a los demás con lo sexys, machos o poderosos que somos». Cuando un individuo reclama a Marte en la VIII para sí, ese magnetismo atrae a otros hacia él y despierta sus propios deseos.
 
 
MARTE Y URANO
 
 
Los aspectos Marte-Urano, especialmente los difíciles, a menudo indican algún tipo de shock en edad temprana.
 
Marte-Urano exige que os liberéis.
 
Los choques generados por Urano pueden impulsar a Marte hasta el límite, añadiendo una cualidad nerviosa y accidentada a la energía del individuo. Lo he visto muchas veces, siempre que hay un progenitor violento o un comienzo impredecible de la vida, con muchas mudanzas y perturbaciones. Puede ser salvajemente impredecible, errático y poco cooperativo. A menudo parece como si el deseo del individuo haya sido perturbado desde el exterior, creando un hipo en el circuito de la voluntad. Marte rige nuestra capacidad motora, nuestros ritmos y esta combinación añade una irregularidad al deseo de uno. Las interrupciones y las corrientes cruzadas son comunes en el movimiento a través de la vida: así, cambios súbitos de dirección o de intención.
 
Tanto Marte como Urano están relacionados con el abrirse paso y podéis ver cómo hay casi una necesidad de que los temas prometeicos estén presentes. La combinación provoca un impulso apenas refrenable hacia los excesos, desafiando las convenciones y las normas ordinarias de conducta. Esto puede ser extremadamente perturbador o extremadamente inspirado. Está en contra o al margen de la voluntad de los demás, en vez de ir a su encuentro; y debe encontrar un canal de expresión claro y directo en algún área de la vida. De otro modo irrumpe de forma totalmente inesperada en el peor momento. No es particularmente equilibrado, sino que aparece de esas formas excesivamente poderosas y tiende a perturbar un montón el entorno, aun sin pretenderlo. No obstante, la energía de Marte-Urano se dirige siempre a cambiar algo, a abrir caminos, a facilitar que se haga algo que debe hacerse.
 
Aun en el caso de los trígonos y sextiles. Marte-Urano aspira a algo único, nunca intentado o absolutamente espectacular. Esta combinación halla la forma de ir a contracorriente, contra la energía de cualquier grupo en el que se encuentre. A veces esto genera una reacción muy violenta, pero otras veces opera el cambio con éxito. Siempre que Marte está en aspecto con los planetas exteriores, es arrastrado y empujado por energías que no son puramente individuales. De alguna forma actúa para el colectivo.
 
Marte en la XII es a menudo arrastrado por la vida, como si la voluntad no estuviera enteramente bajo nuestro control. La casa XII nos da acceso a algo que está más allá de nuestro yo, pero esto significa que los planetas que generalmente sirven al ego, como el Sol o Marte, pueden debilitarse de alguna manera, pues la meta de la casa XII es la conexión total con la vida, con un todo mayor. Aquí los planetas invocan la ansiedad porque existe la implícita sensación de que cualquier acción que se realice provoca muchos ecos y tiene muchas consecuencias. Mientras Marte en la VIII debe luchar con el poder de otro y estar dispuesto a encontrarse con él, Marte en la XII debe aprender a dejar ir el deseo. Marte puede ser aquí bastante poderoso si ha aprendido a reaccionar a lo que fluye hacia él, si puede abrazar el Tao y moverse con él. Esos deseos que provienen únicamente del ego se frustran a menudo de alguna manera. Muchas veces, quienes tienen a Marte en la XII están asustados de su propia rabia, de su propio poder destructivo. Es como si Marte hubiera hecho voto de no hacer daño a nadie. Cuando dejan salir esa rabia y ese poder, a menudo se vuelve contra ellos como un boomerang. Por otro lado, los resultados de la investigación de Gauquelin indicarían que Marte en la XII es un emplazamiento importante para atletas y deportistas. Quizá eso es así porque la energía de Marte se consagra a través de la perfección de la velocidad o la fuerza, pues los atletas dotados son impulsados por el flujo de energía y la destreza en su propio cuerpo. Los antiguos griegos crearon los Juegos Olímpicos, un himno a la energía en movimiento de Marte.
 
 
MARTE Y PLUTÓN
 
 
Las combinaciones entre Marte y Plutón retienen la energía. Se retiran para castigar.
 
Cuando Marte se vuelve hacia dentro, puede volverse contra el yo y eso es ciertamente aterrador.
 
Nadie dice «¡No!» de forma tan enfática y definitiva como Escorpio.
 
Marte en los signos de Agua puede ser completamente arrastrado por las emociones con frecuencia. Marte en Escorpio, o en aspecto a Plutón, tiene una conciencia instintiva de su propio poder destructivo, y a menudo se contiene. Pero tened cuidado una vez se desate ese poder.
 
Creo que es difícil experimentar a Marte sólo un poco. Cuando la energía de Marte se manifiesta como ira, no se puede detener fácilmente; y cuando se la mantiene a raya, puede acumularse y pudrirse dentro,
 
Para Marte-Plutón, a menudo el objetivo consiste en controlar la ira, fortalecer la voluntad de mantener a raya sentimientos demasiado poderosos. Pero si se restringe demasiado el resultado puede ser una pérdida de afectividad, una frialdad o indiferencia al sentimiento.
 
Cuanto más claramente sepas quién eres y qué deseas, más difícil será que tu Marte se vuelva violento. Negar el deseo, suprimirlo, vuelve a Marte muy peligroso. Hay ocasiones en que no podemos conseguir algo, o cuando sabemos que seguir un impulso puede traernos serios problemas; pero no son la misma cosa.
 
Pueden existir muchas razones para desistir de un determinado curso de acción, pero tendrás problemas si crees que para ello es necesario algún tipo de castración. Así es como la gente se vuelve desagradable. Si reconocéis vuestro deseo, si os esforzáis de algún modo en conseguirlo en vez de permanecer desconectados de él, entonces es menos probable que el inconsciente irrumpa y se os lleve por delante en su sendero de destrucción. En cualquier caso, las combinaciones Marte-Plutón deben manejarse con sumo cuidado.
 
Marte-Plutón a menudo es impulsado por el rechazo a aceptar la pérdida. Intenta destruir lo que ya está muerto y continúa sacrificando la vida a aquello que irremediablemente ya ha acabado.
 
Esas continuas vueltas en círculo recuerdan la energía obsesiva de Marte-Plutón, que pueden actuar de forma muy concentrada y absorta, pero que para ello utilizan demasiada energía para el asunto en cuestión. La acción se dirige a lograr algo que ya no se puede cambiar. Cuando aparece este comportamiento compulsivo en los aspectos Marte-Plutón, puede ser de ayuda volver hacia atrás y encontrar un acontecimiento no llorado, una muerte o pérdida que provocó la destrucción del mundo del individuo.
 
Puede que sea la ansiedad plutoniana por no poder cambiar nuestro destino lo que impulse nuestras acciones.
 
La cuadratura Marte-Plutón a menudo posee una cualidad obsesiva.
 
Con Marte-Plutón la posibilidad de morir está a la vuelta de la esquina.
 
 
MARTE EN LA CASA III
 
 
Marte en la III generalmente significa que hay una determinada cantidad de rabia en la relación con los hermanos. «¡Cómo te atreves a entrar en mi territorio!».
 
El Sol, la Luna y Marte en Aire sugieren un deseo poderoso de conectar con los demás.
 
 
EL PODER DE TRANSFORMACIÓN
 
 
Debemos soltar aquello que ya no nos sirva, aceptar la pérdida y, por encima de todo, hacer las paces con nuestra incapacidad de cambiar el pasado. Plutón ejerce su influencia sobre nosotros por debajo del nivel de conciencia; pero Marte revelará la suya si observamos nuestras acciones con el suficiente detenimiento. Entonces veremos si estamos poseídos por los fantasmas del pasado. Una cosa es pensar acerca del pasado y otra muy distinta estar bajo su influencia. Estos aspectos dan a veces la impresión de que hay algo que deja sentir fuertemente su aliento en nuestra nuca, una sombra invisible que nos pisa los talones. ¿Estamos atrapados en una compulsiva huida hacia adelante? ¿O verdaderamente aspiramos a cambiar nuestra relación con el pasado?
 
Marte-Plutón busca la manera de hacerlo y afila su voluntad con una intensidad casi inquebrantable. Este aspecto otorga una considerable capacidad para cambiar las cosas, de resurgir tras una derrota sorprendente, como alguien que es capaz de construir una casa sobre las ruinas de un bombardeo. Pero si esa energía permanece inconsciente, bien puede seguir ejecutando los patrones del pasado y destruir en vez de crear.
 
 
MARTE EN LIBRA
 
 
Marte en Libra es poderoso cuando su enfoque proviene de la acción justa. A menudo hablo con nativos de Libra acerca de la imagen del arcángel San Miguel en el Mont-Sant-Michel, que sostiene una balanza en una mano y una espada en la otra. No obstante, para Libra la espada llega una vez las cosas han sido sopesadas y medidas, y decide que eso es lo que quiere. La ira por el placer de la ira sólo hace que el mundo sea más feo y sórdido, algo que Libra no puede soportar.
 
Marte en Libra posee una extraordinaria capacidad de conseguir que los demás hagan lo que él quiere; y ésa es otra de las habilidades de Marte en Libra. Las personas con Marte en Libra están entre los verdaderos motivadores del zodíaco; sus propios deseos incluyen de algún modo a los demás. Esto puede abrir un espectro muy amplio de posibilidades: desde la persona delicada que consigue, sin apenas decir palabra, que unos completos extraños le lleven las maletas, hasta el ducho negociador, abogado o diplomático. Eso es porque la flecha de Marte está apuntada hacia los demás cuando se halla en Libra. Traslada su propio deseo hacia los demás, que acaban haciendo lo que la persona con Marte en Libra quería hacer desde el principio. Para ser justos, Marte en Libra es particularmente bueno en encontrar cosas que produzcan un beneficio mutuo.
 
 
MARTE Y NEPTUNO
 
 
Los nativos con este aspecto son astrólogos y terapeutas compasivos, con un sentido de la estética altamente desarrollado. En conjunto, yo diría que este aspecto encaja mejor con las mujeres que con los hombres, pero todos parecen tener la necesidad de mejorar el mundo o a los demás de algún modo.
 
Existe una contradicción aparente entre Marte, con su misión de defender al individuo, y Neptuno, que nos pide que abandonemos una noción limitada del yo. Esto puede crear mucha confusión. Me gusta la idea de que Marte ayuda a afirmar lo que somos en cada momento y, no obstante, trabajar con Neptuno para mantenerse abierto a la vastedad del universo, para que el cosmos penetre en nuestro cuerpo y nuestras células al igual que tantas estrellas trazan sus órbitas alrededor de las galaxias.
 
Muchas tradiciones espirituales hablan de despojarse del cuerpo y del mundo de los sentidos. En el pensamiento budista e hindú, el deseo es lo que nos mantiene encadenados a la rueda de la reencarnación y el renacimiento, el sufrimiento y el dolor. Ningún deseo no tiene sentido dado que no hay ego de todos modos –es totalmente una ilusión–. La acción conduce al error. Si imaginamos a Marte de esta manera, no puede haber otra cosa que guerra entre éste y el principio neptuniano de liberación espiritual. Nuestra mentalidad occidental orientada a la acción tiene dificultades con este enfoque.
 
Quienes posean un aspecto fuerte Marte-Neptuno en su carta deben la forma de crear un puente entre ambos, de abrirse a lo que no tiene fronteras, de actuar sin límites, pero sin perder el rumbo. Todos los planetas poseen una dimensión extática que puede ser fácilmente despertada por Neptuno; y Marte no es una excepción. Me vienen a la mente las drogas y el alcohol; pero también la danza y la actuación se favorecen a través de esta combinación, así como las carreras automovilísticas y de motos, el buceo y los exploradores de los fondos marinos. Pero la exaltación del campo de batalla es territorio reconocido de Marte-Neptuno.
 
La guerra es uno de los grandes enigmas de la humanidad; y hay muchas teorías acerca de por qué parece ser una parte importante de la vida humana. Se han barajado a economía, la selección natural y el instinto de agresión como sus causas principales. Es el escenario final de Marte, que muestra al dios en el punto máximo de su poder; pues el acto de matar, de arrebatar la vida al otro, tiene una finalidad que va más allá de lo meramente humano.
 
Cualquier gran acontecimiento colectivo que cambia de forma irrevocable nuestras vidas tiene relación con Plutón y ningún otro más que la guerra. Me gustaría diferenciar entre el estado extático del berserker, vinculado a Neptuno, y los efectos emocionales, físicos y psicológicos de la guerra, que son mayoritariamente plutonianos. Al efecto de liberarnos de las imágenes de la muerte y de su poder de generar pesadillas y devastación para la psique, se precisa algún tipo de purificación. Es menos probable que aquellos que han combatido en una guerra santa, que han creído en la pureza de su causa, que creen que la matanza tiene un sentido, sean acosados posteriormente por el terror. Neptuno nos pide que vinculemos nuestro Marte a la fe.
 
Las personas con contactos Marte-Neptuno tienen dificultades para manifestar la ira. He notado que a menudo se meten en problemas por no prestar atención a lo que hacen en realidad. Son arrastrados por el momento y no piensan en absoluto en las consecuencias.
 
Marte-Neptuno. Son expertos en el autosabotaje y, a pesar de ello, nunca sienten que hayan hecho nada malo. Su castigo a menudo parece el propio de un chivo expiatorio, porque mantienen una inocencia problemática, si no enteramente legítima. Marte-Neptuno es una combinación verdaderamente extraña de exaltación y debilidad; y aunque algunos libros de astrología pretenden que eso es equiparable a una especie de castración divina, a una renuncia del deseo, yo me he encontrado más bien con que lo cierto es lo contrario. La sexualidad se convierte en un lugar donde obtener la gracia y la liberación, un lugar de gran sensibilidad y belleza. Pero como ése suele ser el caso de Neptuno, el deseo es infinito; y en la cama una mujer sucede a otra, como si fueran los peldaños de una escalera hacia la trascendencia posible. La cara de la persona amada permanece en la oscuridad, desconocida, como una de las muchas y cambiantes imágenes del amor, sin posibilidad de tener un lugar verdadero en el mundo cotidiano.
 
Marte-Neptuno. Son expertos en el autosabotaje y, a pesar de ello, nunca sienten que hayan hecho nada malo. Su castigo a menudo parece el propio de un chivo expiatorio, porque mantienen una inocencia problemática, si no enteramente legítima. Marte-Neptuno es una combinación verdaderamente extraña de exaltación y debilidad; y aunque algunos libros de astrología pretenden que eso es equiparable a una especie de castración divina, a una renuncia del deseo, yo me he encontrado más bien con que lo cierto es lo contrario. La sexualidad se convierte en un lugar donde obtener la gracia y la liberación, un lugar de gran sensibilidad y belleza. Pero como ése suele ser el caso de Neptuno, el deseo es infinito; y en la cama una mujer sucede a otra, como si fueran los peldaños de una escalera hacia la trascendencia posible. La cara de la persona amada permanece en la oscuridad, desconocida, como una de las muchas y cambiantes imágenes del amor, sin posibilidad de tener un lugar verdadero en el mundo cotidiano.
 
Los hombres Marte-Neptuno son capaces de suscitar la locura y dejan un rastro de parejas heridas y abandonadas al mismo tiempo que claman por su inocencia y su afinidad espiritual. Aunque un amante pueda, por un momento, colocarse la máscara de un dios o diosa, la humanidad ordinaria vuelve rápidamente por sus fueros. Una vez se ha levantado el velo, Marte-Neptuno ha desaparecido buscando a otra víctima, pues desea encontrar aquello que no se puede encontrar. Se dice que los hombres con este aspecto tienen dudas acerca de su virilidad y que se sienten empujados a demostrarla una y otra vez; pero el verdadero motor es impersonal. El dios raramente está presente en un matrimonio de veinte años de duración, pero seguramente sí lo está la primera noche en que uno hace el amor con una nueva pareja.
 
El peligro de la identificación con lo divino siempre es una tentación para quienes tienen a Neptuno en aspecto con los planetas personales.
 
A veces, la combinación Marte-Neptuno posee una cualidad inspirada. Vuela exaltada por todo el mundo.
 
Aquellos a quienes los dioses favorecen no deben imaginar que son uno de ellos. Un camino como ése sólo lleva a la locura y al sufrimiento.
 
Marte-Neptuno es un aspecto de seducción, pero la tentación es descender por el acantilado e internarse en territorio desconocido, donde no rigen las reglas comunes. No siempre es tan amable como uno creería, pues suele aparecer en las cartas de asesinos en serie y de timadores, así como de poetas, bailarines y santos.
 
Es fácil perderse con Neptuno, no importa lo maravilloso que parezca; pero una vez más, precisamente ésa es la atracción, la fuente de su fascinación.
 
Marte en aspecto con los planetas transpersonales se enfrenta a algo que está más allá de su alcance. Pero el sentido del yo personal se vuelve poroso con Neptuno: le falta solidez. Existe una capacidad de identificarse con el sufrimiento del mundo, así como con el de los demás: sentir lo que ellos sienten, anticipar su dolor. Pero todo esto no comporta esperanza alguna, una batalla contra algo demasiado grande e imposible de ganar. ¿Por qué molestarse siquiera en intentarlo? Salir corriendo, dar esquinazo a la realidad, puede llevar a un sentimiento creciente de impotencia, una deriva hacia el escapismo, a las drogas o al alcohol. Marte-Neptuno puede acabar simplemente barrido como una hoja en el agua.
 
Rendirse es probablemente más difícil para Marte que para ningún otro planeta. Va contra la naturaleza de Marte. Crea una escisión, una inestabilidad, y puede llevar a ser destruido o a perderse en uno u otro nivel.
 
La inseguridad es algo muy debilitante cuando se trata de Marte-Neptuno. ¿Deberíais tener un ego? ¿Deberíais soltar vuestro ego? ¿Estoy yo equivocada o lo están todos los demás? Y luego se siente todo demasiado: no hay diferencia respecto de lo que una persona sola puede hacer. ¿Para qué llenar un vaso de agua y derramarlo en el océano? ¿Para qué molestarse? Uno puede tener la sensación de que alguien le ha «desenchufado» de su energía.
 
Un aspecto Marte-Neptuno se siente abrumador. El sufrimiento del mundo es inevitable y yo no puedo cambiar eso. Es difícil de soportar, pues cualquier elección que se me presente significará tomar partido y probablemente empeorar las cosas. Parece imposible de resolver.
 
A Marte-Neptuno le motiva el deseo de salvar al mundo.
 
Marte-Neptuno debe descubrir una respuesta al sufrimiento; y no es tarea fácil.
 
La parte más difícil de Marte-Neptuno es una sensación de futilidad, de abandonar antes de haber iniciado algo.
 
«¿Qué se supone que debo hacer con esta energía para que no se vuelva en mi contra y me socave por dentro?»
 Con Marte-Neptuno o Marte en Piscis, puede que tengas que soltarla, dejar de hacer lo que has hecho siempre. Neptuno nunca otorga una claridad absoluta, por lo que eso se puede convertir en una tarea complicada. Pero a veces los síntomas difíciles pueden significar que estás regalando demasiado de ti mismo.
 
Marte-Neptuno nos pide que actuemos con fe en el mundo, que penetremos en territorio desconocido y que de algún modo encontremos el camino. Quizá perderse sea la única manera de encontrar el camino: y en ocasiones, sólo cuando dejamos de intentarlo encontramos la solución. En el mejor delos casos estos casos nos llevan a escuchar la invisible música del mundo y, de algún modo, acabar exactamente donde necesitábamos ir.
 
 
MARTE Y SATURNO
 
Siempre me fascina el hecho de que Marte esté exaltado en el signo de Saturno, aunque los libros antiguos no dicen más que cosas malas acerca de los aspectos Marte-Saturno. Capricornio ofrece concentración, enfoque y propósito a Marte, casi un alivio después de toda esa difusa divagación filosófica. ¿Por qué tienen los aspectos Marte-Saturno tan mala reputación?
 
Si Marte-Neptuno tuene muy pocos límites, Marte-Saturno tiene demasiados. ¡Sí! Incluso a un nivel físico, Marte-Saturno a menudo otorga una armadura, una especie de rigidez, allí donde Marte-Neptuno es blando, fluido y demasiado maleable.
 
Con aspectos difíciles entre Marte y Saturno, el individuo ha pasado casi siempre por una experiencia de bloqueo en su infancia. Quieres algo y no puedes tenerlo, o alguien no te permitirá tenerlo a no ser que actúes de una determinada manera.
 
Recuerdo una película protagonizada por John Turturro, en la que el padre decía: «Sólo hay dos maneras de hacer las cosas: la mía y la correcta. Y ambas son lo mismo». La figura del padre asoma a menudo a través del aspecto Marte-Saturno.
 
Estoy segura de que todos recordáis la historia de Cronos-Saturno tragándose a sus hijos. Este aspecto puede indicar una vida demasiado reglamentada o limitada desde su mismo inicio. Retener y frenarse se convierte en una segunda naturaleza. Mucha gente ni siquiera se da cuenta del poder inconsciente de un condicionamiento temprano como éste, o de lo agotador que es estar siempre sometido a examen. La presión de estar obligado a hacer bien las cosas puede llegar a ser tan grande que a menudo este aspecto lleva al exceso, el de los súper-triunfadores que trabajan veinte horas al día. También he visto este aspecto en cartas de personas que no pueden levantarse de la cama ni hacer por sí mismos una llamada de teléfono o limpiar su mesa de trabajo. ¿Cómo se pueden explicar estas diferencias? Oyente: ¿No se ha quebrado la voluntad de alguna manera? No eres tú quien decide, sino otra persona. Lynn: Parece variar mucho de una carta a otra. Sospecho que depende mucho de que el individuo con aspectos Marte-Saturno haya encontrado el coraje para pelear o sigue atascado, obediente y reprimido.
 
La cuadratura Marte-Saturno puede provocar a veces enormes estallidos de rabia, porque parece como si el mundo exterior estuviera constantemente colocando obstáculos en el camino de uno.
 
Es fascinante que un aspecto se manifieste tan literalmente en nuestra vida cotidiana. Podéis ver como la frustración repetida, el sentimiento de sobrecarga, la llave equivocada, la puerta equivocada… Todas ellas circunstancias que encienden la rabia de la cuadratura Marte-Saturno.
 
Marte en cuadratura a Saturno es fascinante, porque pueden haberse aceptado toda clase de límites durante años. Al cabo de un tiempo, eso te desgasta y entonces, un día, cuando alguien rechaza algo sin razón alguna en absoluto, o alguien te pide que se vaya sin obtener algo que debería haber obtenido, esa rabia increíble hace acto de presencia. Destrozarás lo que sea, romperás lo que sea a cualquier precio. Nunca subestiméis a Marte en aspecto difícil con Saturno, porque un día habrán tenido bastante. «¡Nadie va a hacerme eso nunca más!».
 
Llega un momento en que la frustración constante es insoportable y Marte no puede seguir encadenado.
 
La rabia puede manifestarse a un grado verdaderamente impresionante. Después de años de paciencia, Marte-Saturno llega al límite. «¡No aceptaré eso ni un minuto más!». Imaginad a Martín Lutero clavando sus tesis en la puerta de la catedral y sabiendo demasiado bien lo brutales que solían ser las autoridades eclesiásticas. Tenía a Marte conjunto a Saturno en Escorpio en la casa III y llegó un momento en que ya no podía obedecer más. Fue forzado a decir «¡No!» y partió el mundo en dos cuando clavó sus tesis en la puerta de la iglesia.
 
La obediencia y la desobediencia son temas capitales para Marte-Saturno; y el aspecto se suele encontrar en familias donde la dura disciplina doblega la voluntad del niño pequeño y la convierte en hosco cumplimiento del deber, donde la autoridad se usa para controlar y condenar. Se quebranta la voluntad y se asfixia el espíritu.
Para quienes tengáis hijos con este aspecto y os empezáis a sentir incómodos, esto no significa que estéis condenados a doblegar la voluntad de vuestros hijos. Significa más bien que la autoridad se pondrá en tela de juicio, ya sea dentro o fuera de casa. Ese niño debe enfrentarse a las reglas y encontrar un camino para pasar por encima de ellas o quedará limitado para siempre de algún modo.
A menudo se levanta una barrera invisible, implícita en la manera en que vuestros padres ven el mundo. Si tenéis este aspecto, lo sentiréis como una restricción y en algún momento os vais a sentir impulsados a abriros paso. Pueden aparecer un miedo profundo y una gran resistencia, pero si os detenéis y nunca lo volvéis a intentar, eso significa que por debajo existe una pauta vital de fracaso y frustración. Marte suele tener buenas razones para temer a Saturno. Estos aspectos pueden comportar una larga batalla contra aquellos que abusan de su autoridad, o contra el sistema como un todo.
 
Anteriormente he asociado la frase «el que derriba los muros» con Marte. Esos muros pueden ser identificados con Saturno, mientras Marte trata de derribarlos para romper las rígidas estructuras de la sociedad.
 
Marte-Saturno posee una sólida reputación de meterse en problemas él solo, por rebelarse contra la oposición más brutal, o estar atrapado por la ley, como ese prisionero que intenta fugarse, es capturado y esa fuga añade años a su condena. Los sentimientos de incapacidad o de limitación a veces llevan a tener una sensación de completa inutilidad y de pautas repetidas de fracaso. Esas pesadillas terribles en que todo lo que tocamos se rompe, o en las que vamos por el mundo desnudos y sucios, incapaces de llevar a cabo la tarea que tenemos entre manos, son ecos del miedo a no poder hacer bien las cosas. Todo niño que ha sido corregido con dureza, o peor aún, golpeado y pateado, sabe de la rabia acumulada y de la vergüenza, la impotencia y la humillación que son la peor expresión de Marte-Saturno. Pero un individuo con contactos Marte-Saturno puede tener miedo del poder de Marte, la posibilidad de ser destruido que anida dentro de uno.
 
 
EL TIRANO
 
 
Para defenderse, Marte puede incluso identificarse con Saturno, el opresor, y encontrar una quebradiza satisfacción en poder bloquear a los demás, y controlar sus movimientos y acciones.
 
La frustración sexual y la castración del deseo son espinas cruelmente clavadas en la psique de un individuo y constituye una de las posibles restricciones de Saturno a Marte.
 
Si las estructuras que mantienen unido al ego son atacadas, Marte-Saturno puede ser increíblemente represivo si un individuo se identifica con Saturno en vez de con Marte.
 
La crueldad y el carácter destructivo de este aspecto pueden ir en aumento, sobrepasando con mucho la necesidad de preservar la estructura a la que sirve.
 
Es fácil establecer la conexión con el fascismo. Pero muchas otras veces este aspecto se experimenta en parte en el exterior y en parte en el interior del propio individuo.
 
La energía de Marte sirve para poner los límites a prueba o para conseguir que los demás le dejen a uno en paz, incluso en la infancia.
 
Con aspectos Marte-Saturno, recibirás un tortazo o las figuras de autoridad presentes en tu vida te inspirarán temor. A menudo, Marte es frenado en seco casi en mitad de la acción.
 
Alguien os dijo: «Deja de hacer eso ahora mismo», básicamente haciendo retroceder vuestra energía marciana y poniéndole un límite abrupto instantáneamente. Ahora recordad que la energía de Marte sirve para poner los límites a prueba o para conseguir que los demás le dejen a uno en paz, incluso en la infancia. «Cómete esa manzana». «¡No! ¡No voy a hacer lo que tú quieras!». Con aspectos Marte-Saturno, recibirás un tortazo o las figuras de autoridad presentes en tu vida te inspirarán temor. A menudo, Marte es frenado en seco casi en mitad de la acción. Eso se siente como si la hoz arquetípica pendiera amenazadora del inconsciente de todos, de forma que el deseo está ligado al miedo, miedo a la destrucción, a la transgresión y a la culpa. No me gusta demasiado mencionar la palabra «castración» a la ligera, pero con estos aspectos debe ser mencionada. Imaginad el efecto que esto tendrá en un niño, sumergido de lleno en el conflicto edípico, sobre su identidad y sobre la expresión natural de la sexualidad y el deseo. Siempre hay reglas, reglas más estrictas, más razones para ser castigado en una familia de este tipo; y Marte se encuentra limitado y privado de su libertad de movimiento.
 
Marte-Saturno no describe necesariamente a un padre brutal; pero un niño puede sentir que es frenado en seco a mitad de camino y que no se le permite seguir su impulso natural hacia la velocidad, o el placer o el deseo.
 
Al mismo tiempo, Marte necesita de contención. Los niños necesitan que se les impida correr delante de los coches o de chillar golpear la mesa con los cubiertos durante toda la cena. Parte de la relación natural entre el adulto y el niño reside en imponer límites y definir reglas. Saturno puede contener suficientemente a Marte, creando reservas de energía, ayudándole a concentrarse y a mantener el impulso, disponible a la voluntad y canalizarlo hacia la actividad productiva. Todas esas virtudes cardinales de la paciencia y la contención, o la prudencia y el autocontrol, están presentes cuando Marte y Saturno funcionan bien juntos. Y eso es cierto no sólo con los trígonos y los sextiles, pues con aspectos difíciles también se puede luchar por encontrar una manera de llegar a ser disciplinado y competente. Marte-Saturno aparecen frecuentemente en ese territorio que antes hemos mencionado: cuando dejamos de culpar a los demás por lo que hacemos o dejamos de hacer y empezamos a responsabilizarnos de nuestros actos –mientras no sea demasiada responsabilidad–.
 
¿Os habéis fijado en que aquellos con aspectos Marte-Saturno están obsesionados con el tiempo? Nunca tienen suficiente tiempo, o necesitan arañarlo para una increíble cantidad de cosas en un período determinado de tiempo. La energía no debe desperdiciarse y Marte debe ser dirigido hacia el logro de algo valioso a largo plazo. Marte en Capricornio es probablemente la quintaesencia de todas esas cualidades, con una capacidad innata para administrar el tiempo y los recursos.
 
La extraordinaria determinación y resistencia de este aspecto Marte-Saturno. Usado con una intención y un propósito definidos nada le podrá detener; pero uno debe saber lo que quiere y estar dispuesto a trabajar duro para conseguirlo.
 
La oposición es un tanto engañosa, debido a la tendencia a proyectar la dificultad al exterior. Mientras uno sienta que algo o alguien le impiden hacer lo que quiere hacer, la energía básica estará dividida. Marte debe descubrirse a través de la batalla y las barreras, que con frecuencia encontrará en el mundo exterior.
 
Los aspectos Marte-Saturno siempre enfrentan a uno cara a cara con el miedo al fracaso, ya sea que eso le detenga o le haga seguir adelante. Saber lo que uno puede o no puede hacer es el don de Saturno, especialmente donde la frustración y la dificultad aumentan con el tiempo, tic-tac, tic-tac, hasta que Marte está listo para actuar. Saturno es un duro oponente y la gestión del tiempo es crucial con estos aspectos. Tenéis que ser pacientes y escoger el momento adecuado. Con aspectos Marte-Saturno uno no puede obtener lo que quiere simplemente chasqueando los dedos. Toda la frustración encerrada puede servir para alimentar la energía de Marte si las demoras se gestionan de la manera adecuada. Si trabajáis con el planeta que aspecta a Marte y os movéis en su dirección, incrementaréis vuestra energía y coraje. En ese momento puede aparecer vuestra valentía. Los aspectos difíciles siempre alimentarán la fuerza planetaria si se acepta el desafío que plantean.
 
Los aspectos Marte-Saturno indican la existencia ya a temprana edad de obstáculos formidables, así como miedo al fracaso, miedo a no ser capaz de desarrollarse y prosperar, pueden ser miedos muy poderosos.
 
 
MARTE Y EL CUERPO FÍSICO
 
 
Sin un canal de expresión adecuado, Marte empezará finalmente a manifestarse en forma de problemas en el cuerpo físico.
 
Saturno señala límites, pero yo creo que es evidente que Marte debe reclamar su energía a Saturno. El miedo, la represión y la resistencia de algún tipo pueden arrebatarnos una gran cantidad de energía y a menudo estará teniendo lugar una batalla interior de algún tipo. Uno estará com-batiendo contra la duda, contra el miedo de no ser lo bastante bueno, con la culpa por las acciones pasadas… Esos conflictos internos suelen estar con mucha frecuencia en el corazón de nuestra relación con Marte; y deben ser desatados para que la energía física pueda ser liberada. Con el tiempo, tales tensiones conllevan una restricción permanente, con problemas de articulaciones y rigidez o estrechamiento de arterias, particularmente señalados por esta combinación. Pero los mismos síntomas pueden presentarse por el exceso de trabajo y por no saber cuándo parar, de manera que el cuerpo literalmente se derrumba y pone un alto.
 
Trabajar con el lenguaje de los síntomas, con los tránsitos y aspectos a la carta natal en el momento en que se forman, puede ser increíblemente enriquecedor; pero es absolutamente necesario acercarse al tema respetuosamente. No hemos hablado mucho acerca de Marte y la voluntad, aunque es claro que están íntimamente relacionados. En cuestiones de salud a menudo la voluntad consciente se desconecta de otros deseos inconscientes. Los síntomas, como los sueños, son parte del lenguaje del inconsciente. Pueden señalar momentos en que necesitamos cambiar la manera en que debemos las cosas; y esos tiempos corresponden a menudo con tránsitos o progresiones importantes.
 
Saturno puede otorgar un increíble agotamiento, como si todos los miembros del cuerpo llevaran un peso encima y les costara moverse. Es como tropezarse con una enorme piedra en mitad del camino y empujarla os desgastara aún más. Marte puede disminuir su fuerza debido al exceso de esfuerzo mantenido durante mucho tiempo.
 
Los sufís enseñan que hay tres ritmos básicos en la vida. El primero, Sattwa, es lento y calmado, tranquilo y sabio, algo parecido al desarrollo del ciclo del Sol y la Luna. El segundo, Rajas, es regular y activo. Es el ritmo de la realización, de la creación, de la acción. Rajas significa «re-gio» y da forma al mundo con la voluntad y la espada. Es fácilmente identificable como Marte. El tercer ritmo, Tamas, es irregular, desigual y caótico. Aporta cambio y excitación; pero si uno permanece en él mucho tiempo, el mundo y el cuerpo empiezan a quebrarse. Si alguna vez habéis escuchado música india, una raga, sabréis que al principio es muy suave, casi meditativa y luego se acelera y se vuelve más rítmica. Este es el movimiento de Sattwa a Rajas. La música se intensifica, coge impulso, las tablas se golpean cada vez más rápido, moviéndose adelante y atrás en un diálogo exaltado entre el sitar y la percusión. Este paroxismo musical es asombroso y excitante, pero no se puede mantener durante mucho tiempo. ¡Es agotador!
 
Los tránsitos a Marte conllevan un cambio en estos ritmos. Urano entra en un modo agitado y agotador y todos conocemos la asociación de los tránsitos de Urano con los accidentes, con súbitas explosiones emocionales o con colapsos físicos y emocionales. Plutón, por su parte, puede incrementar la presión y la concentración hasta un punto en que se sientan insoportables; pero es menos probable que se bloquee completamente el flujo de la forma en que lo hace Saturno. Plutón se mueve bajo tierra y pone a prueba las raíces del deseo, la fuente de la voluntad. Marte está asociado al sistema de defensa del cuerpo físico, las reacciones a la intrusión. Rige los glóbulos rojos, pero también las inflamaciones, hinchazones y las fiebres, las cuales son rodas respuestas corporales a la enfermedad. Las erupciones cutáneas, los eczemas, las reacciones a los mordiscos y picaduras, todos son fenómenos ligados a Marte –cualquier cosa que os ponga rojos–. Todos ellos son señales de que Marte no se está expresando de una manera sana.
 
A menudo la carencia de energía tiene su raíz en un desmorona-miento espiritual o en una desesperación profunda; y eso puede estar ligado al Sol o a Marte, o incluso a la Luna. Es importante recordar, para empezar, que algunas personas poseen menos energía que otras. Los jupiterianos suelen poseerla en abundancia; pero eso es debido en parte a su fe en la vida y en la confianza de que todo irá bien. En aspecto con Marte, Júpiter suele ser atrevido y muy activo, pues hay una creencia innata de que puede manejar cualquier cosa, aunque esas personas tengan su cuota de accidentes y dificultades causadas por excesos en la bebida, en la carretera, en el ejercicio físico o en el tabaco.
 
Casi cualquier aspecto puede manifestarse en el cuerpo y todos sabéis cómo conectar los signos y los planetas a las partes del cuerpo que cada uno rige.
 
La combinación de la Luna y Marte puede comportar problemas de estómago; y Marte-Mercurio puede describir un temperamento mordaz, con propensión a padecer problemas digestivos.
 
Hay que prestar atención al diálogo entre el planeta y el síntoma, y lo que puede revelar acerca de cómo usamos esa energía. No se trata de redactar una lista de síntomas, sino de prestar atención al diálogo entre el planeta y el síntoma, y lo que puede revelar acerca de cómo usamos esa energía. O de cómo no la usamos.
 
Tanto la Luna como Mercurio están relacionados con la mente, los sentimientos y las impresiones que deja el mundo; y sus aspectos con Marte en la carta natal comportan reacciones vibrantes a éstas. Pueden indicar un alto grado de movilidad, impulsividad incluso, tanto en el estado mental como de ánimo. Ya hemos hablado de Marte en Cáncer; y los aspectos Marte-Luna subrayan varias de esas preocupaciones: «¿Estoy en lugar seguro?». Dado que la Luna gobierna los primeros años de vida de la persona, los aspectos difíciles pueden significar que hubo una perturbación, un ataque, real o imaginario, que amenaza la seguridad del nido. O quizá la madre padece estrés o está en estado de alerta y es incapaz de transmitir calma y seguridad a su hijo.
 
Literalmente, el aspecto significa que uno es impulsado por emociones poderosas cuyas raíces se hunden en el pasado. La Luna guarda memoria de toda violencia o agresión que pueda haberse experimentado; y se manifiesta tanto en las emociones como en el cuerpo a través de una reacción automática.
 
Quizá sea necesario recuperar esos recuerdos y llevar a cabo un trabajo profundo de integración. De lo contrario, un cierto número de reacciones emocionales misteriosas nunca descansarán. Sin embargo, seguirá existiendo una capacidad de reacción emocional rápida, pues el peligro en los primeros años de vida parece encender el instinto de supervivencia profundamente inculcado en el ser humano. Esto puede explicar una cierta hipersensibilidad ligada a menudo a estos aspectos,
 
Las personas con aspectos Marte-Luna a veces sienten que una emoción les desgarra de arriba abajo con una urgencia insoportable, como si al contenerla corrieran peligro de desmoronarse. La emoción debe ser expulsada del yo, uno debe librarse de ella. Ésa puede ser una razón por la cual estas personas se hallan en movimiento constante, corriendo de un lado para otro y soltando vapor todo el tiempo.
 
Allí donde se use la energía de este aspecto, comportará una intensidad apasionada, una feroz defensa de las personas vulnerables y si uno puede manejar la abrasadora sensación de inseguridad, una gran sensación de vitalidad.
 
La gran cruz a menudo plantea una elección casi imposible. Uno siente que no hay una respuesta correcta, no hay una manera correcta de ser, particularmente con los signos mutables.
 
Marte en Géminis, como otros planetas en este signo, puede dividirse en dos. Presenta facetas distintas según las circunstancias. Puede ser un Marte engañoso y que actúe con doblez, pero al mismo tiempo eso puede dar ventaja en orden a la supervivencia.
 
 
EL LADO BUENO DE MARTE
 
 
En muchos sistemas de edades planetarias, Marte rige el período que va desde los treinta y cuatro a los cuarenta y cinco. Deberíamos estar en el punto culminante de nuestro poder y ser capaces de dejar huella en el mundo. No obstante, creo que uno debería ser consciente de lo fácil que es mandar a Marte a la sombra, especialmente para los signos regidos por Venus o Júpiter. Es extremadamente difícil ver cómo dominamos sutilmente a los demás, les presionamos para hacer lo que nosotros queremos que hagan al tiempo que nos imaginamos que es por su propio bien o al servicio de un bien más elevado.
 
Los romanos construyeron toda una cultura alrededor del dios de la guerra y Marte se presenta casi en forma pura encarnado en el personaje principal de la película. Un hombre valiente y honorable, harto de las intrigas de los políticos, sin ambición de poder, se encuentra con que el imperio al que ha servido lealmente ha destrozado a los suyos. Desesperado, convertido en esclavo, ha perdido su deseo de vivir. Y a pesar de ello surge el guerrero que hay en él y Marte, aun encadenado, renace. Desde ese momento surge en él una terrible resolución, una indiferencia al dolor, una determinación absoluta de hacer justicia de algún modo. Su improbable victoria sirve únicamente para proporcionarle una muerte dulce. A Marte no le importan en absoluto el dinero o la fama. Está hecho para el combate, para la victoria. Inquebrantable ante el peligro, desprecia las consecuencias; y Marte puede otorgar grandeza de alma sin pensar en uno mismo si uno ha dejado de pelear en su interior. Se dice que los espartanos adoraban a Ares encadenado, porque no confiaban en que él se mantuviera a su lado cuando iban a la guerra. ¿Qué nos dice esta imagen acerca de mantener integrado a Marte? Ligar la acción a sus consecuencias exige una verdadera vigilancia. Aunque nos concierne a todos, es una tarea específica de las personas con aspectos Sol-Marte el perfeccionar la voluntad, integrar la conciencia y la fortaleza. Es como llegar al conocimiento de uno mismo a través del conflicto, de la acción y de la lucha. A las mujeres con estos aspectos no les asusta la confrontación, la discordia o el correr riesgos. Aunque los aspectos Sol-Marte pueden ser proyectados sobre un hombre, esto casi inevitablemente conllevará grandes conflictos en las relaciones. Una mujer con aspectos Sol-Marte necesita un hombre que le permita seguir su propio camino, caerse y levantarse por sí sola. Los individuos con aspectos Sol-Marte iluminan el arquetipo marciano para bien o para mal. Son arrastrados a la senda heroica, a desarrollar su identidad a través de la disposición a enfrentar la adversidad. Puede que no sean conscientes de su fortaleza y a menudo suscitan
 
La ira y la resistencia en los demás; pero también pueden abrir la marcha para quienes tienen más dificultades para encontrar su coraje.
 
 
MARTE Y EL AMOR
 
 
Es cierto que los aspectos Marte-Venus evocan imágenes tórridas, especialmente la de los dos amantes atrapados en la red de Hefaistos. La conjunción tiene fama de quemar lo que uno ama por exceso de calor, de pasión que consume hasta los cimientos y de deseo. Siempre es un indicativo de preferencias y antipatías sin matices, por lo que puede haber un riesgo de polarización excesiva, sin demasiados matices. Sin embargo, no es necesario que esa pasión se exprese a través del sexo.
 
Una forma de pensar en la conjunción Venus-Marte es que Venus ama a Marte: ama el peligro, la guerra y la pelea.
 
El ejército es la sociedad de Marte: integra al individuo en una comunidad, pone a prueba, inicia y canaliza a Marte, mejorando sus reflejos en la batalla y sus instintos guerreros.
 
Siempre me han fascinado los viejos textos acerca de los gozos planetarios y me resulta llamativo que el gozo de Marte esté en la casa VI, la casa vinculada tanto con la policía como con el ejército en una carta astrológica nacional. Quizá esto significa que Marte da lo mejor de sí mismo cuando sirve al cuerpo físico o social.
 
Un Marte poderoso, como este Marte en Aries, necesita saber de qué es capaz en realidad.
 
La casa VII es la casa de la guerra, del encuentro con los demás cara a cara, ya sea el amante o el enemigo.
 
Con Marte y Venus en la VII, el deseo y la rabia, el amor y la pasión, la destrucción y la belleza van de la mano. Y todo eso está opuesto a Plutón. Se retuerce de incomodidad ante la idea de alguien tenga demasiado poder sobre sus emociones.
 
Marte es duro e indiferente a la incomodidad.
 
Con Marte en Aries tengo la impresión de que la persona busca el peligro, una confrontación directa con el enemigo.
 
En algún momento de nuestra vida debemos salir fuera para encontrarnos con Marte. La vida exige coraje de muchas maneras. Puede ser el coraje para enfrentar la enfermedad, o de moverse entre emociones negativas sin hacer daño. Para algunos será necesario parar a Marte y ponerlo a descansar. Otros necesitan ser amablemente sacados de una vida tranquila. Cualquiera que sea vuestra necesidad, conocer su naturaleza, a qué aspira y lo que exige de vosotros puede ayudar a que no se vuelva corrosivo, apático o peligroso.
 
Recordad: Marte corta aquello que os ata, lo que os impide ser vosotros mismos. Usado con cuidado y conciencia, puede alejaros del conflicto entre un verdadero propósito y la verdadera vida y llevaros a un punto feliz y de afirmación de la vida.
 
 
 
ARDOR, DESEO Y EXCELENCIA
POR DARBY COSTELLO
 
 
Todas las formas de trabajo manual caen bajo el dominio de Marte, como la construcción de edificios y la albañilería, la cirugía, la conducción de automóviles y el atletismo. Dice que los nativos marcianos tienden a trabajar el hierro, el acero, o con herramientas afiladas, armas de guerra, en el ejército, mataderos, vertederos y depósitos de cadáveres.
 
Las personas que trabajen en todos esos sitios tengan un Marte prominente, pero no necesariamente todo aquel con un Marte prominente encaja en esa descripción.
 
 
EL PAISAJE INTERIOR DE MARTE
 
 
Observando nuestros paisajes interiores, donde nuestras psiques se impregnan de los sentimientos y acciones de nuestros padres, se puede decir que el Sol y Marte describen las imágenes interiores que corresponden al lado masculino de nuestra naturaleza. Podríamos decir que el Sol nos dice qué clase de rey esperamos que sea nuestro padre y que Marte describe a ese mismo rey en acción, saliendo al encuentro del mundo, tomando aquello que necesita para su propia supervivencia y/o de su familia. Describe también cómo defiende y protege su territorio. El emplazamiento del Sol y los aspectos que éste recibe nos hablarán de la clase de circunstancias ayudarán o entorpecerán la capacidad de nuestro padre de estar a la altura de nuestras expectativas. La posición y estado de Marte nos proporciona información acerca de cómo vivimos su capacidad de pelear y de usar las circunstancias para acceder a un lugar desde el cual pueda brillar y mantenernos seguros en los límites de su reino. De estas nociones se pueden elaborar toda clase de ideas. El Sol y Marte describen nuestras expectativas personales, conscientes o inconscientes, acerca de los hombres en general. También nos ofrecen imágenes poderosas acerca de nuestra capacidad de lograr los objetivos a los que aspiramos, ya sean ganar un concurso, comprar una compañía, escribir un libro o dar a luz a un hijo. Marte puede representar también nuestra experiencia de los hermanos –especialmente si son mayores que nosotros–. Pero esto generalmente ocurre cuando no hay una vivencia del padre.
 
La energía que llamamos «Marte» es generalmente más profunda que la que se obtiene a través de la experiencia y la observación. He llegado a la conclusión de que debe llevarla el esperma del padre y que para que funcione no necesita de mucho estímulo externo. Tal vez de ninguno. Si vuestro padre ha fallecido o abandonó a vuestra madre antes de vuestro nacimiento, es posible que hayáis recogido impresiones de él a partir de vuestra madre o de otros adultos y, dado que está en vuestro cuerpo, ése es todo el estímulo que necesitabais para acceder a su energía marciana. A medida que crecéis y pasáis de la infancia a la juventud podríais decir que la energía de Marte busca a los hombres, como realidad o como fantasía, que pueden ofrecer el tipo de experiencias que éste puede usar para desarrollar su naturaleza más allá del simple instinto de supervivencia. Éstas son las experiencias que despiertan a vuestro propio Marte.
 
Marte representa el lado físico de la vida de un individuo y es el índice de su energía, resistencia, etc. Representa nuestra capacidad de llevar adelante nuestros proyectos e indica el lado activo de nuestro temperamento. Está directamente relacionado, por supuesto, con nuestro impulso sexual (juntamente con Venus, que representa el «lado pasivo»). Otorga coraje, iniciativa, confianza y orgullo a quienes tienen un Marte poderoso en sus cartas. Es el planeta a través del cual construimos y también destruimos. Dice también que con frecuencia describe una carencia general de refinamiento en la manifestación del signo en el que está emplazado.
 
 
METAS Y OBSTÁCULOS
 
 
Ha llegado el momento de decir algo acerca de Marte y los obstáculos. Aunque es cierto que podéis observar la posición de Marte y sus aspectos operando en la infancia, cuando empiezan realmente a mostrarse es en el momento que el instinto de supervivencia se vuelve el deseo de todo aquello que esté al alcance del niño. Un niño con Marte en cuadratura a Saturno experimentará el enfrentamiento con un obstáculo de forma distinta a un niño con Marte en trígono a Júpiter.
 
A medida que el impulso se desarrolla, cada uno descubrirá diferentes tipos de obstáculos inherentes a la posición y estado de su Marte. Marte y los obstáculos van de la mano. El ardor de Marte exige algo a lo cual enfrentarse. Deseo y obstáculo son como la cerilla y el pedernal, el fuego y la madera: van juntos.
 
Si observáis vuestro propio campo de Marte, empezaréis a ver que emerge cierta dinámica. Vuestro Marte, su signo, posición y aspectos poseen una particular pauta de respuesta ante los obstáculos. Una vez se enciende el fuego sobre una meta en particular, surge una pauta de obstáculos igualmente particular. Puede que haya muchas personas corriendo en la misma carrera, pero los obstáculos que encuentren en esa carrera serán sumamente individuales. Para decirlo con sencillez, una persona debe luchar con su imaginación, otra contra su cuerpo, otra contra la pista, otra contra su idea de lo que está ocurriendo y otra contra las emociones que le provoca el evento. Esos obstáculos son lo que os caracteriza y también las vallas que tenéis que reconocer finalmente. Cada vez que Marte se activa, en algún momento aparecerá la pauta de obstáculos que le es propia. Marte se mueve hacia una meta y los obstáculos son las vallas, las montañas, los ríos que hay en el camino y por una razón: nos dicen qué clase y cantidad de energía necesitamos en cada fase del juego.
 
Oyente: Alice Bailey atribuyó la regencia esotérica de Aries a Mercurio.
 
Darby: Sí, es correcto. No llegué a entender eso hasta que leí la Ilíada por primera vez. Atenea hablando con Héctor es la cabeza fría en la batalla. ¿Sabíais que había una tradición según la cual Atenea es la regente de Aries? En sus comentarios a El Banquete, de Platón, Marsilio Ficino da como regente de Aries a Atenea. No obstante, en la época de Aristóteles ya se empezaba a interiorizar la «razón». Los dioses se morían y el hombre excelente era el hombre racional. Parece que volvemos a estar en la misma situación, al menos en la Europa septentrional. Los dioses han muerto en el mundo de nuestra imaginación y premiamos más bien a aquellos cuya inteligencia y frío razonamiento en situaciones de crisis se conjugan con su Marte, su instinto de victoria. Una cabeza fría en la batalla es definitivamente un don y, en el reino del espíritu, una necesidad absoluta.
 
Es difícil llegar a un acuerdo con Marte en nuestra sociedad. Es el tipo de problema en que maldito si lo hacemos y maldito si no lo hacemos. Por eso me fascina la noción de Marte como portador de las semillas de la excelencia. El Sol lleva consigo el potencial de nuestro destino, pero es Marte el que ofrece la información de aquello que hay que trabajar para que se convierta de impulso puro y en bruto en una acción centrada y decidida que llega a una meta adecuada al efecto de cumplir ese destino. Es Marte el que nos proporciona información acerca de nuestro instinto de supervivencia, la naturaleza de nuestros deseos y finalmente sobre el camino a recorrer para una vida cumplida.
 
 
ARES COMO INDIVIDUACIÓN
 
 
Jung consideraba a Marte el mismo principio de individuación. Consideraba a Marte el mismo principio de individuación. Pudo haber tomado esa noción de Paracelso, el célebre e infame médico y alquimista suizo del siglo XVI, que tenía a Marte en Capricornio en la casa I. Jung nos explica en el Volumen 137 que Paracelso se refería a Ares como «el configurador individual, el que amplía la naturaleza peculiar de cada especie y le da una forma individual». Dice:
 
«Por tanto, [Ares] debe ser considerado como el principio de individuación en sentido estricto». Y allí donde diga Ares, vosotros entended Marte.
 
El Marte puro es energía espermática en los seres humanos: el Marte puro que, una vez conectado con el óvulo muere y que, al morir, fertiliza el óvulo con sus cromosomas procedentes de la memoria ancestral del padre. Ésta es la esencia del heroísmo: «el principio formativo que está en condiciones de dar vida a criaturas individuales». Está centrado en una sola cosa, el óvulo, pues ésa es su meta, a través de la cual logra su propósito. Una vez estamos vivos y separados del cuerpo origen de la madre, esta energía marciana se ha transformado y está ahora al servicio de todo el organismo. Su impulso, su areté incial es manteneros con vida. Y este impulso llega a adoptar la forma de las imágenes contenidas en vuestro Marte; imágenes heredadas del don de la vida de vuestro padre. Podéis interpretarlas a partir del signo y posición de vuestro Marte natal.
 
El Sol lleva nuestra imagen de destino. Hay doce signos solares y podríamos decir que hay doce tribus, doce órganos, doce funciones mayores en el conjunto de la humanidad. Cada uno de nosotros cae en una u otra de esas doce funciones. Cada uno de nosotros posee una única pieza de esa función: el regente de nuestro signo, su dispositor, los aspectos y, al final, el resto de la carta, proporcionan los miles de detalles de la historia. Marte es una de las piezas de este relato. Su naturaleza innata, su «virtud», es lanzarse a la búsqueda de aquello que el Sol necesita para irradiar su luz, alcanzar su Destino, hacer su trabajo. Parte de la virtud de Marte es lanzarse a la búsqueda de cualquier cosa que nos ayude a sobrevivir, de manera que el Sol pueda irradiar su luz, cumplir su propósito. Parte de la virtud implícita en Marte está en defender y proteger nuestra vida. Puede hacerlo a través del puro instinto o puede ser entrenado para hacerlo con inteligencia, razonamiento y buen juicio. Marte es tu atleta. Entrénalo bien: te mantendrá vivo y mejorará tu vida. Es como el canto del ruiseñor. Así como una cría de ruiseñor debe practicar antes de emocionarte con su canto, así nosotros debemos practicar aquello que constituye nuestra virtud esencial. Al llevarla a cabo, tenemos la capacidad de hacer que nuestro Sol brille como corresponde. El signo de Marte, su posición por casa y sus aspectos, la posición y estado de su dispositor, nos hablarán acerca de ese rasgo vital. Si la excelencia no es la meta de la práctica, entonces permanece inconsciente y o bien trabaja a nuestro favor o en nuestra contra, dependiendo de los caprichos de los hados y de las circunstancias. Para quienes buscan lo que Jung denomina individuación, esto es inaceptable porque a menudo es demasiado doloroso. Cuando uno echa a andar por la senda de la individuación, comienza la obra alquímica y la materia prima es Marte. Empezamos nuestro trabajo capeando los impulsos y energías asociados a Marte; y, a través de ello, desarrollamos la capacidad de decidir de qué manera vamos a actuar en situaciones de entusiasmo, acaloramiento, deseo o ira. Intentamos alcanzar la libertad. Al desarrollar esa capacidad para el libre albedrío, para la individuación, debemos desearlo con toda la vehemencia de nuestro ser. De hecho, tenemos que conocernos muy bien, aprender a reconocer la fortaleza y la debilidad en nuestras acciones. Tenemos que empezar por decidir a qué impulsos vamos a sucumbir, que luego vamos a esforzarnos en canalizar de otra manera, y en cuya transformación vamos a invertir enormes cantidades de energía. Como astrólogos, eso significa conocer nuestro Marte –su posición por signo, casa y aspectos– y familiarizarnos de tal forma con sus acciones que seamos capaces de reconocer su energía primitiva, su comportamiento grosero y las correspondientes consecuencias de su comportamiento. Bajo la rudeza de su energía y comportamiento descubriremos un impulso hacia la virtud, la excelencia, al que sólo podemos acceder a través de la clase de esfuerzo descrita por el propio signo, casa y aspectos de este Marte. Sólo aquellos que han sufrido lo suficiente las consecuencias de correr tras aquello que su deseo hace destellar delante de ellos tienen la energía suficiente como para iniciar el proceso alquímico que nos convierte en verdaderos seres humanos. Para iniciar este trabajo usamos nuestra voluntad para encontrar la imagen de la excelencia que está implícita en nuestro interior. Si conseguimos dominar nuestro Marte, nuestro Sol brillará más.
 
 
DOMICILIO, EXALTACIÓN, EXILIO Y CAÍDA
 
 
Marte
 
regente de Aries
corregente de Escorpio
exilio en Libra y Tauro
exaltación en Capricornio
caída en Cáncer
 
Aries
 
exaltación del Sol
exilio de Venus
caída de Saturno
regente esotérico de Aries: Mercurio
 
Marte rige tanto a Aries como a Escorpio debido a que su energía pura está relacionada con la supervivencia y la procreación, lo que a su vez está también relacionado con la supervivencia de la especie. Tiene que ver con la conquista y la defensa. Está en exilio en Libra y Tauro porque, una vez se vuelve elegante y pacífico, la energía de Marte debe ser evitada; y aun así, la energía marciana es necesaria para el mantenimiento y la protección de éstas. Es difícil canalizar estos dos emplazamientos de Marte al efecto de que protejan y mantengan la paz en vez de destruirla.
 
Marte está exaltado en Capricornio porque aquí la tarea está en reconocer los obstáculos como entrenamiento y la obediencia ante lo que es necesario como camino hacia el dominio. Está en caída en Cáncer porque, cuando las emociones se mezclan con el impulso marciano, la claridad de la meta se ve empañada –hay más consideraciones que son útiles. Y un Marte puro desatado en el hogar o dirigido contra la madre o los hijos es la peor violencia que nuestra sociedad conoce; detener esa violencia es lo más difícil de todo. El que uno sea cruel o amable, las decisiones éticas que tome durante su vida es algo que no se ve en las posiciones planetarias. Son secretos profundamente enterrados en el alma de la persona. Lo que eso nos dice es que es más fácil disciplinar a Marte cuando está en Capricornio hasta llevarlo al más alto nivel de competencia que hacerlo cuando está en Cáncer. Eso es debido a que los nativos con Marte en Capricornio están instintivamente alerta para habérselas con los obstáculos de una manera que les da confianza en su capacidad de actuar y se inclinan más a aceptar desafíos a su Marte, lo que a su vez los mantiene siempre en el entrenamiento y en forma. Los nativos con Marte en Cáncer son más sensibles al intercambio emocional en los primeros años de vida; así, los obstáculos son emocionales y por tanto más difíciles de ver y reconocer como obstáculos que deben ser vencidos. Marte en Cáncer puede quedarse empantanado ahí donde Marte en Capricornio no lo haría. Pero eso no nos dice nada de la persona que habita en la carta.
 
 
MARTE EN EL ELEMENTO FUEGO
 
 
Al contemplar a Marte en los signos de Fuego, vemos a Marte inflamado por imágenes que iluminan el camino a su meta. Las imágenes aparecen perfectas, «excelentes» y son una inspiración a la acción. Si surge una verdadera posibilidad de alcanzar esa meta, el hecho de que aparezcan obstáculos externos no apagará en absoluto el entusiasmo de un Marte en Fuego. Ningún obstáculo externo impedirá el avance este Marte, a menos que eche raíces interiormente en la imaginación. Los aspectos a Marte os hablarán de las maneras en que la imaginación puede verse oscurecida por las sombras. En este contexto, los fracasos del coraje son los fracasos de la imaginación.
 
 
MARTE EN ARIES
 
 
En Aries Marte está totalmente en casa y por eso no hay diferencia entre el territorio –aquí diríamos más bien fuegitorio– del signo y la velocidad con la que se mueve en ese campo. Las imágenes destellan como brillantes señuelos y Marte salta a la acción inmediatamente. Vencerá todos los obstáculos mientras el fuego esté encendido y el premio siga centelleando en su panorama interior, aunque eso dependerá de la resistencia que muestren otros factores de la carta. El destello de la inspiración es muy rápido y la imagen muy breve, incluso parcial, de manera que Marte debe lanzarse inmediatamente a la acción o la imagen se perderá – aunque la mayoría de las personas con Marte en Aries se las apañan para encontrar lugares donde guardar esas imágenes para poder sacarlas de nuevo cuando sea el momento–.
Marte en Aries parece más inclinado a conquistar que a defender; sin embargo, defenderá su derecho a ir donde los demás no se han atrevido a ir. Es simple, honesto y directo. Sucede muy a menudo porque, cuando se enciende por el deseo, no puede siquiera concebir la idea de fracasar. Cuando otros planetas se cruzan en su camino, o es acosado por tránsitos que dificultan su éxito instantáneo, busca inmediatamente una ruta alternativa a la meta. La imagen y la acción están tan unidas que son virtualmente indistinguibles. No importa lo tranquila o introvertida que parezca una persona; con Marte en Aries en su carta, aparecerá un ramalazo salvaje e impulsivo cada vez que las cosas se vuelvan demasiado rutinarias. Puede parecer simplemente un gusto por la excitación, la acción, el movimiento; pero en realidad es la energía vital en estado de alerta ante la amenaza de su extinción. Este Marte se mueve más rápido cuando siente que su llama se va a apagar. Los nativos con Marte en Aries mantienen su vitalidad teniendo siempre algo por lo que esperar ansioso.
 
Los niños con Marte en Aries copian las reacciones rápidas de su padre, sus reacciones instantáneas de lucha o huida cada vez que aparecen obstáculos en su camino. Adoptarán la manera en que él consigue inmediatamente lo que quiere o se enfurece rápidamente cuando no lo consigue. Reconocerán su modo de escaparse de las trampas y experimentarán imaginando toda clase de maneras de ser libres. Tomarán la parte juvenil, entusiasta y que olvida fácilmente los intereses de los demás en su persecución de las metas deseadas. Para estos niños, la excelencia se asociará con el riesgo ante el peligro, o el coraje frente a aquello que obstaculice el logro de sus deseos. Y, por supuesto, con la rapidez de reacción.
 
Cuando una persona con Marte en Aries pasa demasiado tiempo sin ningún tipo de excitación cae en la depresión. Los desafíos excitantes encienden la chispa de su vitalidad. En su expresión menos refinada se vuelve infantil y exigente. Pero eso también forma parte de su vitalidad.
 
La posición por casa y aspectos pueden disfrazarlo un poco; pero siempre está ahí, esperando saltar a la acción desde la imagen potencialmente vivificante percibida en el brillo de un destello.
 
Con Marte en Aries, ¿qué clase de obstáculos creéis que van a jalonar el camino cuando su deseo se encienda?
Oyente: Otra gente que te diga que no puedes hacer esto o lo otro porque es egoísta, o pensar tú mismo que no puedes hacer algo por la misma razón. También las demoras pueden apartarlo completamente del camino. Entonces pierdes impulso y para volver al camino tienes que enfadarte. ¡Y luego te acusan de egoísta!
 
Con Marte en Aries, la casa es muy importante, porque funciona de forma muy clara y casi sin complicaciones en esa casa. Los aspectos son siempre importantes para determinar el tipo de circunstancias que Marte genera cuando entra en acción. Pero es la casa lo que realmente destaca con este Marte. Ahí es donde has conocido el lado innovador y valeroso de tu padre, su impaciencia o su lado infantil y exigente. O, si no estuvo presente, ahí es donde se muestra la herencia de tu padre en cuanto a ese ramalazo impulsivo, que es para ti una fuente de vitalidad. Pero si se convierte en algo más que ese ramalazo, habrá que tomar determinadas decisiones. La decisión de luchar por convertirse en la mejor versión de uno mismo se abre en un momento pequeño, que se presenta en el momento que surge el impulso de Marte en Aries. En ese nanosegundo empiezas a tomar decisiones que modifican el nivel al que Marte opera. Sólo puedes hacer esto cuando los impulsos incontrolados te han metido en suficientes problemas. Una vez puedes tomar verdaderamente la decisión de lanzarte en vez de simplemente ser dominado por el impulso, te enfrentarás mejor a las consecuencias de tus actos. Eso hará que tu energía siga creciendo para poder enfrentar los desafíos derivados de cada consecuencia.
 
La esencia de Marte en Aries –valor en estado puro frente al desafío–.
 
Cuando Marte en Aries se alía a la necesidad del Sol de brillar, ningún obstáculo es lo suficientemente poderoso para impedirle lograr su destino. Pero el Sol debe ser su guía. El Sol está exaltado en Aries, por lo que quizá este Marte mira mucho más al Sol que cualquier otra posición de Marte.
 
 
MARTE EN LEO
 
 
Marte en Leo también busca en el Sol su imagen central.
 
¿Cuál es el lado menos cultivado de este Marte? ¿Con qué tipo de obstáculos debe enfrentarse por naturaleza y dónde reside su capacidad para la excelencia? Oyente: Los obstáculos tendrán relación con el orgullo y la posibilidad de la humillación, Siendo un signo de Fuego, se puede podrían imaginar a sí mismo como bastante espléndidos; pero luego, si otros no les ven de la misma manera, se sienten humillados. Necesitan a los demás para creer en sí mismos. Oyente: Necesitan creer en sí mismos. Imagino que necesitan sentirse amados por aquellos a los que admiran.
 
Marte en Leo es un buscador de luz nato, y es inflamado por imágenes de sí mismo como creador o ejecutante. Aquellos de vosotros que tengáis a Marte en Leo sabéis siempre cuándo vale la pena ir tras una meta, pues os podéis visualizar triunfando.
 
Con Marte en Leo, el que tu padre no te sonriera cuando eras niño, representó tu primer obstáculo. En cualquiera de sus versiones, ésta será siempre tu propia carrera de obstáculos. El joven con Marte en Leo está sintonizado con la necesidad de admiración y respeto de su propio padre y con las maneras en que lo gana o lo pierde. Estos niños llevan la impronta del sentido de la dignidad de su padre, la imagen interna que tiene éste de sí mismo y la forma en que su comportamiento atrae o repele el amor y la admiración. Se hacen cargo de su necesidad de admiración, y crecen imaginando encarnar diferentes personajes con los que pueden conquistar el mundo.
 
Cuando surge una meta en el fuego de su panorama imaginativo, la persona con Marte en Leo debe ser capaz de verse en las llamas.
 
Marte siempre funciona codo con codo con el Sol, no importa el aspecto que formen. Y siempre busca pulir sus habilidades naturales para llegar a la perfección.
 
El nativo con Marte en Leo tiene que visualizarse de algún modo en las candilejas. Tiene que ser aplaudido por sus talentos, por su valentía imaginativa, su creatividad. Desde una edad temprana, este Marte se consume por una vida dramática y excitante; y cuando la persona descubre un don natural que atrae el elogio, desarrollarlo se convierte en una urgencia. Cuando descubre un don que puede ser usado por el Sol, ese don se convierte en una vocación. Mientras puedan verse en un espejo brillante perseguirán la excelencia.
 
Marte en Leo es un jugador, en el sentido de que tiene que apostar su dignidad y orgullo para hacerse más fuerte. A Marte en Leo le cuesta obviamente menos conectarse al Sol. Su problema es que puede creer que es el Sol mismo. Pero una vez que alguien con este Marte redirige el ardor de su deseo hacia la excelencia, debe vigilar no tasar la propia imagen ni por encima ni por debajo de su valor. Es la forma en que se ven a sí mismos y en que quieren ser vistos en acción lo que cae bajo el escrutinio de la fría razón de Atenea. Es el orgullo de su propia imagen –aun en el caso de que sea negativa– lo que debe ser redirigido al dorado punto medio para llegar a la excelencia una y otra vez. El viaje alquímico comienza cuando el mismo amor, o la creación misma, se convierten en la meta.
 
 
MARTE EN SAGITARIO
 
 
Marte en Sagitario es capaz de encender una chispa de entusiasmo en la carta más introvertida y melancólica. Es una posición extraña para una personalidad melancólica, pues su sentido del humor le mantiene alejado del fango.
 
Marte en Sagitario es un guerrero visionario, un portador de imaginación, extravagante y siempre esperanzado contra todo pronóstico. Marte en Sagitario se dirige hacia la libertad tan pronto ha nacido, primero a través de su inquietud física y después con la imaginación. Presiente que hay algo allá lejos y arriba y se debate entre imaginarlo o ir a buscarlo.
 
En su forma más primitiva, está tan lleno de su propia visión que la atracción hacia abajo del reino emocional es simplemente algo que le impulsa a ir aún más arriba, de forma que pierde contacto con la gente a medida que arde en su visión. Cuando las personas con Marte en Sagitario van a toda marcha hacia alguna parte, ven ese lugar en colores tan brillantes que todo lo que no esté a la altura parece vulgar. Sus obstáculos naturales están relacionados con la fertilidad de su exagerada visión de sus posibilidades. No es un problema de imaginación, sino un problema de lo que ocurre cuando dan el primer paso hacia la materialización de su visión. La distancia desde esas alturas y la realización de su visión es muy grande. Mientras la visión permanezca en el reino de la imaginación, nadie podrá contaminarla. Marte en Sagitario enciende el fuego de aquellos que simplemente no van a ver. La manera en que se las ven con esos «obstáculos» determinará cómo se manejarán con los extremos de su propia naturaleza. Incluso en medio de los problemas son capaces de imaginar una salida, solucionando la cuestión a la velocidad del rayo.
 
Cuando eran niños imaginaron a sus padres como aventureros, conocedores del mundo, sabios o necios; y se quedaron con la idea de que para triunfar uno debe aventurarse. Después, siendo más críticos, vieron también su tendencia escapista.
 
Desde una edad muy temprana, estos niños o bien viajan debido al trabajo de su padre, o bien se aventuran y exploran su mundo interior. Cuando se enciende, las personas con Marte en Sagitario inspiran a los demás a tener valor y a expandirse. Cuando no se entusiasman, se vuelven dogmáticos e impacientes.
 
Una carta con una fuerte influencia del Fuego suele indicar recuerdos de una infancia externamente desoladora que da a la imaginación una oportunidad de desarrollarse.
 
Cualquier planeta en Sagitario lleva algo parecido a la «suerte» adherido a él; y cuando se trata de Marte, la Dama Fortuna te atiende cuando sales al mundo en busca de la aventura. Pero esa otra tarea, la de alcanzar la excelencia personal, requiere algo más.
 
Marte en Sagitario es una flecha apuntada temerariamente hacia la sabiduría. Pienso que el secreto está en mantener la fe en el mejor y más elevado sueño de uno, sin que importe lo lejos que esté o lo mucho que se tarde en alcanzarlo. Y, como en los otros emplazamientos de Fuego, la clave está en atreverse a imaginar.
 
 
MARTE EN EL ELEMENTO TIERRA
 
 
Para Marte en Tauro, Virgo o Capricornio, el desafío consiste en usar sus habilidades para modificar lo que la mayoría de la gente llama «realidad». En su juventud están sintonizados con los rituales con los que sus padres se defendían y protegían a sí mismos y a sus familias. Toma-ron conciencia bien pronto en la vida de cuándo y cómo aproximarse físicamente a su padre y son particularmente sensibles a su tacto y su olor. Le usan (a Marte) para definir sus fronteras físicas. Su fortaleza y su debilidad al ir tras aquello que parece deseable comporta el desarrollo de la conciencia de esas mismas fortalezas y debilidades. Exigen la existencia de obstáculos físicos para desarrollar sus aspiraciones y su capacidad de alcanzar la excelencia. Para algunos, los obstáculos se presentan en el mundo exterior; pero para muchos otros, su propio cuerpo es su obstáculo y su don.
 
Los niños con Marte en signos de Tierra ven a su padre luchar con la materia y ejercitan sus propias habilidades marcianas con sus sentidos alerta ante el peligro y la oportunidad. Marte en Tierra toma su energía de la presencia física del padre. Posteriormente suscitarán la atención con su propia presencia física. Sus dones más naturales y su capacidad para la excelencia se originan en su relación con el mundo.
 
Fijaos siempre en el dispositor de Marte para profundizar en los matices: ¿qué Venus está danzando tras las bambalinas de un Marte en Tauro? ¿Qué Mercurio está susurrando información a Marte en Virgo? ¿Qué Saturno está exigiendo disciplina tras un Marte en Capricornio?
 
Cuando Marte se halla en un signo de Tierra, los obstáculos pueden tener una base física. Los problemas con el dinero, las herramientas y la tradición pueden detenerlos en su camino y enfrentarse a esos problemas con «sensatez» puede desarrollar su fortaleza inherente. Una vez Marte en Tierra inicia su camino hacia la meta, los obstáculos se presentarán para poner a prueba la resistencia y la habilidad de lidiar con problemas materiales.
 
 
MARTE EN TAURO
 
 
Marte en Tauro es atraído a la acción por la belleza. La promesa del placer hace que Marte se ponga en marcha; y una vez que lo hace, no es probable que se detenga hasta que haya logrado el objeto de su deseo o se hunda en el barro. La trampa es que uno puede quedar atrapado en algo muy personal. Puede motivarle la gratificación y puede suponer que aquello que le parece hermoso o encantador marca el camino hacia la excelencia. Puede parecer perezoso y que pierde energía cuando no hay un placer que le provoque a la acción. Y entonces algo, una promesa de placer, le guiña el ojo, y Marte en Tauro vuelve a ponerse en marcha.
 
Naturalmente, es Venus la que se alza tras este Marte que merodea en sus praderas verdes y agradables. Necesita mantenerle ocupado, no sea que se ponga nervioso y acabe causando problemas. Por eso siempre lanza señuelos que inciten a este Marte a la acción. Fijaos en la posición por signo y casa de Venus, así como en sus aspectos, para determinar la clase de cosas que Venus usa para motivarle. Éstos os dirán también qué clase de belleza inflama la energía de esta persona y también qué es lo que activa su ardor, inflama su ira y despierta su voluntad hacia el logro de la excelencia.
 
El impulso a lograr la seguridad financiera casi siempre va implícito en Marte en Tauro, pero raramente constituye la verdadera atracción para él.
 
Creo que todos aquellos que tenéis a Marte en Tauro debéis poner los cinco sentidos en no almacenar ningún tipo de resentimiento cuando ~ 166 ~ sintáis que el éxito no os llega –el peso del resentimiento acumulado agobia a este Marte–. Si no perdéis de vista vuestra búsqueda de la belleza, Venus os ofrecerá sus placeres perfectamente apropiados como compensación.
 
En Tauro, Marte puede quedarse empantanado por la inercia. Pero cuando se pone en movimiento, nada le detiene a menos que se encuentre con una pared demasiado alta.
 
Las personas con un Marte inconsciente almacenan todos los desaires, insultos y trastadas que los demás les hacen. Cuando explotan, se lo llevan todo por delante. A veces el resultado de esta explosión rompe barreras y se abre paso hacia una dimensión en la que es posible forjar una verdadera voluntad por aquello que constituye la mejor parte de su ser.
 
Marte en Tauro aporta elegancia a su aspiración a la excelencia.
 
 
MARTE EN VIRGO
 
 
La excelencia de Marte en Virgo está en su capacidad de ser útil desde un punto de vista práctico, al efecto de servir a la tarea, misión y destino del Sol. En el peor de los casos es criticón, quisquilloso y agresivamente «virtuoso».
 
Cuando Marte se halla en el mismo signo que el Sol, aun en el caso de que no se hallen en conjunción y reciban aspectos distintos de otros planetas, existe un esplendor, una sensación de vitalidad y, cuando no tienen una meta claramente fi-jada, la consiguiente inquietud. Estas personas llegan hasta el fin del mundo por conseguir lo que quieren. Cuando se marcan un objetivo, Marte va hacia él con el total apoyo del Sol. Existe la sensación de que alcanzar la meta es algo absolutamente necesario, no sólo por la supervivencia, sino también por la vida misma. Pero la tosquedad de Marte forma parte del esplendor solar. Así, exhiben abiertamente un deseo y una codicia por las cosas que forma parte de lo que son y no algo que surge de repente. Siempre están a la búsqueda de aquello que los entusiasme. La vida ordinaria es demasiado gris. Puede que le arrastren los impulsos inconscientes a satisfacer un deseo tras otro; o puede aprovechar ese impulso para cumplir el deseo de lograr el más elevado destino posible. Todo depende de los ocupantes de la carta.
 
Como recordatorio: el Sol lleva en su corazón la imagen de algo que debe ser cumplido, conforme a su signo, casa y aspectos. Y Marte lleva en sí mismo el impulso y la energía para ir tras aquello que le inflama. Cuando el Sol es llevado a una situación en la que es posible que brille, y Marte se halla en el mismo signo, se inflama por el mismo potencial. Es una forma de decirlo. Dado que Marte es obviamente el más activo de los dos, va tras su objetivo con empeño y energía. En su juventud entra en acción con una voluntad errática; pero el tiempo y la experiencia le van frenando y los obstáculos que va encontrando en el camino le curten y le proporcionan una especie de claridad. Lo lejos que llegue una persona en su camino hacia la excelencia descrita por Aristóteles dependerá de otros factores. Pero para alcanzar cualquier tipo de satisfacción posterior, la conjunción Sol-Marte debe ir al principio tras cualquier objetivo que se le presente, pues en uno de ellos estará escrito su destino. Ésta es una combinación impetuosa y torpe.
 
El don de las conjunciones Marte-Venus es la pasión y el conocimiento íntimo de que uno está dispuesto a luchar por aquello que uno verdaderamente valora e incluso ama.
 
MARTE EN CAPRICORNIO
 
 
El maestro guerrero, Marte en Capricornio.
 
La meta es superar toda clase de obstáculos que te encuentres en el camino para lograr lo que quieres. No sé cuál es la meta específica de Marte en Capricornio; pero una vez está a la vista, ni el cielo ni el infierno le detendrán en su camino. Si la meta se niega a ser alcanzada, el resentimiento y la ira llegarán a ser implacables.
 
Como cualquier planeta en Capricornio, tiene su lado plúmbeo; y así, cuando se ve frustrado puede deprimirse muchísimo. Pero generalmente eso no le detiene durante mucho tiempo. En sí mismo, está hecho para ser completamente práctico y para superar cualquier obstáculo que se interponga en su camino. Una vez considera que es imposible alcanzar la meta, sabe, más que cualquier otro Marte, apartarse del camino y redirigir su energía a otra cosa. Recordad que Marte está exaltado en Capricornio. Se desayuna con obstáculos. Desde muy pronto en la vida, la persona con este Marte pondrá la mira en objetivos que se hallen justo encima de su nivel actual y, una vez vencidos los obstáculos, pasará al siguiente nivel. Es muy metódico. Los aspectos a Marte en Capricornio, ya sean fluidos o difíciles, describirán la clase de área que se activa cuando Marte entra en acción. Cuando veo a Marte en Capricornio en una carta, mis ojos se van a éste una y otra vez. La casa que ocupa nos muestra dónde se considera necesario iniciar un camino hacia el dominio y dónde esa necesidad exige acción concentrada.
 
De eso precisamente trata Marte en Capricornio: el dominio de la voluntad. Corren tras grandes obstáculos; y si no nacen con ellos o no los encuentran, se los fabrican. Se enfrentan al mundo tanto como les es posible: y aquellos que eligen perseguir conscientemente el dominio buscan desafíos que cambien el mundo o, al menos, su mundo y todas sus implicaciones sociales. Marte está exaltado en Capricornio y encuentra su más perfecta expresión en el domicilio de Saturno. Los nativos con esta posición parecen ir tras metas que exigen una ejecución perfecta en el tiempo.
 
De eso precisamente trata Marte en Capricornio: el dominio de la voluntad. Corren tras grandes obstáculos; y si no nacen con ellos o no los encuentran, se los fabrican. Se enfrentan al mundo tanto como les es posible: y aquellos que eligen perseguir conscientemente el dominio buscan desafíos que cambien el mundo o, al menos, su mundo y todas sus implicaciones sociales. Marte está exaltado en Capricornio y encuentra su más perfecta expresión en el domicilio de Saturno. Los nativos con esta posición parecen ir tras metas que exigen una ejecución perfecta en el tiempo.
 
A veces, con Marte en Capricornio, debes esperar, esperar y luego seguir esperando. Esto es más fácil de decir que de soportar. Pero la llamada al dominio de uno mismo está implícita en Marte en Capricornio y está más allá de sus aspectos. Los aspectos te hablarán de los obstáculos eventuales que vas a encontrar en tu búsqueda de la satisfacción. Pero los verdaderos obstáculos que debes enfrentar son las rocas y las paredes de los precipicios de tu propia voluntad. Marte es muy poderoso en Capricornio y si tu voluntad no está sujeta a algo situado más allá de tus deseos personales, te parecerá estar sometido a una rutina sin fin. El dominio de uno mismo significa a veces caminar sin descanso y a oscuras, hasta que llegas al pie de una montaña, que te está esperando para que practiques en ella tus habilidades de esca-lada.
 
Marte en Capricornio da lo mejor de sí mismo cuando el obstáculo es grande. Los obstáculos pequeños y ordinarios le ponen nervioso. Son los grandes los que le llaman a actuar.
 
El don de quienes tienen a Marte en Capricornio es que, cuando pone la mira en un objetivo, se activa un tipo particular de concentración.
 
El camino hacia la meta se divide en segmentos que se pueden manejar y forman una secuencia: y una vez comienzan a andar, dominan cada etapa y pasan a la siguiente hasta llegar a la meta. Se arrastran si es necesario y saltan cuando se les exige. A veces se aburren y otras veces se hacen daño porque han saltado en un momento inoportuno. El camino al dominio incluye fracasos, por supuesto; pero una vez la meta se ha definido con claridad, los fracasos se convierten en experiencia para alguien con Marte en Capricornio. No estoy diciendo que no se desanimen profundamente cuando tienen conciencia de su fracaso. Pero una vez salen del hoyo y si el objetivo es lo bastante verdadero, simplemente seguirán el camino hasta llegar donde quieren ir. Al decir «bastante verdadero» quiero decir que la meta posee una «virtud» en sí misma. Ésta es la cuestión que debéis formularos cuando los obstáculos os parezcan apabullantes: ¿Me he marcado un objetivo verdadero? ¿Es ese objetivo algo que, a través de su logro, va a fortalecer la ciudad, pueblo, aldea o comunidad?
 
Saturno siempre está detrás de este Marte y exige que uno se esfuerce de tal manera que no sólo uno mismo, sino también la comunidad se fortalezcan. Además, os podéis preguntar: ¿Es este objetivo algo que aumentará la capacidad de brillar de mi Sol?
 
Una de las dificultades que este Marte presenta es su fuerza.
 
Cuando quiere algo, no importa lo mal equipado por naturaleza para lograrlo: lo quiere con todas sus fuerzas. Por eso, cuando Marte está en Capricornio en vuestra carta y no obtenéis lo que queréis, o no sabéis lo que queréis, vuestra capacidad para el autosabotaje es formidable. Y luego, a veces es simplemente una cuestión de tiempo: os habéis fijado una meta adecuada, pero el camino hacia ella es más largo y más duro de lo que habíais imaginado. Para alcanzarla debéis desarrollar habilidades y rasgos de carácter que el tiempo y sus desafíos forjarán en vosotros.
 
Quizá lo propio de Marte en Capricornio es que seguirá caminando, aunque pierda de vista el objetivo. Debéis fijaros en el Sol para saber cuál es la llamada del destino y, con Marte en Capricornio, sólo tendréis que pulir vuestra espada a diario para convertiros en el perfecto guerrero para vuestro Sol. El tiempo es vuestro obstáculo y a la vez vuestro maestro.
 
Con Marte en el domicilio de Saturno, sólo vais a respetar a aquellos que al final han vencido. En última instancia, vuestro empeño es por lograr el dominio de vosotros mismos. Todas las demás clases de dominio son montañas más pequeñas.
 
 
MARTE EN EL ELEMENTO AIRE
 
 
La meditación puede ser buena para las personas con Marte en el elemento Aire.
 
Cuando Marte se halla en un signo de Aire –Géminis, Libra o Acuario– sabemos que su mejor y peor comportamiento proviene de las ideas que le excitan. Sus armas son las ideas y le entusiasma la gente que tiene ideas que mantienen su mente en movimiento. Cuando son jóvenes, están particularmente conectados a la manera en que sus padres usan las palabras o ideas para defenderse y ganar batallas. Que los vean ganar o perder dependerá de otros factores. A medida que crecen, ellos practican su propia destreza marciana. Admiran o desprecian a la gente de acuerdo con las ideas que sostiene. Conquistarán, protegerán y defenderán con alegatos, palabras y conceptos. Se pelean con la gente por lo que dice, o por la idea que subyace tras aquello que dice. Y luchan por las ideas. No es sólo que usen las palabras para defenderse o vencer a otros. Entran en acción, se frustran o se enfadan cuando las palabras se usan mal conforme a su idea de lo que es un correcto.
 
Aquellos que consiguen la suficiente autonomía para reconocer que los demás son también universos en sí mismos reconocerán también el lado no refinado de su naturaleza marciana. Se darán cuenta de cuándo su Marte se activa y empiezan a ver su efecto sobre los demás. Serán conscientes de su capacidad de usar las ideas para atacar, apabullar y debilitar a sus «adversarios». Y empezarán a afilar su espada y tratarán de usarla de una forma más experta.
 
 
MARTE EN GÉMINIS
 
 
Se podría decir que Marte en Géminis «llegará al fin del mundo» por una idea.
 
Marte en Géminis, regido por Mercurio, no trae consigo la moderación propia de la reticencia moral que sí es el caso de Marte en Libra o Acuario. Las palabras son piedras, puñales, espadas. La posición de Mercurio os revelará qué es lo más probable que defienda.
 
Los hombres con Marte en Géminis no necesariamente pedirán a sus mujeres que se comuniquen con ellos. Ésa es la habilidad que tienen que desarrollar, su espada, y cuanto mejor lo hagan, más vivos se van a sentir. Cuando sean capaces de comunicar su verdadera esencia y sean escuchados y entendidos, estarán haciendo aquello que más les «encaja» y por tanto, más les satisface.
 
Siempre es complicado interpretar los planetas en la casa XII y encontrar las palabras para expresar su mundo.
 
Marte siempre se activa a través de los obstáculos que le cuadran. Suelen mostrarse de inmediato, pero nosotros sólo los reconocemos como tales cuando empezamos a conocernos nosotros mismos.
 
Cuanto más inconscientes somos o soportamos una gran tensión, sale el lado grosero de Marte.
 
Quienes tenéis a Marte en Géminis conquistáis, lográis, protegéis y defendéis a través de las palabras y el ingenio, las ideas y los hechos. En ese campo es donde sois más competitivos y donde podéis ser más efectivos. Los aspectos os dirán qué energías acompañan a Marte cuando estáis motivados para ganar, conquistar o defender. La posición por casa os dirá dónde Marte hará acto de presencia cuando se le convoque. No subestiméis nunca el poder de las palabras: su poder para herir y sanar es tan grande como cualquier otra magia en el mundo.
 
 
MARTE EN LIBRA
 
 
Se dice que Marte en Libra es el signo de los buenos generales y estrategas.
 
El reino de Venus depura a Marte para que sean las ideas, la noción de belleza y la elegancia –especialmente la elegancia mental– las que lo lancen a la acción. Del mismo modo que una buena ecuación matemática es elegante, un buen estratega cuida la elegancia.
 
No obstante, incluso este Marte tiene sus contradicciones. Las personas con Marte en Libra luchan cuando les mueve la idea de la justicia o de la injusticia. Dado que hay mucha injusticia en el mundo, resulta que siempre están irritados, aun cuando el mismo hecho de estar irritados les resulta irritante. Tan grande es el deseo de belleza que luego se transforma en un deseo de paz, de elegancia y de armonía. Sin embargo, un exceso de paz pone nervioso a este Marte.
 
En cualquier signo, Marte necesita mostrar su energía en nombre de algo, para mantener el flujo de su energía vital.
 
Este Marte ciertamente está más satisfecho cuando tiene un campo en el que luchar por la verdad, la belleza y la justicia y contra la fealdad, la mentira y la injusticia.
 
En su juventud, las ideas de los demás son muy reales y pueden ser perturbadoras. Luego, este niño descubre el poder de sus propias ideas. Ahora ya dispone de un arma. Yo creo que los obstáculos surgen en su propia conversación interna: por un lado, esto y por el otro lado, esto otro –ya conocéis la proverbial indecisión de Libra–.
 
La persona con Marte en Libra trata de sopesar detenidamente las cosas; y como cualquier Marte en Aire, tiende a pensar demasiado. Aunque se siente atacado por aquellas personas cuyas ideas y nociones sobre la belleza y el comportamiento correcto son distintas, puede esperar demasiado para defenderse; y cuando por fin se defiende, lo hace con exagerada vehemencia. Puede que pase por alto las grandes injusticias y que descargue el látigo sobre algo aparentemente trivial.
 
Ellos no se enfadan. Son los demás los que se enfadan con ellos; y tienes que pasar todo el tiempo peleando en aquellas batallas que ellos no quieren dar. Pueden ser muy pasivos-agresivos. Por otro lado, ellos luchan mejor cuando lo hacen por otras personas.
 
Marte en Libra tiene que hacer algo más que soñar con ello. Tiene que luchar por ello y así lo hace, para bien o para mal. El sendero hacia la excelencia, hacia el logro de la libre determinación, pasa por entrenarse para detectar el ideal que se esconde tras la percepción de la injusticia y abordarlo directamente. Y luego, descubrir la idea verdadera que motiva a la otra persona. Una vez pueden ver cuál es la idea que anima las acciones de esa otra persona, pueden decidir comprometerse o no. Cualquier acción posterior dependerá entonces, en última instancia, de su noción de verdad y belleza, y de lo lejos que puedan llegar por defender esas nociones.
 
Las personas con Marte en Libra usan a sus enemigos para ponerse en marcha. Darby: Eso puede ser un poco fuerte, porque no todo el mundo con Marte en Libra se crea enemigos. Pero todos podemos aparecer como enemigos de los demás cuando no actuamos desde el amor desinteresado. Un «enemigo» puede ser simplemente alguien que activa en nuestro Marte el modo defensivo. A menudo, al principio, las personas con este Marte descubren su propia pasión luchando contra las suposiciones que los demás hacen sobre ellos. Odian ser las víctimas de las ideas de los demás. Siempre es un shock, especialmente cuando aquellos a los que aman tienen una idea de ellos «injusta» o equivocada. Es difícil de soportar el hecho de que esas personas cercanas a ellos no tengan ideas y valores conformes a su estándar librano de verdad o belleza. Aquí es donde volvéis la mirada a Venus en la carta para ver de dónde proviene ese estándar.
 
La conjunción Marte-Júpiter es a menudo extraordinariamente carismática, como he dicho antes. Las personas que yo conozco con esa combinación parecen casi entrar en trance cuando están inspiradas.
 
Marte en Libra parece estar siempre a la defensiva.
 
Cuando Venus está también en Libra el problema se intensifica, especialmente para un hombre. No sólo se trata de que Marte se halla en el dulce y agradable reino de Venus, sino de que ella está en casa mientras Marte pasa por ahí. Ama la belleza, la elegancia y la gracia por encima de todas las cosas, pero Marte no puede evitar violentar sus valores más elevados de tiempo en tiempo. A veces simplemente está inquieto –estirando los brazos y rompe algo que ella aprecia. A Venus en Libra y especialmente en la casa I, le encanta que la admiren y que disfruten con ella; pero entonces Marte se levanta de un salto torpemente y súbitamente sale en defensa de algo o en pos de algo que brilla.
 
El peligro para Marte en Libra es que resulta difícil aceptar la responsabilidad por provocar la guerra, porque nunca es él quien la inicia – o eso es lo que parece–. Otra persona es la que ha hecho algo contra lo que hay que reaccionar. Este el obstáculo significativo y el que provoca ese nanosegundo de libre elección: ¿es ésta una pelea que valga la pena?
 
La excelencia de Marte en Libra tiene que ver con dar vida a ideas que traigan el orden y el equilibrio –elegancia– a su esfera.
 
La conjunción Marte-Neptuno en Libra es un aspecto doloroso en cualquier signo que se dé –cualquier meta a la que aspire se convierte en algo que no es lo que parecía desde lejos–. Eso genera algo parecido a la culpa juntamente con la decepción y así muchas veces tienen que justificarse de aquello que buscan y anhelan. Son atacados por sus deseos y con frecuencia no son capaces en realidad de explicar qué era o es aquello que les atrae.
 
 
MARTE EN ACUARIO
 
 
Son muy dogmáticos y fieles a sí mismos. Cualesquiera que sean sus ideales, tratan de vivir a la altura de ellos. Supongo que su carrera de obstáculos está jalonada de personas que no pueden ver la verdad que ellos ven o que, aun viéndola, no quieren vivir de acuerdo con ella.
 
Marte en Acuario es todavía inconsciente y sin refinar, se enfrenta a todo el mundo –todos aquellos cuya visión es mentalmente estrecha, retrógrada o simplemente inexistente–. Estalla de indignación virtuosa cuando se topa con sistemas o personas que no operan con su propia moral. En el peor de los casos, en su afán de imponer su perspectiva a los demás, puede ignorarlos por completo. Y tienen que hacer algo al respecto. Con este Marte uno tiene que vivir de acuerdo a sus ideales y hacerlo de forma manifiesta.
 
Cuando analicéis a Marte en Acuario, fijaos en Urano para saber de dónde provienen esos ideales; y luego a Saturno, para saber en qué área hay que trabajar directamente con esos ideales para transformarlos en algo real y tangible.
 
Sus obstáculos naturales son las personas y sistemas que se oponen o se resisten a sus ideas, que se convierten entonces en sus ideales.
 
Se trata más bien de que alguien que no actúa de acuerdo a su moral personal es peligrosa o incomprensible. Él va por la vida dando por supuesto que los demás tienen principios y luchan por ellos como él lo hace; y cuando se topan con la indiferencia, la ignorancia y la resistencia, es un shock para ellos. Pero es un shock que señala que hay algo por lo que vale la pena luchar. Reconocen que existe un principio del que los demás no son aún conscientes y que debe ser despertado en ellos. No está aún suficiente presente en el mundo y eso es lo que les da fuerzas.
 
Tiendo a pensar que las personas con Marte en Acuario son muy inteligentes,
 
Cualquier persona con Marte en Acuario debe romper con su idealismo para ser capaz de soportar y amar a la humanidad.
 
Generalmente Marte se expresa más fácilmente a través de los hombres. No sólo sus cuerpos, sino también su estructura psíquica tiende a ser la de Marte. Cuando Marte se activa en una mujer, ésta debe tener cuenta tanto su cuerpo físico como sus emociones. Probablemente por esa razón hemos tendido a ceder nuestro Marte al hombre –a encontrar un hombre que personifique nuestro Marte y a quedarnos detrás de él, incitándole, empujándole o animándole–. Aquellas de nosotras que estamos en la senda de la individuación tenemos que recuperar esas proyecciones en alguna medida; y es un trabajo duro. A veces somos como niños cuando Marte se pone en marcha. Pero nos convertimos en personas espléndidas una vez consideramos nuestros obstáculos naturales como un campo de entrenamiento para nuestro propio guerrero. Es ese nanosegundo de decisión: ¿estoy luchando por mí misma o por aquello que quiero transmitir? Ese momento de elección nos abre el camino hacia la excelencia.
 
La paradoja Saturno-Urano y en su expresión menos «refinada»: ignoran a las personas en su defensa de ideales que favorecen un mundo mejor. Les resulta difícil creer que otros no vean la verdad que ellos perciben tan claramente.
 
 
MARTE EN EL ELEMENTO AGUA
 
 
Marte en los signos de Agua me hace pensar en guerreros y terroristas submarinos o conductores de delfines.
 
Marte en Agua me hace pensar en un hervidor de agua eléctrico: tarda un tiempo en calentar el agua; pero cuando hierve, lo hace de verdad.
Una imagen muy práctica y apropiada.
En los signos de Agua Marte se encuentra en Exilio en Cáncer, en domicilio en Escorpio y… en un desastre en Piscis.
 
Marte en Escorpio está en su casa, mientras que Marte en Piscis es un emplazamiento bastante exótico.
 
 
MARTE EN CÁNCER
 
 
Ésta es una energía guerrera compleja; y las personas que la poseen a menudo han sido criadas por su madre de una forma que eclipsa al padre, a veces por muy buenas razones y otras veces por no tan buenas razones.
 
Conozco unas cuantas personas con Marte en Cáncer con todo tipo de aspectos difíciles sobre él, que han llevado a cabo acciones extraordinariamente heroicas en varios momentos de sus vidas.
 
Para las personas con Marte en Cáncer la motivación está en proteger o defender a aquellos que son débiles, ya sea debido a la enfermedad, la juventud o a que son convertidos en víctimas por otros.
 
Una persona con Marte en Fuego puede escalar una montaña por el gusto por la aventura; pero una persona con Marte en Cáncer debe tener otra razón para hacerlo.
 
A veces este Marte es atraído a la acción por la necesidad de superar su propio sentimiento de desamparo o de enredo emocional con otra persona.
 
Cada vez que veo un planeta en Cáncer, mis ojos buscan inmediatamente a la Luna. Con Marte en Cáncer, la Luna nos dice qué arquetipo es protegido o defendido. No quiero decir que todos los presentes con Marte en Cáncer os lanzáis a la acción en nombre de vuestra madre o que simplemente os motivan cosas que os alejarán de ella. Hoy en día raramente somos tan literales, pero vale la pena revisar una y otra vez. La Luna, no obstante, nos dirá a qué reina está sirviendo Marte: las imágenes, el territorio, los principios o los sueños que hay tras el afán de lanzarse a la acción.
 
Como sabemos, se dice que Marte que está en situación cósmica de caída, como signo opuesto a Capricornio, el signo de su exaltación. El lado basto, inconsciente y sin pulimento de Marte expresará su agresividad e irritación tras las puertas cerradas del hogar en las relaciones personales y se protege a sí mismo con gran tenacidad. Aquí Marte puede quedar atrapado en riñas que dejan a los involucrados con una sensación desagradable e inquietante. Hay un juego de acusaciones y réplicas, heridas y repliegues, cuando realmente sería preferible salir fuera y pelearse por el hogar o en nombre de él. En este territorio lunar a veces resulta difícil reconocer qué formas son obstáculos a superar y cuáles son fuentes nutricias que abrazar. Que esté en detrimento no le impide ser heroico.
 
Los verdaderos obstáculos a menudo son muy personales y ocultos a la vista pública.
 
Con Marte en Cáncer, la Luna es un factor que influye poderosamente en la manera en que entras en acción. Nos dice cuál es el sentimiento subyacente que nos hace ponernos en marcha.
 
Con la Luna en Escorpio, el apego a la madre es profundo y ferozmente protector, aun cuando en ocasiones vaya en contra de uno mismo.
 
La gente con la Luna en Escorpio que sienten una profunda aversión hacia su madre.
 
Cuando la Luna está en Cáncer, el instinto infantil de proteger a la madre va de la mano al impulso de protegeros a vosotros mismos, pero esos dos impulsos no siempre van en la misma dirección.
 
La Luna y Marte están en recepción mutua a través del domicilio clásico de Escorpio.
 
A menudo Marte en Cáncer no sabe lo que quiere ni tampoco cómo llegar a ello. El deseo se enreda en las telarañas de los recuerdos de las primeras batallas relativas a la necesidad de proteger a vuestra madre, o de protegeros a vosotros mismos de sus necesidades. Cuando esto ocurre, podéis ser expulsados literalmente al mar, en medio de un torbellino de emociones, y abandonados, tras ser emocionalmente vaciados, el algún lugar de una solitaria playa interior. Como ocurre con cualquier planeta en Cáncer, vuestra energía se repliega sobre sí misma y debe ser tentada a salir con el anzuelo de una promesa de alimento.
 
Cuando aquellos de vosotros con este emplazamiento establecéis claramente una meta, podéis alcanzarla en un abrir y cerrar de ojos.
 
 
MARTE EN ESCORPIO
 
 
Marte está perfectamente en casa en Escorpio. Puede operar con total eficacia en las profundidades, donde las experiencias, los sentimientos y los impulsos pueden ocultarse por motivos nobles o no tan nobles. Os lo podéis encontrar en cartas de personas que demuestran lo que son aceptando desafíos que suponen un entrenamiento en el espionaje. Bueno, quizá no literalmente; pero sí que entran en acción con una gran sensibilidad a cualquier matiz de peligro. Parece como si el peligro les excitara y les despertara. Les alerta de la posibilidad de que exista algo deseable. Y que aquello que es deseable es siempre algo que exigirá enormes cantidades de energía. El desgaste de esa energía, el compromiso apasionado, transforman siempre sus vidas y las vidas de aquellos con los que entran en contacto durante el trabajo, cualquiera que éste sea.
 
Las personas con Marte en Escorpio no enseñan sus dientes y tú crees que son mansos y dóciles. Y de pronto, un día, ¡zas! Se dan la vuelta y pueden arrancarte la pierna de un mordisco por algo que dijiste o hiciste y no tenías ni idea. De pez tropical a tiburón blanco en menos de sesenta segundos.
 
En esas aguas profundas y complejas Marte sigue oculto, a veces durante largos períodos de tiempo; y de pronto salta a la superficie, todo él fuego y hielo oscuro. Los demás a menudo se quedan sorprendidos y sí, una vez en marcha, es difícil de olvidarle.
 
Cualquier planeta en Escorpio detecta los fallos de un sistema y, dependiendo del planeta, es arrastrado a lidiar con esos fallos de un modo u otro.
 
Lo importante de las profundidades escorpianas es que no obtendrás el tesoro si no llegas hasta él.
 
Marte en Escorpio se queda bajo la superficie hasta que aparece algo que enciende su energía a toda potencia. No importa lo fría que sea el resto de la carta: este planeta busca el contacto íntimo que transforme tanto a su «objetivo» como a sí mismo. Una vez está en marcha, es todo o nada. Quien esté emocionalmente comprometido tendrá a la vista sus fortalezas y debilidades, lo que es el caso de Marte en Escorpio. Una vez se pone en marcha, no se detiene hasta que todo ha sido transformado.
 
En el mejor de los casos es inmensamente eficaz. Los viejos y trasnocha-dos hábitos son eliminados, se queman ingentes cantidades de basura y se hace espacio para que entre y crezca nueva vida. Cuando las cosas deben ser llevadas a su final, limpiadas y resueltas, este Marte cobra todo su valor. ¡Qué gran guerrero es cuando se trata de realizar un verdadero trabajo por alguien que tiene las ideas claras y que aspira a un bien mayor que el suyo propio! No obstante, esa clase de trabajo no siempre es una oferta. Mientras no haya nada que hacer que encienda dicha energía, se deslizará bajo el agua esperando. Si no hay ningún desafío importante a la vista o la persona se abstiene de hacer su trabajo transformador porque otras partes de su personalidad le niegan esa libertad, dará vueltas en círculo y puede parecer vacío de deseo y pasión.
 
A Marte en escorpio le veo como un guerrero hecho para reconocer sistemas y personas que de alguna manera se les impide expresar plenamente su energía vital. Ésa es su «virtud».
La posibilidad de la transformación inflama sus sentimientos profundos. Consciente o inconscientemente,
 
Marte en Escorpio percibe las debilidades y dispara al blanco. Este instinto puede ser noble o innoble. Las personas con este Marte poseen el extraordinario poder de penetrar bajo la superficie de aquello que los atrae y transformarlo por completo. Se deshacen de aquello que está marchito o es inútil y podan el árbol hasta que su naturaleza esencial es libre para volver a alimentarse de nuevo. Debido a su poder, éste es un Marte que realmente exige haber recorrido el camino de la individuación. Si está sin refinar o es torpe, puede provocar un desastre.
 
Marte en Escorpio percibe las debilidades y dispara al blanco. Este instinto puede ser noble o innoble. Las personas con este Marte poseen el extraordinario poder de penetrar bajo la superficie de aquello que los atrae y transformarlo por completo. Se deshacen de aquello que está marchito o es inútil y podan el árbol hasta que su naturaleza esencial es libre para volver a alimentarse de nuevo. Debido a su poder, éste es un Marte que realmente exige haber recorrido el camino de la individuación. Si está sin refinar o es torpe, puede provocar un desastre.
 
Las personas con Marte en Escorpio pueden trabajar muy duro durante una increíble cantidad de tiempo. Si otros factores indican una personalidad sensible y delicada, los desafíos que acepten les empujarán a diversos extremos en su vida. Pero siempre hay un mundo nuevo al otro lado. Tienen grandes poderes de regeneración y renovación.
 
Cualquiera que se halle en la senda de la individuación, el asunto es dominar a Marte y transformarlo.
 
Quienes tengan a Marte en Escorpio deberán volver su vista a Plutón y a sus dispositores para ver cuál es el camino, Si Marte se halla en otro signo, fijos en el dispositor para ver qué es lo que está siendo empujado a alcanzar un estado de conciencia menos salvaje. Marte asociado a Plutón indica una vida en que la única posibilidad de vivir es hacerlo desde la verdad absoluta. Trabajar ese instinto rudo y primario de supervivencia es la máxima prioridad. Toda la comprensión, sabiduría y claridad en el mundo no significarán nada si tu voluntad no se dirige a lograr desarrollar lo mejor y más elevado de nuestro ser. Para los nativos con Marte en Escorpio o Marte en un ángulo difícil con Plutón, es una regla infalible que la vida les irá poniendo obstáculos que exigirán de ellos la confrontación al nivel más profundo –en última instancia, con uno mismo, pero con los demás para empezar–. Estos aspectos exigen que uno verdaderamente elija cómo va a expresar sus deseos, su ira, su pasión. Plutón en aspecto con Marte puede hacerte pensar que una observación hecha de pasada es una declaración de guerra; y eso mismo puede iniciar la guerra. Tener a Marte en Escorpio o en un ángulo difícil a Plutón en una carta está diciendo: «Esta vida trata de la transformación de la voluntad individual en una Voluntad mayor». Sea lo que sea lo que ocurra, ése es el tema.
 
Formamos todos parte de algo mayor –y Marte, como cualquier guerrero, se siente más satisfecho cuando combate por un premio que está más allá de su alcance y en nombre de la imagen, territorio, ideal o recuerdo más preciado. Nos descubrimos a nosotros mismos cuando sabemos a quién servimos. Cuando nuestro objetivo está claro, estamos en el camino de llegar a ser nosotros mismos.
 
 
MARTE EN PISCIS
 
 
A Marte en Piscis le resulta difícil localizar su propia pasión. Las burbujas de aire deben primero llegar a la superficie.
 
El deseo y la gratificación son complejos para Marte en Piscis.
 
Los nativos con este Marte no necesariamente quedan satisfechos al obtener lo que quieren. Cuando son niños, están sintonizados con la tristeza o la decepción de su padre, o se sienten decepcionados por su causa. Pero a menudo no se trata sólo de decepción. Este Marte tiene muchas capas; y cuando entre padre y el hijo hay amor y pérdida, deseo, emoción y decepción, está todo mezclado. He conocido a mucha gente con Marte en Piscis cuyos padres han sido poderosos en el mundo. Pero el hecho de que encontréis a Marte en Piscis en sus cartas os dice que ellos sintieron un anhelo distinto por debajo de la búsqueda del éxito por parte de su padre. Mucha de la gente que conozco con este emplazamiento siente una gran simpatía por los oprimidos y los marginados.
 
Creo que de algún modo ambas cosas están conectadas. Se trata de un guerrero cuyo padre y abuelo podrían provenir de culturas diferentes. Ha heredado de ellos más de una manera de conquistar, proteger y defender su reino. A veces usa una de ellas, y a veces otra, por lo que es complicado determinar la posición de este Marte. Muchos hilos ancestrales penden de ese arsenal, de forma que cuando es eficaz, lo es de una forma maravillosa; pero cuando pierde entusiasmo, nada sin rumbo en círculos y se enreda en las gruesas cañas del lado sombrío del estanque.
 
Parece que, a menos que Marte en Piscis actúe en nombre de otra cosa que no sea su propia gratificación, queda vacío.
 
Los nativos de cierta edad con Marte en Piscis me dirán: «No, yo no tengo pasión. ¿Qué es eso del deseo y del afán? Cuando era joven eso hizo que me metiera en problemas cuando era joven. Lo de la excelencia está muy bien, quizá. ¿Pero y qué?». Yo trataba de darles una noción de su afán y su excelencia. Pero ellos no hacían otra cosa que mantenerlos en secreto, ¿verdad? No es algo que deba verse a plena luz del día, sino que se agotará de inmediato. Sus colores, como el agua, pueden aparecer y desaparecer. Parece que, a menos que Marte en Piscis actúe en nombre de otra cosa que no sea su propia gratificación, queda vacío. Pueden dar vueltas en círculo en el fondo de la pecera, activando el caso, secreta-mente resentidos y compadeciéndose de sí mismos. Pero cuando actúan por cuenta de los pobres, los desposeídos o los débiles, parecen sentir mucha más alegría de esas acciones. Si la oportunidad de cumplir un sueño sirve también a un deseo secreto de algo distinto, pueden llegar hasta el final.
 
Los nativos con este Marte parecen sufrir algún tipo de pérdida antes de poder abrirse a las dimensiones más amplias de la vida. No quiero decir que ellos sufran la pérdida más que los demás; pero sí que la sienten muy profundamente en su alma. Su afán los envía a viajes que prometen una cosa pero de los que obtienen una cosa distinta. Ese dolor tan agudo amplía su conciencia al dolor que hay en su alrededor. Pero primero deben perderse en sus propios sueños rotos y sus desilusiones. Eso puede durar un minuto, una hora, un mes, pero puede parecer una eternidad. Y entonces algo destella en la superficie y, antes de que se den cuenta, ya están en movimiento otra vez. En algún punto hay un momento de claridad; y desde ese momento ellos empiezan a tener posibilidades de elegir. No todo el mundo acepta ese momento de elección. Algunos lo toman y otros lo dejan de nuevo. El por qué unos lo hacen y otros no es un misterio. Pero eso es cierto para cualquier Marte.
 
Marte en Piscis posee una cualidad impersonal.
 
Marte en Piscis posee una cualidad impersonal. Honrar sentimientos que no tienen un orden «racional» os mantiene a salvo del ahogamiento. Entrar en acción os suscita recuerdos más allá de la memoria y, a medida que avanzáis, a menudo resolvéis y elimináis problemas del pasado de formas que ni siquiera entendéis.
 
A veces Marte en Piscis tiene miedo de actuar, por ser demasiado consciente de la onda expansiva que sus acciones pueden provocar. En el agua es posible ver las ondas.
 
Las personas con Marte en Piscis os perdéis en la contemplación de las posibles repercusiones. Pero muchos nativos con Marte en Piscis siguen su hambre de sensaciones, de sentimientos y de éxtasis durante algún tiempo antes de ser conscientes de los efectos en sí mismos y en los demás. Cuando se dan cuenta, puede empezar a actuar el impulso hacia la excelencia. Pero hay algo más con Marte en Piscis. En última instancia, lo que le excita y carga de energía es traer la libertad a sí mismo y a los demás. Vemos ahí a Júpiter tras ese anhelo. Si no hay perspectiva de libertad, para este Marte no vale la pena ganar. Bajo la regencia de Neptuno, nos sentimos libres de la densidad del tiempo en que todos estamos atrapados. La libertad es la llamada de las profundidades. Pero esta libertad tendrá muchas caras y adoptará muchas formas, tantas como nativos de Marte en Piscis hay. Marte en Piscis tiene algo de jugador. ¿Es debido también a la regencia de Júpiter? Es distinto a Marte en Sagitario, al que no le importa aceptar riesgos. En su caso, se trata de lidiar con algo más oscuro. A veces lo apuesta todo por algo tan oscuro que nadie es capaz
 
Para progresar hacia el reino de la excelencia con Marte en Piscis, tenéis que capear las olas de vuestro anhelo de intimidad, de totalidad, de unión. Ciertas personas y cosas pueden suscitar ese anhelo derramándose en vosotros, pero sólo cuando hayáis pasado por las suficientes desilusiones encontraréis el camino que lleva a la libertad. No importa con qué meta esté soñando vuestro Marte: sólo podréis alcanzarlo dejándolo ir en un punto determinado, dándole la libertada. Tan pronto deis rienda suelta a vuestro entusiasmo para seguir las oleadas de energía entre vosotros y vuestro objetivo, es más probable que seáis llevados hacia éste. Pero debéis estar dispuestos a sacrificar vuestro anhelo con tanta frecuencia como aparezca, para llegar a alcanzar vuestro propio potencial para el éxito y para el cumplimiento.
 
Me pregunto cuántos de vosotros habéis llegado al punto en que podéis dominar vuestros deseos en vez de ser dominados por ellos. ¿Cuántos de vosotros sabéis qué deseos os llevarán actuar de forma que estéis más preparados para la vida, y cuáles de ellos os alejan de vuestro verdadero ser? Son preguntas que deberíamos hacernos a nosotros mismos para que, cuando Marte sea estimulado –ya sea para conquistar, ganar, sacar provecho, proteger o defender–, seamos capaces de elegir aquello que nos proporcionará dirección y control sobre nuestra vida. Que digamos sí o no a Marte no es la cuestión. Se refiere más a reconocer el momento en que uno elige y ser consciente de a dónde llevan las decisiones que tomamos. Esta capacidad de elegir evoluciona al reconocimiento de que determinadas opciones abren puertas a caminos que conducen a una mayor satisfacción que otros. Cuanto más ejercitemos la capacidad de elección al inflamarse Marte, mayor será nuestra capacidad de elegir aquellas dimensiones en que nosotros llevaremos las riendas de nuestra vida. Esto nos conducirá a lugares en que seremos capaces de seguir el impulso interior que es mayor que la mera satisfacción de nuestra voluntad personal. Paradójicamente, esto acaba siendo mucho más satisfactorio que la sola gratificación personal. No estoy segura de que ese impulso hacia la virtud, hacia el desarrollo de uno mismo hasta lo máximo, más elevado y más excelente que uno pueda llegar a ser es algo innato en algunas personas y no en otras, o si es un potencial que existe en toda persona. Mi propio bagaje cultural y educación me inclinan a creer que es un potencial en todo el mundo. No todo el mundo quiere eso. Mucha gente simplemente quiere lo que quiere y no se plantea esforzarse en el proceso de individuación ni buscar la excelencia. Pero para quienes están dispuestos a hacer el esfuerzo, conocer el propio Marte y sus formas de expresión ruda o pulida es la mejor manera de empezar.
 
 
MATONES Y GUERREROS
POR LIZ GREENE
 
 
Cuando nos fijamos en Marte, contemplamos un principio arquetípico de cuyo lado oscuro tenemos un miedo muy comprensible. Por otro lado, sin este principio arquetípico carecemos de la capacidad de funcionar en el mundo, así como de crear una mejor realidad tanto individual como colectivamente. El problema de Marte es urgente e intensamente importante para todo astrólogo. Cada cliente con que nos encontramos tiene algún problema con Marte, así como podemos tenerlo nosotros mismos, porque hay un problema colectivo no resuelto con Marte que nos afecta a todos.
 
Cuando a este planeta se le niega una expresión consciente, irrumpe de forma compulsiva, así que podemos observar algunas de sus manifestaciones características como la violencia gratuita, tanto perpetrada como sufrida–, así como muchos tipos de síntomas y trastornos psicosomáticos. Y a menudo, el estado psicológico oculta a un Marte furioso acechando bajo la superficie.
 
Algunos de los mitos acerca de los dioses guerreros nos pueden decir mucho sobre la naturaleza de Marte.
 
En la astrología, cada planeta simboliza un patrón arquetípico en la vida –lo que los antiguos denominaban dioses–.
 
Se encuentre donde se encuentre Marte en nuestra carta, nos acaloramos con aquellas cuestiones mundanas que suscitan nuestra propia vulnerabilidad individual y nuestro deseo de desatar la agresión.
 
 
MITOS Y PSICOLOGÍA MARCIANA
LA LUCHA POR NACER: MARDUK
 
 
Marduk es un dios babilonio del fuego tanto con cualidades solares como marcianas. Hoy me concentraré en éstas últimas3. Marduk y sus hermanos y hermanas divinos estaban encerrados en el útero de Tiamat, la gran madre-agua. Cuando esos dioses menores fueron amenazados de extinción, Marduk fue el único que tiene la iniciativa de luchar por su supervivencia.
 
Planta cara a Tiamat y se las arregla para destruirla antes de que lo haga ella. De su cuerpo inerte Marduk crea el cielo y la tierra. Por tanto, este ardiente dios guerrero es el creador del mundo manifiesto.
 
Los babilonios imaginaron el principio de la creación como una terrible batalla que exigía heroísmo y coraje. La imaginería de este mito de la creación describe una dinámica psicológica relevante en cualquier situación en que es necesario sobrevivir mediante la lucha y la separación. La imagen de Marduk destruyendo a su madre y construyendo el mundo a partir de su cuerpo no es sólo un retrato simbólico del nacimiento físico. También es un retrato del surgimiento del individuo –el nacimiento de la conciencia individual–. Se trata tanto de un nacimiento psicológico como biológico. Sabemos que el nacimiento físico es una lucha a vida o muerte.
 
En la carta asociamos el nacimiento con Aries y la casa I y, más específicamente, con el Ascendente. No obstante, puede que no nos demos cuenta de que el nacimiento psicológico requiera también una batalla. Queremos que nuestro desarrollo individual discurra de forma plácida, armónica y sin preocupaciones. A pesar de nuestros deseos, emerger como individuos separados supone una especie de guerra, ya sea que ese nacimiento implique una toma de postura como individuos frente a la familia o contra el colectivo. Es difícil y doloroso aceptar el hecho de que debemos luchar y matar –esperemos que no en sentido literal, sino simbólico–. Sólo la victoria asegura nuestra supervivencia.
 
 
GUERRAS INFANTILES
 
 
La batalla forma necesariamente parte del desarrollo de nuestro ego en la infancia, que es la razón de que el mito de Marduk siga teniendo eco y relevancia en la actualidad. Tenemos que luchar primero para nacer. Luego tenemos que luchar para lograr nuestra autonomía psicológica. Hemos de pelear con nuestra madre por cada centímetro del camino. Gritamos cuando tenemos hambre. Pataleamos y nos retorcemos cuando somos tomados en brazos contra nuestros deseos. Luchamos contra la limitación no sólo de los brazos de nuestra madre, sino de nuestra torpeza y falta de coordinación de movimientos. Nos enfurecemos cuando nuestros brazos y piernas no hacen lo que nosotros queremos que hagan. Llegamos así a una etapa que se denomina la de los «terribles dos años» en que, no importa lo bien enseñados que estemos, debemos pelear por romper los límites que se nos han impuesto. Cogeremos rabietas, patearemos el suelo, berrearemos, escupiremos el puré de patatas y aguantaremos la respiración hasta volvernos azules. Nos afirmamos como seres separados frente a nuestra madre y exigimos el reconocimiento de nuestra voluntad separada. Si no podemos hacer esto, no llegaremos a convertirnos en verdaderos individuos. Si no consideramos esta clase de comportamiento como una amenaza es sólo porque los bebés son de pequeño tamaño. Si una persona ya crecida, alta, melenuda y de musculatura imponente, coge una rabieta, seguro que saldremos corriendo en dirección contraria. Como espero que todos hayáis reconocido, los «terribles dos años» coinciden con el primer retorno de Marte, porque Marte tarda dos años en dar la vuelta completa al zodíaco.
 
Cuando vuelve a su lugar natal por primera vez, nos ponemos en modo de pelea. Nuestro espíritu combativo se despierta e intenta afirmar su identidad. Toleramos esto en nuestros propios hijos. Lo toleramos incluso –o lo intentamos tolerar, al menos– cuando oímos chillar al niño de alguien en un restaurante o supermercado, porque sabemos que es sólo un niño pequeño y que no puede hacernos daño. Sin embargo, la rabia del niño es una rabia asesina. Hemos olvidado ya la cantidad de rabia que se necesita para afirmarnos como seres separados. Cuando sentimos esta rabia de adultos, nos aterroriza.
 
Durante el primer retorno de Marte intentamos solucionar el problema de cómo manejar nuestra ira. Pero es posible que lleguemos a la edad adulta sin saber si poseemos la capacidad de contener esa ira. ¿Qué ocurre con esa ira si crecemos sin saber cómo manejarla? La mayor parte del tiempo la reprimimos.
 
¿Cuántos de vosotros tenéis problemas para decir «¡No!»?
 
Desde luego, hay mucha gente que intenta ejercitar el arte de la intimidación con independencia de lo auténtico que sea nuestro rechazo. Entonces, nuestro rechazo debe ser reiterado más de una vez y quizá de una forma más imperiosa: «¿Qué parte de «no» no entiendes?» o, si el acosador es especialmente insistente, «¡Vete a tomar por culo, cabrón!». Afortunadamente, la mayoría de la gente no es tan obsesiva en cuanto a su deseo de hacer lo que le dé la gana, ni desprecia tanto el derecho de los demás a tomar sus propias decisiones. Desgraciadamente, solemos encontrarnos con este tipo de personas en la infancia y suelen ser nuestros padres. Ésta es la razón por la que Marte puede suponer un problema enorme en la edad adulta. Aun siendo adultos hechos y derechos, podemos sentirnos como niños ante padres-dioses apabullantes y entonces perdemos la confianza en nuestras propias fuerzas. Nuestro «¡No!» suena como un balido de oveja y no se toma en serio. Para que un «¡No!» suene auténtico, exige un uso consciente de Marte. Cuando la afirmación de nuestra voluntad enmascara una poderosa ambivalencia interior, los demás no nos creen y usarán su propio Marte para arrebatarnos lo que quieran. Si esperamos que los demás respeten nuestra autonomía, es necesario que nos respetemos profundamente a nosotros mismos. Entonces nuestro «¡No!» significará realmente «¡No!» y no habrá lugar a equivocación alguna, aun cuando se exprese de forma suave y delicada.
 
No debería sorprendernos que estas personas un día explotaran y se liaran a puñetazos. No pocas veces descargan su ira sobre su pareja o a sus o, en circunstancias muy extremas, se vuelven violentos contra cualquiera que se interponga en su camino.
 
La parte complicada de trabajar creativamente con Marte es que la existencia de aquello a lo que todos parecéis temer es inevitable. Expresar a Marte, incluso de maneras positivas y como afirmación de la vida, a veces nos alejarán de los demás. Si no estamos de acuerdo con otra persona y deseamos afirmar nuestros propios deseos, corremos el riesgo de no gustar a los demás –particularmente a aquellos que necesitan controlar el mundo a su alrededor–. Podemos perder el amor de los demás, si es que la palabra «amor» es la adecuada, y nos sentiremos rechazados. Podemos ser acusados de malas personas; incluso podríamos estar de acuerdo con esa acusación.
 
Cualquier estructura social establece ciertos límites a Marte.
 
En orden a la convivencia, Marte debe ser educado y canalizado constructivamente. Pero cada uno de nosotros necesita afirmar su voluntad individual, así como sus deseos y metas individuales. El experimento a gran escala del comunismo soviético se colapsó en gran medida porque exigía la eliminación absoluta de la voluntad individual. En Inglaterra no vivimos en una sociedad tan opresiva, si bien sufrimos una forma más sutil de opresión. Es algo más profundo y antiguo que la ideología, de motivación religiosa más que política e impuesto a millones de personas de forma inconsciente más que consciente. Se ha incorporado a la cultura occidental durante dos mil años. Si aceptamos el concepto de «era astrológica», durante los últimos dos mil años la psique colectiva ha sintonizado con los valores de Piscis/Neptuno. Marte es enemigo natural de Neptuno. Allí donde domina el anhelo neptuniano de fusión, Marte resulta castrado. Si creamos y vivimos en un mundo en el cual los valores neptunianos se consideran el máximo bien, inevitablemente Marte se convertirá en el «malo de la película». Ése es el papel que se asignará a la autoafirmación y al impulso competitivo. No puede ser de otra manera. Un individuo podría integrar ambos principios de muchas maneras. Pero arquetípicamente son enemigos mutuos.
 
La lucha por afirmar la individualidad está encapsulada en el mito babilónico de Marduk. Pero Marduk no es una imagen que nos resulte simpática, debido a nuestras proclividades neptunianas. No debemos enfadarnos. No debemos afirmar nuestros deseos egoístas. No debemos mostrar instintos competitivos. Debido a este patrón profundamente insertado en la psique colectiva, tenemos muchos problemas con Marte, que comienza con una pequeñez como no ser capaces de decir «¡No!». Dado que no estamos en contacto con Marte, tenemos miedo de nuestra propia ira. No conocemos sus límites y tampoco tenemos idea de si podremos mantenernos en equilibrio y canalizarlo constructivamente. Nuestra ira es un monstruo que nos aterrorizaría si rompiera los barrotes de su celda; y si hiciera tal cosa, estamos convencidos de que lo destruiría todo en su rabia destructiva, sin que nosotros pudiéramos hacer nada al respecto. Naturalmente esto se convierte en una profecía autocumplida, pues la erupción de un Marte furioso es precisamente lo que ocurre en nuestras ciudades del mundo occidental.
 
Mucha de la violencia colectiva que vemos, sobre la que leemos o sufrimos es la expresión patológica de Marte. Esto crea su propio círculo vicioso. Estamos aterrorizados de expresar el planeta porque creemos que su habitual expresión negativa en el mundo es su verdadera naturaleza. Y el miedo a expresar este planeta a lo largo de los siglos ha contribuido sin duda a la forma en que se expresa en nuestros días. Por esta razón es necesario que miremos más de cerca las raíces y la naturaleza de la crueldad. La crueldad gratuita no es un atributo inherente al dios de la guerra.
 
 
ARES, EL DIOS SIN PADRE
 
 
Vamos a movernos hacia el dios griego de la guerra, Ares. Nos encontramos con él por vez primera en la Ilíada de Homero, en que su nombre es sinónimo de guerra.
 
En el poema se dice que otorga un valor salvaje a los hombres y diversos héroes se comparan con él al prepararse para enfrentarse a sus enemigos. No debe sorprendernos, pues, que luche en el mismo lado que Apolo, y que cumpla los deseos del dios Sol. También hace algo que ningún otro dios hace en este gran poema épico: lucha en verdad contra los griegos como si fuera un guerrero humano ordinario. En otras palabras, se manifiesta en el plano terrenal, en el nivel corporal, mientras que los otros dioses influyen en la batalla de forma invisible, desde arriba. Esto es relevante para nuestra comprensión del Marte astrológico, no sólo de su naturaleza física e instintiva, sino de las formas en que un Marte bloqueado tiende a somatizarse a través de la enfermedad física.
 
El principal enemigo de Marte entre los dioses, como lo cuenta Homero, es Atenea. Es también una diosa de la batalla, pero sus posiciones son rigurosamente antitéticas. Ares, el guerrero masculino, es concebido por Hera sin ayuda del semen masculino. Por su parte Atenea, la guerrera femenina, es concebida por Zeus sin ayuda de un útero femenino. La mitología acredita que Marte violó y embarazó a muchas mujeres. Su nombre romano, «Marte», deriva de la raíz mar o mas, que describe la fuerza generadora. En contraste, Atenea es la suprema diosa virgen. Está dotada de una gran sabiduría, de la que Ares lamentablemente carece, hasta el punto de que en el fragor de la batalla no es capaz de distinguir entre amigos y enemigos. Atenea es una diosa querida por todos los dioses, mientras que Marte es odiado y a veces temido por ellos. En la Ilíada, un enfurecido Zeus apostrofa así a esta criatura pendenciera del reino ctónico: Tu placer siempre ha sido la riña, la guerra y la lucha. De tu madre heredaste ese ánimo inicuo y soberbio, de Hera, a quien con palabras no puedo meter en cintura4.
 
Hera da a luz a Ares como represalia por el insulto de Zeus a su naturaleza instintiva. Esto nos dice algo muy importante sobre el Marte astrológico. Aunque la imagen mítica es indiscutiblemente y exageradamente masculina, este dios sin padre no tiene parentesco alguno con el reino celestial de Zeus. ¿Qué nos dice eso de la naturaleza de la energía de Marte y de su expresión?
 
Que está en el cuerpo.
 
Marte pertenece al reino de los instintos y del cuerpo. No es un principio espiritual y no tiene nada que ver con el intelecto, la visión o la aspiración. Marte es la sangre roja que nos mantiene vivos, la adrenalina que nos permite movilizarnos para el ataque o la defensa. La guerra es una dimensión inevitable de esta deidad porque todo ser vivo debe luchar para preservar su territorio. La naturaleza no es un lugar pacífico. Nos gusta imaginarla como llena de verdor, con grandes árboles, florecitas y mariposas revoloteando alrededor. Pero si observamos más de cerca, deberemos forzosamente reconocer que, en efecto, es violenta. Siempre hay una batalla en marcha.
 
Luchar para preservar el territorio, para ganarlo, para emparejarse, para procrear, para liderar la manada: todas ellas son funciones marcianas. Plutón está más relacionado con la evolución general y la supervivencia de las especies; pero la supervivencia no implica necesariamente una lucha; y en cuanto a la supervivencia de la especie, puede exigir una capacidad de adaptación o la extinción de una forma particular de vida o especie.
 
Marte es un planeta personal y simboliza el principio de la lucha en cada organismo individual. Muchas especies animales construyen su vida alrededor de ese principio de lucha. El líder de la manada debe luchar para mantener su dominio sobre los otros.
 
Este principio también funciona en el nivel humano. Tiene sus propias leyes, que hunden sus raíces más en el instinto que en el intelecto.
 
Marte puede ser reprimido, herido o aprovechado creativamente; pero no se puede modificar su naturaleza fundamental, ni a través de concepciones uranianas de igualdad y progreso social, ni por sueños neptunianos de unidad cósmica. Es un principio extremadamente personal que se moviliza por una criatura, rebaño, manada o tribu específicos.
 
Marte es sensible a las obligaciones del parentesco y a la inspiración de una causa – esta faceta de la naturaleza del dios de la guerra es evidente en muchos mitos– pero no podemos hacer que Marte se mueva por principios ideológicos abstractos. Si luchamos en nombre de un grupo, debe existir algún tipo de vínculo personal, algún tipo de inversión que es tanto emocional como instintiva por naturaleza y que sirve al individuo. El êthos comunista es un êthos que intenta negar la realidad de Marte. Esto no ha funcionado jamás. No podemos erradicar a ningún planeta; y es una idea particularmente pésima intentar erradicar a Marte.
 
Ciertas posiciones por signo y casa y aspectos añaden un elemento cerebral a la expresión de Marte. Pero esto tiene más que ver con la coloración y la canalización de la energía marciana que con la alteración de su naturaleza.
 
Marte en Acuario o Libra, o en aspecto a Urano, pueden insistir en la ética o la responsabilidad social hasta el punto de limitar aquellas facetas más brutales de Marte y el individuo prefiere perseguir sus metas en un contexto de cooperación más que de competición. Pero en sí mismo el principio de Marte no cambia: únicamente luchará «por mí y por lo que es mío».
 
En el mito, Ares es una criatura tribal. No le interesa lo más mínimo el funcionamiento general del cosmos. Lucha porque para él tiene sentido y porque le gusta la lucha por sí misma. A diferencia de Atenea, no se plantea que exista un todo mayor. Por esa razón en la Ilíada parece muy estúpido. No obstante, no es en absoluto estúpido cuando se mueve en su propia esfera. Pero simplemente no ve el panorama general.
 
Somos criaturas centradas en nosotras mismas, criaturas tribales; y todos tenemos a Marte en la carta. Claro que también tenemos otros factores; pero sería más sabio aceptar la dimensión marciana de la naturaleza humana y trabajar constructivamente con ella, en vez de fingir que podemos erradicarla o trascenderla.
 
El componente tribal de nuestra naturaleza es la razón última de muchas guerras, aunque nos guste pensar que entramos en guerra para defender unos ideales elevados. Eso es una verdad a medias en ciertos casos. No obstante, Marte tiene siempre una motivación egoísta. De otro modo, la gente no lucharía ni arriesgaría su vida.
 
Cuando se nos pide que ignoremos nuestros deseos personales y que luchemos en nombre una abstracción, Marte se molesta mucho. Entonces tanto puede que rechacemos luchar –lo que ocurrió durante la guerra de Vietnam– o que utilicemos esa abstracción como excusa para desatar luchas y venganzas al abrigo de una ideología, como ocurrió en Irlanda del Norte o en la Europa oriental. Contemplamos con condescendencia y desprecio las guerras tribales, como las que tienen lugar en África. Pero nuestra hipocresía disfrazada de nobleza no favorece en absoluto el uso más creativo de la energía de Marte.
 
 
FUNDACIÓN Y CONQUISTA: EL MARTE ROMANO
 
 
Dios de la guerra es también un dios protector; y la civilización que más poderosamente se identificó con esta cualidad fue el Imperio Romano. Marte fue una deidad venerada y honrada en la Roma antigua.
 
Los romanos creían que Marte fue su dios fundador. Conforme al mito, Marte sedujo y embarazo a la virgen Rea Silvia, hija de uno de los reyes itálicos. Dio a luz a dos gemelos, los cuales fue obligada a abandonar porque su padre no la creyó cuando dijo que había sido seducida por un dios. Al igual que Moisés, fueron colocados en una canastilla y dejados a la deriva en el río, siendo encontrados por una loba que el dios había enviado. La loba los amamantó y así pudieron sobrevivir. Fueron criados por un amable pastor hasta que llegaron a la edad adulta y se convirtieron en Rómulo y Remo. En el proceso de sentar las bases de la ciudad de Roma se desató una feroz competición entre los hermanos. Remo trató de asesinar a Rómulo, que a su vez mató a Remo en defensa propia. Este mito, en el corazón de la idiosincrasia romana, se nos muestra acompañado de varios temas característicos de Marte: supervivencia ante un gran peligro, una relación positiva con el reino de lo instintivo, un instinto competitivo que estalla en un feroz combate y una urgencia a construir algo concreto y duradero en el mundo material.
 
El poder y la invencibilidad de la máquina de guerra romana refleja, tanto en sus tácticas como en sus símbolos, el mucho valor que se atribuía a Marte. En la antigua Roma, más que en Grecia, Marte fue asociado al honor. Él también exigía honor, lealtad y heroísmo de sus devotos. No intento idealizar el espíritu de conquista brutal y despiadado que impulsó al Imperio Romano. Ni tampoco estoy insinuando que el honor, la lealtad y el heroísmo estén ausentes en nuestros ejércitos actuales. Pero si lo que buscamos es entender mejor a Marte, hemos de considerar de qué forma tan diferente vemos la guerra hoy en día. En este siglo XXI «iluminado», queremos hacer la guerra sin Marte.
 
Sea lo que sea esta energía (marciana), cuanto más civilizados y espirituales nos volvemos, más perdemos el contacto con ella y por tanto, más inadvertidamente enviamos al inconsciente pautas de comportamiento que son cualquier cosa menos honorables.
 
La violencia psicológica, que no nos hace sangrar, está todo el tiempo tanto en nuestro interior como en lo que nos rodea. Si no podemos soportar la idea de la violencia, especialmente de la necesaria, no podremos lidiar más con ella en el nivel invisible que en el físico. Y si no podemos hacerlo de puertas adentro, nos colocamos en una posición de increíble vulnerabilidad y quizá seamos propensos tanto a atraerlo desde el exterior como a expresarlo inconscientemente. Como todos los demás planetas, un Marte problemático es una circunstancia heredable. Puede transmitirse de generación en generación y puede ser absorbido por el colectivo. Si hemos nacido o hemos pasado nuestra infancia en tiempo de guerra, podemos tener una reacción particularmente poderosa cuando observemos la violencia colectiva en la edad adulta. Si hemos nacido a una familia en la que nuestros padres vi-vieron la guerra o fueron sometidos a algún tipo de violencia colectiva, o si nosotros mismos lo fuimos por un padre incontrolado o un vecino peligroso, entonces, obviamente, ver cómo se muestra la violencia en el cine puede molestarnos profundamente. Y todos somos distintos en cuanto a la fuerza de Marte en nuestra carta. Algunas personas son simplemente más «marcianas» que otras. Pero no creo que la solución sea evitar el problema. Necesitamos llevar a cabo algún tipo de trabajo interior al efecto de poder enfrentarnos a estas cosas sin salir corriendo. Salir huyendo de las expresiones colectivas de Marte no ayuda a fomentar una relación positiva con el propio Marte.
 
 
MARTE EL DEPORTISTA
 
 
Aparte del cine y de algunos videojuegos, el deporte es la única esfera en que aprobamos la expresión de Marte.
 
Quizá porque muchas otras esferas están vedadas al planeta, se dan gran cantidad de comportamientos destructivos en el deporte. La histeria que se desata en los partidos de fútbol y la violencia que estalla después de ellos sugieren que hay un montón de rabia y frustración reprimidas que se absorben por un canal demasiado estrecho. Hay demasiada energía marciana en un partido de fútbol para contenerla.
 
Enfrentarse al hecho de que estas cosas están tanto fuera como dentro de uno –y que forman parte intrínseca de la existencia y de la naturaleza humana– parece ser muy importante para establecer una relación positiva con Marte. No podemos enfrentarnos creativamente a Marte si rehusamos reconocer la realidad del mundo que nos rodea y en nuestro interior.
 
Si hay violencia en la historia de la familia, es mucho más difícil trabajar constructivamente con Marte, porque todos sabemos que es un ejemplo negativo o patológico. Pero en tal caso es incluso más urgente que no salgamos huyendo y que reconozcamos los usos positivos de la ira y de la agresión y el apoyo vital que puede proporcionar cuando hemos de luchar por nuestra vida.
 
Cuando se utiliza para preservar la vida frente a un gran peligro, sí. La violencia puede llevar muchas máscaras. Puede ser de valor analizar cuidadosamente a qué propósito positivo podría servir antes de condenarla totalmente. Si no sirviera a propósito alguno, entonces no habría lugar a Marte. Al dios nunca se le habría rendido culto. Tenemos que descubrir cuál es el bien que puede hacer no sólo por los demás sino también por nosotros.
 
El instinto de fuga está también conectado con Marte. Es una forma de lucha –uno escapa corriendo para protegerse–. Todo el mecanismo de lucha o fuga, tal y como lo vemos en la naturaleza, es un reflejo del instinto marciano de preservar la vida. Es un acto positivo y decisivo.
 
En el nivel práctico puede ser prudente. También, en determinadas situaciones, el diálogo puede ser una solución incluso más inteligente. Ésa es una estrategia más conectada con Atenea que con Ares. Pueden darse varias opciones. Pero a veces pelear es la única opción.
 
 
EL ENTRENAMIENTO DEL GUERRERO
 
 
Nuestra idiosincrasia occidental está imbuida de un êthos neptuniano que denigra a Marte. Hemos heredado una perspectiva astrológica que clasifica a Marte y a Saturno como planetas «maléficos». En tiempos recientes Saturno ha sido un poco rehabilitado porque la astrología se ha vuelto psicológicamente más sofisticada. Pero Marte sigue siendo el bruto del sistema solar y es percibido a menudo de una forma exageradamente simplista. Admiramos en Occidente los atributos marcianos cuando se exhiben en los deportes y las proezas sexuales. La iniciativa y el valor son aceptables en la medida en que se demuestra que están al servicio de la comunidad. El coraje en la guerra fue objeto de admiración hasta tiempos bastante recientes, pero hoy se considera al héroe de guerra individual un sociópata y los ataques vandálicos a los memoriales y cementerios militares es ya un lugar común. En nuestro entorno específico –y por tal entiendo al conjunto de astrólogos, psicoterapeutas, estudiantes de filosofía o esoterismo, o transitan por un camino espiritual–, Marte es especialmente inaceptable. Se supone que hemos de «trascender» nuestra «naturaleza inferior».
 
Marte sigue siendo «maléfico» para nosotros; y, en nuestros esfuerzos por ser «buenos» y personas socialmente conscientes, es posible que fracasemos en entablar una relación positiva con este planeta.
 
Podemos aprender mucho de Marte relacionándonos con los animales. Siempre creí interesante y llamativo el hecho de que las enseñan-zas cristianas no reconozcan que los animales tienen almas. El entrenamiento de un animal como un perro o un caballo es muy similar a la manera en que nosotros «entrenamos» a Marte en vez de suprimirlo. No es una cuestión de pegar un palo en la cabeza a nuestro perro cuando ladre en el momento equivocado. Debemos honrar y respetar a nuestro animal y al mismo tiempo, ganarnos también su respeto. En vez de intentar quebrar su voluntad, podemos establecer una relación con él que implique cariño, paciencia, disciplina repetitiva y firmeza. En esa relación no puede haber crueldad o humillación, porque de esa manera el animal nunca volverá a confiar en nosotros y se volverá apático y depresivo, o salvaje y vengativo. Tratar con Marte en un niño requiere la misma clase de amor, paciencia, respeto, disciplina repetitiva y firmeza. Pero triste, aunque comprensiblemente, muchas madres no pueden enfrentarse a la ira del niño porque están muy cansadas o ellas mismas tienen un problema no resuelto de ira. No saben qué hacer con el niño chillón. Entonces, o bien le sueltan un tortazo, le aplacan con caramelos u otro tipo de regalos o simplemente le ignoran y dejan que siga chillando. La energía marciana necesita contención sin ser suprimida.
 
Un bebé Marte necesita un Marte mayor al que admirar. Los padres que son fácilmente amedrentados por su hijo criarán a un niño que no respetará los límites de los demás. Pero no podemos simplemente fingir que poseemos la asertividad marciana, porque el niño percibirá nuestra ansiedad subyacente. La expresión de la ira en el medio familiar es muy importante: no sólo el hecho de que se exprese, sino la forma en que se expresa. Una discusión feroz que limpia el aire, deja que salgan los verdaderos pensamientos y sentimientos y permite que haya espacio para posteriores disculpas es preferible a una atmósfera de rencor y veneno encubiertos. Un niño necesita ver que la ira se expresa de una forma limpia y honesta. Todo el mundo se grita, se chilla y se dice cosas desagradables mutuamente; pero eso no importa porque hay amor y respeto bajo la tormenta. De esta manea podemos aprender a enfrentarnos a la ira sin ser aterrorizados por ella.
 
Los problemas con Marte acaban a menudo en el diván del terapeuta, porque la ira de los dos años debe ser dirigida a alguien que pueda contenerla. Las personas que tienen graves problemas con Marte pueden necesitar a alguien a quien sientan lo bastante seguro para odiarle y enfadarse con él, alguien que no huirá aterrorizado o tome represalias violentas contra ellos. Muchos niños son reprimidos violentamente cuando exhiben su ira. Esa ira dispara a su vez la ira del progenitor, y el niño recibe una bofetada o es sometido a algún tipo de crueldad o se intenta quebrar su voluntad. O es apaciguado con recompensas, lo que transmite el mensaje de que la intimidación funciona. El niño de dos años puede seguir acechando en el interior del adulto, buscando todavía un padre contra el cual ellos puedan lanzar su ira, al efecto de aprender un respeto por los límites y los valores que ellos puedan luego interiorizar.
 
 
CÓMO SE PUEDE CASTRAR A MARTE
 
 
Hay muchas maneras de castrar a Marte.
 
No siempre hemos de dar por sentado que hubo un padre violento que decía: «Si te enfadas conmigo te voy a moler a palos». Un padre puede también castrar a Marte diciendo: «Me hace mucho daño tu comportamiento egoísta. Si te enfadas conmigo me pondré muy triste y voy a enfermar. Estás siendo desagradable y cruel. Y después de todo lo que he sacrificado por ti…». Ésa no es una manera constructiva de manejar los deseos marcianos de otra persona. Es un arma arrojadiza que se usa no sólo en las relaciones entre padres e hijos, sino también en las relaciones adultas. Por más desagradable que sea una confrontación abierta, está ahí y uno puede elegir cómo tratar con ella. Pero las conclusiones encubiertas son anatema para Marte.
 
Cuando a una persona se le hace sentir culpable por mostrar enfado, especialmente cuando éste está totalmente justificado, la rabia cambia de sentido y se acumula dentro de uno. Entonces, un día explota –ya sea contra uno mismo o contra los demás–. Marte no puede con la manipulación emocional. Incluso en los signos de Agua, más inclinados a la sutileza que a la autoafirmación directa, esta clase de ambiente puede herir a Marte. Las cosas pueden empeorar, porque Marte en signos de Agua tiende de todos modos a evitar la confrontación y la atribución de la culpa alrededor de cualquier manifestación de agresividad refuerza la tendencia a reprimir las exhibiciones abiertas de sentimientos marcianos.
 
Ubicado en la casa la XII, Marte habita en un mundo submarino que es ajeno a su naturaleza. Ésta es la casa del inconsciente familiar. Marte en la XII sugiere un daimon familiar marciano que probablemente ha sido suprimido o expresado de mala manera durante muchas generaciones.
 
Por naturaleza, Marte necesita claridad. Prefiere que todo esté a la vista, en el escaparate. En la casa XII, la necesidad de Marte de expresar su voluntad y sus deseos personales puede ser erosionada por las invisibles corrientes emocionales subterráneas provenientes de la psique familiar.
 
Estas no nacen exclusivamente de los padres, sino de pautas que descienden de varias generaciones –pautas de las cuales los propios padres son víctimas–. Esto puede crear un montón de confusión acerca de los límites, debido a la receptividad y sensibilidad a las atmósferas colectivas. A menudo hay una ira acumulada en la psique familiar y el niño con Marte en la casa XII puede percibirla, pero no diferenciar de dónde viene. Puede ser abrumador y aterrador porque es la ira de los antepasados.
 
¿Sientes que la relación con tu marido es sincera? Eso es esencial para un niño con Marte en la casa XII. La historia de la familia es importante también. Pueden existir problemas que sientas que tú y tu marido sintáis que habéis resuelto entre vosotros, pero que siguen afectando a la psique familiar a partir de generaciones anteriores. Los niños no tienen a Marte en la casa XII porque hayáis hecho algo «malo». El emplazamiento no es maléfico en sí. Es una afirmación acerca de la sensibilidad a ciertas atmósferas emocionales y refleja una profunda conexión con problemas ancestrales con Marte, que en sí misma es enormemente creativa. El coraje y el espíritu aventurero o de cruzado forman parte de ese daimon familiar. Si estas cualidades no se expresaron durante varias generaciones o lo han sido en una forma destructiva, puede dar la sensación de que la ira y la frustración se han infiltrado en la atmósfera familiar y los niños pueden sentir que no es seguro tratar con la energía marciana. Pueden sentirse perturbados por toda esa energía marciana no expresada que se respira en la atmósfera, por lo que es especialmente importante para ti y para tu marido ser muy sinceros entre vosotros y con los niños. Es necesario que seáis claros acerca de la ira y de los límites. Animad a los niños a expresar abiertamente lo que quieren y sed directos al afirmar lo que vosotros queréis. No os permitáis ser inducidos a un comportamiento manipulador, porque los niños sienten eso profundamente.
 
 
MARTE EN ACUARIO: EL GUERRERO ÉTICO
 
 
Marte en Acuario. ¿Cómo entendéis vosotros la posición de Marte por signo? ¿Qué es lo que describe?
 
Es el emplazamiento por casa lo que indica dónde está la acción. Los signos no describen esferas de la vida externa. El signo en que se halla Marte es el estilo, la indumentaria que lleva Marte. Este Marte se expresaría de una forma acuariana. ¿Qué forma es ésa? Una forma espiritual.
 
En Acuario, Marte es ciertamente más consciente de la dinámica social y más limitado por los ideales sociales y los códigos éticos que cuando se emplaza en otros signos. Conceptos como imparcialidad y respecto por los derechos de los demás mantienen a raya la tendencia de Marte a la agresividad y a mirarse el ombligo. El Aire aporta a Marte una cualidad cerebral. Es menos asertivo y más civilizado en los signos de Aire.
 
No estoy tan segura de que Marte actúe en beneficio del grupo. Yo diría que actúa con la conciencia de que existe un grupo. La indumentaria acuariana mantiene bajo control la inclinación marciana a la autogratificación. Pero en última instancia, Marte necesita servir al propósito del desarrollo individual, simbolizado por el Sol.
 
Marte sirve al Sol y a sus metas.
 
Emplazado aquí, Marte en Acuario es extremadamente sensible a las exigencias de los demás. Opera con una constante sensación de vivir dentro de un sistema, de una comunidad. No puede ignorar del todo la entidad mayor de la cual el individuo forma parte. Éste es un Marte con principios, pero la característica «civilizada» le roba parte de su fuego.
 
La necesidad de una justificación racional para el instinto de autoafirmación es típica de Marte en todos los signos de Aire. Eso, en sí mismo, no es una característica destructiva. Depende mucho de si eres capaz de apreciar el principio de Marte en sí mismo, antes de someterlo al proceso de elaboración de las ideas. Cuando Marte está en Aire, es necesario que los impulsos marcianos sean validados intelectualmente.
 
La clave en todos los signos de Aire está en la facultad de razonamiento. Debe existir una razón por la cual luchar.
 
La represión de Marte en Acuario tiene que ver con el miedo a ser separado de la comunidad. Es el miedo a ser un proscrito.
 
Marte puede provocar consecuencias destructivas si se le embotella.
 
Un Marte en Aire produce la tendencia a somatizar la ira y la agresividad debido a la diferencia entre lo que uno cree que debería sentir y lo que uno siente realmente. Marte en Aire necesita ser capaz de mantener una confrontación con el grupo. Eso es distinto al miedo a la soledad de Marte en Agua. A Marte en Acuario le disgusta ser un proscrito. Acuario obtiene su fuerza de la aprobación del grupo, incluso en el caso de que sea grupo excéntrico y «marginal». Marte en Acuario emplea muy a menudo el pronombre «nosotros». «Lo que necesitamos es... Lo que deberíamos hacer es…». Esta identificación con el grupo produce una sensación de solidaridad.
 
Saturno y sus signos tienen un sentido de la ley y necesitan vivir dentro de ésta. En el caso de Capricornio estas leyes son concretas y prácticas. En el caso de Acuario se trata de leyes intelectuales: ideales, principios, ética.
 
 
CONJUNCIÓN MARTE-SATURNO: EL GUERRERO CON CORSÉ
 
 
Las cualidades descritas por el signo en que se halla Saturno son siempre enormemente importantes para nosotros. El signo en que se halla Saturno señala aquello que percibimos como la ley fundamental de nuestro ser. Eso es lo que nos proporciona un sentimiento de estabilidad y de estructura. El signo en que se halla Saturno es tan importante como el signo solar para nuestro sentido de la realidad personal, aunque de una forma diferente; y ansiamos la certidumbre y la seguridad de vivir y expresar los atributos de ese signo. Esos atributos son lo que creemos que debemos manifestar en términos concretos en nuestra vida.
 
Saturno en Acuario mira a sus padres primero y dice: «Quiero una familia en la que todo el mundo sea justo y en que la ética y la razón importen más que los sentimientos y las necesidades emocionales». El niño con Saturno en Acuario no se siente seguro a menos que existan reglas claras acerca de cómo debe interactuar la familia.
 
Marte necesita reconocimiento y respeto; y eso incluye el respeto por sus instintos competitivos y agresivos.
 
 
CUADRATURA MARTE-NEPTUNO: EL POETA GUERRERO
 
 
Neptuno representa los sueños de redención de toda una generación y describe nuestro anhelo más profundo de liberarnos del dolor de la encarnación. «Si tan sólo pudiera perderme a mí mismo y fusionarme con algo mayor que yo», suspira Neptuno, «sería redimido. Me liberaría del sufrimiento. Sería uno con el Universo. Nunca más estaría solo».
 
Neptuno quiere fusionarse en cualquier signo que ser halle. A través de Neptuno nos perdemos a nosotros mismos y olvidamos nuestra condición de ser aparte.
 
El sueño redentor de Neptuno en Escorpio es perderse a sí mismo a través de la pasión. Es la búsqueda del olvido a través de la sensación de ser abrumado por la intensidad de las propias emociones, lo que incluye las emociones destructivas. A Escorpio no le hace falta decir: «Como éste es un sentimiento bonito, me permito sentirlo; y éste, como es malo, lo evito». A Escorpio no le asusta la oscuridad. Cualquier experiencia que le hace vibrar y que está llena de pasión sangrienta es aceptable. Este puede ser un Neptuno bastante ambiguo y oscuro; y la persecución del éxtasis le puede llevar por algunos caminos extraños. Obviamente esto no va a ser aceptado en el mundo de Acuario.
 
La manera que tiene Escorpio de olvidar su condición de ser aparte es sumergirse completamente en los sentimientos; y cuanto más intensos sean éstos, mucho mejor.
 
 
ARTES MARCIALES
 
 
Con Marte-Neptuno, el arte puede proporcionar un medio para que estos planetas, enemigos por naturaleza, sean capaces de establecer una relación. Un medio artístico puede permitir que se combinen la agresividad y la imaginación en un mundo «virtual» en que las emociones violentas se pudieran expresar sin hacer daño a nadie y de una forma que transforma al artista y a quien ve, lee o escucha.
 
Algunas disciplinas, como el yoga o las artes marciales, funcionan como una síntesis de Marte y Neptuno. Generalmente se conocen como «disciplinas espirituales», aunque a menudo están relacionadas con la armonía del cuerpo y la expresión de la energía marciana en el plano físico como lo están con el reino neptuniano del otro lado. Estas disciplinas incluyen también la disciplina de Saturno. La visión de las cosas incorporada a estas disciplinas puede integrar de forma inmensamente creativa la polaridad de Marte y Neptuno.
 
 
CONJUNCIÓN MARTE-SOL: EL CRUZADO
 
 
Los aspectos Sol-Marte son por naturaleza agresivos y competitivos, aunque no necesariamente abiertamente –esto depende del signo–. Quiere ganar, ser el primero y el mejor. Pero si el modelo marciano de la infancia es violento o pasivo –o una combinación de ambos, en la medida en que están conectados–, entonces el nivel de confianza en uno mismo puede ser bastante bajo, por motivos obvios. Este es especialmente el caso de la conjunción, la cuadratura o la oposición entre ambos. Con esos aspectos difíciles existe la posibilidad de que el principio de Marte tenga mucha fuerza en la línea paterna, pero no se ha tratado con él de una forma constructiva.
 
Es posible que haya toda una historia de grave supresión en la familia, o la clase de violencia que surge de un sentimiento de impotencia.
 
La impotencia y la violencia son compañeros de cama inextricablemente unidos. Allí donde existan sentimientos de desamparo, a menudo coexistirán con sentimientos violentos, aunque éstos puedan ser inconscientes.
 
Los sentimientos de impotencia pueden llevar a la autodestrucción: la violencia se vuelve hacia adentro contra uno mismo; pero igualmente puede llevar a un comportamiento destructivo hacia los demás. El violador siempre arrastra un sentimiento de impotencia, pues de otro modo no tendría la energía suficiente para violar. A los que pegan a su mujer o a sus hijos les atormentan sentimientos de castración. De otra manera no podrían amedrentar, humillar o exhibir violencia ante aquellos que son más pequeños o más débiles que ellos. Cuando Marte se siente impotente puede estallar violentamente, ya sea contra sí mismo o contra los demás.
 
Por eso quienes abusan generalmente han sufrido abusos en su niñez. Heredar un Marte reprimido o humillado durante generaciones no es nada bonito.
 
Con aspectos Sol-Marte en la carta, es muy importante ver cómo el padre se ha manejado con Marte. Esto puede afectar a cómo el individuo trata con él.
 
Un Marte frustrado está ligado a menudo a propensiones alcohólicas.
 
Para los nativos de Acuario, el sistema de creencias domina todos los aspectos de la vida,
 
 
MARTE Y MASCULINIDAD
 
 
Jung definió la masculinidad como saber lo que uno quiere y hacer lo que uno tiene que hacer para conseguirlo. Es una maravillosa definición del principio marciano, válida tanto para el hombre como para la mujer. No está limitada a un sexo o a otro.
 
Aunque el dios de la guerra es esencialmente heroico, Marte en Acuario no es heroico en sentido estricto. Las películas son un maravilloso recurso para ampliar los símbolos astrológicos. ¿Recordáis la película Defensa, protagonizada por Burt Reynolds? Bueno, Marte en Acuario no es esa clase de Marte. No es propenso a lanzarse a aventuras de tipo físico a menos que exista una poderosa idea tras la acción. Algunos emplazamientos de Marte sí poseen esta masculinidad enfocada a lo físico. Intenta pensar no sólo en las películas, sino también en los mitos y trata de hacerte una idea de qué deidad personificaría de forma más exacta las cualidades del signo en que se halla tu Marte. Por supuesto, esto se aplica también a la carta de una mujer. Marte en Acuario es prometeico, pero su heroísmo está fundamentado en una idea y por eso es un portador de cultura. Su función es transmitir conocimiento a los seres humanos. Despierta su conciencia con el don del fuego divino. Luego enseña astrología, arquitectura y navegación. Ilumina a la humanidad acerca de cómo funciona el sistema cósmico.
 
Marte en Tauro se nos presenta con una clase de heroísmo totalmente distinta. Es más física y motivada por intereses prácticos y sensuales más que por ideas. Los estereotipos colectivos acerca de la masculinidad y la feminidad son totalmente inútiles para nosotros, los astrólogos. Sólo podemos hacernos una idea de Marte empezando con nuestro propio Marte.
 
Cualquier estereotipo social o sexual, provenga del campo que provenga, no tiene valor alguno cuando se trata de trabajar con Marte.
 
Marte en Acuario no es sólo un cuidador en el actual sentido políticamente correcto. Su energía no chispea por los sentimientos. Si intentáis guiaros por el precepto de que deberíais comportaros como si tuvierais a Marte en Cáncer al efecto de cumplir algún tipo de expectativa colectiva, naturalmente no va a funcionar.
 
 
MARTE Y LOS ESTEREOTIPOS CULTURALES
 
 
No podemos dedicarnos al trabajo astrológico sin considerar una carta y una psique individuales como válidas en sí mismas. Hemos de ser capaces de distinguir entre las presiones culturales y las cualidades y necesidades innatas del individuo. Claro que habrá ocasiones en que tendremos que decir: «Es mejor que tenga un poco de cuidado al moverme aquí. No puedo actuar como Napoleón en esta situación específica. Mediré mis palabras y seré diplomático»; pero, aun así, es necesario que sepamos lo que queremos, creamos en ello y actuemos en consecuencia cuando haga falta. Si cada vez que alguien te dice: «¡Eres un macho egoísta!» te deshaces en lágrimas, ¿por qué molestarse? Las polémicas políticas no forman parte del trabajo al que nos dedicamos. Trabajamos con individuos. Si no podemos rendir homenaje al individuo no deberíamos dedicarnos a la astrología. Las polémicas políticas no significan nada a los efectos de un horóscopo individual.
 
 
 
LA NATURALEZA DE LA CRUELDAD
 
 
Cuando somos incapaces de expresar a Marte, nos podemos sentir impotentes. La impotencia tiende a generar rabia, seamos o no conscientes de ello. Cuando somos impotentes, sentimos el enfado. Cuando nos humillan, sentimos deseos de venganza. Esto no tiene nada de patológico. Si encadenamos a un animal de naturaleza vivaz y agresiva, sentirá rabia.
 
Todo lo viviente necesita la libertad de moverse y desarrollarse a su propia manera; y si capturamos una criatura cuyas reacciones son esencialmente marcianas –por ejemplo, un lobo, el animal asociado con el dios romano de la guerra– se va a enfadar mucho, efectivamente. Si la impotencia es permanente porque no hay nada que hacer –o porque así lo creemos–, la rabia se irá acumulando, aunque la incapacidad de expresarla esté provocada por factores internos más que externos. Si alguien presenta un complejo inconsciente que le hace sentir pequeño, inútil, indefenso y víctima, por más que no haya nadie que le haya convertido en tal cosa, acumulará una ingente cantidad de rabia. Esta rabia adoptará generalmente dos formas: la explosión o la implosión. Si explota, puede aparecer como agresividad ciega sin ninguna proporción en relación al acontecimiento que la ha desencadenado. Tras esta clase de explosión hay generalmente una profunda y enconada sensación de impotencia.
 
 
MARTE E IMPOTENCIA
 
 
La ira marciana «implosiona», uno vuelve la agresividad contra uno mismo e inconscientemente puede crear situaciones en las cuales uno es la víctima. En otras palabras, Marte parece manifestarse externamente y nos ataca «desde fuera». La naturaleza física de Marte se hace evidente en la propensión a somatizar conflictos internos. También se demuestra en la tendencia de un Marte proyectado a materializarse en una forma física, a través de individuos marcianos que nos agreden o bien a través de hechos como accidentes o incendios. No estoy sugiriendo que seamos nosotros quienes «provocamos» esos hechos. Éstos más bien se sincronizan con algo que hay en nuestro interior. Y no todos los acontecimientos externos están siempre ligados a nuestros problemas psicológicos personales. Algunos de ellos son el reflejo de corrientes y erupciones colectivas, es habitual una misteriosa coincidencia en el tiempo entre el individuo «propenso a los accidentes» y un Marte furioso pero inconsciente.
 
La implosión de Marte se puede reflejar también en un comportamiento autodestructivo como la adicción a las drogas o al alcohol. No obstante, la forma más común de implosión de Marte es la depresión.
 
Hay muchos tipos diferentes de depresión, algunos crónicos y algunos cíclicos, algunos desencadenados por una pérdida real y otros «endémicos» o aparentemente sin un catalizador externo. Estas formas ligadas a Marte hunden sus raíces generalmente en la impotencia y la indefensión.
 
La rabia no se dirige contra el mundo exterior, sino contra la propia persona, que entonces cree que su vida no vale la pena y que su existencia no tiene sentido. Es una forma de depresión inconsciente dirigida contra la misma integridad de la persona. Estos sentimientos no se limitan naturalmente a las personas que tienen problemas con Marte. Todos nosotros hemos pasado por períodos así cada vez que los tránsitos sobre nuestra carta han involucrado a Marte. Los planetas «pesados» –Saturno, Quirón y los tres exteriores– frecuentemente forman una conjunción o aspecto difícil por tránsito con Marte en esas coyunturas. La ruptura de una relación es un desencadenante habitual de esta clase de experiencia. La impotencia es una experiencia fundamental para la vida humana. No nos debe preocupar que ocurra, sino que se repita como pauta.
 
El alcoholismo es una muestra tanto de explosión como de implosión de Marte. Es tanto un estado en que uno se siente víctima y un método extremadamente agresivo de destruir el tejido familiar. Hay una enorme ira en el alcoholismo. Esto es obvio en el borracho violento, pero también está presente en el bebedor pasivo que exige de los demás que cuiden de él tanto física como emocional y económicamente. Cuando Marte se siente completamente incapaz de ejercer la función de servicio a un principio solar central, puede en efecto volverse «maléfico». Todos necesitamos sentir que tenemos poder y que podemos hacer algo con nuestra vida. Todos necesitamos sentir que podemos cambiar las cosas.
 
Si perdemos este sentido de la potencia individual –especialmente si Marte y sus signos son poderosos en la carta–, podemos volvernos extremadamente agresivos. Quedad atrapados en un atasco en la hora punta de un caluroso día de verano y tendréis una experiencia de primera mano de lo que ocurre cuando Marte se siente impotente. Esperad a coger un tren que llega tres horas tarde y escuchad por megafonía uno de esos anuncios que dicen: «Señores pasajeros, rogamos nos disculpen por el retraso, pero debido al tipo erróneo de nieve…», y observad cómo Marte empieza a bullir y a hervir. ¿A quién podemos culpar? ¿Qué podemos hacer? En todas las ciudades de todos los países del mundo, ese tipo de frustración es inevitable de cuando en cuando. Pero si arrastramos un sentimiento permanente de impotencia en nuestro interior, la irritación que nos provocan los acontecimientos externos puede ser la chispa que a su vez provoque una gran explosión.
 
 
MARTE Y LA DEPRESIÓN
 
 
Si la gente vive en una sociedad en que la expresión individual está sofocada y la capacidad de hacer que las cosas ocurran está gravemente restringida, la rabia se fortalecerá y puede explotar a nivel colectivo. Esto puede significar un brote violento como unos disturbios a gran escala o una revolución. También puede significar un brote manifestado a través de determinados individuos que arrastran problemas con Marte y son susceptibles de convertirse en símbolos de la violencia colectiva. Pero la rabia colectiva no siempre tiene una manifestación externa. Todo un colectivo puede sufrir una depresión vinculada a Marte y un gran número de individuos acaba automedicándose. Algo así está ocurriendo en los Estados Unidos, en que un elevado tanto por ciento de gente recurre al Prozac o a la comida para calmar su rabia.
 
La depresión es ira sin entusiasmo. La depresión puede reflejar la rabia impotente que se enrosca en sí misma. «No puedo cambiar nada. No puedo hacer nada para cambiar mi situación. ¿Por qué debería molestarme en intentarlo?». Aún no se han investigado adecuadamente las formas el vínculo entre esta clase de depresión y enfermedades físicas que impliquen un fallo del sistema inmunológico, como por ejemplo el síndrome de fatiga crónica o determinadas formas de cáncer. A menudo el trabajo terapéutico con la depresión implica atravesar un período de profunda rabia. Si el reconocimiento ni la expresión de esa rabia, la depresión no emergerá a la superficie. La de la rabia es una etapa fundamental en muchas terapias. Puede que necesitemos volver a la edad de dos años y ese rito de pasaje en el que descubrir nuestra potencia y alcanzar la condición de seres aparte depende del derecho a enfadarse.
 
La ira puede ser el principio de la curación para muchos problemas ligados a Marte, incluyendo síntomas somáticos como dolores de cabeza y erupciones cutáneas recurrentes. Sin embargo, reconocer esa rabia puede sentirse como aterrador y peligroso; y por eso cabe que sea necesario explorarla en algún tipo de proceso terapéutico. No podemos empezar volcando nuestra ira de los dos años de edad sobre los amigos, dado que no queremos quedarnos sin ellos –aunque algunas personas hacen precisamente eso de forma inconsciente y luego se preguntan por qué están tan solos–. De igual modo, no ayuda mucho volcar esa ira en nuestra pareja a menos que esa pareja sea el origen real de ésta, si no queremos perder a nuestra pareja –aunque alguna gente hace precisamente eso de forma inconsciente y luego culpan a su pareja por ser desagradable–. Pero si la rabia puede ser elaborada a través de alguien que pueda contenerla sin asustarse ni condenarla, puede que seamos capaces de reclamar de vuelta a un Marte herido o perdido.
 
La crueldad es otra de las facetas de la rabia impotente, que refleja un Marte castrado. La esencia de la crueldad es el deseo de afirmar la potencia personal humillando a los demás. Infligir un trato cruel es una manera de hacer que uno se sienta poderoso, ya sea que se trate de crueldad física o psicológica. ¿Por qué un individuo cualquiera necesita humillar a otro individuo, salvo que se él mismo sienta perpetuamente humillado e impotente? Los ejemplos de crueldad no se limitan a Hannibal el Caníbal o a una banda de niños que prenden fuego a un mendigo en el banco de un parque o a torturar a un gato con un rifle de aire comprimido.
 
Ocurre todos los días en muchas familias presuntamente «normales» y se puede infligir de maneras muy sutiles. La crueldad puede hacerse patente en la negación del elogio en el momento crítico, o en la crítica «bienintencionada» a la persona justo en el momento en que más vulnerable se siente y más apoyo necesita. La crueldad se puede evidenciar cuando dejamos «distraídamente» encima de la mesa la cuenta de la habitación del ~ 284 ~ hotel en la que hemos pasado la noche con nuestra amante para que la vea nuestra esposa. Una madre puede ser cruel con su hija al decirle: «Por Dios, parece que has engordado, ¿no?». Hay muchas maneras de ser cruel. Pero esa clase de crueldad no es propia la naturaleza del dios de la guerra. Es la que se manifiesta cuando Marte ha sido castrado y la persona cree profundamente, aunque inconscientemente, que la única manera de calmar el dolor por la humillación es hacer sentir a alguien incluso peor de lo que nos sentimos nosotros.
 
Cada vez que nos sentimos impotentes nos enfurecemos; y cuando nos enfurecemos podemos ser muy crueles, ya sea con los demás o con nosotros mismos. La impotencia, la depresión y la crueldad forman la trinidad maldita que refleja el rostro enfurecido de un Marte castrado.
 
 
MARTE Y PLUTÓN: SUPERVIVENCIA PERSONAL Y COLECTIVA
 
 
Plutón está conectado con la lucha a vida o muerte de todos los organismos vivos. Las cosas surgen por necesidad y son eliminadas cuando desaparece la necesidad. Plutón es el «destino», en el sentido de que, a toda forma de vida, ya sea física o psicológica, se le ha asignado una determinada amplitud de vida y una existencia finita. Todo es prescindible, salvo la vida misma. Estamos ante la fuerza ciega pero inteligente de la Naturaleza, que genera y borra especies de la faz de la Tierra conforme a sus propias necesidades evolutivas. Plutón rige la supervivencia colectiva. El instinto de supervivencia de Plutón es impersonal, implacable y se moviliza cuando nos sentimos amenazados como especie. Dado que es tan arcaico y «no-humano», con frecuencia nos aterroriza experimentarlo en nosotros o sufrir un encontronazo con él en el mundo exterior.
 
Sus dictados también pueden oponerse violentamente a lo que deseamos o visualizamos personalmente como nuestros derechos individuales y destino; y nos sentimos como si algo abrumador desde el exterior estuviera tratando de acabar con nosotros –aunque «desde fuera» es en realidad «desde dentro» y refleja la ley natural que es el fundamento de toda vida.
 
Con Plutón poco tenemos que decir como individuos, porque Plutón se relaciona con una vasta energía vital de la cual nosotros somos componentes pequeños y prescindibles.
 
Marte también está relacionado con la supervivencia, pero lucha por la existencia individual. El instinto de supervivencia de Marte se pone en movimiento a partir de la experiencia personal. Luchamos por nosotros, por nuestra integridad física y psíquica y la identidad personal que nos proporciona la sensación de ser únicos y un significado para nuestra existencia.
 
Cuando nos encontramos con Plutón podemos sentirnos indefensos, aun cuando tanto Marte como Plutón tengan relación con la supervivencia. Por esta razón los aspectos difíciles entre Marte y Plutón a menudo son tan perturbadores. El instinto personal de supervivencia puede enfrentarse a o identificarse con la inevitabilidad de los movimientos de supervivencia del colectivo.
 
Si Marte y Plutón están en trígono o sextil, lo que hacemos nosotros para sobrevivir está en armonía con lo que hace el colectivo para lo mismo.
 
Sabemos cómo convertir los grandes ciclos colectivos en situaciones que apoyen nuestro crecimiento personal e incluso podemos poner nuestra energía individual e iniciativa al servicio de los cambios necesarios en el nivel colectivo. Pero si Marte y Plutón forman un aspecto difícil, sentimos que estamos luchando contra algo tan enorme que no tenemos ninguna oportunidad.
 
La ira intensa puede ser uno de los inevitables acompañamientos de los aspectos Marte-Plutón. Esta ira debe ser reconocida, contenida y elaborada. Esto puede ser inmensamente creativo y puede generar un gran coraje al enfrentarse al peligro y a la muerte. Pero esto a menudo resulta muy difícil para una persona joven, debido al sentimiento de ser apabullado por sentimientos que uno no puede controlar.
 
Con aspectos natales Marte-Plutón, puede que Marte tenga que ser aplastado durante algún tiempo. Esto ocurre cíclicamente a lo largo de toda la vida. Puede que tengamos que experimentar la impotencia y la ineficacia de nuestra voluntad y nuestros deseos personales. Esto es un alambique alquímico, una tierra caliente en nuestro interior, de la que puede emerger algo inmensamente creativo. Es como forjar una espada al fuego. Se nos fuerza a reconocer la sutil conexión entre la aceptación de la necesidad y el combate cuando debemos hacerlo. Esta tierra caliente puede producir la capacidad de comprender al nivel más profundo cuándo es necesario dejar ir y aceptar que la voluntad personal deba quedar en suspenso y cuándo es necesario presentar batalla e ir a por todas.
 
Los aspectos Marte-Plutón aguzan el instinto de supervivencia. Y Plutón puede efectivamente transformar a Marte y crear una profundidad de percepción que nos permite reconocer instintivamente cuándo el cambio y los finales son necesarios. El reto es permitir que esto ocurra sin que nos corroa el resentimiento. Pero primero hemos de rendir culto a Mate.
 
Si tenemos un problema con Marte y no soportamos que nos vean como a alguien agresivo, entonces la pasividad a la que Plutón forzará a Marte puede ser particularmente seductora. Podemos experimentar emociones violentas de forma indirecta, sin tener que hacernos responsables de ellas o manifestarlas por nosotros mismos. Si creemos que no deberíamos tener una voluntad personal porque es «demasiado egoísta», entonces deberemos dar la bienvenida a nuestra condición de víctimas –o de instrumentos– del destino. Éste es un tipo oscuro y retorcido de pasividad que genera profundos sentimientos de humillación y por debajo pueden aletear una enorme rabia y resentimiento. Entonces, el nativo con aspectos Marte-Plutón puede volverse cruel.
 
Las conjunciones Marte-Plutón de tipo ordinario ocurren cada dos años más o menos porque Plutón tiende a permanecer dos años en unos pocos grados y Marte retorna cada dos años a su posición.
 
Cuando Marte activa una configuración que forma un punto crítico en uno de los grandes ciclos de los planetas exteriores, el colectivo entero puede sentirse impotente y arrastrado por fuerzas que están más allá del control de nadie.
 
Cuando Urano forme cuadratura con Plutón en Capricornio y Marte se una a ellos, se plasmará indudable-mente en acontecimientos de un tipo apremiante. Pero es un error pensar que estas cosas vienen «de fuera». Tanto los planetas exteriores como los interiores están en nosotros. No están «ahí fuera» sin más haciéndoles esas cosas a la gente. Son como las personas: describen el estado de la psique colectiva en cada momento.
 
Las personas con aspectos Marte-Plutón que tienen miedo de volverse increíblemente destructivas. Uno percibe en su interior esta fuerza de la naturaleza; y la ira y la agresividad personales pueden servir de canal a algo mucho más grande. Las personas con aspectos Marte-Plutón saben que esta fuerza de la naturaleza está ahí, muy por debajo de la superficie. Generalmente se encuentran con ella por primera vez en la infancia, ya fuera en su interior o ahí fuera. Saben que son organismos pequeños y perfectamente prescindibles que viven en el interior de una cosa gigante que no tiene en cuenta ni sus deseos personales ni mucho menos su existencia. Tienen miedo de que les sobrepase una fuerza sobre la que no tienen ningún control. Esto puede ocurrir; y hay personas con aspectos Marte-Plutón que, en efecto, son destructivas, ya sea consigo mismas o con los demás. Si se percibe el enemigo como global, y si la lesión se siente como una humillación, la venganza de la persona Marte-Plutón se materializará en la humillación del causante de la herida. Pero esto sólo es probable que ocurra si Plutón se apodera completamente de Marte.
 
La ira marciana es la ira de un solo ser humano. Si la conciencia solar está firmemente arraigada en el individuo y Marte sirve a los valores solares, Plutón podrá ser mantenido a raya –aunque es posible que necesiten servir como portavoces o mediadores de la ira acumulada durante muchas generaciones–. Ésta es una razón por la cual es tan importante para nosotros ser conscientes de nuestro propio Marte. Si uno está desconectado de él y además en su carta tiene un aspecto Marte-Plutón, puede identificarse inconscientemente con el poder impersonal de Plutón. Así nos convertimos en el terrorista o el anarquista, el que lleva la bomba.
 
Somos el poder destructivo global y nunca debemos expresar nuestra ira porque podríamos hacer saltar en pedazos todo aquello que valoramos en la vida. Distinguir los sentimientos marcianos de los plutonianos es muy importante para cualquiera que tenga aspectos entre estos dos planetas.
 
Los sentimientos marcianos son míos o tuyos. Los sentimientos plutonianos, en cambio, pertenecen a la psique de la masa. Son aterradores cuando los experimentamos a nivel colectivo, porque engullen los valores individuales. Representan la lucha colectiva por la supervivencia.
 
 
MARTE EN AGUA: EL DIOS DE LA GUERRA SUTIL MARTE EN PISCIS: EL DIOS PROTEICO
 
 
En cualquier signo, Marte quiere servir a algo a lo que pueda admirar y rendir culto. El heroísmo siempre implica un ideal heroico. Todos los héroes de la mitología griega apuntan a un dios que les pone delante una tarea o un viaje que simboliza un ideal para ese héroe en particular. El Marte de cada persona necesita igualmente una deidad, psicológicamente hablando, cuya visión pueda seguir. Ésta es la función del Sol. El signo de Marte es la forma en la que el héroe usa su instinto luchador para hacer que se manifieste la visión.
 
Marte en Piscis es llevado adelante por los vastos e ilimitados confines de la imaginación. Se mueve conforme a las corrientes y vientos predominantes, justamente como un guerrero marino.
 
Marte en Piscis no se mueve en una línea recta predeterminada como un tren, ni tampoco avanza trabajosamente, pero con determinación por el camino, haga sol o llueva. No usa esos inventos de la vida moderna que ahorran tiempo como los aviones, porque no tiene prisa por llegar. Y está preparado para que los demás le frenen o para dejarse inspirar por su presencia y ser impulsado por la energía que éstos generan. Su capacidad de luchar dependerá de que sea capaz de fluir con las mareas, de conocer el tiempo, de navegar guiándose por las estrellas. Este Marte está en contacto con el flujo emocional de lo que ocurre en cada momento, en el interior y en el exterior. Por eso parece cambiar de forma todo el tiempo.
 
Si el signo en que Marte se halla es un reflejo del «hacer lo que uno tiene que hacer para conseguirlo», ¿cómo «lo consigue» Marte en Piscis?
Usando los sentimientos y la imaginación, conectándose a los sentimientos de los demás, moviéndose con la corriente colectiva, permitiendo a las corrientes colectivas decidir cuándo avanzar y cuando dejarlo estar.
Esto puede generar verdadera magia en una profesión artística, debido a la capacidad de Piscis de tocar las necesidades emocionales y anhelos del colectivo.
 
Para este Marte, toda la verdadera acción tiene lugar en la imaginación. No es un Marte mundano. Este emplazamiento puede ser tremendamente valioso en la carta de un artista. Prefiere obtener lo que quiere de una forma que no corte la conexión emocional con el colectivo, por lo que no es abiertamente perturbador.
 
 
MARTE EN LA CASA II: EL GUERRERO CONSTRUCTOR
 
 
Las casas denotan esferas de experiencia.
 
La casa II es una casa de Tierra, relativa al inventario y perfeccionamiento de los recursos individuales y la construcción de una base permanente de valores y talentos.
 
El dinero es un símbolo de valor y una afirmación externa de talento. Pero ése no es el significado fundamental de la casa II, sino una consecuencia de éste.
 
Lo que busca Marte en la II es una manifestación física. Quiere ser expresado a través del uso de los talentos que produce resultados concretos.
 
 
CONJUNCIÓN MARTE-QUIRÓN: EL GUERRERO HERIDO
 
 
La conjunción Marte-Quirón es un aspecto complejo y puede estar relacionada con la cuestión de por qué no sabes cuándo dejarlo y por tanto acabas exhausta.
 
La dificultad que presenta Quirón es que realmente no podemos «arreglarlo». Hay alguna herida o limitación, interna o externa, que no puede ser «curada», ya sea que provenga de un accidente en el parto, de una herencia genética, posición social o de una erupción colectiva, como la guerra. Quirón se presenta ante nosotros como una faceta de la vida que nos hiere o limita, pero de la que no podemos hacer responsable a ninguna persona en concreto.
 
Moviéndose entre Saturno y Urano, Quirón actúa como puente entre el individuo y el colectivo, señalando el punto en que los movimientos colectivos inciden sobre el individuo e inevitable le hieren. Esas heridas nos muestran la naturaleza imperfecta de la vida.
 
Marte-Quirón experimenta una sensación delimitación; pero esa sensación es distinta de la que provocan los límites saturninos, que son más personales y exigen un esfuerzo activo.
 
Con un aspecto Marte-Quirón hay algo que hiere a Marte. Aunque uno puede llegar a un compromiso con ello y elaborarlo creativamente, esa herida es permanente.
 
Es una limitación insoportable de cierto alcance de la manera en que Marte quiere expresarse. Esto puede variar de un individuo con aspectos Marte-Quirón a otro. Quizá no ocurra a nivel físico en absoluto, pero sí a nivel psicológico.
 
Con los aspectos «fluidos» hay una mayor disposición a aceptar las limitaciones.
 
Con la conjunción y los aspectos difíciles, es la ira de verse limitado la que produce la característica reacción «cortante» de Marte-Quirón: una especie de resentimiento permanente que puede proporcionar combustible para el éxito, pero que también genera una gran cantidad de estrés interior y a veces un temperamento extremadamente explosivo.
 
Una de las maneras posibles es luchar por la causa de los heridos y de aquellos que son perseguidos como cabezas de turco. El espíritu guerrero de Marte se pone al servicio de la curación de heridas en los demás porque uno siente compasión y se identifica con su sufrimiento.
 
Una de las maneras posibles de usar la energía de Marte para trabajar constructivamente con Quirón es luchar por la causa de los heridos y de aquellos que son perseguidos como cabezas de turco. El espíritu guerrero de Marte se pone al servicio de la curación de heridas en los demás porque uno siente compasión y se identifica con su sufrimiento.
 
Con el trígono Marte-Neptuno la ambición material o profesional no es tan importante como la voluntad de ser parte de los demás.
 
 
Marte-Neptuno no disfruta trabajando en solitario. Quiere lo que quiere, pero quiere que los demás quieran lo mismo y lo compartan en el contexto de una experiencia emocional.
 
Con los aspectos Marte-Quirón suele existir una sensación de estar herido en alguna parte y la urgencia de sobrecompensar esa sensación puede ser muy poderosa.
 
Las personas con aspectos Marte-Quirón pueden enfadarse fácilmente debido a los límites que se les imponen. Deben demostrar al mundo y a sí mismos que no tienen límites. De ninguna manera quieren sentirse mortales defectuosos. O bien se rinden y pasan un montón de tiempo compadeciéndose de sí mismos y sintiéndose víctimas –lo que ocurre cuando se identifican con Quirón y rechazan a Marte– o presionan una y otra vez hasta el punto de agotamiento –lo que ocurre cuando se identifican con Marte y rechazan a Quirón–.
 
Por supuesto que se puede lograr mucho con esta clase de tenacidad. Ése es el lado «positivo». Las personas con aspectos Marte-Quirón pueden mostrar una determinación obsesiva y una enorme capacidad para trabajar duro. Es como si alguien gritara: «¡No estoy herido! ¡No me digas que tengo una herida! ¡A mí no me pasa nada!». A menudo es el cuerpo el que paga esta
Estas personas pueden ser triunfadores a gran escala, pero al altísimo precio de padecer de una mala salud, ansiedad o estrés. Este aspecto puede generar una enorme tensión porque la persona no respeta sus propios límites.
 
La herida de Quirón, que se experimenta como algo «injusto» porque no hay nadie concreto a quien culpar de ella, hace que Marte se sienta impotente y furioso.
 
Las raíces de esa herida pueden hundirse en la sociedad, en la naturaleza humana, incluso en pautas genéticas. Simplemente, así es la vida. Renunciar al trabajo creativo no es una solución porque eso alimenta el papel de víctima, que Quirón adopta gustosamente.
 
Rehusar reconocer las necesidades del cuerpo no es una solución porque crea mucho estrés y perjuicios potenciales para la salud. Hay que encontrar la manera de llegar a un compromiso, así como a una aceptación auténtica de la situación.
 
La lentitud de los demás me desconcierta es esa clase de pensamiento que es típica de Marte en Aries.
 
Hay un componente de fanatismo en los aspectos Marte-Quirón.
Surge de la sensación de haber sido herido o sentirse defectuoso en algo fundamental.
 
Uno es más consciente de que convive en el mundo con otras personas. Con aspectos Marte-Quirón, una vez se aceptan los propios límites, es posible hacer sitio a una enorme compasión, especialmente hacia uno mismo. Pero en la primera mitad de la vida este aspecto a menudo muestra una cierta insensibilidad. Puede ser un poco como un Panzer debido a esa necesidad de sobre compensar. El ciclo de cincuenta años de Quirón afectará obviamente a la expresión del aspecto Marte-Quirón: cada fase del ciclo describirá los diferentes retos y los compromisos a los que uno llega tanto con los dones como con las limitaciones del aspecto.
 
Una de las dimensiones «positivas» de los aspectos difíciles de Marte con los planetas «pesados» –Saturno, Plutón, Quirón, Neptuno– es que, al menos potencialmente, embotan un poco la faceta cortante de Marte. Esos planetas impiden que el dios de la guerra se exprese con total libertad y esto, naturalmente, duele; pero al mismo tiempo la voluntad se atempera.
 
 
MARTE EN CÁNCER: EL GUERRERO AMABLE
 
 
Cáncer es un signo de Agua, por lo que mucho de lo que hemos dicho de Marte en Piscis es aplicable aquí. En la astrología tradicional se considera a Cáncer el signo de la caída de Marte, de la misma forma que Capricornio es el de su exaltación. Bueno, ¿por qué esto es así? ¿Por qué se piensa que Marte ha de ser débil en el signo de la Luna?
 
No estoy segura de si usaría la palabra «débil» en relación a cualquier emplazamiento de Marte.
 
En Cáncer, la sensibilidad a las atmósferas emocionales puede obstaculizar la cualidad marciana de «ir a por ello»; y, al igual que Marte en Piscis, Marte no disfruta yendo él solo a conseguir sus metas. Marte en Cáncer retrocede ante la ira de otras personas e intentará evitar el conflicto y la agresividad a través de la sutileza y el tacto. Puede perder un tanto la confianza en sí mismo cuando se emplaza en Cáncer. Marte en Cáncer no va por ahí chocando con todo el mundo y gritando: «¡Quiero eso y sé que es justo que me lo des!». No obstante, sobresale en cuanto a la sensibilidad emocional y en la capacidad de comprender y empatizar con los sentimientos de otras personas.
 
Marte en Cáncer puede tener un verdadero don para la asesoría y la diplomacia y a menudo funciona muy bien en grupos o equipos.
 
Las capacidades de este emplazamiento residen en sus talentos imaginativos y emocionales como mediador. Sin embargo, Marte en Cáncer puede tener problemas para ceñirse a una meta si hay gente a la que eso no le hace feliz, porque le asusta la confrontación directa.
 
Cuando está en Capricornio, el signo de su exaltación, a Marte le importa realmente un bledo que los demás aprueben o no sus acciones mientras la meta sea asequible. La autosuficiencia y realismo de Capricornio permiten a Marte seguir su camino a pesar del aislamiento emocional. A Marte en Aries también le importa un bledo. La visión del cruzado es lo bastante potente como para vencer cualquier preocupación acerca de si ofende a otros o no. Marte en Aries o en Capricornio se siente cómodo en solitario. Claro que esos signos pueden ser acusados de insensibilidad y falta de compasión, pero ése es el lado «negativo».
 
En contraste, Marte en Cáncer sobresale allí donde es necesaria la acción, pero ésta debe ser ejecutada de una forma diplomática y delicada. Marte en Cáncer puede acumular muchísima frustración si se da demasiada importancia a la aprobación por parte de los demás de lo que uno hace. Por esta razón, este emplazamiento se relaciona con síntomas físicos, como indigestión, erupciones cutáneas y jaquecas. El estrés del conflicto entre la cardinalidad orientada a objetivos y la dependencia propia del Agua a menudo se materializa a través del cuerpo. Puede que el individuo necesite endurecerse un poco y ser más capaz de aguantar la confrontación o el período sin apoyo emocional ocasionales.
 
Marte no es nunca indeciso. La indecisión no es una palabra que yo asociaría con este planeta, independientemente de su emplazamiento. El miedo a ofender a los demás puede entrar en conflicto con la capacidad de tomar decisiones y hacerle tropezar a uno. Pero eso no es lo mismo que no saber lo que uno quiere. La indecisión proviene de la desconexión con Marte, sea cual sea el emplazamiento de éste. Marte sabe siempre lo que quiere, aun estando en Cáncer o Libra. El signo en que se halla Marte describe las diversas formas en que Marte persigue ~ 305 ~ sus objetivos; y en el caso de Cáncer puede hacerlo de forma indirecta o sutil, pero no es indeciso. No obstante, cuando Marte es inconsciente son características la indecisión y las vacilaciones.
 
Las metas de Marte se indican por el emplazamiento por casa y los aspectos a otros planetas. Cuando está en Cáncer, un signo cardinal, puede perseguir esas metas con tanta persistencia y tenacidad como Marte en Capricornio, pero de una manera sensible y amable que buscará ofender lo menos posible a los demás. Para conseguirlo se necesita una gran sutileza y la capacidad de «leer» la atmósfera emocional. Las evasivas –así como la falta absoluta de sinceridad– pueden ser necesarias para mantener la armonía del entorno más cercano.
 
Marte en Cáncer no es débil ni indeciso y en las condiciones adecuadas puede ser tan valeroso y duro como cualquier otro Marte. Pero intenta conseguir lo que quiere sin crear polémica. Hace falta maniobrar con alguna elegancia, que puede desconcertar o irritar a temperamentos más impacientes.
 
 
MARTE EN TIERRA: EL DIOS DE LA GUERRA PRAGMÁTICO
 
MARTE EN VIRGO: EL GUERRERO ARTESANO
 
 
Marte en Virgo. ¿Qué clase de indumentaria llevaría?
 
El artesano es una imagen adecuada. Hefaistos es ciertamente otro tema mítico relevante. Es el creador de objetos de belleza y de precisión.
 
Marte en Virgo puede dirigir su energía tanto a la ciencia como al arte.
 
Puede disfrazarse de investigador cuidadoso, de técnico de laboratorio, de cirujano, de psiquiatra forense o de relojero. O puede ser un escritor de fina pluma, un músico experto, un calígrafo.
 
Marte necesita siempre una causa a la cual servir. ¿De qué manera sirve en Virgo?
Con eficiencia, con conciencia, con pragmatismo. Es un Marte realista, efectivo, terrenal.
 
Por alguna razón los astrólogos descartan a Marte por ser, de algún modo, estrecho o débil. No sé de dónde sacan esa idea porque, según mi experiencia, Marte es bastante feliz en Virgo. Le aporta un elemento mercurial y adaptable. Marte en Virgo no tiende al autoengrandecimiento como en los signos de Fuego, ni a la obsesión emocional como en los de Agua, ni a la ingenuidad como en los de Aire. Marte en Virgo es feliz de intentar diferentes cosas y de adaptarse al mundo tal y como es, siempre que pueda ser eficiente y que la energía se pueda expresar de maneras que produzcan resultados visibles.
 
Marte en Virgo expresa su energía de forma eficiente y rítmica.
 
No existe un mecanismo poderoso de señalamiento de objetivos que le impulse hacia adelante, como Marte en Capricornio. Las exigencias de la vida y el trabajo cotidianos son lo que le estimulan a la acción. Marte en Virgo quiere que le dejen en paz para seguir adelante con sus tareas.
 
Podríamos decir lo mismo de los demás signos mutables. Marte en estos signos necesita una cruzada tanto como los demás emplazamientos de Marte; pero un Marte mutable no quiere verse arrastrado al pantano por una horda de cruzados andrajosos que van tras él. Prefiere ser libre para moverse en su propia dirección, adaptándose constantemente a las circunstancias cambiantes. Éste no es un Marte que chilla: «¡Hazlo a mi manera!». Es un Marte ordenado, autosuficiente y con autodominio.
 
Cualquiera que sea el disfraz que lleve –artesano, técnico, científico, sanador–, será inmaculado, cortado a medida y sin perifollos ni adornos superfluos.
 
 
MARTE EN LA CASA IV: EL GUERRERO LIGADO A LA FAMILIA
 
 
¿Qué necesita Marte en la casa IV? ¿Cuál es su campo de batalla?
 
El hogar. La casa IV es el mundo de las raíces, tanto internas como externas.
También es la casa de la familia de origen y la del padre.
Este Marte hace una afirmación inmediata acerca de la importancia de la imagen del padre en la vida de la persona.
 
Cuando Marte está en la casa IV existe con frecuencia una lucha de voluntades con el padre, aunque no sea abiertamente agresiva.
 
Pero Marte emplazado aquí dice algo más. El padre ejerció mucho control sobre la persona.
 
El cambio de continente a menudo es adecuado para un Sol en la casa IV, en tanto en cuanto este emplazamiento solar necesita alejarse de su lugar de origen. Uno debe crear sus propias raíces individuales en vez de vivir la vida como una rama más del árbol familiar.
 
 
MARTE EN FUEGO: EL DIOS DE LA GUERRA VISIONARIO
 
 
En el Elemento Fuego es donde Marte se siente más cómodo. El único problema es que los demás no siempre se sienten tan cómodos con él, especialmente si tienen problemas con su propio Marte.
 
Éste es el dilema de Marte en Fuego: es feliz porque el camino y la meta son la misma cosa. Es un Marte muy claro, directo e inequívoco. Con él puede uno olvidarse de las tonterías de preocuparse por los sentimientos de los demás, de pagar el peaje de las convenciones sociales o de tener que adaptar los objetivos a la realidad mundana.
 
Es la esencia de Marte en Fuego. En otros Elementos Marte debe llevar un traje que no le sienta del todo bien. Es un planeta de Fuego y en un signo de Fuego se siente en casa, por lo que el atuendo que le prestan esos signos siempre le encaja como un guante.
 
Pero la colisión entre los signos de Fuego y el mundo que les rodea es un interminable drama arquetípico.
 
 
MARTE EN ARIES: EL GUERRERO HONESTO
 
 
A Marte en Aries le impulsa la visión pura y ardiente. «Así es como debería ser el mundo y por supuesto, tengo razón».
 
Diplomacia. Es el don natural de Marte en Libra, pero en general a Marte en Aries le resulta difícil practicarlo.
 
Marte en Aries es un Marte seguro de sí mismo, pero no amenaza a nadie. Puede ser temerario e insensible a veces, pero no trae consigo una atmósfera peligrosa.
 
Los aspectos difíciles Venus-Saturno conllevan un profundo miedo al rechazo y una corrosiva sensación de que uno es fundamentalmente indigno de amor.
 
Los aspectos Venus-Saturno construyen su propio sabotaje. Dado que hay un sentimiento profundamente enraizado de que uno sólo se merece las migajas, uno ya no pide aquello que realmente quiere y merece. Existe una tendencia a tomar sólo aquello que uno siente que puede obtener. Esto provoca una lenta acumulación de resentimiento durante mucho tiempo. Venus-Saturno se puede adaptar demasiado a otras personas al efecto de que éstas le proporcionen una seguridad.
 
Cuando Venus se halla en la casa X de la carta de una mujer, a menudo hay una competición entre la madre y la hija porque ambas cargan con el arquetipo de Venus10. Es un poco como Blancanieves: «Espejito espejito, dime una cosa, ¿quién en este reino es la más hermosa?», Con frecuencia hay mucho amor y admiración entre madre e hija, pero también mucha envidia. Depende en buena parte de lo que la madre haya hecho para integrar los atributos venusianos. Si los ha suprimido en favor del lado maternal, los celos pueden ser inconscientes y, por tanto, mucho más destructivos. Si los atributos venusianos forman parte consciente de su vida, puede compartir con su hija la alegría de poseerlos y es probable que los celos sean mucho menos dañinos porque no son encubiertos.
 
Aries es un signo competitivo por naturaleza.
 
Aries empieza a andar en la vida exhibiendo su tendencia a intentar ganarse a uno de los padres excluyendo al otro. Ésta es una pauta de comportamiento típica de Aries y no es patológica, sino muy natural. Aries empieza pronto a ejercitar su músculo competitivo, así que los triángulos familiares forman parte muchas veces de la pauta de desarrollo de Aries.
 
El emplazamiento por casa de Neptuno denota con frecuencia a aquellas personas o situaciones sobre las cuales proyectamos nuestra imagen ideal de paraíso o de redención. Cuando está en la casa IV, la percepción del padre puede estar muy coloreada por la idealización, y le vemos a través de la niebla.
 
 
MARTE EN SINASTRÍA
 
 
Con frecuencia tenemos nuestro primer atisbo real de las necesidades de nuestro Marte cuando es activado por los planetas de otra persona.
 
Cuando el Marte de una persona forma aspecto con un planeta de la carta de otra persona, los efectos son sorprendentes.
 
Tradicionalmente, se supone que los aspectos entre la Venus de una persona y el Marte de otra indican una relación amorosa en el séptimo cielo; de igual modo, los aspectos entre el Marte de una persona y el Saturno de otra tienen una reputación terrible. En la práctica, no obstante, no siempre es ése el caso; y es necesario que entendamos la dinámica de las interacciones desde una perspectiva más profunda.
 
Una de las maneras de descubrir que tenemos un Marte es a través del planeta de cualquier otra persona ubicado encima de él. Si uno tiene problemas con su propio Marte, puede mostrar una pauta de atraer a personas cuyos planetas aterrizan sobre ese Marte natal porque hay algo que uno está tratando de resolver. Es un lugar común el hecho de que atraigamos a personas que activan los asuntos con los cuales estamos lidiando nosotros en nuestro interior.
 
A través de las relaciones somos más conscientes de estos conflictos y necesidades internos. El espíritu combativo es particularmente susceptible de ser empujado a escena, porque las relaciones requieren compromiso y ajuste. Las relaciones nos desafían constantemente a descubrir y a exigir lo que queremos como entidades independientes al tiempo que preservamos los lazos que nos importan.
 
A menudo aprenderemos más acerca de nuestro Marte a través de los aspectos que forme en sinastría que a través de otras esferas de la vida.
 
Si Marte es inconsciente o no se expresa muy bien y los planetas de otra persona caen encima de él, Marte puede ser proyectado. La otra persona puede ser percibida como marciana. Esa persona es la que nos hostiga, controla, presiona, ordena, limita nuestra voluntad.
 
Aun cuando se trate de la Venus o el Sol sobre nuestro Marte –aspectos que sugieren una fuerte atracción física o emocional– uno puede sentir que su libertad y su voluntad se recortan. Éste es el caso especialmente cuando uno sabe que tiene un Marte. Descubrimos que tenemos uno al descubrir que acabamos de perderlo. O imaginamos que lo hemos perdido porque nos vemos obligados a pelear por nuestra autonomía.
 
Las relaciones con aspectos cruzados que involucran a Marte pueden plantear problemas de dependencia, libertad, rivalidad y la expresión de la ira. Si estamos demasiado cerca a alguien y nos volvemos demasiado dependientes de ese alguien, sentimos que hemos perdido nuestra autonomía y la ira marciana puede empezar a aparecer en el horizonte. Esto no es patológico. Es inevitable.
 
Todo depende de cómo manejemos esta ira natural. Si la dinámica es inconsciente, pueden darse unas cuantas interacciones violentas y muy dolorosas entre las personas.
 
Los aspectos cruzados con Marte son importantes entre padres e hijos. Si el Marte de un niño forma un aspecto difícil con el Saturno, el Plutón, el Quirón o incluso el Sol y o la Luna del padre o la madre, éste no va a acoger alegremente la energía marciana del niño. Amenazará a ese progenitor, que puede reaccionar sofocando el Marte del niño. También funciona de manera inversa. El Marte del progenitor puede caer encima del Saturno o el Quirón del niño, por lo que hay algo en la expresión por el progenitor de la energía marciana que el niño siente amenazador. Puede sentirse invadido o atacado, lo cual hace que exhiba una obstinación agresiva que, a su vez, provoca más agresión.
 
Ciertos tipos de dinámica familiar son típicos con aspectos cruzados en los que interviene Marte. Aunque no dispongáis de la hora de nacimiento de vuestros padres, todavía podéis fijaros en los signos que ocupan los planetas y en sus aspectos de acuerdo con el día en que nacieron. Vale mucho la pena examinar cualquier contacto de Marte entre vuestra carta y las suyas.
 
 
PASIÓN Y AUTONOMÍA
 
 
Las relaciones que involucran a Marte le hacen a uno muy consciente de la amenaza que suponen a su autonomía. Plantean las cuestiones de la independencia, de aserción y del derecho a hacer lo que uno quiera.
 
Marte quiere desafío y novedad, pero le gusta que los objetivos que persigue sean reales y al alcance de sus posibilidades.
 
La atracción de Marte no está relacionada con el amor o la empatía.
 
El deseo marciano se alimenta de aquello que no puede tener.
 
Otros planetas poseen sus propias formas de deseo. Venus, la Luna, Neptuno, Plutón e incluso Saturno tienen deseos. Pero en el caso de Marte, es el reto lo que hace saltar la chispa del deseo, que se sacia sólo con la victoria.
 
A muchos estudiantes de astrología les sorprende la frecuencia con que aparecen aspectos cruzados entre Marte y Saturno o Quirón en las relaciones importantes. Pero nada enciende tanto a Marte como un desafío. Saturno le dice a Marte: «En realidad no estoy seguro de quererte. Necesito tiempo. Tienes que esperar». Eso excita a mucho Marte.
 
Quirón le dice a Marte: «No gracias. Ya me han hecho bastante daño. Déjame en paz». Esto también excita a Marte.
 
Finalmente, desde luego, la posición a la defensiva y las vacilaciones de estos planetas provocarán en Marte enfado y frustración. Pero en los estadios iniciales de la relación tales aspectos pueden generar un montón de pasión.
 
El problema es que esta clase de pasión no tiene que ver con la relación, sino con la autoafirmación. Cuando existe un patrón de búsqueda compulsiva de la conquista sexual o romántica, generalmente acecha por debajo algún sentimiento de insuficiencia en relación a Marte. Uno tiene que mantener a raya la ansiedad. Si alrededor de Marte hay mucha inseguridad, la persona puede intentar una y otra vez reafirmar el hecho de que es potente. El ejemplo más destructivo y extremo de este comportamiento es la crueldad física o psicológica. Uno intenta demostrar su fuerza humillando a alguien más débil. Sin embargo, Marte puede demostrar su potencia realizando continuamente conquistas exentas de crueldad deliberada. El adorable pero inasequible Don Juan de ambos sexos a menudo presenta en su carta aspectos difíciles entre Marte y Saturno, Neptuno o Quirón.
 
 
ASPECTOS CRUZADOS ENTRE MARTE Y QUIRÓN
 
 
Con aspectos cruzados entre Marte y Quirón, Quirón puede sufrir un daño terrible. Somos muy vulnerables conforme al emplazamiento de Quirón en nuestra carta natal y poseemos una buena cantidad de capas defensivas para protegernos de esa vulnerabilidad. Marte se entusiasma y grita: «¡Ajá! Esta persona me resulta realmente atractiva porque tengo que superar una barrera para llegar a ella. ¡Qué desafío tan estupendo!».
 
A Marte nada le atrae más que aquello que no puede tener. Sin embargo, no es en absoluto consciente del dolor que esta clase de autoafirmación desconsiderada puede causar.
 
Quirón sigue diciendo: «Ya me han herido antes. Por eso he levantado una barrera. Trata de acercarte más suavemente». No obstante, puede que Marte no lo capte. Eso no tiene sentido para el dios de la guerra. Ésta es una combinación difícil en sinastría, aunque tener a Marte en un signo de Agua puede ayudar.
 
Para que Marte opere con éxito en una relación íntima, probablemente lo mejor sea fijar al menos algunos objetivos marcianos fuera de la relación. Marte no es un planeta de relaciones. Inicialmente puede dar vida a una relación, en la medida en que están operativos un deseo insatisfecho y el elemento de la caza. Esto no significa que muchos aspectos cruzados de Marte impliquen una mala relación. El hecho de que los aspectos de Marte estén involucrados no es un mal augurio. Pero Marte no quiere tener que llegar a un acuerdo con otra persona o estar pendiente de los sentimientos de esta o cubrir las necesidades emocionales de los demás. Ni siquiera un Marte en Agua quiere ser atado de esa manera.
 
La capacidad de manejar a Marte en una relación depende de la conciencia individual que uno tenga de Marte, ya sea que esté cómodo con él o que tenga algo que demostrarse a sí mismo o a los demás.
 
Muchos problemas en las relaciones que parecen tener su raíz en conflictos emocionales, la tienen en realidad en problemas de potencia e impotencia, luchas de poder y la necesidad de uno de los individuos o de ambos de afirmar su control. Éste es verdaderamente un conflicto interno del individuo y no tiene que ver en absoluto con la pareja, excepto como medio de elaborar algo por su mediación.
 
Si cualquiera de vosotros ha pasado por relaciones en las que hubo muchísimo dolor, echad un vistazo a los aspectos de Marte.
 
La dificultad puede no estar donde vosotros creéis que está. El hecho de que hayáis sido rechazados por otra persona puede no ser en realidad un rechazo a vuestra persona: puede tratarse de que alguien os está utilizando para trabajar un problema propio de autonomía marciana. Marte no establece relaciones. Conquista y se lo pasa en grande en
 
Si cualquiera de vosotros ha pasado por relaciones en las que hubo muchísimo dolor, echad un vistazo a los aspectos de Marte. La dificultad puede no estar donde vosotros creéis que está. El hecho de que hayáis sido rechazados por otra persona puede no ser en realidad un rechazo a vuestra persona: puede tratarse de que alguien os está utilizando para trabajar un problema propio de autonomía marciana.
 
Marte no establece relaciones. Conquista y se lo pasa en grande en el proceso. Pero ésa es una experiencia de victoria, no de relación. Es una subida de testosterona para ambos sexos y luego se acabó.
 
 
Cuando Marte interviene en la dinámica de las relaciones, sobreviene el problema de la lucha entre la autonomía y la pasividad. El conflicto surge debido a que necesitamos sentirnos libres para ser lo que queremos ser dentro de la relación cuando esas dos ideas son mutuamente excluyentes. Muchas relaciones fracasan debido al problema de que uno de los dos miembros o ambos sienten que no se les permite ser ellos mismos. Si este conflicto se trata abierta y honestamente, pueden ser muy creativo y puede hacer avanzar y cambiar la relación. Sofocar el conflicto puede generar una ira enorme a partir del sentimiento de que Marte está siendo aprisionado, recortado o castrado de alguna manera.
 
 
ASPECTOS CRUZADOS ENTRE MARTE Y LA LUNA
 
 
La conjunción Luna-Marte en sinastría tiende a generar una enorme tensión entre ambos miembros de la pareja. No siempre es una energía cómoda, si bien sí existe una poderosa atracción física –al menos, al inicio–. Con aspectos difíciles por sinastría, la atracción puede acabar degenerando rápidamente en guerra abierta. La Luna reacciona poderosamente ante Marte al principio porque le encanta ser cazada. Se siente necesitada y despierta y por ello puede ser muy apasionada y estar muy receptiva. Esto hace que Marte se sienta potente y fuerte. Pero Marte no es un planeta amoroso. Sirve al yo. Finalmente, la Luna empieza a sentir que no se atienden sus necesidades emocionales y comienza a lamentarse. Esto irrita a Marte, porque constituye una exigencia respecto de ser consciente de otra persona –una tarea que Marte no disfruta–. A Venus y a la Luna les gusta ser cortejadas; y por eso, cuando estos dos planetas forman ángulos difíciles con Marte en sinastría, pueden ser muy intensos al inicio de una relación, o al menos en una relación que siempre está cambiando y no se ha asentado aún en una rutina doméstica. Los trígonos y los sextiles tienden a ser menos intensos, pero con ellos la atracción se va manteniendo lejos de las peleas. Los aspectos tensos tienden a significar problemas si la relación se convierte en algo estable más allá de una apasionada aventura amorosa.
 
La mítica carencia del padre por parte de Marte sugiere que este planeta funciona más a través del instinto que del intelecto, a través del cuerpo más que del espíritu. Marte se expresa mejor al servicio del Sol y haciendo que los valores solares se manifiesten en el mundo; y en este sentido es un planeta más de vocación que de relación.
 
No es feliz teniendo que llegar a acuerdos y realizar los ajustes que toda relación exige. Si opera en nuestro interior una pauta en la que nuestro Marte es continuamente atacado por aspectos difíciles en sinastría en una serie de relaciones, quizá tengamos que preguntarnos qué es necesario que hagamos con nuestra vida independientemente de nuestras relaciones.
 
En los viejos tiempos se decía que Marte y el Sol en la carta de una mujer describen el tipo de hombre que quiere. Esto ya no funciona del todo en nuestra sociedad occidental del siglo XXI. Esta manera de interpretar los planetas «masculinos» reflejaba una estructura social en la que los roles sexuales se asignaban rígidamente. Hoy no son tan rígidos. Pero no somos tan libres como nos creemos; y a pesar de lo mucho que queremos creer que esos roles son cosa del pasado y que todos somos libres para ser lo que queramos, no obstante, no es tan simple para una mujer expresar su Sol y su Marte.
 
Si una mujer quiere cumplir con su rol de madre, ¿cómo podrá expresar por completo su Marte? Desde el momento en que nace el niño, ya no es libre. Su voluntad se reduce y debe realizar muchos sacrificios en beneficio del niño. Marte debe ser amordazado o uno debe llegar a un acuerdo con él, y puede que no haya respiro durante muchos años. Para muchas mujeres que desean tener hijos, pero también necesitan expresar un Marte natal poderoso sin resentimiento ni sentimientos de martirio, puede ser necesario vivir primero a Marte en plenitud y desarrollar la potencia personal y la eficacia antes de crear una familia. Es mucho más fácil llegar a un acuerdo o abandonar una actividad si de antemano hemos podido probarla. De otro modo, ese Marte puede ser vivido a través de los hombres presentes en la vida de una, o a través de mujeres que interpretan un rol marciano. Tarde o temprano eso conducirá a una acumulación de ira.
 
Marte necesita estar libre de las obligaciones inherentes a una relación –al menos, la mayor parte del tiempo–. No es un planeta que se relaciones. Intentamos convertirlo en un planeta así porque tenemos miedo de expresarlo de cualquier otra forma y acabamos metidos en batallas de relaciones en las que peleamos por nuestra autonomía. Podemos volvernos unos resentidos amargados y culpar a la otra persona por frustrar nuestros deseos o bloquear nuestra libertad de actuar decididamente. Podemos incluso provocar su rabia porque nosotros no podemos manifestar rabia en nuestro interior.
 
Si un planeta de alguien cae encima de nuestro Marte, nos está dando la oportunidad de descubrir algo acerca de nosotros mismos que necesita ser expresado más allá de la relación.
 
Eso despertará a nuestro Marte y nos hará más conscientes de que tenemos deseos y objetivos que necesitamos satisfacer con independencia de que estemos en una relación o no.
 
Cuanto más furiosos nos sintamos, más fuerte será la indicación de que no estamos expresando a Marte con plenitud. Puede que una relación no sea el lugar adecuado para trabajar estas cuestiones de Marte. Quizá por esta razón, en el mito el dios de la guerra Ares no se casó. Tiene muchas aventuras amorosas y engendra muchos hijos, pero el estar casado no entra en su naturaleza. Dado que todos tenemos a Marte en nuestra carta natal, hay una parte de nosotros que busca su destino fuera de la relación. Cuando esta necesidad no se manifiesta, puede explotar dentro de nuestras relaciones. En ese caso puede crear problemas enormes, especialmente para los niños, que pueden convertirse en víctimas de la rabia de un progenitor al ser «castrados» por las obligaciones de la relación. El niño puede ser castigado por la pérdida de autonomía del progenitor. Por tanto, la ira y la afirmación que es natural que un niño exprese alrededor del primer retorno de Marte pueden provocar rabia y violencia en el progenitor, que bulle como una olla hirviendo debido a su propio Marte no vivido.
 
Es fascinante observar cómo funciona Marte en sinastría.
 
Hemos de recordar que Marte no es un «planeta del amor». Está centrado en sí mismo, en el mejor y el peor de los sentidos de la expresión. Para Marte, la otra persona es un medio a través del cual uno experimenta su propia potencia, la autoafirmación y la eficacia. La activación de Marte a través de una relación nos hace sentir que somos realmente «mejores». Eso es natural y apropiado, en la medida en que sabemos que es eso lo que está ocurriendo.
 
Cuando nuestro Marte es activado por el Saturno o el Quirón de otra persona, o por un aspecto difícil de un planeta importante en la carta de otra persona, la otra persona actúa como despertador de nuestra conciencia al hecho de que no estamos suficientemente conectados con Marte en nuestro interior. Descubrimos que no tenemos libertad para expresar la agresividad, la iniciativa, el deseo de ganar y la necesidad de afirmar la propia individualidad. El objeto de nuestra pasión puede ser, de hecho, un instrumento a través del cual algo se despierta en nosotros. Podemos confundirlo con la «realidad». Es «real», pero no en el sentido que imaginamos.
 
 
«¡ES LA GUERRA!»: LA EXPLOSIÓN DE MARTE EN EL COLECTIVO
 
 
Marte puede explotar y apoderarse del nivel colectivo.
 
Cuando Marte arrasa en el colectivo, puede aniquilar el ego individual y liberar elementos inconscientes destructivos en la personalidad. Generalmente esto ocurre cuando Marte en tránsito trabaja en connivencia con configuraciones importantes de planetas exteriores que reflejan giros profundos y perturbadores o cambios en los valores y pautas colectivos.
 
Este tipo de explosiones parecen tener lugar cuando un gran número de individuos de un colectivo están desconectados de su propio Marte, quizá en parte debido a motivos religiosos o culturales. Puede activarse también cuando un colectivo está sufriendo problemas marcianos relacionados con la impotencia y la rabia debidas a condiciones sociales, políticas o económicas.
 
Es mucho más fácil que una persona que ha reprimido la agresividad y la iniciativa explote cuando se siente apoyada por o puede mezclarse en el conjunto de una multitud rabiosa.
 
Es fascinante observar los tránsitos de Marte en el momento en que estallan las guerras. Esto nos proporciona una percepción astrológica de esos momentos en que el dios de la guerra irrumpe en el colectivo. Para tener un cuadro más completo de lo que ocurre, es también necesario que tomemos la carta del evento y la pongamos en relación, si es posible, con cualquiera de las cartas nacionales involucradas en el estallido.
 
Los tránsitos de Marte sobre cartas nacionales pueden ser muy sugestivos si los acompañan otras configuraciones poderosas. Si las circunstancias externas son las «correctas» en el sentido de que un colectivo nacional está preparado para una explosión marciana, el tapón puede saltar de la botella. Es necesario que exista una buena cantidad de identificación colectiva con el dios de la guerra para verse abrumado por su espíritu. Pero una vez un colectivo se mueve en esta dirección, puede que otros colectivos no tengan más opción que luchar por su propia supervivencia.
 
Jung creía que el único antídoto frente a la inundación de la locura colectiva es la formación de un sólido centro individual. Eso incluye el establecimiento de una relación con Marte, cuyo rostro más creativo surge del servicio al principio solar. Si existe la suficiente cantidad de individuos viviendo desde su centro, no sería posible tal inundación. No seremos testigos de una transformación de ese calibre durante nuestra vida, o en un futuro próximo. Sin embargo, es una visión por la cual vale la pena esforzarse.
 
El conflicto, ya sea intelectual, emocional o físico, es un componente arquetípico de la vida. Somos nosotros, los humanos, los que transformamos los necesarios conflictos en crueles, innecesarias y sangrientas masacres debido a nuestras patologías marcianas.
 
 
 
LO MEJOR Y LO PEOR DE MARTE, POR MELANIE REINHART
 
 
En una carta individual, el planeta que actúa como «dispositor general» puede ser muy dominante y puede exigir ser expresado en la vida de la persona. Obviamente, el «dispositor general» será un planeta que se halle domiciliado en su propio signo. Si hay más de un planeta que esté domiciliado en su propio signo no habrá un dispositor general.
 
El término «dispositor» es sinónimo de «regente».
 
 
ASTRONOMÍA GENERAL
 
 
El período orbital de Marte es de 697 días, un poco menos del doble que el de la Tierra, si pensamos en términos heliocéntricos. A diferencia de los planetas de Júpiter en adelante, Marte no siempre forma una conjunción u oposición anual al Sol. El ciclo entre conjunciones con el Sol es regular y dura un promedio de 780 días, que son dos años y dos meses, que es lo que se denomina período sinódico. Como todos los planetas exteriores, Marte puede estar retrógrado cuando se opone al Sol, pero sólo pasa el 9% del ciclo retrógrado. Venus es el planeta que pasa menos tiempo en movimiento retrógrado y luego le sigue Marte.
 
Vamos a ver la posición de Marte en el sistema solar, pues comporta un simbolismo hermoso. El Sol es el centro de nuestro sistema solar y Mercurio es el planeta más cercano al Sol, seguido por Venus, nuestro vecino interior. Estos tres son nuestros verdaderos planetas internos, la tríada de nuestra identidad personal interior, que nos revela nuestros valores subjetivos (Venus), percepciones (Mercurio) y el sentido del ser (Sol). Luego tenemos el sistema Tierra-Luna, nuestro hogar. Yendo más allá, nuestro vecino inmediato es Marte. ¿No es precioso? La Tierra está flanqueada por Venus y por Marte, como si estuviera diciendo: «¡Es el amor lo que mueve el mundo!». Somos literalmente escoltados, hasta nuestra encarnación en la Tierra, por la unión de Venus y Marte, las consecuencias de la pasión física. Físicamente somos el fruto de las ansias de procreación de la especie humana.
 
Siguiendo hacia adelante, nos encontramos con Júpiter y Saturno, llamados a veces los planetas sociales, que nos conectan con el ámbito más amplio de la sociedad y sus estructuras, su ética, los viajes, las leyes y las limitaciones. Pero fijaos en Marte. Va un poco a su aire, algo así como si estuviera en medio de todo. Esta característica tiene su importancia cuando intentáis sumergiros en las profundidades marcianas de una carta individual. Marte es el primer planeta exterior a la órbita terrestre, entre el sistema terráqueo-lunar y Júpiter; y por tanto, también se halla entre dos dimensiones de la vida: el mundo físico íntimo, interior y personal y las preocupaciones más generales de tipo social, ideológico y ético relativas a las creencias, a la religión y la urgencia a expandirse.
 
Con Marte nos movemos más allá de nuestro territorio básico, nuestro hogar, nuestra seguridad, nuestros hábitos y nuestras estructuras personales en orden a conectar con este ámbito social más amplio. Buscamos dejar nuestra huella, expresarnos, relacionarnos, competir, aceptar desafíos, obtener reconocimiento, satisfacer algunos impulsos innatos y ganar aquello que nos es más querido.
 
Necesitamos a Marte para poner al día lo que hay en nuestro interior, con el fin de cumplir las funciones de los tres planetas interiores en la sociedad y para llevar a cabo lo siguiente:
 
1. Expresar nuestro sentimiento básico de vitalidad e identidad (el Sol).
 
2. Transmitir y comunicar nuestras actitudes y creencias (Mercurio).
 
3. Reconocer nuestros valores, las personas y las cosas que atraemos, así como actuar conforme a aquello que es realmente importante en nuestra vida.
 
4. Actuar como protectores de la vida en el sistema terráqueo-lunar en el que vivimos.
 
Yo creo que tanto Marte como Venus están relacionados con el deseo, pero de una forma distinta, así que espero poder definir en el transcurso del día las diferencias entre el deseo de Venus y el de Marte. El símbolo de Marte nos habla de tomar algo de la Tierra, de la sustancia de lo que somos, y de lanzarla al mundo., dándole propósito y dirección. Al llevar a cabo este proceso de «salir afuera», llevamos con nosotros todos los problemas y cuestiones relativas a los planetas interiores contenidos en la órbita de la Tierra. Esto puede tanto ayudar como entorpecer nuestro Marte.
 
Sabemos que Marte es el pionero o guerrero.
 
Marte tiende a salirse de lo establecido, a alejarse del pasado, buscando nuevos horizontes, nuevos retos y aventuras, y al hacer esto, se coloca en una posición delicada, vulnerable y precaria en relación a la base de la cual parte: el riesgo de afirmarse. Eso es Marte observado desde la perspectiva de nuestro hogar planetario.
 
Es cómo sacamos afuera aquello que somos y lo mostramos, expresamos, hacemos algo con ello y lo traemos al mundo, lo defendemos si es necesario. Pensar en Marte como un factor que se mueve entre los planos personal y social influye en la manera en que gestionamos nuestros impulsos marcianos con la finalidad de dejarnos listos para la integración social o no, como puede ser el caso. Definitivamente trata del conflicto y de la gestión del conflicto, tanto interno como externo, así como de la capacidad de luchar, de oponerse, de reconciliarse y de hacer las paces tanto como de hacer la guerra. La posición de Marte nos muestra lo capaces que somos de tener satisfacciones sociales, de gozar y de disfrutar de una posición social; lo capaces que somos de dirigir nuestra pasión por la vida, lo capaces que somos de ejercitar un control positivo sobre nosotros mismos, de disciplinarnos y de estar dispuestos para luchar por lo que necesitamos, amamos y apreciamos.
 
 
 
CONFLICTO
 
 
Todos sabemos que Marte está asociado con el conflicto y con provocación del mismo. Al igual que es el que inicia las batallas, quizá sea también el que las termina. La resolución de conflictos requiere tanto coraje e intención como ganar o perder una batalla. Quizá ésa es la verdadera función de Marte.
 
Elegir seguir la línea heroica que discurre entre lo personal y lo ideológico –entre la Tierra y Júpiter– presupone también un combate. Si retenéis esta metáfora en la cabeza –la posición de Marte en el sistema solar–, ésta os revelará los problemas que subyacen en un conflicto. En otras palabras, muchos conflictos pueden ser reducidos a la predominancia bien de motivos territoriales, bien ideológicos –es decir, relacionados con la Tierra o Júpiter–.
Aun cuando analicéis problemas personales emocionales, a veces podéis ver una o ambas fuerzas en acción. Intentadlo. Si queréis experimentar con ello, tomad la posición de la Tierra en vuestra carta, que será la opuesta a la de vuestro Sol desde el punto de vista heliocéntrico y que os servirá para evaluar también el estado de vuestro elemento Tierra. Quizá queráis señalar posibles áreas de conflicto e incongruencia entre la Tierra, Marte y Júpiter para haceros una idea de en qué área se localiza el campo de batalla de vuestro propio Marte. Esto es muy útil para evitar peleas con fantasmas y desperdiciar energía proyectando lo que básicamente es un conflicto interior.
 
Metaconflicto en el que está involucrado Marte se da entre dos fuerzas:
 
1) el tirón del instinto, del hábito y la inercia de lo que ya está establecido (Tierra-Luna) y 2) el potencial para la expansión o para dar una especie de salto cuántico por el bien del propio desarrollo en el área de las aspiraciones, ideologías, ética o potencial personal (Júpiter).
 
O, dicho de forma más simple, los conflictos básicos de Marte se pueden ver de esta manera, entre la tierra y el cielo, territorio o ideología. Recordad que Zeus era el gran dios celeste. La cuestión es qué es lo que nos motiva; y aquí es donde el factor potencialmente modificador de Venus, en cuanto representación de nuestros valores, se vuelve importante. Obviamente, en cualquier horóscopo Marte tenderá a ponerse del lado de uno de los impulsos en vez del otro. Por tanto, el otro será siempre una fuente de conflictos.
 
Marte en Tauro es condenadamente lento.
 
Cuando os fijéis en Marte en una carta, intentad preguntaos: «¿A quién sirve Marte?», en relación a la Tierra o Júpiter. Se supone que una cuestión como ésta es de tipo retórico y exploratorio, que no tiene por qué proporcionar necesariamente respuestas rígidamente falsas.
 
Recuerdo vívidamente a Howard Sasportas describiendo a Marte como «guardaespaldas del Sol»5, queriendo decir que se supone que la vitalidad, la energía y la intención puras de Marte sirven al propósito solar del individuo. En otras palabras, nos ayuda a ponernos del lado de esa misteriosa luz interior que nos conecta con la dimensión sagrada de toda vida. El estado de conflicto que caracteriza a Marte puede ser visto, entonces, como la lucha interior para «volver al camino».
 
La energía de Marte puede ser «aprovechada» por otros planetas. Por ejemplo, si Marte está al servicio de Saturno, puede estimular el deseo de conformarse como el de luchar contra ese deseo. Si está al servicio de Júpiter, puede incrementar nuestro celo religioso, así como causar conflictos o controversias en asuntos de fe y cuando tratamos de convencer a los otros de que tenemos razón. Ésa es una manera útil de considerar los aspectos.
 
Marte puede energetizar todo lo que toca y a veces sobrecargarlo, pero también puede ser eclipsado por el pero también puede ser eclipsado por el otro planeta. El conflicto entre ambos puede generar mucha ira.
 
Marte puede energetizar todo lo que toca y a veces sobrecargarlo, pero también puede ser eclipsado por el otro planeta. El conflicto entre ambos puede generar mucha ira.
 
 
MARTE Y EL PLEXO SOLAR
 
 
En relación a los cuerpos sutiles, Marte está asociado con el tercero o chakra del plexo solar, que se refiere a la fase de desarrollo entre los 9 y los 13 años de edad, o pubertad. Su denominación, plexo «solar», indica que este chakra estimula el desarrollo y expresión de las cualidades de nuestro signo solar, nuestra vitalidad y energía primarias. Está relacionado también con el desarrollo del discernimiento racional, así como de la capacidad de mantenerse en su posición. Es ese lugar en nuestro centro en el que intentamos buscar el equilibrio, pero en el que también debemos adaptarnos a las circunstancias y ser creativos. Las glándulas suprarrenales, ligadas al mecanismo de «lucha o huida» y, por tanto, con Marte, se localizan al lado de los riñones y se encuentran también en esa zona media. En la anatomía del cuerpo sutil, las personas cuyo plexo solar o Marte astrológico es débil pueden tener miedo del conflicto y pueden ser fácilmente invadidas por la energía de otras personas, especialmente por su agresividad, y pueden padecer problemas estomacales, lumbago o problemas renales.
 
 
LA BATALLA PERDIDA
 
 
Se da por sentado que Marte nos ayuda a florecer y usar nuestra vitalidad en orden a crecer y participar en la vida, desarrollar nuestra creatividad y actuar con eficacia frente a la oposición y los obstáculos, conflictos y dificultades. Este es un proceso muy personal, y podemos ver claramente a Marte como servidor del Sol, el medio por el que nuestro yo interior es honrado mediante su expresión. Marte trata además de la voluntad, la aplicación y uso de la intención y la energía.
 
Hay una gran lucha, no obstante, que todo Marte finalmente pierde y es la lucha contra la muerte física. Por mucho que ganemos o perdamos, finalmente debemos rendirnos a este hecho inevitable. Algunos tipos de Marte son muy conscientes de ello y algunos lo niegan, lo que condiciona la calidad de su confianza en uno mismo y el sentimiento de poder personal.
 
El estado de Marte nos muestra, además, si aceptamos las derrotas con deportividad, aceptando la dureza de la vida con suavidad y si somos capaces tanto de perder con elegancia cómo comportarnos magnánimamente en la victoria; o si, por el contrario, si nos llenamos de odio, si nos culpamos a nosotros mismos o nos hundimos en un sentimiento de derrota cuando nos enfrentamos al fracaso y a la pérdida.
 
Plutón fue descubierto en 1930 y a veces se le llama «la octava alta de Marte», aunque yo creo más bien que la expresión «octava baja» es más adecuada. Yo entendería esto como que la manera en que integramos a Marte en nuestras vidas está en proceso de transformación, tanto a nivel individual como colectivo, desde 1930.
 
 
EL CULTO A MARTE
 
 
Hay una enorme cantidad de violencia en los medios, al igual que en la vida real; y esto se puede considerar como una especie de adoración colectiva del principio de Marte. Si Marte es el guerrero, el guerrero necesita una causa noble por la cual luchar. Entonces establecemos la conexión con Júpiter. La alternativa es simplemente luchar por sobrevivir, por el territorio, el dominio, la gratificación… Es decir: la energía terráqueo-lunar en su forma más negativa. No obstante, la ideología y las creencias religiosas caen bajo el dominio de Júpiter; y ambas han provocado increíbles episodios de crueldad y de derramamiento de sangre en la historia de nuestro planeta.
 
Nada tiene de extraño que Marte esté rodeado de tanta ansiedad y preocupación, pues se halla en una situación de «malo si lo haces y peor si no lo haces» entre la Tierra y Júpiter, cuyos valores pueden ser distorsionados con resultados desastrosos.
 
Cuando Marte no está conectado positivamente con cuestiones que le conectan con la Tierra, entonces su energía puede volverse «canalla». Un elefante canalla puede ser un elefante que, debido a una herida u otra razón, abandona la manada, se vuelve destructivo y ataca. Del mismo modo, si sofocan la iniciativa y la creatividad debido a preocupaciones mundanas que se vuelven demasiado densas, Marte puede frustrarse y no ser feliz, y por lo tanto, está enfadado y fuera de madre. Creo que el verdadero campo de batalla de Marte es, en primer lugar, el de sus propios conflictos internos; y enfrentarlos le ayuda a manejar un conflicto externo entre ideología y territorio.
 
Pienso en el significado arquetípico de los Juegos Olímpicos en el sentido de que todos los habitantes de la Tierra rinden culto a Marte de una forma inspirada y legítima, dejando aparte pequeñas preocupaciones tribales y nacionales y mostrando su capacidad para la resistencia, la vitalidad, la excelencia, las proezas físicas y la competitividad saludable en un espíritu de cooperación entre hermanos y hermanas: la Humanidad mostrando lo mejor de sí misma.
 
El zodíaco tropical, el que usamos mayoritariamente en Occidente, se calcula a partir del Punto Vernal, 0º de Aries, punto en que el Sol cruza el ecuador celeste. Todo el zodíaco tropical se construye a través del impulso marciano y se desarrolla en un ritmo de doce divisiones.
 
El doce es a veces considerado como el número del Sol, que está exaltado en Aries, el signo de Marte. Toda la carta es como una apertura a la acción y a la manifestación (Marte) del impulso solar de nuestro sentido nuclear del ser (Sol). El núcleo del Ser Solar que es nuestro signo solar se viste con las ropas de Marte al efecto de ser expresado.
 
Creo que el horóscopo describe qué aprendemos y cómo aprendemos de las consecuencias de nuestras acciones y elecciones (Marte); lo cual, si lo ampliamos, muestra nuestro karma o la trama continuada en el tiempo de las consecuencias, que incluye nuestras propias vidas pero que no se limita únicamente a éstas.
 
 
MARTE Y LOS CUATRO PUNTOS CARDINALES
 
 
Marte es el principio de la acción, incluyendo lo que los budistas llaman «no-acción», que también elegimos conscientemente. Mercurio representa la energía con la que reflexionamos, generamos ideas o quizá planeamos actuar. Pero Marte es la acción por sí misma. Quizá Mercurio es el «eslabón perdido», en el sentido de que el mero impulso puede necesitar ser atemperado por el pensamiento.
 
La energía de Marte es necesaria para honrar nuestra propia y más profunda virtud, es decir, aquello que es intrínseco a nuestra naturaleza, y que por tanto exige expresarse.
 
Marte tiene relación, además, con la defensa de nuestro territorio, con el desarrollo de nuestra excelencia.
 
 
EL DIOS GRIEGO ARES
 
 
En cierto sentido, es más fácil identificar al Marte romano con el poder, la vitalidad y el compromiso que dan apoyo a nuestras intenciones positivas en la vida, tanto para la expresión de nuestra individualidad como para el bienestar, la protección y el honor de la tribu. Es fácil identificar la mirada hacia Júpiter y también se puede ver cómo eso puede llevar al exceso y al abuso. La imagen se vuelve más compleja respecto de Ares. Ares es descrito como realmente sediento de sangre. Era sanguinario como dios de la guerra y de la discordia y tendía además a perder la calma, metiéndose en toda clase de problemas. Ni siquiera era un guerrero particularmente bueno, sino más bien un personaje bastante patético que perdía batallas a menudo; y por encima de todo, era verdaderamente un mal perdedor que tenía tendencia a enrabietarse, a desplomarse o estar malhumorado cuando era derrotado. Al perder no tenía ningún sentido de la dignidad y era incapaz de tomar distancia y reconocer que en la vida «a veces se gana y a veces se pierde». Además, Ares era físicamente muy corpulento, increíblemente competitivo y montaba un enorme escándalo cuando le hacían daño o le herían. Al mismo tiempo, Ares era enormemente vulnerable: debió ser un verdadero dolor de cabeza por su tendencia a ser agresivo, a provocar peleas o a meterse en ellas. Ares no era lo que se dice sociable y bastante diferente a su contraparte romana, Marte.
 
Uno sólo se puede preguntar qué influencia puede haber tenido una figura como ésta en las opiniones colectivas acerca de cómo deben ser o no deben ser los hombres y acerca de cómo pensaban las mujeres que los hombres debían ser o no. Habría que pensar un poco en ello. Como imagen del guerrero masculino es bastante humillante, y el retrato que se ha hecho se acerca más a la figura del matón19. Esto quizá refleja el énfasis que se hacía en la cultura griega clásica acerca del desarrollo de la razón (Mercurio), contraponiéndola de forma inevitable al principio de Marte.
 
Al explorar a Marte en la carta, vais a encontrar un espectro de diferentes cualidades conforme al sexo y a la edad de la persona cuya carta estáis viendo; pero también puede variar en el tiempo.
 
Al estudiar vuestro propio Marte, podríais preguntaros si aceptáis de buen grado las derrotas ¡o si sois tan malos perdedores como Ares!
 
 
PARENTESCO Y NACIMIENTO DE ARES
 
 
Hay dos versiones distintas de la paternidad de Ares que debemos tener en cuenta. La primera es que fue concebido partenogenéticamente y dado a luz por Hera sin recurrir a Zeus, como represalia por haber él dado a luz a Atenea sin recurrir a ella –una especie de toma y daca o de «¡te vas a enterar!»–. En esta genealogía, Ares nace del conflicto, de la rivalidad entre sus padres. No tiene padre. Por lo tanto, su bravuconería, beligerancia y debilidad quizá puedan equipararse a la de un hijo sin padre, que siente miedo y está mal equipado para la vida. Esto tiene interés en nuestra época, si pensáis en cuántas familias monoparentales hay en que tanto niños como niñas tienen un contacto mínimo con sus padres.
 
Ares fue adorado por las Amazonas, que estaban asociadas con Artemis, la cazadora, pero su verdadera pasión fue por Afrodita, de quien se decía que era la única capaz de calmar su sed de sangre.
 
En términos psicológicos, puede que nuestras dificultades con Marte deban ser complementadas y abordadas desde la dimensión de Venus. En otras palabras, la energía pura, vital, agresiva de Marte pide ser equilibrada por Venus a través de la conexión con aquello que nos es más precioso, los propios principios, lo que uno valora en los demás, en los dominios de lo ideal, lo estético y lo interpersonal. Como breve comentario de género, esto me resulta interesante en cuanto que enfatiza ciertamente la importancia del principio de Venus en el proceso de enfocar la energía de Marte. En la medida en que un hombre no tenga contacto con su lado interior venusino, buscará a mujeres que manifiesten ese principio por él y consiguientemente se resentirá de su dependencia hacia ellas. Lo mismo vale para las mujeres y su relación con la energía marciana, si permiten que un hombre se la arrebate. Para cada sexo, cada vez que el otro es señalado para que se haga cargo de la «otra mitad» interior de uno, surge un amargo conflicto entre ambos.
 
La otra versión afirma que Ares fue la descendencia tanto de Zeus como de Hera. En esa genealogía Ares se convierte en hermano de Hefaistos, el herrero lisiado.
 
Hefaistos es el dios terrenal que trabaja con el fuego en la fragua, derritiendo metal, la esencia de la Tierra. Aries es el guerrero. La rivalidad entre Hefaistos y Ares es un detalle de su historia que aún no he visto desarrollar, por lo que yo lo voy a hacer ahora. Es una historia significativa en particular para Marte en los signos de Tierra y en aspecto con Saturno, como en la carta que hemos levantado para el día de hoy. Hemos visto también el vínculo genérico que hemos descubierto en los signos cardinales y los cuatro ángulos del horóscopo. Hefaistos nació prematuramente y fue concebido aparentemente en un momento en que se supo-nía aún que la relación entre Zeus y Hera debía ser secreta. Nació deforme, con los pies cabos y apuntando hacia atrás. Hera se horrorizó al verlo y, agarrándolo de un pie, lo arrojó al mar, intentando de deshacerse de él. Fue rescatado y cuidado por la diosa marina Tetis y sus hermanas. Hefaistos estuvo siempre resentido por ese rechazo de Hera. Encontramos así en el personaje de Hefaistos un infinito deseo de venganza y resentimiento. Éste es el lado de Marte que no pasará por alto el insulto, la injuria y el conflicto, que ha de tener la última palabra, que conspirará y trazará un plan para recuperar lo suyo. Oyente:
 
Hefaistos forjó los atributos de los dioses: sus emblemas, insignias y la parafernalia a través de la cual eran conocidos y que indicaba su identidad individual. Por ejemplo, fabricó el casco y las sandalias de Hermes, así como el escudo de Atenea. Es el lado de Hefaistos de nuestro Marte astrológico que nos permite dotarnos de los atributos a través de los cuales nuestra personalidad puede ser moldeada y nos permite también darle una forma reconocible a través de la expresión de nuestros dones únicos. Ésa es nuestra cualidad solar y, como toda luz, se acompaña de una contraparte oscura. Hefaistos forjó un hermoso trono dorado para Hera, su madre, y se lo regaló con el honor que correspondía a su posición. No obstante, en el momento en que sentó en él quedó aprisionada por cadenas invisibles y no se podía mover. Naturalmente, era impropio de la esposa del gran rey del Olimpo quedar encadenada y por tanto ser humillada de tal manera; así que, para salvar la cara, hizo un trato con Hefaistos, que acabó exigiendo a Afrodita en matrimonio como condición. En tales circunstancias ésa era una oferta que no se podía rechazar y así fue como Afrodita se convirtió en la reacia esposa del herrero cojo.
 
Marte trata también de lo que creemos que debemos ser o no ser en orden a sentirnos poderosos. Aunque ahora voy a adelantar un poco los acontecimientos, quiero mencionar que Marte nos muestra dónde y cómo tenemos que aprender que este punto de vista no tiene sentido sin renunciar a la fuerza y a la manifestación de nuestra voluntad, defender nuestro territorio y lograr lo que queremos –dónde seremos derrotados al efecto de aprender que hemos sido arrastrados por la clase equivocada de poder o dónde la lección puede ser que simplemente lo que necesitamos es levantarnos y volverlo a intentar–.
 
Otra anécdota sobre Hefaistos describe cómo, en su incurable resentimiento e ira, se las arregló para volver al Olimpo. Cometió el error de ponerse del lado de Hera en contra de Zeus en medio de una disputa entre ellos dos, con lo que provocó la cólera de su padre. ¡Pobrecillo! Primero provoca el rechazo de su madre porque no es perfecto. Después, se pone de parte de su madre, presumiblemente porque aún trata, sin éxito, de restablecer el vínculo con su madre tras el primer rechazo. Cae, pues, la ira de su padre sobre él y es arrojado del Olimpo otra vez. No una, sino dos veces es arrojado del Olimpo. Cae con gran estruendo en la isla de Lemnos y sus habitantes le cuidan hasta que recupera las fuerzas. Es como un Marte incapaz de abandonar una batalla inútil. Es como si pensara: «Mi madre piensa que soy feo y me ha rechazado, pero voy a conseguir que me acepte».
 
Desde el punto de vista positivo, no obstante, esto puede significar una lealtad inquebrantable, devoción y dedicación –exactamente el tipo de persistencia necesaria para soportar las dificultades y llevar a cabo las cosas de todos modos–.
 
Marte es también cómo reaccionamos ante la herida. En este caso tenemos a Hefaistos y su madre que le rechaza. Existe un extraño parecido con la historia de Quirón, que también fue rechazado por su madre debido a su deformidad física.
 
Hefaistos es la clase de Marte que no abandona, que no acepta un no por respuesta y que no sabe cómo dejarlo. Desde el punto de vista positivo, no obstante, esto puede significar una lealtad inquebrantable, devoción y dedicación –exactamente el tipo de persistencia necesaria para soportar las dificultades y llevar a cabo las cosas de todos modos–.
 
Hefaistos ideó un plan de venganza y, de alguna manera, consiguió recuperar lo suyo. Pero al mismo tiempo que ob-tenía a Afrodita como esposa, constantemente tuvo que hacer frente a las infidelidades de ésta. No hubo una solución fácil. Viendo a Marte desde este punto de vista, no es difícil ver en este relato una parábola sobre la insensatez de la venganza. Si leéis con cuidado las historias mitológicas, podéis ver que Hefaistos representa la rabia que sentimos cuando los demás no se comportan de la manera que nosotros queremos, cuando no podemos controlarlos. En una versión del mito, Hefaistos tiene las piernas débiles. Fabricó dos robots, uno de oro y otro de plata, para que le ayudaran debido a la corpulencia y gran tamaño de su cuerpo. Oro y plata, padre y madre, Sol y Luna. Hay algo muy emotivo acerca del valor, el coraje y la determinación de esta cualidad de Marte que nos permite seguir adelante y mostrar quiénes somos, a pesar de las dificultades que encontremos.
 
Nos fabricamos nuestras propias piernas, aun en el caso de haber empezado sin tener un territorio propio. En términos psicológicos, esto significa empezar de cero, sin el apoyo del padre o la madre y, aun así, arreglárselas para cruzar el umbral hacia nuestro propio viaje independiente.
 
Debemos descubrir por nosotros mismos los padres arquetípicos interiores que nos apoyan, con independencia de cuán buenos o malos fueran nuestros propios padres; y esto significa renunciar a nuestra ira hacia nuestros padres de carne y hueso que, después de todo, son eso, humanos.
 
En cuanto se presente una oportunidad, nuestro Marte nos ayudará a encontrar nuestro propio territorio, a pesar de no haberlo tenido cuando empezamos a vivir.
 
Marte nos indica cómo encontramos nuestro propio territorio y nos mantenemos en él, en contraste con el sentimiento de «no tener dónde apoyarse».
 
 
LAS ETAPAS DE DESARROLLO DE MARTE
 
 
Si nos fijamos en Marte desde una perspectiva biológica, es la energía que nos capacita para prosperar en nuestra vida individual y en la sociedad.
 
Marte completa una vuelta al zodíaco en poco menos de dos años y medio; y ésos son años críticos en términos de nuestra relación con esta energía. Si hemos tenido suficiente de lo que necesitamos durante esos años, se crea un fundamento profundo y sólido desde el cual nos sentimos seguros para salir al más amplio mundo, para expandirnos hacia el reino jupiteriano del contacto social, del aprendizaje y, en general, del engrandecimiento y extensión de nuestro ser.
 
El primer retorno de Marte anuncia «los terribles dos años», en que se incrementan nuestra movilidad y nuestra agilidad mental, en que conectamos y desmontamos cosas, nos alejamos más de nuestra madre y sentimos que la necesitamos menos.
 
También nos afirmamos y ponemos a prueba los límites. En esos primeros años nuestras necesidades son muy primarias: sentirnos seguros, contenidos, cuidados, aceptados, reafirmados y apreciados. Queremos ser el centro del universo. Nuestro Marte nos dice cómo nos va intentando ser el centro del universo, ¡y cómo reaccionamos cuando descubrimos que en realidad no lo somos!
 
Astrológicamente, se supone que es el Sol el que ha de ocupar ese lugar, y Marte puede ayudarle o entorpecerle en ello.
 
Almacenado en nuestra memoria marciana existe el residuo de todas las luchas primarias para conseguir lo que necesitamos, cómo lo hicimos y qué ocurrió cuando fracasamos. Algunos bebés son muy exigentes desde el primer día, de una forma muy evidente. Cuando tienen hambre, gritan; cuando quieren algo, lloran. Hacen saber a su madre de viva voz o con gestos que no todo está bien. Hay bebés más pasivos que no hacen eso, que requieren otro tipo de sintonización o empatía de la madre.
 
Nuestro Marte guarda memoria de lo que ocurrió entre nosotros y nuestra madre en esos años críticos en que necesitábamos ser el centro de nuestro propio y pequeño universo. Éste es el reino terráqueo-lunar.
 
Si nunca nos hemos permitido sentirnos como «ganadores», puede que sigamos intentando convertirnos en el centro del universo. No seremos nosotros quienes llevamos las riendas. Nos convertimos en adictos al triunfo, en personas incapaces de relajarse y en muy malos perdedores. Puede que veamos el mundo como un lugar en que hay que pelear con todo el mundo para conseguir lo que uno necesita. Y aun así, tenemos que fracasar. El inevitable fracaso y cómo reaccionamos ante él es también territorio de Marte.
 
Si tenemos hermanos nacidos antes de nuestro primer retorno de Marte se creará un poderoso elemento de rivalidad entre hermanos, que sería el caso de Ares y Hefaistos.
 
Grabada en Marte llevamos la huella del «éxito» que tuvimos en satisfacer nuestras primeras necesidades. Justo ahí se plantea la cuestión de la dependencia y la independencia, al igual que Marte está en Cáncer, signo de su Caída. Esto suena parecido a la «caída» de Hefaistos desde el Olimpo.
 
Si nuestras primeras relaciones nos han dejado un sentimiento de acoso, entonces es posible que llevemos esto más allá y nos sintamos constantemente que nos falta algo, vacíos y teniendo que luchar. Tanto da que tengamos que luchar o manipular a los demás para obtener lo que queremos.
 
En cualquier caso, no es seguro ser directo porque o no va a funcionar o porque vamos a ser castigados, o no es seguro para nosotros porque esperamos no satisfacerlas.
 
Marte guarda memoria de esta muy temprana exposición al nivel físico, biológico, de supervivencia y de lo bien o mal que nos las hemos arreglado para afirmarnos.
 
Marte describe tanto el desarrollo físico en esos primeros años tanto como la expresión de la necesidad y lo que ocurre si nos sentimos derrotados. Fijaos en los aspectos entre Marte y los otros planetas y si son aplicativos o separativos.
 
Si tenéis en cuenta las direcciones de arco solar y las progresiones obtendréis una imagen precisa de las influencias en el desarrollo que afectaron a Marte.
 
 
DEFENSA Y ATAQUE
 
 
Más tarde en la vida podemos alternar con los demás bastante bien y aprender a tener bajo control los elementos más salvajes de Marte. A partir de ahí sólo nos encontraremos con la crudeza de esa energía cuando nuestra supervivencia esté amenazada, como si estuviéramos expuestos a una situación extrema o peligrosa.
 
Cada animal mantiene una supuesta «distancia crítica»; y que, si traspasáis esa distancia acercándoos al animal, el animal atacaría simplemente por eso, porque habéis traspasado esa distancia y habéis penetrado en su territorio. Podríais decir que vuestra «distancia crítica» es el límite exterior de vuestros mecanismos de defensa. Si tenemos unas expectativas muy elevadas de ser atacados, de que se burlen o mofen de nosotros, de ser menospreciados, limitados –y si eso ha ocurrido continuamente, especialmente en nuestra infancia, tanto física como psicológicamente–, entonces nuestra distancia crítica será muy grande, ¡y ay de aquel que traspase ese límite, porque entonces pasaremos de la defensa al ataque! Ésta es una cuestión muy física y si aprendéis a sintonizaros con vuestra propia energía corporal es más fácil no transgredir los límites inadvertidamente o permitir que os pase lo mismo a vosotros. Una de las cosas que yo os invitaría a empezar a pensar es: ¿de qué manera vuestro signo de Marte se identifica con la defensa y el ataque? ¿Qué significado tienen para vosotros las palabras «cerca» y «lejos» en términos de distancia crítica?
 
Cuando vuestra distancia crítica ha sido violada, ése es el punto en que empezáis a sentir el miedo y la amenaza, o enfadados y agresivos.
 
¿Sois del tipo de personas que percibe el peligro mucho antes de que ocurra y entonces creéis que hacéis todo lo que podéis para que deje de ocurrir? ¿O, por el contrario, os encontráis de pronto en medio de una situación de conflicto de la que no teníais ni idea? Naturalmente, podemos experimentar ambas situaciones. Cada persona tiene un radar distinto en cada caso. Algunas personas están siempre imaginando conflictos y desastres y hacen horas extras en su cabeza para imaginarse maneras de detenerlo. Esto nos lleva a Marte como factor de control.
 
Otra cuestión en relación a Marte es: «¿Cuánto control ejercemos sobre nosotros mismos hasta dónde llegamos al intentar controlar a los demás para sentirnos seguros? Y cuando hacemos eso, ¿cómo lo hacemos?».
 
A nivel biológico, Marte va referido al territorio, la seguridad, la defensa y a obtener lo que se necesita para sobrevivir. Cuando añadimos la dimensión de Júpiter, añadimos los ideales. Este conflicto primario de Marte puede referirse al instinto y al ideal, y a cómo se sincronizan o no lo hacen. Lo que nos han enseñado las actitudes y las creencias puede incluir en nuestra relación con Marte. Creencias como «Las niñas pequeñas deben portarse bien y no tener rabietas» pueden calar profundamente en nosotros. O, si vemos ejemplos negativos de Marte en nuestro entorno, como esos padres que se pelean y hacen añicos los muebles, nuestro Marte puede adquirir la convicción de «Nunca voy a ser como ellos»; y con ello podemos suprimir también las funciones más saludables de nuestro Marte. Quizá descubramos entonces que somos hipersensibles a la amenaza inminente de cualquier cosa que tenga un parecido, por remoto que sea, con un conflicto entre personas, y nos convertimos en un manojo de nervios tratando de evitar que ocurra. Es como apagar fuegos psíquicos, lo cual resulta agotador.
 
La competición y la rivalidad pueden formar parte de un compromiso creativo con vuestra propia excelencia. No obstante, si ese impulso está demasiado contaminado con las primeras necesidades insatisfechas del lado terráqueo-lunar, lleva a remolque una rabia muy primaria. En ese caso ya no es suficiente tener a alguien a quien admirar o con quien competer, alguien que os desafía a afilar vuestro ingenio o perfeccionar vuestra excelencia. Fijaos en las palabras: «fragua», «piedra de afilar», «afilar». Todas ellas nos remiten a Hefaistos. Pero cuando el Marte infantil nos lleva de la mano, eso no es suficiente y tenemos que ganar, cueste lo que cueste. Reconocer y sanar esa compulsión es extremadamente importante. Quizá ahí es donde entra en juego el vínculo entre Ares y Afrodita, dado que hemos de ser capaces de amar a ese niño rabioso y desamparado que está cogiendo una rabieta al efecto de liberar la dimensión jupiteriana o idealista de nuestra propia voluntad, nuestro propio Marte. Si, como Hefaistos, empezasteis sin territorio, seréis uno más entre los millones de personas a las que aún les queda algún residuo del sufrimiento respecto de Marte. Habrá ocasiones en vuestra vida en que la autoafirmación se sentirá muy peligrosa debido a la rabia y la vulnerabilidad que amenaza con acumularse. No obstante, si sois un poco conscientes de lo que está ocurriendo, y con persistencia y delicadeza, es posible dispersar la energía. Cualquier situación de rivalidad puede sacar a la luz este material temprano; y si existe un grado de conciencia suficiente puede ser un camino muy valioso hacia el autoconocimiento. En cierto sentido, toda relación entre maestro y alumno debe contener este elemento de purificación. Debemos alcanzar una etapa, en cualquier tipo de aprendizaje, en que nos sintamos lo bastante seguros como para hacer frente a nuestro reverenciado maestro; y la manera en que manejemos esta situación determinará el gusto que nos dejará en los labios: dulce, amargo o una saludable mezcla de ambos.
 
 
LA BATALLA INTERIOR
 
 
El tema de la batalla en relación a Marte se refiere también a la batalla interior, enfrentando conflictos internos entre los elementos del «bien» y del «mal» existentes en nuestro interior y las elecciones que hacemos conforme a nuestras creencias y compulsiones. Éste es también el campo de batalla entre el instinto y la ideología, la pareja Tierra-Júpiter.
 
Creo que la tarea de nuestro Marte es aprender del territorio entre ambos, que se abre con la espada de la conciencia. Esto no significa que el conflicto externo sea malo, o no ocurrirá, o debe ser evitado, sino que debemos involucrarnos de una manera distinta.
 
A medida que desarrollamos nuestro sentido de la individualidad, al igual que el Sol lanzamos una sombra y es el proceso de Marte el que nos empuja a ese lugar, obligándonos a que le prestemos atención. No es posible, no obstante, percibir e incorporar los rasgos menos nobles de nuestra personalidad sin un grado suficiente de amorosa consideración por nosotros mismos o autoestima en el sentido solar o quizá también en el venusino.
 
Este proceso es la base de muchos conflictos interpersonales; y cuando vemos en otra persona aquello que nos da pavor o tememos en nosotros mismos, tentemos a querer atacarlo, librarnos de ello y romper el contacto.
 
Por otro lado, la línea entre introspección rigurosa y honestidad meticulosa y autoflagelación es muy fina. Cuanto más valiosos nos sintamos, más preparados estaremos para ver nuestros defectos, autoengaños y nuestra hostilidad bajo una luz más amable, que es lo que mueve la energía y nos permite dejar atrás la visión negativa que tenemos de nosotros mismos y de los demás.
 
De igual manera, cuanto menos merecedores de culpa nos sintamos, menos sentiremos que tenemos que demostrar algo, tomar represalias o condenar y menos quisquilloso será nuestro ego.
 
Ahora, una mención sobre el miedo y el coraje. Marte tiene dos lunas llamadas Fobos y Deimos que, juntamente con Harmonia, fueron la descendencia de Afrodita y Ares. Deimos y Fobos significan, respectivamente, terror y miedo. De Fobos se deriva la palabra o raíz fobia, que podemos considerar como nuestro propio «material» marciano proyectado en algo «ahí fuera» para asustarnos. Personifica los sentimientos agresivos o competitivos con los que no nos sentimos cómodos. Quizá estemos más asustados de nuestra propia hostilidad o agresividad que de la que viene de «ahí fuera».
 
Yo antes habría asociado siempre el miedo con Saturno, pero parece que no deja de aparecer esa conexión entre Marte y Saturno; y este tema del miedo es quizá un área en la que más se superponen ambos. El potencial positivo de nuestra energía marciana está rodeado del miedo que hemos de enfrentar. Se dice a veces que el amor es lo opuesto del miedo. Miedo y coraje están también íntimamente ligados, de manera que quien dice no tener miedo no puede tampoco tener coraje. Puede tener «cojones», bravura, éxito y conseguir toda clase de cosas maravillosas, pero no necesariamente coraje. El coraje incluye el miedo. La palabra francesa coeur significa «corazón». El coraje tiene corazón y el corazón puede albergar cosas distintas y opuestas. El coraje de Marte es nuestra capacidad de afirmarnos, de salir adelante, de dar lo mejor de uno mismo, incluyendo también lo que se esconde tras el miedo.
 
Éste puede ser uno de los escenarios primarios a los que me he estado refiriendo. Puede tratarse también de nuestras fantasías de herida, humillación, derrota y muerte.
 
 
MARTE EN EL MITO NÓRDICO: SIGFRIDO
 
 
Sigfrido es un héroe que, al principio, no conoce el miedo. Como en el caso de muchos otros héroes, su misión es matar a un dragón que duerme en una cueva. Se puede identificar a ese dragón con las energías negativas terráqueo-lunares, en cuyo contexto la inercia, los miedos no resueltos y el hábito nos mantienen encadenados al pasado y a aquello que hace mucho que está muerto pero que todavía consideramos fiable. Los caminos trillados, los edificios construidos por el hábito forman ambos la cueva en la que el dragón duerme. Sigfrido posee una espada heredada de su padre, Sigmund, pero la espada está rota. He aquí una imagen de la herida heredada por la línea masculina. Sigfrido tenía un camarada, un enano llamado Mime, que era herrero. De hecho, tenemos aquí la pareja formada por Ares y Hefaistos,
 
Mime es además un verdadero embaucador, pues se hace pasar por el padre de Sigfrido. No obstante, no lo es, aunque le acoja en su casa. La relación entre los dos es tensa y difícil. Mime forja la espada una y otra vez para que Sigfrido pueda matar al dragón; pero tantas veces como es forjada, tantas la rompen Sigfrido, pues Mime no puede forjarla con la suficiente fuerza. Finalmente, un oráculo le dice a Mime que sólo podrá forjar la espada el que no tenga miedo. Por supuesto, ése es Sigfrido. Aunque Sigfrido no es herrero, empieza a intentar forjar la espada desde cero. Por tanto, aparta a Mime de la fragua, la genuina personificación del miedo.
 
Al hacerse cargo de la fragua, Sigfrido incorpora algunas de las cualidades de Mime y las transforma. Embebe el lado de Hefaistos del arquetipo en su expresión más noble. No intenta reparar la espada, sino que funde todos los pedazos, los une, los sumerge en agua fría una vez unidos y finalmente empuña como un triunfo la nueva espada, brillante y hermosa. Con ella va hasta la guarida del dragón, que es debidamente derrotado y muerto.
 
No obstante, Sigfrido no ha cumplido aún su destino como héroe, porque todavía no tiene miedo. Mime ha tratado incansablemente de asustarle, sin conseguirlo. El oráculo también advirtió a Mime que al final sería decapitado por «aquel que no tiene miedo». Forjada la espada, Mime redobla sus esfuerzos por aterrorizar a Sigfrido, pues está en juego su propia cabeza.
 
Pensad en Marte y en Deimos y Fobos. Hasta que no hayáis sentido miedo, no llegaréis al núcleo de la energía de Marte, sino que os quedaréis atascados en sus diversas distorsiones negativas: bravuconería, gusto por la sangre, agresividad, territorialidad, violencia…
 
No obstante, durante su combate con el dragón, Sigfrido se ha llevado a la boca una mano cubierta con la sangre del dragón. En ese instante es capaz de entender el canto de los pájaros. Ha descubierto una conexión chamánica con las energías terráqueo-lunares. Al matar al dragón se ha enfrentado a las energías terráqueo-lunares, las ha vencido y las ha transformado, liberando el veneno, los recelos y el peligro. Como resultado, él mismo es bendecido con ese don.
 
En el momento adecuado es llevado ante Brunilda, una doncella valquiria, que duerme profundamente sobre una roca. Su padre, Wotan, la hechizó por haberla desobedecido, y la colocó en una roca rodeada por un círculo de fuego que sólo el más puro héroe podría atravesar. Entra en escena Sigfrido, aún un héroe puro que no conoce el miedo pero que acaba de matar al dragón. Atraviesa el círculo de fuego y ve a Brunilda en la roca, durmiendo. Por vez primera en su vida se llena de terror a la vista de esa mujer durmiente, bella y vulnerable. En una representación a la que asistí, Brunilda estaba revestida de una armadura con una enorme coraza de hierro. Sigfrido, aunque aterrado, toma su espada mágica y hace suavemente palanca y la levanta. Ella empieza a despertar. Se ha roto el hechizo del Padre Tirano. Sigfrido y Brunilda se unen extática-mente: cada uno ha encontrado en el otro su alma gemela. Fijaos en la cantidad de imágenes marcianas presentes: la espada, el hierro, la armadura, el fuego, la conquista, el miedo, la pasión y el éxito. Sigfrido atraviesa el anillo de fuego –como las lunas Fobos y Deimos, que forman el «anillo» de Marte– para aceptar el proceso de maduración de su virilidad, anteriormente bulliciosa e inocente.
 
Encuentro este momento interesante debido nuevamente a la conexión con Venus. Al igual que Afrodita «regía» a Ares y a Hefaistos, Brunilda «rige» a Sigfrido. Ella provoca en él una reacción que hace posible un rito de pasaje en su propio desarrollo posterior como verdadero héroe.
 
Además, aquí hablamos igualmente de miedo y coraje. Todos los terrores del dragón y otros peligros físicos no consiguen que Sigfrido se asuste. Pero la belleza y la vulnerabilidad de una mujer dormida –el reino de Venus– le llena de terror. Pasa por la experiencia del terror y la libera tanto a ella como a sí mismo.
 
Creo que tiene una profunda conexión con Marte. Marte tiene miedo de rendirse a la ternura, la belleza, el amor, el placer –el reino de Afrodita–, porque podría perderse en el otro. Y a pesar de ello, es a través de esa rendición que nos transformamos y nos fortalecemos. Cuando podemos aceptar tanto nuestra propia belleza y vulnerabilidad como la de los demás y nos «enamoramos» con ellas, accede-remos más fácilmente al noble héroe interior, nuestra energía marciana positiva y su vitalidad. Inversamente, si recibimos la ternura con hostilidad y rechazo, no nos sentiremos valiosos.
 
No es que Marte deba crecer para ser más como Venus; antes, al contrario, debe crecer para ofrecer la expresión más madura del principio de Marte. Desde un punto de vista colectivo estamos en el proceso de descubrir lo que eso significa, pero ciertamente tiene algo que ver con el correcto uso de la Voluntad. Quizá este equívoco haya emasculado a generaciones enteras de hombres. No obstante, no llegaréis a traspasar ese umbral hasta que no os hayáis enfrentado a vuestra propia capacidad para la violencia, la rivalidad, el resentimiento, la manipulación, el maltrato psíquico, la competitividad negativa, el impulso de ser el mejor y el único en el Universo.
 
Tenemos que aceptar e integrar todos esos potenciales negativos antes de que sea posible esa transición sea en verdad posible. Esto es parecido a «matar al dragón»; y mientras no se emprenda esa tarea interior, siempre habrá alguien «ahí fuera» a quien se pueda colgar la proyección del dragón.
 
El «estar dispuesto» se convierte en una cuestión de cómo participar y alinearse con las energías cósmicas, al efecto de que lo que está tratando de ocurrir lo sea por un bien mayor, aunque eso no siempre sea obvio. No somos los arquitectos del universo y no entendemos gran cosa de lo que vemos, ¡con o sin conocimiento astrológico! Tenemos nuestras propias teorías acerca de «lo que está pasando», pero en realidad no sabemos. No obstante, al igual que Sigfrido, también podemos oír y seguir el canto del pájaro si nos tomamos la molestia de escuchar.
 
 
ACTUAR Y NO ACTUAR
 
 
Si lo único que motiva a Marte es el instinto, la competición, el dominio y el control, estamos ante su versión infantil, inconscientemente ligada a las energías terráqueo-lunares. Una vez hemos absorbido suficientemente la función Tierra-Luna, como Sigfrido al probar la sangre del dragón, se abre otra posibilidad: la no-acción adecuada. La no-acción no significa quedarse sentados en el suelo con cara de pocos amigos, ni tampoco rehusar ir más allá. En vez de eso, la no-acción es la capacidad de desligarse de la manipulación de una situación o de otras personas a fin de dejar que las cosas se desarrollen a su manera. Podéis regar una planta y arrancar las malas hierbas, pero se debe permitir a la planta crecer por sí misma. Respetar nuestro propio crecimiento orgánico, el de los demás o de las situaciones, significa haber aprendido a quedarnos atrás.
 
Desistimos de intervenir, de acelerar las cosas, de hacerlas a nuestra manera, de forzarlas. La no-acción es dejar de resistirse a confiar en que un proceso más profundo está en marcha, en vez de tomar partido por la conveniencia social y racional. Es activamente receptiva o receptiva-mente activa.
 
Al igual que un Marte bien asentado tanto en el principio Tierra-Luna como de Júpiter, está presente la fe y también la capacidad de actuar cuando se requiere verdaderamente la acción, no sólo por calmar nuestra ansiedad.
 
 
 
MARTE Y LA PROYECCIÓN
 
 
Cómo proyectamos el deseo –en términos astrológicos hablaríamos de la energía de Marte– lejos de nuestro centro, como el símbolo de Marte, una flecha o proyectil. Proyectamos nuestras esperanzas de cumplimiento, de satisfacción, paz u otros deseos sobre objetos, personas, lugares, ideas, instituciones… cualquier cosa en el entorno exterior, incluso dioses y creencias espirituales. Y puede que lo hagamos una y otra vez, yendo de una decepción a otra, hasta que recibimos el mensaje de que ése no es el camino. Nuestros deseos nos persiguen hasta que empezamos a entender que, en el nivel más profundo, la proyección consiste en realidad en un anhelo de conexión con nuestro yo más profundo; y que traicionamos este anhelo buscando aquello que inevitablemente resulta ser un espejismo. Finalmente, nos damos cuenta de que, al luchar por ser seres aparte e individuos por derecho propio mediante nuestra energía marciana, finalmente buscamos superar la separación y recuperar un sentido de lo sagrado. La energía cambia su dirección y, en vez de ir de dentro afuera, va de fuera adentro.
 
Quizá es también por eso que Marte está en exaltación en Capricornio, donde el elemento saturnino de la restricción le purifica.
 
Marte se puede ver también como dónde y cómo perdemos y proyectamos en el mundo exterior lo que es, en esencia, nuestra dirección espiritual; y entonces es algo que queremos «ganar» o «obtener». En esto se basan la codicia y el materialismo, así como el lado de explotación de la sexualidad tanto en los hombres como en las mujeres. No se trata solamente de la necesidad, en la que dominan los instintos. También es una pérdida de lo que es fundamentalmente nuestro sentido de dirección espiritual.
Más ropa de marca, más fiestas, más sexo. Pero «más» no necesariamente os va a proporcionar lo que vuestra alma necesita.
 
Hay un vacío en todos nosotros que no puede ser colmado, ni por la parafernalia del mundo ni por la parafernalia religiosa colectiva. Se exige mucha más gnosis personal al respecto.
 
 
MARTE, VENUS Y EL DESEO
 
 
Si pensáis en Venus como en una fuerza magnética y en Marte como el hierro, un metal que puede ser imantado, esto puede clarificar la diferencia.
 
El hierro es un metal corriente, pero se puede imantar, por lo que definitivamente posee un polo positivo y negativo. Atrae a otros objetos de hierro y se orienta hacia el flujo de energía. Se nos ha dicho que el núcleo interior de la tierra consiste en un magma compuesto mayormente de hierro que circunda un núcleo interno más sólido.
 
Lo que creemos es tierra firme flota en realidad en este mar de «Marte líquido», hierro líquido, que es la razón de que existan placas tectónicas y volcanes. Volviendo al tema del deseo y de Venus, la fuerza atractiva de esta contiene el anhelo, la fantasía, la sensación física y el deseo de satisfacción; pero por sí mismo no produce necesariamente acción. La acción, el «ir a por ello» es el extremo marciano del espectro. Ahora bien, si Marte no está inspirado por algún tipo de deseo o valor puede ser una especie de sirviente o mascota de lo que sea o de quien sea: un mercenario, un matón, un oportunista. Volvemos así a la cuestión de a quién sirve Marte. Si Marte es el guerrero, ¿quién es su señor? Si Marte es un soldado, ¿quién es el capitán del regimiento? ¿Es Marte un guerrillero sin un general visible que lucha por un ideal o un soldado en un ejército bien organizado? ¿Quién es realmente el líder? ¿Lo es de forma notoria o no?
 
El extremo venusiano del espectro se refiere a aquello que valoramos, lo que a su vez está basado en un sentimiento interior de autoestima. Aquí el deseo sirve a la autorrealización en una variedad de niveles. ¿Qué es lo que traigo a mi vida o atraigo a través de mi deseo? ¿Qué es lo que me satisface? Si lo que queréis es atraer el uso poético y lírico del lenguaje, quizá podríais matricularos en un curso de lengua o de escritura creativa al efecto de satisfacer ese anhelo. Con la Venus apropiada, sabéis que os encanta la literatura y con Marte, os matriculáis en un curso u os comprometéis con algo, hacéis algo al respecto.
 
El deseo se halla en Venus y la forma activa de satisfacerlo proviene de Marte. Recordad que el hierro es el metal de Marte, pero la energía de Venus le convierte en un imán.
 
Hay algo en el equilibrio entre Marte y Venus que nos ayuda a orientarnos en la vida.
 
Uno de los hijos de Ares y Afrodita fue Harmonia, y la armonía necesita de un equilibrio entre ambos lados de Marte y Venus. Ésa es una forma útil de ver los conflictos en la carta.
 
Marte rige los dientes y los mordiscos, por lo que indica cómo le dais un bocado a la vida: si el bocado es más grande de lo que podéis masticar, si enseñáis los dientes a los demás, si rechináis los dientes mientras dormís o si os mordéis las uñas.
 
Enfrentarse y resolver conflictos saca a la luz esa energía marciana pura y verdadera, Entonces es posible la acción o la no-acción, si eso es lo más apropiado. Esa alineación permite que el poder fluya a través de nosotros. Si seguimos evitando el conflicto tanto en nuestro interior como con los demás, nos iremos debilitando progresivamente, porque el enemigo aparecerá en el exterior como el adversario y estaremos en combate perpetuo con nuestra propia sombra.
 
No podéis clasificar a alguien como «chico bueno» o «chico malo» de acuerdo a su carta. Podemos entender los patrones, pero no sabemos qué es lo que hará cada persona con ellos, cómo lo va a expresar, qué acciones va a llevar a cabo y las decisiones que tomará con aquello que se le ha dado para trabajar.
 
La energía de Marte puede ser una energía curativa –la energía creciente, vital, regeneradora del Universo–, aun cuando eso signifique avanzar hacia la muerte.
 
Con frecuencia las personas con Marte en Virgo tienen hábitos muy saludables y son elegantes y conscientes de su cuerpo. La perfección puede convertirse en una tiranía.
 
Marte en Virgo es una posición que normalmente acompaña a personas que plantan su tienda en el gimnasio y se dedican a moldear su cuerpo, aplicando la fragua de Hefaistos a la transformación.
 
Cuando Marte actúa desde un sentimiento no reconocido de debilidad, en que se menosprecia o no se tiene en cuenta la vulnerabilidad, tiende a sacar lo peor, como le ocurrió a Sigfrido, que finalmente sintió miedo al ver a Brunilda dormida. Nuestra receptividad, nuestra exquisita sensibilidad, de las que mujer dormida y vulnerable es un símbolo, deben ser incluidas. Si tratamos siempre de soslayarla, nos conduciremos de forma tiránica tanto con nosotros mismos como con los demás.
 
Considerad a Marte como el campo de batalla en el que hemos de entrar, donde hemos podido heredar una espada rota o perder la que teníamos, pero que tenemos que aprender a forjar desde cero.
 
Ser consciente de las cualidades en uno mismo no es un seguro contra el mundo exterior, ¡y no todos los eventos son el resultado de material psicológico no resuelto!
 
Tarzán es un intento de pulir al salvaje y convertirlo en algo bonito, aceptable y seguro para nosotros. Me parece una interesante forma de «culto a Marte».
 
 
MARTE RETRÓGRADO
 
 
Al analizar a Marte retrógrado en una carta, es útil comprobar si la oposición con el Sol ha de producirse o se ha producido ya. Para ello basta simplemente con revisar las efemérides, encontrar la más próxima oposición del Sol a Marte y ver si la fecha de la oposición es pasado o futuro en relación a la carta que estáis analizando. Durante los meses de movimiento retrógrado se extiende entre 15º y 18º grados incluyendo la oposición al Sol, lo que constituye una pequeña fracción del zodíaco.
 
Por ese motivo es un espectáculo hermoso contemplar a Marte en esos momentos, pues el Sol, al estar en oposición a Marte, parece colocarse «debajo» de la Tierra. Inversamente, cuando el Sol forma conjunción con Marte, eso siempre significa que se va a volver directo y que no será visible, debido a su excesiva proximidad al Sol.
 
Si alguno ha nacido cuando el Sol se movía hacia la conjunción con Marte, un aspecto «aplicativo», uno de los temas fundamentales de la vida será la finalización de algo, de una «tarea» interior o parecido, por lo que a menudo la energía de esta persona mostrará una cierta cualidad de repliegue. O quizá puede explotar violentamente si la ocasión es propicia.
 
La energía vital de Marte puede estar ligada a conflictos familiares, o puede estar librando una batalla contra la pobreza o dificultades físicas o psíquicas.
 
Puede enredarse en librar las batallas de los demás, o sentirse intimidado por la agresividad que flote en su entorno.
Quizá no lo sepáis nunca, debido a la capacidad de las personas con Marte retrógrado de no soltar prenda al jugar sus cartas.
 
Pueden tener tendencia a implosionar más que a explotar, a estar más impresionado de lo que externamente expresa.
 
En un sentido positivo, estas personas pueden hacer mucho por apoyar a otros, estimulándoles a sacar lo mejor de sí mismos y fortaleciéndoles, funcionando como su protector, esbirro, devoto, sirviente, camarada fiel o guardaespaldas.
 
Además, si Marte está retrógrado en una carta y aún no ha formado la oposición con el Sol, esto significará que la persona ha nacido al principio de la fase retrógrada y que esa energía va a colorear toda su vida.
 
La fase retrógrada de Marte dura entre 60 y 80 días, si bien la duración de esta fase parece aumentar o decrecer de forma regular y cíclica.
 
Aprender sobre el uso y el abuso del poder puede ser un tema importante con Marte retrógrado, por cuanto el sentimiento inicial puede ser de impotencia, de manera que es necesario crear la conexión con las cualidades de la voluntad y la iniciativa a través del tiempo, la experiencia y la introspección. Esa energía no es inmediatamente accesible, pero con el tiempo se puede lograr una conexión precisa y una energía disciplinada y poderosa.
 
Por otro lado, si la persona ha nacido después de la oposición Sol-Marte, parece que la energía está más disponible en tanto en cuanto está menos inmovilizada por la interiorización. Puede existir un sentimiento positivo de moderación más que de frustración, así como la capacidad de servir gustosamente a los demás, en vez de sentirse su esclavo.
 
Comprobad también si Marte se vuelve directo por progresión.
 
Algunas personas tienen a Marte retrógrado durante toda su vida, mientras que en el caso de otras personas se volverá directo.
 
Generalmente éste es un gran punto de inflexión en la vida de alguien, pues dejan de lado las armas con las que han entablado las batallas de los demás o sus propias luchas inútiles, o desentenderse de problemas colectivos o ancestrales que han aprisionado su voluntad.
 
Éste es un momento en que las personas de pronto empiezan a aprender cómo no ser arrastrados por las energías de otras personas, cómo decir no, cómo buscar soluciones creativas cuando surgen conflictos.
 
Éste es un momento en que las personas de pronto empiezan a aprender cómo no ser arrastrados por las energías de otras personas, cómo decir no, cómo buscar soluciones creativas cuando surgen conflictos.
 
El año o los dos años anteriores a que el Marte progresado se ponga directo pueden ser difíciles, pues la energía tantos años acumulada puede salir en tromba y estallar los conflictos.
 
Esto se parece a un Marte lleno de sentimientos de furia, pero que aún no sabe quién es el enemigo o donde está el campo de batalla. Sin darnos cuenta podemos estar buscando pelea, pero sin meta, propósito ni un contenedor adecuado para esa energía. Por lo que he visto, tras un período de cambio y turbulencia, generalmente todo vuelve a su cauce y se sientan los fundamentos para una nueva y más productiva relación con la energía de Marte.
 
Se emprenden nuevos proyectos, se buscan nuevos trabajos, comienzan nuevas relaciones a medida que crece la confianza en uno mismo, y se prescinde de las viejas. Esto puede ocurrir cuando Marte, después de volverse directo, pasa por el grado y minuto exactos de su posición natal. Marte se activa así poderosamente y da la oportunidad de reclamar aquello que tuvimos que dejar atrás.
 
Si el Marte natal es directo y se vuelve retrógrado por progresión he notado, a veces, que en la vida de la persona se produce una secuencia de acontecimientos que no es capaz de procesar y que ha dado como resultado una acumulación de energía, a menudo ira o dolor que no han sido liberados. Entonces, el movimiento retrógrado de Marte implicará un tiempo de implosión previo al aprendizaje de nuevas formas de manejar esa energía. A menudo es también un momento de depresión, en que la energía se ha vuelto sobre sí misma y puede tardar algún tiempo en encontrar vías de salida.
 
El tema de la depresión puede estar relacionado con Marte.
 
Si nuestros impulsos naturales son reprimidos –ése es el nivel Tierra-Luna– se pueden acumular, lo cual llevará a la depresión. Si vuestra necesidad de seguridad y contención, o de libertad de movimiento y expresión está bloqueada, puede que os deprimáis.
 
Cuando somos niños, dependemos de otros para satisfacer nuestras necesidades; y cuando aparecen en la superficie pautas de privación, eso da como resultado la tendencia a culpar a los demás. Es como si la flecha del símbolo marciano se volviese hacia dentro y no pudiera volver a salir. Y alguien debe tener la culpa –¡generalmente la madre! –. Un Marte que se ve oprimido puede ser el reflejo de alguien propenso a la depresión.
 
No es cierto, no obstante, que la depresión se origine únicamente por la supresión de la ira. La depresión puede tener muchas facetas de experiencia y posibilidades de solución, por lo que no podemos simplificarla.
 
Es nuestra rigidez en la forma de entender las cosas nuestro adversario, no el mismo Marte.
 
 
ASPECTOS A LOS PLANETAS INTERIORES
 
 
Un aspecto entre Marte y cualquiera de los planetas interiores revitaliza y añade fuerza a ese planeta, así como a veces saca a la luz un elemento competitivo, duro y luchador de Marte, que puede eclipsar en ocasiones al planeta interior, dependiendo de la naturaleza de ese aspecto.
 
 
SOL-MARTE
 
 
Las personas con aspectos Sol-Marte necesitan sentir que se enfrentan a algo. Esta combinación necesita retos, sentirse forzado por las circunstancias y le gusta ganar. Si este impulso está bloqueado, estaremos en presencia de un Marte agresivo que ha tomado el mando de la persona.
 
En un sentido positivo, también puede representar a Marte dedicado a expresar la excelencia. Si tomamos al Sol como significador del padre, la conjunción puede indicar un conflicto con éste, cuyo espectro de posibilidades van desde las heridas infligidas por un padre violento hasta la rivalidad positiva y la camaradería entre padre e hijo en una relación cariñosa.
 
El padre es una fuerza a tener en cuenta, ya sea que esté presente o no. Si alguien con esta conjunción ha perdido a su padre o éste es un padre ausente por alguna razón, será muy difícil canalizar constructivamente la energía y puede llevar a una fase de «rebelión adolescente» extendida, que a su vez puede ocultar un montón de ira y aflicción.
 
Marte en contacto con cualquier planeta interior puede mostrar ciertamente una cualidad egoísta. Añade siempre la voluntad de expresarse, de conquistar, de luchar contra algo. Marte se asocia a la reacción «lucha o huida» y la opción por la «lucha» es más notoria cuando Marte aspecta a los planetas interiores. Como siempre que se trata de Marte, la cuestión no es tanto contra qué se lucha, sino en favor de qué. Imaginad Marte como ejecutor, el agente del Sí mismo representado por el Sol.
 
Con los aspectos Sol-Marte puede que nos encontremos a Marte intentando ser el centro del universo y teniendo que aprender que en realidad el centro del Universo no es él, sino el Sol.
 
Marte en contacto con cualquier planeta interior puede mostrar ciertamente una cualidad egoísta. Añade siempre la voluntad de expresarse, de conquistar, de luchar contra algo. Marte se asocia a la reacción «lucha o huida» y la opción por la «lucha» es más notoria cuando Marte aspecta a los planetas interiores. Como siempre que se trata de Marte, la cuestión no es tanto contra qué se lucha, sino en favor de qué. Imaginad Marte como ejecutor, el agente del Sí mismo representado por el Sol.
 
 
LUNA-MARTE
 
 
Los aspectos Luna-Marte pueden indicar que las reacciones emocionales se intensifican. Si funciona de esa manera, la persona puede verse sojuzgada por el poder de sus propias emociones y por su subjetividad militante. Recordad que la Luna tiene que ver con problemas de lazos, cuidados y seguridad. Si a nuestras necesidades insatisfechas se alía Marte, esa energía se desplazará y nos encontraremos tratando de intimidar a los demás pare que acepten nuestro propio sentido de lo que es real o «correcto».
 
Cierta vez escuché a un terapeuta describir lo que él llamó «fundamentalismo emocional», no en sentido religioso, que de por sí ya es muy emocional, sino una aproximación literal a las emociones del estilo de «Lo que siento es verdad. Por lo tanto, tengo razón y debo convencerte de que mi realidad emocional es la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad. Y si no estás de acuerdo conmigo, no pararé hasta que lo estés». Ésta es una de las posibles versiones de Luna-Marte.
 
La otra versión se expresa a través de un deseo positivo y la capacidad de hacerse valer en nombre de los sentimientos de uno mismo y de sus necesidades básicas. No esperamos aquí reaccionar en base a la agresión y el menosprecio, sino que más bien reconocemos la importancia de la dimensión terráqueo-lunar de la existencia. Este aspecto está conectado con el ritmo de la vida orgánica; y una conexión positiva entre Luna y Marte busca honrarla y protegerla.
 
Las personas con aspectos Luna-Marte muestran a menudo un potente instinto maternal y paternal, y son muy activos a la hora de proteger y cuidar.
 
Un aspecto difícil Luna-Marte puede ser en efecto bastante difícil de manejar. Esto puede indicar a una persona que siente ansiedad debido a que está proyectando a Marte en el exterior y, por lo tanto, se siente vulnerable e impotente.
 
Esta pauta puede estar basada en experiencias del pasado relativas a una ira no resuelta por necesidades no satisfechas, una madre hostil o un entorno sentido como amenazador. El residuo de las primeras experiencias con la madre puede llevar a un esfuerzo continuo por «hacer las cosas bien» y así aplacar a una madre furiosa. O puede tratarse de un problema de proyección de la propia ira.
 
Si la Luna es proyectada puede que entonces nosotros (Marte) tratemos de proteger a los demás, que serán los que cargarán con la proyección de nuestra propia vulnerabilidad y necesidades de seguridad. Si es una mujer quien tiene el aspecto, su hijo puede sentirse completamente invisible porque la madre está reaccionando a su propio mundo intrapsíquico (Luna), el cual es proyectado, por lo que ella no ve lo que está ocurriendo ahí fuera.
 
Si la Luna es proyectada, entonces el mundo se convierte en el útero que no te deja salir, o en una «madre» que te limita.
 
Las personas con aspectos Luna-Marte sienten como si hubieran tenido que luchar para poder salir del útero.
 
En su forma más madura, los aspectos Luna-Marte pueden mostrar su faceta más dinámica, actuando y tomando medidas para proteger la vulnerabilidad. Se encuentra con frecuencia en los horóscopos de personas que se ocupan de asuntos públicos, como el bienestar, los derechos humanos y dan sus batallas en público.
 
 
MERCURIO-MARTE
 
 
Un contacto Mercurio-Marte puede comportar muchas batallas mentales y espirituales. Esta persona puede discutir interiormente consigo misma o puede repetir en su interior pensamientos que no expresa exteriormente como un disco rayado y que pueden resultar una tortura.
 
No son capaces de olvidar lo que dice la gente. Pueden idear un plan para vengarse de alguien por lo que les ha dicho, o pasarse interminables horas pensando en la reacción cortante que debieron mostrar ante alguien y no lo hicieron. Todo va dando vueltas en la cabeza una y otra vez. No hay mucha sustancia en ello, pero tiene el efecto negativo de sobrecargar incómodamente el sistema nervioso.
 
Este aspecto también hace hincapié en la comunicación. Una persona con aspectos Mercurio-Marte puede ser hiper comunicativa como forma de pelea: discute, argumenta, vuelve una y otra vez sobre el punto discutido, es el que dice siempre «Sí, pero ¿qué pasa sí…?».
 
A Mercurio-Marte le encanta encontrar el punto flaco de un argumento y a menudo busca la pelea verbal. Con frecuencia afirman que les gusta «debatir», pero suele ser incómodo entrar en discusión con ellos, ¡porque por narices tienen que ganar la discusión!
 
De forma alternativa, los nativos Mercurio-Marte pueden verbalizar o emprender una extenuante actividad mental como mecanismo de fuga.
 
Mercurio-Marte puede mostrar una voraz codicia por la información o bien no es capaz de dejar de hablar, o puede ser un consumidor de información.
 
Los nativos con aspectos Mercurio-Marte tienen un ingenio rápido y un sentido del humor peculiar y penetrante, y son observadores agudos y precisos de los hechos y de las personas.
 
Aprender a «poner la mente en blanco» y descansar no es tarea fácil, en la medida en que tienden a desafiarse mentalmente a sí mismos. En ellos la relajación es sinónimo de completar un buen crucigrama –cuanto más complicado, mejor– o de dominar un programa, ¡no de dormitar junto a la chimenea!
 
 
VENUS-MARTE
 
 
La conjunción Venus-Marte pondrá el acento en el área de la carta indicada por la casa y el signo en que se ubique. Esta persona mostrará poderosas cualidades de expresión y de acción, porque su sentimiento de autoestima y valores personales se traducen inmediatamente en acciones –a menos que de alguna manera se hayan sofocado, como puede hacerse evidente a través de un aspecto difícil de Saturno–. Entonces seréis testigos de cómo se intentan compensar la falta de autoestima a través de una actividad frenética y el imperioso deseo de triunfa; y puede que tengan que luchar los obstáculos señalados por Saturno en su carta. Esta conjunción muestra tendencias bastante compulsivas, que pueden intensificarse al luchar para superar las dificultades. En sentido positivo otorga energía y un enfoque unificado que puede mantener a la persona centrada en su camino. Podemos tomar prestado un vocablo de la alquimia y hablar de esta conjunción como de una coniunctio, lo cual es interesante porque se trata de una polaridad que no tiene nada que ver con los padres y que representa una energía inmensamente creativa.
 
Cualquier indicador masculino o femenino en la carta puede ser influido por nuestra experiencia con los padres, siendo la pareja Sol-Luna los más obvios.
 
Se relaciona poderosamente con la pubertad, con «abandonar el hogar», con crecer para ser seres creativos y reproductivos por derecho propio.
 
En el ciclo por tránsito de Marte y Venus, esta conjunción indica momentos de cruce del umbral en relaciones, de nuevos comienzos, de correr riesgos en nombre del amor y de la creatividad.
 
El ciclo de aspectos entre Marte y Venus, de una conjunción a otra, se puede considerar como una danza de cortejo, lo que nos dice cuán armonioso es el contacto entre estas dos energías y cuál de ellos lleva al otro en esa danza.
 
 
MARTE Y LOS PLANETAS SOCIALES
 
 
Podemos pensar en Júpiter y en Saturno como los planetas cuyos principios se vuelven particularmente importantes al relacionarnos con el ámbito más amplio de la sociedad y sus estructuras, y las creencias, moral y ética en que ésta se apoya.
 
A veces pienso en estos planetas en términos de voltaje; y aunque a veces hace falta un planeta más rápido para provocar un proceso, su significado e impacto generales se describe generalmente por los planetas de movimiento más lento implicados.
 
El principio general en astrología es que cuanto mayor es la órbita del planeta, más lentamente se mueve a través del zodíaco y mayor duración y profundidad tiene su proceso.
 
Los temas colectivos y transpersonales se entretejen con la historia personal, que a su vez parecen estar pintándose en un lienzo más amplio.
 
 
MARTE-JÚPITER
 
 
Con Marte y Júpiter en aspecto, a veces es difícil determinar quién está al mando, en la medida en que ambos pugnan por la supremacía.
 
Esto puede indicar una enorme visión, compromiso con la acción y una disposición a pelear en favor de los principios propios o intereses o aspiraciones elevados. Sin embargo, cuando Marte estimula el carácter expansivo de Marte, eso puede traducirse en ansia de poder, de lujuria o, en efecto, de conocimiento. Entonces, la cuestión que se plantea es: «¿Cuáles son exactamente los ideales y principios jupiterianos a los que sirve Marte?». Esta es una combinación que puede arrastrar a la persona a perder el control sin la influencia recentradora del Sol o el enfoque moderador de los valores venusianos.
 
Marte y Júpiter es una energía verdaderamente difícil de manejar a veces, porque estamos muy convencidos de «tener razón» y tendemos a lanzarnos a la acción con entusiasmo sin encomendarnos a nadie. Por ello, a veces vivimos para lamentar nuestra impulsividad y somos víctimas de nuestra propia prisa.
 
Este contacto puede dar también al Marte fanático o cruzado en favor de «la fe». Entonces la pasión por la victoria de Marte se vincula a las creencias; y la capacidad de Júpiter para la expansión se vuelve adecuada para el dogma y las creencias establecidas.
 
Por otro lado, a veces las creencias y visiones de Júpiter pueden coartar nuestra capacidad para la acción (Marte). Por ejemplo, con Júpiter en Capricornio y Marte en Aries, la natural impulsividad, la franqueza y la inmediatez de Marte pueden ser atemperadas por las ambiciones y el deseo de Júpiter en Capricornio de someterlo todo a una estrategia con objetivos de largo alcance. Si esto va demasiado lejos, Marte puede sentirse atado demasiado corto, con lo que empezará a acumular rabia o incluso depresión.
 
 
MARTE-SATURNO
 
 
Marte está exaltado en Capricornio, signo de Saturno; este aspecto tiene una faceta vinculada con Hefaistos, que indica una capacidad para la lealtad a toda prueba y la resistencia, el desarrollo de habilidades y la capacidad de manejarse con las dificultades. Desde el punto de vista negativo hay cabezonería, resentimiento, un deseo de venganza y la incapacidad de no aceptar un no por respuesta. Los aspectos difíciles entre Marte y Saturno pueden dar lugar a cierta violencia porque hay un montón de energía reprimida o bloqueada dentro de uno. Como ocurre con la imagen de Hefaistos, hay una fragua alimentada con fuego que derrite el metal. Es un vehículo de transformación, como en la alquimia, en que el proceso ocurre a veces a una temperatura muy elevada y a una presión enorme.
 
Los aspectos Marte-Saturno a menudo significan que hay áreas en la vida de la persona que ésta las siente como una fragua. Esto puede tener alguna semejanza con la historia de Sigfrido, pues pueden intentar volver a forjar la espada rota por una herencia paterna difícil de manejar o, por citar a Shakespeare, por «las arremetidas y los dardos de la adversa fortuna».
 
Las personas con aspectos Marte-Saturno se sienten a menudo fácilmente juzgadas y tienden a ser duras tanto consigo mismas como con los demás.
 
Con frecuencia existe un sentimiento de impotencia con estos aspectos, especialmente con los difíciles.
 
Este sentimiento puede provocar una acumulación de frustración, y a veces esa ira acumulada puede explotar violentamente y con mucha rabia. Aun en el caso de que no explote, siempre está presente la sensación de funcionar bajo presión y de enfrentarse a grandes obstáculos.
 
Marte-Saturno forja las cosas lentamente, a lo largo del tiempo y con montones de sangre, sudor y, a veces, lágrimas.
 
 
Escoger (Marte) ir despacio, deliberada y concienzudamente, puede ayudar. Si la carta muestra mucha energía tendente a la rapidez, como la predominancia del elemento Aire o de Urano, los propósitos mentales implicados también cuentan. Saturno es frecuentemente llamado el «Padre Tiempo» y con Marte en aspecto difícil, esta noción de velocidad es útil para aprender cómo trabajar mejor con estas energías.
 
 
MARTE Y LOS PLANETAS EXTERIORES
 
 
Cuando Marte está aspectado por los planetas exteriores –Urano, Neptuno o Plutón–, Marte puede ser conducido o arrastrado por impulsos provenientes del ámbito transpersonal o colectivo. Esto puede dejar a veces bastante indefenso el nivel personal de Marte o bien podemos observarlo operando de una forma peligrosamente compulsiva y a una escala fuera de lo común. Nuestra voluntad es forzada bien a someterse, bien a rendirse a las necesidades del destino colectivo y a nuestras experiencias transpersonales, a entregarse y a servir a algo mayor que nosotros mismos. Algunos tipos de Marte están más dispuestos que otros a pasar por la experiencia.
 
Los aspectos a Marte por tránsito de los planetas exteriores son muy interesantes porque exigen una transformación del nivel al cual opera nuestra energía de Marte. Esto puede movilizar los residuos de la energía terráqueo-lunar.
Nos enfrentamos a nuestros patrones de comportamiento de la niñez y cabe que regresemos a un nivel de funcionamiento de Marte más primitivo. Pueden volver a aparecer el niño rabioso de dos años o el adolescente resentido mientras tomamos lo que parecen y de hecho son buenas decisiones en nuestra vida. Estas energías pueden ser inestables y desafiantes, tanto por tránsito y también cuando nos las encontramos en la carta natal.
 
En contacto con los planetas exteriores, Marte debe aceptar ser una especie de sirviente o de lugarteniente. Si todavía os esforzáis en ser el centro del universo, cuando un planeta exterior incrementa el voltaje de Marte, os convertiréis en «superniños».
 
Cuando la energía de los tránsitos fluye hacia vosotros, reactiva la fase de desarrollo en que exista cualquier bloqueo. Si vuestro Marte básicamente desapareció a los dos años de edad y nunca dejasteis de estar resentidos por el hecho de que vuestro hermano o hermana apareciera en vuestra vida, cuando un planeta exterior transite sobre Marte pasaréis por una versión corregida y aumentada de esa época, con toda la rivalidad entre hermanos, rebelión y odio que la acompañaron.
 
Pero es también una oportunidad para crecer y madurar dejando ir y pasando página.
 
 
URANO-MARTE
 
 
En aspecto con Urano, Marte puede sentir que le «exigen» ser agente del cambio para el colectivo.
 
Las ideas y creencias colectivas son importantes y puede existir una fuerte conciencia política.
 
Este puede ser un Marte revolucionario y necesitará dar salida a una energía como ésa.
 
La reactividad puede ser un problema con este aspecto y muchas visiones del cambio han fracasado porque este aspecto empuja a la acción repentina y aquí y ahora, en vez de esperar o planificar.
 
Si hay una regla, ahí está la persona Marte-Urano lista para romperla.
 
Esto puede extenderse a los mayores y nobles ideales de cambio social; pero también puede verse en esa persona congénitamente incapaz de llegar a tiempo, mantener una cita o atenerse a una agenda.
 
¡Incluso una conversación con esta clase de persona puede crispar los nervios, pues van saltando de una cosa a otra e interrumpen todo el tiempo!
 
Los límites están ahí para romperlos y esta persona puede parecer el proverbial intruso, pero sin mala intención.
 
Las personas con contacto Urano-Marte no están pensando: «Voy a poner nerviosa a esta persona apareciendo media hora tarde para cenar». Simplemente, van a su aire y esperan que los demás se ajusten a eso.
 
De la misma manera, con una mayor madurez, la dimensión uraniana de percepción e iluminación hace acto de presencia, y éste es un Marte muy poderoso en cuanto a intuición penetrante, propósito y poder de la mente.
 
Finalmente, Urano exigirá de Marte que eleve su nivel de operación se centre en el propósito y la voluntad, más que en la reacción.
 
Marte-Urano se parece entonces al Mago, es decir, a alguien que tiene ideas brillantes y, además, la capacidad de ver a través de ellas para hacer que las cosas ocurran.
 
Marte-Urano tiende a hacer que las cosas ocurran, pero también puede funcionar de una manera inconsciente y compulsiva, como esa persona a cuyo alrededor las cosas parecen romperse, las luces fundirse y los equipos electrónicos estropearse.
 
La grabadora que uso normalmente funciona bastante bien, pero los fallos extraños que puedo recordar están relacionados de algún modo con Marte-Urano, ya sea en el cielo por tránsito o en la persona cuya carta estoy viendo, o bien en la mía propia.
 
Si veis a un cliente que está pasando por un tránsito de Urano a su Marte, observaréis que parece llena de cables y que probablemente sufra de insomnio o tiene espasmos musculares o tics nerviosos. Puede estar sintiendo que por su interior fluye demasiada energía, como esos cables que no están diseñados para que pase la energía eléctrica a través de ellos.
 
La energía puede ser difícil de canalizar de forma constructiva y las personas pueden volverse discutidoras, irritables o sufrir accidentes menores. Si la ira está almacenada, este tránsito puede liberarla.
 
Desde un punto de vista positivo, es una época en que las personas logran aquello que en circunstancias normales les parecería imposible.
 
Los acontecimientos se suceden rápidamente, el cambio se da a toda velocidad; y aunque puede ser necesario un tiempo para encajar todas las piezas, en conjunto es estimulante. Puede ser útil alguna actividad para refinar esa energía, como el yoga o la meditación, en que la energía se va liberando más gradualmente y se favorece la intuición.
 
 
MARTE-NEPTUNO
 
 
Marte-Neptuno es el devoto que necesita un objeto de adoración o una causa noble.
 
Si esa energía se dirige de forma inadecuada, puede ser muy adictiva e indicar la tendencia de una persona a ser mártir de los demás o por una causa.
 
Marte-Neptuno funciona bien cuando tiene una causa a la que entregarse, pero aquí el desafío es el discernimiento, en la medida en que Marte-Neptuno puede significar que nos engañamos respecto de nuestras propias intenciones, creyendo que las nuestras son las mejores y las de los demás las peores. El engaño puede ir en dirección contraria, con lo que puede ser perniciosamente autodenigratorio.
 
Las personas con aspectos Marte-Neptuno pueden tener dificultades con ser directos, defender su territorio y afirmarse de una manera personal. Pueden ser el clásico felpudo o pusilánime, que puede provocar un montón de ira, que a su vez se expresará de forma indirecta.
 
Obtener lo que uno quiere sin manipular a los demás suele ser un reto para estas personas, pues este Marte no muestra generalmente valor ni confianza en sí mismo.
 
Las mejores cualidades de estos aspectos se pueden encontrarse en aquellos que se esfuerzan por aliviar el dolor, o se comprometen con algún tipo de disciplina espiritual o con una causa.
 
Pueden trabajar con los desfavorecidos de la sociedad, en hospitales, prisiones, hospicios, haciendo cualquier cosa (Marte) en nombre de las personas neptunianas.
 
También puede reflejarse en el horóscopo de quienes se dedican en cuerpo y alma al teatro, las artes, cualquier actividad de naturaleza acuática, neptuniana, elusiva y misteriosa.
 
Algunas personas con estos aspectos son muy carismáticas y con mucho estilo, capaces de sacar provecho (Marte) de las modas y tendencias del momento (Neptuno).
 
 
MARTE-PLUTÓN
 
 
Aquí se exige a Marte que se arrodille ante Plutón y sea un agente de transformación de una forma estruendosa, esté dispuesto o no a ello y tanto si el proceso se juzga de forma positiva o negativa.
 
No podemos explicar al completo la diferencia entre dos expresiones del mismo aspecto, lo que convierte a la astrología en un arte vivo, no en una fórmula trillada.
 
Castigo y juicio son dos temas que yo asociaría con este aspecto.
 
En la Cábala, Marte está asociado al sefirot llamado Gevurah, que significa «juicio». Yo entendería esta asociación de modo positivo como la energía que nos ayuda a defender nuestro territorio y a decir no a cosas que nos hacen daño o son contrarias a nuestro «buen juicio».
 
De modo negativo, puede convertirse en condenación o en daño hacia otras personas debido a nuestra enorme necesidad de estar completamente seguros de nuestras percepciones.
 
Aunque podamos evitar los estados agresivos más obvios, esta energía se puede traducir en creencias y actitudes que luego se expresan como juicios. O uno puede callarse y comunicarlas de forma tácita. ¿Recordáis a los hombres de Marte que se mofaban y burlaban? Aquí hacemos de las diferencias que percibimos un motivo para despreciar a alguien, para hacerle de menos. Esto puede ser muy sutil, dado que encontramos a Marte allí donde debemos rendir homenaje a la separación y la diferencia. Pero un Marte negativo puede convertir esto en motivo de pelea o bien para menospreciar a los demás o sentirse menospreciado.
 
Marte-Plutón puede tener miedo de ser aniquilado, o puede ser sutilmente amenazador para compensar ese mismo miedo.
 
No sólo se trata de que la gente esté con vosotros o contra vosotros, sino que va más allá: a menos que alguien sea «lo mismo» que vosotros, está contra vosotros.
 
Puede desarrollarse un estado crónico de guerra contra todo.
 
Las personas con aspectos Marte-Plutón sobresalen a menudo en cuanto a instinto de supervivencia y son los primeros en percibir la generación de problemas.
 
Quizá tengan que aprender a dejar de intentar «hacer algo al respecto» y aceptar que las adversidades siempre están ahí y que los ciclos terminan con la destrucción o desintegración de las formas creadas durante ese ciclo.
 
Enfrentar batallas que no se pueden ganar es algo corriente en la vida de las personas con aspectos Marte-Plutón; y sus reacciones a este hecho varían de la rabia ardiente a la sabia y profunda aceptación.
 
Las personas con aspectos Marte-Plutón pueden mostrar una cualidad obsesiva y una tendencia a atraer o gravitar hacia situaciones complicadas o hacia personas con secretos, conexiones poderosas o de gran riqueza.
 
A menudo muestran una fuerza inmensa ante la adversidad y puede que necesiten aprender ser un poco menos heroicos a menos que la situación verdaderamente lo justifique. Tienden a ver la vida como un conflicto épico y pueden desperdiciar mucha energía intentando resolver lo que es insoluble.
 
Personalmente creo que Plutón y su proceso representan la puerta de entrada a la vida espiritual, vamos más allá de los ideales, las ideas, las ilusiones y los sueños en busca de algo mucho más profundo. En este sentido, las dificultades asociadas con los aspectos Marte-Plutón pueden verse como lo que ocurre cuando estamos llamados a un desarrollo espiritual y rechazamos la llamada o nos atascamos en el camino.
 
La expresión de esta energía se endurece y la voluntad personal se apropia de ella, con lo que se vuelve destructiva, o nos quedamos atrapados en una visión del mundo completamente oscura y sin esperanza.
 
Los aspectos Marte-Plutón exigirán una purificación de nuestra voluntad, nuestra intención y nuestra orientación; y aportarán a nuestra vida experiencias que nos darán la oportunidad de hacer eso exactamente.
 
Los aspectos Marte-Plutón revelarán pruebas e intentos que pueden ser invisibles para los demás, pero que consumen un montón de tiempo y energía, en la medida en que nuestra alma lo exija. En el mito griego Hades es el equivalente a Plutón, y siempre lleva un casco que le hace invisible cuando sale a la superficie.
 
De la misma manera, las personas con aspectos Marte-Plutón son propensas a registrar la agresión no expresada en el entorno, las «batallas invisibles» que se producen entre la gente todo el tiempo.
 
Este aspecto verdaderamente nos reta a ser guerreros de una forma u otra; y esa dimensión «invisible» puede exigir ser reconocida por nosotros. Encontrar el propio camino en esta «jungla invisible» de energías potencialmente destructivas sin quedar atrapado por sentirse responsable de ellas o de que, de algún modo, «es culpa nuestra», o de que «debemos arreglarlo», es un reto que enfrentan muchas personas con estos aspectos.
 
La diferencia entre los aspectos «fluidos» y «difíciles» es muy marcada con estos dos planetas.
 
Los aspectos fluidos otorgan la habilidad de fluir poderosamente hacia la acción porque hay menos obstáculos, menos tensión acumulada que provoquen ira o frustración. La energía fluye bien canalizada.
 
Los aspectos difíciles, en cambio, tienden a que la persona se sienta impotente y a que tenga que vencer un sentimiento de oscuridad interior, impotencia, y futilidad en orden a salir al encuentro del mundo. Puede existir una gran presión a hacerlo así, como compensación por el miedo provocado por esos estados.
 
 
MARTE A TRAVÉS DE LOS SIGNOS
 
 
MARTE EN ARIES
 
«¡Lo queremos ahora!» Todo. Pero tiene que ser ahora –¡no importa mucho el qué! –.
 
Aries es energía primaria, puro impulso: es el primer signo, el equinoccio de primavera.
 
Marte en Aries puede sentir la ira y la descarga con facilidad, a menos que haya factores en la carta que atempere ese rasgo; olvida rápidamente y no acumula rencores. Irritarse y enfadarse simplemente es parte de su vida.
 
¿Cuál es el peor miedo de Marte en Aries?
Que se nos impida afirmarnos a nosotros mismos.
 
Daniel Giamario dice de él en su artículo: «El correoso individualista, de juego agresivo, espontáneo, decidido, centrado en sí mismo, el niño con el juguete, el guerrero en estado de competición».
 
MARTE EN TAURO
 
Con Marte en Tauro hay cierta inercia o resistencia a superar antes de que empiece a funcionar el lado activo de Marte. Luego pueden ponerse en modo automático y volverse compulsivos. Pensemos en el toro: es un animal voluminoso. Cuando está en reposo, el toro representa la esencia de la estabilidad, de la tranquilidad y del poder bajo control. Cuando se enfurece y carga, es formidable y destructivo.
 
Las personas con Marte en Tauro tardan un poco en registrar la ira. Puede ser bastante plácido, sereno y nada molesto. Si la ira se acumula, suele hacerlo despacio y puede tomar la forma de resentimiento o rencores diversos. En este sentido es muy hefestiano; y este Marte regido por Venus a menudo es feliz ocupándose de los asuntos de los demás, siempre que sus esfuerzos sean reconocidos.
 
Con Marte en Tauro parece bastante importante poseer unos valores y una capacidad de elección tan conscientes como sea posible. De otro modo, uno puede pasarse la vida haciendo cosas por los demás, y acumular de paso resentimiento sin darse cuenta. La cierta placidez externa traiciona la intensidad de lo que pueda estar ocurriendo bajo la superficie.
 
Existe un elemento de demora en Marte en Tauro. Lento para la ira, pero volcánico una vez se enciende.
 
A veces Marte en Tauro es perezoso en el sentido de «Todo por una vida tranquila». Se queda estancado en la búsqueda de la armonía o en el mantenimiento de la paz y la estabilidad. Pero Marte tiene otra faceta cuando está regido por Venus.
 
La autoafirmación para obtener aquello que es placentero, fácil, armonioso y bello. En este sentido puede ser una influencia atenuante.
 
¿Cuál es el mayor miedo de Marte en Tauro? ¿Es el miedo a perder el control
Algo de eso hay. Además, también hay miedo a ser visto como agresivo.
Quieres ser valorado como persona armoniosa
 
Daniel Giamario dice que Marte en Tauro encontramos «al amante, el experto en intimidades, el amante del placer, al bailarín, al artista, modelo o músico».
 
 
MARTE EN GÉMINIS
 
A Marte en Géminis le gusta estimular la conversación y el debate.
 
Marte en Géminis se afirma a sí mismo a través del poder del análisis, ejercitando la mente de una forma creativa y desafiante.
 
Daniel: «El mago embaucador, el trovador, el bufón de la corte, el contrabandista, el astuto, el que cambia de forma, el correveidile».
 
 
MARTE EN CÁNCER
 
Somos lentos y generalmente necesitamos un poco de estímulo antes de arrancar. No nos afirmamos rápida o directamente. Ante un problema, primero retrocedemos o nos hacemos a un lado, meditando. Expresamos nuestra agresividad más tarde. Los procesos internos son importantes, así como también lo es experimentar toda la gama de sentimientos.
 
Marte en Cáncer es muy tierno y ésta es una característica protectora y paternal. Negativamente, puede significar que os resulta difícil afirmaros a vosotros mismos, porque permitís que los sentimientos y las necesidades de seguridad lo dominen todo.
 
 
MARTE EN LEO
 
Marte en Leo es aquí descrito como el «arquetipo del Rey, el líder nato, el que va al frente. Zeus y Apolo.
 
Marte en Leo es muy sensible a la crítica.
 
Si Marte recibe un aspecto de Saturno, uno tiene que pedir permiso para brillar, para ser el Rey o la Reina y posee un plus de hipersensibilidad respecto de ser menospreciado o colocado en un lugar inferior.
 
Marte en aspecto a Saturno, hace que el ego sea mucho más vulnerable.
 
El miedo de Marte en Leo: Miedo a no ser reconocidos.
 
Marte en Leo es capaz de una gran lealtad y de promover la creatividad en los demás.
 
 
MARTE EN VIRGO
 
¡Marte en Virgo hace a los buenos editores!
 
Marte en Virgo está hecho para buscar las imperfecciones.
 
Marte en Virgo, con el deseo y la capacidad de actuar en favor de lo que es útil y sirve a los demás: simple, práctico, incluso modesto, se ocupa de las pequeñeces cotidianas.
 
Las personas con Marte en Virgo tenéis miedo de la falta de orden. Este Marte se autoafirma a través de la gestión creativa de los recursos y la estructuración del tiempo, el dinero, la energía, con el fin de que algo funcione de verdad correctamente.
 
Éste es Virgo en su elemento, como el Mago, expresando la conexión mercuriana con la comprensión de cómo ordenar la vida material de forma que refleje lo sagrado: «servidor de la Diosa». También tiene rasgos de Hefesto: «Dedicación a su arte». Todo Marte terrestre tiene la característica de la dedicación, pero Virgo además le añade el oficio, la destreza, la vocación.
 
Daniel dice: «El sacerdote dedicado al trabajo sagrado».
 
 
MARTE EN LIBRA
 
Prefieren la armonía al conflicto. A menudo les cuelgan la etiqueta de «demasiado buenos». Interiorizan de tal manera esa etiqueta que puede afectar a su salud. Cuando son relegados ocurre exactamente lo contrario: resultan demasiado directos y peleones.
 
¿Cuál es la tarea heroica de un Marte en Libra?: Ser un árbitro, un mediador, un equilibrador.
 
¡Libra el diplomático! Tradicionalmente se dice que Marte está en exilio en Libra. Esa característica de sopesar, medir y deliberar es fuerte porque hablamos de un signo de Aire.
 
Este Marte puede sentir que ser tan respetuoso le incapacita.
 
 
MARTE EN ESCORPIO
 
Marte en Escorpio, leemos: «Brujo, mago, el Dios Astado (un dios de la fertilidad), también Pan, el Hombre Verde y el dios del inframundo Plutón/Hades».
 
Cualquier planeta conectado con Plutón sabe que la pérdida es parte de la vida y que no somos los «masters del Universo» de la manera que a un Marte ligado al ego le gustaría ser.
 
Marte en Escorpio incorpora la vulnerabilidad en su sistema, lo cual puede funcionar de dos maneras: puede hacer que las personas sean duras y castigadoras debido a su miedo o puede convertir a las personas en valientes.
 
El coraje de Marte en Escorpio no es mera bravuconería, sino un valor bien informado, como el coraje del policía que conoce demasiado bien los peligros a los que debe enfrentarse, pero que sale a la calle de todos modos.
 
Marte en Escorpio. Miden su sensación de fortaleza a través de la reacción que son capaces de provocar en los demás: es decir, cómo pueden influir en el estado emocional de los demás.
 
Todo Marte en Agua tiene la capacidad de ser manipulador debido a su necesidad de ser indirecto. El lado positivo de esta capacidad es la autoafirmación con la debida sutileza.
 
La energía de Marte en Escorpio puede traer la curación convirtiéndose en un catalizador. Ésa es la conexión con el inframundo.
 
Marte rige a Aries y a Escorpio o, usando la terminología tradicional, está «en domicilio» en esos dos signos.
 
Si Marte habla de motivación, impulso y energía vital en movimiento, ¿cuál es la diferencia entre Marte en Aries y en Escorpio?
 
Marte en Aries está más ligado a la expresión y la liberación del impulso. Es un signo de Fuego, por lo que hablamos de velocidad, espontaneidad e inmediación. El problema es la impulsividad, la prisa y la habilidad de buscarse oponentes.
 
Escorpio es un signo fijo, por lo que la energía se manifiesta de una forma más contenida y controlada, cuyo efecto es así más penetrante, efectivo y útil en la gestión de las crisis.
 
 
MARTE EN SAGITARIO
 
Marte en Sagitario es un explorador de la conciencia.
 
Marte en Sagitario siente una pasión por el conocimiento que amplía su perspectiva y trae a colación la dimensión religiosa y filosófica de la vida. También una pasión por la educación.
 
Marte en Sagitario es un aventurero o explorador.
 
Daniel Giamario dice: «La aventura del héroe». Marte en Sagitario necesita una aventura, una visión, una sensación de propósito de que está luchando por algo mayor que él mismo. De otro modo, se enreda en la grandiosidad y en la codicia. Más es mejor –consumismo–. «El filósofo, el pionero».
 
 
MARTE EN CAPRICORNIO
 
Las personas con Marte en Capricornio suelen delegar la autoridad en los demás, a menos que se sientan en un terreno muy firme. Definitivamente, Marte en Capricornio no quiere ir al frente del desfile. Ambos hemos llegado a la conclusión de que Marte en Capricornio quiere trabajar de forma muy organizada, con los pies firmemente asentados en tierra. Ninguno de los dos ha reconocido como propio a su Marte hasta bastante tarde en la vida.
 
Saturno hace que las cosas cuesten un tiempo antes de lograrlas.
 
El territorio es importante para cualquier Marte en Tierra, de diferentes maneras.
 
Para Marte en Virgo el territorio se refiere al arte u oficio, la destreza, la excelencia y el campo en que uno desempeña su servicio.
 
Para Marte en Tauro puede ser el dinero, la estética, la sensualidad y la comodidad.
 
Para Marte en Capricornio pueden ser los ideales, los sistemas de valores y el territorio físico (como su propia casa)
 
Marte en Capricornio se siente fortalecido al asumir la responsabilidad adecuada. Por la misma regla de tres, lo que le debilita es asumir una responsabilidad inadecuada o demasiada responsabilidad.
 
Las personas con Marte en Capricornio tienen miedo a perder la estructura. A no poder enfrentarse a ello.
 
Uno de los riesgos de este emplazamiento es la dificultad de dejarlo estar. A Marte en Capricornio a menudo le resulta difícil relajarse o abandonar la lucha, la dedicación al trabajo, al efecto de experimentar el lado venusino de la vida, el goce y disfrute estéticos.
 
Podemos trabajar muy duro desde el principio. Sin prisa y sin pausa.
 
El elemento tiempo es muy saturnino. Quizá sea por eso que Marte en Capricornio sea tan efectivo: sabe administrar bien su tiempo.
 
Daniel: «El anciano, el Primer Ministro, el legislador, el buen proveedor, el empresario práctico o el chivo expiatorio exiliado».
 
 
MARTE EN ACUARIO
 
 
Las personas con Marte en Acuario luchan por el derecho a ser diferentes.
 
En todos los signos fijos, Marte es muy leal.
 
Una cosa que he notado acerca de los que tienen a Marte en Acuario es que a menudo son vehementes respecto de sus amistades.
Se afirman en su nombre. Aquí tenemos al «visionario cósmico, al científico idealista, al espíritu libre universal, al revolucionario de vanguardia, al meditativo tratando de ascender».
 
Al ser Acuario el último signo de Aire, el idealismo es muy pronunciado. Mientras tanto, volver a la tierra puede ser frustrante. Nada va demasiado rápido para Marte en Acuario, ya que se siente fortalecido al tener una visión de conjunto, cuando ve el cuadro completo. Vuestro campo visual abarca unos cuantos kilómetros. No es un don de profecía –eso es más propio de Sagitario–. Con Marte en Acuario podéis ver lo obvio, porque os halláis en la cima de la montaña.
 
Las personas con Marte en Acuario son capaces de ver el potencial en vosotros mismos, cómo podríais ser vosotros mismos, cómo podría desarrollarse una relación, u otras personas. Luego trabajáis duro para intentar que algo de lo que habéis visto se adecúe a la realidad. Claro que lentitud y la densidad del plano material no va pareja a la velocidad de la visión de ese potencial que existe en el plano mental: de aquí la frustración y también la fuerte autocrítica.
 
Pensad en la figura de Prometeo, conectada con Acuario. Prometeo fue el paladín de la raza humana. Fue encadenado por Zeus a una roca, como castigo por robar el fuego del Olimpo después de que Zeus lo negara a los hombres. Un águila, enviada por Zeus, le comía el hígado por las mañanas, órgano que le crecía de nuevo. Es un ejemplo espantosamente gráfico de algo que «nos reconcome». Cuando Marte se vuelve sobre sí mismo, es como Prometeo cuando le comen el hígado. Nada está bien, yo no estoy bien, el mundo no está bien. Una receta perfecta para la desesperación.
 
Marte en Acuario se fortalece a través de las ideas y, a veces, de compromisos grupales.
 
El esfuerzo por encontrar un sistema adecuado de que refleje con precisión la propia experiencia es uno de los retos de Marte en Acuario.
 
Las cosas pueden volverse muy oscuras cuando ese brillante nivel visionario de Acuario se apaga. La lucha para volver a tener ese sentido de visión es muy importante.
 
La visión de conjunto que proporciona la astrología puede ser muy estimulante porque aporta un marco para comprender los hechos.
 
 
MARTE EN PISCIS
 
Marte en Piscis es manipulador. Se siente impotente. Histérico. Frustrado.
 
Es un Marte disolvente y disuelto. Es difícil tener una idea de hacia dónde va uno. Es manipulador y consigue que el Marte de los demás actúe por él haciéndose la víctima.
 
Marte en Piscis también le encanta estar al servicio de los demás, sirviendo o entregándose a un ideal.
 
En el Tai-Chi se habla sobre el Yang del Yin. En el símbolo del Tao una mitad es negra salvo un pequeño punto blanco y la otra mitad es el reverso de esta imagen. Eso refleja el eterno proceso de cambio, el desarrollo del Universo a medida que las fuerzas del Yin y el Yang interactúan. Tanto el Yin como el Yang tienen poder, si bien el Yang funciona de una forma directa y extrovertida, mientras que el Yin lo hace de forma receptiva e introvertida, se refiere más a entregarse, a replegarse. Marte en Piscis necesita comprender el poder del Yin, o de otro modo siempre se sentirá impotente o constantemente enfadado. Si no se reconoce el poder del Yin, puede transformarse en manipulación y en conciencia de ser víctima.
 
Marte en Piscis es la senda del servicio.
 
Se relaciona con la visión profundamente mística, al éxtasis de la unión trascendental, y también con el dios Dionisos, que está ligado al éxtasis y el caos.
 
La maduración de Marte sobreviene a través del reconocimiento del miedo y el proceso de entregarse a la gran Fuente. Es un gran cruce de umbral, que a algunos emplazamientos de Marte les resulta más fácil que a otros. Marte en Piscis puede generar una fuerza tremenda a través de la receptividad a la voz interior de una llamada espiritual o de una sensación de conexión con el Sí mismo más profundo.
 
Howard Sasportas solía decir: «Si quieres generar energía marciana, fíjate en dónde está Marte en tu carta natal y busca algo que hacer que exprese esa energía». Si Marte está en Libra, busca algo estético e intelectual. Si está en Piscis, vete a ver el mar. En teoría eso debería aumentar la energía.
 
De todos los emplazamientos de Marte, Marte en Piscis es el que posee mayor capacidad de entregarse al gran flujo –uno gana cuando se rinde–. Pensad en el contraste que ofrece un Marte en Tierra, con el que ganas cuando no dejas de intentarlo. Con Marte en Piscis, el proceso de entrega interior te ayuda a ganar.
 
 
 
Una de mis imágenes favoritas de Marte es la imagen que muestra a un guerrero muy hermoso arrodillado ante la estatua del Buda. El Buda llora lágrimas de rubí y el guerrero, con la cabeza inclinada, las recoge en su mano. En la tradición védica el planeta que nosotros llamamos Mercurio se llama «Buddhi»; y quizá esta imagen puede verse como el encuentro entre Marte y el principio de Mercurio, tan llamativamente ausente en el contexto de lo que hemos analizado hoy. También se puede ver el símbolo de Saturno en la espada del guerrero y los pasos que llevan al Buda, ante el que el guerrero se inclina, muestran el símbolo de Capricornio. La Tierra es el reino en el que hemos de habérnoslas con la dualidad. No podéis fingir que no existe, porque entonces debilitáis a vuestro propio Marte. No obstante, la dualidad y el conflicto pueden considerarse aquí como el campo de pruebas del guerrero espiritual, en el que el campo de batalla es primero el propio interior de uno y el objetivo final es la compasión, que a su vez proporciona la motivación y la senda para la acción correcta. El rubí es una de las gemas asociadas con Marte y con Aries, porque es rojo. La leyenda dice también que los rubíes detenían el manar de la sangre en las heridas de batalla.
 
 
APÉNDICES POR LIZ GREENE
 
 
El retrato astrológico de un acontecimiento siempre se nos presenta con muchas capas de significado y describe una situación mucho más compleja de lo que aparenta en la superficie.
 
El conocimiento astrológico puede a veces ayudar al individuo a encontrar una perspectiva más equilibrada.
 
Muchas cartas de inicios de guerra contienen un engañosamente aspecto benigno
 
En la carta de un individuo, los trígonos reflejan dones y aptitudes innatas. Pero también pueden implicar la ingenua suposición de que todo en el mundo está bien.
 
Son los aspectos difíciles los que nos fuerzan a ser más conscientes, a esforzarnos en mantener a raya nuestros conflictos y a desarrollar nuestros potenciales.
 
No creo que sea posible levantar la carta de un acontecimiento o los tránsitos de una carta nacional y extrapolar lo que “ocurrirá” en términos concretos.
 
A veces la imagen de un tránsito sobre una carta nacional es altamente ilustrativa cuando se conecta con determinados sucesos políticos, como fue el caso de la Unión Soviética en 1989. Pero las configuraciones presentes no son tan obvias. Amenazadoras y turbadoras, sí; claras y simples, no. Mucha gente proclama orgullosamente, a toro pasado, lo fácil que era prever los acontecimientos del 11 de septiembre en esta carta y en los tránsitos que recorrían la carta de los USA, a los que más abajo nos referimos. Así es fácil pronosticar acontecimientos. Es bueno recordar las “predicciones del fin del mundo”, que se han hecho desde que el mundo es mundo. Exigir una especie de previsión puede ofrecer un sentimiento de poder personal e importancia; pero sería mucho más constructivo —y veraz— admitir no sólo nuestra ignorancia sino también nuestra necesidad de mirar objetivamente a muchos niveles diferentes y desde perspectivas diferentes para hacerse una idea real de la catástrofe que acaba de ocurrir y dirigirnos hacia un futuro que sea más constructivo que destructivo. Si admitimos la existencia del libre albedrío y de la capacidad de trabajar bajo circunstancias difíciles para generar más resultados positivos que negativos, hemos de admitir que el ataque terrorista a los USA no “estaba escrito”.
 
Sea la carta de un individuo, una nación o un acontecimiento, es muy significativo el contraste entre una configuración benigna que refleja ideales nobles, elevados y humanitarios y otra configuración tensa que refleja la búsqueda de cabezas de turco3, la agresión, el fanatismo obsesivo y la potencial violencia que nace de la rabia impotente.
 
Las configuraciones benignas en una carta suelen esconder muchos aspectos oscuros.
Psicológicamente, tendemos a esconder estos aspectos oscuros tras nuestros dones o habilidades para evitar el dolor de enfrentarnos con nuestras limitaciones y conflictos.
 
Las “cazas de brujas” están especialmente vinculadas al ciclo Quirón-Plutón, que tiene lugar más o menos cada 60 años.
 
En relación a las oposiciones planetarias, es extremadamente importante no polarizar. La polarización (“nosotros contra ellos” o la “caza de brujas”) es la manera más cómoda de enfrentarse a las oposiciones y a veces es inevitable al principio, pero desde luego, a largo plazo no es la forma más práctica de encararlo. Permanecer tan objetivo como sea posible y esperar a que la razón pueda contener y dirigir el impulso nos permitirá hacer lo que sea necesario sin justificar a los que asaltan tiendas ni a los que meten en el mismo saco a todas las personas de una misma raza, religión o nacionalidad.
 
Los aspectos Saturno-Plutón, Saturno-Quirón y Quirón-Plutón son indicadores particularmente buenos de esta clase de odio de grupo y de la caza de brujas.
 
Los tránsitos de Neptuno se acompañan a menudo de pérdidas que deben ser aceptadas como necesarias; y a veces es aconsejable, cuando este planeta está en acción, dejar fluir y confiar en que el conflicto se solucionará de una u otra manera, en vez de dar palos de ciego para tener una falsa sensación de seguridad que ya no se sostiene.
 
Una carta progresada describe el significado profundo del tiempo, dejando de lado las experiencias externas que inciden en la vida del individuo o de una nación.
 
La carta progresada es muy sensible a los tránsitos, especialmente a los que ocurren sobre los ángulos.
 
Los tránsitos y las progresiones pueden proporcionar una oportunidad para expresar a Marte de una forma más consciente y para ser más responsables de él.
 
La Luna describe «el pueblo» en una carta nacional
 
La oposición Saturno-Plutón es un aspecto difícil y doloroso y cada persona lo vive a uno u otro nivel: algunos, en su vida íntima, otros en la salud, otros a través de dificultades financieras, otros quedando atrapados en crisis colectivas. La oposición enfrenta a dos principios arquetípicos: razón y caos, civilización y anarquía, estructuras anquilosadas y la inevitable necesidad de cambio, control racional y las oscuras fuerzas de la psique, el hombre frente a lo que llamamos «destino». Ninguno de ellos es «bueno» o «malo». Se requieren equilibrio y resistencia, para no caer en la polarización. El resultado final de este tránsito puede ser una mayor comprensión interna, unas estructuras económicas y sociales más comprensivas y flexibles, mayor realismo, una disminución apreciable de la hipocresía y aumento de la sinceridad y una verdadera madurez y tolerancia de espíritu. Pero también las personas tendrán que atravesar por esta fase de dolorosa iniciación como tales personas. Éste es, finalmente, el mensaje de la astrología; no si podemos «predecir el futuro» o si podemos pillar al culpable y usar nuestra intuición para atacar a aquellos que no nos gustan por motivos personales o ideológicos. La crueldad, el odio y la intolerancia son grandes males allí donde se encuentren. La oposición Saturno-Plutón nos ofrece una manera de ahuyentarlos y de mostrarlos en su totalidad. A pesar de todo, existen en cada ser humano, y en cada nación: fanáticos, prepotentes y terroristas de una clase sutil pueden seguir vivos y coleando en la familia, los líderes religiosos, los amigos e incluso los colegas de Internet. Saber esto no debería impedirnos actuar para hacer justicia y condenar a los criminales; pero puede ayudarnos a impedir el justificar el mismo fanatismo y ceguera que desencadenó los trágicos acontecimientos del 11 de septiembre.
 
 
MARTE EN LO SIGNOS POR DARBY COSTELLO
 
 
Marte se activa de forma natural en cada uno ante una amenaza colectiva (cada persona se convierte en un guerrero de una forma u otra cuando la tribu está amenazada), podemos usar este tiempo para ser conscientes de nuestra propia energía marciana.
 
Marte en Fuego debe tratar con el miedo y la ansiedad en la imaginación y en su expresión más primitiva incita al miedo y al odio en los demás. Marte en Fuego puede saltar salvajemente ante la más mínima provocación y reaccionar demasiado deprisa y con demasiada violencia ante cada nueva imagen que capta su atención. Hemos hablado del valor como fuego de la imaginación que necesita ser atizado para proporcionar inspiración y valor a los demás. Marte en Fuego debe sobreponerse a las oscuras imágenes que surgen con cada nueva amenaza potencial.
 
Marte en Tierra debe mantenerse consciente de lo que es necesario hacer para mantener el orden en sus propias vidas y en las que los que le rodean. Hablamos de cómo la diaria atención al placer, a la ecología personal y a la responsabilidad social pueden mantener a raya el miedo y la desesperación.
 
Marte en Aire se levanta ante la amenaza con palabras como espadas y puñales. En su forma más tosca puede fustigar salvajemente a quienes muestren ideas contrarias, soltando ideas que pueden destruir la necesaria confianza de la gente en un debate fructífero y un análisis sensato. En su forma más elevada, Marte en Aire perfecciona y afila el pensamiento y las palabras con atención cuidadosa y considerada.
 
Marte en Agua y de cómo las personas con esos emplazamientos deben sentir su miedo y su pérdida antes de que puedan salir al mundo y ser de utilidad a sí mismos y a los demás. Para ellos, tener coraje significa enfrentar sentimientos personales de violación, asesinato y aniquilación.
 
 
 
 
 
 

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