El guardián
A esas pinturas papá se dice cuadros se dice lienzos a esas pinturas
pásales un plumero un trapo seco dales un soplido pero no utilices químicos
un van Dyck un Rubens un Juan Gris un dibujo de Sorolla
las paredes de la casa son frías son como dormir en un museo sin que nadie mire
son frías porque el arte que desconocemos resulta ingrato y nos observa desde arriba
la Marquesa solo en los veranos el guarda de la finca el año entero
le digo Rubens con las cuatro pinceladas aprendidas en historia del arte
se encoge de hombros silba a los galgos tira mendrugos de pan con moje
agua hervida y pimentón típico de Castilla los podencos corren animosos
él mira de soslayo y disimula entre algazaras desmonta escopetas
las lubrica un paño con ungüento y tres en uno sobre los resortes
camina con los hombros encogidos toda la tarde
postura inmisericorde hasta que la Marquesa regrese a la ciudad
cuando septiembre se pose sobre las alas de las perdices
David Refoyo
Finde
para Tomás Sánchez Santiago
Dirá papá mejor al parque de atracciones
hija qué más arriesgado que bajar de la cruz con Van der Weyden
salir a tiempo del escape room de la familia de Felipe IV
engañar a Saturno que no pueda devorarnos con sus manos ciclópeas
buscas miedo un miedo controlado que derive en risa adrenalina
y si rendimos Breda y si paseamos por el tríptico de las delicias
qué sentiremos entonces si no es miedo ¿acaso belleza?
como si algo fuese más terrorífico que la belleza
que se va como quien parece no haber estado y expira y ya nunca regresa
y tú quieres ir al parque de atracciones y lo entiendo
a tu edad preferí el museo y mírame ahora viejo apocado
incapaz de mirar a los ojos a Velázquez
o sostener esa belleza entre mis versos en un segundo de luz
David Refoyo
Humo
Huye de quien te diga resiliencia
Ya los indios hablaban a través del humo
Primero los exterminaron
luego les robaron el lenguaje
Así sucede siempre en la conquista
así sucede también en el amor.
Así en estos versos de hombre blanco
David Refoyo
Poesía
Alguien en mitad de un prado un día de tormenta
el metálico sabor del ozono la lluvia helada
el riesgo de morir electrocutados
así veía la poesía
transformar lo cotidiano en un acontecimiento
qué equivocado estuve padre
debí fijarme en ti mucho antes
debí conformarme con ser tan solo el hijo
David Refoyo
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