Giovanni Maria Vian

"El problema del mal se cierne sobre esta efervescencia de pensamiento. ¿Son los espíritus malignos los que engañan a los seres humanos? ¿Es Dios quien los ha creado? A estas preguntas responden afirmativamente tanto el Libro de Enoc como la reinterpretación bíblica de los Jubileos. Otros escritos, como la Epístola de Enoc y, en el Nuevo Testamento, la Epístola de Santiago, subrayan la libertad y la responsabilidad del hombre, mientras que en los textos de Qumrán se perfila la guerra sin cuartel entre la luz y las tinieblas que marca el final de los tiempos. Y es Juan, en el siglo I, quien identifica al diablo con «la serpiente antigua», el seductor de toda la tierra, en el capítulo duodécimo del Apocalipsis, el último libro bíblico."

Giovanni Maria Vian
El último papa, página 15



"¿Es Bergoglio el último papa o lo fue Benedicto XVI? La pregunta, que pudiera parecer peregrina, se la hicieron a Joseph Ratzinger en 2016. Todo tiene su origen en la profecía de san Malaquías: atribuida a un monje irlandés medieval, el obispo de Armagh, en realidad fue escrita, casi con toda seguridad, en 1590 para favorecer a un cardenal durante un cónclave (en el que no fue elegido). El texto —una serie de lemas en latín que aluden a más de un centenar de pontífices— es, por tanto, una falsificación, que empezó a difundirse cuando se imprimió por primera vez en Venecia, en 1595, y que desde entonces se reproduce de manera periódica."

Giovanni Maria Vian
El último papa, página 4



"Esta creencia en una criatura angélica buena en su origen, pero que luego se rebela contra Dios, se encuentra ya en textos apócrifos judaicos y apenas se insinúa en la Biblia, para luego reafirmarse en el ámbito cristiano a finales de la antigüedad y en la Edad Media. Contra las doctrinas dualistas, que ven en el diablo el principio autónomo del mal, se pronuncian el Sínodo de Braga, en el 561, y, sobre todo, el IV Concilio de Letrán, celebrado en 1215: «El diablo, de hecho, y los demás demonios fueron creados por Dios naturalmente buenos, pero por sí solos se convirtieron en malos». Los teólogos dominicos y franciscanos, desde Tomás de Aquino hasta Duns Escoto, discutirán más adelante sobre la creación y la caída de estos seres espirituales, con especulaciones que llegan, a principios de la Edad Moderna, hasta el jesuita Francisco Suárez."

Giovanni Maria Vian
El último papa, página 13



"Estas entidades de rasgos indefinidos se multiplican. Son demonios y espíritus malignos —con nombres y perfiles diferentes, como príncipe de Mastema, Belial, ángel de las tinieblas— que pueblan las reescrituras y los desarrollos apócrifos de la Biblia. Cientos de textos se conservan, en parte, en las lenguas originales (hebreo y arameo) y, en parte, traducidos al etíope o al eslavo antiguo, así como al griego y al latín. A menudo, son relatos sobre el origen del mundo y sobre su destino, que —tras la destrucción del segundo templo en el año 70— pasan a formar parte de las dos corrientes en las que se divide el judaísmo antiguo: el judaísmo rabínico y el cristianismo. Basta hojear los Apócrifos del Antiguo Testamento, editados por Alejandro Díez Macho y Antonio Piñero Sáenz, las Leyendas de los judíos, recopiladas por Louis Ginzberg hace un siglo, o únicamente los libros del Nuevo Testamento para darse cuenta de la presencia inquietante del diablo."

Giovanni Maria Vian
El último papa, página 14

















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