Kabul
«Cada hombre tiene tan sólo para dar
un horizonte de ciudades bombardeadas»
Eugenio de Andrade
Dueña de las arenas de todas las arenas,
tierra consagrada
al polvo y al olvido.
Tus piedras han tragado
pezuñas y han tragado cuerpos
y han tragado promesas verdes
y han tragado ángeles caídos.
Donde decir mujer, decir cometa,
decir fútbol, decir justicia
es hablar con los huesos.
Please don’t disturb
and go on.
Javier Temprado
Lombrices
Observo esta maceta que resiste
en la ventana. Es roja, parecida al tezontle.
Y solitaria. Nada más habita el alféizar.
La tomo entre las manos.
La tomo entre las manos y la maceta cae
y soy yo otra vez, tiempo atrás, apenas
un niño sorprendido, pergeñando
entre los trozos del jarrón,
un relato de vida:
la tierra húmeda esparcida,
volcada sobre el suelo como una nebulosa,
y mi padre, otra vez, formulando palabras.
Mira aquí, hijo mío, en lo profundo
del tiesto, una lombriz teje y desteje
la existencia, también en soledad,
en completo silencio.
La tomo entre las manos
y la dejo de nuevo en la ventana,
notando que unos brotes
emergen de la tierra.
Y admiro cómo, el tiesto en su humildad,
transforma la mirada.
Javier Temprado
Medina Azahara
Marchaos. Necesito estar solo unos minutos.
Preciso detener la vida aquí,
dejar que se concentren la memoria
y los años, que a veces pasan con rapidez.
Voy a seguir sentado en esta parte
del camino, sin más oficio que observar
cómo cae la tarde, cómo se va apagando
su incendio pasajero y su fulgor.
Cuando llegue la noche y los minutos se extiendan,
seguiré aquí, sobre este resto
de los años, mirando de frente esta ciudad,
su palacio, su ruina y su derrota,
sin que me encuentre el miedo o el olvido.
Si amanece, podré completar mi tarea:
dejar que llegue el verbo
y poder nombrar esta soledad.
Javier Temprado
Noche cerrada
Cuando tenía diez años, mi abuelo
se quedaba conmigo algunos días.
Salíamos al patio a mirar las lagartijas
descender por los muros y acercarse
a la luz y comer. Poco después
quedábamos varados en mitad
del silencio y la noche
y hundíamos la vista, como anclas de un navío,
en los mares de cal que se extendían
ante nosotros. Y seguíamos
sin distracciones, mientras la humedad
y los minutos iban congregando los sueños,
centinelas de nuestra soledad.
Dormidos como estábamos,
la noche nos llevaba a territorios
confusos, parcos en imágenes
pero tan placenteros al recuerdo.
Y apenas al abrir los ojos, todavía
pesados, nos sabíamos felices,
porque si la memoria es faro que permanece,
y un barco que navega al mismo tiempo,
también ser joven es saber
que existe alguien que espera
en otro lado.
Javier Temprado
V
“Y judío alemán negro argentino chino francés árabe indio
sean palabras que se usaban
en la Edad Media que acabó a finales
del siglo veinte”
Julio Cortázar
Se calzó sus zapatillas de ante
egipcio, con suela de caucho
argentino,
con textiles ingleses
diseñados en Estados Unidos
con máquinas y ordenadores
Made in China.
Llegó al congreso
y habló sobre la pureza y las esencias
y los pueblos y las patrias.
Y otros esqueletos de agua.
Javier Temprado
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