El amor se aprende
desde
que despertamos
juntos
aprendí
que no
todas
las soledades
son
perpetuas
Pedro Gil
Fama y pobreza
Es raro despertar bien sentir y sentirse bien
oír el encantamiento de los jilgueros
recibir la bondad de la naturaleza
en la contemplación de la montaña.
Debe ser normal este estado para el hombre común
pero cuando tú mismo eliges entregar tu vida
a la militancia sin responsabilidades
no hay lugar a los remordimientos.
Nunca quise redactar sonetos a la luna (chévere Parra)
ni pedí que regresen las putas golondrinas a mi balcón a cagar
me fui a los extremos y pago el precio como macho.
Por eso los achaques en mi cuerpo
no del espíritu ni de la mente.
En el banco tengo 50 miserables centavos
mis pertenencias: un par de zapatos, un dvd, unas decenas de películas
dos jeans algunas camisas y camisetas
regalos de Secaira y Cisneros,
y pare de contar.
Estoy contento y eso no es raro.
El reconocimiento literario
el mito de mi apellido
hacer lo que me da la gana, como por ejemplo,
no tener jefe de trabajo,
que me paguen por leer,
beber solo, beber seguido
40 lunas 40 soles
Puedo decir sin temor soy un buen tipo
soy Pedrito Gil.
Puedo decir sin temor que me encontré.
Estoy hecho.
Pedro Gil
Lucky, el indomable
Ah, este Lucky siempre sonriendo
George Kennedy en “Lucky, el indomable”
Mi padre se sentó a beber
y no se levantó hasta la muerte.
Hasta la mañana que -a empujones-
lo llevaron al especialista quien le diagnóstico
cáncer
al esófago y los días contados.
-Prohibida la bebida, Don Gil
-¿Para qué? Si en la tumba no se come ni se bebe.
*
Al atardecer pidió en la fonda del barrio
un caldo de pata
le dijo al fondero que se lo cobrara a Dios
que le debía demasiado.
*
En la noche, aprovechando su estatura
bajó una estrella
que usó como lámpara para buscar
en la bodega de la casa recuerdos
y tablas de madera.
*
Al siguiente día moría
junto a un ataúd para niño.
*
En su sepelio estuvimos solo niños.
Desde los 5 hasta los 80 años.
Niños llorones, niños asesinos, niños débiles,
niños duros, niños diplomáticos, niños borrachines.
Nos quebrantamos ante la tumba de niño
de mi padre.
*
Todos consideran sus vidas dignas
de un libro o una película.
Claro que no toman en cuenta
que hay libros mágicos, reales, mediocres
y hasta impublicables.
¡Mi padre fue un gran libro!
*
Les cuento:
el negro Víctor enterró con sus propias manos
(él mismo hizo los ataúdes de madera)
a sus cinco niños, tres varoncitos y dos mujercitas.
Sus hijos.
Mis hermanos.
*
Paul Newman fue un actor duro.
El Negro Víctor, mi padre, no fue actor,
Fue un duro.
Real.
Bueno.
*
Solo un hombre duro puede reposar en una tumba de niño.
Pedro Gil
Rescate
que me sentencie
el santo, el puro.
el mar, la noche,
hasta mis más queridas
las estrellas
enmudecieron.
yo conocía
sus pecadillos.
por eso
cuando me lancé
al Estero Salado
los ahogados me salvaron.
no era posible
tanto sentimiento de culpa.
Pedro Gil
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