"La astrología en el transcurso de sus innumerables investigaciones, y la teología en su papel de guardiana de la religión, se reúnen sobre un mismo punto: las operaciones de nuestra conciencia. Este terreno de encuentro debe llegar a ser la cantera de un trabajo solidario y fructífero... Si se me permite el atrevimiento de una mezcla de palabras (que ayer aún era calificada de monstruosa) "la astrología católica" puede igualmente ambicionar el ayudar a los seres humanos a un mejor conocimiento de sí mismos y de su ambiente. Gracias a las precisiones científicas de la astrología, estaremos todos mucho más en condiciones de poder neutralizar nuestras tendencias nocivas y de utilizar nuestras cualidades; concederemos un mejor juego a nuestra libertad tan a menudo cautiva, puesto que nuestra inteligencia tendrá menos confusamente la elección de los motivos y de las oportunidades de nuestras acciones; y así podremos conformarnos mejor con el viejo adagio: sapiens dominator astres coma el ideal que la astrología propone, que es precisamente el de adquirir cada vez más el dominio sobre estos astros como a los directores a los servidores de nuestro destino."
Abate Blanchard
Tomada del libro de Elizabeth Teissier No quemen a la bruja
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