Elizabeth Teissier No quemen a la bruja

La astrología aplicada vale lo que vale el astrólogo que la aplica, tanto en el aspecto profesional como en el humano. Pero esto no es privativo de la astrología, es igualmente una realidad en la Medicina; hay buenos y malos médicos y nadie pensaría por ello incriminar a la Medicina. En el caso de todas las ciencias que tratan con la psique humana, en las cuales la personalidad del experto desempeña un papel primordial (de psicoterapia, psicoanálisis, orientación profesional, grafología, etc.).
 
Elizabeth Teissier
No quemen a la bruja página 52
 
 


La acusación principal y que se reitera sin cesar como un leitmotiv muy irritante se apoya en la ecuación siguiente:
  
Astrología = adivinación= superstición
Tradición escolástica caduca y dogmática cosmogonía medieval e irracional
 
Astrología= abolición del espíritu crítico y negación de la razón
droga para las masas
retorno al oscurantismo
 
Elizabeth Teissier
No quemen a la bruja página 74
 
 
Es cierto que en opinión del astrólogo rigorista y científico, la astrología comercial presentada como un absoluto es una plaga lamentable que causa estragos en nuestro mundo.
 
Elizabeth Teissier
No quemen a la bruja página 74
 
 
Choisnard y Kraff fueron, en el cálculo de probabilidades, los padres de la astrología científica, y que esta última les dé su primer intento de legitimación científica.
 
Elizabeth Teissier
No quemen a la bruja página 105
 
 
Chijveski que se dedicó a unas investigaciones de enorme envergadura, puesto que estableció el nexo, en un fresco histórico grandioso y panorámico, entre las puntas de la actividad solar-ciclos de once años guión y las guerras, revoluciones, migraciones de masas, catástrofes, etc. Sacó la conclusión de que el 72% de todas las epidemias psíquicas corresponden a los ciclos máximos de actividad solar y el 28%, solamente a sus mínimos. Añade, con humor y sagacidad, que no está lejos el momento en que los jueces que juzguen a los criminales y consulten los datos astronómicos y meteorológicos del momento en el que el crimen haya sido cometido: "cuanto más próximo esté un crimen del momento en que las manchas solares alcancen su máximo de intensidad, tanto más se encuentra aminorada la responsabilidad del culpable".
 
Elizabeth Teissier
No quemen a la bruja página 134
 
 
Existe un nexo extraño, todavía inexplicado, pero real, entre los fenómenos terrestres meteorológicos como a fisiológicos, biológicos o psíquicos y la acción de los planetas.
 
Elizabeth Teissier
No quemen a la bruja página 135
 
 
Podemos considerar que la astrología se practica a varios niveles, y coma para simplificar coma en todo caso a tres.
 
1. En su inicio ciencia de observaciones sobre lo real, empírica pero transmitida por tradición oral e iniciática, parece ser totalmente mística, próxima a la astrolatría, imagen de una comunicación esotérica entre el hombre y el Universo, lenguaje simbólico de un diálogo mágico entre lo que está arriba y lo que está abajo a punto es la astrología hermética, cabalística, adivinatoria u onomántica, donde el dato participa del oráculo divino, recibido por vía iniciática.
 
2. Después, desde inicios del siglo XX, cada vez más se impone una astrología no mística, una horoscopía analítica, en una palabra, una astrología científica, fundamentada en una influencia planetaria, física, probablemente en la naturaleza de ondas muy sutiles proyectadas a través del Cosmos hacia la Tierra sobre todo lo que vive aquí abajo, y recíprocamente. Es con esta astrología con la que se emparenta con más facilidad la nueva ciencia de los ritmos biocósmicos. Esta astrología rechaza toda injerencia de orden metafísico o trascendental y se concibe depurada, racionalizada por una metodología racional. Parece gozar de un favor particular en nuestros días, quizá porque satisface nuestra necesidad de razón, de rigor y de explicación científica (o lo que más se aproxime a ello) muy occidentales.
 
3. Por último, pensamos como accesible tan solo algunos raros espíritus fuera de lo común que deben en este caso ser igualmente unas almas excepcionales como porque, dotadas con el Conocimiento (intelectual) que conduce a la Sabiduría (moral), se encuentra la síntesis de las dos precedentes, que la sobrepasa los dos puntos de astrología-sabiduría, la astrología-ética, la astrología-visión-del-un mundo o Weltanschauung, como diría Schopenhauer. Esta, que es consumación final, participa del mito de Fausto, del conocimiento perfecto, pero, siendo en cierto modo sobrehumana porque permite entre abrir por unos instantes el velo del futuro del hombre, participa, por la estructura global y absoluta, de una dimensión que sobrepasa al hombre, y que es, a la vez, mística y gnóstica. Pensamos que es hacia esta astrología a la que tiende todo astrólogo auténtico, impulsado como está por la intuición de un universo enteramente solidario.
Esta solidaridad, está interdependencia del hombre con relación al mundo, es, evidentemente, un elemento de misticismo, si se toma como acepción de esta palabra la definición que de ella da el Diccionario Robert:  "conjunto de creencias que tienen por objeto una unión íntima del hombre y del principio del ser (divinidad); disposiciones psíquicas de aquellos que buscan esta unión."
 
Elizabeth Teissier
No quemen a la bruja página 163
 
 
Por otro lado, la Luna negra parece ser muy expresiva en un tema punto este elemento es vital en un mapa del cielo, así, según su lugar en el tema, indicará el talón de Aquiles psíquico del individuo o su parte de sacrificio; por ejemplo, en la casa XII, la de las adversidades, del secreto y de la soledad, el problema en la vida de esta persona será el de asumir su temor a envejecer o su angustia de la soledad y, muy frecuentemente, tendrá que superar unas adversidades en el secreto de la clandestinidad, sin que el mundo o incluso su entorno tengan conocimiento de ello punto de todos modos, resulta extraño que una gran proporción de los criminales o de los individuos con distintos trágicos tengan su Luna negra colocada sobre el Ascendente, la cual nos parece ser la peor de las posiciones, ya que entonces el problema del sujeto, es él mismo, su propio Yo, que se revuelve contra él. Ese es posiblemente el dragón más difícil de vencer, a saber, el de su ego profundo, con el de su destino (luna negra sobre Medio-del-Cielo).
 
Elizabeth Teissier
No quemen a la bruja página 178
 
 
En la etapa actual de este libro, se da por supuesto que el lector está ya al corriente de los intentos hechos en un reciente pasado, en particular por Choisnard a principios de siglo y después por Couderc, para investigar las correlaciones entre las configuraciones planetarias y la muerte. Gauquelin no se limitó al paso de Marte sobre el sol y extendió sus investigaciones al examen del paso de todos los planetas maléficos sobre el sol en los casos de muerte y concluyó, como Couderc, en la negativa. Esta estadística discutible, no demuestra, desde luego, la ausencia, para un determinado individuo, de toda relación entre el tema de nacimiento y el tema de muerte. Pero entramos aquí en el terreno de la astrología en que la casuística es total. Reiteramos, una vez más, que cada tema es un todo global e indivisible y que lo que es maléficamente significativo para un individuo puede ser del todo neutro, para otro.
 
Elizabeth Teissier
No quemen a la bruja página 181
 
 
Las investigaciones de H. J. Gouchon sobre  61 víctimas (40 muertas en la carretera y 21 en avión) demuestran que los temas correspondientes contenían un número anormal de malos aspectos entre los tres planetas más maléficos: Marte, Urano y Saturno. A posteriori, esto es interesante, pero es más interesante todavía, para el tema que nos ocupa, saber cuales eran los tránsitos o pasos planetarios en el momento de la muerte con relación a los temas natales. Efectivamente, eran expresivos, tal como hemos visto en el párrafo de los experimentos propuestos a los sabios. Ya que el número de tránsitos disonantes es proporcional a la naturaleza más o menos maléfica del planeta considerado. Ejemplo: el día de esas muertes es Saturno el que predomina, por el número de malos aspectos que forma con los planetas del tema; siguen Plutón, Marte, Mercurio, Urano, etc., hasta el sol punto en cambio, Venus verifica su carácter tradicionalmente benéfico como siendo el único planeta para el cual los aspectos en el día del fallecimiento son inferiores al promedio.
Sin embargo, ¿se podía prever, para cada una de esas 61 víctimas, la muerte violenta y el momento en que tuvo lugar? Contestaremos lo que creemos con sinceridad: que para quien hubiese sabido leer perfectamente el jeroglífico del destino de cada uno, presentado en forma de su tema, para el astrólogo perfecto e ideal, con pedio de un saber y de una mecánica sin defecto y prácticamente sobrehumana, entraba a, con toda seguridad, en el terreno de lo posible. Como mínimo hubiera sido posible leer en el tema, si no la muerte misma (porque un tema presenta la imagen indefinida de una estructura a partir de un punto dado, el nacimiento, y no tiene, pues, un final), por lo menos un peligro mortal. Por consiguiente, no es la astrología la que comete el error, sino -como en todas las ciencias humanas- aquel que la encarna, es decir, el astrólogo.
 
Elizabeth Teissier
No quemen a la bruja página 182
 
 
Cuando Bailly, gran enemigo de la astrología, afirmaba que esta, enfermedad incurable de la Humanidad, se debilitaba por los progresos de las luces y desaparecía cuando las luces eran universales, no preveía su renacimiento, insolente y paradójico, en esta segunda mitad del siglo XX. En efecto, en estos tiempos en que los progresos técnicos y científicos han llevado al hombre hasta la luna, progreso que le dan la esperanza y la casi certeza de llevar mucho más lejos su exploración sideral, en estos tiempos en que se llegan los confines de la desintegración de la materia y en que la medicina de los hombres rechaza siempre más lejos los límites de lo desconocido, ¿Puede hablarse de ausencia de luces? Ciertamente no.
 
Elizabeth Teissier
No quemen a la bruja página 187
 
 
La más antigua clasificación y carácter o lógica que conocemos es la de Hipócrates (médico griego del siglo V a. de JC), basada en los cuatro elementos: tierra, aire, agua y fuego a los cuales corresponden, respectivamente, los tipos nervioso, sanguíneo, linfático y bilioso.
 
A la tierra y al temperamento nervioso corresponden el tipo Saturnino, representado por el Capricornio, y el tipo mercuriano, encarnado por Vigo, que se relacionan con los principios de base de lo seco y del frío.
 
Al elemento fuego -temperamento bilioso- corresponden el tipo uraniano acuario, el tipo solar Leo y el tipo marciano escorpión y Aries, caracterizados por las entidades fundamentales de lo seco y de lo cálido.
 
El elemento aire, por su parte, está ilustrado por el tipo sanguíneo, al cual corresponde el tipo astral del jupiterino o del venusino, representados zodiacalmente por Sagitario y libra.
 
En cuanto al elemento agua, que caracteriza, según Hipócrates, al tipo linfático, volvemos a hallarlo en el neptuniano-piscis- o en el seleniano-cáncer-.
 
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No quemen a la bruja página 197
 
 
 
 
 
 
 
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No quemen a la bruja página 52
 
 
 
 
 
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No quemen a la bruja página 52
 
 
 
 
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No quemen a la bruja página 52
 
 
 
 
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No quemen a la bruja página 52
 
 
 
 
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No quemen a la bruja página 52
 
 
 
 
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No quemen a la bruja página 52
 
 
 
 
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No quemen a la bruja página 52
 
 
 
 
 
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No quemen a la bruja página 52
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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