“Además de ser un objeto que reconoce las necesidades del paciente y tal vez incluso las satisface, el analista también ha de ser un objeto que comprende estas necesidades y además, es capaz de comunicar su comprensión al paciente.”
 
 Michael Balint
 
 
 
“Condicionados por su formación, los médicos en general eligen primero entre las enfermedades propuestas una física, porque la pueden entender mejor, han aprendido más y por lo tanto saben más sobre
y pueden expresar sus hallazgos con mayor facilidad y precisión. Esta respuesta casi automática podría dar lugar, y con bastante frecuencia, a un gran número de exámenes especializados innecesarios y a
recetar medicamentos innecesarios.
 
… si médico y paciente se apegan a los síntomas corporales y no miran atrás, si ambos buscan una enfermedad propia y luego la ponen de acuerdo, la enfermedad psicosomática se cronifica y el conflicto interior del paciente queda oculto.
 
…. Sin embargo, el peligro opuesto también está presente. El médico podría verse tentado a dejar de lado todos los síntomas físicos y dirigirse directamente a lo que cree que es la raíz psicológica del problema.”
 
Michael Balint
 
 
 
 
“Creo que podemos dar por supuesto que cualquier analista se esfuerza por aprender de sus errores técnicos y equivocaciones. Dicho de otra manera, esto significa que nuestra técnica individual está cambiando continuamente a medida que acumulamos experiencia, esperemos que para mejorar. ¿Está justificado suponer que esto también vale para la técnica  psicoanalítica en general? ¿El trabajo terapéutico del analista de a pie actual es diferente del de su colega de hace treinta, veinte o incluso diez años atrás? Y, si es así, ¿cuál es la diferencia y a qué se ha debido?”
 
 Michael Balint
 
 
 
“Escogí los términos ocnofílico y filobático deliberadamente, para que tuviesen en común la raíz fil, que significa “amor”. Con ello quería llamar la atención sobre el hecho de que, para mí, estos dos estados no son opuestos, aunque pueda parecer que lo son a primera vista. Sería fácil caer en el error por el hecho de que el filobático ama los espacios abiertos mientras que el ocnofílico los aborrece, y concluir que cada uno de estos sentimientos es el negativo del otro.”
 
 Michael Balint
 
 
 
“Freud, en sus escritos técnicos, mencionó que para él fue realmente una gran decepción que no se produjera una mejoría cuando había desvelado a su paciente lo que previamente había sido reprimido. Sabemos hace tiempo que el resultado de este desvelamiento a menudo sólo es un aumento de la resistencia. Más tarde todos hemos experimentado con él la segunda decepción. Después de mucho trabajo, conseguíamos que nuestro paciente llegara a un punto en que podía recordar por sí mismo lo que había reprimido en tal momento o en tal otro. A veces desaparecían sus síntomas, a veces no, de todos modos no se sentía curado (…) aunque tuviera conocimiento de los traumas originarios, tenía que aprender de nuevo para ser capaz de amar inocentemente, incondicionalmente, como sólo los niños pueden amar.” 
 
 Michael Balint
 
 
"Hay una droga de la que se ignora su fórmula, su dosis y que es la más frecuentemente prescripta en la práctica general y es, con mucho, la droga llamada doctor”. Que no sólo importaban el frasco de medicina o la caja de píldoras, sino el modo como el médico las ofrecía al paciente; en suma, toda la atmósfera en la cual las otras drogas eran administradas y recibidas…”
 
 Michael Balint
 
 
 
 “Para poder empezar algo de nuevo, hay que volver al punto en que se interrumpió." 
 
 Michael Balint
 
 
 
"Una falla básica en la estructura biológica del individuo, que implica tanto al  espíritu como al cuerpo, en proporciones variables. El origen de esta falla básica se encuentra en el pasado, en una discrepancia considerable entre las necesidades del individuo durante sus primeros años (o incluso sus primeros meses) de vida y los cuidados recibidos en esta época. Esta discrepancia crea un estado de deficiencia cuyas consecuencias sólo son parcialmente reversibles. Aunque el individuo pueda realizar una buena, e incluso una excelente adaptación, los vestigios de sus experiencias precoces subsisten e intervienen en lo que llamamos su constitución, su individualidad o la formación de su carácter, tanto en el sentido psicológico como en el biológico. La causa de esta discrepancia puede hallarse en el factor congénito, es decir, puede que las necesidades del bebé sean excesivas o en el ambiente, que le proporciona cuidados insuficientes, negligentes, irregulares, hiperansiosos, hiperprotectores o simplemente faltos de comprensión."
 Michael Balint
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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