Samuel Selvon

 "Una tarde dura de invierno, cuando tenía una forma de irrealidad en Londres, con una niebla tumbada e inquieta encima de la ciudad y las luces borrosas como si no es Londres de verdad sino un sitio extraño en otro planeta, Moisés Aloetta sube a un bus número 46 en la esquina de Chepstow Road y Westbourne Grove para ir a Waterloo y encontrar un tío que venía de Trinidad en el tren del barco.
Cuando Moisés se sienta y paga su billete, saca un pañuelo blanco y suena su nariz. Pone negro el pañuelo y Moisés mira la tela e insulta la niebla. No estaba de buen humor y la niebla no hacía nada por ayudar. Antes se había tenido que levantar de una cama caliente y a gusto y vestirse y salir a la calle con este mal tiempo para ir y encontrar un tío que ni siquiera lo conoce. Esa era la parte que más le dolía: no es como si este tío fuera su hermano o primo o ni siquiera un amigo. No conoce al hombre más que por Adán. Pero llega una carta de un amigo en Trinidad que dice este tío viene en el SS Hildebrand y si fuera posible por favor se le ruega encontrarse con él en la estación en Londres y ayudarle hasta que se haya establecido. El nombre del tío es Henry Oliver, aunque el amigo dice a Moisés que no se preocupe porque se lo describe, y todo lo que tiene que hacer es estar en la estación cuando el tren del barco llegue y este tío Henry vaya encontrarse con él. Así que por los viejos tiempos Moisés está en el bus yendo a Waterloo, enfadado consigo mismo por ser un corazón tan blando que siempre está haciendo algo por alguien y nadie nunca hace nada por él.
Porque le da la sensación de que a Moisés, que casi no tiene tiempo de ubicarse en la vieja Inglaterra, todo tipo de tíos empiezan a venirle derechos a su habitación en Water, después que llegan a Londres desde las Antillas, contando que este y aquél dicen que Moisés es un buen contacto, que les va ayudar a tener un sitio donde vivir y a conseguir un trabajo."
 
Samuel Selvon
Solos en Londres
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

No hay comentarios: