Paisaje

La tarde ya se pierde
con balidos de chivas
y colgados del cerro
corralitos de pircas
cual mínimos castillos
otean la campiña.

Un aire campesino
juguetea con la brisa
y un chiverito niño
dibuja una sonrisa.

Se debate la tarde
serena y campesina
por montes y basaltos
mimbrales y jarillas
esfumando los cerros
con su luz mortecina.

Jorge Alberto Castañeda

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