"A finales de los 50, me subí al Sacromonte, a las cuevas, a tocar, escuchar, aprender y disfrutar de todo lo que había en aquellos tiempos. Estuve allí hasta el 62. Después a Madrid, que me llamó mi hermano Juan para sustituirlo porque se iba a Nueva York, a la Feria Mundial, y llegué a Torres Bermejas, un tablao muy importante, donde había grandes figuras; ahí me peleaba yo conmigo mismo porque veía a unos artistas a los que de pequeño escuchaba en discos, en Granada… Estaban Caracol, Terremoto, La Paquera, Valderrama, Marchena…y me encontré en esa época a toda esta gente y me quedaba alucinado de estar con todos ellos, así como tú y yo, cara a cara, con el Güito, Mario Maya, Camarón… Aprendías solo de hablar con ellos; tocando para ellos y para el cuadro flamenco, un día para uno, al siguiente para otro, y ya salieron cosas para salir a Europa tocando para el baile. Después, Estados Unidos… He colaborado con grandes músicos de distintos ritmos como Dave Holland, Don Cherry, Jaco Pastorius o Anoushka Shancar… siempre desde mi toque puramente flamenco, el de los Habichuela, caminando poquito a poco hasta hoy."

José Antonio Carmona Carmona, de nombre artístico Pepe Habichuela 



"He acompañado el cante de muchos, de los grandes, todos. Pero como con Enrique Morente con nadie. Y sus hijos. Recuerdo que su padre les decía “El primer disco que saquéis, tiene que ser flamenco y para eso siempre al tío Pepe. Los conozco desde que nacieron. Estrella y Kiki se acoplan a mi guitarra como yo a su voz sacando cosas, ni mejores ni peores, que no salen con otro. Como pasaba con su padre.
Estoy viviendo un momento muy especial. Ese homenaje que me hicieron en Madrid. Eran tantos los artistas que querían estar conmigo, que tuvimos que repartirlo en tres días. Yo no cabía en el traje. La malagueña con la voz en off de Enrique, la familia estaba llorando entre bambalinas. Estoy en pleno subidón. El que te reconozcan en vida estos sesenta años en el escenario, es algo muy grande. Me ha llenado de vida. Me encuentro con fuerzas y ganas de seguir tocando hasta que el cuerpo aguante. No hace mucho me ofrecieron ir a la India, pero aquí mi Amparo no me deja (risas) “Tu en casa a dejarte cuidar”."

Pepe Habichuela


"No hay que ser gitano para hacer flamenco. Hay payos muy buenos y gitanos muy buenos. Chacón era payo, Marchena era payo. Si bien es cierto que el flamenco viene de donde viene y quien quiere aportar, aprender, tiene que ir a las fuentes. Los gitanos tenemos una cosilla especial. Mamamos flamenco desde que nacemos. En mi casa no se oía otra cosa. Cualquier momento es bueno para cantar, tocar o bailar. Tengo una nieta con cinco años que te baila por fandangos, que es para verla. El “pellizco” es gitano. En mi casa, en la cueva del Albaicín, siempre había “ruido”. Al final lo llevas tan dentro, que sale solo. El flamenco es tanto del gitano como del payo. Pero los gitanos tenemos esa cosa especial, que nacemos y vivimos con ella. Y eso no quiere decir que sean unos mejores que otros. Sólo somos distintos."

Pepe Habichuela



"Sabicas y Paco de Lucía son dos fuentes distintas pero maravillosas. Por mi forma de tocar yo he tirado más hacia el maestro Sabicas."

Pepe Habichuela



"Soy un artista que no busca premios ni buenas críticas. Todo eso está muy bien, pero me da un poco igual. Ante todo subir a un escenario, disfrutar con lo que estoy haciendo y que mi público disfrute conmigo. Da igual tocar en un teatro para cinco mil personas, que hacerlo en una sala pequeña para cien. Sentirse bien con lo que estás haciendo en ese instante y llegar a las personas que te escuchan. Que la mayoría del público que viene ahora a escucharme, sea tan joven, me conmueve y me llena de orgullo. Porque es cierto que puedo hacer un par de temas en clave de jazz. Pero lo mío es flamenco puro y atrae tanto a los jóvenes como a los mayores. Eso es importante.
La juventud es una esponja. Chupas todo lo que te interesa, buscando aprender. Eso es lo que me encuentro yo ahora tocando como solista y veo tanta gente joven escuchándome… Me recuerda a mi mismo junto a Paco de Lucía, pateándonos tablaos para robar falsetas nuevas y hacerlas propias. Me gusta mucho que los chavales quieran aprender de mí.
Que los jóvenes como Estrella Morente, KiKi Morente, Poveda, Pitingo…cuenten conmigo y me llamen para acompañarles, eso es un lujo. Te hace sentir vivo. Mi ilusión es que estos chavales que quieren cantar con mi toque, disfruten de mi persona y de mi guitarra tanto como yo disfruto de su cante. Darles un espacio para que aprendan de mí como yo aprendo de ellos. Lo de aprender no se acaba. Todos te enseñan algo. Por eso me gusta tanto tocar para el cante o el baile. Ser solista, está muy bien, pero el acompañamiento es el terreno donde mejor me lo paso. Y todo se reduce a eso, disfrutar lo máximo con lo que haces. Si uno mismo disfruta, lo estás haciendo bien…"

Pepe Habichuela


"Yo toco como si tuviera hambre. Y con la misma ilusión, que no se pierde nunca."

Pepe Habichuela


"Yo toco en el salón y estoy feliz», resume él. Y todo, siempre, de una forma muy natural."

Pepe Habichuela











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