"No es la carga del trabajo la que asola el ánimo de la gente, es el absurdo que a menudo conduce a la desesperación y el hastío. Todas las religiones tienen la misma oración. Piden que el espíritu de la paz bendiga a la humanidad. Ella ilumina el decurso de nuestra realidad, pero no podemos buscar la paz por nosotros mismos, ya que la paz es indivisible. Nadie puede lograrlo solo. Es una senda que debemos recorrer juntos. Toda guerra es inútil. Nadie puede imponer la gracia de la serenidad, que sólo las fuerzas espirituales pueden conservar indemne."
Max Tau
Una vida simbólica
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