Salva Robles

"A mí también me resulta curioso indagar sobre cómo llega un escritor a colocar un título a los textos que piensa y luego escribe. Y me gusta memorizarlos y recordarlos; me gusta también que se ajusten a lo que me voy a encontrar entre las páginas y si resultan atractivos, tanto mejor: hay títulos en la historia de la literatura que son Belleza con mayúsculas: Las flores del mal, El amor en los tiempos del cólera… me han venido a la cabeza ahora mismo mientras te respondo. Y digo tanto mejor porque el título debe ser como una piel que describa con misterio, que enganche, por empatía, al lector y que le susurre una esperanza de placer o goce estéticos. En el caso del título de mi novela, que llegó a mitad de la escritura de esta, hay que matizar dos cosas: no se lo puse yo y sí quise desde el principio que apareciera la palabra desorden en él. El título me lo regaló una amiga, lectora y correctora de mi novela desde el primer capítulo. Yo le había comentado a ella que la novela que cambió mi vida como lector a los 18 años fue El desorden de tu nombre, de Juan José Millás, un título, por cierto y para mi gusto, grandioso y absolutamente hechicero. Así que la palabra desorden es un homenaje y, al mismo tiempo, creo que una imagen que describe perfectamente cómo se sienten y viven mis personajes. El resto del título se le ocurrió a mi amiga y me enamoré de él cuando me lo envió por un wasap una tarde de un finde en el que yo andaba ya por el ecuador de la escritura de la novela."

Salva Robles



"Es complejo escribir una novela y tomar decisiones, pero eso es lo bonito de la escritura: resolver y zanjar conflictos narrativos que se acomoden a las intenciones."

Salva Robles




"Mi método de trabajo a la hora de construir una historia es enfrentarme al folio en blanco sin apenas planificación, me gusta tirar de ideas para explorar hacia dónde me llevan. Tenía una imagen en mi cabeza desde hacía años: un hombre descubre por casualidad, y en plena calle, algo de su esposa. Y de ahí tiré, de esa escena concreta que ahora no es el comienzo de la novela, pero que está un poquito más adelante. Así que la idea de partida fue hablar de la incomunicación, de ese retraimiento o encierro que nos hemos autoimpuesto paradójicamente en la época de las tecnologías y de las redes sociales. Para hablar de ello necesitaba a varios protagonistas y me venía bien que los personajes tuvieran relación entre sí, ya sea de manera directa o indirecta. Y de esa incomunicación fueron surgiendo, mientras la escribía, otros temas como algunos de los que mencionas. Lo que sí tenía claro, y creo que esto engloba todos los contenidos, es que mis personajes iban a ser muy contemporáneos y que tenían que reflejar algo que percibo en mis alrededores: la insatisfacción vital y la angustia que ella nos produce. Una ansiedad, una zozobra, una inquietud que yo creo que nos ocasiona un sistema capitalista que nos oprime y que hasta nos obliga a vivir siempre insatisfechos, descontentos o disgustados."

Salva Robles









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