“Ahora la dictadura liberal ha entrado en su fase caótica, la recesión económica arrolla al Occidente rico. Y no se trata de una crisis coyuntural: es una crisis de superproducción de la info-economía, una parálisis de la new economy. El consenso respecto al capitalismo global se rompe en pedazos en el interior de la ciudadela cableada. El colapso ataca el cerebro.” 

Franco Berardi


"-3 de marzo-
¿Cómo reacciona el organismo colectivo, el cuerpo planetario, la mente hiperconectada sometida durante tres décadas a la tensión ininterrumpida de la competencia y de la hiperestimulación nerviosa, a la guerra por la supervivencia, a la soledad metropolitana y a la tristeza, incapaz de liberarse de la resaca que roba la vida y la transforma en estrés permanente, como un drogadicto que nunca consigue alcanzar a la heroína que sin embargo baila ante sus ojos, sometido a la humillación de la desigualdad y de la impotencia?
En la segunda mitad de 2019, el cuerpo planetario entró en convulsión. De Santiago a Barcelona, ​​de París a Hong Kong, de Quito a Beirut, multitudes de muy jóvenes salieron a la calle, por millones, rabiosamente. La revuelta no tenía objetivos específicos, o más bien tenía objetivos contradictorios. El cuerpo planetario estaba preso de espasmos que la mente no sabía guiar. La fiebre creció hasta el final del año Diecinueve.
Entonces Trump asesina a Soleimani, en la celebración de su pueblo. Millones de iraníes desesperados salen a las calles, lloran, prometen una venganza estrepitosa. No pasa nada, bombardean un patio. En medio del pánico, derriban un avión civil. Y entonces Trump gana todo, su popularidad aumenta: los estadounidenses se excitan cuando ven la sangre, los asesinos siempre han sido sus favoritos. Mientras tanto, los demócratas comienzan las elecciones primarias en un estado de división tal que solo un milagro podría conducir a la nominación del buen anciano Sanders, única esperanza de una victoria improbable.
Entonces, nazismo trumpista y miseria para todos y sobreestimulación creciente del sistema nervioso planetario. ¿Es esta la moraleja de la fábula?
Pero he aquí la sorpresa, el giro, lo imprevisto que frustra cualquier discurso sobre lo inevitable. Lo imprevisto que hemos estado esperando: la implosión. El organismo sobreexcitado del género humano, después de décadas de aceleración y de frenesí, después de algunos meses de convulsiones sin perspectivas, encerrado en un túnel lleno de rabia, de gritos y de humo, finalmente se ve afectado por el colapso: se difunde una gerontomaquia que mata principalmente a los octogenarios, pero bloquea, pieza por pieza, la máquina global de la excitación, del frenesí, del crecimiento, de la economía…
El capitalismo es una axiomática, es decir, funciona sobre la base de una premisa no comprobada (la necesidad del crecimiento ilimitado que hace posible la acumulación de capital). Todas las concatenaciones lógicas y económicas son coherentes con ese axioma, y ​​nada puede concebirse o intentarse por fuera de ese axioma. No existe una salida política de la axiomática del Capital, no existe un lenguaje capaz de enunciar el exterior del lenguaje, no hay ninguna posibilidad de destruir el sistema, porque todo proceso lingüístico tiene lugar dentro de esa axiomática que no permite la posibilidad de enunciados eficaces extrasistémicos. La única salida es la muerte, como aprendimos de Baudrillard.
Solo después de la muerte se podrá comenzar a vivir. Después de la muerte del sistema, los organismos extrasistémicos podrán comenzar a vivir. Siempre que sobrevivan, por supuesto, y no hay certeza al respecto.
La recesión económica que se está preparando podrá matarnos, podrá provocar conflictos violentos, podrá desencadenar epidemias de racismo y de guerra. Es bueno saberlo. No estamos preparados culturalmente para pensar el estancamiento como condición de largo plazo, no estamos preparados para pensar la frugalidad, el compartir. No estamos preparados para disociar el placer del consumo."

Franco Berardi



“En los últimos veinte años, organismos internacionales carentes de toda legitimidad han desarrollado una furibunda ofensiva contra el medio ambiente, la vida cotidiana, las estructuras de solidaridad social, a la par que una sistemática depredación de la naturaleza, del trabajo y de la inteligencia. La clase política dominante, sin ninguna distinción entre izquierda y derecha, se ha prestado a hacerse instrumento de esta devastación, de esta colonización final de la vida sobre el planeta.” 

Crónica de psicodeflación
Franco Berardi



"La floreciente industria de los psicofármacos bate récords cada año. El número de cajas de Ritalin, Prozac, Zoloft y otros fármacos psicotrópicos vendidas en las farmacias crece, al tiempo que crecen la disociación, el sufrimiento, la desesperación, el terror a ser, a tener que confrontarse constantemente, a desaparecer; crece el deseo de matar y de morir."

Franco Berardi


MANIFIESTO POST-FUTURISTA

1. Queremos cantar sobre el peligro del amor, sobre la creación diaria de una energía dulce que nunca se dispersa.

2. Los elementos esenciales de nuestra poesía serán la ironía, la ternura y la rebelión.

3. La ideología y la publicidad han exaltado la movilización permanente de las energías productivas y nerviosas de la humanidad hacia el lucro y la guerra. Queremos exaltar la ternura, el sueño y el éxtasis, la frugalidad de las necesidades y el placer de los sentidos.

4. Declaramos que el esplendor del mundo se ha enriquecido con una nueva belleza: la belleza de la autonomía. Cada uno a su propio ritmo; nadie debe ser obligado a marchar a un ritmo uniforme. Los coches han perdido su encanto de rareza, sobre todo porque ya no pueden realizar la tarea para la que fueron concebidos: la velocidad se ha ralentizado. Los coches son inmóviles como estúpidas tortugas adormecidas en el tráfico de la ciudad. Sólo lentitud es rápido.

5. Queremos cantar de los hombres y las mujeres que se acarician mutuamente para conocerse unos a otros y mejorar al mundo.

6. El poeta debe gastarse a sí mismo con la calidez y la prodigalidad para aumentar el poder de la inteligencia colectiva y reducir el tiempo de trabajo asalariado.

7. Ya no hay belleza más que en la autonomía. Ninguna obra que no logra expresar la inteligencia de lo posible puede ser una obra maestra. La poesía debe ser un puente tendido sobre el abismo de la nada para permitir el intercambio entre imaginaciones distintas y liberar singularidades.

8. Estamos en el extremo promontorio de los siglos… Debemos mirar atrás para recordar el abismo de la violencia y el horror que la agresividad militar y la ignorancia nacionalista son capaces de evocar en cualquier momento en el tiempo. Hemos vivido en la época de la religión estancada por mucho tiempo. Omnipresente y la velocidad eterna están tras nosotros, en el Internet; así que podemos olvidar sus rimas sincopadas y encontrar nuestro singular ritmo.

9. Queremos ridiculizar a los idiotas que difunden el discurso de la guerra: los fanáticos de la competencia, los fanáticos de los dioses barbudos que incitan masacres, los fanáticos aterrorizados por la feminidad floreciente en todos nosotros.

10. Exigimos que el arte se convierta en una fuerza que cambie la vida. Buscamos abolir la división entre la poesía y la comunicación masiva, para reclamar el poder de los medios a los mercaderes y devolverlo a los poetas y los sabios.

 11. Cantaremos sobre las grandes multitudes que finalmente pueden liberarse de la esclavitud del trabajo asalariado y que con solidaridad se rebelan contra la explotación. Vamos a cantar sobre la red infinita del conocimiento y de la invención, la tecnología inmaterial que nos libera del sufrimiento físico. Cantaremos del cognitariado rebelde que está en contacto con su propio cuerpo. Vamos a cantar a la infinitud del presente y abandonar la ilusión de un futuro.

Franco "Bifo" Berardi


"Nadie nos salvará. Nada nos salvará, y no quiero ser salvado realmente. Tenemos que entender: el verdadero asunto es que morirás, tarde o temprano. Y yo, y todos. Ese es el problema de la extinción. El concepto de extinción es el de la entrada en la historia de la humanidad con una nueva fuerza y una nueva conciencia.
¿Viste la última obra de David Bowie, Blackstar? Toda ella gira en torno a la extinción. David Bowie es un gran poeta, antes que nada, pero es el primer poeta en escenificar su propia muerte, su propia extinción. Así que todos vamos a morir. También en Blade Runner, Pris, la bella replicante, dice: "somos estúpidos y moriremos". Si entendemos la extinción como un proceso natural de unirnos, no moriremos en ese sentido. Lo que necesitamos ahora es una comprensión conceptual y estética de lo que nos está pasando.
Por supuesto, cuando dices "salvar al mundo" te refieres a evitar la guerra, evitar el hambre, vale, de acuerdo. Pero la verdadera cuestión es la comprensión. Y el capitalismo está impugnando nuestra comprensión. Porque el capitalismo está presentando algunas supersticiones como naturales, como el crecimiento, la expansión, el salario, la competencia. Estos son conceptos. Palabras. No son cosas naturales. Tenemos que deconstruir la naturalización que el capitalismo ha impuesto en nuestra vida. Y la poesía es la herramienta más adecuada para hacer eso. Porque la poesía no acepta supersticiones.
¿Sabes qué es la superstición? Es la superposición de un significado. Un significado obligado impuesto a la vida real del mundo. Queremos tener una vida autónoma, pero la superstición nos obliga de otra manera. Tenemos que desenredar la vida autónoma de las palabras. Los poetas pueden hacer eso. Ese es su trabajo. Tienen que entenderlo. Su trabajo no es para una pequeña minoría de hombres de letras. No. Es un trabajo que tienen que hacer en las calles, entre los niños, los congregados por Greta Thunberg."

Franco "Bifo" Berardi



“Son culpables los bandidos que se han atrincherado en una fortaleza para salvar los últimos retazos de un orden económico agonizante. Un presidente estadounidense elegido por una minoría de la minoría que acudió a votar; un primer ministro italiano que representa intereses mafiosos; un espía del KGB que practica sistemáticamente la tortura en Chechenia y cierra la radio y los periódicos de la oposición. Estos son los culpables. Su poder no tiene ninguna legitimidad. Han conseguido los votos con la corrupción y con el engaño” 

Franco Berardi