“Al decir que la calle es peligrosa, se deja de
lado que esta es el único lugar que le queda a los desesperados producidos por
un sistema que genera miseria, pobreza y exclusión de grandes sectores de la
población.”
Enrique Carpintero
“Cuando hablamos de libertad nos estamos refiriendo a que nos tenemos que hacer responsables de nuestra condición de sujetos finitos y de nuestro deseo. Implica equivocarse. Si nunca nos pasa nada desagradable en la relación con los otros es porque no somos libres. Libertad es ruido, molestias, desorden, debates, discusiones y peleas. En definitiva, la incertidumbre que implica no estar tranquilos. La paz solo se encuentra en los cementerios. Vivir en libertad es estar con personas y en situaciones que no se toleran. El problema de todo grupo humano es como convivir con lo que no se tolera del otro. La pregunta es cómo establecer una cultura cuyo único límite sean los intolerantes. Una cultura donde el respeto de las diferencias esté sostenido en una igualdad económica, política y social. Caso contrario ocurre lo que plantea Fernando Savater: 'La reivindicación del derecho a la diferencia en la democracia deja de ser democrática cuando se prolonga en la exigencia de una diferencia de los derechos'.”
Enrique Carpintero
Enrique Carpintero
“El miedo encierra al sujeto urbano en la soledad y el aislamiento ocasionando la ruptura de los lazos sociales. Este miedo ha permitido que el actual capitalismo globalizado determine que la vida social responda a las necesidades de las fuerzas monopólicas que lo controlan. Los derechos de los ciudadanos como salud, educación y vivienda se convierten en simples mercancías y el Estado en una empresa más cuyo único objetivo es que nada perturbe los movimientos del mercado que sólo benefician a los que más tienen.”
Enrique Carpintero
“Cuando hablamos de libertad nos estamos refiriendo a que nos tenemos que hacer responsables de nuestra condición de sujetos finitos y de nuestro deseo. Implica equivocarse. Si nunca nos pasa nada desagradable en la relación con los otros es porque no somos libres. Libertad es ruido, molestias, desorden, debates, discusiones y peleas. En definitiva, la incertidumbre que implica no estar tranquilos. La paz solo se encuentra en los cementerios. Vivir en libertad es estar con personas y en situaciones que no se toleran. El problema de todo grupo humano es como convivir con lo que no se tolera del otro. La pregunta es cómo establecer una cultura cuyo único límite sean los intolerantes. Una cultura donde el respeto de las diferencias esté sostenido en una igualdad económica, política y social. Caso contrario ocurre lo que plantea Fernando Savater: 'La reivindicación del derecho a la diferencia en la democracia deja de ser democrática cuando se prolonga en la exigencia de una diferencia de los derechos'.”
Enrique Carpintero
“El canibalismo
aparece desde los inicios de la humanidad. El desprecio por el otro humano es
una constante antropológica. El crimen que tan violentamente contradice la
condición humana lo podemos encontrar desde la prehistoria. El humano es el
único ser de la naturaleza que da muerte a su semejante. La huella del primer
crimen cometido es más antigua que la primera tumba. Ese cráneo fracturado da
testimonio del hecho humano. En la Biblia el crimen de Caín hace de él el
primer acto inquietante de la humanidad. Por ello la cultura aparece para
evitar que el más fuerte predomine sobre el más débil. Es así como el tabú del
incesto y el culto a los muertos constituye el inicio de la cultura. Pero un
estructuralismo ahistórico ha dejado de lado que son los fuertes quienes dictan
las leyes que rigen la estructura social. Los muertos son los héroes de la
cultura dominante. Los otros muertos son desaparecidos: no existen. El crimen
se oficializa como justicia y el muerto desaparece como memoria de una
humanidad que reproduce una relación de poder: las Madres de Plaza de Mayo
simbolizan esta situación.
De esta
manera es importante reafirmar la actual consigna de no olvidar los crímenes
que están ocurriendo en la actualidad. Si olvidamos esos muertos, desaparecen
como muertes que simbolizan la arbitrariedad de un poder. Si actualmente en la
Argentina los crímenes no se aclaran es porque aquellos que lo cometieron han
establecido relaciones que protegen sus intereses. Cada culpable tiene la
protección de otros culpables que tienen poder. Es decir solo hay impunidad
cuando se tiene poder, solo con el amparo del poder se puede ser impune.” Enrique Carpintero
“El miedo encierra al sujeto urbano en la soledad y el aislamiento ocasionando la ruptura de los lazos sociales. Este miedo ha permitido que el actual capitalismo globalizado determine que la vida social responda a las necesidades de las fuerzas monopólicas que lo controlan. Los derechos de los ciudadanos como salud, educación y vivienda se convierten en simples mercancías y el Estado en una empresa más cuyo único objetivo es que nada perturbe los movimientos del mercado que sólo benefician a los que más tienen.”
Enrique Carpintero
“El proceso de globalización capitalista se realizó
a expensas de millones de personas, tanto en los países desarrollados como subdesarrollados,
que quedaron en la pobreza y la exclusión. Esta situación llevó a construir en
la frontera entre México y EEUU un muro utilizando los mayores adelantos
tecnológicos: radares, censores, rayos lazer, helicópteros y una guardia
fronteriza fuertemente armada. Como los stalinistas, los más importantes
empresarios del planeta tienen sus razones: mantener una ilusión. Si nos
sacrificamos, en algún momento, todos podemos acceder a las riquezas que se
producen. Todos podemos ser propietarios. Un sólo dato es suficiente para
demostrar su falacia: si el mundo consumiera en la misma proporción que en Estados Unidos se
necesitarían siete planetas para abastecerlo.”
Enrique Carpintero
“En este exceso de realidad aparecen personajes que representan el papel de malos y buenos. Los malos van cambiando según las épocas. Lo importante es preservar un sistema de poder ante el cual todos somos espectadores. Lo que si permanecen son objetos malos y buenos. Objetos que se han fetichizado para encarnarse en la representación de lo demoníaco y lo maravilloso. La droga es uno de ellos. La droga es la encarnación del mal. Es así como se elude el problema de un sujeto que la consume a partir de una subjetividad entramada en una estructura familiar y social. El objeto droga es atrapado por un sujeto a partir de ciertas características de su condición subjetiva. Pero la misma se corresponde con una cultura que se sostiene en la ruptura de los lazos sociales donde el individualismo se ha transformado en el sometimiento al poder.”
“En este exceso de realidad aparecen personajes que representan el papel de malos y buenos. Los malos van cambiando según las épocas. Lo importante es preservar un sistema de poder ante el cual todos somos espectadores. Lo que si permanecen son objetos malos y buenos. Objetos que se han fetichizado para encarnarse en la representación de lo demoníaco y lo maravilloso. La droga es uno de ellos. La droga es la encarnación del mal. Es así como se elude el problema de un sujeto que la consume a partir de una subjetividad entramada en una estructura familiar y social. El objeto droga es atrapado por un sujeto a partir de ciertas características de su condición subjetiva. Pero la misma se corresponde con una cultura que se sostiene en la ruptura de los lazos sociales donde el individualismo se ha transformado en el sometimiento al poder.”
Enrique Carpintero
Enrique Carpintero
“En la actualidad
se ha creado un imaginario social donde solo existe la libertad de tener y el
poder de dominar lo que lleva al ser humano a la incertidumbre y la
indiferencia. La actual sociedad basada en la supuesta economía de libre
mercado no potencia la capacidad de elegir ya que, no solo la limita a algunos
de sus miembros sino restringe la libertad al banalizar su potencia.
Un
posmodernismo ahistórico y acultural conviene al afianzamiento del poder al
aumentar la incertidumbre donde todo vale y se cree que todo debe ser inventado
nuevamente. Para ello no debe haber memoria.” Enrique Carpintero
“En las décadas del cincuenta al setenta no había
conversación referida a los llamados países del 'socialismo real' que no se
mencionara la existencia del muro de Berlín. Todas las semanas los diarios
hacían referencia a algún incidente ocurrido en el famoso muro. Los mismos
sirvieron de argumentos para centenares de películas y novelas. Cuando en 1989
se derrumbó algunos quedaron des-encantados otros confirmaron lo que, durante
mucho tiempo, venían sosteniendo: el socialismo nunca existió. Este se realizó sobre
la base de un social autoritarismo que reemplazó ‘la socialización de los
medios de producción’ por una estatización en manos de una burocracia policial.
Su consecuencia fue el stalinismo y las barbaries cometidas en nombre del
socialismo. Por lo tanto no es extraño que antiguos dirigentes sean, en la
actualidad, nacionalistas, mafiosos o ultraliberales.”
Enrique Carpintero
“Es Albert Camus
quien analiza el mito de Sísifo para destacar como lo absurdo y la dicha son
inseparables y forman parte de la condición humana. Los dioses habían condenado
a Sísifo a rodar para siempre una roca hasta la cima de una montaña desde donde
volvía a caer por su propio peso. Habían pensado que no hoy castigo más
terrible que el trabajo inútil y sin esperanza. Se le reprochaba a Sísifo haber
revelado los secretos de los dioses. También haber encadenado a la Muerte y
querer disfrutar de los placeres de la Tierra. Es por ello que su desprecio de
los dioses, su odio a la muerte y su apasionamiento por la vida le valieron ese
suplicio.
Si este
mito es trágico, lo es porque Sísifo tiene conciencia. De esta manera lo que
debería constituir su tormento es al mismo tiempo su victoria. El mito nos
enseña que todo no es ni ha sido agotado. El destino es un asunto humano que
debe ser arreglado entre humanos. La alegría silenciosa de Sísifo es porque su
destino le pertenece. Lo importante es el esfuerzo por llegar a la cima. Lo
importante es la lucha. En esa lucha vence a los dioses.”
Enrique Carpintero
“La globalización es una amenaza para las ciudades.
El planeta se va convirtiendo en un conglomerado de grandes ciudades donde se
exhiben las miserias y riquezas. En este espacio urbano toman forma los
monstruos que habitan al sujeto. Por ello las fantasías del próximo milenio no
aparecen en el cielo sino en la tierra. Mejor dicho en la imaginación de los
seres humanos que, por sus características, se parecen al cielo que imaginaban
los habitantes del siglo X.”
Enrique Carpintero
“Las fuentes del poder son el miedo y la condición finita del ser humano. Cuando un poder está por encima de las facultades reguladas democráticamente por el conjunto de los ciudadanos es porque éstos le otorgan la aptitud de mitigar el miedo y las consecuencias de la finitud. Esto ha llevado, en las dictaduras, a generar un imaginario social que crea una falsa seguridad. De esta manera poder y libertad están vinculados: a más poder menos libertad y viceversa.”
Enrique Carpintero
“Pero también hay objetos buenos como los psicofármacos. Con ellos en muy poco tiempo se van a poder solucionar todos los problemas de nuestra sufrida subjetividad. Seguramente alguien va a descubrir que la economía de mercado tiene su correspondiente gen inscripto en el organismo humano. La comida 'natural' y 'dietética' es buena. Tan buena que nos permite mantenernos muy flacos y lindos. De esta manera nos ocupamos de nuestra 'salud' al responder al modelo estético de la cultura actual. Esta fetichización de los objetos deja de lado las consecuencias de una 'ideología invisible' que produce una subjetividad que se manifiesta en un conjunto de síntomas paradigmáticos de nuestra época: adiciones, anorexia, bulimia, depresión, sensación de 'vacío', de 'estar muerto', ataques de pánico, violencia destructiva y autodestructiva, etc.”
Enrique Carpintero
“Las fuentes del poder son el miedo y la condición finita del ser humano. Cuando un poder está por encima de las facultades reguladas democráticamente por el conjunto de los ciudadanos es porque éstos le otorgan la aptitud de mitigar el miedo y las consecuencias de la finitud. Esto ha llevado, en las dictaduras, a generar un imaginario social que crea una falsa seguridad. De esta manera poder y libertad están vinculados: a más poder menos libertad y viceversa.”
Enrique Carpintero
“Pero también hay objetos buenos como los psicofármacos. Con ellos en muy poco tiempo se van a poder solucionar todos los problemas de nuestra sufrida subjetividad. Seguramente alguien va a descubrir que la economía de mercado tiene su correspondiente gen inscripto en el organismo humano. La comida 'natural' y 'dietética' es buena. Tan buena que nos permite mantenernos muy flacos y lindos. De esta manera nos ocupamos de nuestra 'salud' al responder al modelo estético de la cultura actual. Esta fetichización de los objetos deja de lado las consecuencias de una 'ideología invisible' que produce una subjetividad que se manifiesta en un conjunto de síntomas paradigmáticos de nuestra época: adiciones, anorexia, bulimia, depresión, sensación de 'vacío', de 'estar muerto', ataques de pánico, violencia destructiva y autodestructiva, etc.”
Enrique Carpintero