Canto de agonía

Si conmover persigues con tu canto
Han de brotar tus lágrimas primero,
No posees otro espejo que tu entero
Corazón en la mano ni otro encanto

Que no sean tu ardor o tu quebranto.
El verso no es más que un sutil venero
Que mana del misterio, el verdadero
Sólo es aquel que surge con el llanto.

Apolo no es tu siervo, él sólo acecha
Tu alma con sus dardos, nunca olvida
Su repleto carcaj sobre tu mano.

Pero si el llanto brota por la herida
De tus labios, también su alada flecha
Ha de alcanzar al corazón hermano.

Dante Gabriel Rossetti




… El paisaje no es tan bello,
Ni el silencio ni la canción,
Ninguno es como en el sueño…

Dante Gabriel Rossetti


En el tren, y en Versalles

Con una rapidez embotada nos lleva
con cuerpos abandonados en un balanceo y las rodillas que se agitan.
El viento ha cesado, es una brisa débil
cálida por el sol. Las hojas aún no están secas
tras la densa lluvia de ayer. Todo, bajo y alto,
es un campo verde intenso; pero, entre sus árboles,
rojizo y vivo de Otoño. Tras este paisaje
está la ciudad inmóvil ante el cielo.
Se llega a Versalles. Pasamos las galerías
y buscamos los jardines. Hay un gran silencio,
por los largos corredores, a gran distancia
del agua. Más que una melodía o una canción,
el silencio crecerá para sobrecoger tu mirada,
hasta que tu pensamiento nade con la esfera azul que gira. 

Dante Gabriel Rossetti




He estado antes aquí,
pero no sabría decir cuándo,
conozco la hierba que hay más allá de la puerta,
el aroma sano y penetrante,
el rumor acompasado, las luces de la costa. Habías sido mía antes,
no puedo decir cuánto tiempo hace de ello; pero justo cuando te giraste
para ver volar la golondrina,
un velo cayó y lo supe todo de los tiempos pasados.”

Dante Gabriel Rossetti



Insomnia


"Delgadas son las faldas que la noche dejó atrás,
Antes de que el día quiebre el cielo con su crepitar.
Delgados son los jirones del sueño,
Oscilando en el espíritu cansado del viento;
Pero en medio de aquel reposo inquieto
Que desgarra la trama del olvido y el recuerdo,
Mi alma se estira hacia la tuya,
Cada vez más cerca.
Nuestras vidas nunca se unen;
Nuestros pensamientos nunca se distancian,
Aquello que aferra tu corazón al mío,
Parece disolverse en un brillo sombrío.
Esta noche, el Amor ejerce un control total,
Y con deseo y con pesar,
Mi alma se arrastra hacia la tuya,
Cada vez más cerca.
¿Existe un hogar, dónde la pesada Tierra
Se derrita en el aire brillante,
Y dónde el mal no se respire;
Dónde el agua barra el eco de la sed,
Y el fuego sea el reflejo de nuestra fe?
Si la voluntad yace atada al objetivo,
Tal vez allí pueda su esperanza engendrar.
Mi alma, en esta hora desolada,
Se agita hacia la tuya,
Cerca, siempre un poco más."

Dante Gabriel Rossetti




“… Los cuerpos de los hombres viajan
Como sombras por playas sumergidas…”

Dante Gabriel Rossetti



Luz repentina

Yo estuve aquí antes,
no sé decir cómo y cuándo:
conozco el prado detrás de la puerta,
el dulce aroma penetrante,
los sonidos susurrantes,
las luces a lo largo de la costa.
Tú has sido mía antes;
no sé decir hace cuánto:
pero apenas esa golondrina remontó,
y giró tu cuello, algún velo cayó;
y lo supe al instante.

¿Había sido así antes?
¿No será que el vuelo concéntrico
del tiempo restaure nuestras vidas,
nuestro amor, a pesar de la muerte,
y nos traiga otro deleite noche y día?

Ahora, entonces, ¡con fortuna otra vez!
¡Duerman mis ojos la agitación de tus cabellos!
¿No yaceremos como hemos yacido,
y así, por amor de Amor,
el dormir y el despertar
no rompan ya sus cadenas?

Dante Gabriel Rossetti



Mediodía Silenciosa

Tus manos descansan abiertas sobre la hierba fresca,
Tus dedos brotan de la tierra como flores rosadas:
Tus ojos sonríen en paz. El pasto resplandece absorto
En las olas nebulosas del cielo, que se reúnen en calma.
Todo rodea nuestro nido, hasta donde el ojo puede contemplar,
Dorados campos reales con bordes de plata,
Allí donde los animales corroen las faldas del espino.
Este visible silencio, inmóvil sobre el reloj de arena.
Profundo en el sol ansiado crece la libélula,
Colgando como un hilo azul lanzado del cielo:
De manera que esta hora alada gotea sobre nosotros.
Oh, cerremos los corazones sobre este regalo inmortal,
Atrapemos esta inarticulada hora en compañía,
Dónde el silencio de dos se transforma en una canción de amor.

Dante Gabriel Rossetti



“Otros tendrán bajo sus dedos la piel con la que soñamos. Beberán del cáliz sagrado, comerán del templo salvaje de un cuerpo que alguna vez vibró sólo con nuestras caricias. Pero jamás podrán amar como nosotros, pobres dementes que nos hemos enamorado de una esencia”

Dante Gabriel Rossetti