“La arena acumulada por el viento del lado norte, en la roca que corona el templo, fue cayendo poco a poco hacia la fachada y sepultó la puerta en sus tres cuartas partes. Cuando me acerqué a este templo, perdí de golpe la esperanza de poder despejar la entrada, pues los montones eran tan grandes que no veía la posibilidad de llegar nunca hasta la puerta.”

Givanni Battista Belzoni
Lo que dijo cuando llegó a  Abú Simbel en 1816