El escritor está solo

El escritor está solo
solo ante él
solo ante el mundo
solo ante la persona que ama
Esto último lo aterra
“¿cómo solo?”
Trata de poner en orden sus pensamientos
-la persona amada tiene los ojos color miel-
El escritor tiene un gran miedo
“¿qué diferencia este amor del otro?”
-la persona amada lo mira desde el fondo de sus ojos- 
El escritor está aterrado
El amor blande su arma contra un niño

Yolanda Pantin



Herencia

I
Pertenezco
a este pedazo de la tierra.
Reconozco como míos
el aire
que fue de mi infancia,
los relatos de mis padres
jóvenes y eternos,
cuanto su vista levantó
de estos valles
donde abreva el deseo.


II
Yo soy aquella en la fotografía,
de pie,
entre el miedo y el deslumbramiento.
Le he sido fiel a su memoria
a cuanto sus ojos recuerdan
de aquel cielo,
al lomo
de los caballos relucientes.
Pero vuelve el recuerdo
de aquella ocasión en que quise sustraerme,
y no hallé lugar que me resguardara
de mis despóticos fantasmas coloniales.
Así me hundo en esa putrefacción cálida,
Mientras manos que son de nadie me arrancan de cuerpo. 

Yolanda Pantin




Las ciudades invisibles
                             
"Escribir sobre el amor
los ojos calmos de Verona
-poesía eres tú-
Imaginar una ciudad invisible
como ella
reflexionar sobre la muerte
y la fotografía
Ser fiel y atento
a todo lo que en ella se niega
suspicazmente
tácita y oblicua
recordar
-sobre todo-
que aquello que se ama
no existe."

Yolanda Pantin
La canción fría, 1989



Ofrendas

1- Pude ver en los morrocoyes
a mis ancestros. Estaban todos.

2- El carapacho que encontró Santiago
es blanco como un hueso desenterrado.
Será mi silla.

3- Encontré, secas, sobre unos bloques,
dos babosas.

4- Busqué un lugar, demarqué el espacio con maderas de construcción, y resultó un telón de fondo.

5- Arrimé contra el telón unas piedras romas de río.

6- Armé la mesa y sobre ella monté las réplicas de los dioses mesoamericanos que eran de Feli.

7- Entre los caracoles, también sobre la mesa, tendí un hilo.

8- Debajo amontoné piedras para hacer un triángulo como lo había en la entrada del patio de café.

9- En el centro de la mesa que es el corte de un samán de Paya,
puse una bolsa de tierra para la siembra.

Yolanda Pantin



Regreso

―Bienvenida a tu cueva,
me dice la penumbra.
―Saludos, Yolanda,
me recibe la parentela.
―Saludos, almas de la casa.

Yolanda Pantin



“Ser poeta es un destino.”

Yolanda Pantin



Sólo veía una carretera polvorienta

Sólo veía una carretera polvorienta
como el calor me sofocaba dije basta
y me senté de cara a la ventana
para refrescar mi cabeza que tiritaba
al igual que una onza de gelatina
Con el hilo del sudor
hice un collar
para apretarme el cuello
además
las noches eran tristes
y rojas
tanto
que me dediqué a soñar con lo ojos abiertos
Sólo veía una carretera polvorienta
Eran noches nostálgicas
Te dije ahógame
y como no había cuerda
y el hilo en el cuello era invisible
juraste amor eterno
me hiciste una escena de celos

Luego lloramos en voz baja
para no despertar a los niños.

Yolanda Pantin





“Venezuela está entrampada en un delirio histórico.”

Yolanda Pantin