Los contactos conocidos como visitantes de dormitorio han sido desprestigiados por los ortodoxos de la ufología, y también por la ciencia oficial, como hicieron en su día con los contactados, se ignora al fenómeno por su extravagancia. Sin embargo, tanto en un fenómeno como en el otro, se esconden las claves para explicar, no sólo los OVNIS sino la mayor parte de los pretendidos fenómenos paranormales.

Josep Guijarro
Infiltrados, página 2


Hemos constatado como la apariencia más grotesca del fenómeno hace su aparición cuando éste se aproxima a los grandes núcleos urbanos, en los que, como saben, el ritmo de vida que impera es el consumismo y la falta de valores éticos y morales, rasgos, que en cierta medida, son suplidos por estos fenómenos. De ahí que se hable del "Sindrome de los visitantes" como una creación de la Nueva Era. En consecuencia existe un relación clara entre el contexto donde se desarrollan los acontecimientos extraordinarios, el testigo y el hecho en sí.

Josep Guijarro
Infiltrados, página 2


Hoy ya no hace falta viajar por una solitaria carretera, ni permanecer a la espera de un contacto en una zona telúricamente activa, ni tener nuestros ojos abiertos y expectantes al firmamento. Ahora los contactos pueden ocurrir, sin desearlo a veces, en nuestro propio domicilio. Nuestros visitantes pueden, eventualmente, ser agradables, pero en la mayoría de los casos se muestran hostiles y son horribles en su aspecto.

Josep Guijarro
Infiltrados, página 3



La experiencia del visitante es un estigma de por vida, no se olvida jamás. Quienes la han vivido son, por lo general, personas normales que vieron alteradas sus vidas por la incursión de extraños seres en la intimidad de su casa. En muchos casos, fueron violados sexual y psíquicamente y que finalmente, fueron tomados por locos e ignorados por los investigadores de lo insólito...

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Infiltrados, página 4



… he propuesto una nueva denominación y clasificación basada en la actitud de los seres frente al protagonista del encuentro.

*Clase A: Aquellos casos en que los seres manifiestan una clara hostilidad hacia el testigo. La principal actividad de estas entidades se centra en lo genético y lo psíquico. El marco de manifestación es el domicilio, y, concretamente, el dormitorio. El testigo puede o no recordar parte de la experiencia.
*Clase B: Los "visitantes" pese a tener el mismo aspecto físico que los de la clase anterior, otorgan al testigo alguna facultad psíquica o curativa. Con frecuencia los testigos cuentan que tiene alguna "misión".
*Clase C: Aquellos informes que, en su aspecto sugieren una teleportación o abducción clásica y que, sin embargo, tiene su continuidad en el domicilio en forma de visitas asiduas, que tienen por objeto controlar a la "víctima".

Este tipo de experiencias ha obligado a un replanteamiento en el modo de investigar. El ufólogo hoy, no es sólo un cazador de datos, ni un notario de los hechos, sino que se ha transformado en terapeuta, consejero y amigo de la víctima, integrando a su campo de estudio métodos como la hipnosis y ha adquirido la terminología propia de un profesional de la medicina. 4 Como acertadamente declaraba Bruno Cardeñosa 2 tal vez el mejor método de investigación no sea el científico, sino el filosófico, no sólo porque la filosofía antepone lo humano ante todo, sino porque la ufología es un saber residual, una disciplina que todavía no ha adquirido la suficiente madurez para convertirse en una Ciencia y que, por lo tanto, se halla ligada a los procesos y métodos de estudio de la Filosofía.

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Infiltrados, página 5-6


El ufólogo hoy, no es sólo un cazador de datos, ni un notario de los hechos, sino que se ha transformado en terapeuta, consejero y amigo de la víctima, integrando a su campo de estudio métodos como la hipnosis y ha adquirido la terminología propia de un profesional de la medicina.

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Infiltrados, página 6


Un hecho demostrativo de que los responsables de las visitas de alcoba, no son, como se insinua, seres de otros mundos es la terrible capacidad de trasnsformación que ha demostrado este fenómeno a lo largo de la historia.

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Infiltrados, página 6


Casi la totalidad de los casos relatan estancias ovoides, habitaciones luminosas, ingenios avanzados, pero la mayoria tiene recuerdos confusos de cómo llegó allí, y lo que es peor, en la vasta casuística existente, no hay ni un sólo caso que haya un testigo externo que haya visto, por ejemplo, cómo fue subido el abducido por el rayo de luz hasta la nave.

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Infiltrados, página 7


Descubrí, no sin cierta sorpresa, que los visitantes de dormitorio no eran, ni mucho menos, un producto exportado de América. Antes de 1987, año de publicación de INTRUSOS y COMUNION, los archivos de la ufología hispana ya recogían casos sorprendentemente similiares. Visité el IIEE (Instituto de Investigaciones y Estudios Exobiológicos) que recogió en su día estos sucesos bajo el nombre de Casos J (La J era de "jodidos" bromeaba Ramón Navia, presidente de la asociación, mientras lo recordaba).

Josep Guijarro
Infiltrados, página 19


Resultaba inevitable pensar, a tenor de los casos estudiados, que existía una interacción entre el testigo y el fenómeno, como si éste último se aviniera a las necesidades físicas y psíquicas del individuo, o incluso de la sociedad. Según esta nueva perspectiva, el fenómeno ovni se adaptaría a nuestro sistema de referencias, arrastrando los fantasmas religiosos de nuestro pasado. El fenómeno estaría presente a lo largo de la historia y su aspecto cambiaría en función del contexto cultural y tecnológico en el que se desarrollara...
En estos últimos años, muchos de los que declararon haber sido abducidos, mantuvieron relaciones sexuales con los visitantes; ésta ha sido una fuente de inquietud entre ellos a pesar de que los contactos sexuales ya se conocían desde la más remota antigüedad. En efecto, durante la edad media se extendió la idea de que los demonios podían unirse carnalmente con los hombres y las mujeres. Estas uniones recibieron el nombre de íncubos y súcubos, y probablemente su extrapolación sea los visitantes de dormitorio actuales. Esto no resulta tan descabellado cuando Strieber describía de este modo su experiencia: " El espacio en el que entré olía como a queso heddar caliente con una nota de azufre10... Sentado ante mí, -continúa- ví al ser más asombroso que jamás he conocido en mi vida, más asombroso aún por el hecho de que no me resultaba desconocida..." A menudo, las personas que padecen estas experiencias descubren, al ser hipnotizadas, que les parece conocer a uno de los visitantes . " ... Hablo de "ella" y no sé por qué. Para mí es una mujer, quizá por sus ágiles movimientos, o por haber creado estados de excitación sexual en mí, o, simplemente, 10 El azufre tiene un significado específico en la demonología. 15 me influye el recuerdo de su mano rozando el costado de mi pecho una vez, tan ligero y, no obstante, con tanta firmeza." Estos contactos no siempre eran recordados. El incansable investigador gallego Manuel Carballal desarrolla este aspecto en su libro11 cuando al referirse a él dice: "íncubos y súcubos acostumbraban a visitar a los mortales en sus lechos, para tener relaciones con ellos. Al despertar, de no ser porque en ocasiones aparecían restos de semen o de sangre en las sábanas, los violados tan sólo recordaban la experiencia como un sueño".

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Infiltrados, página 21



… la anemia (…) es una constante en los testigos de visitantes de dormitorio.

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Infiltrados, página 23

... Existen fenómenos de transformación psíquica -decía Jung- que siempre se manifiestan al término de un mes platónico y al comienzo del siguiente. Según parece, trátase de cambios producidos en la constelación de los elementos dominantes psíquicos, de los arquetipos, de los "dioses", que provocan o acompañan transformaciones seculares de la psique colectiva. Esta transformación comenzó a darse dentro de la tradición histórica y dejó sus huellas, primero en el paso de la edad de Tauro a la edad de Aries, luego en el paso a la edad de Piscis, cuyo comienzo coincide con la aparición del Cristianismo. Ahora nos aproximamos al gran cambio que es lícito esperar se produzca con la aparición de la primavera de Acuario...

Josep Guijarro
Infiltrados, página 25


Carl Raschke declaraba que cuanto más elevado es el nivel de la inteligencia, menor es la pasión por la certeza racional y la transparencia del conocimiento.

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Infiltrados, página 26


Las modernas abducciones son uno de los espejos donde se refleja el hombre actual. Escenifican una evolución psíquica cada vez más dominada por la frialdad, la desconfianza, la falta de comunicación; los síntomas de una paranoia.

Josep Guijarro
Infiltrados, página 26


La conversación se inició con un breve repaso a las experiencias que Mariví había relatado durante mi primera visita y que se habían producido alrededor de septiembre de 1968. Traté inútilmente de cumplir con el plan que me había autoestablecido, nuestra protagonista se empeñaba en contarme cosas relativas a su relación con los visitantes, con toda seguridad, para descargar la angustia que dichos episodios entrañaban. -A mí no me tratan de igual a igual, -dijo Mariví- me tratan con una especie de sentimiento de superioridad, como yo puedo tratar a mi animal. Yo decido cuando come, cuando no come, cuando sale a la calle, cuando la tengo que poner vacunas; esa es la sensación que a mi me da. Yo soy algo que "ellos" estan investigando. Ellos imponen las normas, los experimentos y si te gusta bien, y si no, también. 22 Esto terminó por romper mis esquemas. Comprendí que fuera lo que fuera lo que Mariví estaba viviendo, era emocionalmente real. Poco importaba como era la nave o, que morfología presentaban los seres o, si aquello era un sueño vívido o extraterrestres de verdad, lo importante era que precisaba comunicar, compartir, ser escuchada y creída.

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Infiltrados, página 32


-¿Para qué se molestan los extraterrestres en bloquear la memoria consciente de Mariví (cuando lo saben casi todo de nosotros) si luego nos resulta tan sencillo de burlar a través de una hipnosis?- comenté con voz firme.

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Infiltrados, página 43


No debemos asímismo olvidar que no todos los abducidos requieren de la hipnosis para recordar sus experiencias. Hopkins divide en cinco tipos las abducciones, en función del grado de conciencia que tiene el testigo:
TIPO I: El testigo recuerda la mayoría de su experiencia conscientemente.

TIPO II: Recuerda la llegada del objeto e incluso a sus ocupantes, pero existe un desfase temporal inexplicable.

TIPO III: Permanece en el testigo el recuerdo de la aparición de entidades o humanoides vislumbrados en sueños o visiones.

TIPO IV: Sólo recuerda un período de tiempo o una dislocación espacial inexplicables.
TIPO V: No hay ningún recuerdo consciente que sugiera que hubo una abducción. Sólo indicios vagos a través de sueños agitados, ansiedad o cicatrices temporales.

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Infiltrados, página 46


Para el investigador británico Hilary Evans la experiencia de abducción puede ser un medio por el que el individuo exterioriza un problema psicológico interno.

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Infiltrados, página 51


Harder, ingeniero civil pero asímismo diplomado en hipnosis y asesor de la veterana organización APRO (Aerial Phenomena Research Association) de Tucson (Arizona). Harder se dio cuenta mientras trabajaba en el proyecto VISIT, en el que tuvo ocasión de estudiar a cerca de doscientos testigos, que el 95% de los casos de abducción (una vez revivida la experiencia bajo regresión hipnótica) el recuerdo de la misma resulta placentero e, incluso, beneficioso. En 1981, la doctora Aphrodite Clamar, Ted Bloecher y Budd Hopkins recibieron apoyo financiero del gobierno de los Estados Unidos para llevar a cabo un estudio psicológico en algunos abducidos24. Se contrató a la psicóloga Elisabeth Slater, de Nueva York, para que realizase una lista completa de test psicológicos sobre nueve presuntos abducidos, cuyas experiencias habían sido estudiadas, y cuya veracidad parecía indudable25. No se hallaron transtornos mentales importantes, pero sí había un modelo común: todos evidenciaban un grado de perturbación de la identidad, déficit en la esfera interpersonal y fenómenos paranoides generalmente ligeros; es decir, en lenguaje llano, todos sufrían una falta de autoestima: ninguno parecía encontrarse a gusto con su cuerpo y todos sufrían un cierto grado de desconfianza.

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Infiltrados, página 50


Yo soy un hombre con reacciones lentas y, de repente, no supe que decirle. Lo que me contaba era tan febril y delirante como el caso de Mariví, además, yo tampoco era la persona más indicada para investigar aquel caso. Dolors era mi amiga y no deseaba sometarla a interminables pruebas que siempre dan la impresión de incredulidad y de desconfianza.

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Infiltrados, página 57



Según Michael A. Persinger la experiencia del visitante es una variante del "sentido de presencia", fenómeno que experimenta a menudo la gente normal. Se cree que tales experiencias se relacionan con las porciones Mediobasales (núcleo amigdalino-hipocámpicas) de los lóbulos temporales. Está científicamente comprobado que la estimulación quirúrgica o química de las estructuras profundas del lóbulo temporal, pueden crear patrones fenomenológicos especiales. Los fenómenos visuales varían desde sombras, seres o colores que se ubican en el campo periférico hasta sensaciones de gran ansiedad y pánico, pensamientos constantes y forzados y olores extraños.

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Infiltrados, página 82


En 1.980 el grupo de investigación dedicado a las abducciones denominado Proyecto VISIT, dirigido por el profesor John F. Schuessler en Friendswood (Texas), publicaba un exhaustivo estudio sobre las heridas resultantes de un encuentro con ovnis. Además de evaluar los efectos más tradicionales tales como vértigos, vómitos, náuseas o dolores de cabeza, destacaban otros efectos más duraderos compuestos básicamente por lesiones en la piel, fundamentalmente producidas por algún tipo de radiación. También Hopkins, en el transcurso de sus investigaciones, ha topado casi inevitablemente con pequeñas cicatrices y quemaduras que al parecer tuvieron su origen en la niñez de los testigos. Esto hace suponer que la abducción no es un episodio que se da sólo una vez, sino que se trata de un proceso continuado.

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Infiltrados, página 83


La historia de la ufología nos demuestra que las investigaciones se han centrado, mayoritariamente, en los relatos de los testigos, y no en el testigo mismo. En un tema sujeto a tantos factores subjetivos, ése ha sido -durante años- un error de bulto.

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Infiltrados, página 85


Javier Sierra y yo examinamos durante horas decenas de relatos similares que describían un modelo común, el retrato-robot del cual era el siguiente: A los pocos minutos de haberse acostado el testigo, que por lo general suele ser una mujer, detecta la presencia de insólitos fenómenos que van desde la aparición de extrañas luces hasta explosiones cerca de la cama. Acto seguido, suelen describirse sensaciones de rigidez muscular coincidentes con la presencia de seres de aspecto humanoide en la habitación que demuestran un comportamiento hostil hacia sus perceptores. De forma poco clara, la "víctima" es trasladada al interior de una sala ovoide y sumamente luminosa en la que, invariablemente, será sometida a todo tipo de exámenes médicos y manipulaciones. Entre éstas destaca por su especial virulencia el episodio de la implantación de una microcápsula en el cerebro del abducido, aunque, como hemos visto, no faltan casos en los que estos ingenios son colocados en 57 brazos y piernas. A decir de los protagonistas de estos raptos, esos "microchips" ejercen una función de monitoreo y control, que repercute en el estado emocional de la "víctima". En los días que permanecimos trabajando sobre el Síndrome de DIANA, logramos aislar una buena parte del conjunto de síntomas que lo constituían. En primer lugar todos los sujetos que reportaron informes de "visitantes de dormitorio" sufrieron, previamente a su experiencia, anemia. Estudios recientes demuestran como la falta de alimento incide directamente en los estados de ánimo, y la falta de determinados nutrientes provoca depresión; el síndrome de DIANA es esencialmente depresivo. A consecuencia de esto se desarrollan estados de ansiedad. El encuentro con la presunta "nueva realidad" crea, generalmente, sentimientos agresivos e irritabilidad en los testigos, así como un creciente insomnio. Asímismo, todos los testigos analizados sufrieron transtornos sexuales o afectivos en su infancia y/o adolescencia. La temática sexual es uno de los ejes de la experiencia. Cada vez son más frecuentes los casos que describen acoso sexual, inseminaciones o experiencias sexuales con alienígenas que derivan en la gestación de un feto que luego desaparece, aunque, afortunadamente, éstos son todavía escasos y sólo una pequeña parte han ocurrido en nuestro país.

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Infiltrados, página 85


Bullard cita 49 casos de abducción de dos testigos a la vez, 12 de tres al mismo tiempo e, incluso, un caso de abducción de siete testigos que viajaban en dos coches. Pero no recoge ningún caso que pueda ser considerado como "visitante de alcoba". En estos casos nunca se ha recogido un solo testigo presencial que observara, por ejemplo, cómo fueron trasladadas las víctimas desde su casa hasta el ovni y cómo fueron ascendidas por el rayo de luz. Pese a existir casos en los que dos o más personas son llevadas a bordo de la nave, las experiencias se viven de modo individual. El testigo sólo es consciente de lo que a él le acontece. Después de vivir la experiencia del visitante, se producen en el testigo cambios de conducta y alteraciones en la percepción e interpretación de los acontecimientos cotidianos. Esta selección perceptiva hace que su atención se dirija a las cuestiones que le afectan directamente y que estan en su código de referencias.

Josep Guijarro
Infiltrados, página 91


Continuando con la definición, hablamos de Agresión: el comportamiento de estos seres es, a decir de los testigos, es hostil y, en ocasiones, contradice la lógica más elemental. Si como se pretende los visitantes de alcoba fueran extraterrestres, contrastaría su habilidad para llegar hasta la Tierra superando las distancias cósmicas frente a sus habilidades quirúrgicas. Parecen incapaces de llevar a cabo los procedimientos más simples sin causar un dolor agudo en sus víctimas y generar ansiedad.

Josep Guijarro
Infiltrados, página 91


El factor temporal es igualmente interesante. La totalidad de los casos ha acontecido de noche, mientras la víctima se encontraba durmiendo en su habitación o dispuesta para dormir. El hecho de que tales episodios no hayan tenido una continuación diurna nos ha conducido a pensar que la nocturnidad guarda una íntima relación con el fenómeno, al extremo de convertirse en una constante. Tal vez no se trate de la noche, sino de el estado fisiológico del testigo en el momento de irse a dormir lo que convierte la nocturnidad en un hecho inherente al fenómeno. Este hecho ha contribuido a que los investigadores "ortodoxos" ubicaran sus explicaciones en el marco de las visiones hipnopómbicas (cuando el testigo acababa de despertarse) e hipnagógicas (cuando las visiones acontecían al conciliar el sueño).

Josep Guijarro
Infiltrados, página 92



Judith me miró fijamente; después una sonrisa le hizo entornar los ojos. - De modo que crees que todo puede ser obra de mi mente para satisfacer alguna necesidad de tipo emocional -intervino-. - No exactamente. Esta es una posibilidad, desde luego, pero tendría que investigar más profundamente. - Entonces los extraterrestres no son reales -dijo Asun algo decepcionada. - Depende de lo que entiendas por realidad -respondí-. Nosotros somos el destello de la conciencia que crea el pensamiento, el cual, a su vez, crea la realidad. Carl Jung se refirió a un inconsciente colectivo cuyos componentes estaban estructurados en varios arquetipos. Cuando contactamos con los arquetipos, a través de sueños, arte, mitos o estados religiosos o de meditación, nuestra psique activa la energía de estos arquetipos y se traducen en experiencias individuales absolutamente reales. Una risa ronca y maliciosa escapó de la garganta de Gustavo quien, con una expresión hosca en la cara, permanecía atento a la conversación. - Insinúas, entonces, que los contactos se hacen perceptibles cuando el cerebro de los testigos se encuentra en determinado régimen vibratorio en el que las defensas psíquicas están abolidas. - En efecto, el canal de contacto con esta "civilización" puede que sea el mundo onírico. - Pero yo no dormía cuando entré en la nube de la curva -interpuso Judith. - Sí, pero la conducción monótona, es una de esas situaciones que facilita la entrada a estados de trance ... - ... Y, entonces, ¿cómo llegué hasta la Caldera de los Marteles? -interrumpió. - Eso es un misterio que todavía hay que resolver.

Josep Guijarro
Infiltrados, página 99


Imagináos que habeis hecho mucho ejercicio físico, habeis sudado y, lógicamente, vuestro nivel de agua ha disminuido, por lo tanto, vuestra boca se reseca. Para cubrir ese desequilibrio el cuerpo siente sed. Pero también puede suceder que sintamos sed cuando alguien está bebiendo delante nuestro sin que tengamos necesidad de agua. Bebemos por que se nos ha contagiado la necesidad. En los ovnis - concluí- ocurre algo muy similar. Puede que precisemos crearlos o puede que nos sean transferidos.

Josep Guijarro
Infiltrados, página 99


-Me estoy volviendo loca -me dijo Judith con un suspiro de tristeza. -No intentes analizar lo que te está sucediendo de acuerdo con sus causas y efectos, trata de imaginarlo desde su interior. Esa es la forma -afirmé- de sacar algo positivo. -¿Cómo puedo saber qué parte de mis recuerdos son reales y cuáles producto de mi imaginación? Su pregunta me dejó perplejo. El fenómeno, lejos de seguir un modelo determinado, acontecía cada vez más cambiante y aberrante, como la resultante de un sueño. -Al investigar algo -respondí- se modifica la naturaleza de lo investigado. Resulta imposible estudiar la realidad sin alterarla -sentencié-. Los físicos lo saben bien; llaman a este fenómeno Indeterminación. Es una demostración de que los hechos tienen una configuración viva y de la capacidad de quienes comprenden tal fenómeno de convertirse en pensadores conscientes de la realidad. -Esto de los extraterrestres me parece una broma pesada -gruñó. -¡Justo! Una broma que no cuadra con la tecnología de nuestro tiempo, pero si lo hace con nuestras coordenadas espirituales.

Josep Guijarro
Infiltrados, página 104



Alrededor de las tres y media el perro empezó a aullar y de repente se oyeron pasos en la escalera, fue entonces cuando lo vi con pasmosa tranquilidad. La silueta de un ser bajo y con la cabeza grande acababa de cruzar por delante de mi aposento. Mi reacción fue, igualmente, sorprendente: no articulé movimiento alguno, sólo respiré profundamente y me quedé dormido. Sin saberlo acababa de engrosar la lista de investigadores que han tenido experiencias mientras se hallaban investigando alguno de sus casos.

Josep Guijarro
Infiltrados, página 140


En muchos casos, el intercambio de información entre los supuestos extraterrestres y el abducido se produce a través de la telepatía, una facultad que muchas personas han desarrollado y que, procedente de la parapsicología, ha sido incorporada al folklore de las modernas abducciones.

Josep Guijarro
Infiltrados, página 149


-De hecho -mascullé- las pretendidas diferencias entre los contactados y los abducidos no son tantas. El 25% de los abducidos, en efecto, tuvo posterior a su experiencia otros avistamientos de OVNIS, lo que rompe con el tópico relativo a que la experiencia de abducción es única. Muchos abducidos, tal como les ocurre a los maltrechos contactados, creen que se les ha entregado instrucciones muy concretas acerca de alguna misión o tarea que deben llevar a cabo, aunque sean incapaces de recordar cuándo y de qué se trata exactamente. Y, finalmente, el contenido de su mensaje es el mismo. En ambos casos los protagonistas han desarrollado facultades psíquicas, se han visto frecuentados por fenómenos de tipo paranormal o, simplemente creen seguir en contacto telepático con los extraterrestres, como si todos sus actos fueses espiados. El único rasgo diferenciador -concluí- es la voluntariedad de entrar en contacto. Mientras que los contactados tienen un interés manifiesto y buscan intencionadamente el contacto a través de diversos medios, tales como la escritura automática, la OUI-JA o la canalización, los abducidos se encuentran con el fenómeno de forma abrupta.

Josep Guijarro
Infiltrados, página 167


¿Cómo puede saber usted si ha sufrido una experiencia de visitantes? Las experiencias de visitantes de dormitorio surgen de forma abrupta y no como consecuencia de un contacto, aunque al final, en ambos casos, experimenten la misma necesidad de comunicación. Al fin y al cabo, cuando uno cree poseer unos conocimientos especiales, ignorados por el resto de las personas, no tarde en empezar a pensar: "Mis amigos y yo podríamos organizar muchas cosas para el mejor funcionamiento de la humanidad" y así surge un nuevo movimiento de contactados. Por lo tanto, si usted está buscando intencionadamente el contacto la experiencia resultará diametralmente opuesta a las relatadas en este libro. Los encuentros con entidades a los que me refiero dejan todos ellos unos síntomas: Pérdida de tiempo: quienes han sufrido una o varias experiencias de abducción tienen un vacío en su memoria que no se sabe con exactitud si ha sido inducido por sus captores o si es una reacción natural para negar una realidad no deseada. Recuerdos confusos: En ocasiones las víctimas se esfuerzan en dar sentido a una serie de recuerdos fragmentados, de luces misteriosas y seres extraños, reconocimientos anatómicos etc... Terror irracional: A menudo los abducidos son presas del pánico cuando se encuentran en determinadas circunstancias que le recuerden el trauma reprimido. Alteraciones del sueño: Muchos abducidos duermen de forma superficial o sufren insomnio. Quienes consiguen conciliar el sueño de forma continuada suelen soñar con naves y seres exóticos. Hemorragias: Si al despertar encuentra manchas de sangre en la almohada puede que se trate del efecto subsiguiente a la implantación de algo todavía desconocido. Heridas y cicatrices: La aparición de dermatografías o el descubrimiento de cicatrices de pequeño tamaño en piernas o nuca son frecuentes en las víctimas de estos raptos. Las heridas tal como asevera el doctor James McCampbell podrían aparecer en la piel por efecto de micro-ondas…
Estoy convencido de que cierta parte de los OVNIS son fruto de nuestra interrelación con entidades procedentes de otros mundos, muy a pesar de que nuestros visitantes no hayan dejado una sola prueba definitiva de su presencia entre nosotros. Sin embargo, los visitantes de dormitorio no pueden ser explicados totalmente desde esa perspectiva. La excesiva teatralización, ansiedad, grotescas operaciones, y la ausencia de otros testigos (en grandes zonas urbanas) que no detectan la nave apuntan a otro origen del fenómeno. Me inclino a pensar en un origen ultradimensional. Es decir: determinadas condiciones ambientales y psíquicas favorecen la apertura de puertas a otros mundos paralelos por las que estos seres (físicos, por supuesto) acosan a sus víctimas. Estos seres adquieren la forma, la identidad más acorde a la cultura, tecnología y circunstancias de cada individuo y es una experiencia personal e intransferible…
Si como he propuesto los visitantes son una manifestación de una forma de conciencia, que, aunque externa, coexiste con nosotros los ultraterrestres poseerán un simbolismo interno que no se puede ignorar y que, probablemente, nos de la respuesta final. En cualquier caso, será una respuesta individual. No una gran verdad trascendental. Aquellos que creen que los extra-ultra-terrestres vienen para redimirnos, para anunciarnos el próximo fin del mundo y salvar a aquellos que encuentran merecedores de ser rescatados por sus naves para viajar hasta un lejano y exótico planeta no están diciendo nada nuevo. En los años veinte algunas sectas hablaban ya del advenimiento de una nueva era, el milenarismo estaba en su punto culminante. Un milenarismo que en lo particular me hace temblar porque todos los viejos órdenes tienen que dar paso a los nuevos. En cualquier caso, sabemos que la relación con estos seres es altamente dependiente y subyuga nuestra personalidad. No niego que hay casos en los que el contactado ha salido beneficiado, pero la mayoría ha sido perjudicial como dice Salvador Freixedo: "Buenos o malos hay que tener mucho cuidado con los extraterrestres y preferiblemente no buscar el contacto" porque, al fin y al cabo, añado yo, todo lo que nos dicen los contactos nos sirve para saber en qué consiste la vida y la solución, después de todo es la siguiente: acostumbrarse a uno mismo.

Josep Guijarro
Infiltrados, página 172-174