Shimriti


Los terapeutas humanistas creemos que una práctica psicoterapéutica que no conduzca a mejorar nuestro nivel de comprensión, de conciencia y de congruencia tiene un alcance muy limitado y es, a la larga, ineficaz. En otras palabras, defendemos que hay una relación íntima entre el conocimiento profundo de la realidad (nuestro saber), el darse cuenta (nuestro sentir y nuestro imaginar) y el desarrollo de las potencialidades (nuestro pensar y actuar en consecuencia).

Jorge Bucay
Shimriti, página 7


Entiendo la ayuda psicológica como un proceso básicamente identificado con facilitar herramientas a cada persona para vivir mejor, para conocerse más y para ver más allá, con el único objetivo de que ese darse cuenta le ayude a su vez a tenderse menos trampas.

Jorge Bucay
Shimriti


El saber profundo no es el que explica la realidad, sino el que experimenta la comunión con ella; el que evidencia que la vida plena sólo es posible a través de la comprensión de quienes somos. Porque no hay verdadero saber sin despertar. Y no hay despertar sin una modificación profunda de la visión interior. Y no hay visión confiable sin compromiso con la verdad. Y no hay más verdad que la descubierta dentro de nuestro ser.

Jorge Bucay
Shimriti


Soy, como he dicho antes, un ayudador, alguien que decidió hace mucho compartir lo aprendido con el fin de facilitar la tarea de los que vengan detrás.

Jorge Bucay
Shimriti, página 54



Yo no soy un sabio y posiblemente nunca lo sea, pero dedico mi tiempo y mi energía a ayudar a que otros sientan el deseo y tengan la fuerza de convertirse en tales. Suelo decir de mí que no soy un psicoterapeuta, que ya no trabajo como médico y mucho menos como psiquiatra. Soy, como he dicho antes, un ayudador, alguien que decidió hace mucho compartir lo aprendido con el fin de facilitar la tarea de los que vengan detrás. Lo hago lo mejor que puedo, que seguramente no es lo mejor que se puede hacer, pero exijo comprensión: trabajo con mis propias limitaciones, que no son pocas. Intento conseguir para cada persona con la que me vinculo profesionalmente el deseo de una vida más sana, más comprometida, más inteligente, más sabia. No soy una persona religiosa. No soy ningún santo. No soy un místico, ni siquiera un ser tremendamente espiritual; pero intento cada día, desde hace años, acercarme a la sabiduría de los que saben y, si puedo, ayudar a alguien a que se acerque también a este camino.

Jorge Bucay
Shimriti, página 54


El que se siente inadecuado o tiene miedo y necesita mendigar aprobación, se convertirá fácilmente en esclavo si consigue con ello que le proporcionen desde el exterior la seguridad psicológica que ha perdido.

Jorge Bucay
Shimriti, página 66


Una religiosidad diseñada para ignorantes nos enseñaría que el espíritu propio y natural es un mal consejero. Sostendría para nosotros, desde que somos pequeños, que la obediencia a una autoridad externa es garantía de andar en vereda. Nos diría que sólo podemos conocer la voluntad divina a través de quienes dicen ser sus intermediarios y que es preciso aceptar a pie juntillas enseñanzas y doctrinas ya fijadas como acto de fe, aunque no hayan sido y nunca puedan ser contrastadas por nuestra experiencia directa. Y si no asentimos a ellas sin más, será prueba de que nos falla la fe o de que carecemos de humildad, por lo cual mereceremos ser víctimas de la ira del Supremo o de la maldición del falso profeta de tumo. Esta inescrupulosa actitud es utilizada en nuestra sociedad para atraer a los ingenuos, soñadores, idealistas, inmaduros o débiles de espíritu, a los que se transforma sin demasiado trabajo en personas dóciles, carentes de autoestima y perfectamente manipulables.

Jorge Bucay
Shimriti, página 65


En tu soledad total, ¿quién eres?

Jorge Bucay
Shimriti, página 68


El hombre que no puede amarse a sí mismo no puede amar en absoluto.

Jorge Bucay
Shimriti, página 69


La ignorancia es la única etapa que el individuo no consigue por sí mismo, habita en ella con absoluta naturalidad, y si nada lo saca de ahí se quedará en la ignorancia para siempre. Seguramente, esta es una de las razones por las que hay millones de ignorantes.

Jorge Bucay
Shimriti, página 90

Será muy difícil seguir siendo coherente cuando te transformes en un buscador. Porque siendo un buscador tu vida transcurre en demasiados estados de ánimo, en demasiados cambios, en demasiados frentes, y cada uno tiene algo que contribuye a tu crecimiento. Un buscador no puede quedarse confinado a un pequeño espacio. Aunque le parezca confortable y cómodo, no se cierra no se queda, no se detiene, indaga y busca. Es un aventurero.

Jorge Bucay
Shimriti, página 91



— ¿Y las relaciones sexuales? —pregunta el doctor. —Raras... —musita el hombre con resignación. — ¡Ajá! —Dice el doctor—. Amigo mío, tendrá usted que dejar esas perversiones si quiere mejorar.

No hay nada que hacer: hay gente para la que todo lo raro es una perversión.

Jorge Bucay
Shimriti, página 91


Como psicoterapeuta y como especialista en salud mental, aseguro que no hay mejor manera de empezar a pensar en el desarrollo saludable de la psique humana que asumiendo la responsabilidad de volverse autónomo. 

Jorge Bucay
Shimriti, página 94


La idea de «tener» algo —sea dinero, inteligencia, poder o belleza— es la puerta que conduce a la dependencia, a la esclavitud. Cualquier cosa que poseas, si te importa demasiado tenerla, terminará poseyéndote a ti, porque desarrollarás el miedo a perderla. Por eso, cuando el buscador haya conseguido cierto grado de conciencia, cuando haya cruzado algunos puentes, cuando se haya enfrentado a los desafíos y obtenido alguna victoria, su cabeza le tenderá la última trampa. Le dirá: «¡Muy bien, felicidades! ¡Mira, hemos llegado...!» Y, si en ese momento el buscador no tiene cuidado, puede caer en la ilusión del saber, en la tentación de la pereza, en la fascinación del narcisismo, en el error de subirse al tren antes de tiempo, en la desgracia de perderse para siempre entre los necios o entre los soberbios.

Jorge Bucay
Shimriti, página 125




El segundo tren se desviaba hacia Superlatus, la ciudad donde terminan viviendo los que equivocan el rumbo y, creyendo haber llegado a la sabiduría, piensan que lo saben todo aunque continúan siendo ignorantes, ahora desterrados. Shimriti no pudo evitar compadecerse de ellos.

Jorge Bucay
Shimriti, página 126


La necedad es la condición de aquellos que, habiendo sido buscadores, se asustaron un día de todo lo que no sabían y decidieron negarlo.

Jorge Bucay
Shimriti, página 133


La gente se pelea. Unos dicen: «El mundo es malo». Otros: «El mundo es bueno». Y el mundo no es así, ni es de aquella otra manera. El mundo tiene espinas, tiene rosas, tiene noches y tiene días. El mundo es absolutamente neutro, equilibrado y lo incluye todo. Unos proponen cambiar el mundo (es la idea de la mente científica), otros cambiar la propia mirada (es el sentir del mundo interno). Son dos puntos de vista diametralmente opuestos: la ciencia buscando en lo externo y el alma, la emoción o la sabiduría, en lo interno. Pero los sentimientos (pura emoción) y el pensamiento (pura razón) tarde o temprano habrán de encontrarse, porque su búsqueda es la misma. Se reunirán más rápido si las personas descubrimos el mundo espiritual. Y es imprescindible, porque la sabiduría sin ayuda de la ciencia jamás será suficiente y la ciencia sin sabiduría llegaría a destruir el mundo.

Jorge Bucay
Shimriti, página 148


Los sabios de la India suelen utilizar esta metáfora: ¿Has cavado alguna vez un pozo en busca de agua? Aunque estés cavando en el lugar correcto, al principio sólo encuentras tierra, rocas y basura. Después de mucho trabajo encuentras el lodo, que lo ensucia todo y dificulta el trabajo. Un poco más abajo llegas al agua, aunque al principio está muy sucia y contaminada. Y, si sigues cavando, llegarás al agua limpia, que brotará cada vez más pura.

Jorge Bucay
Shimriti, página 149


Tanto el ignorante como el buscador experimentan como amenaza todo lo que cuestiona su autoimagen y como positivo todo lo que la confirma o eleva. Ambos creen, cada cual a su manera, que su vida social, seguridad y afirmación personal dependen del mantenimiento y del engrandecimiento de sus imágenes sobre sí mismos. El ignorante trata de parecerse a lo que el exterior le dice que debe ser. El buscador confunde la expresión cambiante de su ser con una nueva identidad adquirida, sin condicionamientos. Tratando de ser esto o aquello, ambos se olvidan de abandonarse a lo más gozoso y fácil: simplemente ser. El maestro, en cambio, elige respetar su propio fluir espontáneo limitándose a ser y abandonando las identificaciones mentales, incluso aquéllas por las cuales nos obstinamos en ser mejores.

Jorge Bucay
Shimriti, página 156


Cuando creo ciegamente en algo que no sé, empiezo a acumular oscuridad.

Jorge Bucay
Shimriti, página 159


Durante siglos el maestro fue el prototipo de hombre virtuoso. El término «virtuoso» (virtus significa potencia o esencia) no designaba al que actuaba de una determinada manera, sino al que estaba en contacto con su esencia, con su potencia, con su verdad. El conocedor es, muchas veces, aún más egoísta que el buscador. De hecho, revisando los datos íntimos de la historia, descubriremos que los grandes maestros, los revolucionarios de cada disciplina, los poetas, los pintores, los músicos, han sido en general muy egoístas. Viven su vida, hacen lo suyo. Han dejado de formar parte de cualquier estructura, se han liberado de ellas. Están más allá, tanto que muchas veces son observados por casi todos como dementes por anticiparse a lo que va a suceder o por saber con certeza lo que nadie sabe.

Jorge Bucay
Shimriti, página 159


El conocimiento verdadero incluye una transformación, tras la cual ni el que conoce ni el mundo que es conocido serán los mismos.

Jorge Bucay
Shimriti, página 133


Había crecido. Y en este sentido, como sucederá después tantas veces, lo comprendido (aquí acerca de los Reyes Magos) es accidental. Que sea accidental no le quita valor a la experiencia, porque lo que importa realmente es que exista una vivencia transformadora: eso es lo que nos modifica y nos obliga a despertar. La mayoría de las veces nuestra transformación real necesita estar ligada íntimamente a cierto proceso de aprendizaje, a una determinada información nueva para nosotros, la cual nos abre a un grado de comprensión diferente.

Jorge Bucay
Shimriti, página 162


La falta de aceptación es la raíz de casi todas las enfermedades de la mente, de la mayoría de los padecimientos del espíritu y del corazón y, de alguna manera también, la primera causa de muchas enfermedades del cuerpo. La única medicina efectiva contra esta trampa que nos tendemos a nosotros mismos es la aceptación serena de lo que es.

Jorge Bucay
Shimriti, página 164


Cuando has dejado de ser un buscador, ya no ansias la atención de los demás; al contrario, te conviertes en testigo de tu propio ser, empiezas a observar tus pensamientos, deseos, sueños, motivaciones, avaricias y envidias; creas una nueva clase de conciencia dentro de ti. Te conviertes en un centro silencioso que observa todo lo que sucede.

Jorge Bucay
Shimriti, página 169


Camino de la sabiduría aprenderemos que quedarnos atrapados en algunos de nuestros propios pensamientos sólo puede hacemos sufrir. Mi dolor existencial es la lucha entre la conciencia de lo que soy y el mundo de mis representaciones internas, creencias e interpretaciones. En otras palabras, la preocupación, la angustia y el temor son en general el castigo que nos imponemos como resultado de no haber sido lo que suponemos que deberíamos ser.

Jorge Bucay
Shimriti, página 171


La existencia consiste, en última instancia, en una guerra entre la identidad adquirida y el auténtico ser. Y el campo de batalla de esta guerra somos nosotros mismos y la relación que mantenemos con los demás.

Jorge Bucay
Shimriti, página 173


Para que la sabiduría surja, la condición es tener una permanente disposición a ser discípulo, a aprender de otros, a admitir todo lo que no sé; y sobre todo —contra nuestra estructura narcisista—, estar dispuesto a aceptar que alguien puede saber más que yo.

Jorge Bucay
Shimriti, página 173

El famoso «método socrático» o mayéutica se basa en la interrogación que Sócrates dirige a sus interlocutores, confesando su ignorancia. De esta manera, él los obliga a responder a preguntas acerca del tema en discusión y luego muestra cómo esas respuestas son absurdas, ilógicas, contradictorias o, simplemente, no contestan la pregunta. La mayéutica es el arte de parir aquellas ideas que ya estaban en la mente de sus interlocutores sin que éstos lo supieran, dar a luz unos conocimientos que éstos poseen virtualmente pero que no conocían. Un reflejo de este método socrático lo encontramos muy frecuentemente en el trabajo psicoterapéutico. El paciente, a través de sus propias palabras y con ayuda del terapeuta, llega a un conocimiento de sí mismo que no poseía, aunque ya estaba en él. Es decir, da a luz contenidos intrapsíquicos que no eran del todo conscientes.

Jorge Bucay
Shimriti, página 176


Del ignorante al buscador hay un cambio de actitud, una decisión. Del buscador al conocedor hay una evolución, un trabajo. Ambos son espacios conquistados por cada individuo para sí mismo. El tercer cambio, del conocedor al sabio, solamente es posible si se lleva a cabo una transformación profunda: debe haber una revolución.

Jorge Bucay
Shimriti, página 180

Los maestros son siempre pocos y se los ve mejor cuando hay oscuridad, porque en lo oscuro hay más posibilidades de ver lo que resplandece.

Jorge Bucay
Shimriti, página 182

Es más fácil destrozar el espejo y olvidarse de la fealdad que aceptar que uno es como el espejo lo refleja.

Jorge Bucay
Shimriti, página 185