"A mayor sensibilidad de la facultad emocional, mejor se puede expresar la consciencia innata a sí misma (…) La inscripción de consciencia innata o simpática es vital para la función, si la vida como tal y la función como tal son consideradas como el principio mismo de la Naturaleza viviente. Este principio es una realidad más allá de la materia corporal, pero asume un cuerpo; encarna por medio de la armonía de los elementos del ambiente (…)
La encarnación en el hombre de todas las necesidades de orden funcional de armonía mundana es el templo, en donde la energía creativa emocional conecta la consciencia innata de la inteligencia-del-corazón con el universo (…)
La evolución también es real, empezando desde el impulso energético original, pero obedece a una “ley universal de la génesis” y no a condiciones fortuitas.
Seguramente la función no crea al órgano. ¿Cómo puede actuar antes de existir?"

René Adolphe Schwaller de Lubicz
Tomado del artículo de Laura Knight-Jadczyk, Schwaller de Lubicz y el Cuarto Reich, Parte 1


"Cuando uno contempla las reacciones emocionales del animal –envidia, odio, fidelidad, amor, alegría, tristeza, devoción para con su amo al punto de la auto negación-, uno dice que un animal a veces parece humano. Esto es un error: Es el hombre quien aún es un animal (…)
La razón es la inteligencia-del-corazón que nos permite, en amor, ser la cosa, estar dentro de la cosa, crecer con la planta, volar con el ave, deslizarse con la serpiente, poder ser ese “Caballero con una Dama” acerca de lo cual los proverbios dicen que no se puede conocer; volverse espacio cúbico dentro del cubo (…)

Al nivel del animal humano, todas las posibilidades de la evolución de la consciencia material están exhaustas. Y luego se vuelve una cuestión de, o bien una continuidad física (La leyenda del Judío Errante), o bien de un nuevo bautismo del espíritu, permitiendo que el resplandor original se re-libere a sí mismo de la materia, con todas las experiencias exhaustas, significando que ninguna selección por venir se hará en la materialización de este resplandor: Es recibido en su universalidad (…)"

René Adolphe Schwaller de Lubicz
Tomado del artículo de Laura Knight-Jadczyk, Schwaller de Lubicz y el Cuarto Reich, Parte 1


"El carácter asexual del mito cristiano ha coloreado todas sus enseñanzas con una especia de inhibición sexual que separa a la Cábala cristiana de las contingencias del la vida aquí abajo. Más aún, su carácter puramente moral le hecha tierra a la base de la gnósis, que está tan completa aquí como en cualquier otro lugar.

Esto está en sorprendente contraste con la cábala negra de la Atlántida , basada enteramente en el sexo, o sea, en la sexualización o dualización de la Causa causal, Dios… Es tentador, especialmente en el mundo cristiano, etiquetar esta teología como magia negra, la magia del mal, lo cual es tan insano como condenar a nuestros padres al infierno por habernos concebido en pecado. Si los primeros cristianos hubiesen seguido los consejos de castidad de San Pablo, no habría quedado nadie para propagar la nueva fe (…)"

René Adolphe Schwaller de Lubicz
Tomado del artículo de Laura Knight-Jadczyk, Schwaller de Lubicz y el Cuarto Reich, Parte 1


"El conocimiento, por los antiguos egipcios, de los doce lugares, subdivididos en treinta y seis decanatos en la banda zodiacal, no es discutido ni discutible. Solo se discute lo tocante al empleo, por los antiguos, de las figuraciones representadas en Denderah sobre los zodíacos circular y rectangular grabados durante la baja época. Ahora bien, dos ejemplos bastan para mostrar de qué forma entendían los viejos sabios estos signos y figuras."

René Adolphe Schwaller de Lubicz

Tomado del libro de Pierre Carnac, La historia comienza en Bimini, página 101


"El despertar es el despertar de la inteligencia-del-corazón. La razón nace con nosotros. Si le damos una preponderancia sobre la inteligencia cerebral, sobre lo mental, nos dirá todo, pues es la inteligencia del universo (…)"

René Adolphe Schwaller de Lubicz
Tomado del artículo de Laura Knight-Jadczyk, Schwaller de Lubicz y el Cuarto Reich, Parte 1


"El esoterismo no es un sentido particular oculto en un texto, sino un estado de fusión entre el estado vital del lector y el estado vital del autor. Y así, la enseñanza esotérica es estrictamente evocación, y no puede ser ninguna otra cosa. La iniciación no reside en texto alguno, sino en la cultivación de la inteligencia-del-corazón. Luego, no hay nada ya oculto o secreto, porque la intención de los iluminados, de los profetas y de los “mensajeros de lo alto” es nunca ocultar –muy por el contrario (…)"

René Adolphe Schwaller de Lubicz
Esoterism and Symbol

Tomado del artículo de Laura Knight-Jadczyk, Schwaller de Lubicz y el Cuarto Reich, Parte 1


"El todo, así formado en un ser viviente completo, es un lenguaje que habla. Se expresa a sí mismo sin cuidados en su función viviente, y representa la base de la inteligencia-del-corazón, lo cual es el hecho que permanece relacionado al todo de la Naturaleza y consecuentemente conoce la Naturaleza (…)
Obviamente, por lo tanto, debemos ser capaces de transcribir lo que está en nosotros hacia nuestra consciencia mental y objetiva, por medio del establecimiento de una relación entre la vida y nosotros y la observación de esa vida en la Naturaleza. Esto lo encontramos supremamente bien expresado por los antiguos egipcios. Es un conocimiento de magia, pura y sana, lo que nos puede guiar rápidamente hacia el objetivo espiritual de nuestras vidas, lo cual se lo debemos al hecho de que podemos evocar, por medio de la simpatía de analogías en nuestros alrededores, la consciencia del corazón latiente en nosotros.
Inteligencia-del-corazón, la cual establece la relación entre la consciencia innata y la observación del hecho, es identificación.

Identificación significa vivir con y vivir en el hecho observado, ser el hecho uno mismo, sufrirlo, actuar en él, regocijarse con él. Es consciencia simpática (…) Consciencia innata inscrita en la naturaleza del organismo, significando que el poder motriz de su función es el impulso de su necesidad, la Idea , o principio de armonía. En el hombre, como ya mismo en el animal superior, esto crea emotividad."

René Adolphe Schwaller de Lubicz
Tomado del artículo de Laura Knight-Jadczyk, Schwaller de Lubicz y el Cuarto Reich, Parte 1


"En el hombre hay una inteligencia cerebral y también una inteligencia innata llamada inteligencia-del-corazón. Ésta última viene a ser a través de una fusión de la Causa Cósmica que está contenida en su materialización con la misma Causa que está en nosotros. Esto es posible porque la naturaleza de ambas Causas es idéntica (…)"

René Adolphe Schwaller de Lubicz


"En el principio de purusa, o Antropocosmos (…) el hombre no es la parte componente sino el producto final. No es parte del todo sino la expresión viva de este todo (…)
Cada ser humano es un todo, cada cual es en sí mismo un ensamblaje de cualidades definidas. Que en soplo del heraldo otorgue el escudo de armas que será el emblema, la estrella que uno debe seguir y el motivo que dicta la conducta a la cual uno se debe conformar.
El totemismo ha sido sumamente malentendido (…) En el Oriente tenemos una heráldica que en su sentido “esotérico” original es una forma de totemismo. Hay una ciencia esotérica de la heráldica, el simbolismo puro de las cualidades particulares de una individualidad (…)
El embrión humano pasa a través de todas las fases de la génesis animal, y una de ellas, más que las demás, influencia el tipo animal del hombre. Toda la naturaleza está en el hombre, y un parentesco entre el hombre y un aspecto particular de la naturaleza lo marca, esto es, lo “especifica” como una individualidad entre hombres.
La individualidad de un ser humano es sólo la “finalidad” humana de este tipo particularmente marcado, de esta rama del tronco universal de la génesis cósmica. El animal no tiene que hacerse conciente de este momento de consciencia universal; éste mismo es el aspecto animal de este momento. Esta vuelta de la consciencia sobre sí misma, una repetición del “ser ante sí” de la creación, es la característica del hombre (…)
La particularidad totémica y heráldica no es un obstáculo para este regreso, y no sólo eso, sino que es su reconocimiento; por el contrario, es un medio excepcional para apresurar este regreso (…)
No es suficiente con meramente reconocer el símbolo del linaje de uno; más que eso, la vida de uno debe estar adaptada a ello, y sobre todo, uno debe buscar vivirlo en todos sus aspectos a lo largo y ancho de la naturaleza.
Pongamos a un lado la palabra Dios, tan malentendida, y pongamos a un lado incluso el Dios que llamamos el eterno, y, en vez, llamémosle el único, en quien los neters, los poderes de las funciones de la naturaleza, sean mezclados y aniquilados. El Único es, pero ÉL cesa para nosotros cuando observamos los estadios de la consciencia en sus aspectos perceptibles, o sea, la naturaleza (…)
Es con la reversión de la consciencia, con la conciencia de la consciencia, el estado superior humano, que una ruptura en el ciclo natural podría intervenir en la forma de Arte, a través del poder de negación que marca este regreso de la consciencia. Negar las apariencias, negar la polaridad, negar la fe en la realidad sensorial, descender voluntariamente a los infiernos de la destrucción, para levantarse al tercer día, -todo eso ha sido dicho a oídos que no escuchan (…)
Debemos aprender a unir lo opuesto de tal manera que los elementos así unidos cesen de existir separadamente dentro de esta nueva Unión (…)
Debemos por lo tanto voltear la mirada hacia lo conocido y presente, el fruto cósmico final –el ser humano- para conocer las fuerzas del ambiente del cual se levanta (…)
Todo el Egipto faraónico, de principio a fin, en todos sus logros, no es más que un gesto ritual.

Así se presenta el imperio faraónico a sí mismo. Y esto explica la reacción de los griegos en Egipto, quienes, creyendo que eran confrontados con una tradición de conocimiento “vaciado de las razones” para sus formulaciones, buscaban encontrar causas razonables, un hecho que diera nacimiento a la Filosofía Dialéctica que el Occidente ha encontrado tan seductora –como si argumentos intelectuales pudieran sustituir el conocimiento de la causa de la vida."

René Adolphe Schwaller de Lubicz
El Templo del Hombre

“En la tablilla de marfil del rey Den (I dinastía), el signo del año engloba a dos de estas ceremonias, atestiguando la existencia en aquella época de un calendario perfectamente construido. Gracias, pues, a este calendario, que ya funcionaba antes del 3000 a. C., podemos reconstruir durante la V dinastía los anales de los primeros reyes, año por año, mencionando los meses y los días. Sólo el eminente alemán Ludwig Borchardt ha aceptado las evidencias astronómicas al pie de la letra, y ha defendido que el año 4240 a. C. fue la fecha del establecimiento del calendario egipcio (se trata de una curiosa excepción, ya que en todo lo demás Borchardt se mostraba desdeñoso con la ciencia egipcia). Otros egiptólogos han tratado de calcular la cronología egipcia por medios no astronómicos, pero la mayoría de ellos reconocen la importancia del calendario sótico. Sin embargo, incapaces de abordar las implicaciones de que se estableciera en una fecha tan temprana como el año 4240 a. C., toman el 2780 a. C. como la fecha válida.”

René Adolphe Schwaller de Lubicz
Le roi de la théocratie pharaonique, Flammarion, 1961, p. 142.
Tomada del libro La serpiente celeste de John Anthony West, página 183



"Hay más poder en una convicción profunda, en un despertar de la luz interior, que en todos los explosivos de la tierra."

R. A. Schwaller de Lubicz


"La experiencia de la vida inscrita en la materia se llama consciencia innata, el carácter específico de cada cosa, la cualidad que es puro espíritu en la Naturaleza."

René Adolphe Schwaller de Lubicz
Tomado del artículo de Laura Knight-Jadczyk, Schwaller de Lubicz y el Cuarto Reich, Parte 1


"La imagen no es un acertijo ni un criptograma, sino que habla simplemente como la evocación de una intuición. En ningún caso esto se puede transcribir en palabras sin peligro —de destacar una noción concreta, sea un objeto, sea una abstracción mental—, lo que podría disfrazar la intención original. Cuando, por ejemplo, designamos con el término «horizonte» la línea aparente que separa la tierra (o el mar) del cielo, dicha línea visible constituye una abstracción, puesto que se trata sólo de una apariencia; no posee realidad material. Pero al formular la noción mediante la palabra «horizonte», mentalmente vemos esa línea; estamos obligados a verla, o la palabra no tendría sentido para nosotros. Los egipcios, en cambio, representaban el horizonte mediante la imagen del cielo entre dos montañas, evocando, por tanto, el momento de la aparición del sol surgiendo en la oscuridad de la mañana y retornando al atardecer. Ésta es una función, un estado vital. El signo «horizonte» como imagen es positivo, concreto; no tiene nada de abstracto o de convencional. Pero lo que evoca es una «intuición», la de la función de «hacerse», del ser surgiendo de la nada; y estaríamos de nuevo ante un razonamiento, y, por tanto, una concreción de la intuición, si se dijera: «el sol estaba simplemente oculto de la vista…». En consecuencia, cuando Champollion y los filólogos que le siguieron declaran que los antiguos utilizaban ciertas imágenes para denotar abstracciones, esto no concuerda exactamente con el modo de pensamiento faraónico, que se ocupa de la evocación de intuiciones que para nosotros son abstracciones, pero que para los antiguos eran «estados del ser»."

René Adolphe Schwaller de Lubicz
Le temple de Karnak, artículo inédito
Tomada del libro La serpiente celeste de John Anthony West, página 248




"La inteligencia-del-corazón es lo que le permite al hombre hacerse camino hacia la liberación. Es a la inteligencia-del-corazón a quien están dirigidas las escrituras o la tradición oral de una enseñanza esotérica, y cifradas de la manera más confortable para esa facultad, incluso a riesgo de parecer irracional.
Si somos capaces de prevenir la intervención del razonamiento –esa facultad que nos distingue del animal propiamente dicho, y de la cual abusamos constantemente-, entonces la simple inteligencia cerebral no hace más que traducir la consciencia innata, como en el caso del instinto animal (…)
Para conocer la consciencia innata, debemos prestarle atención, hacer uso del sentido espiritual que es el escuchar (…) En cada situación de la vida, experimentamos una emoción. Esta emoción debe ser escuchada; debemos centrar la escucha en la emoción para ser concientes de nuestra actitud instintiva (…)

Y así el propósito de los textos iniciáticos es uno mucho menos lógico que lo que es el provocar un shock, reacciones emocionales, o irritación en contra de la necesidad cerebral de una secuencia lógica. Paradoja, imágenes improbables, la yuxtaposición de frases sin conexión, todo ello es empleado libremente. Los textos apelan a la sensación, a un sentimiento de sensibilidad emocional (…)"

René Adolphe Schwaller de Lubicz
Tomado del artículo de Laura Knight-Jadczyk, Schwaller de Lubicz y el Cuarto Reich, Parte 1


"La Naturaleza es la forma simbólica de lo que está fuera de ella."


R. A. Schwaller de Lubicz
Verbo Natura




"Los animales superiores, así como el animal humano, se hallan totalmente bañados en una atmósfera psíquica que establece el lazo entre los individuos, un lazo tan explícito como el aire que respiran todas las cosas vivas... Todo ser vivo está en contacto con todos los ritmos y armonías de todas las energías que hay en su universo."

René Adolphe Schwaller de Lubicz
En el capítulo de  Sacred Science titulado «Magic, Sorcery, Medicine»
Tomado del libro El Mensaje Oculto de La Esfinge de Colin Wilson, página 454


"Nuestro origen común no es de ninguna manera remoto. No nos regresa a la oscuridad primordial: Está presente y constante en el hecho de que el hombre se alimenta directa o indirectamente de todos los reinos, y así entra en constante intercambio con sus naturalezas particulares y, finalmente, por medio del origen mineral, con la energía cósmica de la cual todo surge (…)
La inteligencia cerebral, que vemos desarrollada en el aspecto animal más elevado del hombre, está estrictamente limitada por las fronteras impuestas a los sentidos. La inteligencia-del-corazón pertenece al gran complejo llamado vida (…)
Cada ser orgánico (e incluso cada célula de los órganos de un ser organizado) tiene su parte en la vida general la que es su especificación personal. El corazón del hombre no está sólo en su rítmico latir cual motor: Hay seres acuáticos que son por completo un corazón de este tipo y representan el despertar de la consciencia que se volverá “corazón”. Otra consciencia se volverá hígado, otra se volverá pulmón, y así cada función tiene su órgano (…) Tal órgano es la encarnación de una consciencia, de una función cósmica que ha recibido vida corpórea (…)
Cada animal, cada especie de planta, cada grupo mineral, es una etapa en el proceso de “volverse consciente” de la causa cósmica, culminando en el organismo completo del hombre humano, el microcosmos –el hombre a Su imagen."

René Adolphe Schwaller de Lubicz
Tomado del artículo de Laura Knight-Jadczyk, Schwaller de Lubicz y el Cuarto Reich, Parte 1


"Por primera vez, la investigación científica [exotérica] lleva por medios racionales al umbral de la puerta que permite echar una ojeada a la vida interior de la materia. Resulta, pues, indispensable mantenerse en contacto con la ciencia actual, aunque sólo sea de manera general… El actual estado del progreso, la causa de la profunda revolución del pensamiento científico, permite le restauración de los principios subyacentes a la auténtica trascendencia del símbolo. Lo que ayer mismo se podría haber considerado mera especulación filosófica se fundamenta hoy en experimentos científicos con consecuencias revolucionarias, de los que sólo unos pocos toman nota, mientras que el resto siguen fieles al determinismo racional del siglo XIX… El carácter granular en la continuidad de la onda, es decir, el fotón, que tiene la apariencia de una cantidad aislada en la función continua de la onda, lo discontinuo en lo continuo. Es esta simultaneidad que la inteligencia «cerebral» ya no puede captar, pero cuya existencia se demuestra mediante la experimentación, la que el físico Werner Heisenberg denominaría «el principio de incertidumbre», pero que, traduciéndolo psíquicamente, yo llamaría «el momento actual». En el interior del átomo, la unidad constituyente de la materia, las antiguas leyes no se aplican. Siguen siendo válidas para la materia; pero, por ejemplo, en el interior del átomo la gravitación newtoniana no desempeña papel alguno, y son los efectos electromagnéticos los que actúan. Esto es un hecho, pero pide un mayor estudio, ya que aquí nos hallamos de nuevo frente a lo desconocido, llamado ahora «afinidades». Por otra parte, la química de Lavoisier se halla felizmente extinguida, puesto que hoy sabemos que la materia se convierte constantemente en energía y que se está creando constantemente (por transmutación en isótopos). Sabemos que en la parte superior de la atmósfera el nitrógeno se transmuta en un isótopo del carbono, que luego pasa a «nutrir» a la vegetación, lo cual arroja —o arrojará— una curiosa luz sobre los fenómenos vitales de la superficie de la Tierra."

René Adolphe Schwaller de Lubicz
Symbol et Symbolique, El Cairo, 1951, passim
Tomada del libro La serpiente celeste de John Anthony West, página 214



"Sirio desempeñaba el papel de gran fuego central para nuestro Sol (que es el Ojo de Ra, y no el propio Ra), para el Templo… Cabe la posibilidad de que los recientes descubrimientos de la astronomía y la física sugieran otro papel para Sirio, coincidiendo con lo que empezamos a comprender del núcleo atómico, que comprende un positrón (estrella gigante de baja densidad) y un neutrón, con un volumen inmensamente inferior respecto de la masa del átomo, pero en el que se concentra todo el peso (la increíblemente densa estrella enana)."

René Adolphe Schwaller de Lubicz
Le roi de la théocratie pharaonique, Flammarion, 1961, p. 38.
Tomada del libro La serpiente celeste de John Anthony West, página 189



"Toda construcción, por muy sencilla que pueda ser, tiene un alma puesto que tiene volumen. El volumen es la indefinible sustancia-espíritu detenida en el espacio. Está vivo, es concreto, es número, y, por tanto, música."

René Adolphe Schwaller de Lubicz
Le Temple de l’Homme, vol. III, Caracteres, 1957, p. 17
Tomada del libro La serpiente celeste de John Anthony West, página 109




"Una gran civilización debió de preceder a los vastos movimientos de agua que arrasaron Egipto, lo cual nos lleva a deducir que la Esfinge ya existía, esculpida en la roca de la colina que está situada al oeste en Gizeh, esa Esfinge cuyo cuerpo leonino, salvo la cabeza, muestra signos inconfundibles de una erosión causada por el agua."

René Adolphe Schwaller de Lubicz
Citado en el libro de Graham Hancock, Las huellas de los dioses








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