"1 de enero de 1915. Si tuviera el coraje moral de desempeñar mi papel en la vida, ocupar el escenario y ser yo mismo, de disfrutar de la deliciosa sensación de hacer que se sienta mi presencia en lugar de esta representación evanescente, este diario sería prácticamente innecesario. Para mí, expresarme es una necesidad vital y lo que no puede expresarse de una manera, debe expresarse de otra."

W. N. P Barbellion
El diario de un hombre decepcionado


"4 de marzo de 1915. La personalidad de cada hombre es un tesoro inagotable. Podría dedicarse a hurgar en ella toda la eternidad, si ese fuera su gusto y hallara placer en la introspección. Me gusta ponerme bajo el microscopio y, con todo el distanciamiento de que soy capaz, contemplarme vivir, anotar observaciones sobre lo que digo, siento, pienso. A falta de otros, soy mi espectador: ¡crítico, exigente, vigilante, indulgente! Mi propio Boswell, astuto y bobo a un tiempo. Este espectador que me observa, me parece a mí, debe ser un caballero de elevada moral y eminentemente superior. Sus atenciones incesantes, mientras yo sigo comportándome mal, me conducen algunas veces a algún estado de amargo malhumor, como le sucedía al doctor Johnson. No soporto que me sigan tan de cerca y hablen así de mí. Sin embargo, en conjunto -igual que le pasaba al viejo Samuel-, me gusta que describan con detalle todo lo que hago. Me halaga saber que por lo menos una persona se interesa constantemente por lo que hago."

W. N. P Barbellion
El diario de un hombre decepcionado



"8 de noviembre de 1915. A pesar de las náuseas, aquí estoy tan contento hablando de mí y de mis contratiempos. Estoy harto de mí y de mis lamentos neuróticos, por ello de vez en cuando intento llevar una vida nueva y enviar al diablo este diario. Quiero destrozarlo, romperlo en pedazos. ¡Petulantes, hipócritas lectores! No tendréis más noticias mías. Sé que es cierto todo lo que decís, incluso antes de que lo digáis, y conozco ya, de antemano, todas las críticas que me haréis. De manera que podéis hacer el favor de ahorraros el trabajo. No podéis decirme nada nuevo sobre mí. Lo sé todo. Me disgusto profundamente y vosotros, vosotros, lectores, podéis iros al diablo junto con este diario."

W. N. P Barbellion
El diario de un hombre decepcionado



"11 de junio de 1916. Lanzo estas páginas al rostro de las personas timoratas, furtivas y respetables y exclamo: "¡Aquí estoy! ¡Este soy yo! Os parecerá bien o mal, pero así son las cosas. Y os desafío a seguir mi ejemplo, a enfocar el reflector de vuestra conciencia en cada remoto rincón de vuestra vida, os invito a todos a la introspección. Sed francos, sinceros, tirad los tabiques de vuestro cubículo, salid de la madriguera, gusanos." Si somos gusanos, al menos seamos gusanos sinceros."

W. N. P Barbellion
El diario de un hombre decepcionado


"20 de noviembre de 1916. El motivo de que no pase los días sumido en la desesperación y las noches llorando de abatimiento es que estoy enamorado de esa ruina que soy. Por ello no merezco compasión alguna y lo probable es que no la obtenga: ya basta con la compasión que siento. Estoy tan abominablemente interesado en mí que ningún detalle de esta tragedia, por pequeño que sea, se me escapa. Día tras día, acudo al teatro de mi propia vida y contemplo cómo se va acercando al final el drama de mi historia. Quiera Dios que el telón caiga en el momento oportuno, no vaya a decaer la obra en un largo y tedioso anticlímax."

W. N. P Barbellion
El diario de un hombre decepcionado


"25 de octubre de 1914. Cuando un individuo casi inválido se ve obligado a vivir en un aislamiento social casi completo, en mitad de una ciudad bulliciosa como Londres, se sume en un estado similar al trance. Los días rutinarios se suceden tan deprisa como el movimiento de una lanzadera de una tejedora, aturdiendo el espíritu y convirtiendo la vida palpitante en una muda exposición de imágenes. En todas partes, las calles están siempre llenas de gente -millones de personas- que no conozco y que se desplazan con prisa. No paro de mirar, bostezo, y un día como hoy me levanto y me lanzo a la carrera fuera de mí, como una bolsa hinchada a punto de estallar de esperanza, amor, tristeza, alegría, desesperación."

W. N. P Barbellion
El diario de un hombre decepcionado



"Crisis cardíaca durante todo el día. La intermitencia es una tortura refinada para quien desea vivir tanto como yo. El corazón “se salta un punto” cada vez que respiras hondo, estrechas la mano de tu amigo y das un discurso de despedida. Después vuelve a funcionar y pides otra pinta de cerveza.Dentro de la jaula de mi tórax vive un animal quisquilloso, y nunca sé cuándo se va a escapar y llevarse mi preciosa vida entre los dientes. Le sigo la corriente, lo persuado y lo tranquilizo, pero sabe Dios que no tengo gran confianza en el animalillo. Al parecer, mi tórax es una guarida insoportable."

W. N. P Barbellion
El diario de un hombre decepcionado





"Me basta con pertenecer al universo; un universo tan inmenso. Ni siquiera la Muerte puede privarme de ese honor. Porque nada puede cambiar el hecho de que he vivido; he sido yo, aunque sea durante tan poco tiempo. Y cuando esté muerto, la materia que compone mi cuerpo será indestructible —y eterna, así que le pase lo que le pase a mi Alma, seguiré siendo polvo, y cada uno de mis átomos seguirá su camino—. Seguiré, aun así, metiendo mis narices en todo. Cuando muera, podréis hervirme, quemarme, ahogarme, esparcirme, pero no podréis destruirme: mis pequeños átomos simplemente se burlarían de semejante venganza. La muerte no puede hacer más que matarte."

Bruce Frederick Cummings, el nombre real del que W. N. P. Barbellion



"Me pregunto por qué me pinto con tan horribles colores, por qué obtengo este morboso placer simulando, delante de las personas a las que quiero, que soy un bestia y un cínico. Imagino que padezco de un amor propio lacerado, de una dolorosa soledad, de la conciencia de lo ridículo que resulto y de que la mayoría de la gente, si lo supiera, me miraría con desagrado y repugnancia."

W. N. P Barbellion




"¡Ojalá tuviera más tiempo! Más tiempo para pensar, amar, observar, dar forma a mi temperamento y desarrollar mi carácter. Ojalá pudiera dirigir todas mis energías hacia la gran y difícil profesión de la vida, ser un hombre en lugar de entretenerme con una profesión que me aburre y de hacer escarceos en otra."

W. N. P Barbellion



"Tan solo tengo veintiocho años, pero he conseguido vivir una vida tolerablemente larga en esos pocos años: he amado y me he casado, y temo una familia; he llorado y disfrutado, he sufrido y he superado los problemas, y cuando llegue la hora, podré morir satisfecho."

Wilhelm Nero Pilate Barbellion















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