"Butros, el albañil abrió aquella noche la puerta de los chistes, que en las noches tibias de Damasco no se cerraba hasta el amanecer.
-Un americano –empezó-, un francés y un damasceno llegaron al infierno. Al cabo de un año preguntaron al diablo si podían telefonear a sus parientes para decirles dónde estaban. No merecía la pena que siguieran encendiéndoles velas o dando limosna a los pobres. El diablo accedió. El americano habló cinco minutos; cuando regresó, el diablo dijo que la llamada valía cien dólares. Cuando el francés volvió a los cinco minutos, el diablo exigió la misma suma. En cambio, el damasceno estuvo dos horas el teléfono, porque toda la familia quiso hablar con él y saber exactamente si en el infierno se pagaba alquiler y qué era lo que quemaban para mantener el fuego eterno. Cuando regresó, el diablo dijo: “Veinte piastras.” “¿Por qué el paga tan poco?”, preguntaron indignados el americano y el francés. “Es que es una llamada local”, dijo el diablo.
-Sí, no está mal, pero el mío es mejor –afirmó Michel, el carpintero-. Satlán envía a cazar a sus ministros. Le gustan los monos: a quien le traiga uno, lo nombrará vicepresidente. Al cabo de unos días, el ministro de Exteriores y el de Hacienda regresan con las manos vacías. “No hay monos en Siria”, explican. Entonces llega el ministro del Interior con un asno. “eso no es un mono”, protesta el presidente. “Espera que mis hombres lo interroguen y verás lo rápido que confiesa ser mono”, respondió el ministro del Interior, y lo nombraron vicepresidente.
-Este chiste es insuperable. Me contó un mendigo a cambio de un cigarrillo. Un partidario del presidente sale a pasear con su mujer. En la avenida, ve a un vendedor callejero que ofrece toda clase de fotos y estampas de cantantes, santos y políticos. “¿Cuánto cuesta esa imagen grande de Jesús?”, pregunta. “Diez liras.” “¿Y la del presidente Satlán?” “Una lira.” “¿Una lira? ¡Es una vergüenza que la imagen de Jesús cuesta diez liras y la de nuestro amado presidente solo una!” “Crucifícalo y la subiré a cincuenta”, respondió el vendedor."

Rafik Schami
El lado oscuro del amor



“Cuando me despierto, pienso siempre primero en Damasco.”

Rafik Schami


"El exilio siempre está estrechamente ligado al destino individual. No conozco dos seres humanos que experimenten su situación en el exilio en forma similar. Pero todos tienen muchas cosas en común: todos los sirios comparten la experiencia de que su cultura y su país son destruidos. La mayoría desea volver a casa lo antes posible. También comparten la pena por todas las hermosas ciudades que yacen en ruinas y por todos los seres humanos que han muerto."

Rafik Schami


"El régimen de los Asad, tanto padre como hijo, se ha basado en la corrupción, no en la religión. Damasco compró durante años a las diversas iglesias cristianas de la región y les entregó privilegios para tenerlos en la palma de la mano y para que permanecieran fieles al régimen. Hizo lo mismo con las élites económicas para montar un entramado de amigos leales, mientras en la cúpula de esa pirámide social hay la policía secreta."

Rafik Schami



"Entre los habitantes de Damasco había gente extraña por aquel entonces. ¿A quién le sorprende eso en una ciudad antigua? Se dice que cuando una ciudad permanece habitada ininterrumpidamente más de mil años, confiere a sus habitantes peculiaridades que se han acumulado en épocas pasadas. Damasco tiene incluso una antigüedad de varios miles de años. Así que no es de extrañar que deambulen personajes raros por las callejuelas laberínticas de esa ciudad. El viejo cochero Salim era el más raro de todos. Era pequeño y delgado, pero su voz cálida y profunda hacía que pareciese un hombre grande de hombros anchos, y ya en vida se convirtió en leyenda, lo que no significa en una ciudad donde las leyendas y los rollos de pistacho son sólo dos de mil y una especialidades.
Debido a los numerosos golpes de Estado de los años cincuenta, los habitantes del barrio antiguo confundían los nombres de los ministros y los políticos con los de los actores y otras celebridades. Pero para todo el mundo sólo existía en el barrio antiguo aquel cochero que sabía contar unas historias capaces de hacer reír y llorar a los que las escuchaban.
Entre los personajes extraños había algunos que tenían un refrán apropiado para cualquier acontecimiento. Pero sólo había un hombre en Damasco que supiese historias para todo, ya fuese que alguien se hubiese cortado un dedo, ya fuese que alguien se hubiese resfriado o enamorado desdichadamente. ¿Pero, cómo se convirtió el cochero Selim en el narrador más famoso de nuestro barrio? La respuesta a esta pregunta es, como cabía esperar, una historia."

Rafik Schami
Narradores de la noche



"Era un hombre tradicional pero abierto a las innovaciones; se casó nueve veces, pero se negó a que una sola de sus esposas o hijas llevara velo. Cuando algún musulmán estricto le preguntaba el motivo, repetía las palabras de un joven erudito sufí al que admiraba: —Dios ha creado los rostros para que los veamos y reconozcamos. El corazón es el que vuelve piadosa a la gente, no el velo."

Rafik Schami
El secreto del calígrafo



"Ha habido una apariencia de libertad pero siempre se ha perseguido a los críticos desde el silencio. Asad no es tan bárbaro en las formas como Saddam Hussein lo era en Irak, es mucho más elegante y sofisticado. Damasco sabe utilizar métodos refinados hacer desaparecer a la oposición sin la necesidad de ejecutar públicamente familias enteras."

Rafik Schami



"La llegada de refugiados al continente es irrisoria si la comparamos con las cifras que ha tenido que absorber países vecinos como Jordania, el Líbano o Turquía."

Rafik Schami


"La pregunta es hija de la libertad."

Rafik Schami



"-¿No es exagerado tener a tres mujeres viviendo en tres calles apartadas? -preguntó el farmacéutico a un amigo.
- Mis esposas nunca vivirán lo bastante alejadas; al cabo de una hora se sacan los ojos –dijo el elegante invitado-. Aún sería mejor que tres océanos las separasen.
- A mí tampoco me vendrían mal tres desiertos que me separasen de mi mujer –repuso el farmacéutico-, pero para nosotros los cristianos el matrimonio es único, como la muerte. Vuestro profeta era un hombre de mundo. Nuestro Cristo, un revolucionario; no tenía ni idea de mujeres."

Rafik Schami
El secreto del calígrafo



“Nunca olvidó el momento en que, con el corazón desbocado, llamó al timbre. Su hermana abrió la puerta y casi se desmayó del susto. Se abrazaron y se besaron, lloraron y rieron como críos. Ella sabía que iba a matarla por encargo de la familia. Le dijo que lo hiciera tranquilamente, no gritaría porque lo amaba. Tampoco lo odiaría, porque sabía que era una obligación. Karim lo besó y lloró.”

Rafik Schami
El fragmento está sacado del libro Sofía o el origen de todas las historias




"Salman se asustó al observar que todo, las callejuelas, las casas, las puertas, las ventanas, sí, incluso sus conocidos y familiares, eran más bajos y menudos, más oscuros de como los recordaba, y se preguntaba si la memoria no hacía que todo pareciera más grande, luminoso e idílico.
Los primeros días tuvo la impresión de que podía ir de un lado a otro libremente y hablar con cualquier persona. A lo mejor el servicio secreto lo observaba, pero en ese caso sus perseguidores tenían que ser muy refinados, pues, pese a su experiencia en la clandestinidad, Salman no notaba que hubiera ninguno.
Solía regresar a casa ya entrada la tarde, se acostaba una hora, tomaba un café fuerte con sus padres, hablaba largo rato con Stella y Paolo, y hojeaba un poco la prensa sensacionalista que su padre compraba en cantidades industriales. Luego, a veces se reunía con antiguos compañeros de la escuela y con amigos en cafés o bares. Todos habían tomado distancia respecto al modo en que evolucionaba el país, incluso se mostraban indiferentes. En presencia de amigos y parientes, sólo expresaban lo que no ponía en peligro su seguridad, y por Dios que era poco. A solas con Salman eran más francos y críticos. A él le daba la sensación de que no tenían miedo, pero habían tirado la toalla. Eso lo decepcionaba y lo alejaba de los compañeros de antaño.
La familia de la tía Takla le deparó la sorpresa más agradable. Salman describió vívidamente a Stella la buena impresión que le había causado esa familia amable, despierta y leal: no sólo Tárek, su esposa Mona y su inteligente hija, Samira, sino también la tía Takla, que, si en otra época le había parecido insignificante, ahora le resultaba una mujer madura divertida y audaz. Y su prima, María, que aparecía casi todas las tardes pese a vivir muy lejos, era para él la rosa de la familia.
Samira iba pocas veces. Tenía mucho trabajo con los dos niños pequeños y un marido amable pero inmaduro. La tía Takla se referiría a él, sin rodeos, como «el tercer bebé de Samira».
La tía, en cambio, iba cada tarde. Bajo el elegante abrigo, llevaba un modesto vestido de colores de estar por casa, como la madre de Salman, como miles de madres italianas y árabes. Ayudaba en la cocina y servía a los invitados como si fuera una empleada doméstica."

Rafik Schami
Sofía o el origen de todas las historias



"Ser un autor conocido también me empuja a sentir la necesidad de escribir para dar a conocer este tema y educar más allá del populismo."

Rafik Schami


"Siria ha sido siempre un cóctel de diversas etnias y religiones. Con la paz eso es genial, hay convivencia y cierto respeto, pero en tiempos de guerra todo estalla y se convierte en algo muy problemático. La gente se refugia en la familia y en la religión y deja de dar tanta importancia al Estado. La inseguridad es inmensa."

Rafik Schami


"Siria y muchos otros países de la región se basan en una estructura social tradicional muy centrada en el peso de la familia, en cómo nos identificamos a través de esta reducida comunidad. Eso se aprecia con los Asad en Siria o los Saud en Arabia Saudí. Este factor ayuda a entender porqué con la guerra se acentúan los aspectos más antiguos: la sociedad se quiebra en grupos familiares y se recurre a la violencia para, Kalashnikov bajo el brazo, tomarse la justicia por su mano. La guerra nos devuelve a lo más primitivo, a la lucha entre clanes. En Siria nunca han existido las estructuras democráticas de Europa."

Suheil Fadél el seudónimo de Rafik Schami



"Soy pesimista pero siempre se necesita albergar algo de esperanza. Siria debería ser un régimen republicano y democrático, pero para eso necesita la ayuda de la Unión Europea. Espero que en un futuro, cuando todo esto termine, el desastre de la guerra civil ayude a entender al pueblo que se necesita un cambio profundo de las estructuras para iniciar la reconstrucción del país. Desgraciadamente, el sistema que impera en Estados vecinos como Turquía, Irak o Irán no contribuye a ese cambio de paradigma."

Rafik Schami



"Todo tipo de ayuda para los refugiados es una expresión de solidaridad, una prueba de que los seres humanos somos hermanos y hermanas. Toda mano que ofrece ayuda, cada pulóver que protege del frío, son magníficos. Nadie debe pensar que su ayuda es demasiado pequeña. Los alemanes son mejores de lo que a veces se piensa, ayudan de todas formas. Esencial para integrarse en el nuevo país es aprender el idioma, por eso la ayuda para aprender alemán es esencial. Pero no se deben tener excesivas expectativas, no siempre la ayuda rápida lleva rápidamente al éxito. La generosidad debe ir acompañada siempre de paciencia."

Rafik Schami










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