"Digamos que he viajado desde un cierto realismo y simbolismo hacia formas experimentales y crípticas. Pero como ha subrayado el crítico Jordi Marrugat estas tendencias están continuamente revisitando mis poemas, no son formas que se abandonan y a las que no se vuelve jamás. Me gusta el tránsito entre las referencias muy directas y el territorio en que el lenguaje es la única realidad. De hecho cualquier forma de realismo ya implica una mirada en cierto modo autoreferencial, ya que somos nosotros mismos quienes construimos la realidad. No existe substancia sin observación."

Lluís Calvo i Guardiola



El precipicio

Siento la angustia
de las hormigas rojas
cuando trepan los pinos
de fuego y tarde.
¿El nido? Es la promesa
que revive el tiempo
que no es nuestro
y se esfuma.
Atesorar reservas,
días, quejas,
venerar a una reina paralítica.
En mis versos arde
toda la leña.
Mas llegará el invierno
para golpearnos
con su estigma gélido.

Retoñan las hayas
y se despeñan los ciervos
por los barrancos de la locura.
Y entonces digo:
volverán las presas.
Trepo, río, caigo.
Transporto frutos maduros
rodeando el precipicio.
Es este el resbalón,
la brecha ilimitada.
Nada de esto detiene
la soflama de airadas palabras.

Avanza el mundo a golpes,
de trance en trance,
de bache en bache.
Yo amo el fuego.

El equilibrio es caos.

Lluís Calvo i Guardiola


"El primer esbozo del poema siempre es rápido, muy instintivo. Dejo que el poema me lleve donde él quiere. Después hay un trabajo muy intenso de corrección. Escribo en libretas y corrijo en ordenador o en papeles impresos."

Lluís Calvo i Guardiola



"La poesía es la incógnita, aquello que me lleva a un lugar desconocido."

Lluís Calvo i Guardiola


Terra devoniana

En el parèntesi de l’aigua
la vellarda dispara
fletxes negres
i fereix, amb ràbia,
l’estómac del poeta.
Tota una tragèdia que parla
d’avets septentrionals,
del pèrfid Baldomero
i dels devoradors de nens,
al soterrani màgic.

A l’endemig, jo demanava 
pels grans boscos teutònics
i tot eren subterfugis.
Mercedes negres
a l’autopista de l’insomni,
enllà de les estàtues del Valhalla
i dels camins del fred.
Cases amb la teulada
de pissarra,
ferradures per al cavall més lliure
i l’hàlit pirinenc
damunt l’estiu herbós.

Estrats idèntics,
històries dissemblants.

Després em veia
a la filferrada elèctrica.
La mirava conscientment
o m’hi llançaven, com un reu.
De fons sonaven càntics.
Bordaven els mastins.

Descàrrega de foll,
de príncep, de profeta.

El temps s’ha fos
per un excés de llavis.
I no puc deixar de pensar
en els meus deutes.

Ploro pels humans.

Lluís Calvo i Guardiola


Tiwanaku

Ahora estoy envuelto en lo arcaico que está aún por venir
Fernando van de Wyngard

Hemos realizado las ofrendas
a los lejanos ancestros.
Venían de la edad perdida
y los espacios remotos.

La carcajada de los cien mil
jerarcas estremecía el universo:
la midriasis de los ojos,
la alucinación de vivir,
el sexo que no quiere
hogar ni firma.

Entre las manos,
el nocturno cráneo
nos indica el rumbo
de los astros,
el nombre de los hexágonos
intactos,
los frutos miríficos.

Es bien simple:
se desparraman las ofrendas
para duplicar los dones.

Nos place ser fértiles como el viento
ligeros como el agua,
ardientes como el fuego.
Tal es la tierra:
capas y capas de voces,
cánticos y vestigios.

Mas nosotros, entre tanto,
agrandamos el silencio.
¿Qué plegaria nos queda?

No mueren
los dioses antiguos:
regresan del futuro.

Lluís Calvo i Guardiola
Del libro Ancestral, Eumo-Café Central, 2019



Vàrem penjar poemes
enmig dels murs
i hi meditàrem.

Lluís Calvo i Guardiola












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