"El autismo es la expresión máxima de la masculinidad."

Simon Baron-Cohen


"Hay muchísimos cerebros masculinos encerrados en cuerpos femeninos."

Simon Baron-Cohen



"Hay una variedad de diferentes caminos en el desarrollo (psicológico típico los autistas y otros con desarrollos atípicos), y puede cuestionarse la idea misma de desarrollo normal. Algunas personas son zurdas, otras son diestras, algunas ambidiestras y muchas están en los matices intermedios. Lo mismo es cierto no sólo para la destreza sino para las capacidades matemáticas, musicales, verbales, sociales, espaciales y muchas otras. Aun dentro de una población típica, algunos niños son más sociables que otros, algunos niños son más ‘obsesivos’.
En mi teoría, la empatía de algunos niños es de nivel más alto que su sistematización (E>S) mientras que otros niños muestran el perfil opuesto (S>E). La empatía es el impulso de imaginar los pensamientos y sentimientos de otro y de responder a ellos con una emoción adecuada. La sistematización es el impulso de analizar o construir sistemas. Más chicas que chicos muestran el primer perfil, y más chicos que chicas muestran el segundo. Pero no es cuestión del sexo. Es cuestión de diferencias individuales, ya que algunos niños son atípicos para su sexo.
Los niños con autismo tienden a mostrar un extremo del típico perfil masculino, lo que puede resumirse como S>>E. En palabras, estos niños tienen una empatía de niveles inferiores a la media, mientras que su sistematización puede estar intacta o incluso ser superior a la media. Según este punto de vista, los niños con autismo simplemente están en el extremo de una dimensión que recorre toda la población. Este modelo se publicó en mi libro La diferencia esencial (2003, Penguin)."

Simon Baron-Cohen


"Mi trabajo actual se enfoca en entender la base biológica de estas diferencias individuales, tanto en el nivel de la función como el de la estructura cerebrales (usando IRM) pero también en el nivel de la genética y las hormonas. En mi libro Testosterona prenatal en la mente (MIT Press, 2004) documentamos cómo hemos estado siguiendo a niños desde antes de su nacimiento, cuando tuvimos la ocasión de medir sus niveles de testosterona fetal, y tenemos ahora la ocasión única de buscar relaciones entre esas hormonas tempranas (y los genes que regulan las hormonas) y cómo salen los niños. Hemos hallado que cuanto más alta es la testoserona fetal de un niño menos se interesa por las caras en su primer cumpleaños, más lento es su desarrollo del lenguaje en su segundo cumpleaños y más difícil le es empatizar y más se enfoca en los sistemas (a la edad de ocho años). Estas investigaciones están desvelando algunos notables misterios sobre la variedad de las diferencias individuales en el desarrollo, alejándonos de la idea de lo normal y lo anormal y acercándonos a reconocer y valorar la diversidad."

Simon Baron-Cohen


"Yo opino que el niño típico nace con un conjunto de mecanismos incorporado para darle una ventaja inicial en la lectura de mentes. Sería improbable que tuviera éxito dejar una capacidad tan importante solamente al aprendizaje y la experiencia, y es demasiado arriesgado dejarla al albur del ambiente temprano ya que la lectura de mentes hace mucho más fácil el desarrollo psicológico y tal vez incluso ayude a la supervivencia.
Así pues, ¿cuáles son estos mecanismos innatos, incorporados? En mi libro Ceguera mental (1995, MIT Press) sugería que hay cuatro: EDD (el Detector de Dirección de la Mirada), que orienta al niño a mirar a los rostros y en especial a los ojos, a fijarse en adónde está mirando otra persona; ID (el Detector de Intencionalidad), que inclina al niño a interpretar el movimiento autopropulsado o animado como dirigido a un fin; SAM (el Mecanismo de Atención Compartida), que impulsa al niño a comprobar si él/la y otra persona están prestando atención al mismo suceso u objeto; y por fin ToMM (el Mecanismo de Teoría de la Mente), que le permite pensar sobre los estados mentales de otra persona (sus pensamientos, creencias, conocimientos, deseos, percepciones y emociones).
Como el Mecanismo de Adquisición del Lenguaje de Chomsky, estos mecanismos de lectura mental son innatos sólo en parte. Necesitan estímulo ambiental para desarrollarse y funcionar, pero la idea de que están sometidos también a algo de influencia genética nos ayuda a entender por qué los niños con autismo pueden no desarrollar estas capacidades de la misma manera.
Volviendo a la primera pregunta, estos mecanismos de lectura mental son parte de lo que llamamos empatía; representan la parte ‘cognitiva’ de la empatía. La empatía es más amplia, pues tiene también una parte ‘afectiva’ (el sistema que responde a los sentimientos ajenos)."

Simon Baron-Cohen














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