Cuidar la rosa
llegan los grandes días del no
¿qué hacías con la rosa
dándola al tigre?
¿cómo volverá
ahora?
ahora es necesaria
no llega solo el no
trae encadenado
al emperador de china
a las dolidas señoras del amor
sus cadenas
despiertan la ansiedad
suda el oro
¿por qué no la guardaste en tu boca
con un gorro lupino
un arcabuz?
sí, claro
atendías la fábula
reías
por la llanura envuelta…
también tienen tus ojos
llaves
los días del no
nos serviría
nuestra rosa
su firme mano
bajo el agua de dios.
Alejandro Schmidt
Heredad
Me pregunto cuál será tu imperio
ahora que duermes
en el centro de la Tierra
ahora que el cielo te muestra sus raíces
siempre serás mi casa escrita
mi ventana de abismo
iré bebiendo tu silencio
hasta volverme un muerto
y caminaremos
desde otro mundo hacia
otro mundo
en la tiniebla
señalarás los ríos del olvido
cada error.
Este orgullo tengo
mi padre es un rey
que hace girar la Tierra.
Alejandro Schmidt
La hora
Queridos compañeros
es la hora
hay un vaso de agua y una puerta
pero no hay
no hubo nunca
una casa
una sed
Alejandro Schmidt
"La poesía, creo, es un resto del silencio de Dios."
Alejandro Schmidt
Las hadas roban lo que traje
es mejor callarse
entonces lo apagado
escucha con nosotros
mejor no ceder nada
así
somos menos dueños de todo
no pidas más
porque hay
más
el profundo temor de reconocerme en otros
yo
piedra pisada por lo santo
con la edad se avergüenza uno
de vivir
haber vivido
si eludís la sombra
te acompaño
la señora del invierno trajo un don
estaba mal envuelto
y cayó tan alto
que nadie me cree
la gloria es un fenómeno óptico
la soledad también
lo único bueno de vivir en el infierno
es la sonrisa del fuego.
Alejandro Schmidt
No alcanza
De reojo veo la Biblia en la mesa de luz
La Biblia que tuve 28 años en un cajón del escritorio del laburo en un corral de infancia
anotada rayada manchada
Se oyen pasos y toses en el pasillo del hotel
fumo
Pienso en el tándem
King Koontz Straub Barker Connolly...
En las fotos y documentos de mi padre
En una peras que vi ayer y parecían tan ricas a mediodía bajo el sol y no las pude comprar
y a tu piedad la piedad de cualquiera tampoco
Pienso en todo lo que conocí sin conocer
En los mundos no vistos
En sentimientos tambien desconocidos
En un bar nuevo donde fui ayer con un amigo que me hablaba de las editoriales españolas de reportajes de errores
está al fondo de una galería oscura casi toda desalquilada
es linda
más triste que el adiós y más cómoda
La mayoría de los 70 libros que escribí los escribí porque no encontraba que más hacer
había más
pero no lo encontraba
Es un pecado
El año pasado
Por lo menos no pasaba frío
y podía comprar todas las manzanas y libros que se me ocurrieran
pero estaba triste no como ahora que estoy triste y me tengo con algunos hilitos del cielo de los tontos
escucho un montón de gente que carece de relaciones con el infierno y los desiertos suaves
un gorrioncito y su mendrugo sienten más
rápido rápido se les mueve el pecho a estos pajaritos que están por todo todo el mundo
los griegos le decían psicopompos que llevaban y traían las almas
cualquier cosa decían los griegos
En este pedacito de mesa donde escribo hay una botella de agua oxigenada cuadernos libros carpetas algodón tarjetas medias programas de cine aromatizadores textiles
bolsas
Hace un mes más o menos encontré un libro de Rimbaud tirado en la vereda
era de nochecita
La vida no alcanza
Amarte no alcanza
Cada uno con sus broches sus manchas
la harina de su memoria
y el hoy
como un león
como un león
te das cuenta y ya como que el sol se va
nada le importa
y claro
es el sol
No
La vida no alcanza.
Alejandro Schmidt
Por algo será
No están ni vivos ni muertos
están
allá
debajo del farol
en la casita de Dios
yo lo comprendo
(estábamos vivos y muertos)
una patria era el viento
y a vos
cómo te fue con el caudal
y el camalote
de la sangre derramada
aclamada
por algo será
que los llevaban a galpones musicales
y cantaba el jilguero ay! ay! ay!
tarde
tarde
Alejandro Schmidt
Porsche
voy en un porsche
despacio
a través de los suburbios de atlantic city
voy conduciendo solo en un porsche
tostado
opaco
silencioso
wallace stevens lee sus poemas
por f.m.
es una vieja grabación
de
anabas en el paraíso
así
despacio despacio
hasta el balneario
a menos que consideremos a los borrachines
como miembros de un sistema de productividad neocapitalista
allí
sobre la arena
no hay nadie
a veces me pregunto
cómo viven los otros
cuál es su modo de sentarse
en la necesidad
durante mucho tiempo
descubro
un porsche
sereno/tibio como piel saciada
fue mi necesidad
recorro la playa
hasta las torres Ezra Pound I, II, III
en esa zona hay
gente común
perezosa
intranquila
si voy muy despacio pueden apreciar los caballos vigorosos en combustión
celeste
en la baulera llevo el cadáver de su propietario
un buen hombre
con apreciables tarjetas de crédito
un hombre de tiernos sentimientos
no debió recogerme por la 47 anoche
pestañeaba como una muñeca flou
y decía
plis-plis
al fin
sobre su porsche
bonito
dorado
infiel
uno es distinto en porsche
si elsie me viera
no lo podría creer
no
estallaría antes de creerlo
paro el motor
dejo las puertas abiertas
para que pueda admirarse el tapizado y camino hasta una piedra
inmensa
sola
parece un recuerdo
recordar es malo
irrumpe la miseria
y su encanto rencoroso
queda
ahora el mar
es una canción boba
canturreada por jóvenes melosos
la insoportable libertad del mar
conduzco hacia el centro comercial
veloz
veloz
con las ventanillas cerradas
como un senador
impermeable
implacable
siento que podría rasgar
el espacio tiempo urbano
un porsche
es una máquina einsteneana
pronto todo terminará
y seré una estadística
-frase de novela policial best-seller-
muy pocos son capaces
de arrancarle la belleza a un símbolo
esas miradas en la playa
fueron la máxima caricia que algo puede despertar
ningún dios gozó tanto
voy hacia la vidriera del supermarket como hacia un coito con
gertrude stein
espero decapitarme
abriendo las pantallas de los videos
el porsche ascenderá en fuego
inflamado por el éxito.
Alejandro Schmidt
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