44

En una rama de alerce
Un dorado grano
Sobrevive al
Ala reveladora de cuervo

En el ramaje espeso
Un hilo dorado
Confundido en el negro refulgente
De plata ciega
Incinera el invierno

José Noel Olivares


46

Día y noche ruedan juntos
Por el intervalo de tu cuerpo
Tendido al borde del cielo
Oscuro abismo
          Tu cuerpo solo
Atento a la migración de pájaros y la
Traílla bullanguera
                     Ruedan
         Los nombres y los soles
Inidentificados
El filo del hacha y los mechones apilados
De cada estación pretérita
En la vastedad al infinito ruedan
Inagotables

José Noel Olivares
De “MANDOLINA” 1991 (Publicación parcial en “MANA” Revista internacional de Poesía, Berlín, junio 1992



52

Habita tu carne y no dejes
La herida abierta del dulce festín inacabado
Sus ascuas afligidas
Y la malvasía insana del trastorno
Oh reidora
En el estuche de tus lágrimas
Se esconde el jengibre venenoso flor de bienaventuranza
Que adormece el crimen
En el engastado revólver de los besos

José Noel Olivares
De “Favor del cielo y comidilla de difuntos” (El árbol de Poe, Málaga, 1996) (Sonetos)





CÚMPLESE LA MUDANZA QUE ACECHA EN TODAS LAS COSAS TERRENAS

Borrasca de los cielos otoñales
Sobre la losa el musgo tiene vida
Y unos ojos contemplan aún la herida
De los cielos las sábanas fatales

Una copa sombría por señales
Quebróse en el crepúsculo homicida
La vela consumió su luz huída
Y fue el silencio tumba de mortales

El canto goteó secreta fuente
Hundido el pecho en éxtasis alado
Allá lejos lanzóse desde el puente

Y dio cobijo la muerte de su grado
Al ser que naufragó en negra corriente
Divino y dividido por su estado

José Noel Olivares


EL HOMBRE DESMEMBRADO EN UNA ESQUINA DE LA SOMBRA

Encontré mi cabeza en un agujero lleno de hormigas
Encontré mis extremidades cortadas como en tiempos de Hernán Cortés
De mi tronco calcinado ¿quién puede dar referencias?
Un niño jugaba con un trozo de fémur en una playa al
                                        atardecer
Mi pene completo se lo comió un amigo en un ritual de
                              buenas costumbres
De mi corazón sólo sé que fue devorado en una bacanal de
                              mujeres borrachas
Un águila arrancó mis ojos con la pericia de un estilista
Y hallé un omóplato semienterrado en una desértica tierra
                              de nadie
Donde hoy se levanta la ciudad que mi espíritu eternamente
                              maldice

José Noel Olivares


La muerte de Nerval

Mi sombra agazapada en el callejón de la vieja linterna
Como una virgen ante su verdugo
Solloza en el estertor de la noche helada
Un guiñapo arrojado contra la pared

Es mi carne marchita, deudora de todos los vinos
La que susurra un secreto a las estrellas
Y en mi sombrero el nido del cuervo dibuja
La seductora muerte, oh lívida flor del ahorcado

José Noel Olivares



LEYENDA DESVELADA DE UN TENTETIESO QUE LLEGO A GOBERNADOR

A esta carroña notable y famosa
Que esperó de su condición guerrera
Atravesar la gloria de era en era
Los tiempos la empujaron a otra cosa

Esta carroña brilló por revoltosa
Sembró el terror como quien da tijera
Cortó, podó, de forma lisonjera
Y a muchos mandó rectos a la fosa

En nombre de su patria hizo campañas
Cristianizó incluso las alimañas
Y salió ileso salvo algún rasguño

Señoreó la flor de un continente
Más que regente fue puro accidente
Grano y malformación de nuevo cuño

José Noel Olivares


MASACRE

El hombre en paro se levantó muy de mañana
antes del canto del gallo
y sentóse frente a la línea roja y negra de la alborada
hizo una breve carrera por el asfalto en traje de chándal
después tomó una ducha fría
y desayunó zumo de frutas, tostadas, café y huevos fritos
con el último dinero prestado,
cogió un fusil ametrallador de treinta y cinco milímetros
y lo metió en la funda de cuero alrededor de la camisa
completó su atuendo con una gabardina y gafas negras
tomó un taxi hacia la agencia de seguros donde había 
                    trabajado sólo dos meses antes
subió las escaleras y en el primer piso vio a tres excompañeros
dos mujeres y un hombre
sin mediar palabra
abrió fuego contra ellos y cayeron como muñecos
ninguno tuvo tiempo de decir nada
sólo uno alzó los brazos en alto con una expresión de horror
                                        en la cara
luego penetró en un despacho
un hombre corría hacia el cuarto de los lavabos
“buenos días, buenos días”, balbuceó nuestro protagonista
“¿dónde vas tan deprisa, sanguijuela?” cruzó su pensamiento
                    una frase lapidaria
hasta que una ráfaga le alcanzó por la espalda justo en la
          puerta del aseo de caballeros
quedando semientornada con el cuerpo del jefe de seguros
                    atravesado en medio
para entonces sonaba ya la sirena de un coche de policía
nuestro exterminador se dirigió al piso superior donde no se
                    oía el ruido de una mosca
la puerta de la oficina se encontraba cerrada
le descerrajó media docena de tiros y la cerradura voló 
                          como mantequilla caliente
oyó gritos desgarradores, llantos desesperados y vio cuerpos
                    rodando bajo las mesas
un músculo de su cara saltó de gozo, ahora se producía el 
          despiadado ajuste de cuentas con el mundo
disparó hasta vaciar el cargador con vértigo demoníaco
disparó hacia todo lo que se movía, hacia lo que resbalaba
y se sentó un momento a recargar el arma vacía
entonces oyó pasos y voces acercándose,
unas voces conminatorias que le instaban a rendirse
su respuesta fue inmediata: una nueva ráfaga de metralla
          le segó los sesos para ahorrarse los detalles
                    de las explicaciones.

José Noel Olivares



POETA LOCO, POETA CUERDO

Amarás a un cadáver como la sombra de Li Po
Amaba a Li Po después de muerto
Poeta loco, poeta cuerdo
Mejor que un poeta vivo es un poeta muerto.

Amarás a un cadáver que una vez existió
Como deseo maltrecho
Amarás el verso duro y el hueso versus aura
Los dientes irregulares de la sombra del perro

Amarás tu calavera y tu carne mutante
La estrella cegadora, su hálito de nieve
Amarás tu desdicha de amor insurrecto
El cadáver sin nombre que la noche ofrece
A los labios del dios ahíto y ebrio

Un cadáver baleado a la sombra del perro
Que muestra los colmillos fulgurantes del miedo
La vaharada caliente del crimen cantando:
Poeta loco, poeta cuerdo
Mejor que un poeta vivo es un poeta muerto.

José Noel Olivares


VISIONES SOBRE EL VACIO

El azul tras la rama es una presencia mística,
el aire lleno de zumbidos resplandece,
la belleza desciende los escalones de agua
y el espíritu enmudece en la contemplación,
aquellos seres amados ya libres de sufrimiento
fulguran y desaparecen en la retama
y puedo tocar la nieve sobre la falda del cielo

José Noel Olivares










No hay comentarios: