A la vida

Cedo mi lugar. No necesito hablar.
Ya está mi testimonio. Lo he escrito
a lo largo de cuarenta años. Descanso.
Te escucho. Tus penas, tus alegrías,
tus desafíos. Me apunto. Llevaré
tu féretro en mis hombros.
Ya he enterrado lo mío.
Lo hice solo--nadie se dio cuenta--
en la hora menos vista por los medios,
después de la medianoche, en casa,
en un suburbio de aquellos tantos
y parecidos que no se pueden
recordar detalles individuales.
Pero he vuelto, un ave fénix,
un resucitado. Y te escucho,
más bien te escribo, pasada
la medianoche, en silencio,
con ninguna intención de enviar
el resultado a los medios,
o más bien a tu cuenta llena
ya con tantos poemas y cartas,
todos para archivar dadas
las circunstancias y el consejo
de que no debo escribirte más.
Y sí, llegué tarde a la fiesta amorosa
pero la disfruté más que nunca,
y ahora en el mundo todavía
de la pandemia me despido.
Que estés bien. Gracias por la vida.

Indran Amirthanayagam


A un profe que no sea elefante 

OK, te quitaron tu teléfono en la oficina.
Tú que enseñas en la más importante
universidad estatal de tu estado,
en un país considerado la primera
potencia del mundo. Pero, sí, eres
de letras. No produces bitcoin o batutas,

ni siquiera mantequilla. Te perdono,
y te llamaré por la noche. Siento
una angustia por no haberte escrito
un libro entero en una noche. No sé
qué hacer con estos sentimientos
de orgullo por ti mi hermano

Abel, tan prolífico y prolijo,
y tu rebaño de estudiantes
con cabello dorado
y senos suculentos, y yo
aquí con Paolo a lo lejos
y nadie más o menos.

Indran Amirthanayagam



Carta de un insomne

No me da sueño este intercambio.
Anoche pude dormir bien con la máquina
que va contra la apnea, y tomé justo
lo necesario de la botella de scotch,
y hasta bailé un poco ante la pantalla.
Así que no te preocupes, estoy listo
para la lectura, que podría haber sido
una batalla, hasta una guerra contra
el dominio del sueño pero no,
la voluntad humana junto con
el apoyo de la tecnología,
me han dado una energía al parecer
inagotable para escribir sin fin
estos versos de un insomne neto.

Indran Amirthanayagam


Contra la ilusión

Hay una distracción al parecer, un puesto
de atención a alguna nueva mariposa. Pero

ya no soy un mozo. Ya no tengo ganas
de marcar territorio y establecer identidad

y decir al mundo que existo aquí
con estas manos, piernas y deseos

que surgen del magma terrenal,
de tu ausencia, de la desaparición

de aquel paraíso donde los jóvenes
no se envejecen nunca.

Indran Amirthanayagam



Lectura: hojas del té

Estuve distraído por la clasificación, y dejé los hijos abandonados,
mi querida sin caricias, además de la desesperanza que sentía
con cada derrota pero de repente a mitad de camino empecé
a ver la milagrosa unión de talentos, victorias y empates, todo

maravilloso. ¿Imagínate, con los últimos amistosos, 12 partidos
sin derrota? Y viene la suspensión por haber tomado un té.
Qué absurdo. Pero el punto es que a un mes del inicio del Mundial
no tengo idea de la competencia. Y hay que vencer 31 equipos

para llevar el trofeo (algunos van a suicidarse, claro... pero esa cifra
es igual una cantidad considerable). Y Paolo, hasta el presidente de su país
insiste con la corte suprema suiza que no tiene que ver con aquella corte
criminal que hizo de Paolo un criminal. Pero quién sabe. Este no es

un juego. Hay posibilidades, maniobras. Hay deux ex machina, oraciones,
presiones bancarias... No sé cómo un suizo que no sabe la receta antiquísima
de los Incas y de los pueblos que los precedieron, cómo él pueda ser
influenciado. No sé del tráfico de hojas pero me dedicaré día y noche a averiguar.

Indran Amirthanayagam


Tras la batalla

Táchenme de tonto por venerar al Mito,
gordo, entrado en años, entre cachorros,
por creer en el derecho que viene de la tierra
y de mi nacimiento, por creer que alguien escuchará mi voz

mientras estallan los cañones. Una verdad quisiera
compartirles. El dictador lo sabe más
que los demás residentes del planeta,
al escuchar que golpea su puerta

un ordenanza fiel
diciendo que los banqueros suizos revelan
nombres de sus cuentahabientes.
un avión monomotor

rumba tras la ventana,
huye, Hombre, corre
con los bolsillos llenos
y las manos libres, con tu mujer

e hijos, los bolsillos llenos
y las manos libres, en la manga
el discurso que dictaste en
Oxford aún joven alegre y mal

aconsejado donde decías
que ya contra la pared,
ojos vendados, estómago golpeado
abandonado en espera de una bala,

especialmente entonces, muestra compasión,
ama a tu enemigo, maromea,
mezcla tu sangre con la tierra,
vuélvete una mancha en el corazón,

una voz en el sueño, un recuerdo
que insiste en salir con el sol,
en el canto de un gallo, el gruñir
de un convoy armado

como los truenos y la lluvia
hasta que vuelva el monzón
al mar y la leche de los bebés
vuelve a cuajarse, a la intemperie

en este inclemente calor,
canto de hormigas que cosquillea
una paz que trasciende
al entendimiento

de cráteres y tumbas
cascarones de camiones escolares,
escupitajo de arena entre
el mar y la laguna.

Indran Amirthanayagam



Una carta abierta

Te imaginaba feliz en estos últimos días, yo en Haiti hablando
en criollo y francés y tú sentado en el escritorio en aquella torre
de marfil leyendo y componiendo versos y ensayos. No sé cómo

decírtelo ahora. He vuelto a la lírica en español y sabes
que nuestro debate sobre el Neobarroco y la Lírica estuvo presente
hasta en mi última entrevista en Argentina. Estamos volviéndonos

famosos a pesar de la caída en picada del peso, igual que los años mozos.
Pero ten por seguro que si no hubiésemos iniciado la conversación
en aquel zócalo hace 20 años, un par de otros maudites lo hubiera hecho

y sin ningún beneficio ni para Sri Lanka ni para aquel país al lado de Dios
y de Argentina. Querido, hay otros temas --la política nos ofrece un sinfín
de quehaceres--, mas entre mis guerras inciviles y lamentos de paraísos
                                                                                                     /perdidos

nunca tendré tanta saudade, y tantas lágrimas, salvo para aquella conversación
que edificó una amistad que sobrevivirá a una elección de un neobarroco
                                                                                                  /como Papa
o la erección del muro de Tejas y de California, y a los aranceles contra
                                                                                                       /la China...

                                                                                  el 15 de mayo, 2019

Indran Amirthanayagam










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