Citas sacadas por Cristina González Serrano 

Allah dispuso a través de su Mensajero, que la paz sea con él, cuando dijo: “Se me han revelado todos los confines de la tierra, desde Oriente hasta Poniente, y el poder de mi nación llegará a abarcar todo lo que a mí se me reveló”.
 
Marceliano Galiano
El cautivo de Granada, página 8
 
 
La ley de los médicos nos obliga a cuidar de cualquier persona que necesite de nuestros remedios, ya sean pobres o ricos, amigos o enemigos. Aunque el mismo demonio llamase a tu puerta, tendrías que atenderlo, pues nuestra ley lo ordena. Los médicos sólo hacemos la guerra al sufrimiento».
 
Marceliano Galiano
El cautivo de Granada, página 31
 
 
… cuando le decían a qué se debía no querer confesar sus años, a Abu-l-Barakat se le encendían sus brillantes ojos azules y respondía: «Porque si dices que eres joven, te ignoran y si eres viejo, te creen inútil».
 
Marceliano Galiano
El cautivo de Granada, página 34
 

 
«El futuro de la humanidad depende del grado de conocimientos que los jóvenes adquiráis en la escuela».
 
Marceliano Galiano
El cautivo de Granada, página 40
 
 
«Ciertamente, este mundo es una quimera y la vida es un sueño. Si se cumpliesen los destinos, si cesasen las tribulaciones, si todo llegase a ser igual, la morada eterna habría de ser la verdadera morada. Mi impresión es que la vida no ofrece ningún atractivo y la existencia toca a su fin. Sólo cerca de Allah se encuentra la balanza exacta, que no comete injusticias y de forma equitativa da su merecido al hombre de bien y al impío».
 
Marceliano Galiano
El cautivo de Granada, página 75
 
 
—Dios nos pone a prueba con desgracias y penalidades que tenemos que superar con fuerza y coraje. Desecha de tu mente la aflicción y piensa en los momentos gratos que Allah ¡ensalzado sea! te ha concedido durante gran parte de tu vida.
 
Marceliano Galiano
El cautivo de Granada, página 76
 
 
Granada, al igual que el radiante sol, no necesita alabanzas, ni la lengua del panegirista alcanza a ponderar debidamente su magnificencia. Su hermosura es permanente y serena.
 
Marceliano Galiano
El cautivo de Granada, página 79
 
 
… una ciudad que Allah vistió con un manto luminoso. Los impuestos fiscales sobre el ganado y el comercio son justos y razonables; los zocos están protegidos y en ellos abundan mercancías de excelente calidad, que todo el mundo apetece. Como envidia una esposa a la segunda mujer de su marido, así los forasteros envidian a los granadinos. A veces, de la montaña llega aire frío, pero siempre está aromatizado por el perfume de los arrayanes, que, al aspirarlo, evoca al paraíso.
 
Marceliano Galiano
El cautivo de Granada, página 80
 
 
Cantoria posee paisajes bellos, produce exquisito queso y dulce miel, pero sus pobladores son codiciosos y mezquinos. Allí hasta el cielo es avaro, ya que raramente llueve.
 
Marceliano Galiano
El cautivo de Granada, página 83
 
 
El fruto prohibido sabe mejor, aunque su zumo esté envenenado por el pecado.
 
Marceliano Galiano
El cautivo de Granada, página 88
 
 

 
Cuando la desgracia recorre el mundo, surge un ejército de iluminados que siguen sus huellas, proclamando el fin de los tiempos.
 
Marceliano Galiano
El cautivo de Granada, página 98
 
 
«Debéis profundizar en el estudio, aunque os cueste, como el hacha lo hace en el tronco».
 
Marceliano Galiano
El cautivo de Granada, página 105
 
 
 
 
«Cuídate del mal que te pueda causar al que has colmado de beneficios».
 
Marceliano Galiano
El cautivo de Granada, página 108
 
 

… cómo el hombre más poderoso de la Corte, en un instante, podía dejar de serlo.
 
Marceliano Galiano
El cautivo de Granada, página 146
 
 

—Allah ofrece a nuestros ojos, cada día, todos los beneficios de su creación, sin que nosotros sepamos disfrutarlos. No nos damos cuenta de lo corta que puede ser nuestra vida.
 
Marceliano Galiano
El cautivo de Granada, página 146
 
 
… la llegada de un exiliado, al principio suscita curiosidad y afecto, pero pasados los primeros días, la presencia del desterrado molesta.
 
Marceliano Galiano
El cautivo de Granada, página 153
 
 
El sultán me preguntó cuales eran las causas que producen el insomnio. Entonces, siguiendo mi costumbre de aclarar al sultán las cosas más oscuras y complicadas, de la forma más sencilla y didáctica posible, respondí: «Habéis de saber, mi señor, que el ser humano es como un reino en sí mismo. El rey es el corazón, el visir es el cerebro, la memoria su tesoro, la imaginación el mensajero; y los cinco sentidos son su ejército que custodia las distintas regiones del reino. Cuando aparece, en alguna zona, un visitante que causa daño, le sale al encuentro el guardián más próximo, es decir, alguno de los sentidos: vista, oído, olfato, gusto o tacto que dan la alarma y ésta, a través del mensajero, llega por el sistema nervioso hasta la fortaleza del sultán. Entonces, el corazón se altera y el sueño se enturbia. Si la alarma es intensa irá acompañada de palpitaciones, agitación e inquietud, que ascenderán hasta el cerebro, donde reside la causa del insomnio».
 
Marceliano Galiano
El cautivo de Granada, página 183
 
 
—¿Sabes, Jalid? Hay un viejo proverbio que dice: «Haz amistad con quien quieras, pero evita a tres personas: al necio porque te perjudicará, al inconsciente porque te dejará colgado y al ambicioso porque te venderá cuando más seguro estés de él».
 
Marceliano Galiano
El cautivo de Granada, página 230
 
 
… la capacidad de crecerse ante la adversidad es un signo de la inteligencia del hombre y un sano estímulo para el corazón de los valientes.
 
Marceliano Galiano
El cautivo de Granada, página 231
 
 
No estaba dispuesto a soportar por más tiempo la envidia de los mediocres, las intrigas de los ambiciosos y la mala fe de los incapaces; la cobardía de los altos funcionarios y la mezquindad del emir.
 
Marceliano Galiano
El cautivo de Granada, página 265
 
 
Cuando la noche parecía eterna, surgió la aurora envuelta en un halo dorado y el rostro cubierto con un velo de sangre.
 
Marceliano Galiano
El cautivo de Granada, página 269
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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