"Aquí están los huesos del exçelente prínçipe Don Henrrique, conde de Niebla, se-ñor de Sanlucar, de Bejer, del Algava, etc. el qual en liberalidad, modestia, esfuerzo, magnanimidad, clemencia e piedad fue estremado; en la milicia e guerra diestro; de la paz amigo; en virtud y religión aventajado de otros. Veniendo su hijo Don Juan de Guzmán por tierra, y su persona del conde por la mar a conquistar la ciudad de Gibraltar, fue muerto en la conquista. ¡O bienaventurado conde que viviste para morir en tu ley e moriste para perpetuamente vivir con tu Dios! Tus obras te dieron la fama y tu muerte la gloria. Tu cuerpo descansa en la ciudad de Gibraltar e tu ánima goza en la ciudad de Dios."
Enrique de Guzmán y Ribera Conde de Olivares II
Epitafio escrito por Juan de Mena
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