Dritëro Agolli

Ahora tengo que aprender

Ha llegado el momento de aprender otra cosa,
Aprendí a mamar y a dar los primeros pasos,
Aprendí a hacerme joven y maduro,
Aprendí a envejecer, a ponerme y quitarme la dentadura.
Ahora tengo que aprender a mantener bien el bastón
Y apoyarme en él para salir por la mañana,
Después me espera una lección de algo más difícil:
Aprender también a morir...

Dritëro Agolli


El cínico monólogo

Yo te amaba, pero el te quiero es
ahora un lamento. Lo peor que puede
suceder en la vida es enamorarse
hasta la senectud, mientras que hay
amantes efímeros que han nacido para
sufrir. Soy un hombre honesto que respeta
la verdad. Hay quienes no aman pero se
encuentran durante toda su vida.

Dritëro Agolli



El silencio

El cigarrillo acabó de consumirse,
Postrado en la mesa me venció el sueño,
En las ventanas no agita el viento la cortina
Y guarda silencio el corredor.
Dormir con la frente en el tablero,
Presenciar sueños floridos…
¡Qué asco!... ¡Despertar y hallar de nuevo
En el rincón los vómitos dejados por la vida!

Dritëro Agolli


Esperanza de poeta

Morirán todos los santos,
Se pudrirán todos los profetas,
Se perderán todos los oráculos.
Quedarán sólo los poetas.
Eso esperan los pobres…

Dritëro Agolli



Espíritu

Es de noche y la estancia se hundió en la oscuridad,
Una única lucecilla tembló antes de extinguirse.
Ya no siento deseos de nada,
Se desplomó todo lo que para mí era sagrado.
Mas conservo como añoranza y recuerdo temprano
El dolor ante sus tumbas por los seres amados,
Y así en las ruinas de mi alma de ayer
Todavía arden y alientan las brasas...

Dritëro Agolli


La primera nostalgia

En el bulevar me detengo un momento
en silencio, frente a mí hay un edificio
antiguo, hay luz en sus ventanas, en las
que alguien ríe felizmente. Me saludo,
buscando a lo lejos mi ventana, de los
árboles de la acera cae una hoja en el
cuello de mi chaqueta. Viví tantos años
en paz y entusiasmo, cuando las luces
brillaban por la noche en las ventanas,
compuse muchos poemas y artículos, pasé
noches de insomnio reflexionando sobre
mis apuntes y entretuve a los amigos
que llamaron a mi puerta y mis amigos,
sabios, ruidosos y audaces, leyeron
todo lo que escribí y juntos buscamos
el verdadero verso. Me detengo en el
bulevar y enciendo un pitillo, frente
al edificio antiguo, el brillo de las
ventanas es la nostalgia primera que
nunca puede ser transferida a otro lugar.

Dritëro Agolli


Madre Albania

I

Déjame pongo
aquí en su regazo, que durante muchos siglos
han sido oprimidos por la desgracia.
Beso tus manos,
las mejores manos del mundo,
felices de reunirme
en este silencio infantil.
Beso tus manos
desgastadas por el trabajo
y tus dedos se endurecieron
para apretar el gatillo.
Beso tus hombros caídos
debajo de la chaqueta y la capa
y la cintura delgada
apretada por los chalecos.
Beso tu frente
surcada de arrugas y pensamientos
y la pupila se
agudizó por el visor.
Beso tus pies endurecidos
del camino y la fatiga
y las pestañas quemadas
entre los acantilados de la batalla.

II

Aquí estoy frente a ti, estoy en
tus brazos, yo, tu hijo, imagen de tu ser, el
que apenas abres los ojos dice:
"Te amo".
Y el enorme peso de mis palabras
entró en las inmensas joyas.

III

Todo el amor
por las madres que son, que vendrán, las
he colocado en tu útero.
Todo el amor
por las mujeres, amigas, compañeras que
te traigo para calentarlo.
El amor que te traigo está tan vivo
que ninguna civilización ha logrado secarlo.
El siglo del átomo
no ha tenido éxito, el siglo del descenso a la
luna fría no ha tenido éxito.
La tartamudez de tu hijo que te ama
aún no se ha marchitado en tus labios agrietados y bermellones.

IV

¿Aquí sientes cómo mi cabello
retiene el aroma de tu heno
y el olor de tu harina?
Aquí ves cómo en los labios
resecos y agrietados
ha quedado un sabor a sal a lo largo de los siglos.
Este es el olor de tu harina,
este es el sabor de tu sal.
Sin harina y sal
nada sabría.
Sin harina y sal la
vida sería más difícil.
Sin harina y sal
no habría más chispas de amor.
Los cohetes van a la luna,
a Marte, a Venus.
El siglo de los reactores está hirviendo
Alrededor del sol, el
hombre siempre necesitará el amor de la Madre. El
hombre necesita
el sabor a sal del
olor a harina.
El hombre necesita
canciones, leyendas,
maravillas raras,
hojas, ramas,
verdades, fábulas.

Dritëro Agolli

















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