Shmuel Yosef Agnon

"Cuando Balak hizo acto de presencia en el barrio judío, éstos le arrojaron piedras y mientras se alejaba lo recriminaron con imputaciones no veraces. No hubo una sola boca que no arrojara lodo sobre él ni un solo periódico que no difamara su nombre. Los rotativos describían extensamente el infortunio de Balak. Havatselet lo calificó de pagano y hereje que se comporta insolentemente y va con la cabeza descubierta con las letras santas tatuadas en su piel. Y Ha-Or, que había sido generoso en sus elogios hacia él en un principio, por la misma razón, llevar la cabeza descubierta, cambió su opinión acerca de él a lo peor, y sospechó de su hipocresía, dado que se había marchado lejos del barrio judío por temor a Havatselet. Más cruel que éstos fue Ha-Herut, que no sólo reimprimió las invectivas de ambos, Havatselet y Ha-Or, sino que añadió, ¿Por qué Havatselet y Ha-Or apartan su mirada de ese suceso? Porque han recibido dinero por guardar silencio. Cuando los periódicos de Jerusalén llegaron a Jaffa, Jaffa pensó que ese perro era una parábola, como el caballo de Mendele y otras historias de ganado, animales y pájaros que la gente lee por divertimento y si él es inteligente, entonces aplicará su inteligencia a la moral. Los habitantes de Jaffa, que son todos inteligentes, aplicaron su inteligencia a la misma, pero ellos no supieron que estuvieran en contra. Éste dice, -Hay algo acerca de esto-, y otro afirma, -Tenemos que concluir lo implícito de lo explícito-. Pero nadie explicó qué era lo explícito en esta cuestión. Mientras tanto, las opiniones se dividieron y hubo tantas como habitantes tenía la ciudad."

Shmuel Yosef Agnon
Sólo ayer



"Después del Sabbath, nuestros camaradas permanecieron en una vivienda cerca del Muro de las Lamentaciones, cuyas ventanas daban directamente al Templo; de ese modo se encontraron en presencia de la Divinidad. Las mujeres compraban para sí prendas de lana blanca y la comida y bebida más selecta de la tierra y de sus frutos. Ellas cocinaban y disponían sus casas con sabiduría. No carecían de nada, ni siquiera de leche de cabra para la Fiesta semanal. Nuestros camaradas permanecían ante el Señor en la Tierra de la Vida, Jerusalén, recitando devotamente la Torah y practicando la caridad y las buenas costumbres del amor, el temor y la humildad. Y en vísperas de la luna nueva y el resto de días proferirían oraciones de súplica y acudirían a los lugares santos y orarían por ellos mismos y por sus hermanos en el exilio. Todas las horas no eran iguales. Era ampliamente conocido que cada virtuoso hombre que viene de fuera a la tierra de Israel ha de empezar por descender a su nivel original. Porque el aire de la tierra de Israel es sagrado y una necesaria reducción precede al Ser. Pero Su Nombre, que es bendito, acude en su ayuda para darles fuerza y acoger a todos los sumisos, hasta que estuvieran dispuestos para recibir el don de la comprensión, la inteligencia de la tierra de Israel."

Samuel Yosef Agnon
En el corazón de los mares



"Nuestros sabios de la sagrada memoria han dicho que no debemos disfrutar de ningún placer en este mundo sin recitar una oración. Cuando comemos o bebemos algo, debemos rezar antes y después."

Shmuel Yosef Agnon


"Por un momento ella se quedó en la cama pensando en su madre, quien, aunque enferma toda su vida y apenas capaz de ganarse la vida, nunca les pidió a sus primos nada. Si uno de sus vecinos le decía, -Tú tienes parientes ricos, porque no les dejas saber que existes-, ella les contestaba con una sonrisa, -¿Sabes qué es lo mejor de los parientes ricos? Que tú no tienes que mantenerlos."

Shmuel Yosef Agnon
Una simple historia


"Volví a Jerusalén, y es en virtud de Jerusalén que yo he escrito todo lo que Dios ha puesto en mi corazón y en mi pluma."

Shmuel Yosef Agnon





















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