Silvit

Desterrado

El Sol se ha marchado,

bienvenida obscura dama,

una vez más partiré

contigo / del brazo /

hacia el solitario

              lecho

     a deshojar

la amarga

flor de mi destierro.

Silvit (A.K.A. Silva Torres)



EL BESO DE LA SIRENA

“La poesía practicada como una vía de conocimiento de la identidad”
J. H.

Cuántas lágrimas
al instante de tomar la decisión en aquella lejana tierra sin lluvia
y de esperanzas asesinadas por manos ajenas

lágrimas
que al caer sobre el incierto mar
lo hacían mas profundo, mas salado,
más triste, vacío y cruel… reflejo de una vida

que se empeñaba en ser frágil

a tu espalda quedaron los sonrientes rostros de honesto llorar

la tierra quema
el hambre quema
la bala quema
la ausencia quema

es un mundo lleno de certezas hechas arena
hechas cascada entre dedos de sueños rotos

sumerges la cara en el mar
para que el agua salada te confunda

y te haga olvidar el llanto

metes las manos en el agua
porque sabes que en la costa dejada atrás
el cuerpo amado nada soñando alcanzarte

imaginas la caricia
desde otra lejana tierra de impronunciable nombre

fuerte golpea la mar tu pequeña barca de nubes

y no deseados deseos

fuerte golpea el Sol
sobre tu ya desnuda y llagada piel

atrás, siete días atrás, quedó la camisa

regalo de tu madre

la última ola ruge y se erige junto a ti
sientes el abrazo de Poseidón y el beso de la sirena

que cerca se veía la anhelada playa de lengua extraña

en el último parpadeo

la foto en el bolsillo se disuelve
entre el Agua, el Sol y el Olvido.

Silvit
Oceánica


El perro camina

por la calle

contento de no tener que cuidarse
de los asquerosos escupitajos
de aquellos seres bípedos
grotescos, pelados
como si hubiesen
enfermado de
sarna

Silvit
Oceánica


SUEÑO

Anoche soñé con ustedes amigos
a un océano de distancia
estuvimos juntos

caminamos nuestras viejas calles
vestidas de recuerdos y buenos tragos
en las que reímos entre la niebla y el humo
caminamos y danzamos oyendo nuestros ojos

nos maravillamos
ante los nuevos edificios y las viejas catedrales
asombrados de las cosas que somos capaces de crear
y luego orinamos en sus rincones

todos estos parapetos tienen sus recovecos
donde vaciar los excesos

yo orinaba y de ojos cerrados disfrutaba
y con mi orina escribí “Dios”
con mayúscula
sólo porque es más fácil escribir con estas

mientras se mea

el hecho es que estuve con ustedes
juntos y risueños
cantando nuestras viejas canciones
en esas viejas calles nuestras
en las que la gente vive y sí
donde también se muere
porque a fin de cuentas de eso se trata

así es la vida dijo uno que vi morir alguna vez
así es la vida

de calles agitadas
donde el lejano sonido de una moto
activa los sentidos pero qué carajo
¿Voy a ponerme a llorar?

en ellas esperan los mejores bares
esos que huelen a bares y no a lavan san
donde parece que estamos engripados
y en los que hallamos inmortales amores efímeros
esos que nunca mienten porque nada prometen
más allá de un gemido honesto
siempre y cuando hagamos nuestra parte
y a esas horas y en esas fachas qué más se puede desear

anoche estuve con ustedes amigos
a un océano de distancia
estuvimos juntos.

Silvit
Oceánica


YA LOS PERROS NO LADRAN A LA LUNA

Los negros cascos del caballo de la guerra
se escuchan rondando estas tierras de claros días,

ahora nublados,

y cerradas noches que no llegarán a su fin
sin un nuevo par de ojos                cegados al sol

un nuevo grito se ahoga en la roja y hueca garganta
del niño engañado por todos

la madre ha dejado de serlo
el padre no llegó a la última cena
servida sobre silentes mesas vacías

ya los perros no ladran a la luna ni al extraño

han aprendido a temer

el país se desangra es una frase vacía
ante el novel cuerpo que muere sin saber porqué

hoy        una vez más
la muerte ha vencido a la vida

tras su fúnebre legado
no ha podido silenciar
el sempiterno canto
de la memoria

Silvit
Oceánica







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