Mariano José de Larra

A un mal artista

Tente, mentido Fidias que, profano,
dando al mármol inerte alma fingida
tornar imaginabas a la vida
a Cintia bella con esfuerzo vano.

La grosera facción tu inhábil mano
deja en la piedra a trechos esparcida,
que con torpe cincel hiere atrevida,
remedo informe del cincel de Cano.

No, si Apolo contigo fue severo,
te vengues crudo en la indefensa hermosa
del arte, con que lucha tu flaqueza.

Si la muerte, de hollarla temerosa,
sus rosas respetó, no tú más fiero
borrar pretendas su inmortal belleza.

Mariano José de Larra



A una hermosa que dio en hacer buenos versos

¿No te bastan los rayos de tus ojos,
de tu mejilla la purpúrea rosa,
la planta breve, la cintura airosa,
ni el suave encanto de tus labios rojos?

¿Ni el seno que a Ciprina diera enojos,
ni esa tu esquiva condición de esposa,
que también nuestras armas, Nise hermosa,
coges para rendir nuevos despojos?

¿A celebrar de tantos amadores
ingrata el fin acerbo te previenes
que a manos morirán de tus rigores?

Ya que en tus redes nuestras almas tienes,
la lira déjanos, ya que no amores,
para cantar al menos tus desdenes.

Mariano José de Larra




“Aquí yace media España, murió de la otra media.”

Mariano José de Larra



“¡Ay de aquel día en que no haya nada que hacer, en que no haya nada que aclarar!”

Mariano José de Larra



"Ayer aun hubiera dado toda mi sangre por oír un sí..., ¿por qué razón no soy ya completamente feliz? ¡Ah!, existe entre ella y entre mí un obstáculo en que se estrellan a la vez todas mis esperanzas. Dice que me ama; pero pertenece toda a su marido. Sí; la ha comprado: su cuerpo es suyo, y su alma también. Sus encantos, su amor, todo se lo ha vendido a Besford su familia. ¡Una boda por razón de estado! Y ella quiere llevar al extremo ese vil contrato. ¡Delirio! ¡Ah! ¿Cumple nuestra vida jamás lo que una vez prometió? Entramos en el mundo henchidos de esperanza: nos arrojamos llenos de alegría hacia un porvenir risueño; pero cada día que pasa se borra una ilusión, huye un placer ilusorio, se presenta en su lugar una horrible realidad, y a los veinticinco años, en la flor de nuestra vida, nos hallamos solos, aislados, desengañados y abrasados por una sed devoradora de felicidad que no se ha de satisfacer jamás."

Mariano José de Larra
Un desafío



“Así como no notamos el movimiento de la tierra, porque todos vamos envueltos en él, así no echamos de ver tampoco nuestros progresos.”

Mariano José de Larra



“¡Bienaventurados los que no hablan; porque ellos se entienden!”


Mariano José de Larra



"¡Bienaventurado todo aquel a quien la mujer dice "no quiero", porque ése, a lo menos, oye la verdad!"

Mariano José de Larra



“Creemos que casi todo está dicho y escrito en castellano. No atreviéndonos, pues, a desterrar del todo esta manía (de las citas y los epígrafes), porque el vulgo no crea que sabemos menos, o tenemos menos libros que nuestros hermanos en Apolo, traeremos siempre en nuestro apoyo autoridades españolas, que no nos han de faltar, aunque tratásemos de poner a cada artículo siete epígrafes y cincuenta citas.”

Mariano José de Larra




“Cuando la opinión es la que derriba, derriba para siempre; la violencia deja tras de sí, al derribar, la probabilidad de la reacción a la fuerza hoy vencida y que puede ser vencedora mañana.”

Mariano José de Larra


“Da gracias a que llegó por fin este mañana, que no es del todo malo; pero ¡ay de aquel mañana que no ha de llegar jamás!”

Mariano José de Larra





“El amor propio ofendido es el más seguro antídoto del amor.”

Mariano José de Larra



“El corazón del hombre necesita creer algo, y cree mentiras cuando no encuentra verdades que creer.”

Mariano José de Larra



“El gran lazo que sostiene a la sociedad es, por una incomprensible contradicción, aquello mismo que parecía destinado a disolverla; es decir, el egoísmo.”

Mariano José de Larra





“El público siente en masa y reunido de una manera muy distinta que cada uno de sus individuos en particular.”

Mariano José de Larra




"El pueblo no es verdaderamente libre mientras que la libertad no esté arraigada en sus costumbres e identificada con ellas."

Mariano José de Larra



“El sentimiento es un flor delicada, manosearla es marchitarla.”

Mariano José de Larra



"El talento no ha de servir para saberlo y decirlo todo, sino para saber lo que se ha de decir de lo que se sabe."

Mariano José de Larra



“En atención a que no tengo gran memoria, circunstancia que no deja de contribuir a esta especie de felicidad que dentro de mí mismo me he formado...”

Mariano José de Larra



“¿En dónde ve el pueblo español su principal peligro, el más inminente? En el poder dejado por una tolerancia mal entendida.”

Mariano José de Larra



“En el matrimonio es preciso contar con cualidades que resistan, que duren, y las grandes pasiones pasan pronto; al paso que una condición apacible en todos tiempos es buena.”

Mariano José de Larra


"En esta sociedad de ociosos y habladores nunca se concibe la idea de que puedas hacer nada inocente, ni con buen fin, ni aun sin fin".

Mariano José de Larra




“En este mundo, para conservar amigos es preciso tener el valor de aguantar sus obsequios.”

Mariano José de Larra


“En este triste país, si a un zapatero se le antoja hacer una botella y le sale mal, después ya no le dejan hacer zapatos.”

Mariano José de Larra



"¡En la sociedad siempre triunfa la hipocresía!"

Mariano José de Larra



“En punto a amores tengo otra superstición: imagino que la mayor desgracia que a un hombre le puede suceder es que una mujer le diga que le quiere.”

Mariano José de Larra



“En un mundo como éste, de ilusión y fantasmagoría, donde no se goza sino en cuanto se espera, es indudable que el hacer esperar es hacer gozar.”

Mariano José de Larra




“Es el orgullo del hombre, que más quiere declarar en alta voz que las cosas son incomprensibles cuando no las comprende él, que confesar que el ignorarlas puede depender de su torpeza.”

Mariano José de Larra


"Es gloria el rendimiento y no flaqueza y es dichoso el que puede obedeciendo obedecer al menos a una hermosa."

Mariano José de Larra



"Es más fácil negar las cosas que enterarse de ellas."

Mariano José de Larra




“Es muy difícil convencer al que está persuadido de que no se debe convencer.”


Mariano José de Larra


“Escribir en Madrid es llorar, es buscar voz sin encontrarla, como en una pesadilla abrumadora y violenta.”

Mariano José de Larra


"Generalmente, se puede asegurar que no hay nada más terrible en la sociedad que el trato de las personas que se sienten con alguna superioridad sobre sus semejantes."

Mariano José de Larra


"Habíamos entrado ya en uno de los principales bailes de esta corte; el continuo transpirar, el estar en pie la noche entera, la hora avanzada y el mucho cavilar habían debilitado mis fuerzas en tales términos que el hambre era a la sazón mi maestro de filosofía. Así de mi amigo, y de común acuerdo nos decidimos a cenar lo más espléndidamente posible. ¡Funesto error! Así se refugiaban máscaras a aquel estrecho local, y se apiñaban y empujaban unas a otras como si fuera de la puerta las esperase el más inminente peligro. Iban y venían los mozos aprovechando claros y describiendo sinuosidades como el arroyo que va buscando para correr entre las breñas de las rendijas y agujeros de las piedras. Era tarde ya: apenas había un plato de que disponer; pedimos, sin embargo, de lo que había, y nos trajeron varios restos de manjares que alguno que había cenado antes que nosotros había tenido la previsión de dejar sobrantes. Hicimos semblante de comer, según decían nuestros antepasados, y como dicen ahora nuestros vecinos, y pagamos como si hubiéramos comido. Esta ha sido la primera vez en mi vida, salí diciendo, que me ha costado dinero un rato de hambre.
Entramos de nuevo en el salón de baile, y cansado ya de observar y de oír sandeces, prueba irrefragable de lo reducido que es el número de hombres dotados por el cielo con travesura y talento, toda mi ambición se limitó a conquistar con los codos y los pies un rincón donde ceder algunos minutos a la fatiga. Allí me recosté, me puse la careta para poder dormir sin excitar la envidia de nadie, y columpiándose mi imaginación entre mil ideas opuestas, hijas de la confusión de sensaciones encontradas de un baile de máscaras, me dormí, mas no tan tranquilamente como lo hubiera yo deseado.
Los fisiólogos saben mejor que nadie, según dicen, que el sueño y el ayuno, prolongados, sobre todo, predisponen la imaginación débil y acalorada del hombre a las visiones nocturnas y aéreas que vienen a tomar en nuestra irritable fantasía formas corpóreas cuando están nuestros párpados aletargados por Morfeo. Más de cuatro que han pasado en este bajo suelo por haber visto realmente lo que realmente no existe, han debido al sueño y al ayuno sus estupendas apariciones. Esto es precisamente lo que a mí me aconteció, porque al fin, según expresión de Terencio, homo sum et nihil humani a me alienum puto. No bien había cedido al cansancio, cuando imaginé hallarme en una profunda obscuridad; reinaba el silencio en torno mío; poco a poco una luz fosfórica fue abriéndose paso lentamente por entre las tinieblas, y una redoma mágica se me fue acercando misteriosamente por sí sola como un luminoso meteoro. Saltó un tapón con que venía herméticamente cerrada, un torrente de luz se escapó de su cuello destapado, y todo volvió a quedar en la obscuridad."

Mariano José de Larra
Fígaro


“Hay algunos hombres que no dicen lo que piensan y otros que piensan demasiado lo que dicen.”

Mariano José de Larra



“Hay cosas que no tienen solución, y son las que más.”

Mariano José de Larra



“¿Hay misterio que celebrar? Pues comamos , dice el hombre; no dice: reflexionemos. El vientre es el encargado de cumplir con las grandes solemnidades.”

Mariano José de Larra



"La diferencia que existe entre los necios y los hombres de talento suele ser sólo que los primeros dicen necedades y los segundos las hacen."

Mariano José de Larra




“La inteligencia ha sido en todos los tiempos la reina del mundo y ha vencido las preocupaciones.”

Mariano José de Larra



"La modestia no es otra cosa que el orgullo vestido de máscara."

Mariano José de Larra



“La prisa es el alma de nuestra existencia.”

Mariano José de Larra




"La verdad es como el agua filtrada, que no llega a los labios sino a través del cieno."

Mariano José de Larra




“Las circunstancias hacen a los hombres hábiles lo que ellos quieren ser, y pueden con los hombres débiles.”

Mariano José de Larra



“Las circunstancias... palabras vacías de sentido con que trata el hombre de descargar en seres ideales la responsabilidad de sus desatinos.”

Mariano José de Larra



Las miserias del hombre

Las miserias del hombre
canta Talidio;
y yo al oírle, todas
ya las olvido.

Porque es entre ellas
el escuchar su canto
mayor miseria.

Mariano José de Larra


"Las teorías, las doctrinas, los sistemas se explican; los sentimientos se sienten."

Mariano José de Larra



“Ley implacable de la naturaleza: o devorar, o ser devorado. Pueblos e individuos, o víctimas o verdugos.”

Mariano José de Larra



"Llegada la hora fatal, entonan todos los presos de la cárcel, compañeros de destino del sentenciado, y sus sucesores acaso, una salve en un compás monótono, y que contrasta singularmente con las jácaras y coplas populares, inmorales e irreligiosas, que momentos antes componían, juntamente con las preces de la religión, el ruido de los patios y calabozos del espantoso edificio. El que hoy canta esa salve se la oirá cantar mañana. Enseguida, la cofradía vulgarmente dicha de la Paz y Caridad recibe al reo, que, vestido de una túnica y un bonete amarillos, es trasladado atado de pies y manos sobre un animal, que sin duda por ser el más útil y paciente es el más despreciado; y la marcha fúnebre comienza.
Un pueblo entero obstruye ya las calles del tránsito. Las ventanas y balcones están coronados de espectadores sin fin, que se pisan, se apiñan y se agrupan para devorar con la vista el último dolor del hombre.
- ¿Qué espera esa multitud? - diría un extranjero que desconociese las costumbres -¿Es un rey el que va a pasar, ese ser coronado que es todo un espectáculo para el pueblo? ¿Es un día solemne? ¿Es una pública festividad? ¿Qué hacen ociosos esos artesanos? ¿Qué curiosea esta nación?
Nada de eso. Ese pueblo de hombres va a ver morir a un hombre.
-¿Dónde va?
-¿Quién es?
-¡Pobrecillo!
-¡Ay, si va muerto ya!
-¿Va sereno?
-¡Qué entero va!
He aquí las preguntas y expresiones que se oyen resonar en derredor. Numerosos piquetes de infantería y caballería esperan en torno del patíbulo. ¡Siempre bayonetas en todas partes! ¿Cuándo veremos una sociedad sin bayonetas? ¡No se puede vivir sin instrumentos de muerte! Esto no hace, por cierto, el elogio de una sociedad ni del hombre. Un tablado se levanta en un lado de la plazuela: la tablazón desnuda manifiesta que el reo no es noble. ¿Qué quiere decir un reo noble? ¿Qué quiere decir garrote vil? Quiere decir indudablemente que no hay idea positiva ni sublime que el hombre no impregne de ridiculeces.
Mientras estas reflexiones han vagado por mi imaginación, el reo ha llegado al patíbulo. Las cabezas de todos, vueltas al lugar de la escena, me ponen delante que ha llegado el momento de la catástrofe; el que sólo había robado acaso a la sociedad, iba a ser muerto por ella; la sociedad también da ciento por uno; si había hecho mal matando a otro, la sociedad iba a hacer bien matándole a él. Un mal se iba a remediar con dos. El reo se sentó por fin. ¡Horrible asiento! Miré el reloj: las doce y diez minutos; el hombre vivía aún... De allí a un momento, una lúgubre campanada de San Millán, semejante al estruendo de las puertas de la eternidad que se abrían, resonó por la plazuela. El hombre no existía ya; todavía no eran las doce y once minutos. “La sociedad, exclamé, estará ya satisfecha: ya ha muerto un hombre"."

Mariano José de Larra
Reo de muerte 


“Lo mucho que cuesta hacer libre por las leyes a un pueblo esclavo por sus costumbres.”

Mariano José de Larra



“Los amores más duraderos son aquellos en que uno de los dos amantes es extraordinariamente celoso.”

Mariano José de Larra


"Los autores han dicho siempre en sus prólogos y se lo han llegado a creer ellos mismos, que escriben para el público; no sería malo que se desengañasen de este error. Los no leídos y los silbados escriben evidentemente para sí; los aplaudidos y celebrados escriben por su interés, alguna vez por su gloria; pero siempre para sí."

Mariano José de Larra



“Los desórdenes del pueblo, o son naturales y justos cuando el gobierno no los puede contener, o son culpa del gobierno cuando puede y no sabe, o no quiere. Argumento sin contestación.”

Mariano José de Larra




“Los madrileños se acercan al circo a ver un animal tan bueno como hostigado, que lidia con dos docenas de fieras disfrazadas de hombres.”

Mariano José de Larra


"Mi corazón no es más que otro sepulcro. ¿Quién ha muerto en él? Leamos. ¡Espantoso letrero! ¡Aquí yace la esperanza!"

Mariano José de Larra


"Muchas cosas me admiran en este mundo: esto prueba que mi alma debe pertenecer a la clase vulgar, al justo medio de las almas; sólo a las muy superiores, o a las muy estúpidas les es dado no admirarse de nada. Para aquéllas no hay cosa que valga algo; para éstas, no hay cosa que valga nada."

Mariano José de Larra



“Muchos creen por desgracia que basta una ilustración superficial, cuatro chanzas de sociedad y una educación f

Mariano José de Larra


"Nada más común en aquel tiempo que estas combinaciones de piedras y ese lenguaje amoroso de jeroglíficos en motes, colores, empresas y lazadas. Un platero de Burgos había engarzado artísticamente, a ruego de Macías, en un mismo anillo aquellas seis piedras, cuya traducción había acertado tan singularmente Elvira por un presentimiento sin duda de su corazón. Había perdido la significación de una piedra, cosa nada extraña, no hallándose ella muy adelantada en el arte del lapidario; pero en cambio había entendido la equivocación del platero, que había significado la v con la b, inicial de brillante; ni el quid pro quo del platero ni el acierto de Elvira tenían nada de particular en un tiempo en que no sabían ortografía ni los plateros ni los amantes. El número, sin embargo, de las piedras, y la colocación de las conocidas, no dejaba la menor oscuridad acerca de la intención del que había mandado hacer la sortija."

Mariano José de Larra
El doncel de Don Enrique el Dolient





"Neque enim notare singulos mens est mihi,verum ipsam vitam et mores hominum ostendere. Phaedr.Fab.Pról.I.III.
No sé en qué consiste que soy naturalmente curioso; es un deseo de saberlo todo que nació conmigo, que siento bullir en todas mis venas, y que me obliga más de cuatro veces al día a meterme en rincones excusados por escuchar caprichos ajenos, que luego me proporcionan materia de diversión para aquellos ratos que paso en mi cuarto y a veces en mi cama sin dormir; en ellos recapacito lo que he oído, y río como un loco de los locos que he escuchado.
Este deseo, pues, de saberlo todo me metió no hace dos días en cierto café de esta corte donde suelen acogerse a matar el tiempo y el fastidio dos o tres abogados que no podrían hablar sin sus anteojos puestos, un médico que no podría curar sin su bastón en la mano, cuatro chimeneas ambulantes que no podrían vivir si hubieran nacido antes del descubrimiento del tabaco: tan enlazada está su existencia con la nicociana, y varios de estos que apodan en el día con el tontísimo y chabacano nombre de lechuguinos, alias, botarates, que no acertarían a alternar en sociedad si los desnudasen de dos o tres cajas de joyas que llevan, como si fueran tiendas de alhajas, en todo el frontispicio de su persona, y si les mandasen que pensaran como racionales, que accionaran y se movieran como hombres, y, sobre todo, si les echaran un poco más de sal en la mollera.
Yo, pues, que no pertenecía a ninguno de estos partidos, me senté a la sombra de un sombrero hecho a manera de tejado que llevaba sobre sí, con no poco trabajo para mantener el equilibrio, otro loco cuya manía es pasar en Madrid por extranjero; seguro ya de que nadie podría echar de ver mi figura, que por fortuna no es de las más abultadas, pedí un vaso de naranja, aunque veía a todos tomar ponch o café."

Mariano José de Larra
El café


“Ni ve que su mismo fuego presto su beldad destruye, y que donde el goce empieza el placer allí sucumbe.”

Mariano José de Larra


“Ningún escritor ha escrito nunca para los que no saben leer.”

Mariano José de Larra


"No sé en qué consiste que soy naturalmente curioso; es un deseo de saberlo todo que nació conmigo, que siento bullir en todas mis venas, y que me obliga más de cuatro veces al día a meterme en rincones excusados por escuchar caprichos ajenos."

Mariano José de Larra



"¿No se lee en este país porque no se escribe, o no se escribe porque no se lee? Esa breve dudilla se me ofrece por hoy, y nada más. Terrible y triste cosa me parece escribir lo que no ha de ser leído."

Mariano José de Larra




“No se llama locos sino a aquellos cuya locura no está en armonía con la de los más.”

Mariano José de Larra


“No sé quién ha dicho que el gran talento no consiste precisamente en saber lo que se ha de decir, sino en saber lo que se ha de callar.”

Mariano José de Larra



"No sé quién ha dicho que el hombre es naturalmente malo; ¡grande picardía por cierto! Nunca hemos pensado nosotros así: el hombre es un infeliz por más que digan... Por animal que sea, habla y escucha; he aquí precisamente la razón de la superioridad del hombre, me dirá un naturalista: y he aquí precisamente la de su inferioridad, según pienso yo, que tengo más de natural que de naturalista... Todo es positivo y racional en el animal privado de la razón. La hembra no engaña al macho y viceversa, porque, como no hablan, se entienden. El fuerte no engaña al débil, por la misma razón: a la simple vista huye el segundo del primero, y este es el orden y el único orden posible. Déseles el uso de la palabra; en primer lugar necesitarán una academia para que se atribuya el derecho de decirles que tal o cual vocablo no deben significar lo que ellos quieran, sino cualquiera otra cosa: necesitarán sabios, por consiguiente, que se ocupen toda una larga vida en hablar de cómo se ha de hablar: necesitarán escritores que hagan macitos de papeles encuadernados, que llamarán libros, para decir sus opiniones a los demás, a quienes creen que importan... Pondrán nombre a las cosas, y llamando a una robo, a otra mentira, a otra asesinato, conseguirán, no evitarlas, sino llenar de delincuentes los bosques... Deles vds. en fin el uso de la palabra y mentirán: la hembra al macho por amor, el grande al chico por ambición, el igual al igual por rivalidad, el pobre al rico por miedo y por envidia: querrán gobierno como cosa indispensable, y en la clase de él estarán de acuerdo, vive Dios: estos se dejarán degollar porque los mande uno solo, afición que nunca he podido entender: aquellos querrán mandar a uno solo, lo cual no me parece gran triunfo: aquí querrán mandar todos, lo cual ya entiendo perfectamente..."

Mariano José de Larra




"NUÑO. (Un peso grave me quitó.) (A Fernán Pérez) Ya vos lo escuchasteis de su boca.
FERNÁN PÉREZ. A mí lo demás me toca. Descuidad: presto por Dios volveré. (A Elvira.) Vos en mi priesa si estimo conoceréis lo dichoso que me hacéis.
ELVIRA. (Reprimiéndose) Id con Dios.
NUÑO. (Acompañándose a la puerta.) Los dos a vuesa merced quedamos atentos.
FERNÁN PÉREZ. Quedaos. Vuestra atención sobra.
NUÑO. ¡Oh! ya es obligación.
FERNÁN PÉREZ. Remitid los cumplimientos.
((Vase, despidiéndole Nuño a la puerta. Elvira al ver marchar a Fernán Pérez le sigue con la vista, y, cuando ya ha salido se arroja sobre un sillón inmediato y rompe a llorar. Nuño vuelve.)
ELVIRA. ¡Que esto me suceda! ¡Ingrato!
BEATRIZ. Señora, templad el lloro.
ELVIRA. ¡Ah! en balde por mi decoro de ahogarle en el pecho trato.
NUÑO. (Viéndola.) ¿Qué es esto? (A Beatriz) Vos despejad. Presto.
ELVIRA. Dejadme el consuelo que su cariño y su celo me prestan, y perdonad si os lo ruego.
NUÑO. (A Beatriz) Idos.
ELVIRA. (¡Qué empeño de hablarme a solas!)
NUÑO. (A Beatriz) ¿Qué hacéis que no os vais? ¿No obedecéis?
BEATRIZ. (A Elvira.) ¡Señora!
ELVIRA. (¡Qué airado ceño!) (A Beatriz.) Vete ya.
NUÑO. (A Elvira.) ¿Y por qué antes no? ¿Esto con mis gentes pasa?
ELVIRA. Como es mi dueña...
NUÑO. En mi casa nadie manda más que yo."

Mariano José de Larra
Macias



“Nunca está el corazón más dispuesto a recibir impresiones que cuando esta triste: los amigos, los parientes que quedan atrás dejan un vacío immenso. ¡Ah! ¡La naturaleza es enemiga del vacio!”

Mariano José de Larra



"Para el elogio corre nuestra pluma rápidamente. Cuando se trata, empero, de vituperar, sólo a fuerza de horas podemos dar concluído a la prensa el artículo más conciso."

Mariano José de Larra



“Para los mediocres es mejor negar las cosas que enterarse de ellas.”

Mariano José de Larra




“Por grandes y profundos que sean los conocimientos de un hombre, el día menos pensado encuentra en el libro que menos valga a sus ojos, alguna frase que le enseña algo que ignora.”

Mariano José de Larra



“Preciso es que sean muy malos los hombres si obligan a pensar tan mal de ellos.”

Mariano José de Larra



“Para el elogio corre nuestra pluma rápidamente. Cuando se trata, empero, de vituperar, sólo a fuerza de horas podemos dar concluído a la prensa el artículo más conciso.”

Mariano José de Larra




Por qué, mariposilla

¿Por qué, mariposilla,
volando de hoja en hoja,
haciendo vas alarde
ya de inconstante y loca?

¿Por qué, me di, no imitas
la abeja que industriosa
el jugo de las flores
constante en una goza?

Advierte que no vaga
del alelí a la rosa,
que una entre miles busca
y una fragante sola.

Y cuando ya la elige
hasta exprimirla toda,
jamás voluble pasa
sin disfrutarla a otra.

¿No ves también que el pecho
de ella liciones toma?
que así jamás libada
deje de amor la copa.

Si en tus cambiantes raros
el sol que te colora
deslumbra nuestros ojos
con tintas mil vistosas;

¿Por qué, avecilla leve,
rehúsas voladora
sola, una flor y un cáliz
cubrir de orgullo y gloria?

Para el batir tus alas,
para en las blancas pomas,
y en el turgente seno
de la que el pecho adora.

Allí una florecilla
dulce fragancia hermosa
al seno de mi Fili
con ambición le roba.

Vuela, mariposilla,
que si una vez tan sola
en sus matices quieta
de sus delicias gozas.

No ya más inconstante
has de querer traidora
volver a la floresta
a revolar entre otras.

Vuela, avecilla, vuela,
recoge sus aromas,
y tórnate a mí luego
y dame cuanto cojas.

Mariano José de Larra


“¿Qué motivo habrá, efectivamente, que nos persuada que debemos en esta corta vida pasarlo mal, pudiendo pasarlo mejor?”

Mariano José de Larra



“¿Quién no ha abandonado alguna cosa que le importase por otra que le gustase?”

Mariano José de Larra



“¿Quién no hace locuras y disparates alguna vez en su vida?¿Quién no ha hecho versos, quién no ha creído en alguna mujer, quién no se ha dado malos ratos algún día por ella, quién no ha prestado dinero, quién no lo ha debido, quién no ha abandonado alguna cosa que le importase por otra que le gustase? ¿Quién no se casa, en fin?...”

Mariano José de Larra



Quiero cantar las lides

ANACREÓNTICA

Quiero cantar las lides
en cítara entonada
sonando el eco horrendo
de fúnebres batallas.

Mas rebelde mi lira
cuando mi mano airada
la pulsa, a Fili bella,
sólo a mi Fili canta.

En balde, en balde quiero
las épocas pasadas
renovar en mi lira
y antiguas las hazañas.

Amor las cuerdas todas
sacude con sus alas
y obstinado celebra
la bella que le encanta.

En balde yo las cuerdas
ardiendo en ira y rabia
una y otra y mil veces
despechado mudara.

Sólo a la linda Fili
cuando yo la pulsaba,
sólo sus quince hermosos
amor con ella alaba.

Suena, pues, lira mía,
tus voces acordadas
hoy el natal de Fili
den a los ecos blandas.

Y al vibrarlas Favonio
vuele y con dulce calma
en su cabello de oro
deposite sus auras.

Vuele el amor a Fili
y entréguele su aljaba
y bullicioso juegue
en sus pomas de nácar.

Del tardo Manzanares
las ninfas y zagalas
cojan vistosas flores
y hagan de ellas guirnaldas.

Suenen, lira, tus cuerdas
en la fresca mañana
la rosa del capullo
arrojando sus gracias.

Volad, versos, a Fili,
y en premio suplicadla
que torne sus ojuelos
a mirarme apiadada,

y en tantos besos deje
que en su labio de grana
mi labio robe el fuego
que en su coral se guarda;

cual ve corderos blancos
pacer en la comarca,
y como tiene el prado
fragantes flores gayas;

como hebras blondas rizas
sobre su frente vagan
y deja el mar menudas
arenas en la playa;

como suspiros tiernos
por ella el pecho lanza,
como zagales bellos
se abrasan en su llama.

Mariano José de Larra



“Se necesita muy poco arte y muy poca habilidad cuando sólo se trata de entretener la malignidad pública.”

Mariano José de Larra




“Ser liberal en España es ser emigrado en potencia.”

Mariano José de Larra




“¡Siempre bayonetas en todas partes! ¿Cuándo veremos una sociedad sin bayonetas? ¡No se puede vivir sin instrumentos de muerte! Esto no hace por cierto el elogio de la sociedad ni del hombre.”

Mariano José de Larra



Siempre ha gemido la prensa

Siempre ha gemido la prensa;
pero hoy que le das, Talidio,
a imprimir tus obras todas,
gime al menos con motivo.

Mariano José de Larra



“Somos nobles, lo que equivale a decir que desde la más remota antigüedad nuestros abuelos no han trabajado para comer.”

Mariano José de Larra


"Suponiendo que se escriba con principios, se puede escribir después con varios fines."

Mariano José de Larra


“Te llamas liberal y despreocupado, y el día que te apoderes del látigo azotarás como te han azotado.”

Mariano José de Larra



Templo de la verdad es el que miras.
No desoigas la voz con que te advierte
que todo es ilusión menos la muerte.

Mariano José de Larra



“Todos los sabios de la tierra han necesitado llenar las bibliotecas del orbe con los productos de su ingenio para que la humanidad haya dado algunos pasos en la senda de la civilización. Jesucristo, para llevar a cabo la revolución más colosal que han visto los siglos, no necesitó más que dos palabras : No quieras para otro lo que no quieras para ti.”

Mariano José de Larra



“Un pueblo no es verdaderamente libre mientras que la libertad no esté arraigada en sus costumbres e identificada con ellas.”

Mariano José de Larra


“¡Un ser que como el hombre no puede vivir sin matar, tiene la osadía, la incomprensible vanidad de presumirse perfecto!”

Mariano José de Larra



Vida

Después de todo, todo ha sido nada,
a pesar de que un día lo fue todo.
Después de nada, o después de todo
supe que todo no era más que nada.

Grito ¡Todo!, y el eco dice ¡Nada!
Grito ¡Nada!, y el eco dice ¡Todo!
Ahora sé que la nada lo era todo.
y todo era ceniza de la nada.

No queda nada de lo que fue nada.
(Era ilusión lo que creía todo
y que, en definitiva, era la nada.)

Qué más da que la nada fuera nada
si más nada será, después de todo,
después de tanto todo para nada.

Después de todo, todo ha sido nada,
a pesar de que un día lo fue todo.
Después de nada, o después de todo
supe que todo no era más que nada.

Grito ¡Todo!, y el eco dice ¡Nada!
Grito ¡Nada!, y el eco dice ¡Todo!
Ahora sé que la nada lo era todo.
y todo era ceniza de la nada.

No queda nada de lo que fue nada.
(Era ilusión lo que creía todo
y que, en definitiva, era la nada.)

Qué más da que la nada fuera nada
si más nada será, después de todo,
después de tanto todo para nada.

Mariano José de Larra




“Y el gran lazo que sostiene a la sociedad es, por una incomprensible contradicción, aquello mismo que parecería destinado a disolverla; es decir, el egoísmo.”

Mariano José de Larra















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