Avelino de Almeida

"Desde lo alto de la carretera donde se aglomeran los carruajes y donde permanecen muchos cientos de personas, que no se atrevieron a meterse en la tierra enlodada, se ve toda la inmensa muchedumbre volviéndose hacia el sol, libre de nubes, en el cénit. El astro parece una bandeja de plata sin brillo y se puede mirar el disco sin ningún inconveniente. No quema, no ciega. Diríase que está habiendo un eclipse. De repente se levanta un tremendo clamor y a los espectadores que estaban más cerca se les oye gritar: “¡Milagro! ¡Milagro! ¡Maravilla!”. Ante los ojos deslumbrados de aquellas gentes, cuya actitud nos trasplantaba a los tiempos bíblicos y que, pálidos de asombro, con la cabeza descubierta, contemplaban el azul del cielo, el sol vibró; el sol hizo movimientos bruscos nunca vistos, contra todas las leyes cósmicas; “el sol bailó”, según la típica expresión de los campesinos."

Avelino de Almeida
Sobre el milagro de Fátima



"Qué cosas más sorprendentes! Cómo bailó el sol en pleno mediodía en Fátima». «Unos cálculos serios, realizados por personas cultas y totalmente ajenas a las influencias místicas, evalúan la muchedumbre entre 30 000 a 40 000 personas. […] Y se asiste entonces a un espectáculo único e increíble, para quien no lo ha presenciado. […] El astro evoca una placa de plata pálida, y se lo puede mirar de frente sin ninguna molestia. No quema, no ciega. Parece un eclipse. Pero entonces surge un clamor colosal y oímos a los espectadores más cercanos gritar: "¡Milagro, milagro! ¡Maravilla, maravilla!". […] Ante los ojos asombrados del pueblo, cuya actitud nos transporta a los tiempos bíblicos y que, lleno de espanto, con la cabeza desnuda, mira el azul del cielo, el sol tembló, el sol tuvo movimientos bruscos, nunca vistos anteriormente, y que no obedecían a ninguna ley cósmica: el sol "bailó", según la expresión utilizada por los campesinos presentes. […] La mayoría reconoce que vieron el temblor, la danza del sol: otros afirman haber visto el rostro sonriente de la Virgen en persona, juran que el sol dio una vuelta sobre sí mismo como una rueda de fuego artificial, y que bajó hasta quemar la tierra con sus rayos. […] Ahora les toca a las autoridades pronunciarse acerca de la danza macabra del sol que, hoy, en Fátima, hizo estallar los hosannas en el pecho de los fieles e impresionó, naturalmente —ciertos testigos dignos de fe me lo aseguran— a los librepensadores y a otras personas que no se ocupan de cosas religiosas, pero que habían acudido a ese páramo hoy ya famoso."

Avelino de Almeida
En el periódico O Século
Tomada del libro Dios-la-ciencia-las-pruebas-el-albor-de-una-revolucion de Michel-Yves Bolloré y Olivier Bonnassies, página 420



"Se ve a toda la inmensa multitud volverse para el Sol, que se muestra libre de nubes, en el cenit. El astro recuerda una placa de plata mate y es posible mirar el disco sin el mínimo esfuerzo. No quema no ciega. Se diría que se estaba produciendo un eclipse."

Avelino de Almeida

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