Encuentros cercanos con ovnis. ¿Una arquitectura psíquica desconocida? Introducción a la Teoría de la Distorsión José Antonio Caravaca


Presagiábamos, desde nuestra más tierna ingenuidad, que los aterrizajes de aquellas asombrosas y misteriosas aeronaves, a las que llamábamos ovnis, nos iban a conducir irremediablemente a la resolución de este fascinante enigma. Y que los «extraterrestres» nos traerían, entre otras grandes cosas, la «buena nueva» sobre la pluralidad del cosmos. Pero esto, después de siete décadas de investigación y miles de incidentes registrados en todo el mundo, no ha ocurrido. Y no ha ocurrido por una sencilla razón: la cercanía del fenómeno se transformó en lejanía. Y es que las interrogantes que se plantean alrededor de los encuentros cercanos con ovnis son innumerables y complejas. Muy lejos de presentarse como un fenómeno homogéneo, coherente y cuantificable, las experiencias de proximidad con los tripulantes de los platillos volantes nos acercan hacia un universo efímero y etéreo, donde las barreras de nuestra realidad parecen desvanecerse por completo. Indicando, entre otras cosas, que nos enfrentamos a un paradigma mucho más complejo que la respuesta, simplista, que nos ofrece la hipótesis extraterrestre. Es más, el estudio profundo de este tipo de incidentes, que por cierto son los que más datos pueden ofrecer sobre la verdadera naturaleza de los ovnis, evidencia la presencia de un factor mental muy importante, donde la psique del observador parece jugar un papel preponderante en la acción que se está desarrollando y ejecutando ante sus ojos. Y es que, tras décadas de ardua investigación, los informes de aterrizajes de platillos volantes se han erigido como un impenetrable arcano imposible de desvelar. Y ¿por qué? Porque no hemos sido capaces, entre otras cosas, de encontrar ni una trama, ni un hilo conductor que enlazara o conectara todos estos singulares episodios en una única y coherente historia. La literatura ovni se limita a mostrarnos mil y una variantes, cargadas de ricos matices, sobre un mismo concepto… la visitación extraterrestre (visión aeronave/aterrizaje/ocupantes). Pero estamos convencidos de que con este libro podemos aportar, apoyado en multitud de trabajos anteriores elaborados por destacados investigadores, un nuevo enfoque que nos ayude a comprender, por fin, en parte, este irritante y fascinante paradigma…
 
Encuentros cercanos con ovnis. ¿Una arquitectura psíquica desconocida? Introducción a la Teoría de la Distorsión
José Antonio Caravaca
 
 
 
El Dr. Joseph Allen Hynek, considerado el padre de la ufología moderna, se convenció de la realidad del fenómeno, tras su radical escepticismo inicial, después de comprobar como la USAF no tenía el menor interés en investigar los ovnis de una manera sería y objetiva. En el año 1972, tras años de infatigables pesquisas ufológicas, el Dr. Hynek estableció una clasificación para catalogar los avistamientos ovnis (publicada en su libro UFO Experience). Los denominados ENCUENTROS CERCANOS DE PRIMER TIPO (CEI) aglutinarían la observación de un ovni a menos de 150 metros del testigo, lo suficientemente cercano como para que no existieran dudas sobre la naturaleza anómala del objeto observado. Los ENCUENTROS CERCANOS DE SEGUNDO TIPO (CEII) recogerían todos los encuentros donde los ovnis hubiesen dejado algún tipo de evidencia tras su paso: marcas en el suelo, interferencias electromagnéticas, daños sobre personas o animales, etc. Y, por último, los episodios más desconcertantes: Los ENCUENTROS CERCANOS DE TERCER TIPO (CEIII), aquellos casos en que el testigo haya observado la presencia de tripulantes en el ovni o en sus inmediaciones. Aunque originalmente el Dr. Hynek utilizó el término «seres animados» para evitar identificar las visiones de estas entidades con «extraterrestres» o «alienígenas» (además de distinguir a los posibles seres físicos de los mecánicos, «robots»).
 
Encuentros cercanos con ovnis. ¿Una arquitectura psíquica desconocida? Introducción a la Teoría de la Distorsión
José Antonio Caravaca
 
 
El ufólogo brasileño Jader U. Pereira realizó un macroestudio sobre los ocupantes de los ovnis en su clásico libro Tipología dos humanoides extraterrestres (1970), donde más que unificar el fenómeno, demostró, sin pretenderlo, su extremada complejidad a la hora de establecer algún tipo de orden o clasificación. Estas fueron algunas de sus conclusiones tras analizar decenas de encuentros cercanos:
 
1.- En la casi totalidad de los casos, los ocupantes no parecen poseer facultades superiores a las de los humanos, pero en algunas ocasiones han manifestado dotes sobrehumanas.
 
2.- La actitud de los seres es variable, pudiendo ser amigable, pasiva u hostil.
 
3.- Entre todos los tipos de ocupantes, tan diferentes en ocasiones, parece haber un punto común: la poca predisposición a entrar en contacto con los terrestres, tanto a nivel oficial como a nivel de masas.
 
Encuentros cercanos con ovnis. ¿Una arquitectura psíquica desconocida? Introducción a la Teoría de la Distorsión
José Antonio Caravaca
 
 
Los informes decían que los ocupantes de los ovnis podían presentar casi cualquier aspecto que pudiéramos imaginar. En tamaño, los encontrábamos de todas las medidas, desde apenas unos centímetros hasta varios metros de altura. De la misma forma, sus facciones contemplaban todas las modificaciones concebibles por un guionista de Hollywood; con o sin ojos, sin nariz, sin boca, con colmillos, calvos, peludos, etc. Y con sus extremidades ocurría lo mismo: han sido descritos «extraterrestres» con brazos largos y delgados, cortos y gruesos, sin dedos, con garras o pinzas en vez de manos… ¿Es esto lógico? ¿Puede ser nuestro planeta el foco de atención de decenas de civilizaciones extraterrestres? A nadie se le escapa que resulta absurdo e incomprensible que seamos visitados por una amalgama tan amplia de seres «alienígenas». Los ufólogos más tradicionalistas, aquellos que se han dejado seducir por la hipótesis extraterrestre (HET), están plenamente convencidos de que esto es así. Que la tierra es una especie de zoológico intergaláctico donde se dan cita infinidad de civilizaciones alienígenas diferentes.
 
Encuentros cercanos con ovnis. ¿Una arquitectura psíquica desconocida? Introducción a la Teoría de la Distorsión
José Antonio Caravaca
 
 
Lo que sí pareció quedar más o menos definido son las actividades que llevaban a cabo los humanoides una vez habían puesto un «pie» en tierra. Hemos anotado tres tipos de actuación básica:
 
1.- La recogida de muestras del entorno; plantas, tierra, piedras, etc.
 
2.- La reparación de la aeronave.
 
3.- La inspección ocular de los alrededores.
 
Estos tres puntos son muy significativos para nuestro estudio, ya que todos los tripulantes de los ovnis, sea cual sea su aspecto, su estatura o número de extremidades, se comportaban de la misma forma. Como si todos siguieran un mismo guion o un ordenado patrón de conducta. Jader U. Pereira decía en su amplio informe:
 
Por su forma y efectos, los aparatos y objetos utilizados por los tripulantes no son totalmente desconocidos para nosotros, a pesar del hecho de que en su mayor parte parecen proceder de una tecnología que desborda los límites de nuestros actuales conocimientos científicos.
 
Encuentros cercanos con ovnis. ¿Una arquitectura psíquica desconocida? Introducción a la Teoría de la Distorsión
José Antonio Caravaca
 
 
… pese a presuponerse una alta tecnología a los extraterrestres, estos utilizaban toscas herramientas análogas a las nuestras para realizar las mismas tareas. Pero había más piezas que no encajaban en este enorme puzle. Muchos sucesos parecían relatos arrancados de las páginas de una novela de ciencia ficción, y otros, los más perturbadores, fruto de chiflados y farsantes. ¿Era esto posible? ¿A qué tipo de paradigma nos estábamos enfrentando? ¿En qué momento la casuística ovni reveló su verdadera cara?
 
Encuentros cercanos con ovnis. ¿Una arquitectura psíquica desconocida? Introducción a la Teoría de la Distorsión
José Antonio Caravaca
 
 
 
El fenómeno ovni, estudiado en su conjunto, presenta tal grado de disconformidad, singularidad e incoherencia, que dibuja un halo de desconfianza tan grande que hace prácticamente imposible que el grueso de la sociedad pueda aceptar estas manifestaciones como «ciertas». Incluso en casos muy parecidos encontramos, siempre, amplias diferencias.
 
Encuentros cercanos con ovnis. ¿Una arquitectura psíquica desconocida? Introducción a la Teoría de la Distorsión
José Antonio Caravaca
 
 
Los ECIII están repletos de amplios matices inherentes a cada caso. Y es que casi la totalidad de los extraterrestres y sus naves nunca regresan… nunca más vuelven a ser vistos, como si su «vida» fuera efímera… como la de nuestros sueños, tan reales cuando los «percibimos» y tan quiméricos cuando despertamos… En este grafico se observa a la perfección las discrepancias que hallamos entre sucesos aparentemente similares.
 
Encuentros cercanos con ovnis. ¿Una arquitectura psíquica desconocida? Introducción a la Teoría de la Distorsión
José Antonio Caravaca
 
 
En muchos sucesos ovnis, no queda claro si el testigo está describiendo la presencia de humanoides (seres vivos) o, por el contrario, se trata de entidades robóticas.
 
Encuentros cercanos con ovnis. ¿Una arquitectura psíquica desconocida? Introducción a la Teoría de la Distorsión
José Antonio Caravaca
 
 
… o más insólito de la literatura ovni es que, incluso en casos registrados muy próximos en el tiempo y la distancia, los detalles de los supuestos tripulantes y sus artefactos son totalmente diferentes, como si hubiese un tipo de «extraterrestre» por cada persona que lo observa. No existe una continuidad en las manifestaciones de estos fenómenos que nos pueda inducir a pensar que estamos en presencia de una sola y sólida historia que se nos está ofreciendo por capítulo. La trama se reinicia en cada encuentro ovni. No podemos encontrar un hilo argumental más allá de la apariencia más básica que nos transmiten estas apariciones, o sea, la visitación extraterrestre; artefactos de toda índole que descienden, toman tierra y de la que surgen entidades.
 
Encuentros cercanos con ovnis. ¿Una arquitectura psíquica desconocida? Introducción a la Teoría de la Distorsión
José Antonio Caravaca
 
 
La casuística ufológica solo nos pronostica con seguridad que «algo» bajará del cielo y que «algo» saldrá a nuestro encuentro. Y es que los ECIII están abiertos a una «creatividad» sin límites…
 
Encuentros cercanos con ovnis. ¿Una arquitectura psíquica desconocida? Introducción a la Teoría de la Distorsión
José Antonio Caravaca
 
 
 
 
Encuentros cercanos con ovnis. ¿Una arquitectura psíquica desconocida? Introducción a la Teoría de la Distorsión
José Antonio Caravaca
 
 
… multitud de testigos de ECIII han experimentado extraños fenómenos asociados a una percepción anómala de su experiencia. Esto evidenciaría que este tipo de manifestaciones, lejos de ser encasillables en una realidad ortodoxa, estarían sujetas a parámetros espacio/temporales/psicológicos aún desconocidos por nuestra ciencia. Por ejemplo, algunos observadores describen que mientras contemplaban el descenso o aterrizaje de un ovni, una inexplicable «campana de silencio» parecía envolver todos los alrededores y que eran incapaces de escuchar el más mínimo sonido (ruidos de la vegetación, animales, viento, etc.). Además, si el encuentro se producía en las cercanías de una carretera, ningún otro vehículo o persona circulaba por la zona, hasta que el ovni desaparecía de la vista de los testigos. Otra característica especialmente inusual es que, en algunos incidentes, los observadores han relatado que el tiempo transcurrió de forma anómala ante la presencia de estos objetos y sus tripulantes (creen que ha pasado menos tiempo del que realmente ha transcurrido o, menos frecuente, al contrario). Sin embargo, la única «evidencia» palpable de estas sugerentes anomalías espaciotemporales acopiadas por los investigadores es que los relojes de los testigos se detienen inexplicablemente o presentan alteraciones en su señalización horaria (atrasados o adelantados). Los estudiosos han planteado, básicamente, dos posibilidades que pudieran explicar estas extrañas circunstancias:
 
1.- Los ovnis proceden de otras dimensiones y su interacción con nuestro medio provoca todas estas anomalías.
 
2.- Los campos «energéticos» que envuelven a los ovnis, producidos por su fuente propulsora, es la causante de estos efectos.
 
Encuentros cercanos con ovnis. ¿Una arquitectura psíquica desconocida? Introducción a la Teoría de la Distorsión
José Antonio Caravaca
 
 
Aunque parezca difícil de concebir, los ECIII nada tienen que ver con visitantes extraterrestres.
 
Encuentros cercanos con ovnis. ¿Una arquitectura psíquica desconocida? Introducción a la Teoría de la Distorsión
José Antonio Caravaca
 
 
… basándonos en nuestros propios estudios, y a las múltiples contribuciones teóricas de compañeros, estamos convencidos de que estas experiencias, etiquetadas hasta la actualidad como de procedencia extraterrestre, son consecuencia de un proceso «mental» creativo único, irrepetible e intransferible, surgido de la «comunicación» e «interacción» entre la psique del observador (de forma inconsciente) y un agente externo desconocido (AE). El resultado de esta «conjunción psíquica» es una proyección «holográfica tridimensional» cuyo objetivo es inducir a la creencia de una supuesta «visitación extraterrestre» (aunque también puede abarcar otras manifestaciones anómalas como apariciones de la virgen, Bigfoot, hadas y difuntos). Pero todo el material obtenido del inconsciente de los testigos es distorsionado de tal forma que el observador no pueda reconocerlos como propios, y es por ello que bautizamos esta idea como la teoría de la distorsión (TD). De esta forma, por ejemplo, el protagonista de un episodio ovni puede ver el aterrizaje de una «nave» con la forma «distorsionada» del cohete que vio en la televisión, los humanoides pueden portar un tipo de escafandra «distorsionada» a partir del casco de su propia motocicleta o vistiendo una indumentaria estrafalaria que observó en una revista. Además, si estamos ante algún tipo de proyección (que puede ser percibida por más personas), esto explicaría por qué, en la mayoría de ocasiones, los ovnis y sus ocupantes no dejan huellas ni rastros y pueden desplazarse a través de objetos físicos como si poseyeran facultades fantasmagóricas. Por si fuera poco, en multitud de ocasiones, los ovnis o sus ocupantes, juntos o por separado, simplemente aparecen en un determinado lugar y después se esfuman en el aire. Ni vuelan, ni aterrizan, ni despegan, propiamente dicho.
 
Encuentros cercanos con ovnis. ¿Una arquitectura psíquica desconocida? Introducción a la Teoría de la Distorsión
José Antonio Caravaca
 
 
Aunque estos sucesos que hemos estado estudiando compartan elementos y rasgos comunes con otros incidentes ocurridos en el mundo, cada episodio de CEIII es exclusivo y enriquecido con elementos propios asociados y aportados por la mente privativa de cada individuo (hobbies, cine, literatura, TV, etc.) que participa en la elaboración de esta experiencia. Por tanto, es lógico que las descripciones de los ocupantes de los platillos volantes, así como las de las propias aeronaves, contengan matices tan dispares y diferentes en tamaño, colores y formas, de un suceso a otro, imposibles de confrontar y etiquetar, y que concluyen en un alocado e interminable listado de presuntos alienígenas y naves espaciales. Ya que estaríamos ante un proceso altamente «creativo», prácticamente infinito en resultados posibles, determinado por la participación de la psique de los observadores, como elementos singulares e impredecibles, donde el «concepto» sugerido por el agente externo, en el caso que nos ocupa, «visitante extraterrestre» y «platillo volador», pueden sufrir todo tipo de variaciones, combinaciones y alteraciones tipológicas o anatómicas. Además, como se trata de un mecanismo mental, equiparable en funcionamiento y puesta en escena al de los sueños y, en cierta medida, «artístico» en su concepción, el desarrollo de los ECIII ofrece una lectura soterrada que a ojos del profano resulta incomprensible y absurda, carente de la lógica de la realidad cotidiana. Esto es resultado de la implicación inconsciente de los testigos que se erigen, aun sin saberlo, como los máximos responsables de las acciones acometidas por los tripulantes de los ovnis. Pese a esto, el AE, en ocasiones, puede «sugerir» o «inducir» patrones de conducta en los «personajes» u otros aspectos «estéticos» de la trama, pero es la mente del testigo la que decide realmente, con un «esquema onírico», cómo se va a desarrollar toda la escena. Por ello, los comportamientos delatados de los supuestos extraterrestres resultan paradójicos y confusos, y a todas luces, en infinidad de eventos, inadecuados y absurdos para unos presuntos astronautas procedentes de otros planetas.
 
Encuentros cercanos con ovnis. ¿Una arquitectura psíquica desconocida? Introducción a la Teoría de la Distorsión
José Antonio Caravaca
 
 
Nuestra tesis también explicaría otra anomalía importante: la presencia de estos fenómenos en cualquier parte del mundo. En España, por ejemplo, es raro el pueblo que no cuente entre sus vecinos con alguna persona que haya observado el descenso de un platillo volador; ¿es esto estadísticamente posible… o sensato? Si son proyecciones que se producen bajo conjunciones psíquicas desconocidas, es lógico que su extensión/propagación sea mayor que la de unas supuestas naves de tuercas y tornillos que descienden por doquier. Además, es muy probable que, en muchas ocasiones, estas manifestaciones sean solo percibidas por el observador (y es por ello que personas de su alrededor no sean testigos de estos fenómenos cuando la lógica dicta que debieron presenciarlo). Es factible que muchos incidentes ovnis solo tengan una realidad «física» aparente, motivada por la propia percepción del fenómeno en una visión privada, indistinguible de la realidad ordinaria para el testigo.
 
Encuentros cercanos con ovnis. ¿Una arquitectura psíquica desconocida? Introducción a la Teoría de la Distorsión
José Antonio Caravaca
 
 
 
… los ECIII estarían más próximos a ser una elaborada «arquitectura psíquica» (con partes físicas y tangibles) producto de un desconocido e inquietante proceso «onírico/creativo inducido» que a una exploración espacial orquestada por seres biológicos procedentes del espacio exterior. Además, si estamos en lo cierto, esto revelaría por qué encontramos detalles únicos e intransferibles en los incidentes que no se vuelven a repetir en otra parte del mundo, ya que la principal (que no la única) «fuente» de la construcción de las experiencias es la propia psique de los testigos. Estos planteamientos nos ofrecen un nuevo marco conceptual que puede explicar la monumental y anárquica estructura que recoge la casuística ufológica que, hasta la fecha, ha escapado, esquivado y eliminado cualquier tipo de escrutinio racional a la que haya sido sometida para esclarecer su naturaleza u origen…
 
Encuentros cercanos con ovnis. ¿Una arquitectura psíquica desconocida? Introducción a la Teoría de la Distorsión
José Antonio Caravaca
 
 
En este contexto, hay que dejar claro que los ECIII no poseen continuidad alguna. No obedecen a una trama que podamos seguir o rastrear en el tiempo o en el espacio, creando una gran historia. Son episodios aislados y fortuitos, únicos e intransferibles, que surgen en un determinado momento, bajo unas conjunciones indescifrables hasta la fecha, pero que desaparecen en el mismo instante en que acaba la experiencia, para no repetirse jamás ni continuar en otro evento. Pese a tener miles de casos a nuestra disposición, prevalecen de forma alarmante las diferencias sobre las semejanzas entre avistamientos. Es totalmente inexplicable que los defensores de la hipótesis extraterrestre no hayan encontrado sumamente extraño que los detalles de un determinado ovni (su tren de aterrizaje, sus ventanas, su puerta, por ejemplo) no se encuentren repetidos en otro suceso. Que la descripción de los platillos volantes varíe de forma y tamaño tan asombrosamente de un episodio a otro y que no exista más hilo conductor en toda esta alocada trama que la propia base del fenómeno, o sea, que son hipotéticos visitantes del espacio y que viajan en naves espaciales. Todo lo demás es susceptible de ser modificable hasta el infinito. Y de la misma forma, los tripulantes de los ovnis jamás han ofrecido ninguna información que haya podido ser completada ni en tan solo dos eventos diferentes. Por ejemplo, los ocupantes de un ovni nunca han comentado a un testigo: «Mira, hace unas semanas aterrizamos en un pequeño pueblo de Wisconsin y le regalamos unas galletas a un simpático humano». Es más, incluso en aterrizajes ovnis ocurridos muy próximos en el tiempo y en el espacio, jamás se han repetido patrones. Es como si cada experiencia ovni fuera distinta, nueva y original y conservara solo el trasfondo común: la supuesta visitación extraterrestre.
 
Y dos puntos transcendentales:
 
a.- Al tratarse de una proyección cuyos orígenes hay que rastrearlos en una conjunción psíquica que proyecta una quimera, nada de lo sucedido durante un ECIII obedece a una realidad empírica, ni tiene una continuidad física en nuestro universo después de que el encuentro haya concluido. O sea, los humanoides, la nave y las acciones registradas durante la experiencia no tienen una existencia real (más allá de cumplir su cometido exhibicionista ante los testigos) ni, lo más importante, volverá a repetirse en otro evento ovni. Sencillamente porque nada de lo representado existe fuera de la «ilusión/ficción» creada en el momento, ipso facto, para citada proyección. No existen intenciones ni propósitos preconcebidos. Todo surge en el mismo momento de la creación.
 
b.- Al tratarse de una proyección definida y delimitada por el contenido inconsciente de los testigos, nunca obtendremos ninguna información realmente inédita de estos contactos (incluimos las sesiones espiritistas y fenómenos mediúmnicos, entre otros), porque todo lo que percibimos y obtenemos de estas manifestaciones obedece a un proceso de retroalimentación de material conocido por el observador (religioso, filosófico, científico, etc.). Por tanto, el AE es esencialmente neutro en las experiencias, y sospechamos que no aporta nada, o casi nada, de su cosecha, a las proyecciones.
 
Comprobemos nuestros planteamientos con dos ejemplos.
 
Encuentros cercanos con ovnis. ¿Una arquitectura psíquica desconocida? Introducción a la Teoría de la Distorsión
José Antonio Caravaca
 
 
¿Y qué pasa con las huellas?
 
El denominado AE durante la creación de los ECIII aporta algunos factores comunes, con otras experiencias ovnis ocurridas en el mundo, guardando cierta estructura narrativa para que estos episodios no sean confundidos o etiquetados simplemente como alucinaciones, problemas mentales o burdos engaños. Además, «añade», en ocasiones, distintos tipos de evidencias físicas (quemaduras, hoyos, manchas, pisadas, etc.) para afianzar, quizás, la creencia de que estos incidentes obedecen a un paradigma real ajeno a la mente de los testigos. Aunque, eso sí, los vestigios dejados por nuestros escurridizos «visitantes» son de tal sutileza que hace que sus incursiones en nuestra realidad cotidiana sigan siendo enigmas insondables y difíciles de creer para una mayoría de la población. Pero la TD expone que estas evidencias físicas adquieren un valor radicalmente diferente al expuesto por los defensores de la hipótesis extraterrestre. La distorsión establece que el AE es capaz de «fabricar materia efímera» para dar corporeidad a algunos encuentros cercanos, para que incluso el testigo interactúe con la escena que está presenciando y no se percate, de esta forma, de que se halla ante una perfecta «escenografía tridimensional» orquestada y decorada con elementos inconscientes de su propia psique. Pero lo más interesante, desde el punto de vista de la TD, es que las supuestas huellas físicas dejadas en el terreno después de un aterrizaje OVNI, no dejan de ser evidentes distorsiones de elementos perfectamente reconocibles por los testigos o los propios investigadores, incluso antes de que estos se hayan producido: pisadas, hierba aplastada, quemaduras, restos metálicos, orificios, manchas de «aceite», radiactividad, etc. Todo más que previsible. Pero ¿por qué no se han encontrado evidencias de otro tipo, difíciles de encasillar en nuestros parámetros mentales o científicos? Por ejemplo, ¿por qué ningún platillo volador en su fase de despegue ha transformado los alrededores a una tonalidad azulada, arboles, tierra y hierbas incluidas? Si nos enfrentamos a una tecnología casi inimaginable por nuestra ciencia, al interactuar en nuestra atmósfera, quizás pudiera provocar todo tipo de efectos imprevisibles, desde trasmutar piedras en diamantes, hasta provocar una lluvia en un lugar desértico… Pero nada de esto se ha dado sencillamente porque nadie lo ha «imaginado» como una «cosa lógica» y «probable» que deba producirse por el aterrizaje o despegue de un platillo volador. Y como esta información no existe tácitamente en el material inconsciente que el AE extrae de la psique del testigo en el momento que se produce la «comunicación», no puede representarla en su efímera proyección, que intenta simular una supuesta visitación extraterrestre, pero, siempre, tal y como nosotros la presumimos. Por tanto, tal y como postula la TD, nada de lo presentado ante los ojos de los eventuales testigos es totalmente desconocido por este. Desde nuestra óptica humana, es más «sensato» y «comprensible» que una nave espacial alienígena, aunque sea capaz de cruzar las extrañas distancias estelares en fracciones de segundos o provenga de un universo paralelo desconocido, debe tener un «tubo de escape» casi por mandato divino, quemar la vegetación, soltar un chorro de aceite y provocar radiactividad. Y así, de una forma controlada y deliberada, producto de una hábil distorsión de la información inconsciente de los testigos, el AE provee a los observadores y a los investigadores de todo el «material» que ellos mismos esperan encontrar tras el aterrizaje de una nave extraterrestre… ni más ni menos.
 
Encuentros cercanos con ovnis. ¿Una arquitectura psíquica desconocida? Introducción a la Teoría de la Distorsión
José Antonio Caravaca
 
 
Pero ¿qué pasa con los efectos físicos sobre los testigos (quemaduras, ceguera, radiación, mareos, etc.)? No debemos olvidar, en este punto, que nuestra ciencia médica ha descubierto que las enfermedades psicosomáticas (inducidas por la mente) son más numerosas de las que se creía hace décadas: Dificultad para dormir, rigidez por la mañana, ansiedad, dolores de cabeza, mareos, ceguera, visión doble, afonía, vértigos, desmayos, náuseas, sensación de hormigueo o adormecimiento en las manos y los pies, parálisis musculares, taquicardias, falta de memoria o dificultad para concentrarse, enfermedades de la piel (psoriasis, vitíligo, etc.), cansancio, etc. Por tanto, la interacción con este AE podría ser el «motor» para infinidad de secuelas para nuestro organismo. Si el testigo cree (de forma inconsciente, imbuido por sus creencias o miedos) que aquel objeto puede dañarlo, quemarlo o cegarlo, por ejemplo, es probable que el observador se vea afectado, a veces, por estas acciones. Hay que tener en cuenta que tanto las huellas como los efectos sobre los testigos no se registran en el grueso de la casuística ovni, aunque tengamos los mismos elementos en juego: distancia del objeto con respecto al testigo, tocar a los humanoides, ser irradiados por luz, etc., por lo que esto quiere indicar claramente que estas «secuelas» deben tener un origen diferente a la mera presentación o presencia sine qua non del fenómeno ante el observador, ya que, de lo contrario, se registrarían siempre en cada una de las manifestaciones de los No identificados. Por ello, estamos convencidos de que en la elaboración/proyección de estas manifestaciones, se ponen en funcionamiento «energías» que pueden provocar todo tipo de interacciones con el medio y las personas.
 
Encuentros cercanos con ovnis. ¿Una arquitectura psíquica desconocida? Introducción a la Teoría de la Distorsión
José Antonio Caravaca
 
 
Este singular proceso psíquico desconocido que estamos describiendo daría explicación a uno de los mayores, si no el mayor, enigmas asociado a los ECIII: el factor absurdo. Hasta la fecha, la mayoría de los investigadores, encabezados por Jacques Vallée, defendían que todos esos detalles incoherentes que encontramos en las experiencias ovnis (diversas fisionomías, extravagantes comportamientos, conversaciones ridículas, etc.) tenían un objetivo concreto, ideado por los tripulantes de los No identificado, restar credibilidad al fenómeno de cara a la opinión pública. Pero bajo el marco de nuestras ideas, este incongruente aspecto es mucho más sencillo de entender, y no hay que otorgarle mayor trascendencia. La propia mecánica interna que provoca la creación de este tipo de experiencias lleva inherente la incorporación de estos elementos absurdos e incoherentes, fruto de la participación inconsciente de los testigos en un proceso casi gemelo al de los sueños. No hay nada más. Por tanto, estos detalles absurdos carecen totalmente de significación especial o transcendental, más allá del valor creativo/artístico expresado en una «proyección holográfica» cuya misión es la de presentar una ficción muy similar a la del universo onírico, tanto en su desarrollo como en su puesta en escena. Si no, ¿cómo explicaríamos que los «cíclopes» del incidente de Brasil conocieran qué gestos realizamos los humanos para mandar a alguien a dormir? Y es que esta información solo tiene un posible origen: fue incorporada a la «proyección» por el inconsciente de los niños. ¿O es casual que unos jóvenes motoristas vieran un extraterrestre vestido precisamente con una «cazadora de cuero», con casco de moto y andando como un monstruo cinematográfico?
 
Y, por si fuera poco, el investigador David Slater, en un reportaje titulado Spaceships, spheres and the devil´s herb (2010), señaló las evidentes semejanzas del artefacto observado por Robert Taylor y una nave espacial que apareció en la serie de televisión Dr. Who en un capítulo llamado «City of death» el 20 de octubre de 1979, tan solo trece días antes del avistamiento. De la misma manera, el monstruo de Kofu es casi idéntico a los personajes aparecidos en las series Alien Hook (Japón) y Outers Limits (EE. UU.). También es muy delatador de un proceso psíquico encubierto que la mayoría de avistamientos de humanoides parecidos al «muñeco de Michelin» hayan sido denunciados sobre territorio francés, de donde es originaria la famosa marca de neumáticos y donde, lógicamente, estaría más presente el icónico logotipo en el inconsciente de los testigos. Y tampoco es casual que muchos ocupantes de ovnis observados por niños porten pistolas y armas, elementos muy latentes en el imaginario infantil. De hecho, cuando expuse algunas de mis ideas a Jacques Vallée, en una comunicación personal (24/07/2015), me respondió: Creo que sus ideas son importantes. Varios autores han planteado la cuestión antes (incluido yo), pero la nueva documentación que está usted aportando es muy convincente.
 
Encuentros cercanos con ovnis. ¿Una arquitectura psíquica desconocida? Introducción a la Teoría de la Distorsión
José Antonio Caravaca
 
 
¿Quién o qué es el agente externo?
 
Llegados a este punto, está claro que no estamos ante la visita de una/s civilización/es extraterrestre/s ni enfrentados a un sistema de control inteligente que intenta promover algún tipo de cambio en la sociedad humana, como señala Jacques Vallée entre otros. A nuestro entender, el AE, o el factor desencadenante de estas experiencias, puede ser algún tipo de entidad (en su más amplio concepto) que necesitaría de las creencias humanas o de la propia interacción con las personas para «subsistir», pero, incluso, puede ocultar, simplemente, un proceso psíquico desconocido, con cierta autonomía limitada, vinculado con el inconsciente colectivo descrito por el genial Carl Jung. No estamos necesariamente ante unos «seres inteligentes» con intenciones ocultas que pretenden transmitirnos algún mensaje o manipularnos, por ejemplo. Estamos hablando de algo radicalmente diferente que se manifiesta y se expresa con nuestra propia información inconsciente y que mucho antes de presentarse como astronautas extraterrestres lo hizo utilizando otros ideogramas (daimones, ángeles, demonios, fantasmas, etc.). Y es que es muy factible que este AE sea el promotor soterrado de muchos mitos y folklores presentes en la historia y haya utilizado diferentes «máscaras» y «ropajes» para presentarse a la humanidad a lo largo de los siglos. Aunque como decimos, y esto es muy importante, este «camuflaje» no es sinónimo de una hábil y grandiosa manipulación psíquica, como han pretendido defender algunos investigadores, sino que, al utilizar los contenidos inconscientes de los testigos, es obvio, y no puede ser de otra manera, que las manifestaciones del AE tienen que ser obligatoriamente sincrónicas a los intereses, pensamientos y avances de la época. Tampoco puede descartarse que, en ocasiones, el AE se limite a utilizar creencias latentes en la sociedad para allanar sus incursiones. Lo que también parece claro es que el contacto/sintonización con el AE provoca un «estado alterado de conciencia» en los testigos, lo que daría luz a muchísimas de las inexplicables circunstancias que rodean a veces los CEIII (aislamiento sensorial, disfunciones del tiempo, percepción sobrenatural, etc.). El resultado sería una mezcla de «realidad» y «ensoñación» que induciría a que el observador se sintiera literalmente «arrebatado» por su visión como los antiguos místicos y profetas con lo que comparten tantísimas cosas…
 
Encuentros cercanos con ovnis. ¿Una arquitectura psíquica desconocida? Introducción a la Teoría de la Distorsión
José Antonio Caravaca
 
 
El gran error de los ufólogos ha sido pensar que se enfrentaban a un fenómeno homogéneo global y que para su resolución debían juntar todas las piezas del puzle y extraer una única y definitiva respuesta: la consabida HET.
 
Encuentros cercanos con ovnis. ¿Una arquitectura psíquica desconocida? Introducción a la Teoría de la Distorsión
José Antonio Caravaca
 
 
 
Conclusiones: ECIII: la gran «estafa» ufológica
 
El gran error de los ufólogos ha sido pensar que se enfrentaban a un fenómeno homogéneo global y que para su resolución debían juntar todas las piezas del puzle y extraer una única y definitiva respuesta: la consabida HET.
 
Este, sin duda, ha sido uno de los principales factores que ha impedido el avance de las investigaciones en esta materia. Es como si hubiéramos intentado comprender o descifrar el conjunto de mil sueños, de mil personas diferentes, pensando que todos obedecían a una misma causa. O lo que es lo mismo: presuponiendo que todos estos sueños procedían de una misma fuente común que se comunicaba con los mil durmientes para enviar un mismo y único mensaje. En nuestra alocada carrera por obtener patrones comunes o una explicación global a esta ingente cantidad de sueños, extraeríamos tantos elementos diferentes, dispares y absurdos que convertirían nuestra tarea en una misión imposible. Transformaríamos de manera irremediable experiencias puramente subjetivas (con algunos nexos de unión entre ellas) en complejos sistemas de creencias. Además, para mayor confusión, como ocurre con el estudio de los ovnis, este análisis nos llevaría a formular multitud de preguntas y teorías que simplemente no tienen respuestas, porque no nos enfrentamos a una gran y única cuestión. No hemos realizado las preguntas adecuadas. Tal y como defendía Carl Jung, el mensaje de los sueños va dirigido exclusivamente al soñante, con elementos privativos e imágenes inherentes a su universo mental individual, aunque pudiendo, en ocasiones, compartir arquetipos universales de nuestra especie. Jung, en su libro Approaching the unconscious (1978), señalaba:
 
Aprendan todo cuanto puedan acerca del simbolismo; luego, olviden todo cuando estén analizando un sueño.
 
Pues esto mismo deberíamos haber aplicado al estudio de los ovnis. Los encuentros con platillos volantes y sus ocupantes son fenómenos de características únicas y exclusivas creadas por el propio testigo (bajo la influencia del AE); por lo tanto, en su inmensa mayoría, son intransferibles o confrontables con otras vivencias, repitiéndose solo los esquemas básicos de cada experiencia. Y es por eso, única y exclusivamente, que ha sido imposible hallar un patrón común o una estructura sólida que pudiera conectar al menos una docena de casos y plantear una sólida hipótesis sobre estas apariciones. Cada incidente presenta nuevos y desconocidos elementos que conforman un nuevo universo que interpretar para el investigador. No obstante, los ufólogos han ignorado durante décadas estos hechos irrefutables y no han sabido vislumbrar el contundente mensaje que transmitía la exclusividad de cada episodio ovni. Es inadmisible que no se hayan detenido a pensar por un momento que este era un factor incompatible con sus planteamientos (HET). Con la vista puesta sobre la casuística, ha sido un auténtico disparate defender que existiesen tantas variables en los ECIII. Lo lógico es que hubiésemos tomado este aspecto como una señal inequívoca de que nos enfrentábamos a un paradigma radicalmente distinto de cuanto habíamos supuesto hasta la fecha y de importantes implicaciones psíquicas. Así, probablemente, los ECIII obedezcan, en realidad, a una simple «actualización» (fruto de la era espacial y la ciencia ficción) de antiguos mitos y crónicas que describen encuentros con una vasta legión de seres y entidades sobrenaturales. El contacto «íntimo» con un «agente», que aún no hemos podido identificar, permite a los observadores acceder a una realidad «mental/física» más allá de nuestra visión newtoniana del universo. Pero que, en última instancia, tiene estrecha relación con nuestra propia psique.
 
Por tanto, aún queda mucho por hacer. Apenas hemos empezado a vislumbrar a dónde nos pueden conducir estas conclusiones. Esperamos haber despertado la curiosidad de investigadores y amantes del fenómeno ovni. La teoría de la distorsión es una puerta que acabamos de abrir. Solo comenzamos a atisbar hacia dónde nos podría conducir. Aunque tenemos la sensación de que ya estamos más cerca del núcleo del misterio…
 
Encuentros cercanos con ovnis. ¿Una arquitectura psíquica desconocida? Introducción a la Teoría de la Distorsión
José Antonio Caravaca
 
 
 

No hay comentarios: