Juana Manso

"Cada uno es lo que es y no lo que debiera ser."

Juana Manso



"Creo firmemente que la misión primordial del maestro pues, es el desarrollo moral, intelectual y físico del niño; la iniciación a la moral, la formación del carácter, de la razón; la pulidez de las maneras, la enseñanza de la verdad, y de la justicia; los altos objetos en fin, para que fue formada la humanidad."

Juana Manso




"¡Decís, la mujer es vanidosa, voluble, falsa, ama los trapos, los brillantes, no hay que pensar en casarse porque es la ruina del hombre! ¿Y vosotros, ricos, por qué no la educáis ilustrada, en vez de criarla para el goce brutal? ¿Y vosotros, pobres, por qué le cerráis torpemente la vereda de la industria y el trabajo, y la colocáis entre la alternativa de la prostitución o la miseria?"

Juana Manso




“En todos los inconvenientes que resultan de su falsa posición; con un tutor perpetuo que a veces es lleno de vicios y estupidez, la mujer tiene con todo que bajar la cabeza sin murmurar, decirle a su pensamiento no pienses, a su corazón no sangres, a sus ojos no llores, y a sus labios reprimid las quejas!

Por qué? Si, por qué ese largo martirio que empieza y acaba con la vida de la mujer?

Por qué se condena su inteligencia a la noche densa y perpetua de la ignorancia?

Por qué se ahoga en su corazón desde los más tiernos años, la conciencia de su individualismo, de su dignidad como ser que piensa, y siente? Repitiéndole: no te perteneces a ti misma, eres cosa y no mujer?

Por qué reducirla al estado de hembra cuya única misión es perpetuar la raza?…

Por qué cerrarles las veredas de la ciencia, de las artes, de la industria, y así hasta la del trabajo, no dejándoles otro pan que el de la miseria, o el otro mil veces horrible de la infamia?

…Todo le quitáis a la mujer! Todo lo que puede caber en la misión grandiosa de la inteligencia, donde toman parte la sensibilidad y la voluntad libre. Pero le halagáis su vanidad, le excitáis el amor al lujo, a los dijes, a los tocados; ciegos dólatras de su belleza sois el incentivo funesto de la corrupción, porque si no sabe lo que es su alma, qué le importa a la mujer venderla por un puñado de alfileres de oro?…

La conciencia, el honor, la dignidad, qué son para la mujer? Quién le habla de esto? Conciencia? Vos se lo traducís por salvar las apariencias. Teme al mundo. Pero en temerse a sí misma, en avergonzarse de sí misma, quién le enseña? Honor? Y para qué quiere honor la mujer?

Ella no tiene palabra de honor, quién se fía en palabras de mujer? Su honor? De soltera es el honor del padre o del hermano el que guarda, de casada, es el del marido!… Insensatos!”

Juana Manso
La emancipación moral de la mujer (fragmento). En Álbum de señoritas y Correo de la moda : periódico de literatura, educación, música, teatros y modas, n.1, Buenos Aires, 1 de enero de 1854 





"Es el conocimiento verdadero de la misión de la mujer en la sociedad; es el goce de los derechos que el egoísmo del hombre le niega. También tiene un alma otorgada por Dios y el hombre le niega."

Juana Manso



"Graduemos las escuela en: primarias y elementales, ensanchemos el círculo de las nociones y de las materias de la enseñanza y convenzámonos de que deben dividirse esas mismas materias en relación a las facultades requeridas para su comprensión."

Juana Manso



"Inútil es decir á los hombres: sois libres sino se les enseña á serlo. Es desde los tempranos días de la niñez, que se debe inspirar el amor á la justicia, el respeto de si mismo, la susceptibilidad de la conciencia que no permite transigir. El conocimiento exacto y práctico de esos mismos deberes, para que llegue un día en que no sea necesario simbolizar la ley con la bayoneta, en que los soldados tengan una única misión guarnecer nuestras fronteras de los indígenas, en que el ciudadano sea el mejor defensor del orden, respetando las instituciones oír su sola fuerza moral; á ese resultado solo se llega al pueblo."

Juana Manso



"La educación debe se costeada por todos y para todos."

Juana Manso



"La escuela es el secreto de la prosperidad de los jóvenes."

Juana Manso



"(...) la verdadera prosperidad de un pueblo, como la verdadera nobleza de los individuos, está basada en la educación. No necesito señalar su penetración y cuáles son los obstáculos a la difusión de la enseñanza. Se quiere al país sumido en la ignorancia para dominarlo mejor."

Juana Manso


"Lo que es natural no puede mudarse, Eugenia descontenta de su marido cuya conducta no era irreprensible hacia participar su malhumor á la amiga de su infancia, á aquella que nada había podido separar de su lado. Cuando su orgullo le hacía sentir la necesidad de desahogar su corazón, Leonor era a quien se buscaba, esta oía con la paciencia de un ángel las quejas de madame de Gercourt y la consolaba lo mejor que podía; cuando las penas de Eugenia se disipaban olvidaba la tierna solicitud de su amiga y de nuevo le hacía experimentar todo el peso de su despotismo.
Un frío silencio, medias palabras con que hacía ver el deseo de despedir a una tan buena amiga, no le dejaba ninguna duda sobre su demasiada culpable intención. La Señorita de
Yilliers la libertaba de su presencia y entraba en su cuarto con el corazón acongojado y el alma oprimida, ¡Ay de mi! decía, lo veo con dolor, es preciso separarme de mi amiga, ¿qué será de mi? ¿Quien participará de mis penas si la amistad me abandona? Estas tristes reflexiones le inspiraron el deseo de emplear todos sus momentos en un trabajo que pudiera un día procurarle algunos medios honrosos de subsistencia.
Desde este instante se contrajo al bordado y al dibujo. Y en poco tiempo hizo grandes progresos adquiriendo insensiblemente un recurso seguro centra el golpe que no tardó en recibir. Algunos quebrantos en la fortuna del Sr. de Gercourt, hombre entregado á los placeres y á la disipación, dio á su mujer el pretexto que buscaba para deshacerse de Leonor; cuya sociedad le causaba fastidio. Esto no es extraño si se considera que la señorita de Yilliers siempre melancólica; con el corazón angustiado y el amor propio ofendido ofrecía sin cesar el cuadro de la aflicción en una casa donde reinaba la alegría, donde se ocupaba la mañana en las diversiones del día, donde la ligereza y el sarcasmo reemplazaban la ingenuidad, donde la sensibilidad era el objeto del ridículo. Leonor sin embargo podía permanecer sin costar nada; cuando se ocupaba constantemente de todos los quehaceres de la casa su servicio equivalía al de una ama de llaves, pero su presencia importunaba."

Juana Manso de Noronha
El egoísmo y la amistad o los efectos del orgullo



"No somos utopistas (las educadoras) sabemos que el nivelamiento social es imposible ya que el dinero siempre dividirá a los hombres en clases."

Juana Manso



"(...). No vasta aprender a leer también debe cultivar el gusto por la lectura para que ese pasatiempo venga a ayudarnos en la obra de nuestra educación propia. (...) hay niños que sin oportunidad de cultivar lo que aprendieron en la escuela lo olvidan antes de llegar a ser hombres, esa es la semilla que callo en la roca. (...)"

Juana Manso



"Quiero probar que la inteligencia de la mujer, lejos de ser un absurdo o un defecto, un crimen o un desatino, es su mejor adorno, es la verdadera fuente de su virtud y de la felicidad doméstica. La sociedad es el hombre: él solo ha escrito las leyes de los pueblos,  sus códigos; por consiguiente, ha reservado toda la supremacía para sí; el círculo que traza en derredor de la mujer es estrecho inultrapasable (sic), lo que en ella clasifica de crimen, en él lo atribuye a la debilidad humana; de manera que, aislada la mujer en medio de su propia familia, de aquella de que dios la hizo parte integrante, segregada de todas las cuestiones vitales de la  humanidad por considerarse la fracción más débil, son con todo obligadas a ser ellas las fuertes y ellos en punto a tentaciones, son la fragilidad individualizada en el hombre."

Juana Manso



"Sereno todo. El cielo, el mar, el aire, la naturaleza entera, hasta el hombre que oprime la desgracia, pero cuya conciencia reposa tranquila en el cumplimiento del deber... Sereno y triste, también Arévalo asistía a la salida del buque, aunque la mudanza del patrón lo hubiese penalizado hondamente.
Arévalo y su compañera acaso pensaban lo mismo, sin resolverse a comunicarse sus negros presentimientos. Ellos, como aquella noche, oscura, triste y serena, daban su última mirada de adiós a la linda ciudad que dejaban tal vez para siempre; acaso rodaba una lágrima de sus pupilas, pero su corazón tenía aquella envidiable paz de la virtud, y aquella fuerza del amor puro que liga dos seres!
-Allá va: murmuró Oribe estremeciéndose. La Balandrita se alejaba del puerto como un cisne fugitivo que huye el plomo del cazador sobre la laguna. Pero, ¡ay del triste proscripto! que en aquella hora roba la traición al reposo que iba a buscar en el seno de una provincia hermana. ¡Allá va, murmuraba siempre Oribe, y acaso le venía a la memoria que aquel a quien acababa de entregar así a su enemigo, llevaba consigo una esposa y un hijo! ¡Acaso en sus entrañas de tigre, había un estremecimiento al recuerdo de la propia esposa y de los hijos!...
Pero, dirá el lector, ¿no era mejor y más fácil atravesar el Plata, y de Montevideo enviar directamente a Buenos Aires al Dr. Arévalo? Eso hubiera sido el descaro. No. El virus del jesuitismo está inoculado a la sangre española, una estirpe, tan noble, tan caballeresca en otros siglos, ¡pervertida por el jesuitismo!
Era preciso salvar, ante todo, las apariencias. El proscripto debía salir para su destino, en la costa argentina, el buque atracaba y pedía carne, las autoridades federales, celosas de conservar el orden, cogían infraganti al proscripto que osaba hollar con su inmundo pie el suelo de la patria y nada más natural que prenderlo y conducirle a Buenos Aires ¡como un homenaje del amor de los pueblos por el Restaurador de sus amadas leyes! Esto era política en aquellos tiempos... hoy todavía, la diferencia no es mucha."

Juana Manso
Guerras Civiles del Río de la Plata


"¡Todo le quitáis a la mujer! Todo lo que puede caber en la misión grandiosa de la inteligencia, donde toman parte la sensibilidad y la voluntad libre, pero halagáis su vanidad, la incitáis el amor al lujo, a los tocados; ciegos idólatras de su belleza, sois el incentivo funesto de la corrupción, porque ¿si no sabe lo que es su alma, qué le importa venderla por un puñado de alfileres de oro?"

Juana Manso



"Todos mis esfuerzos serán consagrados á la ilustración de mis compatriotas, y tenderán a un único propósito -Emanciparlas de las preocupaciones torpes y añejas que les prohibían hasta hoy hacer uso de su inteligencia, enagenado su libertad y hasta su conciencia á autoridades arbitrarias en oposición a la naturaleza misma de las cosas. Quiero, y he de probar que la inteligencia de la muger, lejos de ser un absurdo, ó un defecto, un crímen, ó un desatino, es su mejor adorno, es la verdadera fuente de su virtud y de la felicidad doméstica porque Dios no es contradictorio en sus obras, y cuando formó el alma humana, no le dió  sexo -La hizo igual en su escencia, y la adornó de facultades idénticas— Si la aplicacion de unas y de otras facultades difiere, eso no abona para que la muger sea condenada, al embrutecimiento, en cuanto que el hombre es dueño de ilustrar y engrandecer su inteligencia; desproporcion fatal que solo contribuye á la infelicidad de ambos y á alejar mas y mas nuestro porvenir.
Y no se crea que la familia no es de un gran peso en la balanza de los pueblos, ni que la desmoralizacion y el atraso parcial de los individuos no influye en bien ó en mal de la sociedad colectiva”.
Si soy tan feliz que consigo la protección de mis compatriotas, devolveré un plan de estudios que creo apropósito para mi objetivo. Conocimientos fáciles de adquirir que estuvieron hasta hoy en el recinto del misterio y en el dominio exclusivo de los hombres y que publicados en este periódico harán más por el desenvolvimiento de la inteligencia de millares de reflexiones y de palabras."

Juana Manso
















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