“Creo que el placer de los trenes radica en su simplicidad: en un tren puedes comer, estar sentado, escribir; te puedes enamorar de alguien, dormir; puedes conocer a alguien y acostarte con esa persona; puedes beber y luego sentarte y pasar la resaca… y, al mismo tiempo, estás yendo de un sitio a otro.”
Paul Mantoux
“Doy dos consejos al que quiere ser autor: lee mucho y lárgate de tu casa.”
Paul Mantoux
“La experiencia más dramática para mí siempre será cruzar una frontera. Es algo que puedes realizar en cualquier frontera, ya sea entre Singapur y Malasia, o Malasia y Tailandia, o India y Pakistán. No importa cuál. Pero no debes volar en avión, es algo que debes experimentar por ti mismo: el cambio en un idioma, las culturas, los colores.”
Paul Mantoux
“Las personas que toman fotografías pierden su capacidad de observación. Sin una cámara, estudias una cosa con más cuidado y la recuerdas mejor. Tomar una foto es una forma de olvidar.”
Paul Mantoux
“No hay una ciudad en la tierra a la que quiera regresar. La vida urbana me parece desagradable, todas las ciudades son poco atractivas, densas, ruidosas, demasiado brillantes…”
Paul Mantoux
“Para escribir y viajar es mejor ser viejo.”
Paul Mantoux
“Si realmente quieres conocer un lugar, debes ser lo más libre posible para ser espontáneo. También necesitas estar solo, porque la soledad es un gran maestro también. La soledad en los viajes te dirige y te habla de ti mismo. No te sientes solo a menos que estés solo.”
Paul Mantoux
“Siempre necesitas un mapa; pero hay de dos tipos, uno que te muestra el camino y otro que sólo es mental. Sí se necesita un mapa, pero no puedes estar ceñido a él.”
Paul Mantoux
“Un turista no tiene ni idea de dónde ha estado y el viajero no tiene ni idea de adónde va.”
Paul Mantoux
"Una de las causas que habían retrasado más el progreso de esta industria era su dispersión. El menor perfeccionamiento técnico, antes de llegar hasta los pequeños talleres rurales, caminaba durante años de ciudad en ciudad y de pueblo en pueblo. La lanzadera volante, inventada en 1733, sólo hizo su aparición en los campos de Wiltshire y Somersetshire setenta años más tarde. La historia de la industria lanera, hasta finales del siglo XVIII es una historia esencialmente regional y local. La misma revolución industrial toma en ella la forma de un acontecimiento localizado, que se realiza casi enteramente en un cierto distrito y en su provecho exclusivo. Este distrito ha seguido siendo el centro principal de la industria de la lana en Inglaterra; es aquel en que están concentradas en un espacio· reducido las ciudades de Leeds, Bradford, Huddersfield y Halifax, cuya fama ha hecho olvidar, desde hace mucho tiempo, la de las ciudades del Este y del Sudoeste, de Norwich y Colchester, de Frome y Tiverton.
¿Cómo explicar la decadencia de estas y la fortuna de aquellas? Se ha intentado hacerlo de dos maneras diferentes y opuestas. Según Laurent-Dechesne, la industria de la lana se trasladó a Yorkshire porque los salarios eran allí más bajos que en los condados del Sur. Según el doctor Cunningham, es el alza de los salarios en Yorkshire lo que determinó a los fabricantes a emplear máquinas, mientras que en el Sur la baratura relativa de la mano de obra las hacía más indiferentes al progreso técnico. Pero la contradicción no es más que aparente; se trata en realidad de dos hechos distintos y sucesivos. Los fabricantes, atraídos primeramente a Yorkshire por las condiciones ventajosas que allí encontraban, habían visto subir los salarios de sus obreros a medida que aumentaba la prosperidad de su industria, a medida también que se hacía sentir la atracción de la industria del algodón, establecida en los condados vecinos de Derby y Lancaster. Entonces habían procurado elevar el nivel de sus beneficios, tomando de la industria rival el utillaje al que debía su incomparable desarrollo."
Paul Mantoux
La Revolución Industrial en el siglo XVIII
“Un hombre feliz no puede ser escritor.”
Paul Mantoux
“Viajar en un mundo incierto… nunca me ha parecido más esencial, de mayor importancia o más esclarecedor.”
Paul Mantoux
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