Maler Müller

"En las orillas de la fuente, oscurecidas por el musgo, se reunieron los pastores y se preguntaron cómo y dónde hallarían un sátiro pródigo para ellos en la feliz noche. ¿Nos robaría o tal vez se divertiría jocoso con el centauro Pan en la gruta verde? Lamentémonos, pues estamos perdidos y hastiados de esta vida.
Lloraron de nuevo, corriendo hacia atrás y hacia delante, en medio de un profundo clamor. Un acantilado proyectaba su sombra en medio de los arbustos, a lo lejos se veía la sierra y el llanto continuaba. Contemplaban las cicatrices del viejo Mopso, lavaban su cara con una esponja húmeda y rociaban con vinagre sus fosas nasales. A medida que comenzó a respirar, apenas abrió los ojos, contempló alrededor el triste paisaje y aulló: Adiós porque tengo mis manos quebradas y el pecho ensangrentado.
El joven Myron se arrodilló ante él suplicante, en tierra la espada e inclinada la doliente y servil cabeza. Háblanos del amor de Pan, del maldito árbol de Kamstu. El sátiro suspiró y pidió un poco de pan y de vino para hallar un lenitivo en beneficio del corazón débil. Cuando había bebido y olvidado su aflicción, comenzó a decir: Malditas sean todas las mujeres, gárgolas de Júpiter creadas bajo el sol." ¿Por qué? preguntó Myron.
La mujer pertenece a una raza maliciosa, digna de ser regañada. Ninfas enemigas de todo lo bueno, fuente de dolor y tristeza que no descansa siquiera en la noche."

Maler Müller o Friedrich Müller
El sátiro Mopsus


"Es cierto que Golo canta y danza solo, en un suave silencio que expresa la tristeza eterna del corazón, cuyo dolor únicamente puede ser aliviado y disminuido por el destino, ante el cual huyen los opresores en vano, como la fortuna sobre las rocas escarpadas que atrae hacia la ruina de la esclavitud. Es hora de que el lamento perturbe el dulce sueño de la amante, que no puede yacer tranquila. ¿Quién la despertará? Genoveva continúa soñando, ignorante de lo que le sucede a su marido en la vigilia.
Teme la negativa de Siegfried, la burla lejana de la guerra, de la muerte que nos halla dormidos. El largo gemido está a la espera de la resolución de Siegfried."

Maler Müller
Golo y Genoveva



"La tormenta de aullidos en la pared de la humedecida roca degrada con su sangre el fraternal delirio de Lucifer. La primavera se asemeja a una espada de hierro que con rígido guante sumerge la esperanza en el futuro, mientras el averno forja un nuevo código, antes de que el pavimento se quiebre.
El genio prostituye el conocimiento humano en la medianoche, como un mal disoluto que desprecia la erudición de los hombres, que los atormenta con el trabajo, los golpea con la lepra y los unge en el dolor más acérrimo. Hace que hierva su cuerpo, hasta que sucumben en los umbrales del monasterio, siendo su misericordia una leve náusea que los acompaña en bata de seda, oliendo a incienso quemado alrededor del cuello. Mefistófeles quiere perdonar al arcángel que golpea su propia frente herida. ¿Acaso escuchamos? Escuchemos."

Maler Müller
La vida de Fausto
















































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