Jan Trefulka

"¿Hacia dónde? ¿Desde dónde? Después de muchas dudas y tras mucho tiempo de mi vida dedicado a la crítica, el ensayo y el periodismo, que escribí a principios de los años cincuenta del pasado siglo, me pregunté hasta qué punto los textos están en deuda con la época en la que son escritos. ¿Debería simplemente seguir el mismo camino que la mayoría de mis contemporáneos y silenciar medio siglo de historia, contribuyendo así a la cómoda ignorancia e ingenuidad de la juventud? ¿Por qué desobedecer las miras políticas que claman por trazar una gran línea imaginaria que nos libere del pasado, de nuestro pasado?
Me obsesionaban estas preguntas y no parece que de esta manera podríamos escapar del tiempo inmemorial, atenuando la desconfianza, hostilidad, irritabilidad y constante tensión en las relaciones interpersonales que subsisten incluso veinte años después de tales acontecimientos. Y es que hay ciertas experiencias que no se pueden olvidar, dejando de preguntarse qué pasó y por qué sucedió. ¿Cómo surgió la voluntad en personalidades maduras, cultivadas, de colaborar en un proyecto que cercenaba radicalmente sus prioridades, en contra de sus ideales y creencias? Fue la voluntad de un nuevo concepto de Estado, o simplemente las ganas de promocionarse, contribuyendo a los discursos presidenciales sobre la postguerra, en beneficio de una contemplación moral más acorde del socialismo checoslovaco."

Jan Trefulka
Escritos en torno a la obsesión




"Los ritmos, expresiones y entonaciones usados por los novelistas checos, provenientes en gran medida de sus barrios y ciudades natales, han influido en toda una serie de periodistas, ya sean admiradores o detractores.
Hay una palabra que suelo encontrar con mucha frecuencia, poslední, pasado. Puedo leer las palabras y expresiones de nuestros prominentes líderes, cómo se acelera el proceso de devaluación de valores, frente a una sensación general de impotencia e indiferencia.
Admiraba el coraje de Vaculíková, cuando publicó dos mil palabras y asumió las consecuencias inherentes a su discurso. Ahora, me sorprende lo fácil que es influir en la sociedad checa sin ningún tipo de impresión. Si alguien escribiera hoy dos mil palabras, muy pocos leerían el artículo. Definitivamente han cambiado los representantes del poder, los mecanismos que promueven su influencia y sus intereses, pero la gente no ha cambiado.
Vaculíkova no ha cambiado. Se mantuvo fiel a pesar de su edad, se negó a perderse en el laberinto bien seleccionado y evaluado del silencio."

Jan Trefulka
Miles de palabras












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