Pablo Servigne

"Ahora mismo tiene cinco problemas. El primero es que el depósito de gasolina está casi vacío y las renovables, nos guste o no, tienen límites. El segundo es que tenemos el pie enganchado en el acelerador; el conductor no quiere o no sabe frenar. El tercero es que el coche se está saliendo de la ‘carretera’, de esos límites ecológicos que nos mantienen estables: clima, biodiversidad, etcétera. Hemos acelerado tanto que ya no vemos ni los obstáculos. El cuarto es que no podemos girar el volante. Está obstruido, bloqueado, por la obligación que marca el crecimiento económico, por cuestiones financieras, y por razones psicológicas y culturales. Y el último es que el coche es cada vez más débil: la globalización ha hecho que las cadenas de suministro sean muy frágiles. Sin stocks, disminuimos la resiliencia del sistema. Que el coche se estrelle de manera grave es una posibilidad. Sobre todo, si ni siquiera se habla de estos problemas."

Pablo Servigne


"«Colapsología » es un ejercicio transdisciplinario en el estudio del colapso de la civilización industrial y sus posibles sucesores, basado en la razón, la intuición y la reconocida labor científica."

Pablo Servigne



"Con cada movimiento social, con cada catástrofe (incendios, sequías, inundaciones, guerras, pandemias, etc.), hay una toma de conciencia. Pero para mí, la verdadera toma de conciencia llega en una fase posterior, cuando nos damos cuenta de que todas las crisis están vinculadas, que no tiene sentido priorizarlas y que se trata de un problema sistémico. Es entonces cuando puede ocurrir algo realmente transformador."

Pablo Servigne




"Cuando la violencia es estructural y está invisibilizada, entonces surge espontáneamente una respuesta que, respetando los límites, es legítima defensa. Cuando las inercias de un sistema desenfrenado atentan contra la gente que quieres, contra lo que te sostiene con vida y en equilibrio, tienes que responder. Es aquella frase de John Seed: «No defendemos la naturaleza, somos la naturaleza defendiéndose». Ese cambio de perspectiva es crucial. Destruir un bosque a estas alturas es destruir una parte crucial de nosotros mismos.

Casi le diría que me sorprende la suavidad de las acciones. Es todo muy simbólico. En América Latina ya sabe lo que les pasa a muchos ecologistas, defensores de la Tierra: un tiro en la cabeza. Veo los años que vienen con un incremento sustancial de estas luchas, quizá violentas si el poder no escucha. En Francia las autoridades ya han hablado de ecoterrorismo en las luchas contra las megabalsas. Con las sequías que estamos viviendo, ¿el agua para quién es? Es el capitalismo contra los bienes comunes."

Pablo Servigne



"El colapso es una historia muy potente. Es un mito. Pero que, como la muerte, ocultamos en nuestra sociedad todo lo posible. Y ya sabe, todo lo que ocultas acaba emergiendo, normalmente, con formas más perversas, y por eso esas personas sólo tienen una parte de razón. En 60 años de ecología política, el colapso o la colapsología ha sido la palabra que –en Francia– más ha logrado generar afectos, movilización y hasta producción cultural. Pero es sólo la mitad de la historia. En casi todas las civilizaciones ha habido mitos relacionados con el colapso o el fin del mundo, pero suelen venir acompañadas de historias de renacimiento, y esa es precisamente la parte que nos falta. Hay que inventar esa parte. No te puedes imaginar la gente que nos escribe agradeciéndonos por darle un sentido a algo que no comprendían, y que han adaptado su vida a estilos más coherentes.

El miedo es una emoción que provoca acción, siempre y cuando no sea tan grande que te bloquee. Hay quien dice que el miedo sólo sirve para un esprint rápido. Pues bien, esa es justo la situación que tenemos delante. Pero no podemos tenerle miedo al miedo. Porque eso es mucho peor que enfrentarlo y te acaba llevando cada vez más a una sociedad de control. Yo creo que la posibilidad del colapso, que tantos científicos ya reconocen que está ahí, es motivadora si se trabaja bien emocionalmente."

Pablo Servigne


"En el laboratorio, cuando los parámetros están controlados, es fácil para los científicos/ingenieros resolver los problemas técnicos. Un problema lleva a una solución. Pero cuando el problema está fuera del laboratorio, por ejemplo, un diseño paisajístico, entonces el nivel de dificultad aumenta: la complejidad, lo que está en juego en la política, etc. Entonces es imposible hacer «ciencia normal». Por ejemplo, no existe una solución científica para el cambio climático: hay que hacer, a la vez, compromisos y elecciones políticas y culturales para evitar que la situación empeore. Este tipo de hiperproblemas (o hiperobjetivos, o problemas perversos, etc.) se reconocen por el hecho de que las soluciones técnicas propuestas suelen empeorar la situación. Algunos teóricos han desarrollado una «ciencia posnormal», hecha de complejidad y de la intervención de toda la sociedad civil… y por lo tanto dejan atrás la fantasía de la sacrosanta objetividad científica. Así que la palabra «solución» ya no es la mejor para describir lo que podría salir de estos intercambios."

Pablo Servigne




"En todo el mundo, la gente ya está experimentando desastres, colapsos. Lo primero es empatizar con ellos. La segunda cosa es imaginar que seremos los siguientes en sufrirlos. Necesitaremos mucho valor para pasar este siglo sin matarnos unos a otros. Esperanza y coraje. Y eso pasará una vez que tomemos una acción colectiva, una vez que encontremos una narrativa común. Ese es el caso actual, están pasando muchas cosas en todo el mundo. Debemos abrir las miras, no cerrarlas, de eso trata nuestro trabajo."

Pablo Servigne



"Este pensamiento típico de la Modernidad, que alimenta el tecnooptimismo, es parcialmente responsable de que no se pueda profundizar en el interior del propio ser humano, en los motivos culturales y antropológicos que nos han llevado a pasar por este trance. La tecnología no es el enemigo, pero tampoco es la solución."

Pablo Servigne



"Hay que hacer el duelo del mundo que conocíamos."

Pablo Servigne




"Hay que vivir con la idea de la muerte, eso ayuda a vivir, y no a simplemente sobrevivir. Vamos a atravesar un siglo de tormentas, si no tenemos la sabiduría de aceptar, acoger, a la muerte, no lo tendremos fácil para superar lo que viene, por eso los pueblos originarios, tradicionales, tienen sabiduría que nos puede ayudar."

Pablo Servigne




"Hay unos raros científicos que niegan el calentamiento global, pero no son climatólogos. Nadie niega el colapso de la biodiversidad. Nuestro libro es una síntesis del trabajo científico que prevé fugas catastróficas. Se ha vuelto muy difícil negar estos grandes riesgos, y tenemos demasiado que perder para ignorarlos. Lo que estamos diciendo es que necesitamos estar preparados."

Pablo Servigne




"Hemos dicho que entramos en una época de desastres, y es lo que ocurre. La colapsología intenta comprender lo que ocurre, porque los desastres son más graves de lo previsto. No es decir que no hay nada que hacer, al contrario: cuanto más sepamos, podremos actuar más de forma inteligente y coordinada para amortiguar los golpes. Encontrar una vacuna contra el coronavirus no va a resolver el problema de las especies extinguidas, la fragilidad de las finanzas mundiales o el hecho de que tengamos que dejar los combustibles fósiles atrás."

Pablo Servigne



"La estrategia individualista es una pista falsa. Claro, uno puede sobrevivir unos días, unas semanas, ¿pero luego? La única manera de atravesar los desastres de este siglo es unirse, ayudarse y cooperar. Porque así somos mas fuertes, resistentes, resilientes... Y porque es la única manera de vivir (y no sobrevivir)."

Pablo Servigne




“La única manera de sobrevivir a este siglo será la ayuda mutua.”

Pablo Servigne




"Lo que hemos ganado en eficiencia, lo hemos perdido en resistencia. Lo que hay que trabajar es la autonomía local (sin renunciar en cierta medida a los intercambios, ni a la democracia), la capacidad de reconstruir los lazos sociales y la ayuda mutua y, sobre todo, aprender a regenerar los seres vivos. Dejar de hacer daño."

Pablo Servigne



"Los desastres que afectan a la biosfera afectan principalmente a los países pobres ¡cuando son menos responsables de ellos! Esto es profundamente injusto, y ellos son conscientes. Esto crea un gran resentimiento hacia los responsables, es decir, los ricos del mundo y los países ricos que no hacen nada para mejorar la situación. Por lo tanto, sugiere conflictos armados."

Pablo Servigne





"Los psicólogos saben desde hace más de 60 años que las personas no abandonan fácilmente sus creencias. Prefieren renunciar a los hechos, a la realidad, que renunciar a la historia que se cuentan a sí mismos para vivir. Hoy en día, las grandes historias son el crecimiento económico, la dominación humana sobre la naturaleza, la dominación del hombre sobre la mujer, el progreso material infinito, etc. Renunciar a eso es muy difícil, y se ponen en marcha muchas estrategias de negación, a nivel individual y colectivo."

Pablo Servigne




"No es lo mismo prever el posible colapso de la biosfera, de la especie humana o de la civilización industrial, pero los tres están dentro del reino de lo posible. Si se habla de un posible colapso de nuestra civilización, la paradoja está en que es un tema que solo los historiadores o arqueólogos del futuro podrán decidir. Porque incluso si estamos viviendo una serie de desastres globales, no podemos saber con certeza lo que nos deparará el futuro. Lo cierto es que los colapsos ya han comenzado: ecosistemas, especies, dinámicas climáticas, pueblos, culturas, idiomas, etc., y que estamos viviendo en una era de desastres globales y sistémicos que serán cada vez más frecuentes e intensos. Todo esto puede desestabilizar nuestra sociedad, y más aún la biosfera. Una pandemia está en la lista de posibles desastres sistémicos que pueden alimentar una dinámica de colapso, y ciertamente no es la última."

Pablo Servigne



"¿Pero qué significa «salir» del colapso? ¿Evitarlo o atravesarlo rápidamente? Si evitar significa seguir creciendo económicamente, esto implica continuar quemando energías fósiles… Si renunciamos al crecimiento económico (lo que sería lógico para evitar más desastres ecológicos), lo más probable es que signifique un colapso económico, social y político."

Pablo Servigne



"Redistribuir, compartir, es la base. Si no podemos hacer esto, políticamente no hay solución. Hay que invertir esa espiral de desconfianza. Qué queremos hacer juntos es la base de la política, de ese relato común que comentábamos. Racionar es una parte importante, más aún si vamos hacia posibles colapsos. Impedir que los ricos tengan demasiado y garantizar que los pobres tengan el mínimo suficiente. Y todo ello teniendo en cuenta los límites de los recursos. Es curioso cómo los ingleses tienen un recuerdo agradable del racionamiento, porque ganaron a los nazis con él. Y en España o Francia el recuerdo es al contrario, porque perdieron. Quizá tengamos que inventar otra palabra, pero ese es el reto: cómo compartir cuando hay recursos limitados."

Pablo Servigne





"Tengo un amigo que trabaja en el IPCC y me dice que está habiendo un pequeño cisma en la comunidad científica. Me cuenta que ya no puede vivir con la frustración de no poder decir lo que siente, la verdad. De hecho, se ha apuntado a Scientist Rebellion (Rebelión Científica, el movimiento que en España comienza ahora su proceso judicial por la acción en el Congreso de los Diputados).

Está habiendo un cambio de tendencia hacia la aceptación de la desobediencia civil. Estamos viendo a muchos climatólogos de prestigio acometer acciones o pronunciar declaraciones a favor de las mismas. Pero el cisma persiste tanto en la comunidad científica como en la sociedad.

El cisma entre, digamos, más optimistas y más pesimistas, en realidad es un falso debate. Nosotros preferimos hablar de cuatro categorías. Entre los optimistas hay otra bifurcación, están los que dicen: «Podemos lograrlo», y hacen todo lo que está en su mano. Estos serían los optimistas positivos y esa es la posición sana y efectiva. Los necesitamos. Pero luego tenemos a los optimistas negativos, aquellos que sólo quieren oír buenas noticias, acallan cualquier crítica y normalmente no hacen mucho por la causa. Esta posición es probablemente la más dañina, la responsable de esconder los problemas bajo la alfombra.

Y en el otro lado ocurre algo similar. Tenemos a los pesimistas positivos, aquellos que dicen: «La cosa pinta mal, pero hay que hacer todo lo que podamos». Estos suelen ser mucho más hábiles que ningún otro a la hora de detectar los problemas. Y para acabar tenemos al que cualquier optimista detesta, y con razón: el pesimista negativo. Es el que, con la excusa de que todo está perdido, no hace nada. Este tipo puede llegar a ser insoportable.

Necesitamos tanto a los optimistas como a los pesimistas positivos, aquellos que piensen lo que piensen, se proponen actuar y lo hacen. Sin que se den cuenta, a veces, en el fondo se complementan."

Pablo Servigne




"Tenemos que aprender a vivir los sentimientos llamados “negativos”: la pena, el dolor, el miedo, el duelo. Nuestras sociedades ya no tienen apenas rituales para estos sentimientos inevitables. Y sobre todo, no hay que “esperar a la esperanza”, la esperanza es algo activo, como cuenta Joanna Macy. Haces cosas ahora para que llegue a ocurrir algo que esperas que ocurra, pero no te quedas esperando que ocurra. Lo que hace falta es, más bien, coraje. Construir colectivamente ese destino común. Y no negar el posible colapso. Los países que creían en el peligro del virus se prepararon mejor."

Pablo Servigne



"Tenemos todavía la oportunidad de imaginar instituciones que posibiliten lo contrario, premiar al cooperativo y castigar al egoísta. Si no, con perdón, estamos jodidos."

Pablo Servigne















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