“El cristiano, el hedonista y el ambicioso concebirán por una especie de necesidad psíquica formas de filosofía que les sean connaturales. Por ello, el verdadero fundamento de algunas aberraciones intelectuales debe ser buscado en enfermedades del espíritu, generalmente colectivas.”
José María Sánchez de Muniain y Gil
"La contemplación estética es un conocimiento inmediato, connatural y fruitivo; es la intelección connatural de lo admirable. El sentimiento estético es la experiencia directa y oblicua del propio yo, a través de las facultades, como el intelecto y la voluntad que son esencialmente comunicativas; es, pues, un peculiar comportamiento de la inteligencia y la voluntad al experimentarse a sí mismas con ocasión del conocer y el querer. Por otra parte, cuando el hombre intelige contemplando, sus conceptos mentales son ya expresiones inmanentes del espíritu.
[...]
La ciencia estética tiene tres dimensiones: una antropológica (la estética vista como algo esencialmente diferente de otras grandes formas del vivir humano, tales como la religiosa, la utilitaria, la científica, la hedonista, etc.), otra cultural (la filosofía del arte) y otra metafísica (la belleza como connotación de lo real).
[...]
La vida estética es el mundo de la pura libertad anímica, de la genuina felicidad del hombre y del humanismo, entendido éste como unificación de toda nuestra estructura psíquica. Es el mundo de la libertad, porque el que contempla actúa libre de los apremios internos de la pasión y de los externos de la necesidad. Es el mundo del humanismo, porque unifica toda nuestra experiencia intelectual, conformando esa capacidad de juzgar que llamamos gusto, deleitando y arrastrando la voluntad a un amor que no es fruto de deliberación electiva (como la moral.) Es, pues, la estética una experiencia total y unificadora."
José María Sánchez de Muniain y Gil
La estética
No hay comentarios:
Publicar un comentario