Caminando Niquitao
El desfile de autos arroja humo
Poco espacio para el transeúnte
y en cada paso jirones de tiempo
un hilo verde que las arañas
dejan
Como el bambú
sus habitantes
se mecen
en el ojo parpadeante de las avenidas
Solitario camina el barrio tosiendo
lesionado su talón
Niquitao afilado en cada señal
a la velocidad del pájaro
errabundo
Walther Espinal
Dios oculto
el dios
que en los sueños desnuda los temores
con el martillo del absurdo da en el clavo
él que se tiende como un tapete
y pende como la seda
y en el árbol de mi corazón anida
sentado en las gradas con el frío silbando
observo cómo la colegiala acaba su helado
por las puertas de este amor nadie entra
excepto el dios de los días grises y celebrados
el aliento sibarita para mi cansancio
como tabla de naufragio ante su hechizo
me apoyo.
Walther Espinal
El pájaro y la media
La poesía es un pájaro
que en el alambre del patio
canta
La poesía es una media impar
resuelta a ser
la cabeza de un caballo
El pájaro y la media penden del mismo hilo
Walther Espinal
La balada del motel
Cogidos de la mano entramos
como a una tarde de domingo.
Y pronto las ropas cuelgan
del perchero
que no espabila
con las acrobacias sexuales.
Aquí la vela
del amor
riega esperma
y luego se apaga.
El deseo
como un león
sigue los pasos
ríe
me considera su hermano.
Pago entonces la balada del motel
para el amanecer o el rato.
Y yazgo
miro al techo
huele a flores
y de costado
por el espejo
contemplo su espalda.
Walther Espinal
Noches que en el barrio huele a muerto
acaso porque queman ataúdes en el cementerio contiguo
o porque los insectos explotan con cantar
noches de niebla verde por los balcones
Habitaciones donde mujeres trenzan su pelo
y del insomnio del muerto brotan
las espinas
mi barrio de gatos terrazas atardeceres viento
atado a los postes de luz como crucifijos vanguardistas
Allí mis sueños se enredaron como un cassette
tanto éter en la almohada afiló el huso
de mi tristeza cicatrizada
Walther Espinal
Un espectro de tigre
ronda
mis días.
Y en el papel
siento el calor
de sus patas.
Tigre
de bigotes
de polvo.
Sobre mi hombro
su fantasma
ventea
las letras.
Walther Espinal
Vagina
La habitación más oscura
encubierta por una cerradura.
Basta una llave de luz
y todo el ámbito
prodiga
la tibieza
la fricción acuosa.
Insondable
el anillo de agua
ejerce presión
y restablece unidad.
El desconocido y su morada
alfombra de bienestar
espacio de abandono.
Walther Espinal
Versos para una bruja
Tus cabellos salen de mi boca
como un ovillo que se enreda
e intenta ahogarme.
Hoy que nuestra bandera
ondea
entre las ramas de una quebrada.
Bajo estas estrellas
parezco
un muñeco atravesado de alfileres
que resplandecen.
Un espectro de tigre
ronda
mis días.
Y en el papel
siento el calor
de sus patas.
Tigre
de bigotes
de polvo.
Sobre mi hombro
su fantasma
ventea
las letras.
Walther Espinal
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