Cuando desfilan héroes en tu nombre
te convierten en un gesto abierto:
se dobla en mi boca al pronunciarte
es mi voz que ruega los siete pecados
y ahora peregrina en tu cuerpo al conquistarte
es esta tierra
bautizada por mis versos extranjeros
aquí aprendí a esculpir un avatar de piedra
dispuesta a combinar elementos de una leyenda
y a crear revoluciones que ilustren silencios
como una verdad
quién no puede estremecerse
con esta locura que guardan tus ojos.
Silvana Merlo
Jamás quise ser ésta, la del viento,
la que golpea con ráfagas sus propias vivencias.
Pero un día me levantaré
y perseguiré a todos los espectadores
dentro de la obediencia.
Enmudeceré
consciente de mi vigilia.
Llegaré a ser esa fugitiva inmadura que se adelanta
al camino único de las expulsadas de la tierra.
Hoy, de andar, tengo los pies despedazados
arañados de fracasos.
Sólo me queda atar las palabras al nudo de mi garganta
indigestarme de evocaciones perdidas:
con ellas acuso las formas oscuras
pronunciadas por el silencio.
Formas que vienen por mí.
Silvana Merlo
La hechicera viaja a su ocaso
Quizás estalle en pedazos anárquicos
quizá descubra esta máscara
miserable disfraz que golpea
todos los contornos del inframundo
Quizá describa fatídica preservando reminiscencias
por debajo de telarañas tejidas en mi templo
Quizá debería poner en remojo mis alas
para embelesar un vuelo inanimado
y lanzarme a un último otoño.
Silvana Merlo
La juguetería
Yo soy una muñeca
exhibida con labial oscuro y maquillaje blanco
un vaivén de caja musical evocando notas disonantes
por un costado espío al conde transilvano
enamorado de mis cortesanas medias blancas
posesiva mirada en los hilos de mi espalda
y esperamos de pie
el desenlace inimaginable
más allá del sol que jamás ilumina.
Silvana Merlo
Lengua encendida
Me voy como quien se va
descosiéndose los huesos
repartiendo sus plumas
contando lo poco que queda:
números
y desilusiones
metáforas heridas
pulverizando mi alma.
Silvana Merlo
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