Soneto
   ¿Cuándo en el duro mal de mi tormento		
tan severo rigor veré aplacarse,		
o adonde de sí mismo retirarse		
podrá quien lleva en sí su sentimiento?		
   Un fiero, un parricida pensamiento
en mis mismas entrañas veo forjarse,		
y tanto en mi dolor encarnizarse,		
que di mi muerte misma toma aliento.		
   Entre mortales ansias agonizo,		
que afecta a la conciencia de mis males,
y sin poder morir estoy muriendo.		
   ¡Oh, tristes y durísimas señales,		
pues la muerte, que ya de rabia emprendo,		
se que me ha de rogar por que la atizo.
Ludovico Gonzaga
No hay comentarios:
Publicar un comentario