Al túmulo de Lope de Vega, hablando con un peregrino
   Deténte, espera, o peregrino para;		
que aquí para cuanto hubo peregrino		
desde que el sacro artífice divino		
ornó de luz la máquina preclara.		
   Si vas a ver el mundo, ¿dónde hallara
tu deseo espectáculo más digno?		
¿quién aquí no acabara su camino?		
¿quién viendo al Fénix muerto no parara?		
   Término pues de tu curiosa planta		
sea este insigne mausoleo, aprenda
admiración en él tu fantasía.		
   Suspende el paso aquí, que en gloria tanta,		
en tanto asombro es bien que te suspenda		
muerto, quien vivo al mundo suspendía.
Manuel Gallegos
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