Rodolfo Naró

“A veces, pienso qué hubiera sido si Jaime Sabines u Octavio Paz o Carlos Fuentes hubieran tenido un Twitter u otra manera de comunicarse con ellos, mandarles un mensaje directo o algo así, qué hubieran respondido o no, poder entablar comunicación con ellos, como muchos de mis lectores platican conmigo.”

Rodolfo Naró



“Cuando me leo, vuelvo a revivir otra vez el momento que viví al escribir esos poemas; aun con poemas como los incluidos en “Los días inútiles”, de hace treinta años, los vuelvo a leer, recordar y sentir. Es como ver una fotografía mía de ese chavo que fui, y por las cuitas amorosas que pasaba por ese momento, que no eran otra cosa que mi propio descubrimiento, de los alcances del amor, mi propia sexualidad e identidad.”

Rodolfo Naró



La marcha

Rómpase en caso de silencio
y eche la inmundicia por el caño.
Hable, grite, diga cuánta hambre tiene
quizá le den de beber los mismos pretextos de ayer.
Nombre su frustración y su ira
ese hombre también tiene apellido
y mujer e hijos
no es muy distinto a usted o a mí
tampoco es mejor que los otros.
No espere a que la encuentren desangrada
escriba con letra de imprenta un nuevo calendario
días de guardar leyes, justicia, cero impunidad.
Dele un nuevo orden a las palabras
y dicte un santoral que señale a las muertas
aquellas mujeres y niñas
a las que en Palacio les cerraron la puerta.
Rómpase el país entero
deje que se reviente la cuerda
ellos la estiraron y la estiraron y la estiraron
con tantas mentiras y violencia
(ni perdón ni olvido)
ellos soltaron al tigre y no hay quien lo detenga.

Rodolfo Naró



“La poesía erótica me eligió a mí.”

Rodolfo Naró




Lecciones de agua

Busco la orilla de tu pecho
A nado sostenerme en el estanque de tu pecho.
A veces te confundo con el agua de los vientos
Rápida como la luz también viajas del cielo
Y estoy esperándote como el niño al tiempo,
Cuentas los segundos gota a gota,
Lagrimal gotero de tus ojos desvelo.
La brazada no me alcanza para llegar a tu cuello.
Es un mar de olas quietas tu vientre de espejo
Donde me miro y me desconozco,
Es mi otro yo que te está queriendo.
A nado me acerco,
Emerjo de entre tus piernas para sobrevivir,
Necesito el aire de tus cabellos,
La sal de tus labios para flotar al primer intento.
Me busco en tus ojos, me sostengo de tu nariz,
Pero cierras tu doble universo
Y otra vez quedo náufrago, sin puerto.

Rodolfo Naró



Me duele el silencio

Me duele el silencio que me rodea,
La noche fría que me espera,
La luna llena que me espía
Y el latir de mi corazón
Que me recuerda que estoy con vida.

Me duele la piel, las manos,
El vacío de mis brazos;
Esta oreja melancolía,
Quererte con las ganas
Y perderte con el alba.

Me duele tu risa y mis recuerdos.
El aire que respiro,
La amargura que transpiro;
La noche, el día, el sol y la lluvia.
La música cuánto me lastima.

Me duele cerrar la puerta,
La costumbre de tus caricias.
Este amor
No correspondido,
Ya imposible,
Ya olvido.

Rodolfo Naró



Mi casa

Si las camas se miden por almohadas,
Necesito entonces un par, para abrazarte en la madrugada.
Necesito un refrigerador más grande,
Con nevera sin escarcha, para congelar tu recuerdo
Y poco a poco alimentar mi esperanza.
Necesito un baño con tinta para ahogar mis lágrimas;
Y una alfombra grande, para revolcarme de lado a lado,
No sentir el frío del piso, de tu retrato y su mirada.
Voy a comprar cortinas grandes, ahiladas,
Para estar en penumbra, aun para la mañana.
¡Qué descaro del sol! Nadie lo invita pero se adueña de la casa,
Todos los días llega sigiloso de madrugada.
Necesito pintar paredes, cambiar cuadros, redecorar la sala,
Que dejen de platicar el viento y la ventana,
De hacer el amor llaves y chapa.
Necesito calefacción para este frío de matemáticas,
Para suplir el calor de tu entrepierna, viva como brasa.
Necesito empezar por cambiar la cama, la cabecera de cristal
Que aún tu imagen refleja y mi lucidez engaña.
Necesito también cambiar las sábanas.

Rodolfo Naró






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