A la muerte de Lope de Vega
   Este que miras mármol elevado		
más del fracaso, que del alto asiento,		
y este que helado ves de sentimiento		
mucho más que de ser mármol helado.		
   Hoy a la eternidad se ha consagrado,
por ser del mismo Apolo monumento,		
que átomos son del sol, cuantos no atento		
por cenizas veneras deslumbrado.		
   La vega ciñe que animó su lira		
los bronces, y ese mármol que es su oriente,
más que el otro le trajo aquí su encanto.		
   Sobre tal vega pues llora y suspira,		
paraísos hará de tu corriente,		
y por lo sol auroras de tu llanto.
Alonso de Oviedo
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