Al sepulcro de Nuestro Señor
   Yace en esta que ves tumba cubierta		
un cuerpo de valor tan soberano,		
que cuando muerte en El puso la mano		
de la vida mayor fue muerte muerta.		
   Rompiendo el alma está la baja puerta
do vive el desleal ángel tirano,		
quedando por el bien ultramundano		
otra de libertad al hombre abierta.		
   Cuando murió, cayo naturaleza		
sobre sí misma, en torno le lloraron
los cielos, y de luto se vistieron.		
   Las piedras trasladaron su dureza		
en el pecho del hombre, y del tomaron		
la razón del dolor con que se abrieron.
Cosme de Aldana
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