Al retrato y escudo de armas de don Luis Carrillo y Sotomayor
Gran Capitán segundo, renacido
de Córdoba, esperanza renovada,
invicto César, cuya ardiente espada
rinde al soberbio, ampara al ya vencido.
Rayo de Marte en olas encendido,
espantoso terror de Turca armada,
defensa de la nuestra no domada,
a pesar de las ondas del olvido.
Si te llama, o clarísimo mancebo,
el valor de Alejandro fin segundo,
o esperanzas de César el Romano.
De ganar cuanto alumbra el claro Febo,
mira tu escudo, que es valor del mundo,
y veras otro Hércules Tebano.
Doctor Romero
España. Siglo XVII, Poeta
No hay comentarios:
Publicar un comentario